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viernes, 4 de septiembre de 2020

La casa de los conejos


 


La casa de los conejos, ópera prima de la directora Valeria Selinger estrenada este año en varios festivales, entre ellos el Vancouver Latin American Film Festival, fue la última película en ser exhibida de manera presencial en dicho festival, de las seis películas que estuvieron dentro de la sección New Directors Competition, y es una película a la que hay que mirar bajo una mirada especial y detenida, y darle su espacio muy particular fuera de la obra en que se basa, ahora me explico.


El contexto histórico de la obra nos pone en el año de 1975, en la región de La Plata en Argentina, en una época muy particular de la dictadura argentina y de un grupo de militantes contra esta, en la que se encuentra Laura, una pequeña niña que, a través de su mirada infantil, y un tanto mágica, se nos va relatando todas las pericias que tiene que sortear este grupo de gente para seguir con sus actividades, entre las que están crear una imprenta clandestina, comandada por su madre, con una cuartada como lo es una casa dónde venden conejos, los conejos se vuelven pieza central, incluso desde antes de estar, para Laura, pues es a través de estos que se empieza a dar una especie de despertar temprano en su niñez, tanto por la asimilación de lo que es la lucha en que están involucrados, que viene desde tener a un padre que es preso político, como por las relaciones que empieza a sostener tanto en el interior de la casa, como con Diana; como en el exterior; estos últimos, pequeños lapsos que hacen que la organización tiemble sin darse cuenta que es sólo una niña, una niña con un primer amor muy particular, una niña con la esperanza de tener bebé en la casa de los conejos al que va a poder cuidar, pero planes de su abuelo y de su madre la alejan de ese lugar antes del fatídico final, que se vuelve doblemente fatídico por motivos que explicaré al final.


La película cuenta con grandes atributos que a uno no pueden dejarlo indiferente ya sea del autor que venga, pero saber que estos manejos y ejes que emplea y propone la película son de una directora novel, dan mucho hype para querer ver lo que vendrá después de este debut.

Podría empezar hablando de su lenguaje cinematográfico que propone desde la cámara en mano. Tomas muy versátiles, con una propuesta fotográfica desde el encuadre y la atmósfera que incide por la paleta de colores empleada, hacen que uno sienta desde el minuto cero de la película la tensión que seguramente los personajes de esta revolución.

El soundtrack es otro elemento que juega muy a favor de esta atmósfera creada, no es molesto en ningún momento, y tampoco se siente como sólo música de acompañamiento. Hay incluso, ciertos momentos en los que transmite y habla mucho más que los mismos diálogos que se dicen en la película, y los diálogos, incluso por momentos, pareciera son más que nada secretos que muchas veces los niños no alcanzan a escuchar de sus padres, y desde ese punto la película también propone, pues desde muchos puntos la película es la perspectiva de la niña ante la situación y ese periodo particular, la película no sólo son los ojos de la niña; la película, también es sus oídos. Y en consecuencia la película es en su totalidad la forma en que comprende y entiende la niña los grandes cambios que se avecinan.

Las actuaciones son más que destacables, empezando por la niña protagonista: Mora Iramain Garcia, que en su ingenuidad y su ser espontaneo (de hecho, su debut actoral), se ve que hay un trabajo bien elaborado desde el casting, o dicho en otras palabras, la elección de la protagonista es perfecta. Guadalupe Docampo (Madre de Laura), Paula Brasca (Diana), Verónica Schneck (la vecina), todas están por demás estupendas, incluso el gran Dario Grandinetti, con un papel muy pequeño, pero de gran importancia, por lo que representa en su momento para la niña, y en el final, es una muestra de lo que este hombre puede hacer en una o dos escenas: robarse completamente la película.

Como lo comenté en un principio, si bien el final no es el gran problema de esta, sino la secuencia previa al final, después de que se sabe que Laura y su madre se separan de la organización, para que Laura se vaya con sus abuelos mientras su madre se salvaguarda en el extranjero, y que de alguna manera Laura sabía el desenlace que tendría la casa de los conejos en la escena en que está con la vecina, la comentada secuencia que falla, es una muestra quizá no tan fuerte y drástica de una verdad dolorosa para el pueblo argentino, quizá lo que la directora quiso hacer fue retratarla desde la mirada aún de una niña, pero entonces estaría de más la visión de Laura del nacimiento del bebé de Diana, algo que al final se nos muestra en forma de dedicatoria.

Pero aún con esta versión del final que de igual manera tiene su grado de valía y de riesgo en una proporción más o menos equilibrada, la película es una pieza del cine argentino que para muchos será una lectura muy pocas veces vista de este periodo histórico, incluso a mí me parece una pieza única. Retrata un duro pasaje de su historia, desde una mirada sin prejuicio alguno, salvo el de su mirada en crecimiento; una película que sostiene otra de sus grandes virtudes en hablar muy poco de odio, guerra o muerte, en cambio su lenguaje se sustenta, sin ser lacrimosa o demasiado sentimental, en el lenguaje de la mirada del amor, de la familia, en la mirada de una niña en un mundo de adultos, que aún sin entender mucho, sabe de las revueltas que ellos tienen que afrontar, sabe de la dictadura, de la opresión, pero su mirada es inocente, y así se mantiene por casi toda la película, a pesar de los cambios, del dolor, de muchas veces no comprender el peligro que los demás sentían cada vez que ella salía, aunque al final quién más repudiaba las acciones de la niña, fuera quien se doblegara primero. De ahí que, como lo mencioné al principio, la atmósfera creada desde los valores técnicos propuestos por la dirección del proyecto, sean tan valiosos para ponernos en el contexto histórico, y esa exquisita música tan argentina. 


lunes, 30 de septiembre de 2019

La historia negra del cine mexicano.




¿Cómo entrelazas la historia que originó el hecho de que el espectador mexicano no vea el cine que se produce en el país, con tu historia personal, y el personaje que une estas dos historias y que siendo parte de tu familia lo descubres muchos años después? Esta es la premisa que presenta y desarrolla Andrés García Franco con La historia negra del cine mexicano.


Documental del 2016 que narra la historia de Miguel Contreras Torres, uno de los directores pioneros de nuestro cine, quien es el tío abuelo de Andrés García Franco, al que descubre siendo muy niño por un libro que encuentra en su casa, ese libro era El libro negro del cine mexicano. En el documental revisa su filmografía que abarcó desde el cine mudo, hasta el cine sonoro realizando 56 películas en su carrera. Pero es luego de que en 1950 denuncia públicamente al empresario William O. Jenkins por el monopolio que ejerce al ser dueño de todas las salas de cine del país donde primero se enriquecía exhibiéndo las grandes películas mexicanas llevándose la mayor parte de las ganancias, y después de la Segunda Guerra Mundial, programando sólo las películas norteamericanas (como nueva manera que utilizan los norteamericanos por colonizar el mundo) haciendo que esto en un principio hiciera que el cine de oro mexicano fuera al declive, y en consecuencia Contreras Torres fuera enterrado en el olvido, difamado y tachado de loco, al grado de que ni siquiera su familia quería hablar de él.


