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jueves, 26 de enero de 2017

Besos.







"Sentados en Corro merendábamos besos y porros...."










"Lo bueno de los años es que curan heridas. Lo malo de los besos es que crean adiccion...."




Aunque la versión de The Cranberries es mas bonita, yo descubrì esta cancion con esta banda, y habla mucho de mi adolescencia.










Acá pueden ver mi otra publicación acerca de los besos.




Una foto publicada por Proyecto Ululayu (@proyectoululayu) el

miércoles, 20 de abril de 2016

Julio y Aurora según Mario Vargas Llosa


"Los había conocido a ambos un cuarto de siglo atrás en casa de un amigo común en París, y desde entonces, hasta la última vez que los vi juntos, en 1967, en Grecia, nunca dejó de maravillarme el espectaculo que significaba oír conversar y ver a Aurora y a Julio en tándem. Todos los demás parecíamos sobrar. Todo lo que decían era inteligente, culto, divertido, vital. Muchas veces pensé: «No pueden ser siempre así. Esas conversaciones las ensayan en su casa, para deslumbrar luego a los interlocutores con las anécdotas inusitadas, las citas brillantísimas y esas bromas que, en el momento oportuno, descargan el clima intelectual». Se pasaban los temas el uno al otro como dos consumados malabaristas y con ellos uno no se aburría nunca. La perfecta complicidad, la secreta inteligencia que parecía unirlos era algo que yo admiraba y envidiaba en la pareja tanto como su simpatía, su compromiso con la literatura y su generosidad para con todo el mundo y, sobre todo, los aprendices como yo. Era difícil determinar quién había leído más y mejor, y cuál de los dos decía cosas más agudas e inesperadas sobre libros y autores...."


lunes, 29 de febrero de 2016

Pasear. (Según Julio Cortázar)


Comentario #1: Para un día especial, una entrada especial.

Comentario #2: Si bien todo lo que leo referente a este hombre, tanto de su persona como todo lo escrito por él; quizá este texto sea con el que más identificado me he sentido con él.


Texto rescatado de una entrevista filmada. Extraido del libro "Cortázar de la A a la Z"
Publicado y editado por: Aurora Bernárdez y Carles Álvarez Garrica.




"Cada vez que paseaba en ese tiempo, cuando podía pasear por Buenos Aires, y cada vez que paseo aquí por París, solo, sobre todo de noche, sé muy bien que no soy el mismo que durante -todo- el día lleva una vida común y corriente. No quiero hacer romanticismo barato, no quiero hablar de estados alterados, pero es evidente que el hecho de ponerse a caminar por una ciudad como París o Buenos Aires de noche en ese estado ambulatorio en el que en un momento dado dejamos de pertenecer al mundo ordinario, me sitúa con respecto a la ciudad y sitúa a la ciudad con respecto a mí en una relación que a los surrealistas les gustaba llamar "privilegiada"; es decir que en ese preciso momento se producen el pasaje, el puente, las ósmosis, los signos, los descubrimientos. Y todo esto es lo que finalmente generó en gran parte todo lo que yo he escrito en forma de novelas o de relatos. Caminar por París -y por eso calificó a París como "ciudad mítica"- significa avanzar hacia mí. Pero es imposible decirlo con palabras: -Los sentimientos no se explican- en ese estado en el que -yo- avanzo como un poco perdido, como en una distracción que me hace observar los afiches, los carteles de los bares, la gente que pasa y establecer todo el tiempo relaciones que componen frases, fragmentos de pensamiento, de sentimientos, todo eso crea un sistema de constelaciones mentales, y sobre todo de constelaciones sentimentales, que determinan un lenguaje que no puedo explicar con palabras.




domingo, 8 de noviembre de 2015

Mis diez libros favoritos.


