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viernes, 10 de junio de 2022

La recua: los sueños son para cumplirse.




Hay una máxima, o mejor dicho; hay un dicho que dice: "cuéntame como es tu pueblo y te diré que tan universal eres", y al ver un documental como el dirigido por Trudi Angell y Dario Higuera uno puede fácilmente reivindicar y dar toda la valía posible a este dicho, pero decir que el galardonado documental es sólo una memoria histórica del acontecimiento que es leído desde su título, sería quedarnos en la más corta de las lecturas.

El documental que surge de la idea y de la ilusión del señor Dario, figura más que emblemática de la cultura ranchera del norte del estado de Baja California Sur, y que se ha ganado el respeto de todo el estado, no sólo cuenta los largos trayectos que los viejos rancheros hacían en mulas y burros a mediados del siglo pasado en las que trasladaban sus productos hechos en la inhospita zona serrana del estado, hasta llegar a las costas en el sur del estado, para a su vez proveerse de insumos indisensables para ellos; sino que también recrea la travesía en pleno siglo XXI con un Dario que, venido a menos por los achaques de la edad, el trabajo y la enfermedad, va sorteando con tal de cumplir su sueño acompañado de su familia y amigos cercanos, es así que el viaje no sólo es un testimonio de lucha y perseverancia, sino también es un viaje inspirador que irradia una calidez humana que une un valor más que rescatable sobre el amor por la tierra, las tradiciones, y sobre todo, la familia.

Además de ser un road-movie en el que hay un valor histórico, también hay un aire de reivindicación hacia una zona muy olvidada por la memoria colectiva nacional, pues es bien sabido que el estado de Baja California Sur se destaca por sus litorales y la zona sur de su geografía, donde tenemos las ciudades en las que el turismo es su más grande aliado, pero en el documental también podemos ver como la hermosura no se limita a mostrar lo que ya conocemos, también nos muestra esa zona que muy pocos conocen, y que se llega a ver tan hermosa en sus sierras del norte, en un sitio que afortunadamente y gracias al desierto y a lo inhospito del lugar, sigue siendo un paraíso poco conocido y aún resguardado por sus habitantes, sus ecosistemas, y la gente que ama la tierra y el arraigo por sobre todas las cosas.

El documental sin lugar a dudas se sirve del trabajo más que valiente de su crew, tanto sonidistas como fotógrafos, acompañan todo el trayecto de los arrieros, y aquí radica el valor y la belleza por donde contagian el entusiasmo y el amor por lo que Dario soñó, la cuestión técnica no es la más importante, pero sirve de su perfección para que el espectador descubra qué es lo más importante del documental: el viaje emprendido por la recua.

Me parece que también es más que valioso y apremiante el trabajo del guionista del documental, pues logra compactar en el guion la idea de lo que se tenía que mostrar en el documental, y sobre eso también podemos destacar el trabajo  de edición, ya que logran mostrar en 90 minutos, el trayecto de 20 días y 350 kilómetros que Dario y compañía hacen en el trayecto, sin que se sienta en ningún momento que algo nos falta.

Es en los pensamientos del señor Dario que vemos que tenemos ante nosotros a un personaje con una sabiduría apabullante, con un propósito que va más allá de su ego. Vemos que quiere revivir y hacer un lazo entre el pasado y el futuro, no quiere que las historias de sus antepasados se mueran con él, que al menos sus hijos y nietos sepan en carne propia lo que sus antepasados vivieron, lo que es parte de su identidad y por qué ellos son parte del rancho; también vemos el dilema moral en Dario sobre la vida que él vivió, dura pero que recuerda y añora con mucha nostalgia y cariño, y que él no quisiera que sus nietos la sufran, aunque siempre las semillas del trabajo hecho con amor por un hombre con tanta identidad y humildad como Dario, pueden dejar frutos, aunque no queden en su familia.

La recua es en definitiva no sólo en el cine documental como tal, sino dentro de las producciones realizadas en el 2021, una de las mejores propuestas que nos dejan ver que, fuera del centro del país, hay cosas que se pueden hacer con una calidad envidiable de cualquier cinematografía, pero por sobre todas las cosas, una gran película en toda la extensión de la palabra, y que uno agradece que las haya. Pues al fin de cuentas, uno ama el cine por historias como esta.

jueves, 9 de diciembre de 2021

Bendito entre todas las mujeres: "Cuando te muerdes el labio" de Leiva


José Miguel Conejo Torres, mejor conocido como Leiva, el pasado tres de diciembre lanzó su más reciente material discográfico titulado "Cuando te muerdes el labio", y lo primero que podría yo escribir luego de las palabras ya escritas sería que, si bien se siente una madurez en Leiva que va más allá de su persona y su música, es el disco más libre y más suelto de toda su discografía, pero un artista es un artista, y jamás dejará de haber los hilos que unen a toda la obra de un artista del tamaño de Miguel. Vayamos por los puntos que son hogares, y los que hacen que su música se mueva por otras aguas.




"Cuando te muerdes el labio" es más que un disco de duetos, porque en los discos de duetos hay una "voz cantante", y acá tanto la voz de Leiva como las demás chicas en el disco, tienen la misma importancia, nadie resalta, es una armonía que uno absorbe y siente con todos los sentidos. Cada una de las canciones refleja y se acomoda a la personalidad de cada una de las acompañantes de Leiva, de ahí que se refleja una frescura musical mezclando tantos ritmos y géneros, que si bien es ajena a Leiva en la ejecución musical en su discografía, no es tan ajena en su gusto musical, porque sabemos de la melomanía del autor español, y de las grandes influencias que tiene de años y tocadas, así como de las amistades forjadas con hombres como Adan Jodorowski y su ahora familia mexicana, pero también de sus amigos y banda española.





Cada letra refleja sin lugar a dudas a Leiva desde sus inicios con Malahierba, y ni que decir de Pereza y todos sus discos en solitario, siempre hay obsesiones y vivencias que recurren a sus canciones, elementos como la nostalgia de los años y la carretera, los viejos amores, los límites explorados, el autosacrificio a través de la confesión, la manada de lobos, el slogan favorito de sus seguidores: "sexo, drogas y rock and roll"; sin embargo también hay un reflejo de las cosas que hoy día lo alimentan, como lo es la gran presencia de las series y películas de su gusto, y su preocupación por el mundo digital en el que la gran mayoría habita sin conocer sus riesgos, como lo manifiesta en "Blancos fáciles". Pero también cada letra refleja algo de la musa que lo acompaña, algo que seguramente cada una de ellas aportó por sugerencia del propio Leiva para que sintieran la canción tan suya como de él. Vemos por ejemplo en "Llegará" como la canción en su primer verso menciona la palabra huracán, haciendo referencia a una de las canciones más emblemáticas de Mosieur Periné, agrupación que lidera Catalina García, así como la presencia del bosque y el campo, algo muy emblemático en la música de la hermosa interprete. También está en el caso de "Diazepam", la canción que canta con Natalia Lafourcade y la que para mí es la joya de la corona, donde se nota su presencia más que impregnada en el verso "tengo un instante de calma y un billete a la capital"; o la parsimonia y la calma que tiene "Peligrosamente dark" con la tremenda voz de Silvana Estrada. No es para nada extraño que la canción más Rock del disco sea no sólo la que le da el nombre, sino la que seguramente Leiva compuso primero que todas, en aquel viaje que hizo que se enamorara del México al que ahora le canta, por supuesto que me refiero a la interpretada con Daniela Spalla, a quien me ha fascinado escuchar en el corte del disco y de tal forma. Y la presencia de Gaby Moreno es una presencia que pocas voces femeninas en el mundo pueden opacar, es simplemente impresionante esta mujer.




Además de conocer nuevas voces a través de este disco, como lo es la de Natalia Lacunza, Zoe Gotusso, Tulsa y Fer Casillas ("Iceberg" es de mis más favoritas del disco) también es un abanico de la riqueza vocal y musical que hay en nuestros países de habla hispana, con interpretes de España (como mi amada Zahara), México con mucha presencia como la de Ximena Sariñana (la musa encargada de dar entrada al disco con la insuperable "Histéricos"), Ely Guerra y las ya mencionadas; Colombia, Guatemala, Argentina y de más.

