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jueves, 1 de junio de 2023

Close: la necesidad de al menos una amistad en la vida.


Fue en el año 2018 que el joven director belga Lukas Dhont se dio a conocer en el mundo del cine con su película Girl, la cual se presentó en el Festival de Cannes en la sección Una cierta mirada, una película que ciertamente no sólo fascinó a la crítica, sino también al jurado en Cannes pues le fue otorgada la Cámara de oro como la mejor ópera prima, además de un premio especial al actor protagónico de la misma. Esta pequeña introducción la hago para servirme de ella al decir que si el debut de este joven era tan esperanzador como una carga para hacer de su segunda película una obra maestra, y que se presentara cuatro años después en el mismo festival en la selección oficial, me parece la superó con creces. Me explico.

La razón por la cual me parece Close una de las obras más importantes del año pasado, y seguramente una de las más recordadas de la década en curso y de las grandes negligencias de Cannes, es que Lukas tenía tan claramente la forma en que tenía que filmar esta historia, qué me parece es una película perfecta en todos los aspectos, y si alguien tuviera un pero sobre esta, tendría que exponerme bastante su argumento para poderme convencer.

La película tiene algo muy difícil de conseguir en el arte qué usted me diga y mande, y esto es que se vea tan armoniosa la complejidad y la sencillez. Lo vemos desde la historia, qué gira entorno a Leo y Remi, dos amigos de toda la vida que hacen todo juntos cual si fueran siameses, y que al entrar a la secundaria y escuchar a sus compañeros de clase sobre la rara relación entre estos, uno se aleja del otro, haciendo que este acto tenga consecuencias irremediables, el cual marcará a la otra mitad de la relación amistosa, la que resultó menos dañada. Esta premisa "sencilla" y que bien podríamos haber visto en cualquier producto de consumo ligero en el Hollywood donde don señor dinero manda, en manos de Lukas adquiere una complejidad en muchos sentidos.

Partiendo desde lo narrativo, me parece que la forma en que Lukas cuenta la historia, desborda una genialidad apabullante. Desde el principio la película es directa y clara, y en ningún momento se sirve de trucos para que él espectador pueda sentir las emociones y las evocaciones en la vida de cada uno de los personajes en los que nos podamos ver reflejados o con los que nos podamos sentir identificados. La narrativa qué entrelaza la historia y los recursos técnicos para pulir la forma en que se cuenta, inicia desde el minuto 1, un juego de niños en los que la imaginación y la oscuridad mezclan la óptica y el pensamiento de Leo y Remi, y que culmina en un plano secuencia hermosísimo que funge de manera breve y efectiva para darnos el contexto de la naturaleza de su relación, la relación de dos niños que comparten además de juegos, silencios, sueños y susurros. Y de manera casi inmediata Lukas nos muestra el conflicto de la trama, un conflicto que al hablar de una película que refleja "La honestidad del cine" lo podemos leer desde un principio entre líneas, pero la belleza de la historia de Lukas es el como no la va mostrando, como va desenvolviendo y entramando el conflicto principal de la película, y en el acto crear una pieza digna de cualquier espectador.

La trama que crea Lukas, más allá de la lectura fácil, va sobre el duelo que experimenta Leo por tratar de ser un chico con algo especial en su vida, así como Remi tenía el clarinete; la necesidad de Leo de expandir su mundo, un tanto por la edad que le exigía crecer, y por la presión del contexto social a su alrededor (en esto hay un lazo notorio con "Girl") lo hace crecer de una manera más dolorosa que al resto de niños que se les da muy fácil mentir en cuanto a su relación con Remi, cuando a él le cuesta decir la verdad y va soltando su dolor paulatinamente hasta quebrarse en el lugar menos esperado y sin reacción caótica alguna, por quedarse sin su mejor amigo, todo por no tener la madurez necesaria para darse cuenta de que Remi era su amigo, su hermano, su alma gemela. Un coming-of-age que retrata la amistad masculina como ninguno.

La película está plagada de momentos realmente hermosos y duros que a uno lo conmueven hasta el alma, creados en gran parte a las estupendas actuaciones de todo el cast, sobre todo los niños y las mamá. Estos momentos generalmente son acompañados por silencios y sutilezas visuales que revelan mucho sin necesidad de desgastar el lenguaje (o de hacer a la película redundante. En pocas palabras: dicen mucho con poco) que añaden más valor al poder narrativo qué acompaña al ojo de Lukas, que a mi parecer hacen que con apenas su segunda película, este en el olimpo de los grandes creadores cinematográficos, y un claro sucesor del cine de los hermanos Dardenne.


viernes, 21 de octubre de 2022

Micro-críticas.



Kirschblüten-Hanami - Doris Dörrie
Para mí no es una casualidad el hecho de que esta directora haya elegido Japón para que sea el centro de su película en muchos sentidos, y es que si la historia tiene esta esencia es fundamentalmente no por el amor a este país en si, sino por el amor y el homenaje que la directora quiere hacer a uno de los directores de cine más influyentes de la historia: Yasujiro Ozu y su obra maestra: Cuentos de Tokio; y este amor se refleja sobretodo en la primera mitad de la película, en la forma en que está hecha, en cada plano, en cada situación, en la forma en que retrata y cuenta esta historia a través de detalles que parece no cuentan mucho, y que no están conectadas de manera clara con la historia, como en las calles, en los pasillos, en esas cotidianidades que cuentan con tan poco, mucho; así como en los personajes que son un claro espejo de los personajes de Cuentos de Tokio, sobre todo en los dos personajes protagónicos, y con el papel de la hermosa Nadja Uhl, que es la representación perfecta de Setsuko Hara al interpretar a Noriko, un personaje que la hizo inmortal.
Pero aún con todo esto y que para mí la película es un homenaje, hay un discurso y una mirada muy propia de la directora que es inevitable hacer notar el gran trabajo que hace a través de su estilo y el lenguaje que forma con tan hermosa historia, hay un dominio impresionante de las situaciones que por momentos literalmente vemos como captura momentos que pareciera no fueron del todo capturados a través del guion, pues se siente por momentos que hay más intuición e improvisación por las cosas que ocurren y como las captura, como cuando el personaje principal se pierde en Tokio y recorre la ciudad, o cuando está en el hotel con su última compañera de viaje en el monte Fuji.
La película hace un par de representaciones de la muerte, que son en verdad hermosas.




Die fremde - Feo Aladag
Es inevitable al ver esta película recordar a la más contemporánea Nur eine Frau de la directora Sherry Hormann, y que va más allá del reparto (que cosa extraña, aparecen varios actores en ambas), y es inevitable porque básicamente ambas historias tratan la misma historia que es verídica. Si bien la película de Hormann se proclama como una película que retrata esta historia verídica, como si fuera un biopic (incluso toma varios elementos de la noticia y material de archivo de la mujer que retrata) la película de Feo, toma parte de esta historia y la adapta para hacer su propia historia, y esto se nota sobretodo en el final de esta.
Una de las diferencias entre la película de Sherry y de Feo es que en la de la segunda, hay un peso más que interesante en la forma en que la familia de la mujer que trata de ejercer su libertad, ve trastocada en su psique personal esta decisión que les cambia la vida, hay un claro sufrimiento en todos los integrantes, al grado que les pesa no poder hablar con la persona que los puso en vergüenza en su comunidad, y como realmente les cuesta afrontar la única forma en que pueden ver su situación solucionada, algo que no se ve de esa manera tan profunda y catártica en la película de Sherry.
El trabajo actoral de todo el reparto es estupendo, pero sin lugar a dudas el personaje que a mí me maravilló fue el del pequeño Nizam Schiller, que es el personaje que al final termina pagando todo el viaje doloroso que emprende su madre con tal de que ambos pudieran ser libres y felices sin la represión que sufren las mujeres musulmanas por parte de su propio pueblo.

jueves, 8 de septiembre de 2022

L'événement: detenerlo o dejarlo seguir.

 



Una de las películas que había esperado mucho tiempo para poder ver es la pasada ganadora del Festival Internacional de Cine de Venecia (conocido por los cinéfilos adeptos a los festivales de cine europeo clase A, la Biennale), una película francesa que, contra todo pronóstico de que una vez más la ganadora fuera una película hollywoodense como había pasado años anteriores, venció y sin lugar a dudas me parece tiene todos los méritos no sólo para que lo haya hecho, sino para que haya sido una de las películas más sencillas, desgarradoras y por supuesto de las mejores del 2021.


La premisa de la película dirigida por la realizadora Audrey Diwan (Mais vous êtes fous, 2019) no es muy distintas a otras películas que, sobre todo en los últimos años han explorado el tema del aborto y el desarrollo de una mujer cuando este se ve comprometido por un embarazo no planificado, incluso la película tiene paralelismos realmente brillantes y hermosos con la también extraordinaria Never rarely sometimes always de Eliza Hittman (Beach Rats, 2017; It Felt Like Love, 2013), sobre todo en la mirada detallista de ambas directoras, aunque con su lenguaje cinematográfico bastante distintivo entre ambas, así como el contexto histórico/social de las mujeres principales en la historia.

En la Francia de 1963, Anne, una estudiante destacada de letras de 23 años, ve su vida truncada cuando se da cuenta que está embarazada de una relación pasajera que tuvo con un joven que conoció y con el que tuvo encuentros amorosos en un hotel. A partir de este momento Anne agota todas las opciones y alternativas que tiene por investigar quien puede detener su embarazo, algo que le resulta realmente difícil pues en ese tiempo el sólo hablar de este tema podía llevarte a la cárcel, pero aún así Anne sigue con su objetivo, pues no desea traer al mundo un bebé al que quizá pueda odiar. Y es a partir de ahí que vemos a Anne hacer todo lo que está en sus manos para poder abortar, incluso atentar contra su propio cuerpo, y más adelante contra su propia vida, pero es un continuo echarse el mundo encima, un mundo que no la delata, pero tampoco la apoya, porque en el fondo muchos de ellos entienden su dilema.

