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jueves, 25 de junio de 2020

Leto, de Kirill Serebrennikov.


Leto es una película del año 2018 que tuvo su estreno mundial en el Festival de Cannes de dicho año, dentro de la selección oficial para competir por la Palma de Oro, esa edición que para muchos ha sido de las más significativas en lo que va del siglo, por la aparición de películas como "Shoplifters", "Cold war", "Le livre d'imágenes", "Three faces", "Burning", "Long day's journey into night", entre muchas otras. Incluso, como sucedió con muchas películas en dicha edición, un sector de la crítica que no estuvo tan entusiasmada con la elección de la Palma de Oro para Kore-eda, mencionó que la verdadera "Palma de Oro" era la película del ruso Kirill Serebrennikov, quien no pudo asistir al festival al haber sido arrestado y llevado a prisión por supuesta malversión de fondos en Rusia.


La película narra la historia de la escena del rock en Leningrado a principios de los ochenta, una escena que, aunque tenía cierta fachada de clandestinidad, era permitida y vigilada para no mostrar actitudes e ideas "nocivas" para la sociedad. Dicho movimiento en gran medida era liderado por Mayk, que a su vez era motivado por su hermosa novia Natasha. De repente, cual viento cambiante entre década y década, el rock que él y la mayoría de la gente que lo rodea escucha, empieza un nuevo ciclo, Mayk ve que ese nuevo ciclo puede incluir una figura sovietica, ya no con él como portavoz, sino en la figura de Viktor: el vago con influencias New Wave y que compone letras cual Dylan sobre su reprimida generación en la sociedad que les tocó vivir. La figura de Viktor también viene a mover el núcleo familiar de Mayk y Natasha, creándose un triangulo amoroso muy lejos de las convencionalismos hollywoodenses y pretenciosas formas de la Europa occidental. Todo esto es narrado mientras un personaje nos saca de la historia propia, -que no es más que una biografía narrada muy libremente del director (según los comentarios de varios especialistas y exponentes de este mundo)-, para que, al son de los Talkin' Heads, Iggy Pop, Lou Reed y David Bowie, nos narre cómo debieron haber sido ciertas cosas, de haber estado en un país muy diferente a como lo era la URSS. Pero de haber sido así: ¿la película tendría el mismo encanto que tiene?


La película tiene un grado de notoriedad por muchas razones, de las cuales destacan en materia técnico/narrativa el hecho de utilizar una fotografía en blanco y negro (muy parecida a la manera en que se expone en Roma) para acentuar la presencia de un pasado que ya sea en una medida más o menos honesta (eso lo determinará cada uno como espectador en la medida de sus conocimientos), nos está contando una historia verdadera. En contrapunto a este elemento, se nos muestra parte del material de archivo recreado de los personajes siendo filmados por un personaje que todo el tiempo está con ellos con cámara en mano, esto fragmentos se nos presentan como una especie de "material de álbum" (incluso con cierto aspecto de material de archivo o de making of) con animaciones de las letras de sus canciones, secuencias muy dinámicas que se integran y fluyen con uno de los propósitos de la película, que es el mostrar el hambre de estos jóvenes por más libertad creativa, y libertad en general. La animación expuesta de esta forma también está en los números musicales que protagoniza este personaje anárquico que vendría a representar la voz del director, y a mi me parece que en la osada propuesta arriesga mucho de lo que la película querría exponer en sí, pero sale por demás bien librada, son precisamente estas delirantes secuencias las que narran su necesidad de cambio, los sueños materializados de lo que ellos hubieran querido hacer de no ser tan reprendidos, se ve lo que logran crear con lo poco que se les era permitido, aún así tuvieran que exponerse a uno que otro castigo, que nunca se ven en si en la película, y quizá de ahí algunas de las críticas negativas que el filme recibió.

Los planos a los que recurre gran parte del metraje, enfocan a la presencia general y da énfasis a la profundidad de campo, ya sea en espacios vacíos o llenos de gente, los que bien podrían simbolizar la necesidad de libertad de los personajes. Hay una pieza musical en particular que los acompaña la mayoría de las veces que es muy armoniosa y que detona en gran medida una nostalgia por el pasado a los que de alguna manera pertenecimos a una escena muy similar.