Es uno de esos discos que lo hacen pasar no sólo por todos los estados de ánimo y emociones, incluso resulta increíble que es un disco en el que Leiva incluso nos pone a bailar (y si no me creen, nada más hay que escuchar "Flecha" al lado de Elsa y Elmar), y sin lugar a dudas es un disco que fácilmente no se puede ignorar, mucho menos olvidar.

En el siguiente link pueden escuchar el disco completo en Youtube:


martes, 10 de agosto de 2021

Normal People de Sally Rooney. (Fragmentos)





Marianne prepara la cena, espaguetis o risotto, y luego él lava los platos y ordena la cocina. Recoge las migas de debajo de la tostadora y ella le lee chistes de Twitter. Después se van a la cama. A Connell le gusta entrar muy dentro de ella, despacio, hasta que a Marianne le cuesta respirar y jadea y se aferra a la almohada con una mano. En ese momento su cuerpo parece tan pequeño, y tan abierto... ¿Así?, le pregunta. Y ella asiente y a veces golpea la almohada con la mano, soltando grititos ahogados cada vez que él se mueve.
Las conversaciones de después son muy gratificantes para Connell, a menudo dan giros imprevistos y lo empujan a expresar ideas que nunca antes había formulado de un modo consciente. Hablan de las novelas que está leyendo él, de la investigación que está estudiando ella, del momento histórico concreto en el que están viviendo, de la dificultad de observar dicho momento mientras ocurre. A veces tiene la sensación de que Marianne y el son como patinadores artísticos, improvisan sus conversaciones de una forma tan hábil y con una sincronización tan perfecta que a ambos les sorprende. Ella se lanza grácilmente al aire y, cada una de las veces, sin adivinar cómo lo hará, él la coge.


Al cabo de un rato la oye decir algo que no logra entender.
No te he oído.
No sé qué pasa conmigo, dice Marianne. No sé por qué no puedo ser como la gente normal.
Su voz suena extrañamente fría y distante, como una grabación que reprodujeran cuando ella ya no estuviese o se hubiera marchado a otra parte.
¿En qué sentido?
No sé por qué no consigo que la gente me quiera. Creo que debió de pasarme algo malo al nacer.
Marianne, hay mucha gente que te quiere, ¿vale? Tu familia y tus amigos te quieren.
Ella se queda unos segundos callada, y luego dice:
No conoces a mi familia.
Connell ni siquiera se ha dado cuenta de que ha usado la palabra <<familia>>; sólo buscaba algo tranquilizador y significativo que decirle. Ahora no sabe qué hacer.
En esa misma voz extraña y átona, Marianne continúa diciendo:
Me odian.
El se sienta en la cama para verla mejor.
Ya sé que tienes discusiones con ellos, pero eso no significa que te odien.
La última vez que estuve en casa mi hermano me dijo que lo que tenía que hacer era suicidarme.
Maquinalmente, Connell se sienta aún más recto y se quita la colcha de encima como si fuera a levantarse. Se pasa la lengua por dentro de la boca.
¿Por qué te dijo eso?
No lo sé. Dijo que si estuviese muerta nadie me echaría de menos porque no tengo amigos.
¿Y no le dijiste a tu madre que te había hablado así?
Estaba delante.
Connell estira los músculos de la mandíbula. El pulso le palpita en el cuello. Intenta visualizar la escena, los Sheridan en casa, Alan diciéndole por algún motivo a Marianne que se suicide, pero le cuesta imaginar a una familia comportándose como ella ha explicado.
¿Y qué dijo?, pregunta Connell. Es decir, ¿cómo reaccionó?
Creo que dijo  algo en plan: Ay, no la animes.
Despacio, Connell exhala por la nariz y deja escapar el aire entre los labios.
¿Y qué lo provocó? O sea ¡cómo empezó la discusión?
Percibe que algo cambia en el rostro de Marianne, o se endurece, pero no sabe decir qué es exactamente.
Crees que hice algo para merecerlo.
No, evidentemente no estoy diciendo eso.
A veces pienso que debo de merecerlo. Si no, no entiendo por qué ocurre. Pero cuando está de mal humor se pone a seguirme por toda la casa. No hay manera de evitarlo. Entra en mi propio cuarto, le da igual que esté dormida o lo que sea.
Connell restriega las palmas de las manos sobre la sábana.
¿Te ha pegado alguna vez?
A veces. Menos desde que me marché. A decir verdad, eso tampoco me importa tanto. El tema psicológico me toca más. No sé cómo explicarlo, en realidad. Sé que debe de dar la impresión de que...
Él se lleva la mano a la frente. Tiene la piel sudada. Marianne no termina la frase para explicar qué impresión debe de dar.
¿Por qué no me lo habías contado?
Marianne no dice nada. Hay poca luz, pero alcanza a ver sus ojos abiertos.
Marianne... En todo el tiempo que estuvimos juntos, ¿por qué no me contaste nada de esto?
No lo sé. Supongo que no quería que pensaras que estaba tarada o algo. Supongo que tenía miedo de que luego me rechazaras.
Connell se tapa la cara con las manos. Nota los dedos fríos y sudados sobre los párpados y tiene lágrimas en los ojos. Cuanto más fuerte aprieta con los dedos, más rápido se escapan las lágrimas, húmedas hacia la piel.
Dios, dice. Tiene la voz pastosa y se aclara la garganta. Ven aquí.
Y ella va hacia él. Connell siente una vergüenza y una confusión terribles. Se tumban cara a cara y él abraza su cuerpo.
Lo siento, ¿vale?, le dice al oído.
Marianne se aferra a él, lo rodea con los brazos, y Connell la besa en la frente. Sin embargo, él siempre creyó que estaba tarada, lo pensó de todos modos. Cierra fuertemente los ojos con culpabilidad. Sus caras están calientes y sudadas. Piensa en lo que ella ha dicho; Creí que me rechazarías. Su boca está tan cerca que nota la humedad de su aliento en los labios. Empiezan a besarse, y su boca le sabe oscura como el vino. El cuerpo de Marianne se mueve contra el suyo, él le acaricia el pecho, en unos segundos podría volver a estar dentro de ella, y entonces ella dice:
No, no deberíamos hacer esto.
Y se aparta sin más. Connell se oye respirar en mitad del silencio, la patética agitación de su respiración. Espera hasta que se calma, no quiere que se le quiebre la voz cuando empiece a hablar.
Lo siento mucho, dice.
Ella le estrecha la mano. Es un gesto muy triste. Connell no se puede creer la estupidez de lo que acaba de hacer.
Lo siento, dice de nuevo.
Pero Marianne ya se ha dado la vuelta.