Si bien en Never rarely sometimes always todo es más sugestivo, en la película de Audrey es más directo, más cercana la impresión de todo lo que pasa Anne, que es maravillosamente interpretada por Anamaria Vartolomei, que logra transmitir todo el calvario de esas semanas de incertidumbre, la desesperación, la angustia y agonía. Y lo brillante en la narrativa impuesta por Audrey, que es meticulosa, mesurada y muy sencilla, es que el tema está desde los primeros cinco minutos de la película, pero ver el proceso de Anne, sus dificultades y como va sorteando todo, es lo que da el ritmo y la fuerza a la historia, no el desenlace en si, que también es reivindicador en muchos sentidos.

Como lo dije al principio, con una historia bien contada, contextualizada en su tiempo, y con un trabajo de arte muy correcto, esta película sencilla, con un tema por demás importante, logra una de las mejores películas del 2021, y una de mis favoritas vistas este año, con la mirada y la voz de una directora que, además siendo periodista, sin duda que se documentó para dar aún más veracidad a su ficción que muchas mujeres vivieron en esa época, y que no estuvieron para contarlo.


sábado, 18 de junio de 2022

I, Daniel Blake: El estado Vs. las personas buenas.





Dentro del cine social hay directores que son imprescindibles para la historia del cine mundial, y que su importancia va más allá de la etiqueta que puede dar muchas veces decir cine social. Los hermanos Dardenne, Costa Gravas, Glauber Rocha, Andrzej Wajda, son algunos, y entre ellos podemos poner de manera muy particular al británico Ken Loach.

Ganador de dos palmas de oro (que eso no nos tendría que decir mucho) la primera con la que para mí es su mejor película The wind that shakes the barley (llamada en México "Vientos de libertad", con un Cillian Murphy descomunal) y la segunda con la película en cuestión: I, Daniel Blake.


Daniel es un carpintero de 59 años que, después de sobrevivir a un infarto, lo obligan a dejar de trabajar, entonces inicia el trámite para recibir la asistencia social, pero para poder recibir la ayuda él debe empezar los trámites que para un hombre de su generación, resultan ser muy complicados, pues además de que nada lo puede hacer personalmente, debe acreditar ciertas horas en las que debe comprobar que ha estado buscando trabajo, pero su alta médica aún no se lo permite, pero aún así el trata a toda costa de hacer lo humanamente posible para que el estado le brinde una ayuda que, en el papel debería de recibir. En este largo viacrucis conoce a Katie, una joven madre soltera de dos niños que es transferida de Londres hasta la ciudad donde vive Daniel para que le puedan asignar una casa y ayuda social, pero ese cambio desestabiliza su vida por completo, pues además de dejar ella y sus hijos todo lo que conocían, se da cuenta que ni es tan sencillo lidiar con la burocracia, ni la ayuda que le brindan es suficiente. Entre altas y bajas, ambos se sirven de apoyo y soporte en los momentos muy malos y en los no tan malos, Katie haciendo sacrificios, y Daniel alzando la voz de la única manera que él cae en cuenta que le pueden hacer caso, al final parece que Daniel será escuchado como lo que es: un ciudadano que ha contribuido y a cumplido con sus obligaciones desde siempre, pero la vida sólo nos muestra al final el legado y la figura de un hombre ante los suyos, que sólo luchó por lo que le correspondía y que el estado hizo hasta lo imposible para no otorgárselo.


El retrato que hace Loach a una situación que quizá está más vigente que nunca no sólo en Europa, sino yo diría en la mayor parte del mundo, es crudo, directo, sencillo, honesto y desgarrador, pues retrata a la más llana perfección ambas caras de la moneda, la fría y desinteresada del estado y su muchas veces fallida y absurda burocracia, y la de la desesperación de las personas que no pueden hacer nada más que sobrevivir a su realidad. El apoyo y empatía de los ciudadanos afectados es real, vemos a Daniel, aún con su situación, ayudar a todo aquel que lo necesita, si bien no en apoyo económico porque no lo tiene, si en estar presente, y así lo vemos con Katie y con su vecino China, que también lo ayudan sin interés alguno, sólo por comprensión y afecto, es ahí que vemos que lo económico no es necesario cuando se quiere servir de soporte en los momentos complicados de la vida. Ahí radica la luz humana tan conmovedora que desprende, a pesar de la situación que sufren y que nosotros espectadores vemos muchas veces cómodamente desde nuestras butacas.

Me parece que las actuaciones de los actores no son del todo perfectas, pero es en esa imperfección que los personajes se vuelven más humanos y creíbles, en esos momentos de indecisión, incluso pareciera que ellos en su rol interpretativo no están del todo preparados, pero esa es una reacción que el espectador puede creer, pues se está acostumbrado en el cine dramático meramente comercial que las reacciones en este tipo de situaciones sean desmedidas, acá hay incluso una contención en las emociones que vemos a los personajes todo el tiempo nerviosos, avergonzados, tartamudos, como en la escena en que Katie llora en las escaleras, o cuando empieza a comer desesperada en el banco de alimentos y pide perdón todo el tiempo (Hayley Squires hace un papel tremendo).

Como lo dije, uno quisiera que el cine de Loach fuera una ficción, bien contada y escrita, que lo es en sí, pero el cine del británico no deja de ser un reflejo digno de ese realismo social que sólo él sabe contar y que logra impactar y despertar al espectador de lo que otros sufren, y que lo hacen a él, sin lugar a dudas; uno de los directores más valorados, importantes y valientes de la cinematografía mundial. Un director al que se ve el cine social le importa desde las entrañas, y no sólo para hacerse de apoyos y premios.




miércoles, 27 de abril de 2022

Compartimento No. 6





La película del realizador finlandés Juho Kuosmanen, tiene una cosa que a mi consideración ha hecho que muchas personas no la tomen en serio o no quieran siquiera tomarse el tiempo para verla: la mala estrategia de marketing.

Esto lo vemos en primera instancia en el cartel, si bien el cartel es muy hermoso, en este aparece un fragmento de la crítica escrita (la cual por cierto es una gran crítica) por Louis Guichard para télérama, en la que se trascribe: "Entre Lost in translation e In the mood for love", esta simple comparación hace que, los que la ven, esperen encontrar algo de la maestría de estas dos obras, lo cual jamás aparece, ni en el fondo ni en la forma desde mi lectura, y en automático la mayoría del espectador promedio puede hacer que pierda interés en el discurso y y el trascurso de la obra. Los que logramos sortear esta lectura, podemos encontrar en esta película una obra maestra que bien podría tener más similitudes con Before sunrise.


La película narra el viaje en tren que hace Laura (Seidi Haarla) de Moscú a Murmansk para ver unos petroglifos, el plan era que iba a viajar con Irina (Dinara Drukarova), su pareja; pero esta de último momento le cancela, así empieza el viaje sola y para su infortunio le toca como compañero de viaje no tan sociable, Lyoha (Yuri Borísov); pues además de ser un borracho, es una persona ofensiva y bastante despreciable, o al menos eso se percibe en una primera instancia, pues una vez que el viaje toma su ritmo, y su cámara empieza a descifrar a su compañero, la mutación de ambos, tanto la de ella como la de él, va encontrando un canal de comunicación que los hace ver, que las apariencias engañan, que en quien confiamos nos puede traicionar y viceversa, y que a veces tomamos posturas por querer o no querer estar solos.


La película básicamente es el estudio de dos personajes en una especie de exploración hacia quienes son realmente, lo que son como personas a raíz de un viaje, y lo que tienen que dejar de ser fuera de su zona de confort. Por un lado tenemos a Irina, una chica que tenía una relación con una mujer y que parece está todo el tiempo en fiestas de amigos de su novia para no estar sola, en una posición más que cómoda en Moscú y lejos de su natal Finlandia, y Lyoha que todo el tiempo está tomando y que parece vive al filo de lo legal y lo ilegal, a pesar que tiene un trabajo en una mina. No es hasta su encuentro, el cual empieza de manera tropezada, y al cual ambos por el afán de no estar solos, lo hacen compartido, pero en este plan por no estar solos, encuentran su verdadero yo, ese al cual, además del factor del tren que los mantiene de alguna manera aislados del mundo (en este compendio quizá tendría una similitud con Lost in translation) los hace conocerse en las peores circunstancias y que da por dictado un par de resoluciones: la primera es que del odio al amor sólo hay un paso, y la segunda que un viaje en tren en el que aparentemente no pasa nada, pasa todo.

Quizá para muchos el término obra maestra sea demasiado aventurado para una obra tan sencilla, pero para mi toda obra que se desprende de la superficialidad, y que en una puesta e historia sencilla, que no busca otra cosa mas que conectar al público con su historia, de manera tan simple, sencilla y orgánica; me parece es ir a contracorriente con lo que el status quo dicta en la industria masiva de películas y blockbusters con millones de dólares y magnificentes producciones de trabajo, pero con muy poca alma, así que desde mi perspectiva todas estas películas pequeñas con historias simples y llenas de amores atípicos y auténticos, de cambios, de esperanza y de estudio humano, siempre serán obras maestras de nuestro tiempo, y esta película para mí ya es una de mis obras favoritas del 2022.

miércoles, 26 de enero de 2022

Extraordinarias películas del 2021, vistas en el 2022





Como es costumbre cada año, las mejores producciones que apuestan a la temporada de premios norteamericanos, así como las películas más interesantes de los festivales más importantes del mundo, y que no logran acuerdos con distribuidoras en nuestro país, siempre suelen llegar a principios del siguiente año a salas comerciales, alternativas y sitios de difusión de obras no tan conocidas por el gran público.