Lo valioso del documental más allá de conocer esta historia que con mayor o menor detalle muchos amantes del cine mexicano conocemos, es el modo en que Andrés la cuenta, y como a la par entrelaza su historia propia en algún momento, y porque este trabajo se siente un relato personal (sobretodo en ese gran prólogo, [y que de alguna manera me recordó al documental de Luna Marán, Tío Yim] y en el epílogo, pero de ese hablamos a mayor detalle más adelante). Para empezar, podríamos empezar diciendo que a pesar de ser un documental que basó su realización en un método científico en la investigación para abarcar completamente todo lo que Andrés quería representar en el mismo, utiliza el material de archivo de tal manera en la que haciéndole tributo a lo utilizado, le rompe cierto protocolo, formalismo y respeto al mismo, utilizándolo tan libremente como si fuera de él (y como no sentirlo de él después de todo el tiempo que le llevó buscarlo, encontrarlo y mirarlo, así como todo cinéfilo siente tan suyas las películas que lo han marcado en la vida y que le han llevado años invertidos de su vida buscando, viendo, y reviendo), se da tal libertad que a mi parecer el documental no se puede encasillar o catalogar, y eso además de ser valioso y valorado, se agradece. Lo modifica digitalmente (como un artesano) para darle animación, hacer hablar a los fotogramas que se muestran, y colorear algunas escenas de los fragmentos de películas que nos muestra. Hablando de las películas que nos muestra, Andrés narra básicamente la película en los fragmentos que no son testimonios o recreaciones actuadas, con las películas del mismo Contreras Torres, trece de ellas para ser exactos, y ver como hace que estas compaginen con el discurso que se va narrando, es verdaderamente un privilegio de observar. Además del como se nos cuenta la historia con la narrativa empleada por Andrés, el aprender detalladamente la lucha que libró Contreras Torres ante el poder en aquellos años, el gran director que éste fue, su vida personal y familiar, el como se formó en Los Ángeles, codeándose con los más grandes exponentes del cine mudo en los primeros años de la cinematografía mundial como D.W. Griffith y Josef von Sternberg, y todas las figuras que trabajaron con él, como los hermanos Soler, es extraordinario (además de conocer que la primera película de Mario Moreno antes de ser Cantinflas, fue dirigida por él, donde además ya se descubría un pequeño germen que años después le daría la gran fama mundial).

Además de ver el documental, fue muy gratificante escuchar una charla con el director sobre el proceso de elaboración del documental y todo lo que este le demandó, además de otros temas que se tocaron referente directa o indirectamente con el documental en poco menos de dos horas, esto antes de ver el documental, la charla que sostuvo con los asistentes que estuvimos en el Cineclub Tropical después de ver el documental, y una corta plática que sostuve con él, en la que yo sin saberlo, hasta después de ver el documental, hablamos sobre eso que él retrata en el epílogo, con los cines de barrio de nuestra infancia (al menos los que tenemos más de 30 años) cerrados o convertidos desde un estacionamiento, hasta una iglesia cristiana; y la importancia que vuelven a tener los espacios públicos, al aire libre y los cafés para el refugio de los espectadores de cine que buscan encontrar otras expresiones fuera de lo que establece el sistema o la norma. En otras palabras, ver como la exhibición vuelve a los lugares donde se originó.

Quizá lo único que a mi me resulta un enigma es el saber como hubiera sido ver este documental de manera menos apresurada y ver ciertos pasajes descritos o narrados con más detalle, y haber visto como el mismo Andrés lo comentó, una película con media hora más de duración, diciendo exactamente lo mismo, y estando en el departamento de edición todo el tiempo, y no cumpliendo funciones de productor. Y no podría cerrar este texto sin reconocer al gran reparto de especialistas con el que cuenta este documental.

(En la parte en la Jorge Ayala Blanco que dice que cuando las personas le cuestionan porque invierte tanto tiempo en escribir sobre películas que nadie va a ver, él les responde que precisamente por eso lo hace, me vi plenamente identificado con él)

Al final (además del episodio personal que vemos de Andrés, que si bien no fortalece o aporta en nada al argumento del documental rigurosamente a la vista de algunos espectadores, si nos hace verlo desde un punto de vista honesto del propio realizador, y estas cuestiones valientes, yo; más desde un enfoque cinéfilo que desde un enfoque crítico, siempre agradezco, como ese final tan abrupto que tanto me encanta mencionar de Lady Bird), el documental nos platea que hoy día nosotros vivimos una batalla muy similar a la que Contreras Torres en su tiempo, al igual que unos pocos (entre ellos, José Revueltas) que denunciaron y lucharon contra ella, en menor o mayor escala, y la vivimos en la era en la que pareciera teniendo mayor acceso a películas gracias al Internet, se pretende desde regular el tráfico de información en la red, cierre de sitios "ilegales" y dañinos para el consumismo, y servicios streaming que nos imponen una forma de vivir y consumir acorde a las normas que quieren implementar los gobiernos poderosos del mundo (aunque claro, no se pueden satanizar del todo estos sitios, pues contenido de calidad tienen, aunque sea un mínimo porcentaje de todo su catálogo, al final de cuentas los consumidores eligen lo que quieren consumir), nos es momento de levantar la voz y exigir a instancias culturales y gubernamentales que se apoye a proyectos que buscan contar historias diferentes, a cineastas que buscan hacer del documental una herramienta socialmente útil para la sociedad y formadora de audiencias más abiertas a encontrar verdadera retroalimentación en el cine, y a cineastas que buscan contar por primera vez una historia a través del cine; eso se debe exigir desde mi punto de vista, películas con temas ligeros y actores reconocidos, esos se pueden financiar por otros medios y simplemente darles otros estímulos menos significativos, es a los otros proyectos, que la gente no ve en el cine simplemente porque el hoy duopolio que maneja las salas de cine en México, malinchista, y quizá más voráz que el del personaje tan macabro y polémico que fue el señor Jenkins el siglo pasado, no quiere que veamos, como el documental de Andrés, a esos se les debe apoyar con una ley que ampare su financiamiento, una mayor distribución y exhibición en salas de cine además de la que se les pueda dar en festivales (aunque también debemos cuestionar el hecho de que los grandes festivales del país inviten a producciones extranjeras y a las nacionales las someta a un proceso de inscripción o registro), de ahí que siempre que tenga la oportunidad de comentar, mencionar, celebrar, aplaudir y agradecer el trabajo tanto de Cedecine y los distintos cineclubes que conozco (no sólo de la ciudad donde vivo ahora mismo, sino de todos los que he conocido y conozco en diferentes lugares de la república) por crear estos encuentros con realizadores, poder disfrutar estos documentales que nos hacen crear conversación y reconocer que organizados como sociedad sin apoyo del gobierno se pueden hacer cosas para movilizar esta rueda participativa que nos permita crear y tener un mejor lugar para vivir, y en consecuencia, un mundo mejor para vivir, y alimentar a mi alma cinéfila cada vez con más fuerza; siempre que pueda hacerlo, lo haré.

miércoles, 12 de diciembre de 2018

La tregua de navidad.