Se sumen en un nuevo silencio. Marianne se vuelve a tumbar en la cama, mira la luz, nota cómo se le enciende la cara.
Pensaba que estabas enfadado conmigo.
Vaya, lo siento. No estaba enfadado.
Y tras una pausa él añade:
Creo que nuestra amistad sería mucho más fácil si... bueno, si ciertas cosas fuesen de otra manera.
Marianne se lleva la mano a la frente. Connell calla.
¿Si qué fuese de otra manera?
No sé.
Lo oye respirar. Siente que lo ha arrinconado con la conversación y no quiere presionarlo más de lo que lo ha presionado ya.
Ya lo sabes, no te voy a engañar, dice Connell. Es evidente que siento cierta atracción hacia ti. No intento buscar excusas. Es sólo que tengo la sensación de que las cosas no serían tan confusas si en nuestra relación no hubiese ese otro elemento de por medio.
Marianne baja la mano a las costillas, siente la lenta elevación del diafragma.
¿Crees que sería mejor si no hubiésemos estado nunca juntos?, le pregunta.
No lo sé. A mí me cuesta imaginarme cómo sería la vida entonces. En plan, no sé a qué universidad habría ido ni dónde estaría ahora mismo.
Ella no dice nada, deja que ese pensamiento dé unas vueltas en su cabeza, con la mano apoyada en el abdomen.
Es curioso, prosigue Connell, las decisiones que tomamos porque nos gusta alguien y que hacen que nuestra vida sea completamente distinta. Creo que estamos en esa edad rara en la que la vida puede cambiar muchísimo en función de pequeñas decisiones. Pero tú has sido una muy buena influencia para mí en conjunto; es decir, está claro que soy mejor persona ahora creo. Gracias a ti.
Marianne se queda quieta, respirando. Le arden los ojos, pero no hace ningún gesto de tocárselos.
El tiempo que estuvimos juntos en el primer año de carrera, ¿te sentiste solo?
No, ¿y tú?
No. Me sentía frustrada a veces, pero no sola. Nunca me siento sola cuando estoy contigo.
Ya. Fue una especie de época perfecta en mi vida, a decir verdad. No creo que antes de aquello hubiese sido feliz nunca.
Ella presiona fuerte con su mano en el abdomen, expulsando todo el aire de su cuerpo, y luego inspira.
Anoche deseaba en verdad que me besaras, dice Marianne.
Oh.
El pecho de Marianne vuelve a hincharse y deshincharse lentamente.
Yo también quería, dice él. Supongo que no nos entendimos.
Bueno, no pasa nada.
Connell se aclara la garganta.
No sé qué es lo mejor para nosotros. Obviamente, me hace sentir bien que me digas todo esto. Pero, al mismo tiempo, las cosas entre nosotros siempre han terminado un poco mal. Ya me entiendes, eres mi mejor amiga, no querría perderte por ningún motivo.
Claro, comprendo lo que dices.
A Marianne se le han humedecido los ojos y tiene que frotárselos para impedir que caigan las lágrimas.
¿Lo puedo pensar?, pregunta Connell.
Por supuesto.
No quiero que creas que no valoro todo esto.
Ella asiente, frotándose la nariz con los dedos. Se pregunta si podría girarse de lado de cara a la ventana para que Connell no la viese.
Me has ayudado mucho, continúa diciendo él. Con la depresión y todo eso, no quiero entrar demasiado en el tema, pero me has ayudado muchísimo.
No me debes nada.
No, ya lo sé. No quería decir eso.
Marianne se sienta en la cama, baja los pies al suelo, hunde la cara entre las manos.
Me está entrando ansiedad, dice él. Espero que no sientas que te estoy rechazando.
No te angusties. No pasa nada. Tendría que irme ya a casa, si te parece bien.
Te puedo llevar.
No hace falta que te pierdas la segunda parte. Iré andando, no hay problema.
Empieza a ponerse los zapatos.
La verdad, se me había olvidado que había partido, dice Connell, pero no se levanta ni va a buscar las llaves.
Marianne se pone de pie y se alisa la falda. Él está sentado en la cama, mirándola, con una expresión atenta, casi nerviosa, en la cara.
Vale, dice ella. Adiós.
Hace además de cogerla de la mano y ella se la da sin pensar. Connell la sostiene un segundo, acariciándole los nudillos con el pulgar. Luego se lleva la mano de Marianne a los labios y la besa. Se siente agradablemente abrumada bajo el peso de su poder sobre ella, bajo la profundidad enorme y extática de su voluntad de complacerlo.
Qué bien, dice ella.
Él asiente, y Marianne nota un leve y placentero dolor en su interior, en la pelvis, en su espalda.
Sólo estoy nervioso. Creo que es bastante evidente que no quiero que te vayas.
Ella dice con un hilo de voz:
A mí no me parece nada evidente qué es lo que quieres.
Connell se levanta y se coloca frente a ella. Como un animal amaestrado, Marianne se queda inmóvil, cada uno de sus nervios erizados. Querría soltar un gemido. Connell posa las manos en sus caderas y ella deja que la bese en la boca. La sensación es tan extrema que se siente desvanecer.
Lo deseo tanto, dice.
Me encanta oírte decir eso. Voy a apagar la tele, si te parece.
Marianne se sienta en la cama mientras él apaga el televisor. Luego se sienta a su lado y se besan de nuevo. Su tacto tiene un efecto narcótico sobre ella. Un grato atontamiento la invade, arde en deseos de quitarse la ropa. Se echa sobre la colcha y él se inclina sobre ella. Han pasado años. Nota la polla de Connell con la fuerza extenuante de su deseo.
Hummm. Te he echado de menos, dice él.
No es así con otra gente.
Bueno, a mí me gustas mucho más que otra gente.
La besa otra vez y Marianne siente sus manos recorriéndole el cuerpo. Toda ella es un abismo en el que él puede sumergirse, un espacio vacío esperando que él lo llene. A tientas, mecánicamente, empieza a quitarse la ropa, y oye cómo Connell se desabrocha el cinturón. El tiempo parece elástico, se alarga con cada sonido y movimiento. Se tumba boca abajo y hunde su cara en el colchón, y él le acaricia el muslo por detrás. SU cuerpo no es más que una posesión, y pese a que ha ido de mano en mano y lo han maltratado de diversas maneras, le ha pertenecido siempre a él, y Marianne tiene ahora la sensación de estar devolviéndoselo.

lunes, 20 de julio de 2020

Gustos Culposos.


Buscando una forma de cómo empezar a escribir sobre esas películas que me causa un poco de pudor decir que me gustan, que son, incluso algunas; de mis favoritas, y que disfruto mucho ver, me di cuenta que acá puedo encajar perfectamente una frase que le escuché decir alguna vez al actor mexicano Tenoch Huerta, cuando le preguntaban sobre una película que le diera pudor decir que le gustaba porque era mala, a lo que el respondió: "Para mí no es pudor decir que es un gusto culposo porque en realidad es una buena película", y algo así me pasa con la mayoría de las películas que acá enlistaré, porque considero bajo mis estándares críticos que son, sino muy buenas, si con propuestas en algunos aspectos, en todo caso, si las menciono como gusto culposo, es por el género de las películas: La comedia romántica. Pero por si las dudas lo vuelvo a mencionar: la mayoría de las películas en la lista me parecen buenas, pero no puedo hablar por todas.

Sin más entonces, acá les dejo la lista en la que sólo haré mención y dejaré su póster de distribucióm.

Por cierto, a la película que se refería Tenoch Huerta cuando hizo este comentario, era a Loco por Marie.




El mismo amor, la misma lluvia



Una cuestión de tiempo



Serendipity



When Harry met Sally



Dan en la vida real



Click



The big year



Nuestros amantes



Populaire



Armagedon



Bonus track: How I met your mother


lunes, 30 de septiembre de 2019

La historia negra del cine mexicano.




¿Cómo entrelazas la historia que originó el hecho de que el espectador mexicano no vea el cine que se produce en el país, con tu historia personal, y el personaje que une estas dos historias y que siendo parte de tu familia lo descubres muchos años después? Esta es la premisa que presenta y desarrolla Andrés García Franco con La historia negra del cine mexicano.


Documental del 2016 que narra la historia de Miguel Contreras Torres, uno de los directores pioneros de nuestro cine, quien es el tío abuelo de Andrés García Franco, al que descubre siendo muy niño por un libro que encuentra en su casa, ese libro era El libro negro del cine mexicano. En el documental revisa su filmografía que abarcó desde el cine mudo, hasta el cine sonoro realizando 56 películas en su carrera. Pero es luego de que en 1950 denuncia públicamente al empresario William O. Jenkins por el monopolio que ejerce al ser dueño de todas las salas de cine del país donde primero se enriquecía exhibiéndo las grandes películas mexicanas llevándose la mayor parte de las ganancias, y después de la Segunda Guerra Mundial, programando sólo las películas norteamericanas (como nueva manera que utilizan los norteamericanos por colonizar el mundo) haciendo que esto en un principio hiciera que el cine de oro mexicano fuera al declive, y en consecuencia Contreras Torres fuera enterrado en el olvido, difamado y tachado de loco, al grado de que ni siquiera su familia quería hablar de él.