Acá comparto pequeños comentarios sobre películas que, de haber alcanzado a ver a finales del 2021, definitivamente hubieran figurado en mi lista de mejores películas del año, pero sin lugar a dudas, aún con que es enero, seguro quedarán seleccionadas en la lista del 2022. Comienzo así entonces.


Verdens verste menneske

"La peor persona del mundo" en español, la más reciente película del celebrado director noruego Joaquim Trier, cierra la llamada "Trilogía de Oslo" en la que refleja el difícil y complejo escenario de los jóvenes en una sociedad y una cultura tan particular, con una estructura tan arraigada como lo es la de los países escandinavos, y cuyas historias se desarrollan en la capital del país noruego. Amor, identidad, crisis existencial, todo esto siempre acompaña a las historias que se desarrollan en estas particulares películas de Trier, y si hablamos de "La peor persona del mundo", me parece no sólo logra la mejor de las tres y la mejor de su filmografía (por encima de la extraordinaria y bien lograda "Thelma") sino una de las mejores y más interesantes películas del 2021.

Al igual que en Thelma, su película anterior, Trier pone como centro focal la historia de una mujer, en este caso es Julie (Renate Reinsve) una joven que en un principio, en el prólogo de la película, se nos presenta como una joven que no tiene muy bien definido cual es su futuro, así que prueba en diferentes cosas (y también diferentes relaciones), pues tiene el apoyo de su madre para hacerlo, una vez que encuentra la posible ruta a seguir en su vida, inicia una relación seria con Aksel (Anders Danielsen Lie) es ahí cuando Julie empieza a plantearse y dudar sobre el rumbo que toma su vida, pues con treinta años y nada definido, y la familia y las personas recordándote que ya no eres tan joven como antes, uno empieza a cuestionarse que puede pasar en el camino, qué o a quién te puedes encontrar, si te desvías o vas por donde se supone debes seguir.

Quizá lo más propositivo en la obra de Trier es la narrativa que emplea con una maestría por demás deslumbrante. Desde un principio se presenta como una película contada en doce capítulos, además de su respectivo prólogo y epílogo; y cada uno de ellos, aunque conectados, no tiene una forma única o metódica de ser desarrollados, cada capítulo tiene su forma y su alma, y eso hace que la película, a pesar de su larga duración, jamás canse o se sienta lenta.

Sin duda alguna el discurso y el fondo de la obra es el que para mí es más desarrollado de las tres películas noruegas de Trier, no sólo por su relevancia actual con el feminismo tan en boga, sino que realmente pone en el centro la importancia del discurso que la mujer tiene que aportar, tolerar y soportar en nuestro tiempo, a pesar de lo adelantada que está la agenda del tema, aún hay muchos moldes y paradigmas que parece, no estamos dispuestos a cambiar como pensamiento social, como la maternidad, la importancia de su desarrollo profesional, su papel en la relación de pareja.

No hay tela de juicio del porque Renate Reinsve ganó en el pasado Festival de Cannes el galardón a la Mejor Actriz, y el resto del cast está por demás extraordinario, sin dejar de mencionar por supuesto al gran Anders Danielsen Lie, que no sólo me parece el actor más relevante de Noruega hoy día, sino que para mí es uno de los actores más talentosos de su generación en todo el mundo.

Trier sigue confirmando y consolidando su muy particular forma de hacer cine, su manera de ver la vida de una juventud en plena búsqueda en su país, y una mirada más que relevante y con toda la valía, si a mí me lo preguntan, del mundo, el deseo y la mente femenina.


The french dispatch

Jamás habría creído que Wes Anderson podría superar lo que ya ha hecho a lo largo de su filmografía, y menciono "a lo largo de su filmografía" porque con todo y que adoro el universo Wes, para mí no hay una obra maestra decantada del realizador texano, incluso sigo creyendo que su obra más celebrada, "El gran hotel Budapest", aún con sus encantadores personajes y su sello simétrico y colorista, es su obra menos arriesgada y más cómoda. Pero realmente ha sido grato descubrir que con todo y su sello, "La crónica francesa" es a mi parecer, una completa obra maestra.

Narrada cual si fuera una revista como tal, la película relata las peculiares columnas de las mujeres y hombres que escriben en la relevante revista de Arthur Howitzer Jr., editor de la revista que no sólo incentiva a sus columnistas a escribir, sino que los incita a escribir lo que quieran (y si algo sale mal, haz que parezca que fue intencional) hasta el día de su muerte, donde habrán dee publicar el último número dela revista, y por supuesto, su obituario.

Las cinco historias que llenan "la crónica francesa de Liberty, Kansas Evening Sun", además de ser muy distintas en fondo y forma, cuentan con historias cómicas, entrañables y encantadoras, tienen su propio ritmo, y eso hace que pueda explotarse todo el genio de Wes, pues muestra todos los estilos que han influido en su filmografía (pasando por supuesto por la animación). Cada una de las historias, cuenta con un reparto de lujo, y todas las actuaciones, aún así las más esporádicas, son sublimes.

Es claro el amor que Wes profesa no sólo al cine que él ama y lo ha alimentado (es más que claro el amor y el homenaje que hace al cine francés de la Nouvelle Vague), sino que también impregna a la película de su amor por contar historias, y su amor por las publicaciones y la prensa escrita.
Es claro, al igual que cuando escribí sobre Una película de policías, y de Alonso Ruizpalacio en particular, que el genio y la creatividad de Wes no ha encontrado su tope, quizá lo único que se le debe seguir exigiendo a este extraordinario realizador, es en crear y llenar de argumento a sus historias, y no conformarse sólo con su narrativa y su estética en particular.


El comediante

Película mexicana protagonizada y dirigida por Gabriel Nuncio (con Rodrigo Guardiola como co-director) y que fue reconocida como la Mejor Película Mexicana en el pasado Festival Internacional de Cine de Guadalajara (al igual que obtuvo el galardón a Mejor Fotografía), me parece que, aún con ciertos detalles que saltan a la vista y que a uno lo pueden hacer cuestionar su valía como obra cinematográfica, no deja de ser una película que cuya trama, la hace no encajar en el molde del cine mexicano de industria para bien.

Como lo comenté, la trama, tiene su peculiaridad: Gabriel es un hombre de casi cuarenta años, que no tiene otra profesión más que la de ser comediante, entre tanto, escribe el guion de una película que quiere dirigir sobre una mujer que va a Marte y en la cual, cuestiona el propósito y significado de la vida. Mientras busca poder realizar su película, hay dos mujeres en su vida que lo desestabilizan en más de un sentido, por un lado está Leyre (una Cassandra Cianguerotti preciosa, pero con un acento español espantoso) una chica que llega de forma extraña a su vida, y que lo exhorta a realizar un viaje con ella al cual él no está muy convencido de ir, y por otro lado está Melissa (Adriana Paz) su mejor amiga que le propone sea donante de esperma para quedar embarazada luego de que termina con su novio. La situación con Melissa le hace poner un poco en duda su forma de vida y lo que le depara el futuro, lo que es importante conservar y por lo cual luchar, y que hay que soltar, pero la vida misma le va poniendo las cosas en su lugar, y sí, al igual que Gabriel defendía a capa y espada que su película no era una comedia, al paso que esta película se desarrollaba, uno se da cuenta que esta película no es una comedia.

Quizá esa sea en primer lugar una contrariedad de la obra de Nuncio, y por lo cual mucha gente no la ha comprendido, pues además de esperar que, por el protagónico de la película, y el título de la misma, esta fuera una película cómica, es en sí una película dramática. Si bien por la situación de Gabriel, puede llegar a haber algo de comedia involuntaria, es una película que tiene su complejidad en la trama principal, y eso es de reconocimiento.

Quizá muchos de los problemas que yo tuve con la película derivaron de las situaciones secundarias, un claro ejemplo quizá sería en todas las partes que la película quiere ser cómica deliberadamente, pues además de que no funciona con la situación de Gabriel y a la cual le restan importancia (afortunadamente está tan bien construida la situación de Gabriel, que jamás se logra desestabilizar con la comedia simplona), como todas las situaciones en las que personajes como Cecilia Suarez y Tenoch Huerta tratan de cambiar su historia, que acá bien podría ser una crítica de cómo es el mundo del cine y los productores, pero simplemente ni la comedia, ni estas apariciones célebres, llegan a funcionar, ya no digamos a aportar más allá de la lectura dada. Hay elementos que me hacen recordar a otras películas vistas muy recientemente, como el hecho de dejar que algo que quieres crear encuentre su camino propio, no el que uno desea darle, también el hecho de la identidad, o la falta de esta y su búsqueda en una sociedad que encasilla todo, hasta las formas en paquetes de edad, incluso hay muchos paralelismos con la muy comentada y reciente "tick, tick...BOOM!".

Si bien en muchos sentidos, yo podría decir que este es el trabajo menos perfecto de María Secco en cuanto a la luz se refiere, me parece que la propuesta en cuanto a la posición de la cámara es extraordinaria, al igual que la música compuesta por el siempre admirado Chetes.

Dignificar a las películas por lo que son, y no por lo que esperábamos que fueran, me parece es algo de vital importancia, y también apostarle a nuestras ideas con corazón, sin tratar de adornarlas o completarlas con cosas y ayudas externas aún cuando tengamos que prescindir de las nuevas majors, es algo necesario, y que Nuncio desde mi perspectiva, no superó del todo, pero que aún así como lo dije al principio, es muy interesante lo que crea, a como están las cosas en la industria y en el mercado de Netflix en cuanto a producciones mexicanas se refiere.