La Tregua de Navidad es una historia que todo el mundo conoce, o debería de conocer, si hay una persona que no conozca este hecho en nuestra historia no sé donde habrá dejado que dejaran su humanidad.

El hecho se dio durante la Primera Guerra Mundial (o como muchos también la llaman: La Gran Guerra, o La Guerra de las Trincheras) en una batalla en una parte del territorio que hoy día comprende el país de Bélgica, entre tropas alemanas y británicas, empezó en la víspera a la navidad, en la noche del 24 de diciembre de 1914, la Nochebuena, cuando los alemanes empezaron a cantar Stille Nacht (Noche de Paz en alemán) y acto seguido los ingleses hicieron lo mismo pero en su idioma.

Luego de eso los soldados empezaron a cruzar el campo de batalla para reunirse en la zona llamada tierra de nadie con sus contrincantes y estrechar sus manos, darse abrazos, e intercambiar desde alimentos hasta cartas y obsequios de las cosas que llevaban consigo, desde ropa, whisky, cigarrillos.

Se cuentan muchas historias al respecto de aquel día, algunas cuentas (como se ve en el video) sobre un partido de futbol que ganaron los alemanes, otras dicen que dicha tregua no sólo duró una noche, sino que se extendió hasta el año nuevo, tiempo que utilizaron no sólo para convivir y beber con el falso enemigo que no era más que un hombre como el otro, sino para sanar heridos y enterrar a compañeros muertos caídos en batalla, haciendo funerales en conjunto donde todos lloraban a todos y todos brindaban consuelo a todos, olvidando por días el uniforme que vestían y dejando hablar a los sentimientos y el lado humano y noble que todos tenemos en estas fechas. Pero todos estos hechos son tanto afirmados como desmentidos por muchas personas, pero creo que el hecho da una anécdota digna de contar y compartir, aunque como en muchas historias, con el paso del tiempo se le añadan cosas, y por supuesto se omitan otras.




jueves, 12 de julio de 2018

Tener y No Tener.


Para hablar de un clásico con toda justicia, o decir que una película es un clásico en la historia del cine, debe tener a mi parecer al menos un par de elementos, uno sería el tener más de una escena de esas míticas que uno ve en resúmenes de filmoteca o recuentos de las mejores películas del cine como la del personaje de Lauren Bacall y su baile al marcharse con su pareja protagónica, que luego muchos años después sería recreada en películas como Angel-A de Luc Besson, esa del silbido, y la siguiente es precisamente el actor que interpreta a su pareja: Humphrey Bogart.




Tener y no tener (To Have and Have Not en inglés) es una película de 1944 del mítico director norteamericano Howard Hawks, basada en la novela del también mítico escritor norteamericano Ernest Hemingway adaptada libremente al cine por otro mítico escritor y poeta como lo fue William Faulkner. La historia de la novela, y de la película en consecuencia, aborda como en la isla de Martinica la cual pertenece al gobierno francés de Vichy, y con el conflicto bélico en Europa desarrollándose, el capitan Harry Morgan, quien vive gracias a los paseos recreativos que ofrece a turistas pescando los famosos pez espada de esta zona del mundo, ve su negocio mermado por las estrictas medidas de seguridad del régimen dictado, no es hasta que una noche en su hotel, en la que hay juego, bebida y música, hacen varias personas actos de aparición, desde un grupo de liberales franceses que buscan que Harry los ayude amigos del dueño del hotel, hasta una joven y guapa mujer desconocida por el mundo tanto dentro de la pantalla como fuera de ella, además de que esta "flaca" parece conocer de toda la vida al personaje del capitán Morgan, sin que nos aclaren nunca de donde.
Entonces una serie de cosas ocurridas aquella noche, como el hecho de que la pesquiza que hace la autoridad por aquel grupo de franceses libres los cuales tienen que recoger a un par de personas que a su vez intentan rescatar a uno de sus lideres encerrado en una prisión, y que entre los muertos esté el turista que la "flaca" había atrapado tratando de escapar sin pagarle a Harry, este termina por aceptar el trabajo para que puedan irse él, su ayudante el ebrio Eddie y Marie, pero en este "trabajito" aun quedaban muchas cosas por pasar, porque los hombres no aprenden cuando la vida es fácil, uno no se une a una causa justa de la noche a la mañana, o quizá si.

La película por la trama, o la adaptación hecha, bien podría ser una secuela de Casablanca, para muchos eso es, aunque la novela haya sido concebida mucho antes de que detonara la Segunda Guerra Mundial, o la misma Casablanca que es de 1942; si nos muestra una linea argumentativa muy similar, en esta película también se consolida la figura y persona de Humphrey Bogart como el anti-héroe por excelencia de Hollywood, un hombre que si bien no es el galán convencional, ni tampoco un héroe como tal, al final de los finales se lleva las palmas con estos personajes duros y cínicos que él sólo solía hacer, pero con gran corazón que siempre luchaba por la causa justa, y la introducción al mundo del séptimo arte de la en aquel entonces jovensísima y debutante Lauren Bacall de tan sólo 19 años que llegó a la producción por una premonición de la esposa del director. Una película que resalta de muchas otras del género bélico de la década de los cuarentas por su guión tan fresco y bien desarrollado, lleno de chistes que son refrescantes y que están por estar, como un artículo, pero que no entorpecen a la trama, de hecho están pensados para que este producto al final quedara en la memoria del espectador durante mucho tiempo, no hay nada de gratis. Personajes icónicos que hacen que no sólo fijemos nuestra atención en la pareja perfecta de protagónicos, entre ellos el del actor Walter Brennan.