Lo valioso del documental más allá de conocer esta historia que con mayor o menor detalle muchos amantes del cine mexicano conocemos, es el modo en que Andrés la cuenta, y como a la par entrelaza su historia propia en algún momento, y porque este trabajo se siente un relato personal (sobretodo en ese gran prólogo, [y que de alguna manera me recordó al documental de Luna Marán, Tío Yim] y en el epílogo, pero de ese hablamos a mayor detalle más adelante). Para empezar, podríamos empezar diciendo que a pesar de ser un documental que basó su realización en un método científico en la investigación para abarcar completamente todo lo que Andrés quería representar en el mismo, utiliza el material de archivo de tal manera en la que haciéndole tributo a lo utilizado, le rompe cierto protocolo, formalismo y respeto al mismo, utilizándolo tan libremente como si fuera de él (y como no sentirlo de él después de todo el tiempo que le llevó buscarlo, encontrarlo y mirarlo, así como todo cinéfilo siente tan suyas las películas que lo han marcado en la vida y que le han llevado años invertidos de su vida buscando, viendo, y reviendo), se da tal libertad que a mi parecer el documental no se puede encasillar o catalogar, y eso además de ser valioso y valorado, se agradece. Lo modifica digitalmente (como un artesano) para darle animación, hacer hablar a los fotogramas que se muestran, y colorear algunas escenas de los fragmentos de películas que nos muestra. Hablando de las películas que nos muestra, Andrés narra básicamente la película en los fragmentos que no son testimonios o recreaciones actuadas, con las películas del mismo Contreras Torres, trece de ellas para ser exactos, y ver como hace que estas compaginen con el discurso que se va narrando, es verdaderamente un privilegio de observar. Además del como se nos cuenta la historia con la narrativa empleada por Andrés, el aprender detalladamente la lucha que libró Contreras Torres ante el poder en aquellos años, el gran director que éste fue, su vida personal y familiar, el como se formó en Los Ángeles, codeándose con los más grandes exponentes del cine mudo en los primeros años de la cinematografía mundial como D.W. Griffith y Josef von Sternberg, y todas las figuras que trabajaron con él, como los hermanos Soler, es extraordinario (además de conocer que la primera película de Mario Moreno antes de ser Cantinflas, fue dirigida por él, donde además ya se descubría un pequeño germen que años después le daría la gran fama mundial).

Además de ver el documental, fue muy gratificante escuchar una charla con el director sobre el proceso de elaboración del documental y todo lo que este le demandó, además de otros temas que se tocaron referente directa o indirectamente con el documental en poco menos de dos horas, esto antes de ver el documental, la charla que sostuvo con los asistentes que estuvimos en el Cineclub Tropical después de ver el documental, y una corta plática que sostuve con él, en la que yo sin saberlo, hasta después de ver el documental, hablamos sobre eso que él retrata en el epílogo, con los cines de barrio de nuestra infancia (al menos los que tenemos más de 30 años) cerrados o convertidos desde un estacionamiento, hasta una iglesia cristiana; y la importancia que vuelven a tener los espacios públicos, al aire libre y los cafés para el refugio de los espectadores de cine que buscan encontrar otras expresiones fuera de lo que establece el sistema o la norma. En otras palabras, ver como la exhibición vuelve a los lugares donde se originó.

Quizá lo único que a mi me resulta un enigma es el saber como hubiera sido ver este documental de manera menos apresurada y ver ciertos pasajes descritos o narrados con más detalle, y haber visto como el mismo Andrés lo comentó, una película con media hora más de duración, diciendo exactamente lo mismo, y estando en el departamento de edición todo el tiempo, y no cumpliendo funciones de productor. Y no podría cerrar este texto sin reconocer al gran reparto de especialistas con el que cuenta este documental.

(En la parte en la Jorge Ayala Blanco que dice que cuando las personas le cuestionan porque invierte tanto tiempo en escribir sobre películas que nadie va a ver, él les responde que precisamente por eso lo hace, me vi plenamente identificado con él)

Al final (además del episodio personal que vemos de Andrés, que si bien no fortalece o aporta en nada al argumento del documental rigurosamente a la vista de algunos espectadores, si nos hace verlo desde un punto de vista honesto del propio realizador, y estas cuestiones valientes, yo; más desde un enfoque cinéfilo que desde un enfoque crítico, siempre agradezco, como ese final tan abrupto que tanto me encanta mencionar de Lady Bird), el documental nos platea que hoy día nosotros vivimos una batalla muy similar a la que Contreras Torres en su tiempo, al igual que unos pocos (entre ellos, José Revueltas) que denunciaron y lucharon contra ella, en menor o mayor escala, y la vivimos en la era en la que pareciera teniendo mayor acceso a películas gracias al Internet, se pretende desde regular el tráfico de información en la red, cierre de sitios "ilegales" y dañinos para el consumismo, y servicios streaming que nos imponen una forma de vivir y consumir acorde a las normas que quieren implementar los gobiernos poderosos del mundo (aunque claro, no se pueden satanizar del todo estos sitios, pues contenido de calidad tienen, aunque sea un mínimo porcentaje de todo su catálogo, al final de cuentas los consumidores eligen lo que quieren consumir), nos es momento de levantar la voz y exigir a instancias culturales y gubernamentales que se apoye a proyectos que buscan contar historias diferentes, a cineastas que buscan hacer del documental una herramienta socialmente útil para la sociedad y formadora de audiencias más abiertas a encontrar verdadera retroalimentación en el cine, y a cineastas que buscan contar por primera vez una historia a través del cine; eso se debe exigir desde mi punto de vista, películas con temas ligeros y actores reconocidos, esos se pueden financiar por otros medios y simplemente darles otros estímulos menos significativos, es a los otros proyectos, que la gente no ve en el cine simplemente porque el hoy duopolio que maneja las salas de cine en México, malinchista, y quizá más voráz que el del personaje tan macabro y polémico que fue el señor Jenkins el siglo pasado, no quiere que veamos, como el documental de Andrés, a esos se les debe apoyar con una ley que ampare su financiamiento, una mayor distribución y exhibición en salas de cine además de la que se les pueda dar en festivales (aunque también debemos cuestionar el hecho de que los grandes festivales del país inviten a producciones extranjeras y a las nacionales las someta a un proceso de inscripción o registro), de ahí que siempre que tenga la oportunidad de comentar, mencionar, celebrar, aplaudir y agradecer el trabajo tanto de Cedecine y los distintos cineclubes que conozco (no sólo de la ciudad donde vivo ahora mismo, sino de todos los que he conocido y conozco en diferentes lugares de la república) por crear estos encuentros con realizadores, poder disfrutar estos documentales que nos hacen crear conversación y reconocer que organizados como sociedad sin apoyo del gobierno se pueden hacer cosas para movilizar esta rueda participativa que nos permita crear y tener un mejor lugar para vivir, y en consecuencia, un mundo mejor para vivir, y alimentar a mi alma cinéfila cada vez con más fuerza; siempre que pueda hacerlo, lo haré.

martes, 27 de agosto de 2019

El sueño del Mara'akame y La Casa más grande del mundo.





El sueño del Mara'akame.
Esta es una de esas películas de las que no sé si es o porque se ha hablado mucho de ella, o te la recomiendan mucho, o has leído que es muy buena; te haces una idea respecto a ella antes de verla, se eleva el hype, pero al final simplemente no es lo que esperabas.

No quiero decir con esto que la película no sea buena, no esté bien hecha o no me haya gustado, hay muchas cosas que bien yo podría destacar, pero otras quizá no tanto. El distintivo más importante a mi parecer sería el hecho de que la película está hablada casi en su totalidad en huichol, se le da una importancia muy digna a la lengua, que es destacable. El importante hecho de que para la cultura wirikuta los sueños son primordiales para entender su entorno y su realidad también es muy digno de retratar, pero mi problema viene con todo lo demás.