The lost daughter

"La hija oscura" en español, ópera prima como directora de la siempre interesante actriz Maggie Gyllenhaal, no sólo es una de las películas más importantes e interesantes del año, sino que es quizá también, la película que reúne a mi parecer, a las dos actuaciones femeninas más imponentes del 2021.

La película narra como en sus vacaciones en unas playas griegas, Leda (Olivia Colman) encuentra en la figura de Nina (Dakota Johnson) todas las cosas que tuvo que sortear de joven (Jessie Buckley) mientras estudiaba y era mamá de dos niñas. Revive lo que ella vivió y deseó, y con la figura de una muñeca perdida, Leda juega con Nina y su pequeña a ser lo que fue ella, y como hay mujeres que simplemente, son madres antinaturales por instinto, o simplemente reflejan a mujeres que fueron madres por descuido, y que no estuvieron dispuestas a sacrificar su futuro por entregar por completo su vida a sus hijas, y sin duda alguna es algo que queda muy claro en la película con ese enigmático final.

La trama en si es compleja por el tema abordado, y me parece que la propuesta narrativa que emplea Maggie es, además de precisa, oportuna. Es claro y evidente cual es cada tiempo, y cual es la situación que Leda va viviendo, tanto la Leda madura como la Leda joven, y son sin lugar a dudas el gancho para estar sujetos durante toda la trama. Olivia Colman y Jessie Buckley me parece firman sin lugar a dudas las más grandes actuaciones de este año, Olivia se consolida como la gran actriz que es, y Jessie reafirma que es una actriz por demás interesante que llegó para quedarse entre lo mejor del cine norteamericano.

El resto de las actuaciones es por demás formidables, Dakota Johnson, Ed Harris, Peter Sarsgaard, Paul Mescal, Dagmara Dominczyk, son sólo algunos de los actores que seguramente conforman uno de los mejores trabajos de casting del año.

Sombría por momentos, me parece es una película cuyo tema abordado es por demás interesante y poco reflejado en el cine, que me parece eso, además del virtuoso montaje orquestado por Maggie como directora, dignifican y hacen más que valiosa esta película.


Bergman island

La película de la interesante actriz y directora francesa Mia Hansen-Love, no sólo es para mí otra de las mejores películas del 2021, sino que a mi parecer, es la película visualmente y sonoramente más perfecta que yo haya visto en el último año.

Más allá del aspecto técnico que ya he mencionado y que desmenuzaré más adelante con todo gusto y detalle, habría que decir que la trama de la película, y el subtexto de la misma, también es por demás interesante.

La película muestra la vida de una pareja de directores que viajan a la isla en la que Bergman vivió la última parte de su vida. Él, Tony (Tim Roth) va para presentar su más reciente película, y ella, Chris (Vicky Krieps), va a acompañarlo y a conocer aún más las entrañas del director que más la ha influenciado. Ambos escriben el guion de su próxima película, él muy seguro de lo que quiere, y ella más insegura que nunca, Chris nutre del entorno y su experiencia en la isla y de su situación como esposa y madre, el relato que quiere realizar, esto al mismo tiempo que de alguna manera se desmorona su ídolo. Al poco tiempo de que ella descubre el argumento de la próxima película de su marido, en un paseo cuenta a Tony el argumento de su historia, y en ese momento se crea una especie de meta cine, cuyo epílogo me parece, además de ser poderosamente creativo, catártico y propositivo, ejemplifica el ente creador, y la génesis de donde vienen las ideas y los miedos, ese lugar, el cual me parece está por demás mencionarlo, resulta ser el mismo.

El eje central de la obra de Mía me parece es en muchos sentidos muy parecido al de películas como "La peor persona del mundo" y "La hija oscura", y este es el del papel de la mujer ante un escenario adverso en el que existe el choque entre la identidad de ser una mujer que quiere ejercer su profesión en la vida, y su responsabilidad como pareja y madre. Pero en el caso de la historia de Mía, y que es muy distinto en las tres películas, me parece es más rico desde el punto de vista de su servidor, porque es creado y cuestionado desde la creación artística, y además es cuestionado desde la figura de un realizador por demás sublime como lo es Ingmar Bergman, pues cuestiona su papel como humano y como realizador, como ambas de alguna manera se contradicen, y no; pero que no hace polémica o toma parte de manera políticamente correcta, sino que simplemente crean un conflicto en la persona de Chris, pero que como ella misma lo dice (y en consecuencia, lo dice la misma Mía a través de ella) no puede dejar de amarlo.

La película visualmente hablando es perfecta. Si bien por supuesto ayudan mucho los escenarios que sirven para dar vida a la película, hay realmente un trabajo más que significativo en el departamento de arte, y sin lugar a dudas hablamos de una película en la que tanto la directora, como el director de fotografía (el veterano Denis Lenoir) trabajaron como una sola mente. La música a cargo de Raphael Hamburger, es tan sutil y hermosa, que pareciera que no existe, y esto es signo del gran trabajo hecho.

La película logra ser extraordinaria por muchos motivos, la historia escrita y dirigida por Mia, los elementos de Bergman siempre existentes, y sin lugar a dudas los actores estelares: Tim Roth está hecho un primer actor, uno lo ve y es fácil ponerlo a la par de grandes actores consagrados como Michael Caine, Harvey Keitel, Robert De Niro o Robert Duvall. Vicky Krieps es desde hace mucho tiempo una de mis actrices favoritas de la actualidad, y siempre resulta un placer poder verla actuando. Mia Wasikowska por demás correcta, y vemos una vez más de manera muy correcta al gran Anders Danielsen Lie.


Le bal des folles

La quinta película de la siempre interesante Mélanie Laurent, la actriz que Tarantino le regaló al mundo y que se consolidó en el cine norteamericano (sin olvidar por supuesto sus raíces, pues siguió trabajando en Francia y en producciones de otros países), y que se convirtió en una directora de historias de quiebre, catárticas y potentes; nos hace verla convertida en su mejor versión tanto como actriz y directora, y cuya madurez transpira en la que ya es su obra mejor lograda.

"El baile de las locas" en español, narra la vida de Eugenie (Lou de Laage), una joven parisina que, además de contraponer las normas de la sociedad burguesa de la ciudad de la luz del siglo XIX, sufre, en un principio de un mal, el ver y escuchar a los muertos, pero no es luego de su encuentro con un joven en una escapada a Montmartre, y cuyo libro él le presta, la hace ver que más que un mal, es un regalo. Pero luego de que la abuela se entera de su condición, su padre y su hermano la llevan a conocida clínica psiquiátrica para que la puedan curar, es ahí que se encuentra con Genevieve (Mélanie Laurent), la asistente del doctor del lugar, una mujer escéptica que, cuando Eugenie le da muestra de su don, ella hace lo posible para ayudarla a escapar de ese lugar que daña aún más la salud mental de sus reclusas con las técnicas salvajes que se ejercían en esa época. Ambas se enfrascan en un tortuoso proceso de cuestionamiento, duda, represión y amistad en las que el amor, el perdón y el sacrificio serán precios que se habrán que pagar.

En más de un sentido la película es a mi parecer una de las propuestas feministas más potentes de los últimos años, es una película que jamás usa este estandarte ni se jacta de este eslogan, y de ahí que a mí me parezca aún más valiosa y brillante la película de Laurent, es una obra que atiende lo que debe de atender narrativamente, y que todo lo demás se muestra por sí mismo, es aquí el ejemplo claro de que una película bien hecha saca elementos que generan diálogo y discusión, no así cuando una película se piensa en términos de polémicas o temas en boga, y no así como obra artística, lo cual en consecuencia generalmente resultan películas fallidas, o "bonitas pero vacías".

Los elementos y todo el lenguaje cinematográfico del que Mélanie hecha mano es más que extraordinario, desde la fotografía, la música, la edición, el manejo de cámara, el montaje, la iluminación, los escenarios, el guion, las actuaciones, todo está perfectamente amalgamado. Si estuviéramos ante una orquesta, sería una ejecución perfecta de Mozart.

Si bien el trabajo como directora de Mélanie es estupendo, su papel como Genevieve es poderosísimo, la figura que representa ese personaje de lucha, dolor y sacrificio, lo hace uno de los personajes más entrañables de su filmografía, una filmografía que, si algo nos ha regalado, son personajes llenos de matices y conceptos.

El final, en forma de carta, es por demás bellísimo, de los más bellos que yo recuerde en últimos años.


martes, 18 de mayo de 2021

Toni Erdmann

 



¿Eres feliz? Es la pregunta que le hace Wilfried a su hija Inés, con la que hace que todo en su vida se tambalee; y la premisa que nos da una de las mejores películas del 2016.
 

Toni Erdmann es una película alemana-austriaca dirigida por la directora Maren Ade, quien además la escribe y co-produce. En esta cinta la directora nos presenta a Wilfried, un hombre al que le encanta jugar bromas a propios y extraños, de personalidad extrovertida, que además es profesor de piano. Nos muestra a un hombre maduro que lleva una estrecha relación con su anciana madre y su ex esposa, y que de pronto ve su vida desmoronarse, cayendo en una profunda depresión después de la muerte de su perro viejo. Después de este terrible hecho va a visitar a su hija, con quien la relación no es tan buena, entonces cuando ve que su visita no es tan bien recibida por ella (por una serie de situaciones que le complican las cosas en su trabajo), es que decide traer a la vida de su hija a un viejo amigo llamado Tony Erdmann, con el cual ella tiene un constante enfrentamiento, pero cada vez que intentan alejarse el uno al otro, más se acercan.
 