Esta entrada ya la venía prometiendo desde hace algún buen tiempo, (así como otras en las que ya vengo trabajando y que en estos días próximos se las estaré compartiendo) y la verdad ya la quería compartir con ustedes, pero además de que el hecho de ir escribiendo y compartiendo algunas entradas que he ido publicando que van naciendo en el proceso de estás escribiendo otras ("La vida es eso que te pasa mientras te empeñas en hacer otros planes" John Lennon) y la verdad para ser honestos hablar de mis libros favoritos como lo soy de lector ustedes comprenderán que no iba a ser nada fácil, sobretodo por todas las pasiones, recuerdos y hartas anécdotas que les puedo contar a raíz de haber leído algún libro que haya leído y que algo me haya pasado. Pues bueno para no aburrirlos tanto con esta introducción mía acá es presento mi decálogo de los libros que más amo.



1.-Rayuela - Julio Cortázar.
Sin duda alguna este libro tenía que ser mi número #1. De la loca y exquisita mente de uno de los hombres que más admiro precisamente por esa locura que nos conduce a navegar entre sus cuentos y esta novela en preciso, mi autor favorito (en nuestra lengua, ya más adelante les presentaré a mi autor favorito y el más grande de mis maestros) Julio Cortázar en esta novela nos invita a la locura, a suponer escenarios mientras vivimos perdiendo otros, para Oliveira todo es recuerdos, nostalgias, y no confrontar el presente doloroso mientras se está tirado sentado en la alfombra y recargado a la pared mientras se escucha un viejo disco de vinil de Charlie Parker en el sucio departamento de algún miembro del club de la serpiente. Es sin duda el libro que más me ha marcado, tanto en el como se ve la vida, como se debe de leer en realidad un libro (de la forma en que te de la gana) y lo que es el amor, el amor, verdadero, un amor incompleto y lleno de recuerdos, ese que yo tengo desde hace un buen rato. Me hizo tanto daño, pero es de esos dolores que al final comprendes que en lo que en realidad era, era amor desde el principio.


2.-La Tregua - Mario Benedetti.
Que les digo, este libro es perfecto, para empezar no pesa leerlo porque es prácticamente un diario, es como si leyeras una antología de poemas, un día puedes leer un cuarto de libro de un jalón, y pasar medio año para que vuelvas a agarrarlo sin que te hayas perdido en la historia. Santomé un embarga de ternura, pero también podemos meternos en sus zapatos al volverse a reencontrar con el amor, ese amor que viene con nombres tan distintos y a Benedetti se le ocurrió vestirlo en esta ocasión con una en verdad precioso, Laura Avellaneda (ya no podré mencionar el nombre de Laura sin acordarme antes de este maravilloso libro, aunque ustedes saben que yo soy más afecto a las Alejandras) Y aunque la verdad de Benedetti prefiero los poemas, este libro es miel, y al final como la vida misma nos clava un cuchillo, he de confesarles (porque dije que al escribir en mi blog jamás mentiría) que este ha sido el único libro que me ha hecho llorar, quieren saber porque, pues van a tener que leerlo.


3.-La Brújula.
Que les digo de este libro, en otras plataformas y mis redes sociales personales ya lo he comentado que este libro se convirtió para mi junto con el siguiente enlistado en unas especies de biblias, son libros con tantas sabiduría, tanta lógica y tanto amor que en verdad uno cambia su perspectiva tanto de la vida, la religión y el poder que tienen las personas en nuestras vidas, que uno no vuelve a ser el mismo. Estos dos libros involucran un viaje, el primero es a través del mundo encontrándose a uno mismo, y el segundo es un viaje interno para explicar las cosas que a veces suceden y no está en nuestras manos controlarlas o comprenderlas, y teniendo siempre fe de que al final todo se entenderá. Así que ya comprenderán porque me gustan tanto.

4.-La Cabaña.


5.-El Retrato de Dorian Gray - Oscar Wilde
Un libro bien intrigante, y tan exquisitamente escrito que en verdad uno no quisiera que se terminara nunca, más que el amor que siento por el libro, es el cariño y el recuerdo por la persona que me hizo leérlo, por acá les hablaré de esta persona.