Una historia que tiene lo que todo amante de la obra de Hemingway ama, amor, mar, empatía por el oprimido, guerra, el guión aunque adaptado a una época más actual a la de la novela rinde honor a esta, creando un clásico que nos revive y hace sentir aún casi 80 años después.

jueves, 7 de septiembre de 2017

Cinco


El texto de hoy es especial, porque es una colaboración para un amigo bloguero llamado El Demiurgo de Hurlingham el cual los jueves dedica en su blog a la creación de relatos cortos. La semana antepasada, celebrando los cinco años de su espacio lanzó una convocatoria para crear un texto que no mayor de 350 palabras, -que por cierto creo que me pase por poco, pero la verdad no estoy tan acostumbrado a escribir textos tan cortos, a menos que venga una continuación- y temática libre llevara solo como requisito el número cinco. Así que yo por despistado con mi video a publicar y otras cuestiones hay que tenia que preparar para otras plataformas (espero poder concretar en cosa de un mes y compartir con ustedes) no me di cuenta de esta convocatoria muy tarde. Pero Demiurgo al ser uno de esos tres argentinos amigos míos del medio y ser un lector muy reincidente de mi blog le prometí un texto -muy al estilo de la casa "of course", en el cual dejo por cierto muchos huecos argumentales para que echen a volar su imaginación y los llenen con ella, lugares, nombres, tiempo- por acá en mi blog y por supuesto se lo dedico. Sin mas espero les guste.

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-El Festival del Coco es la mejor fiesta del año. Tan solo imagínate, playa, música en vivo, alcohol, pastas, yerba, LCD. No no la vamos a perder por supuesto.
-Esta bien. ¿Cuántos vamos a ir? Para comprar los boletos.
-Cuatro.
-¿Cuatro?
//Preguntaba a su amiga extrañada de su respuesta//
-Si. Sólo cuatro.
-Pero que no somos cinco. Ni me digas que otra vez no nos va a acompañar Ramiro.
-Sabes que Ramiro es un aguafiestas.
-No es un aguafiestas. Es sólo que es especial.
-Estas enamorada de él, ¿cierto?
-¡Claro que no! Es sólo que siempre me ha caído bien. No intenta caerle bien a nadie.



El viaje a la playa donde seria la tocada no les llevaría mas de una hora, era la primera vez que el grupo de chicas y el conductor designado, Mariano, que era gay, tomaban carretera.



-¿Por qué insistes en hablar de Ramiro? Él nunca molesta a nadie.
//Seguía la conversación entre las mismas dos chicas, las otras dos no se metían en la plática, pero si estaban muy al pendiente de lo que decían//
-Ni molesta, ni nada. Es un tipo plano, no hay emociones en él. Me gustaría saber por una vez en su vida que pasa por su cabeza. Si hay algún pensamiento en él, si se ha enamorado alguna vez en su vida, habla muy poco.
-Es por su poesía. //interrumpía Mariano// A mi me han dicho que en las noches una mujer misteriosa llega a su casa y pasa toda la noche con él, y que por la mañana, antes de que amanezca, se marcha. Todos dicen que es una prostituta de la que él se enamoró.
-No me extrañaría para nada eso.



-La verdad es que la fiesta resultó todo un fastidio. No te has perdido nada, pero seguramente eso ya lo sabias. No sabes como extrañaba tus brazos, tu jazz. Justo al llegar a la playa después de que Mariano nos pegó el susto de nuestras vidas cuando tumbó a aquel joven con su bicicleta, no quise mas que beber una cerveza. Sabes lo mucho que odio el calor y la arena, así que me fui al mar mientras Mariano y las chicas estaban en la pista.
-¿Que les has dicho cuando te dijeron sobre la prostituta?
-Nada. Les dije que no me extrañaría esa conducta de ti, pero que seguro seria una vieja novia que nosotros no te conocíamos.
-¿Crees que sospechen algo de nosotros?
-Seguro que no. Ellos creen que te odio. Les he dicho que eres un aguafiestas.


martes, 1 de agosto de 2017

Dunkirk.


OPINIÓN SIN SPOILERS

No les voy a mentir, Christopher Nolan es sin duda alguna uno de mis cinco directores favoritos y sinceramente soy muy poco objetivo cuando se trata de hablar de sus películas, porque a mi me parecen perfectas, y habiendo dicho esto tampoco les mentiré al decirles que Dunkirk quizá sea la película que mas esperaba del año a principios de este.

Hablar de Nolan, y su cine, y su aportación al cine es muy complejo, para empezar hablamos de un director que prácticamente ha incursionado en todos los géneros dentro del cine, desde ese ovacionado debut con Following el cual solo tuvo exhibición en festivales de cine y muy pocas salas, con un presupuesto muy limitado y una recepción también muy modesta, pero la cual valió que las productoras pusieran sus ojos en él, como el suspense con Memento, un thriller psicológico y policíaco con Insomnia, (quizá la película menos valorada de Nolan con un elenco bárbaro liderado nada mas y nada menos que por Robin Williams y Al Pacino) ha incursionado en el mundo de la magia con The Prestige, de los sueños y la mente con la majestuosa Inception, (aquí levantaré controversia al decir que para mi es fácil una de las veinte mejores y mas valiosas películas de todos los tiempos) nos ha llevado al espacio como quizá solo lo hizo en su momento Stanley Kubrick con 2001, con su Interstellar, e hizo dentro del mundo de los superheroes quizá las mejores películas con la trilogía de El Caballero de la Noche.

Además es incuestionable e indudable este choque psicológico que uno sufre en la mayoría de las películas de Nolan, vemos a estos personajes con una complejidad muy profunda, una profundidad en la que nos hacen parte de la trama.

Pero hablar del sello de Nolan y su filmografía es redundante, un director de las tablas y su prestigio es conocido en todo el orbe, así que les hablare de la epopeya que es Dunkirk.