La sinopsis en sí puede sonar a una película americana cualquiera (quizá de ahí la terquedad de hacer un remake que, aunque quieran regresar a la actuación a un todopoderoso como Jack Nicholson para que sume interés a la producción, la verdad a mí no me entusiasma en lo mas mínimo), pero de eso no tiene nada. La premisa de cómo cuenta Ade esta historia, está tan alejada de lo convencional que incluso uno ve un sello inequívoco de la cinematografía europea oriental, tanto la fotografía, encuadres y dirección de cámara como secuencias, ayudan a percibir eso.
 
La película trata con gran fidelidad lo complicado que se vuelven las relaciones padres e hijos a cierta edad, y Ade nos plantea un padre muy adulto que pasa por una fuerte depresión, pero que lejos de quedarse sentado en casa y esperar la muerte trata de hacer que su hija vuelva a disfrutar de la vida y que no se sienta tan agobiada por ese trabajo en el que es tan buena pero que tanto odia. Vemos a este padre presenciando cosas que nunca pensaría que su hija podría hacer, al final la hija encuentra la catarsis de una manera muy peculiar, y comprende, cuando su padre la vuelve a necesitar y su vida se tambalea, ella se da cuenta que no son tan distintos, porque la vida, aun llena de tragedia y drama, no hay que tomársela tan en serio.
 
Tanto la historia como los personajes son muy conmovedores, muy humanos, es de esas películas que me gustan tanto por la forma en que durante casi tres horas te llevan por todos los estados de ánimo posibles, y como siempre lo he dicho, eso te hace despertar a la persona que realmente eres, y eso es lo valioso del cine, el espejo en el que se convierte.

Sobre tu pregunta allí, en Bucarest... sobre la vida. Sobre lo que vale la pena vivir. El problema está... está tan a menudo en hacer cosas. Haces esto, haces eso... Y mientras tanto... la vida sólo pasa. ¿Pero cómo se supone que debemos aferrarnos a los momentos? Ahora a veces me siento y recuerdo cómo aprendiste a montar en bicicleta o cómo una vez te encontré en una parada de autobús. Pero sólo te das cuenta de eso después. En el momento mismo no es posible. Eso es.



jueves, 25 de junio de 2020

Leto, de Kirill Serebrennikov.


Leto es una película del año 2018 que tuvo su estreno mundial en el Festival de Cannes de dicho año, dentro de la selección oficial para competir por la Palma de Oro, esa edición que para muchos ha sido de las más significativas en lo que va del siglo, por la aparición de películas como "Shoplifters", "Cold war", "Le livre d'imágenes", "Three faces", "Burning", "Long day's journey into night", entre muchas otras. Incluso, como sucedió con muchas películas en dicha edición, un sector de la crítica que no estuvo tan entusiasmada con la elección de la Palma de Oro para Kore-eda, mencionó que la verdadera "Palma de Oro" era la película del ruso Kirill Serebrennikov, quien no pudo asistir al festival al haber sido arrestado y llevado a prisión por supuesta malversión de fondos en Rusia.


La película narra la historia de la escena del rock en Leningrado a principios de los ochenta, una escena que, aunque tenía cierta fachada de clandestinidad, era permitida y vigilada para no mostrar actitudes e ideas "nocivas" para la sociedad. Dicho movimiento en gran medida era liderado por Mayk, que a su vez era motivado por su hermosa novia Natasha. De repente, cual viento cambiante entre década y década, el rock que él y la mayoría de la gente que lo rodea escucha, empieza un nuevo ciclo, Mayk ve que ese nuevo ciclo puede incluir una figura sovietica, ya no con él como portavoz, sino en la figura de Viktor: el vago con influencias New Wave y que compone letras cual Dylan sobre su reprimida generación en la sociedad que les tocó vivir. La figura de Viktor también viene a mover el núcleo familiar de Mayk y Natasha, creándose un triangulo amoroso muy lejos de las convencionalismos hollywoodenses y pretenciosas formas de la Europa occidental. Todo esto es narrado mientras un personaje nos saca de la historia propia, -que no es más que una biografía narrada muy libremente del director (según los comentarios de varios especialistas y exponentes de este mundo)-, para que, al son de los Talkin' Heads, Iggy Pop, Lou Reed y David Bowie, nos narre cómo debieron haber sido ciertas cosas, de haber estado en un país muy diferente a como lo era la URSS. Pero de haber sido así: ¿la película tendría el mismo encanto que tiene?


La película tiene un grado de notoriedad por muchas razones, de las cuales destacan en materia técnico/narrativa el hecho de utilizar una fotografía en blanco y negro (muy parecida a la manera en que se expone en Roma) para acentuar la presencia de un pasado que ya sea en una medida más o menos honesta (eso lo determinará cada uno como espectador en la medida de sus conocimientos), nos está contando una historia verdadera. En contrapunto a este elemento, se nos muestra parte del material de archivo recreado de los personajes siendo filmados por un personaje que todo el tiempo está con ellos con cámara en mano, esto fragmentos se nos presentan como una especie de "material de álbum" (incluso con cierto aspecto de material de archivo o de making of) con animaciones de las letras de sus canciones, secuencias muy dinámicas que se integran y fluyen con uno de los propósitos de la película, que es el mostrar el hambre de estos jóvenes por más libertad creativa, y libertad en general. La animación expuesta de esta forma también está en los números musicales que protagoniza este personaje anárquico que vendría a representar la voz del director, y a mi me parece que en la osada propuesta arriesga mucho de lo que la película querría exponer en sí, pero sale por demás bien librada, son precisamente estas delirantes secuencias las que narran su necesidad de cambio, los sueños materializados de lo que ellos hubieran querido hacer de no ser tan reprendidos, se ve lo que logran crear con lo poco que se les era permitido, aún así tuvieran que exponerse a uno que otro castigo, que nunca se ven en si en la película, y quizá de ahí algunas de las críticas negativas que el filme recibió.

Los planos a los que recurre gran parte del metraje, enfocan a la presencia general y da énfasis a la profundidad de campo, ya sea en espacios vacíos o llenos de gente, los que bien podrían simbolizar la necesidad de libertad de los personajes. Hay una pieza musical en particular que los acompaña la mayoría de las veces que es muy armoniosa y que detona en gran medida una nostalgia por el pasado a los que de alguna manera pertenecimos a una escena muy similar.

Dentro de todos los contextos que la película expone, a través de los conceptos que desarrolla, algunos de manera completa y formidable, otros como meros elementos determinantes para poner tensión y atención en los primeros, a mi me parece se desarrolla uno en el que al menos yo conecté y me enganché, y por el cual para mi la película tiene su mayor valía en un arte cinematográfico cada vez más corrompido. Este elemento es el personaje de Mayk, por mucho el más completo y más complejo.

En Mayk se encarna (en este punto debo decir que, no sólo Roman Bilyk, que es quien interpreta al personaje [y que tiene un parecido extraordinario al regiomontano Chetes] sino que todos los actores hacen un trabajo impecable), no sólo la figura del líder rockero al que estamos habituados, sin estar entregado al vicio, a las mujeres, al efímero momento de gloria como se nos presentan las grandes figuras del rock de las décadas finales del siglo pasado (ni siquiera hay que mencionar estas figuras, todos las conocemos); sino que siendo esa figura, y con ese peso para su -si ustedes quieren- muy limitada escena, lo es, y con tal peso, que su merito es que lidia con ello de una manera muy opuesta, y sin querer lo que occidente tiene en ese aspecto, aunque si habla todo el tiempo de poder tener una escena como en occidente, pero por el punto mediático del rock, que es generar conciencia entre las masas y tratar de cantar lirismos de paz y libertad entre los jóvenes. Partiendo de ahí me parece que en este punto radica mucho del encanto de la película, si bien tiene una mirada un tanto melancólica y nostálgica, no es una copia de las actitudes occidentales como tal, estos son personajes que admiraban la música hecha por los ingleses, por lo cual eran atacados y acusados por los hombres mayores de su país, al grado de tacharlos de traidores, pero en ningún momento se nos presentan como copias de personajes inspirados en cantantes de rock. Mayk es un hombre estable que tiene un hijo, vive con sus padres (este fenómeno no se muestra sólo en él, también se presenta en el productor que hace las grabaciones de él y sus amigos, lo cual nos hace deducir mucho de lo que era ser un joven en ese tiempo en Leningrado), trabaja mientras no deja morir su sueño, entonces cuando se presenta la figura de Viktor, y este deslumbra a Natasha (Irina Starshenbaum, la actriz que interpreta al personaje, tiene un gran parecido a la actriz norteamericana Mary Elizabeth Windstead), él comprende perfectamente que si por algo se da este deslumbramiento, es porque quizá para Natasha es la figura del hombre que fue Mayk, y de lo que podría haber sido Mayk de tener esa edad en esos recién empezados ochenta. A partir de entonces, Mayk lucha, hace y da todo lo que esté en sus manos para que Viktor logre el sueño no sólo de Viktor como tal, sino de toda una generación detrás de él, (incluso interponiendo su sueños al saber que por la edad, su estatus sentimental, o simplemente porque sabía que no podía aportar algo más que otros ya hubieran aportado, aun con el talento que tenía, y que no era más que siete años mayor que Viktor) esa generación que soñaba con conciertos como los de David Bowie, y no sólo en el sentido de ellos ser la figura de Bowie para los jóvenes de su país, sino de ser también ese espectador disfrutando de esos conciertos. Vemos en la figura de ellos tres, pero más en la de Mayk, la figura del soñador que destina mucho de su miserable sueldo, para invertirlo en lo que él amaba, y su novia amaba, para al final, si bien no ver que su sueño culminara como el quería (creo que esa es la lectura que se puede dar del final, y habrá quien esté en desacuerdo), si entrega su vida a algo en lo que él creía, algo que hizo con buenas intenciones, y que al final es retribuido de la forma que él esperaba. De cierto modo, el personaje de Mayk también interpreta la figura del hermano que se sacrifica para que su hermano menor cumpla el sueño de ambos (a pesar de la figura arrogante que por momentos presenta Viktor, que en este caso representaría la figura del hermano menor, el protegido) como lo hizo John Carney en Sing Street.