6.-El Principito.
Que les digo de este libro, es uno de los más grandes amores que tengo en la vida (y más que nada también por esta edición en partícular de esta editorial). Quizá el libro más encantador y poderoso de todo el mundo (quizá más poderoso que la biblia misma, de eso ya les hablé por acá) y la verdad no creo que haya persona en este mundo que no lo haya leído, o quizá sí; quizá por eso el mundo vaya tan mal, casi puedo apostar, y lo firmó con la tinta de mi sangre (acordándome del buen Javier Blake y su canción favorita del género regional mexicano) que si todo el mundo leyera El Principito, tanto odio y tanta guerra terminarían ese mismo día.

Aquí mi copia de El Principito acompañada con un libro homenaje y una especie de
continuación por un argentino que al parecer ni siquiera es escritor de profesión pero que no por eso deja de ser también un libro encantador.

7.-El Viejo y el Mar - Ernest Hemingway.
Que les digo, este es el hombre que más ha logrado cautivarme con solo letras, palabras, sin una sola imagen a logrado poner cosas en mi mente que yo por si solo no las hubiera podido poner ahí, o si las hubiera leído en otra parte no hubieran aparecido con tanta intensidad y pasión. Quizá El Viejo y el Mar no sean tan intensos como Por Quien Doblan Las Campanas o Fiesta o Adiós a las Armas, pero que les digo, tengo una comunión exquisita con el mar y con otro libro que viene más adelante.


8.-París era una fiesta - Ernest Hemingway
Si otra cosa amo como amo al mar o a la carretera o a mi Durango o a la vida misma es sin duda a la La Belle Paris y quién mejor para narrarla que el joven y loco Ernest Hemingway y su más hermosa época, los locos años veinte, imaginarte al lado de Hemingway caminando por las calles parisinas (como ya lo hizo y no lo llevó a la pantalla Woody Allen en Medianoche en París) llenas de piedras, castaños y cafés, lluvia, humo y calor, es algo que no tiene precio, leer su primera impresión al ver la portada de El Gran Gatsby cuando Fitzgerald le presto uno de los cien ejemplares que había podido imprimir con todos sus ahorros, escucharlo amar a Ezra Pound, amar a Gertrude Stain y luego odiarla, el nerviosismo que le causaba Zelda Fitzgerald o la impresión que tuvo al conocer a Picasso, sin duda hace que todo amante de París y de Hemingway quieran tener este libro (aunque sea en PDF como su servidor al no poder encontrarlo en físico).



9.-La Divina Comedia - Dante
La Divina Comedia es sin duda también un libro que se cuece aparte, Dante en aquellos años logró crear un libro más que universal, logró crear un libro para el futuro, sin réplica después de tantos años de conocimiento y civilización, narra un infierno después de la muerte, pero el infierno se vive en el día a día, es un libro tan largo, pero se disfruta y te atrapa tanto que este si no se debería de terminar de leer jamás, quizá junto con Rayuela son de los libros que me arrepentí de leer justo al terminarlos, porque después de libros como estos dos, las expectativas son muchas, la vara queda muy alta ya que ningún otro libro te sabrá igual. Así que piensenlo y mejor leanlo cuando crean que van a morir - no es cierto :) -


10.-El Gran Gatsby - F. Scott Fitzgerald

El Gran Gatsby es un libro también por el cual siento mucho amor, en un inicio lo leí solo para poder ver la película, y aunque la película me gustó mucho, sin duda no tiene ningún punto de comparación con el libro, el libro es encantador, nos muestra literalmente esa dualidad de Fitzgerald al ser el al mismo tiempo el eterno enamorado Gatsby que espera por su Daisy a pesar del tiempo perdido y como orquesta todo para su regreso y que ella lo vea con ojos de amor a través de todas sus posesiones y grandes fiestas que solo los perdidos años veinte pudieron ver, y también es ese Nick Carraway que sueña con ser escritor y que es su único amigo. Con este libro me pasó una anécdota bastante chistosa al tratar de conseguir una copia física (la única que he visto física de este libro) y que al casi arruinarla, terminaron negándomela y no la pude conseguir, pero bueno, la historia de cualquier forma ya vive dentro de mí, así como todo lo vivido y leído en este mundo.



domingo, 21 de junio de 2015

Carta de Julio Cortázar a Edith Aron, "La Maga" (II).


París, 8 de marzo de 1978.