Dentro de todos los contextos que la película expone, a través de los conceptos que desarrolla, algunos de manera completa y formidable, otros como meros elementos determinantes para poner tensión y atención en los primeros, a mi me parece se desarrolla uno en el que al menos yo conecté y me enganché, y por el cual para mi la película tiene su mayor valía en un arte cinematográfico cada vez más corrompido. Este elemento es el personaje de Mayk, por mucho el más completo y más complejo.

En Mayk se encarna (en este punto debo decir que, no sólo Roman Bilyk, que es quien interpreta al personaje [y que tiene un parecido extraordinario al regiomontano Chetes] sino que todos los actores hacen un trabajo impecable), no sólo la figura del líder rockero al que estamos habituados, sin estar entregado al vicio, a las mujeres, al efímero momento de gloria como se nos presentan las grandes figuras del rock de las décadas finales del siglo pasado (ni siquiera hay que mencionar estas figuras, todos las conocemos); sino que siendo esa figura, y con ese peso para su -si ustedes quieren- muy limitada escena, lo es, y con tal peso, que su merito es que lidia con ello de una manera muy opuesta, y sin querer lo que occidente tiene en ese aspecto, aunque si habla todo el tiempo de poder tener una escena como en occidente, pero por el punto mediático del rock, que es generar conciencia entre las masas y tratar de cantar lirismos de paz y libertad entre los jóvenes. Partiendo de ahí me parece que en este punto radica mucho del encanto de la película, si bien tiene una mirada un tanto melancólica y nostálgica, no es una copia de las actitudes occidentales como tal, estos son personajes que admiraban la música hecha por los ingleses, por lo cual eran atacados y acusados por los hombres mayores de su país, al grado de tacharlos de traidores, pero en ningún momento se nos presentan como copias de personajes inspirados en cantantes de rock. Mayk es un hombre estable que tiene un hijo, vive con sus padres (este fenómeno no se muestra sólo en él, también se presenta en el productor que hace las grabaciones de él y sus amigos, lo cual nos hace deducir mucho de lo que era ser un joven en ese tiempo en Leningrado), trabaja mientras no deja morir su sueño, entonces cuando se presenta la figura de Viktor, y este deslumbra a Natasha (Irina Starshenbaum, la actriz que interpreta al personaje, tiene un gran parecido a la actriz norteamericana Mary Elizabeth Windstead), él comprende perfectamente que si por algo se da este deslumbramiento, es porque quizá para Natasha es la figura del hombre que fue Mayk, y de lo que podría haber sido Mayk de tener esa edad en esos recién empezados ochenta. A partir de entonces, Mayk lucha, hace y da todo lo que esté en sus manos para que Viktor logre el sueño no sólo de Viktor como tal, sino de toda una generación detrás de él, (incluso interponiendo su sueños al saber que por la edad, su estatus sentimental, o simplemente porque sabía que no podía aportar algo más que otros ya hubieran aportado, aun con el talento que tenía, y que no era más que siete años mayor que Viktor) esa generación que soñaba con conciertos como los de David Bowie, y no sólo en el sentido de ellos ser la figura de Bowie para los jóvenes de su país, sino de ser también ese espectador disfrutando de esos conciertos. Vemos en la figura de ellos tres, pero más en la de Mayk, la figura del soñador que destina mucho de su miserable sueldo, para invertirlo en lo que él amaba, y su novia amaba, para al final, si bien no ver que su sueño culminara como el quería (creo que esa es la lectura que se puede dar del final, y habrá quien esté en desacuerdo), si entrega su vida a algo en lo que él creía, algo que hizo con buenas intenciones, y que al final es retribuido de la forma que él esperaba. De cierto modo, el personaje de Mayk también interpreta la figura del hermano que se sacrifica para que su hermano menor cumpla el sueño de ambos (a pesar de la figura arrogante que por momentos presenta Viktor, que en este caso representaría la figura del hermano menor, el protegido) como lo hizo John Carney en Sing Street.

Leto se convierte así en un canto al verano, al rock, al amor, a la juventud, a la libertad, a la música como escape; un canto a los sueños que no se abandonan. Y eso en automático, en la honestidad que representa dentro de la obra misma, la hace una de las mejores películas del género en lo que va del siglo.



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