Todo lo referente a la cultura wirikuta me parece no se le da una continuidad de importancia en la trama, lo del peyote se menciona a mi parecer de manera muy superficial, no se le da la importancia que tiene para la cultura huichol, una de las ceremonias de la que uno es participe (en la que realizan en la ciudad, en la que es iniciado Nieri es más atinada) también me parece no se le da la importancia que debería y es meramente muy pobre la representación. Otro tema que me parece no es muy crítico el director y que bien hubiera sido de gran importancia es el peligro que se corre en la tierra sagrada de los huicholes que se ve amenazada por codicia de empresas mineras trasnacionales, al final de la película se nos muestra que esta sería la denuncia más importante de la película, pero la verdad es que en el desarrollo y la trama de la misma no hay importancia alguna, o no es para nada una de los problemas que rigen.

Los que si rigen, pero que a mi parecer tampoco conectan de manera eficaz, es la amenaza que viven los jóvenes de los que depende que su cultura viva, o se dejan seducir por otras culturas y tentaciones del tercer mundo, y el hecho de como ya sea por el poco apoyo que hay para el campo, o la tentación de las comodidades de la ciudad, mucha gente de estos lugares se alejan de su entorno y se ven transformados en otras personas.

El desenvolvimiento y desarrollo de la trama está bien, pero no hay nada a mi parecer de una propuesta destacable, o sea: la puesta es muy básica, la historia incluso es por momentos predecible.

Pero aún así sin ser una gran película, es loable el intento y como lo digo, se reconoce la valía de hacer una película que por momentos se ve más que maravillosa, como en toda la parte en que se retrata el entorno natural y la vida cotidiana de la tierra wirikuta, aunque en otros momentos he de reconocer que la fotografía pierde su foco, por momentos se nota es involuntario [lo que a mi parecer resulta imperdonable] y por otros creo es para tomar cierta importancia a otros elementos o detalles que quizá en su momento no lo entendemos hasta tiempo después, pero jamás resultan del todo entendibles porque jamás se nos dice el significado de todos los simbolismos de esta cultura, quizá para quien conozca la cultura mas de cerca los entenderá y esto lo verá plausible, pero habría que tomado la molestia el director de pensar en el espectador colectivamente.

Si en algo puede colaborar para acercarnos más a las comunidades indígenas y hacer que nos involucremos un poco en ellas y conocer lo que en su momento fue el verdadero yacimiento rico de personas y creencias en nuestro país antes de ser colonizados, me parece bien, para eso es el cine, tampoco hay que pedirlo todo en la boca, y aunque tiene cierto trato de documental, este no lo es.



La casa más grande del mundo.
película del 2015 de las directoras Ana V. Bojórquez y Lucia Carreras (la segunda más conocida por ser la directora de Tamara y la catarina, del año 2016, su película más reconocida, y guionista de un par de películas bastante prestigiadas como lo son La Jaula de Oro de Diego Quemada-Díez, y Año Bisiesto de Michael Rowe), esta película méxico-guatemalteca, nos narra luego de una introducción breve donde se nos presenta a las que son las tres actrices protagónicas y el rol de cada una no sólo en la película, sino en la vida; vemos el viaje que hace una niña de 11 años en los altiplanos de Guatemala en un lugar alejado de la civilización cuando por primera vez saca a comer a las ovejas de la familia, y como en el viaje se enfrenta a lo que se enfrenta cualquier niño en su situación: el juego, la carga que se vuelve una responsabilidad que no es hecha para su persona, las malas decisiones que se pueden tomar por ocultar un suceso, el miedo a lo desconocido, la culpa, la confianza, la gratitud, todo esto se muestra de una manera u otra a lo largo de su viaje, un corto viaje de poco más de 70 minutos y en el que uno va sintiendo la empatía por ella y las otras dos mujeres en su vida.

El retrato creado por las dos cineastas me parece más que agradable y digno. Para empezar la figura que tiene la mujer en cada etapa de su vida y los roles e importancia que tiene cada uno que no hace que se vea opacado para nada o uno se decline por una. La sabiduría de la abuela, la fuerza de la madre y la valentía de la niña, nos hace creer en un mundo en el que la mujer es autosuficiente y no necesita más que el apoyo de otra, aunque el apoya también venga por parte de figuras masculinas en determinado momento.

Enriquecedora también la forma en que muy atinadamente las directoras retratan el viaje hecho por la niña, generalmente vemos tomas fijas en la que la acción viene a presentarse enfrente de ellas, y esta no va en busca de la trama, las pocas tomas que no son fijas se resuelven con movimientos muy sutiles, que ayudan a crear intimidad con la historia y la figura de la niña.

Interesante sería el saber si la figura de la amiga tenga algo que ver en la relación entre las dos cineastas en la que quizá alguna fue la que hizo el viaje que seguro emprende todo largometraje de esta envergadura, y la otra fue el apoyo hasta determinado momento.

La fotografía más allá de la cuestión técnica de como se encuadra es por demás admirable, la luz, los efectos de la neblina, todo es sobresaliente.

Entre los productores encontramos nombres como el de Epigmenio Ibarra y Jorge Ramirez-Suiarez, lo cual nos debe decir mucho sobre la calidad del trabajo.

Al igual que en El sueño del Mara'akame, es de gran admiración que se haya utilizado el idioma natural de la región que se retrata (como lo es en esta parte de Guatemala donde se habla maya mam) y que en este caso va la riqueza de la película más allá de eso, y la valía que tiene que en tan poco tiempo la película sea tan contundente en su relato que con música muy adecuada, que hubiera conectado de igual manera las emociones que conecta transmite la película si la música no hubiera estado, y con un cine contemplativo tan digno como para competir con la película que ustedes me mencionen de este estilo, y vaya que si a mi me fascina esta clase de cine.

A diferencia de en El sueño del Mara'akama, ya para terminar; en donde la puesta me parece básica, pero ambiciosa sin llegar a ser atinada, en La casa más grande del mundo, la puesta es sencilla, pero logra proyectar emociones y transmitir lo que se buscaba de una manera sutil y bella.


lunes, 22 de octubre de 2018

La mano [de] Kore-eda.




Antes de empezar a escribir mi análisis/introspectiva del director nipón he de comentarles que en un inicio no sabía como titular mi texto que ahora podrán leer, en primera instancia quise titularlo "El Efecto Kore-eda" robando el término a Fernanda Solorzano, pero luego decidí llamarlo "La mano [de] Kore-eda", ¿por qué? ahora les comento un poco de la filmografía de uno de mis directores favoritos hoy día.

Si bien Kore-eda no es uno de los directores más famosos, mediáticos o populares de Japón como quizá si lo sean Akira Kurosawa, Yasujiro Ozu, Takeshi Kitano, Hayao Miyasaki, Kajiro Yamamoto, Mamoru Oshii; o un gran innovador por su estética visual como los grandes directores asiaticos como Ang Lee, Wong Kar-Wai, Chang Dong Lee o Edward Yang; lo que si podríamos decir es que Kore-eda es un excelente contador de historias, y hace lo que sólo directores como Jim Jarmusch, Spike Jonze, o Richard Linklater suelen hacer: Resaltar la belleza en lo parco, en lo cotidiano, en donde nadie vería algo extraordinario si no lo común. Hacer poesía del día a día.