Querida Edith:



Tu carta no agrega nada nuevo, por desgracia, a una situación sin salida. Hace mucho que he dejado de entender lo que pasa con las ediciones alemanas, y sólo sé que Wittkopf trabaja en una antología de mis cuentos y que Fries traduce Rayuela. No tengo (ni quiero tener) ningún contacto directo con editores, que son siempre una fuente de líos. Y yo ya tengo demasiados líos en estos tiempos.
Sé que el problema con vos no se resolverá a pesar de cualquier esfuerzo, y que Sularkamp (ilegible) es una gigantesca máquina que no cambia su conducta una vez que la ha decidido.
Lamento que una vez más vuelvas sobre ese tema tan penoso para vos y para mí, pero te comprendo de sobra; solamente que ya es tarde para cambiar las cosas, y creo que tu correspondencia con Wittkopf te lo prueba de sobra.
Por favor, no vuelvas sobre el pasado, porque ya nadie quiere entender cosas tan complicadas y que parecen sin salida. Si yo puedo ayudar en el presente ya sabes que lo haré, pero esa historia detallada que me cuentas en tu carta no sirve más que para amargarte y amargarme. Y créeme que en estos tiempos la amargura es mi comida cotidiana. Hago lo que puedo por la Argentina y Chile, estoy continuamente en viaje para ayudar la causa de esos pueblos, y el resultado es siempre igual: tristeza y amargura. Y si el presente es así, ¿cómo agregarle el pasado y volver atrás en busca de arreglos que ya nadie entiende?
Me gustaría recibir de vos otro tipo de cartas. Hay tanto de vivo y de bello en tu persona, hay tantas cosas mejores que esa vuelta atrás en que te obstinas.
Espero que Joanna esté bien. Para vos, un abrazo fuerte y el cariño de


Julio

jueves, 18 de junio de 2015

Carta de Julio Cortázar a Edith Aron, la "Maga" (Fragmento)


Querida Edith:
                            
No sé si se acuerda todavía del largo, flaco, feo y aburrido compañero que usted aceptó para pasear muchas veces por París, para ir a escuchar Bach a la Sala del Conservatorio, para ver un eclipse de luna en el parvis de Notre Dame, para botar al Sena un barquito de papel, para prestarle un pulóver verde (que todavía guarda su perfume, aunque los sentidos no lo perciban).

  Yo soy otra vez ése, el hombre que le dijo, al despedirse de usted delante del Flore, que volvería a París en dos años. Voy a volver antes, estaré allí en noviembre. ( ... ) Pienso en el gusto de volverla a encontrar, y al mismo tiempo tengo un poco de miedo de que usted esté ya muy cambiada, ( ... ) de que no le divierta la posibilidad de verme. ( ... ) Por eso le pido desde ahora y se lo pido por escrito porque me es más fácil ( ... ) que si usted está ya en un orden satisfactorio de cosas, si no necesita este pedazo de pasado que soy yo, me lo diga sin rodeos. ( ... ) Sería mucho peor disimular un aburrimiento. ( ... ) Me gustaría que siga siendo brusca, complicada, irónica, entusiasta, y que un día yo pueda prestarle otro pullover.


miércoles, 13 de mayo de 2015

lunes, 20 de abril de 2015

El Épico Capítulo 7 de Rayuela


Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua....


Julio Cortázar



Imagen extraida de la película "Del amor y otros demonios" de Hilda Hidalgo, cuyo guión se inspiró en la novela homónima del escritor Gabriel García Márquez

miércoles, 18 de febrero de 2015

Así pensaba Julio Cortázar.


"....Yo soy muy vago para escribir, escribo cuando me da la gana y me tomo todo el tiempo que sea necesario. No soy un escritor profesional, soy un aficionado que escribe libros, he escrito algunos libros, unos cuantos pero me considero un aficionado y quiero considerarme un aficionado, es importante para mi no sentir la noción de profesionalización...."