Dunkirk es un filme bélico el cual nos narra desde tres lineas de tiempo, tres grupos de personajes, y tres perspectivas de campo, lo acontecido previo al gran rescate que hizo que mas de trescientos mil soldados británicos pudieran ser rescatados de Dunkerque, lugar donde los tenían atrapados las tropas alemanas. Y me parece esta forma en que una vez mas Nolan juega con el tiempo, y sus recursos y trucos narrativos es la clave de su desarrollo. No es tan extremo este recurso de utilizar diferentes mediciones del tiempo dentro de una película como quizá si lo hizo en Memento, o Interstellar, incluso en Inception lo lleva un poco mas complejo y nos involucra mas a nosotros como espectadores para notar la presencia y diferencia de un tiempo en otro, pero sin duda es muy ingenioso lo que hace. Y es que la película tiene grandes aciertos, el primero, y a mi me parece el mas importante de todos, es el hecho de que la película no haya durado mas de dos horas, que si bien es algo que a mi no me molesta (nada mas hay que leer sobre mi amor por películas como El Padrino II, Hateful Eight, o la misma Interstellar) muchas personas si pueden quejarse de esto a la hora de ver una película en el cine, (muchos dicen que si por algo no fue tomada en cuenta por La Academia Interstellar fue por esto) porque en algún momento la película tiene que tener un bajón dentro de la trama, y esto acaba por hacerlos perder la noción. Otro gran valor sin duda de esta película me parece es el muy poco empleo de diálogos, la tensión ambiente y atmosférico que crea la película es apabullante, las emociones y las miradas de los personajes dictan mucho la intriga y la angustia y en esto se lleva el 50 % de la película Hans Zimmer, su música es igual de importante e impactante como en Inception e Interstellar, también mucho del merito es del gran y muy admirado mio Hoyte Van Hoytema con su fotografía tan llena de estos matices oscuros en verde, azul y rojo que nos hacen envolvernos en la desesperación y lo cruda y violenta que puede ser una guerra, en la cual por cierto no se ve tanta sangre como en otras del género como Saving Private Ryan, y este si es un punto para Nolan y su dirección pulcra. Muchas reseñas le daban un punto negativo al hecho de que no se le diera tanta importancia, o no tuvieran el peso especifico que tiene el grande reparto de esta película con Tom Hardy, Kenneth Branagh, Mark Rylance, el joven Fionn Whitehead (al cual seguro lo veremos nuevamente mas delante con Nolan, se los aseguro) y hasta la aparición de Harry Styles el cual yo pensaría no iba a tener gran relevancia en la cinta, pero aunque al principio si me pareció su presencia como de diva, al final se repone y todo el cast cumple, pero no destaca nadie, pero este es el claro ejemplo de que un actor esta para servir a la película y no viceversa, algo que quizá deberían de aprender algunas películas de Marvel, pero en el cine todo funciona, ya sea de una forma u otra, pero me gustó mucho que Nolan haya arriesgado un poco y llevado así la trama.

Yo destacaría por sobre todo dos escenas, y en esto seré breve para no hacer ninguna clase de spoiler muy trascendente. La primera es el primer bombardeo en la playa, la cual es intensa y agobiante, la segunda es en la que rescatan al aviador y el abandono del pequeño bote a la par (aquí se siente una tensión bárbara, casi tan bárbara como en Interstellar cuando la nave se gancha a la estación girando) y mi linea narrativa favorita por todos los aspectos, es la que involucra a Tom Hardy. 

El final es digno de una película de Nolan, entre que si y no, ya se darán cuenta por qué digo esto, rematado con ese histórico discurso de Churchill al parlamento británico.

Si son de los amantes de las películas de guerra, aunque no es la convencional película de guerra (incluso la nueva entrega de El Planeta De Los Simios es mas convencional en este aspecto) seguro les gustara, si son amantes del cine de Nolan, no los decepcionará, y si no son tan fanáticos por lo largas y complicadas que son sus películas, (y eso creo yo, y casi lo puedo asumir, lo acercará un poco mas a un Oscar, a pesar de ser una historia británica) espero y le den una oportunidad con esta porque como ya lo he dicho, ni es tan larga, ni tan complicada, y si la pueden ver en una pantalla gigante, la van a disfrutar aun mas.

Si les soy sincero, Dunkirk me ha parecido la mejor película en lo que va del año, por este arriesgado valor narrativo que emplea Nolan y como hace que ensamble a la perfección sin que decaiga el pulso en ningún momento siquiera por un segundo, que qué tan apegado es a la historia real, eso no me corresponde a mi juzgarlo, a mi solo me importa en esta ocasión, la experiencia que me dejó la película en el cine, y habiendo dicho esto último, Dunkirk no ha podido hacerme sentir lo que me hizo sentir Interstellar e Inception, y este ya no es un punto a favor para Nolan, aunque esto es una opinión personal y ustedes pueden formar su propia opinión, y eso es lo hermoso del cine, la interpretación como individuo y no como colectivo, pero aun así la volvería a ver.


Este es el reporte, regresamos al estudio.

P.d. Si la pueden ver en pantalla gigante (Macro, IMAX) será una experiencia trepidante.




domingo, 24 de abril de 2016


Los dos caminaban y esta vez no decían nada, volteaban a mirarse y sonreían, caminaban por lo que parecía era una parte vieja de la ciudad, porque en la estructura de los locales entre los que caminaban se veían como hechas por verdaderos hombres en años más prosperos, vigas de madera y estructuras metálicas como en las antiguas estaciones de trenes. Una palomilla nocturna hacía sombras con el foco al cual atacaba, buscaba su alma gemela en ella misma, la luz siempre nos trae espejismos que en la oscuridad suelen develarnos los ojos, nos hacen vernos a nosotros mismos, ver en la oscuridad lo que son y somos en realidad, insectos con alas que buscamos nuestro par, almas aladas que van de paso siempre buscando la luz al final.
Sin ellos darse cuenta cuando salieron corriendo jugando sin saber a que jugaban y llegaban justo donde segundos antes una palomilla nocturna había muerto por acercarse tanto a su sol, los observaba un anciano que era acompañado por cuatro perros, todos color café y él cargaba una bolsa donde parecía llevaba la comida que juntaba para él y para sus "hijos". Llegaron ellos sin darse cuenta de nada salvo de que sus labios se volvían a unir una vez más, él la abrazaba, y ella lo golpeaba.

Yo no debería de estar narrando esto, simplemente yo no debería hacerlo ya que cada vez que uno cuenta una historia de estas es irremediablemente imposible amar y odiar a la vida a la vez. Amarla más por saber que esta clase de historias, esta clase de cosas son reales, y odiarla por no hacer que el tiempo se congele y este relato y esta historia haya mucho tiempo más. Yo no debería de narrar esta parte pero las farolas cuando alumbran de la manera en que alumbraron aquella noche, a la hora en que aquel par de extranjeros extraños deambulaban por aquella calle, por aquella fachada, no se puede hablar mucho en realidad.

Quien vino a interrumpirlos y los hizo volver a hablar fue el anciano que los había estado observando, los saludo muy respetuosamente, ellos lo hicieron igual, "Sarah", si es que en realidad así se llamaba aquella chica de la que ustedes tendrán entendimiento sólo por este texto; reía del nerviosismo, como si aquel anciano le fuera a contar a todo el mundo al amanecer que presenció a un par de jóvenes enamorados besarse, cuando estos jóvenes eran jóvenes y ya no volvieran a verse jamás al salir el sol. El viejo sacó de la bolsa interna de su grande y por su apariencia muy acogedora chamarra, una pequeña rosa artificial, se la dió a Abraham y con la mirada le dijo que se la diera a ella. Abraham lo hizo y ella le agradeció al viejo, entonces este les dijo:
-Saben algo, uno puede estar lo más enojado con el mundo, o puede despreciarlo o estar molesto con la vida por lo que nos hizo vivir o lo que nos quitó por haber hecho lo que alguna vez hicimos y tuvimos que pagar. Pero cuando uno ve las muestras de amor que se entregan personas como ustedes, que no sólo buscan algo el uno del otro, sino que comparten todo lo que tienen en su mirar, lo poco e insignificante que tienen como lo es la vida y el tiempo, uno no puede más que agradecer por estar vivo. Les agradezco jóvenes por regalarme más vida y más felicidad esta noche.