Puedo hablar de cuatro de sus películas con toda autoridad donde hay un denominador común, dentro de los muchos denominadores comunes que hay dentro del cine de Kore-eda, y este es la familia. En estas cuatro películas ("Distance", "Still Walking", "De Tal Padre, Tal Hijo", y "Nuestra Pequeña Hermana", la única que se sale de esta linea y que yo haya visto es "After Life") se retrata prácticamente la vida como es en familia, en su día a día, con su hermosura y su lado no tan hermoso, vemos interacción real entre los personajes, jamás dramatizado en exceso, son muy depurados e incluso pudorosos, haciendo que en su mayoría los pocos enfrentamientos se lleven en cuatro paredes historias, historias en la que los niños (la mayoría hay que destacar no-actores, más sin embargo bien guiados) o la infancia de los personajes adultos juega un papel más que relevante y primordial en cada trama de la película. Otro común en el cine de Kore-eda es desafiar las normas, o lo que la cultura o sociedad japonesa dice que es correcto, como el hecho de la importancia en los lazos sanguíneos que hacen a una familia, o la infidelidad o un segundo matrimonio, o la falta del padre en un hogar, todos estos temas se explotan, pero como ya lo he dicho, lo hace de una manera tan sutil, tan intangible, que es imposible entrar en el juego y quedarnos con la catarsis que Kore-eda quiere crear en el espectador, la tesis se completa, se entrega, y el espectador no sabe ni por donde vino. Otro valor más que importante es que en el caso particular de estos cuatro títulos se podría decir que todo el peso de la trama, o quien es el castigado-redentor es la figura masculina, pues en todos ellos la cámara siempre les da prioridad, los observa, los vigila, los ve cometer los errores de sus padres, y les enseña, y a nosotros a su vez, que por no querer cometer los errores que ellos cometieron, los terminan igual cometiendo, y el otro gran valor que está en ello es que muestra al hombre japonés como un ser sensible, que se hace fuerte pero al final llora, que recapacita, perdona y pide perdón, algo que en la historia no sólo del cine en este país, sino en general, es algo que no se ve muy a menudo. En cuanto a los personajes femeninos Kore-eda en un principio los muestra un poco diría yo incluso sumisos, esquivos, muy callados, no es hasta avanzada la trama que los abre y los hace enfrentar a su entorno, ayudando que la sanación y catarsis sea pronta y efectiva, además en estos cuatro trabajos en particular siempre hay un apoyo entre mujeres para que haya esta liberación, un ejemplo de como se puede hacer cine sensible, feminista, aunque todo el peso lo lleve un hombre.

Ahora les quisiera decir porque para mi el cine de Kore-eda es uno de los más bellos de nuestro siglo, que lo hace ser uno de mis directores favoritos, porque todo es sugestivo, Kore-eda no nos da la historia masticada y digerida, Kore-eda nos da imágenes, flashazos rápidos en los que uno deduce lo que pasó, nos hay necesidad de tanta información, además siempre he asociado a las imágenes en las películas de Kore-eda como ver fotografías viejas en un álbum de esos que guardaban nuestros padres (algo que sólo he visto en películas latinoamericanas de los 90's y 2000's) es la norma que nos dice que no importa que la fotografía no sea maravillosa si la historia es autentica y bien contada, su cine lleno de detalles, sin la necesidad de una fotografía llena de close-ups y pretensiones visuales, no hacen que resaltar aun más la belleza del entorno alrededor de la trama, y no sólo del detalle en particular.

¿Por qué le he puesto al texto "La mano [de] Kore-eda"? Porque quería hacer un juego de palabras. En primer lugar porque la mano de Kore-eda es al fin de cuentas la que escribe la historia, la que escribe el guion, la que da la dirección a su actores, a su fotógrafo, a todo a su alrededor para que la historia sea lo más parecida a como se desarrollo en su cabeza, en sus sueños. Y la segunda razón es por el gusto casi obsesivo y fetichista del director de todo el tiempo hacer tomas largas y en silencio de las manos de sus personajes, ya sea cocinando, tocando el piano, prendiendo fuego, escribiendo, y a su vez esto sirve como metáfora de que por lo general a la familia se le representa con un grupo de personas agarradas de la mano, creando lazos, y que a pesar de que siempre haya algo que explote por represiones, secretos, perdidas y faltas de seres y apoyo dentro de esta, siempre uno vuelve a ser familia, aunque no lo sean, aunque no lo sepamos, aunque pasen años, kilómetros, o mundos y dimensiones que nos separen. Otro gran valor que no quisiera dejar de mencionar es la casi nula utilización de música de Kore-eda, y la poca que utiliza es bellísima, hermosa, y sirve como acompañamiento, jamás como detonador o manipulador, eso es algo que siempre se agradece hoy día en el cine, porque muy pocos directores, y con esto quiero decir que casi nadie lo hace, tiene este respeto por el espectador en cuanto a eso.

Para finalizar quiero comentar un par de cosas, el primero es que en los últimos cuatro años ha sido tal el trabajo de Kore-eda que ha estrenado una película por año, estamos pendientes de ver "Después de la tormenta" del 2016 la cual no pudimos ver en el cine, y muy ansiosos de ver "El Tercer Asesinato" que se ha estrenado en México este año en cines comerciales, y "Shoplifters" que rogamos poder ver en algún festival de cine, o en últimas instancias recurrir a "medios alternativos". La segunda cosa a comentar es que el año que entra en los Oscar la categoría de Mejor película extranjera o no hablada en inglés enfrentará seguramente a la ganadora de la Palma de Oro en Cannes como lo es Shoplifters de Kore-eda, y a la ganadora del León de Oro en Venecia como lo es Roma del mexicano Alfonso Cuarón, ahora, yo no he visto ninguna de las dos aún, pero si hablamos por filmografía y el director como tal, no les voy a negar que mi corazón mexicano, quisiera que por fin México tuviera un Oscar en esta categoría (una de las más importantes creo yo junto con la de Mejor guion original, aunque cada vez me importen menos los Oscar, estas dos categorías siguen teniendo cierta importancia para mi) pero mi corazón cinéfilo y cinéfago, que creo es mayor y más grande, pues me hace entender que no hay nacionalidades ni fronteras y que todos estamos entrelazados mientras haya un lenguaje por el cual podemos interactuar que en este caso sea el de las imágenes, quisiera que se premiara a quien ha realzado la mayor parte de su vida y su trabajos al darle voz y belleza a las cosas que nos rodean, y a quien nos rodean, incluso el peso que ejercen en la ausencia, y como nos fuerzan y forjan a ser la mejor versión de nosotros, aun después de que tenga que ver un detonante para que todo lo conocido anteriormente de nuestra realidad sea destruido, "nacer a la luz después de la explosión".






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The World According to Koreeda Hirokazu from kogonada on Vimeo.


viernes, 19 de octubre de 2018

Directoras de cine.


Agnes Varda
Cleo de 5 a 7, La Pointe Courte, Rostros y Lugares



Claudia Sainte-Luce
Los Insólitos Peces Gato, La Caja Vacía



Melanie Laurent
Breathe, Plonger



Lynne Ramsay
Todos Hablan de Kevin, You Were Never Really Here



Isabel Coixet
Mi Vida Sin Mi, Nadie Quiere La Noche, La Librería.



Greta Gerwig
Lady Bird. (Sólo tiene en su haber una película, pero con esta y su actuación en Frances Ha, a mi ya me tiene ganado)






viernes, 21 de septiembre de 2018

Güeros - Alonso Ruizpalacios - Fragmento.


Perdón que hayamos venido sin avisar. Él es mi hermano Tomás, yo soy Federico, él es Santos, y Ana. Venimos, pues; pues porque mi hermano y yo te escuchábamos todo el tiempo. Porque llevo meses sin dormir, sin salir de mi casa, hasta que llegó Tomás. Pero, lo que quiero decir; el pedo es, mira; este casete era de mi jefe, me lo enseñó hace muchos años, él ya no está con nosotros, es tu música. Al principio pues yo no entendía nada, pero ahora lo entiendo, entiendo lo que dices, entiendo lo que mi papá entendió, que en la vida te vas a cruzar con un montón de pendejos que no entienden nada, que no saben ver lo que hay detrás de las cosas, del mundo sólido pues. Que no importa que pase, que siempre que tengas eso, que puedas ver lo que hay detrás de las cosas. Lo único que no te pueden quitar es ese sentimiento. Tú lo escribiste dijiste: "ese sentimiento". Pues ahora sé de que sentimiento hablas. Mi papá decía que sie l mundo era una estacion de trenes y la gente los pasajeros, los poetas no son los que van y vienen, sino los que se quedan en la estación viendo los trenes partir. Por eso lloraba mi papá cada vez que escuchaba tu voz rota, porque tú eres de los que ven los trenes partir . . . .




martes, 16 de enero de 2018

La Forma del Agua - The Shape of Water.