"...Partiendo de la noción de horarios. No suelo tener ninguna noción de horario, me resulta insoportable la idea, nunca he querido; cuando tenía que ganarme la vida con algo que no tenía nada que ver con la literatura nunca -nunca- aguante los horarios siempre -me busque un tipo de empleo que supusiera dos o tres horas a lo sumo- aunque te pagaran muy poco porque luego después salías a la calle y eras tú-. Entonces en el trabajo literario es lo mismo yo no soy absolutamente nada disciplinado, cuando -cuando- estoy atrapado por un texto, por ejemplo tu ves que ahora hay un cuento que camina por algún lado que empecé a sentir hace algunas semanas y que ha continuado hasta aquí en este momento pero ya con algo más de obsesión. Entonces lo he estado escribiendo en estos días en diferentes pedazos de papel, va saliendo así sabes, por momentos, sin ninguna sugeción a horarios, porque de alguna manera el cuento ya está escrito lo que necesita simplemente es convertirse en idioma y ahí ese es mi trabajo, pero el cuento ya esta escrito, no tengo ningún temor, es decir podrían suceder diferentes interrupciones, tres semanas en que yo no pudiera escribir, pero no importa, el cuento ya está hecho lo terminaré en el primer momento en que tenga un café o un café donde se pueda escribir o un tren o un avión o mi casa. Entonces trabajo de una manera muy desperdigada, muy anárquica, sin ningún horario. Salvo, y ya no es una cuestión de horario sino una cuestión de obsesión lo que tu llamabas -etat second- una especie de estado hipnótico salvo cuando estoy llegando a, al punto central de lo que quiero decir porque en ese momento yo soy un poco la victima de lo que estoy haciendo, estoy poseído por lo que estoy haciendo y fíjate que cuando todo el final de Rayuela, fue escrito en condiciones físicas tremendas porque yo me olvidé del tiempo, no sabía si era de día o de noche. Recuerdo que mi mujer venía con un tazón de sopa o me decía: "Bueno, hay que dormir un poco", ese tipo de cosas durante varias semanas. Pero antes de eso habían pasado dos años en que yo no había hecho nada, escribía cosas sueltas así; un capítulo, otro. Pero hay un momento en que todo se concentra y ahí tiene que terminar."


En Charla con Joaquín Soler, presentador y periodista español.



Quise compartirles estas palabras que tengo muy grabadas en mi memoria de un fragmento de una de las tantas entrevistas que tengo guardadas del gran Julio Cortázar en la que habla de algo que en estos últimos días he estado experimentando. Y es que aunque ya una vez lo había experimentado por unos cuantos días (para ser preciso cuatros) cuando terminaba de escribir mi primera novela solía acostarme a las cuatro de la mañana y me levantaba a las siete para seguir escribiendo, y es que como dicen las palabras de Julio Cortázar eso es lo que una vez más me ha estado pasando en estos días, uno no almuerza, come y cena más que esa parte de la historia que une y hace que todo lo que has escrito por meses o incluso años tenga sentido, si esta parte no te hiciera de ella, si no te metiera literalmente a la historia, si no te sintieras y estuvieras viviendo lo que narra la historia, esta como tal no tendría sentido. Pues estos días he estado justamente así, en el trabajo aunque lo hago como siempre he tenido que hacerlo más rápido y bien para seguir escribiendo en pequeños pedazos de papel, he estado durmiendo hasta muy tarde y aunque es una historia que hace años tenía en la mente y había escrito un poco de ambas partes pero hasta hace unos días de la nada me vino de golpe esa parte que conectaba a todo. Y ahora ya no puedo pensar ni en planes futuros ni en viajes ni en comer ni en dormir. Solo en escribir, pero que les digo, la verdad esta sensacion es la que más me hace sentir vivo.