Leto se convierte así en un canto al verano, al rock, al amor, a la juventud, a la libertad, a la música como escape; un canto a los sueños que no se abandonan. Y eso en automático, en la honestidad que representa dentro de la obra misma, la hace una de las mejores películas del género en lo que va del siglo.



martes, 28 de enero de 2020

Pauline Kael sobre Michelangelo Antonioni.




 La figura de los críticos de cine ha sido desde siempre, fundamental para los cinéfilos en donde pueden encontrar un diálogo interno, un punto de identidad de lo que se puede encontrar en películas fuera del ojo común, de los "parámetros" establecidos por las convenciones comerciales, y que muy difícilmente se puede encontrar en la interacción con el espectador promedio, ese canal que se hace aún más inconexo con la distancia de las grandes urbes y lugares sin cinetecas, donde se puede encontrar una cultura por el cine como lo que es: una expresión artística.

Pero hay que tener en cuenta que incluso con todos los conocimientos del mundo que pudieran tener estas personas para formular sus criterios a la hora de hacer el análisis de alguna película en particular, no dejan de ser personas, y que el arte es subjetivo. En pocas palabras: lo que yo veo, no es lo mismo que tú ves, aunque estemos viendo lo mismo, porque para interpretar lo visto influye la cosa más importante que tenemos los seres humanos como lo es la experiencia de vida y el arte con el que hemos tenido contacto.

Con esto trato de explicar que la palabra de los críticos no es ley, que sólo es una guía para tomar puntos de referencia, la lectura de una película desde otra perspectiva con más énfasis en un análisis a través de la historia del cine, y la experiencia del mismo crítico, pero sin refutar nuestra idea original, o lo que a nosotros nos hizo sentir: el cine, como el arte, vale y se alimenta de los sentimientos y emociones que nos despiertan sus expresiones, ya sea en su primera, o décima revisión.


Me he permitido escribirles esta breve introducción para compartirles un texto escrito por la afamada y muy respetada crítica cinematográfica Pauline Kael, para muchos, la madre de la crítica cinematográfica norteamericana. Entre sus "protegidos" o alumnos, podemos encontrar la presencia de grandes nombres como Roger Ebert y Paul Schraider. Y escribí esta introducción, porque incluso para una crítica como lo es Kael, el cine de Antonioni, no tenía gran relevancia. Y estamos hablando de un cineasta que seguro para más de uno es fundamental en la historia del cine, y que sus películas como La Notti, Eclipse, Le Amiche, y demás; son pilares fundamentales no sólo para el cine italiano, sino para el cine mundial.

Sin más que agregar, les dejo esta crítica hecha a El desierto rojo, ustedes formulen sus conclusiones, o más que eso, demos lectura del por qué una crítica tan "pesada" en su medio, en el buen sentido de la palabra; no pudo conectar con el cine de este espléndido director italiano.


Il Desserto Rosso.

[...]
Como todas estas películas usan y abusan del pop, es fácil que críticos serios las ataquen por la mescolanza de convencionalismos, por el infantilismo de un Morgan, etc. No obstante, creo que los significados de Il deserto rosso (El desierto rojo), por ejemplo, eran, en el fondo, igualmente confusos y descontrolados.
Quienes trataron de interpretar El desierto rojo como un ataque contra el industrialismo vieron frustrados sus mejores esfuerzos por las declaraciones del propio Antonioni, quien afirmó no haber intentado reflejar nada de eso. ¿Cuál era el propósito del filme? Nadie podría estar seguro y, sin embargo, la película expresaba ciertos estados emocionales actuales con los cuales porbablemente todos estamos familiarizados. Un día visité en Beverly Hills a una señora que estaba sentada en un sofá tras el cual había una enorme mesa de marquetería cubierta por una maravillosa colección de libros de arte, pero cuando aludí a uno de ellos me miró con el rostro inexpresivo y confuso como si quisiera decir ¿de qué está usted hablando? Casi se estremecía de miedo cuando alguien entraba en la habitación, aunque Dios sabe bien que el mayordomo los había seleccionado con mucho cuidado. Su conversación, o mejor dicho las frases que dejaba caer sin ton ni son, giraban en torno de si debía abrir una galería de arte, o pedir el divorcio, o hacer un viaje, pero ¿a dónde? Creo que habría dudado en sacarle a alguien un sándwich de la boca, si de pronto le hubiera pasado por la cabeza la idea de la comida.
Evidentemente no se le ocurría que hacer con su vida, de modo que no había nada para sí misma, para su esposo, ni para cualquier otra persona y creía ser "interesante" gracias a su desolación. ¿Es fascinante esta mujer? En cierto sentido lo es, si a uno le agrada observar este tipo de conciencias destruidas por el psicoanálisis. Estas damas, a quienes todo el mundo cuida sin que ellas den nada a cambio, pueden ser las nuevas herederas de nuestra época. Cabe presumir que se las cuida porque son sensibles, tan vulnerables. En efecto, pero ¿quién no sería sensible y vulnerable con dinero y sin nada que hacer? No son vulnerables a las cosas que somos vulnerables el resto de nosotros; son indiferentes a todo eso. En el peor de los casos, nos envidian, pero con cierta condescendencia: envidian nuestros trabajos agobiantes, nuestras tareas domésticas, nuestra lucha por encontrar tiempo para leer, ver y pensar. Sus equivalentes masculinos son aquellos jóvenes ricos y elegantes que dicen: "A veces quisiera ser negro o judio o algo así..."
Sabiendo que existe gente como ésta, puedo comprender que El desierto rojo encierre algún sentido. Pero el título y Ravena y el industrialismo, todo eso no es más que una pinta falsa, y lo mismo puede decirse, a mi juicio, del empleo del color en la película. Es mucho más probable que las damas insolentes y hastiadas de Beverly Hills y de otras partes pienses que sus ropas se tornaron grises de pronto y corran a comprar otras. Los cabellos de sus amantes también se vuelven grises, y prueban con otros. A pesar de esta relación con el mundo que nos rodea, encuentro que la película es mortífera: una brumosa ilustración poética del caos emocional, presentada en forma peculiarmente atractiva. Si yo tuviera que llegar al borde de la locura, lo haría a mi propio ritmo, que es mucho más rápido que el de Antonioni. Creo que la película llena los requisitos para ser considerada como un ejemplo rotundo del cine de arte: un filme se transforma en filme de arte cuando resulta tan aburrido como nuestras peores experiencias en conciertos, conferencias y ballets, es decir, cuando se convierte en algo que uno sabe que debe seguir viendo aunque tenga ganas de levantarse y abandonar la sala. Aquellos a quienes les gustó El desierto rojo -las esposas de los productores de tv y las esposas de los arquitectos, que piensan que sus vidas están vacías y son demasiado "dotadas" para trabajar en algo útil y auténtico- es probable que hayan dicho cosas como esta: "la película me apasionó; no me importa cuál sea el sentido", lo cual debe significar no sólo que la encontraron visualmente agradable, sino que les encantó sentirse arrastrados hacia vagos y sutiles estados emocionales . . . casi la única forma en que uno puede reaccionar ante los ritmos congelados. A mi entender, creían que era la historia de sus vidas: se identificaban con esa mujerzuela alocada y sensible, al igual que los estudiantes lo hicieron con Morgan. Y como para estas mujeres el hecho de reaccionar ante el filme no significaba una interpretación que pudiera ser corroborada confrontándola con los significados y conexiones de la obra, sino con cualquier cosa que les cruzaba por la mente mientras veían la película o que pensaban acerca de ésta después de la proyección, no les preocupaba que no hubiera sentido.

miércoles, 22 de enero de 2020

Películas favoritas de los últimos 10 años.



Incendies - Denis Villeneuve - 2010



Shame - Steve Mcqueen - 2011



Amour - Michael Haneke - 2012



Enemy - Denis Villeneuve - 2013



Los insólitos peces gato - Claudia Sainte-Luce - 2013



Güeros - Alonso Ruizpalacios - 2014



Hagen y yo - Kornél Mundruczó - 2014



The lobster - Yorgos Lanthimos - 2015



Nuestra pequeña hermana - Hirokazu Kore-eda - 2015



Te prometo anarquía - Julio Hernández Cordón - 2015



Toni Erdmann - Maren Ade - 2016



Café society - Woody Allen - 2016



Porto - Gabe Klinger - 2016



You were never really here - Lynne Ramsay - 2017



A ghost story - David Lowery - 2017



Columbus - Kogonada - 2017



Faces places - Agnes Varda, JR - 2017



Sueño en otro idioma - Ernesto Contreras - 2017



Burning - Lee Chang-Dong - 2018



Largo viaje hacia la noche - Bi Gan - 2018



Loveless - Andrey Zvyagintsev - 2017



Paterson - Jim Jarmusch - 2016





Con muchas ganas de que también aparecieran: Manchester by the sea - Whiplash - Post tenebras lux - Before midnight - The grandmaster - De tal padre, tal hijo - Foxcatcher - Clouds of sils María - Straight outta compton - El hijo de Saul - Capitán fantástico - Sing street - La luz entre los océanos - Paris puede esperar - Dunkirk - Shape of water - First reformed - Amante por un día - La libertad del diablo - Cómprame un revolver - 22 balas - Sobrevivir a la vida - La vida de los peces - Interestelar - El regalo - Animales Nocturnos - Pájaros de verano - Lady bird - Phantom Thread

domingo, 29 de diciembre de 2019

Apuntes cortos sobre cine:


Quería hacer un pequeño ejercicio en mi facebook personal con pequeños comentarios y reflexiones sobre las muchas (o pocas, ya no sé como medir eso) películas que he visto en este mes, pero el ejercicio, las películas y los comentarios fueron tomando cada vez más tamaño, que opté por trasladarle mejor al blog. De modo que acá haré es pequeño ejercicio, tratando de hacer cada crítica, por muy pequeña que sea, más concisa y llegando al detalle que quiero exponer, sin adentrarme a detalles específicos de toda la obra, de las obras comentadas, sólo con las películas que me dejaron algo en concreto y de sobremanera. Habiendo dicho lo anterior, comienzo.