Acabó de decirles esto y se marchó. Sarah acarició al último de los perros que pasó junto a ellos, parecía que quería ser acariciado.

miércoles, 30 de marzo de 2016

La Chica del Muelle 7ma parte


Querida Sofía:


Te dejo las cartas donde sólo tú y yo podemos saber que algo hay para los dos. Te las dejo porque a mi ya me han hecho demasiado daño, y quizá a ti te pueda servir todo lo que algún día me dijiste y te hice sentir, quizá en ellas puedas encontrar algo de paz, quizá en ellas encuentres a ese hombre que alguna vez fui y que hoy ya no puedo ser. Quizá la razón más importante por la que te las dejo no es por rencor, u odio, o todo lo antes mencionado; quizá simplemente te las dejo porque la verdad es que en esas cartas estás tú, ni el amor que sentías por mi, ni yo, ni lo que vivimos está ahí; está de alguna manera porque tú llevas esas memorias que estoy seguro nunca querrás olvidar, pero esas cartas eres tú. El destino es raro Sofía, y quizá no quiso que al final después de todo lo vivido permanecieramos unidos en esta vida, aunque siempre me ha gustado creer que cualquier día te volveré a encontrar, ya sea en el pueblo, en la ciudad, o en el más allá. Quizá te vuelva a encontrar en este hotel una vez más del brazo de otro hombre y en esa ocasión quizá sólo nos miremos y sonriamos. Ahora estoy enfermo y tengo que hacer un largo viaje. Sólo quería dejarte esto y decirte que te amo y que siempre te amaré, aunque al final esto no haya podido ser. Te envío mi amor y te pido una disculpa si alguna vez te pedí inconscientemente algo que atentara tu esencia como persona, algo que necesitara en aquellos años.

miércoles, 30 de diciembre de 2015

Esnelia 5ta parte


-Bien, dejemos de lado a la chica, si llegamos hasta este recuerdo es porque olvidaste algo que es muy importante para ti o que lo fue, bien, trata de eliminar o saltar todo lo que tenga una ligera imagen en tu mente, por ejemplo, no sé; ¿recuerdas lo que cenaste ese día?
-Si.
-Entonces borra eso y pasalo. Esa clase de cosas. Ahora cuenta hasta tres y empieza a hablar y cuentame lo primero que veas.
Juan guardó silencio por más de tres segundo, de hecho pasó quizá el doble de tiempo, y mientras titubeaba, como si empezara a ver algo que no era real, como un sueño o algo que estaba palpando pero que él sabía no era algo que hubiera vivido o estuviera en sus recuerdos empezó a decir.
-Estoy viendo el reloj, las luces de la pared, que eran las menos intensas de la cabina de pasajeros están encendidas, la mayoría de la gente duerme, se escucha gente cantando y gritando pero es a lo lejos, probablemente en el comedor que también era el bar. Son las cuatro de la mañana. Que extraño, no recuerdo esto. Me estoy levantando. empiezo a caminar, trato de ir a el bar precisamente, pero un par de borrachos van entrando por la puerta y. ¡Oh cielos!
-¿Qué?
-Uno de ellos traía las manos llenas de no sé qué, al parecer nachos y me embarró mi chamara de piel.
Sofía empezó a reír y Juan dijo
-Oye esto es real. Recuerdo esta mancha un par de días después.
-Bien sigue antes de que te pierdas.
-Ok. Eso me hace querer ir a quitar la mancha de mi chamarra, trato de entrar al baño de la cabina pero al parecer esta cerrado. Así que salgo de la cabina hacía afuera, recuerdo que había una llave de agua, no me preguntes porque. Entonces salgo y trato de lavar la chamarra pero no se le quita la mancha, empiezo a creer que no eran unos nachos, o quizá sí pero sabrá que clase de queso era, o de qué siglo era. En fin, acabo de secarme con la única toalla de papel que quedaba. Así que me dirijo hacia adentro, pero, no sé; la brisa era muy fresca, es muy fresca. Si pudieras estar aquí. Esto casi se siente real, es sorprendente.
-No te pierdas.
-Esta bien. No me voy, no había nadie afuera y sólo había una lámpara encendida, así que me quedo a contemplar un rato el cielo, las estrellas. Hay una banca. ¿Te acuerdas de la historia de la chica del pelo color fuego?
-Sí.
-Pues es una banca muy similar.
-Bien, continua.
-Esta bien. Me acuesto, veo las estrellas. ¿Recuerdas esa escena de El Titanic en la que Jack conoce a Rose.
-Si.
-Pues en ese momento deseaba que algo similar ocurriera, y la verdad no pensaba en ti en ese momento, en realidad no pensaba en una chica en especial, bueno en realidad si.
-Ok.
-¿No quieres saber de que chica se trata?
-Si tú me lo quieres decir. A ver. ¿En quién pensabas?
-En Kate Winslet.
-Creo que ya sabía la respuesta.
-En fin, me moría por tener un cigarrillo en ese momento, pero no había a quien pedírselo. Así que me levanto de la banca. Me dirijo a la barandilla y me estoy ahí, la verdad no recuerdo si pensaba en algo, sólo miraba hacia el mar. Alguien se acerca y me saluda, por dios no lo puedo creer.
-¿Qué?
-La chica de la que te conté.
-Bien, ahora reproduce toda la conversación en tu cabeza y no hables. Después de que termines abre los ojos y me cuentas todos.
Al cabo de unos minutos en silencio y con el rostro de Juan invadido de una felicidad extraña y una sonrisa que no se borraba. Juan abrió los ojos.
-Tan pronto.
-Si.
-Y bien, ¿qué pasó? De que platicaron.
-La verdad no fue una gran platica, no como la de la chica del cabello color fuego. Me preguntó si yo había sido quien trató de abrir el baño de la cabina, yo le contesté que si. Entonces me dijo que no toleraba los mareos, que era la primera vez que viajaba en barco. Entonces ella me preguntó que si era la primera vez que yo viajaba en barco, yo le contesté que no. Me preguntó que si viajaba por trabajo o vacaciones. La verdad ella se dedicó más a hablar y preguntar y yo me dediqué más que nada a contestar y sonreír.
-Para variar.
-No te burles. -Le dijo Juan mientras le acariciaba las piernas y ella no dejaba de tomarlo del cabello.
-Entonces le contesté que iba de vacaciones, la verdad no sé porque no tuve el valor de contarle que iba buscando al amor de mi vida, a una mujer que vivía más en mi imaginación que en mi realidad, ella se me queda viendo fijamente como esperando que yo le preguntara algo, al cabo de unos segundos yo le pregunto cual es el motivo de su primer viaje en barco. Ella me contesta que el esposo de su mamá trabajaba en un pueblo cerca del destino a donde íbamos, y que ella y su pequeña hermana junto con su mamá vivirían con él. Así que yo le pregunté que dónde vivían antes, ella me contestó que en un pueblo llamado Bernal en Queretaro.
-Precioso lugar.
-Eso me dijo ella. Entonces ella me preguntó que yo de dónde era, y en ese momento recuerdo muy bien que yo le conteste que no era importante que lo supiera, que era más importante el lugar a donde iba. Entonces ella me preguntó que si me había enamorado del pueblo, yo le contesté que algo así me había pasado, entonces me platicó que el esposo de su mamá le había advertido que eso le pasaba a mucha gente y que por eso les había pedido que en cuanto llegaran al pueblo pidieran un taxi directamente a la salida de camiones y que no caminaran por las calles del lugar porque si no, no querríamos irse ya de ahí. Entonces ya con algo más de confianza y nuestros cuerpos y miradas ya no tan distantes y extrañas le pregunté que si podía decirme de que color eran sus ojos, entonces ella me contestó que verdes. Yo sonreí, o por lo menos creí haber hecho eso y ella me preguntó que porque la pregunta, entonces le dije que desde el momento en que había subido al barco me habían llamado mucho la atención, además de lo hermosa que era.
-Creería que estabas tratando de conquistarla, pero como te conozco tan bien seguramente se lo dijiste porque era verdad.
-Y eso fue lo que me dijo ella. Así que al cabo de unos minutos más de hablar de temas diversos como el amor y una relación de la cual había salido hace algunos meses en la cual había sufrido mucho le pregunté su nombre, me dijo que se llamaba Adriana, yo le di mi nombre, ella sintió frío y le traté de prestar mi chamarra pero me dijo que estaba bien, que de hecho se metería porque estaba empezando a sentir sueño y que después de la noche que había tenido tenía que aprovechar para dormir ahora si no no dormiría nada y mañana sería un día muy difícil para su madre tener que aguantarla. Así que nos despedimos, ella me dio un beso en la mejilla, algo que yo no suelo hacer cuando me despido de nadie y me agradeció por hacer que ya no sintiera mareos, yo le dije que fue todo un placer haberla conocido y poder haber charlado con ella. Y eso fue todo. Y la verdad no puedo creer que haya olvidado eso, y ahora que lo recuerdo, o lo recordé tambien recuerdo perfectamente que al salir del barco mientras recogía mi equipaje y me disponía a tomar un taxi para ir al hotel ella me alcanzó, pues yo fui uno de los primeros en bajar del barco, y me dijo que si alguna vez iba a Santa Rosalía, pues le había contado que viajaba mucho, la buscara y me dió su número, y yo le dije que lo haría. Así que cuando ella se regresaba le dije que si no querían tomar el taxi conmigo, pero ella me dijo que no, que aún estaban documentando y que tardarían mucho pues había aún mucha gente antes que ellas, que su mamá se había quedado en la fila para ella poder alcanzarme, entonces ella me lanzó una de esas miradas que te hacen titubear en si quedarte y esperarla o irte, pero tú ya habías llegado antes y no te habías querido salir. Así que me despedí y les desee mucha suerte,
-Y lo hiciste.
-Que.
-Hablarle.
-No jamás. Jamás he ido a ese lugar.
-Pero aún así no le llamaste.
-Para que, es como tú y yo, si algo más tenía que pasar, pasaría; fue un momento muy hermoso, haber conocido a una chica tan bonita como ella, muy especial, tan especial que lo oculté hasta de mi mismo como dijiste, pero sólo en eso quedó y me alegro por eso.
-Deberíamos de volver a dormir.