Y aunque mi pretención es estár desconectado por un rato trataré de estar en contacto lo más posible por este medio, ya que por las otras redes sociales si pienso "desaparecer" porque al final son las que absorben todo mi tiempo, y mi blog sólo me roba noches y ratos de inspiración, pero la inspiración no es como el tiempo, la inspiración si regresa, el tiempo no.




martes, 9 de diciembre de 2014

Pizarnik con la tinta-pluma de Cortázar (5)


Con tanta publicación que he hechop en estos últimos días de la que yo considero "La pareja del siglo" los haría pensar que se celebra el aniversario luctuoso o del nacimiento de alguno de estos dos grandes de las letras de nuestros tiempo. Uno hizo con la narrativa y las letras en general lo que quiso, y la otra; experimento con la poesía de tal manera que esta la hizo ver que definitivamente, "Una vida no es suficiente":

Ahora para cerrar con broche de oro las cartas y publicaciones que hago sobre Julio Cortázar y Alejandra Pizarnik (su ale) les comparto este homenaje bellisimo que le hace Cortázar a Alejandra Pizarnik después de su suicidio


AQUÍ ALEJANDRA


Bicho aquí,
aquí contra esto,
pegada a las palabras
pegadate reclamo.

Ya es la noche, vení,
no hay nadie en casa

salvo que ya están todas
como vos, como ves,
intercesoras,

llueve en la rue de l'Eperon
y Janis Joplin.

Alejandra, mi bicho,
vení a estas líneas, a este papel de arroz
dale abad a la zorra,
a este fieltro que juega con tu pelo
(Amabas, esas cosas nimias
aboli bibelot d'inanité sonore

Venga, las gomas y los sobres
Venga, una papelería de juguete
Venga, el estuche de lápices
Venga, los cuadernos rayados)

Vení, quedate.
tomá este trago, llueve,
te mojarás en la rue Dauphine,
no hay nadie en los cafés repletos,
no te miento, no hay nadie.

Ya sé, es difícil,
es tan difícil encontrarse

es tanteste vaso es difícil,
es tanteste fósforo,

y no te gusta verme en lo que es mío,
en mi ropa en mis libros
y no te gusta esta predilección
por Gerry Mulligan,

quisieras insultarme sin que duela
decir cómo estás vivo, cómo
se puede estar cuando no hay nada
más que la niebla de los cigarrillos,
como vivís, de qué manera
abrís los ojos cada día

abris loNo puede ser, decís, no puede ser.

Bicho, de acuerdo,
vaya si sé pero es así, Alejandra,
acurrucate aquí, bebé conmigo,
mirá, las he llamado,
vendrán seguro las intercesoras,
el party para vos, la fiesta entera,

el partyErszebet,
el partyKaren Blixen

ya van cayendo, saben
que es nuestra noche, con el pelo mojado
suben los cuatro pisos, y las viejas
de los departamentos las espían

burbujLeonora Carrington, mirala,
burbujUnica Zorn con un murciélago
burbujClarice Lispector, agua viva,

burbujas deslizándose desnudas
frotándose a la luz, Remedios Varo
con un reloj de arena donde se agita un láser
y la chica uruguaya que fue buena con vos
sin que jamás supieras
su verdadero nombre,

qué rejunta, qué húmedo ajedrez,
qué maison close de telarañas, de Thelonius
que largaonhermosa puede ser la noche
con vos y Joni Mitchell
con vos y Hélène Martin
con vo,con las intercesoras

animulaon las iel tabaco
vagulaon las iaAnaïs Nin
blandulaon las vodka tónic

No te vayas, ausente, no te vayas,
jugaremos, verás, ya están llegando
con Ezra Pound y marihuana
con los sobres de sopa y un pescado
que sobrenadará olvidado, eso es seguro,
en un palangana con esponjas
entre supositorios y jamás contestados
etelegramas.

Olga es un árbol de humo, cómo fuma
esa morocha herida de petreles,
¿Ves by Natalia Ginzburg, que desteje
¿Ves bel ramo de gladiolos que no trajo.

¿Ves bicho? Así. Tan bien y ya. El scotch,
Max Roach, Silvina Ocampo,
alguien en la cocina hace café

alguiensu culebra contando
alguenidos terronesontun beso
algueinLéo Ferré

No pienses más en las ventanas
el detráses masel afuera

Llueve en Rangoon--

Llueve en Rangoon--Y qué.

Aquí los juegos. El murmullo

Aqui lo(Consonantes de pájaro
Aqui lovocales de heliotropo)

Aquí, bichito. Quieta. No hay ventanas ni afuera
y no llueve en Rangoon.
Aquí los juegos.