Perdí mi mano.
De esta película no tengo mucho que comentarles, o no sin ondar en ella, de modo que sólo bastará con decirles que deben verla, si o si. Aunque si les soy honesto del porque no les expongo o explico mucho sobre ella, es porque ya la he comentado muchas veces, con muchas personas, ya he recibido la retrospectiva que esperaba, entre esas muchas personas, la de Fernanda Solórzano. Quizá sólo incitarlos a poner mucha atención al como se manifiesta el elemento del flashback, la importancia de la mano en toda la película, la secuencia en la que se presenta la separación, y el final, ese final y la tensión que presenta.

Disparos.
Extraordinario documental mexicano que muestra la vida y el trabajo del fotoperiodista Jair Cabrera y como viniendo de un barrio en el que la violencia es normalizada y replicada desde la niñez, en este aspecto los directores del documental no son tibios en mostrar lo que quieren mostrar, y la forma que ondan en la vida de estas personas. Jair encuentra en la fotografía y en sus padres y su mentor su modo de vivir de una manera muy sana sin dejar de convivir todos los días con esa violencia, que sabiendo el problema que embiste al país, y la forma en que su trabajo puede ser utilizado para provocar el morbo, aunque no sea el cometido de su trabajo, como bien se muestra en la estética de las imágenes que captura, no deja de ser una lucha en su persona, que luego de un evento vivido en la zona más peligrosa de tierra caliente en Guerrero, busca dejar el país y pedir asilo en España para salvar su vida.

Kaili blues.
Ópera prima del director que a mi quizá más me ha sorprendido en este 2019 después de haber visto la magnánima "Largo viaje hacia la noche", que es un ejercicio muy similar a la película mencionada, sin tanta maestría, y trama definida. Mezcla de sueños, estado onírico, viaje, búsqueda, un magnánimo plano secuencia demás alucinante, una película que trasgrede los espacios del pasado y el presente. Una completa maravilla, al igual que otros asiáticos como Kar-Wai, Kaili blues sólo es una pequeña chispa para la perfección que Bi Gan muestra en su película, de la cual ya escribí en el blog (por si gustan darse la vuelta) y que es una de mis cinco películas favoritas del año.

The Handmaiden y Elisa y Marcela.
De estas películas sólo haré mención y recomendación, ya que de ellas escribiré en el siguiente número de Cinéfagos, que sigue por el bien de la cultura duranguense que tanta ayuda necesitara el año que viene, y a la cual esperamos contribuir de una manera u otra de forma presencial los días que estemos en la ciudad.

Asunción.
De los cortos que he visto de Luis Ospina, a raíz de haber leído su libro Palabras al viento: mis sobras completas; este es el que más me ha llamado la atención, por la puesta en escena, por la exposición de la trama, por la forma en que se resuelve, un cine muy atento a lo que acontecía en latinoamérica en ese entonces, una constante lucha contra la oligarquía, el capitalismo, el imperialismo; tiene muchos valores que en este año las mejores películas han plasmado, un cine meramente humano y contestatario, y social.

Skhizein.
Descubrir este cortometraje del realizador de Perdí mi mano, fue un gran descubrimiento para mi, poner en el plato un tema tan importante, como lo es el aislamiento y desplazamiento de las personas por problemas psicológicos, con ese recurso tan ingenioso, y de manera tan creativa, me hace comprender que tengo que poner más atención al cine de animación alejados del ojo perfecto (al menos en esta técnico) de Hollywood, muchas veces con el perfeccionismo en la forma, pero tan vacío en el fondo tan vital para las emociones.

Más allá de las nubes.
Obra realizada por Michelangelo Antonioni y Win Wenders, basada en la misma obra de Antonioni sobre cuestinamientos entorno al cine y su cine, nos muestra a través de cuatro capítulos a un director de cine que busca inspiración para su siguiente película, en estos capítulos bien podemos ver como ficción y realidad se cruzan, y nos cuestionamos que es verdad y que es ficción sobre lo que el autor cuenta. Una cosa que me llamó de sobremanera en la película es como Antonioni y Wenders representan en la figura de Malkovich al director, un hombre que todo el tiempo tiene el ceño de estar pensando, recordando, hablando sólo en monosílabos y sus pensamientos narran la película en voz en off. No será la gran obra de ambos (no estoy seguro, pero creo que esta fue la última película filmada por Antonioni) pero a mi me llamó la película particularmente por ese hecho, como se le plasma a la figura del director, tan diferente al director de maquila, o escuela norteamericana.

Girl.
De las películas que he estado mirando en Netflix esta me pareció una película interesante. Película belga que intenta (y logra) mostrar el psique de una joven de 16 años que tiene que lidiar a demás de los problemas de la edad, de la escuela, de los sueños frustrados, y problemas familiares por las condiciones propias de la edad, con un problema aun más grave: el vivir en un cuerpo que no es el suyo. Su director, con una propuesta sencilla, no muy ambiciosa, pero con un dominio del lenguaje cinematográfico que se percibe, (la forma en que utiliza la banda sonora y el reflejo de la chica en los vidrios para manifestar la lucha interna de ella, es muy acertado y pensado, se siente que está detrás de un guion muy bien trabajado) la solución de la chica al final de la película, aunque dura (y ruda) es perfectamente justificada con la etapa de su vida en la que se encuentra, en esa que las jóvenes quieren hacer lo que quieren, a su manera, cuanto antes posible, sin tomar los consejos y la paciencia de los mayores; para encontrar el camino para ser mujer, sin reparar si este es el corto o el largo.

Mi viaje a Italia.
Antes que todo, si algo me ha dejado ver este bello y extraordinario documental, es el hecho de darme cuenta de lo poco que se habla de Martin Scorsese como documentalista, el valor de su obra en la ficción es más que evidente, no reparo al decir que para mi este hombre es el director de cine más importante de Estados Unidos en la historia, para mi es de ese tamaño este hombre, pero su obra como documentalista es del tamaño sin duda de su obra de ficción. Y sé que es un poco osado decir esto sólo habiendo visto tres de sus documentales: el de Bob Dylan, el de George Harrison, y este, que por mucho es el más personal. Scorsese, quien es el mismo narrador, nos introduce al documental diciéndonos de ante mano sus intenciones con este, nos hablará sobre películas que ha él lo marcaron siendo espectador, no en la escuela de cine, para ello empieza hablándonos de su infancia, de su familia, de como el cine unió al pequeño Martin con su padre, y las pocas veces que platicaban e interactuaban era en torno a lo que miraban en el cine, luego empieza a hablarnos del fenómeno de la tv, (de hecho el docu empieza con una la imagen de la tv que tenía su familia) y como a raíz de esta su familia, amigos, vecinos, y demás; se reunían en la casa de su familia para ver las películas italianas que pasaban, en esos encuentros el siendo apenas un niño, se daba cuenta de la reacción que tenían sus abuelos, sus vecinos, al ver el lugar de donde vinieron, de donde huyeron, y lo que la gente sufrió durante la segunda guerra mundial, en este punto de la primera parte del documental, Scorsese hace una selección y muestra puntos en concreto de películas que lo marcaron de sobre manera siendo niño, esta parte es por demás emotiva, a uno lo conmueve hasta las lágrimas, puntos cruciales y memorables de películas como Ladrón de bicicletas, Alemania año cero, Paisa, Stromboli, Europa 51, sólo es la introducción a lo que después haría Scorsese, que es revisar a detalle las películas más importantes de los directores más celebrados del neorrealismo, y la manera en que Scorsese hace el análisis, además de ser puntual y preciso, se siente como si estuviéramos hablando con un amigo sobre sus películas favoritas, en la narración se siente un amor puro y genuino por lo que habla, no se siente una plática académica ni mucho menos. Ver este documental me ha hecho darme cuenta de tres cosas más, para finalizar: la primera, que reafirma mi amor por el cine de mi director favorito italiano: Roberto Rosellini. La segunda, mi amor por la que para es mi película italiana favorita: La dolce vita. Y tercera, lo mucho que me hace falta ver cine de Visconti y De Sica.

sábado, 30 de noviembre de 2019

Películas destacadas noviembre.



Luego de haber vivido el Festival Internacional de Cine de Los Cabos, y ver tanto buen cine, la verdad no tenía muchas ganas de ir al cine y ver alguna película y arriesgarme a que fuera mu mala. Pero al tener varios títulos pendientes de ver en mi colección personal siempre en aumento, vi muchas películas de las cuales sólo de las que me resultó más interesante escribir.