-Deberíamos.

lunes, 31 de agosto de 2015

Carretera 1era Parte - La Historia


1.- Riders On The Storm - The Doors



2.-Like A Rolling Stone - Bob Dylan



3.- Hotel California - The Eagles



4.- Magic Bus - The Who



5.- She´s So Heavey - The Beatles



6.- Stairway The Heaven - Led Zeppelin



7.- Highway To Hell - AC/DC



8.-Hey You - Pink Floyd



9.-Midnight Special - Creedence ClearWater Revival



10.- Drive All Night - Bruce Springsteen



La razón por la cual todas las canciones enlistadas en esta peculiar lista que les presento hoy son en ingles y son del género Rock tienen una buena razón y por ende una muy buena historia detrás (sino no valdría la pena hacer una entrada de ellas) que les contaré a continuación.

Hace algunos años cuando por motivos laborales (uno de los mejores motivos laborales que tenía el privilegio de desempeñar no hace más de 6 años era el ser copiloto de un agente de ventas de una empresa que se dedicaba a la venta de toda clase de productos para automóviles. (que tanto odio, y odio que por supuesto en algún momento tendré que expresarles desde acá) Desde el lubricante que necesitan para recorrer una ciudad en crecimiento de un extremo al otro, hasta ese gracioso y feo peluche colgante del que todos nos reímos pero que todos secretamente quisieramos tener en nuestro auto. En un principio los viajes se extendían a dos o tres días de travesía, como pirata llevando encargos, mercancía, y advertencias, y la carretera se había convertido en una almohada, en una amiga, un sitio donde pasábamos la mayor parte del tiempo. Entonces cuando acabábamos de hacer la ruta y nos dirigíamos a casa esperando ver luces de la ciudad en la carretera como la aparición de un fantasma mientras atravesábamos las áridas tierras del sur de la parte perteneciente a México de lo que antes fue una sola California, las estrellas iluminaban el camino.  El silencio jugaba un factor más que primordial, nos ayudaba a tener charlas, buenas charlas, las pláticas se volvían más importantes, charlas que los jóvenes en la década de los veinte suelen tener sobre cosas que creen importantes (y en hora buena diría Julio Cortázar) como hablar del mal gobierno, la música basura que los adolescentes hoy pueden escuchar y ver, contar lo especial que fue la primera novia, lo guapa que está la vecina, el buen cuerpo que tiene la cuñada, cosas importantes para un hombre de veintitantos años. Pero más que el silencio, lo que favorecía a que se dieran aquellas fabulosas y fantásticas charlas, y que se convirtieran en algo más que sólo palabras dichas, (además de la bendita camaradería que nunca pide nada a cambio) era sin duda alguna la música. Como la carretera era desierta y estaba prácticamente en medio del desierto (mejor dicho atravesaba y partía literalmente a un desierto rodeado por agua) y los pocos cerros que habían no permitían captar nada en la radio, pero siempre poníamos la frecuencia en AM con la esperanza de que en uno de esos tantos viajes que hacíamos dos veces al mes por fin nos diera compañía por las noches. Entonces una noche ocurrió el milagro y llegó hablando ingles, al parecer alguna de las radio estaciones del estado de California. (el del norte, o mejor dicho, el del otro lado de la frontera, antes de que aquel solo pedazo de tierra llamado California se convirtiera en tres y separara a tantos hermanos hace muchos años como para recordarlos) Entonces muchas de las canciones o mejor dicho, algunas de las canciones que pudimos sintonizar desde aquel entonces y que por lo general casi siempre se repetían (que dicho sea de paso yo para aquel tiempo ya amaba a la mayoría de estas canciones, otras más las descubrí gracias a aquellas noches y mi amor por la carretera) están precisamente en esta lista, y son canciones que hoy en día si se que tomaré un largo tramo de carretera, están acompañándome, aunque la compañía del buen Benjamin y Carlos ya no sea la misma.