Si eres un amante del cine, y no estoy hablando de esos que van cada fin de semana con la familia a comer palomitas y comida y ver la comedia estrenada en turno (aunque también si tú ser uno de esos, también estarás mas que satisfecho con esta recomendación, lo prometo) estoy hablando de un amante del cine que bien puedes disfrutar de un clásico de Michael Curtiz, una película de arte de Lars Von Trier, un cine de autor como el de Francois Ozon, o incluso una buena comedia romántica de Woody Allen, te doy mi palabra, te va a fascinar la nueva película del mexicano Guillermo del Toro, La Forma del Agua.

Muy a su estilo, como es el cine de un autor, de un artista nato, nos entrega una película llena de magia, de monstruos, incluso una película brutal, pero en esta Del Toro nos abre su corazón grande y bello y nos regala una historia de amor en la que combinando tantos géneros como la fantasía, el romance, la comedia, el erotismo, el suspenso, eso es algo que sólo el buen cine puede hacerlo, nos regala un cuento, una poética historia de una princesa sin voz que encuentra en el agua su origen y a su príncipe azul, pero por sobre todas las cosas nos regala a los verdaderos amantes del cine algo que nosotros valoramos más que todo el dinero del mundo: Un película encantadora y conmovedora con un mensaje de amor profundo al cine mismo.

Y es que la película desde que nos muestra sus cartas a la vista nos revela tributos y ofrendas al cine, desde el hecho de que los protagónicos viven justo arriba de un cine, un cine al que la gente ya casi no iba (la película se sitúa en los tiempos de la Guerra Fría entre E.U.A. y la URSS en la década de los 60's) vemos a los protagonistas ver películas clásicas, musicales de los que producía Hollywood por montones en su época de brillo y resplandor en los 30's y 40's, y a la vez vemos este tributo (o al menos yo lo veo) al cine francés en cuanto a la ambientación, la música, (compuesta por el francés Alexandre Desplat) el protagónico, y quizá es por eso que me ha gustado tanto, no pude dejar de relacionarlo con Amelie de Pierre Jeunet, y mucho del cine de este director en particular con esta paleta de colores en tonos verde-azules, (además de la bella fotografía y ese otro homenaje en su criatura al clásico "El Monstruo de la Laguna Negra") pero jamás vi una especie de copia, por lo contrario, es tan original y puro y bello el personaje y el entorno de Guillermo en la película que únicamente uno lo ve como un homenaje al cine que seguro Del Toro ama. También hay mucho de influencias de cine italiano.

Ahora vayamos como tal a la trama, la cual la tocaré solo por la superficie para no hacerles ninguna clase de detalle relevante que les pueda arruinar la experiencia. La historia trata sobre la pequeña, bella e indefensa Elisa, una chica muda huérfana que vive sola, la cual está llena de cosas rutinarias que la hacen feliz, al lado de ella vive su vecino Giles, un viejo artista que junto con su compañera de trabajo Zelda son sus únicos amigos. Ellas trabajan en un laboratorio del gobierno en el que un día cualquiera llega un hombre llamado Richard Strickland que trae con él un "recurso" que es muy importante para el gobierno el cual estará por poco tiempo con ellos. Elisa, guiada por la curiosidad (o el destino quizá) descubre que el "recurso" no es más que una criatura marina con la cual entabla una relación en la cual ambos van a prendiendo la importancia de comunicarse. Su dependencia, o más que eso, su empatía hace que cuando el gobierno considera que la criatura es más valiosa diseccionada que respirando, Elisa con ayuda de sus amigos y un infiltrado soviético decide rescatar a la criatura amazónica, para al final descubrir su verdadera identidad.

Y es que por donde se le vea esta película es una maravilla, es una obra de un artista llena de amor en toda la extensión de la palabra, hablando desde las actuaciones se nota que Del Toro le impregnó su amor propio a los actores para que de la misma manera se viera el amor dentro de esta película, un amor puro y genuino, y con esto no quiero decir que la película sea solo amor y melosa, para empezar a mi me sorprendió el hecho de que la película se clasificara B15, lo cual creo yo es un gran acierto. Hay mucho humor en ella, hay mucho doble sentido, hay un sentimiento de inclusión que todo el tiempo se palpa, y no sólo lo hablo por el personaje de la criatura, como ya lo dije, es algo grandioso que Del Toro haya mezclado tantos género en esta película, algo que sólo las buenas película de verdad pueden hacer. Sally Hawkins es más que encantadora en su papel, te contagia un amor y un "no sé qué" que hace que cada emoción que ella siente, tú la sientas. Octavia Spencer, Richard Jenkins, y el gran Michael Shannon como antagónico, todos con personajes encantadores con los que te enganchas, (a excepción del personaje del coronel) y su actor fetiche: Doug Jones, quien se ha encargado de encarnar a mas de uno de esos seres tan monstruosos como fantásticos y hermosos que han nacido de la bella imaginación del director mexicano.

Quizá yo sólo mencionaría un par de cosas que no me gustaron tanto, y sin querer hacer crítica de eso, son como el hecho que en sólo un par de escenas la iluminación no está bien ejecutada y deja a un personaje en movimiento a oscuras, el cual no debía estar a oscuras, pero eso hasta en El Padrino I y II sucede, (películas como Cinema Paradiso nos han enseñado que si la historia está contada con mucho amor y respeto no importan los errores que esta pueda tener, aunque no sea una gran historia y sólo sea una anécdota) y el otro detalle es este en el que Elisa empieza a cantar y la película te lleva a recordar ya sea a una de estas películas de Fred Astaire, o a historia más reciente a La La Land, pero el momento no dura tanto tiempo, además de que está completamente justificado con la trama y el sentir de nuestra protagonista.

Pero en verdad, sé que digo esto muy a menudo, pero pocas veces yo disfruto tanto una película, y salgo literalmente caminando distinto y creyendo que el mundo es un lugar mejor cuando veo películas como esta, se me olvida los problemas que hay en el mundo, en nuestra sociedad, y a uno le entran unas inmensas ganas de recrear cosas hermosas para que la gente las vea y esta gente quiera crear igualmente cosas hermosas y así trasformar a este mundo en un lugar donde lo más importante sea crear arte y personas que valoren las cosas importantes como la inclusión de todos a pesar de nuestras diferencias de cualquier índole. Eso es La Forma del Agua, una película sobre la soledad cargada de un deseo, es una carta de amor a la inclusión de los diferentes, ese es el regalo de Del Toro para el cine que seguro lo inmortalizará. A mi la verdad, con todo lo que amo a Nolan y lo mucho que me gustó Dunkirk, la verdad deseo de todo corazón que al menos, como menos, Del Toro gane el Oscar a Mejor Director, ahora que si me preguntan lo que quisiera en verdad, quisiera que ganara mejor película y mejor guión original, aunque claro, aun me falta por ver Lady Bird y Tres Anuncios a las Afueras, dos películas que también se ven por demás extraordinarias, ya veremos entonces en próximas semanas si cambio de opinión pero no cabe duda que he visto en la segunda semana del año una de mis películas favoritas del 2018.




lunes, 1 de enero de 2018

Diez grandes -y raros- placeres de mi vida (o diez gustos peculiares que tengo).



1.-Ver "El Padrino" ebrio.
Sin duda alguna para muchos la mejor película de todos los tiempos. (no para mi) por si sola la película es un deleite, el contraste y colores y la falta de luz de la cámara, la historia, Italia, "le haré una oferta que no podrá rehusar" hace de "El Padrino" la película perfecta, pero verla cuando estoy borracho, es una cosa indescriptible, es un sensación como, por ejemplo y creo que también tuvo que haber entrado a la lista, cuando algunas noches no puedo dormir o me despierto en la madrugada prendo el DVD y me pongo a ver "Midnight in París" y en verdad, literalmente me siento entre las calles de París. (aunque gran parte de la película ni siquiera se filmó en París para poder darle ese aire de los años veinte) Siempre ver películas de noche te involucra y te exige y te mete más a la historia. Es una lastima que se haya rompido la tradición de años atrás de funciones en la calle de películas como en los Autocinemas.