Julio Cortázar y Alejandra Pizarnik. (su alejandra) La pareja del siglo sin ser una pareja. (4)


De pronto lo miró y le dijo: la Maga soy yo. Se lo dijo al mismísimo Cortázar, al autor de Rayuela, al dueño e inventor del personaje. La poeta Alejandra Pizarnik se lo dijo a su amigo Julio Cortázar. En París. La Maga soy yo. El escritor sonrió apenas y no hizo comentarios. ¡Tantas supuestas musas le habían dicho lo mismo! Ser la Maga para ellas quería decir muchas cosas. Vivir todo el tiempo en estado de exaltación lírica, ser amadas hasta el fin por los mejores varones, apretar el tubo del dentífrico por la mitad y no desde abajo como recomiendan los bien nacidos, transcurrir por las calles alegremente, sin rumbo, sin horarios, sin religión. Ser la Maga era soñar en colores. Era también disfrutar de Mozart sin saber quién es Mozart. Ser valiente. Inclinarse siempre para el lado de la sed. O bañarse desnuda con agua de lluvia en una plaza pública. O tener amigos altos y barbudos como, por ejemplo, Cortázar.

Alejandra y Julio se conocieron tal vez en Pont des Arts, una mañana, casi por accidente. Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos. Casi no hablaron. Pero se enamoraron con esa mezcla de asombro y distancia que suele unir a los amigos. Alejandra estaba sola y se sentía sola; había viajado a Europa luego de atravesar por un cúmulo de frustraciones. Muy pronto se hicieron evidentes, entre ellos, grandes y sutiles afinidades. La verdad no está en los libros sino en la piel, en las miradas, en las ramas de los árboles, en los puentes sobre el río neblinoso y en las amadas palabras cotidianas. La amistad se fue cocinando mediante una infinidad de gestos de extrema delicadeza y con una mutua actitud de ternura vigilante.

Un día, como una golondrina que anuncia la coronación a quien ya es rey, Alejandra le dijo a Cortázar que la Maga era ella. El hombre la dejó hablar. La quería demasiado como para contradecirla. Al mismo tiempo no demoró en ayudarla a ingresar al exclusivo mundo parisino. Siempre la consideró una gran poeta. En 1973 hasta le había dado el manuscrito de Rayuela para que se lo pasara a máquina y pudiera, de paso, ganarse unos pesos. Una tarde de lluvia, en un café de Saint Michel, ella le leyó una especie de breve manifiesto literario. “La poesía –le dijo– es el lugar donde todo sucede. A semejanza del amor, del humor, del suicidio y de todo acto profundamente subversivo, la poesía se desentiende de lo que no es su libertad o su verdad.” Cortázar les temía a las sentencias. Al cronopio le encantaba la palabra subversión. Pero no le gustaba la palabra suicidio, implícita en casi todo el discurso de su amiga.

¿Amó Pizarnik a Cortázar? Es dificil saberlo. Aunque al menos es probable que soñara con esa posibilidad. La relación que los unió fue suficientemente íntima como para imaginar entre ellos un amor espontáneo y sin pactos, como un resplandor. Después, acaso pensando en su amigo, ella escribió algo sobre las cartas, el amor y los silencios. “Ahora mis pasos de loba ansiosa en derredor del círculo de luz donde deslizan la correspondencia. Sus cartas crean un segundo silencio más denso aún que el de sus ojos desde la ventana de su casa. El segundo silencio de sus cartas da lugar al tercer silencio hecho de falta de cartas. Toda la gama de silencios en tanto de ese lado beben la sangre que siento perder de este lado. No obstante, si no sintiera esta correspondencia vampírica, me moriría de falta de una correspondencia así. Alguien que amé en otra vida, en ninguna vida, en todas las vidas. Alguien a quien amar desde mi lugar de reminiscencias, a quien ofrendarme, a quien sacrificarme como si así cumpliera una justa devolución o restableciera el equilibrio cósmico.”

lunes, 8 de diciembre de 2014

Cortázar y Pizarnik (3)