Bonus Track: El Track especial o extra lo quise poner aparte porque simple y sencillamente se cuese aparte, es una canción que amo y es como párte de mi filosofía con uno de esos dioses y maestros que más me han marcado en la vida. Acá se los dejo con un video que yo mismo hice.

 

lunes, 20 de julio de 2015

La canción de las dos letras.


Hay casos en que canciones han desembocado en ideas para hacer literatura –algo que más o menos pretendo con uno de mis escritos-, o cine, incluso pinturas, y también suele ocurrir lo mismo a la inversa, que cualquier otra forma de arte incurre para la creación de una obra de arte sonora.  Incluso mismas canciones que se inspiran de otras canciones, canciones en dos y hasta en tres partes como si se tratara de una novela o de una película, canciones con historia con sabor a precuela, o con continuación, canciones que hacen de dos personas extrañas todo, menos extraños. Que les permiten conocer bailes prohibidos, habitaciones de hotel con aroma a loción barata, gritos, balazos, barrios sacados de alguna novela de Julio Cortázar.

Pero pensar en una canción, que siendo la misma, o naciendo del mismo trozo del papel donde fueron escritas solo unas palabras, pudiera desembocar en quizá dos de las canciones más hermosas de la música en español, eso si es algo especial.

Nadie puede negar la belleza, pero sobre todo el amor que le tengo a la canción “Y nos dieron las diez” de Joaquín Sabina. (Si no sabían de mi amor por este cantautor y por sobre todo a esta canción que es con la que lo conozco, pueden pasarse por acá y de paso darle un vistazo a mis temas favoritos del Flaco de Úbeda). Y aunque hay tantas historias y tantos pueblos con mar (y otros que no son tan pueblos) que se atribuyen como la inspiración de esta hermosa melodía como en La Coruña o en Gijón incluso se dice que Sabina en una entrevista que dio dijo que la chica era de Lanzarote; pero nadie puede afirmarlo como tal, porque nadie tiene pruebas, las pruebas que yacen sólo en la memoria de sus protagonistas. Canción que seguramente también ha inspirado y creado réplicas de aquellas noches en tantos amantes de su música (les puedo hablaron algo de experiencia al escribir esto) la realidad es que sólo el buen Joaco sabe la verdad sobre donde fue y cuando fue, y si es que en verdad existió, si es que existió y no creo que se lo quiera revelar a nadie. Pero lo que ahora si les voy a contar es de esa noche en que nació la idea de hacer la canción mientras escribía unas letras para que otro escribiera una canción, y así nacieron las dos.

A principios de 1991, Enrique Urquijo líder de los Secretos y su mánager, Pedro Rodríguez Almeida, estaban en un bar de Madrid -llamado el Bwana-, y allí coinciden con Joaquín Sabina. Enrique y Joaquín eran muy amigos y Enrique que estaba terminando su álbum «Adiós tristeza» le dice a Sabina si no tendrá algún material que pueda utilizar, porque anda escaso de ideas. Entonces Sabina le da a Enrique una servilleta con dos estrofas medio garrapateadas.

Fue en un pueblo con mar
una noche después de un concierto;
tú reinabas detrás
de la barra del único bar que vimos abierto
-"cántame una canción
al oído y te pongo un cubata"-
-"con una condición:
que me dejes abierto el balcón de tus ojos de gata"-
loco por conocer
los secretos de su dormitorio
esa noche canté
al piano del amanecer todo mi repertorio.

Enrique Urquijo se entusiasma con la letra y en el mismo taxi que lo lleva a su casa, con música de ranchera, termina la letra de la canción, que titula «Ojos de gata». Por su parte Sabina sin saber que Enrique Urquijo ha hecho una canción con la letra que le cedió, hace lo mismo con aquellas dos estrofas y termina otra canción diferente que titula «Y nos dieron las diez». Enrique Urquijo llama a Sabina y le cuenta que ha utilizado el material que le dio para hacer una canción y que la ha incluido en su nuevo álbum. Sabina, sorprendido le responde que él ha hecho lo mismo pero que no piensa utilizar la canción por el momento. Posteriormente Sabina cambia de idea y llama a Enrique para decirle que sí va a incluir la canción en su nuevo álbum «Física y Química» pero no como single, cosa que después hace y que desencadena la ruptura momentánea que sufrió su relación de amistad en aquellos años. En 1991 sale «Ojos de gata» en el álbum «Adiós tristeza» de los Secretos. Mientras que en abril de 1992 aparece el LP «Física y química» de Sabina que incluye «Y nos dieron las diez».

En los créditos de la canción de Los Secretos aparecen Enrique Urquijo y Joaquín Sabina como autores y en la de Sabina aparece sólo Joaquín Sabina, como autor de música y letra. Las dos canciones comparten música de ranchera y también las dos primeras estrofas, pero cada una de ellas es reflejo de la personalidad de su autor.

Para empezar la de Urquijo es la narración de un hombre bueno que sufre una derrota total en el amor todo por su amor por el alcohol, y Sabina narra a un canalla que vive una de las mejores historias que un hombre puede vivir, pero con un final más que a sabor a derrota, es un final triste, de esa clase de tristezas que con el tiempo se tornan en felicidad que como ya lo dije por allá arriba, sólo los protagonistas pueden disfrutar al saber que fueron (y fuimos) privilegiados por vivir -algo así- eso.

Basta un botón para apreciar y escuchar la similitud de los dos temas, que aunque muy parecidos, y como ya lo dije, son dos historias muy diferentes; y es por eso que no se puede hablar como tal de plagio. Por aquí se los dejo.








Este es el reporte, regresamos al estudio.