Dogman.
Película italiana del año pasado que fue estrenada en el Festival de Cannes en la selección oficial, donde su actor protagónico fue reconocido como el mejor actor.

La película bien podría llevar como nombre alternativo: "Las malas compañías", pues la historia nos pone en la vida de Marcello, un cuidador y estilista de perros que vive en una comunidad en la que todos tienen una convivencia armónica y agradable, salvo por Simone, un boxeador agresivo con el que Marcello comparte un gusto común: la cocaína.

Es en la figura de Simone que Marcello encontraría, a pesar de los riesgos que esto conlleva, la figura que le hacía falta en su comunidad, donde si bien era aceptado y querido, no era tratado como un amigo. Pero una serie de malas decisiones cediendo a los deseos de su agresivo "amo", lo llevan a vivir cosas horribles a las que su hija tiene alcance, lo cual hace que tome una decisión que si bien no sabe, lo hará volver a formar parte de la comunidad, al menos lo intentará y les logrará quitar un mal de encima (cual Vito Corleone en El Padrino II), mal que en el final de la película vemos como literalmente carga con el lastre que durante toda la película cargó figurativamente.

La película tiene un atino en su discurso y la forma en que este es narrado y llevado a cabo, vemos de formas muy sutiles como la naturaleza del personaje principal muta de a poco a raíz de los acontecimientos va viviendo, también como su personalidad es completamente distinta cuando está con su hija, la parte que da armonía y balance a su vida. La fotografía que emplea es muy efectiva, y una paleta de colores muy seca en la que predomina tonos oscuros y terrosos que invitan al cansancio, pero que el discurso hacen que fluya perfectamente con la historia.

Matteo Garrone es un director italiano bastante prometedor que desde Gomorra (2008) ya presentaba cartas bastante interesantes, sin duda hay que ponerle mucha atención a lo próximo que está por venir de él, lo cual ya está anunciado y ya tiene cara: una adaptación de Pinocchio, protagonizada por Roberto Benigni.


Destination Wedding.
La verdad me interesaba ver esta película porque desde el trailer se veía que podía llegar a ser una película interesante, por la pareja protagónica, por la forma en que se veía la interacción en el mismo entre los dos, y por la premisa, pero la verdad es que bien podría darle el calificativo de la peor película que he visto en el año.

Para empezar ese humor negro a base de sarcasmo me parece todo el tiempo está fuera de tono, no siempre funciona por el simple hecho de que las conjeturas de ambos personajes parecen estár siempre fuera de lugar y de contexto, y es porque ni siquiera los personajes están a tono de quien los interpreta físicamente. Si bien hay química y esta funciona entre los dos actores, no es tan fuerte como para salvar lo que están interpretando, uno no llega a creer nada de lo que exponen o expresan.
Por momento incluso se siente ridícula y si bien hay risa involuntaria en algunas escenas, no logra rescatar en nada el hastío que en general produce la película.

La recomendación sería que no la vieran, pero quien sabe, en una de esas ustedes encuentran algo que yo no.


Crulic.
Película animada de la directora rumana Anda Damian que toca el tema de la huelga de hambre, tema que de inmediato nos remonta a la extraordinaria película de Steve McQueen: Hunger.
La película nos narra la historia de Crulic, contada en gran parte por él mismo a raíz de su muerte, y hacia la parte final contada por un narrador.

Las virtudes técnicas de esta película son extraordinarias y bien habría que empezar diciendo que son en una simple palabra: perfectas. La forma en que utiliza diferentes estilos de animación y como esta amolda perfectamente con la historia de Crulic, y como en momentos la animación sirve como fondo o se sobre expone con tomas e imágenes reales es extraordinaria, y la forma en que narrativamente propone en base a la estética y la fotografía, y los recursos que emplea a lo largo de la misma, desde tomas cenitales, travelings, y demás. La historia en que se basa esta película, es un caso real por demás escalofriante, si bien la primera parte de la película es encantadora en todos los sentidos, la segunda parte es realmente devastadora, aunque es una animación, realmente uno siente a través de lo que se ve, y lo que se narra, todo el dolor que sufrió este personaje a raíz de una injusticia y la ineptitud de la burocracia y gobiernos de los países en que esto ocurrió.

Una película que no tiene ningún ápice de prudencia o tibieza para mostrar la historia que quería mostrar, y señalar a los responsables de tan atroz crimen. Un cine que a través de creatividad, visión y responsabilidad social muestra la importancia de este arte para contar historias pertinentes de contar, para evitar errores cometidos.

Un verdadero privilegio para todas las personas que pudieron ver en el Festival de Cine de Los Cabos recién terminado la más reciente película de esta directora, que parece tiene algo en común con esta, ya que es de una perrita que al ser atropellada, antes de morir empieza a recapitular todo lo vivido, y que también es una animación.


Buñuel en el laberinto de las tortugas.
Película española dirigida por Salvador Simó es una película animada que cuenta el trabajo que realizó Buñuel cuando hizo su documental "Las Hurdes: tierra sin pan".

Narra lo vivido por Buñuel después de el estreno en París de su película "La edad de oro" y como la gente se escandaliza de su trabajo, como mucha gente le empieza a cerrar las puertas y dejan de apoyarlo financieramente, incluso quien no creería que le daría la espalda. Pero es luego de una promesa que le hace su viejo amigo, Ramón Acín, es que Buñuel puede sacar adelante el proyecto, y como es que este cambia a Buñuel en muchos sentidos para siempre. Un viaje entre la realidad brutal, su lucha constante con su lado surrealista y los paseos oníricos por sus pensamientos y sus obsesiones desde muy niño. Al final la película sirve como un homenaje póstumo al hombre que hizo posible la realización de este documental, y que acompañó a Buñuel hasta en sus momentos más incómodos y dudosos, y que al final murió por el régimen Franquista, del que Buñuel no pudo salvar.

La película está realizada de manera perfecta, una animación realmente hermosa, que nos muestra una fidelidad de las personas a las que recrea tanto física como psicológicamente. Vemos todos los pormenores y "secretos" en la realización del mítico documental, las partes que manipuló el realizador aragonés, y las partes que tocaron el corazón del mismo.

Destacadísimo además el acercamiento a la figura de este Buñuel joven antes de su estadía en México y de consolidarse como uno de los directores más importantes en la historia del cine, sus aficiones venidas desde niño, su relación con sus padres, y el lazo que todos le recalcaban con Dalí.

Es sin lugar a dudas una de las mejores películas del año, no sólo hablando del apartado de las películas de animación.


Esto no es Berlin.
Película mexicana que durante todo el año ha estado viajando y circulando por importantes festivales de cine, y que es gracias a estos que la hemos podido ver antes de su estreno en salas comerciales del país, que se dará en un par de semanas.

La película de Hari Sama (director, escritor, y tío Esteban en la película) que según tendría tintes autobiográficos, se desarrolla durante el año de 1986 en la Ciudad de México, y sigue en particular la historia de Carlos, o charly, un joven de preparatoria que vive su vida como cualquier otro joven de preparatoria de la época, echando golpes con la preparatoria rival, echando desmadre con los amigos, fumando en la casa de su mejor amigo Gera mientras escuchan música de rock y de post-punk. Pero su vida da una completa sacudida a raíz de que la hermana de su mejor amigo, Rita, los invita al Aztec, como pago a un favor hecho por charly a la banda en la que toca, y es en este lugar donde su naturaleza y su cambio en la vida toma cierto rumbo que es el de la experimentación, la mente abierta, rodeados de sexualidad, drogas, arte y todo aquello que marcó aquel año en México.

La propuesta de Hari Sama me parece es muy buena en el aspecto narrativo y estético. Logra a través de tomas cortas, rápidas y contundentes ir poniendo en contexto al espectador y esto aligera mucho la trama. La historia como tal ya resulta por si sola atractiva, pero la manera en que Hari la narra, si bien no con una propuesta tan arriesgada, y por momento llegando a caer en sitios comunes, incluso por momentos parecería que decanta, o pone ciertos límites marcados entre el lado bueno y el lado malo que charly tiene, y el porque escoge uno sobre el otro; con el transcurrir de la película esto no llega a tener tanta influencia en la trama ni en la percepción del espectador, y tenemos un discurso sin que se sienta manipulador de ninguna manera, uno agradece en él que no haya dejado nada a media escala, lo que muestra, está bien mostrado, sin inhibición o censura alguna, pero tampoco se siente exhibicionista, todo lo que se ve tiene un porque, está para narrar algo importante de la trama en la película. Hay varias situaciones y relaciones que se narran de manera muy efectiva en la vida de charly, la relación con su madre depresiva, y como esta condición en ella lo lleva a él conocer ciertos medicamentos con los que los jóvenes en el Aztec se drogaban, su relación con su tío, con su hermano, y con muchos de los miembros de aquel peculiar grupo de jóvenes libertinos que se movían entre poesía, super ocho, fotografía, y performance en contra del mundial y el trato a la comunidad gay y la falta de apoyo y seriedad por parte de instituciones a un problema que ya en aquellos años empezaba a sonar al rededor del mundo: el SIDA.

(Si bien no toca de manera muy profunda este tema, como si lo hace la francesa 120 latidos por minutos, me agradó mucho más toda la propuesta de Hari sobre la mencionada)

Sin duda, aunque no es muy novedosa su propuesta, o tan rimbombante, a pesar de lo fuerte de su trato, la película bien puede considerarse como una de las mejores películas mexicanas del año, si no me creen, chequen los elogios recibidos en Sundance, Málaga, Munich, Morelia, y véanlo por ustedes mismos en próximos días.