2.-Escribir de noche.
-Se han dado cuenta de mi terquedad de ponerle algo más a los placeres de la vida para disfrutarlos más, pues nunca he sido un simplista a pesar de ser de lo mas austero y rústico que hay en la vida, y es que la vida es tan insatisfactoria y el sexo cada vez llena menos que siempre hay que buscar algo más.. (soné a dialogo dicho por Woody Allen)
Si bien para mi el simple hecho (arte) de escribir por si sólo es el más grande placer que he podido experimentar en toda mi vida, el hecho de sumergirte por horas escribiendo sin darte cuenta que ya han pasado días en la historia, el ir descubriendo y viendo como los personajes te dicen cosas e inclusive pueden llegar a burlarse de ti al darse cuenta que no los acabas de descubrir ni de seguir para al final descubrir que tu final, el final que pensaste para la historia en realidad solo era la antesala de lo que la vida significa como tal en verdad; descubrir este tipo de cosas mientras escribes es un placer indescriptible, creo que en esto solo los escritores de profesión me podrán comprender, pero creo que el mas grande placer de todo escritor es escribir y crear, publicar siempre caerá para un escritor de verdad, en segundo plano. Escribir y crear mientras los demás duermen te da una clase de creencia que los proteges, haciendo cosas que les traerán un mejor mundo, crear historias mientras ellos sueñan, o al menos hablo desde mi experiencia. ("Escribo con el derecho que me da el fracaso" F. Scott Fitzgerald. 404 No Found)

3.-Caminar por la noche.
Sin duda las caminatas nocturnas son de lo que más disfruto y más si son en la compañía que solo brinda el silencio y la soledad, aunque nunca estés por completo solo (recuerdos) y nunca este por completo en silencio (la ciudad) Las "Sirenas" de la policía, los gritos de los jóvenes de secundaria y preparatoria aun en la calle como alguna vez todos anduvimos, el jazz en los viejos cafés (creo que me equivoque de era -o de vida-) Es tan placentero porque te permite encontrarte cuando te pierdes, te permite viajar a donde quieras, no importando distancias o tiempo, te ayuda a pensar las cosas importantes, te calma, te relaja, te alivia, y bueno pues si es acompañado te permite recordar y crear.

4.-Tomar una taza de café antes de dormir.
Es un hábito sin ser hábito, cuando empezaba a escribir mi novela (aun sin publicar) me ayudaba a concentrarme y agarrar inspiración (se que la inspiración es una gran mentira que crearon los grandes artistas para engañar a la gente y creer que solo son pocos los elegidos para crear arte, tal vez exista o no pero me quedo con la frase de Picasso: "La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando) Ahora lo tomo porque me relaja antes de dormir, es algo que disfruto mucho por muy simple que esto se oiga.

5.-Ir al cine solo.
Como ya se habrán dado cuenta, y más las personas que ya han leído anteriormente algunas de mis notas en mi Facebook personal, muchas de las cosas que más disfruto hacer en la vida son en solitario, y e cine; pues bueno, que les puedo decir del cine, por si solo es uno de los más grandes placeres que tengo en la vida, no puedo ponerle numero o etiquetarlo porque eso sería limitarlo y la pasión que siento y la importancia que tiene el cine en mi es infinita diría yo. Pues bueno (es la palabra de moda) ir solo, aunque también disfruto ir acompañado, es de las cosas que disfruto también mucho compartir, acompañar a alguien a ver una mala película para después pelear por eso, o enseñarle a alguien una buena película o un buen director como Wes Anderson o P.T. para que después salgan del cine maravillados y agradeciéndome, pues bueno, no hace falta decirles la maravilla que esto hace en mi. Pero sin duda alguna ir solo me hace transportarme a otro mundo, otra vida; siento tan mía la historia y los personajes tan míos que no hay descripción; afortunadamente o por mera y simple suerte o fortuna, todas las películas siempre que voy a ver solo son pedazos de arte, obras maestras, y esto hace que mi buena elección haga que siga alimentando este gusto culposo.

6.-Tocar las manos de las mujeres.
Me siento medio idiota al revelarles este placer que tengo, porque la verdad al ser hombre es un gusto medio "ñoño" y fresa, pero no me importa señores lo diré (o mejor dicho lo escribiré) la parte que más me gusta de las mujeres son sus manos; si, sus manos. Y para mi el tocar las manos de una mujer es un santo grial, es como tomas ostia para los cristianos, es algo muy importante, es crear un vinculo irrompible, solo lo hago con mujeres en verdad especiales para su servidor. No puedo presumir que han sido muchas, creo que tampoco pocas, quizá han sido las necesarias como para hacerme soñar. Por si la mujer en si misma es arte, sus manos, sus piernas, sus labios, su cabello, sus ojos, sus pechos; todo es hermoso y perfecto, aquí vuelvo a hacer mención de mi teoría en la que pienso que todas las mujeres deben de tener un cierto grado de lesbianismo, pues no puede ser posible que haya ser en el mundo que no caiga rendido ante los encantos y estar enamorado de las mujeres.

7.-Ver Amelie.
Siempre ver Amelie para mi será un motivo de placer.

8.-Tomar fotografias.
Tomar fotografías, así como el escribir y el leer y el cine para mi tiene una importancia casi vital, es (son) como el aire que respiro o el agua que me hidrata, es como ver pero escoger que ver, desechar lo que no sirve (como en la vida) y siempre conservar lo que te conmueve y te hace mejor y te hace tener esperanzas de siempre esperar que las siguientes tomas sean mucho mejores, este placer combinado con el siguiente es lo mejor que el humano puede disfrutar y experimentar y lo que mas conocimiento le puede dar.

9.-Conocer nuevos lugares. (Viajar)
"Quien vive ve, pero quien viaja ve más"
"El mundo es un libro, quien no viaja solo lee una página"
Son millones de citas las que les podría mencionar pero creo que ni aun así descubriríamos la importancia y la relevancia que tiene en el ser humano autodescubrirse al ir descubriendo cada rincón de su celda. Conocer otros idiomas, otras costumbres y religiones, otras formas de ver, otras formas de conectarse y ver otros mundos, conocer gente que jamás creerías poder conocer, entrar en recintos, catedrales que no creerías que existen más que en novelas o películas o incluso en otras galaxias. Viajar es sin duda uno de los placeres que más me ha enseñado a mirar de verdad, no solo a ver y a escribir.

10.-Alimentar a perros callejeros.
La satisfacción que te brinda el poder ayudar a otras personas es una satisfacción que yo creo en si no se puede comparar, "Hacer el bien sin mirar a quien" y ayudar sin recibir nada a cambio pero hacerlo de mano en mano, no por medio de instituciones famosas no creo que tenga ni el mismo fin ni el resultado ni la experiencia que te puede dar el hacerlo por ti mismo. Pero que pasa cuando a quien ayudas es alguien indefenso, solo, que no se puede defender y no puede hablar; eso si es algo que te llena el corazón como nada te lo puede llenar. Desde hace tres años justo cuando empieza el año adopte la tradición (que vi en una pagina de Facebook dedicada a la difusión de la educación y la cultura al respeto animal, sobre todo a los perros callejeros que no tienen ni siquiera el mínimo porcentaje de culpa de estar en la calle) de al empezar cada año nuevo salir con una pequeña bolsa de croquetas y dar a cada perro de la calle que veo, un puñito para que coma algo. Se que no creo gran diferencia al hacer esto, pero si supieran que lleno me siento y que satisfecho de hacer esto, aun sin que nadie me vea y nadie me lo agradezca. me hace una mejor persona y me llena de sonrisas solo hasta caer en cuenta que no por eso el mundo deja de estar lleno de mucha gente de porquería.