Carta de Julio a Pizarnik


París, 9 de septiembre de 1971



Mi querida, tu carta de julio me llega en septiembre, espero que entre tanto estás ya de regreso en tu casa. Hemos compartido hospitales, aunque por motivos diferentes; la mía es harto banal, un accidente de auto que estuvo a punto de. Pero vos, vos, ¿te das realmente cuenta de todo lo que me escribís? Sí, desde luego te das cuenta, y sin embargo no te acepto así, no te quiero así, yo te quiero viva, burra, y date cuenta que te estoy hablando del lenguaje mismo del cariño y la confianza –y todo eso, carajo, está del lado de la vida y no de la muerte. Quiero otra carta tuya, pronto, una carta tuya. Eso otro es también vos, lo sé, pero no es todo y además no es lo mejor de vos. Salir por esa puerta es falso en tu caso, lo siento como si se tratara de mí mismo. El poder poético es tuyo, lo sabés, lo sabemos todos los que te leemos; y ya no vivimos los tiempos en que ese poder era el antagonista frente a la vida, y ésta el verdugo del poeta. Los verdugos, hoy, matan otra cosa que poetas, ya no queda ni siquiera ese privilegio imperial, queridísima. Yo te reclamo, no humildad, no obsecuencia, sino enlace con esto que nos envuelve a todos, llámale la luz o César Vallejo o el cine japonés: un pulso sobre la tierra, alegre o triste, pero no un silencio de renuncia voluntaria. Sólo te acepto viva, sólo te quiero Alejandra.
Escribíme, coño, y perdoná el tono, pero con qué ganas te bajaría el slip (¿rosa o verde?) para darte una paliza de esas que dicen te quiero a cada chicotazo.



Julio



Un año después, la poetisa se quitaría la vida con una sobredosis de seconal sódico en su día de salida del psiquiátrico. Tenía treinta y seis años.


De Pizarnik a Cortázar (2)


Carta de Pizarnik a Cortázar después de su primer intento de suicidio


“Julio, fui tan abajo. Pero no hay fondo.
Julio, creo que no tolero más las perras palabras. La locura, la muerte. Nadja no escribe. Don Quijote, tampoco.
 Julio, odio a Artaud (mentira) porque no quisiera entender tan sospechosamente bien
 sus posibilidades de la imposibilidad.
 Me excedí, supongo. Y he perdido, viejo amigo de tu vieja Alejandra que tiene miedo de
 todo salvo (ahora, ¡Oh, Julio!) de la locura y de la muerte. (Hace dos meses que estoy en el hospital.
 Excesos y luego intento de suicidio -que fracasó, hélas).

P.D. En el hospital aprendo a convivir con los últimos desechos. Mi mejor amiga es una sirvienta de 18 años
 que mató a su hijo.”

—Alejandra

martes, 26 de agosto de 2014

100 Años con Julio Cortázar

"Desde mi punto de vista los cronopios son como el amor, como la poesía; son seres que están entre nosotros, respiran de nuestro mismo aire y hablan a través de nuestras bocas y escriben a través de nuestras palabras, pero no tienen vida; es un tanto como una epifanía, no tienen un tiempo definido como tal, si el tiempo es relativo para los que vivimos y amamos para ellos el tiempo no es un limite. Pueden desaparecer durante toda tu vida adulta y de repente volver tan vivos y tan amigos al leer una carta de un viejo amor de infancia y sonreír junto a ti como cuando tenías cinco años. Los cronopios, así como el amor, o la esperanza, o la fantasía, o la ilusión, o la poesía; desaparecen, pero nunca mueren...."


Dije que las entradas a este blog las haría quincenales por ser nuevo en este mundo, pero la verdad es que este día no podía dejar de escribir y postear esto que en verdad es sumamente importante para mi. Pues el día de hoy celebramos y festejamos el natalicio numero cien del que para mí es el escritor más fantasioso y más rebelde y más anarquista a la hora de escribir y crear nuevas puertas, nuevos mundos, nuevas posibilidades, esa posibilidad de ver la vida a través de lo que no pasó y de la añoranza de la distancia entre uno y la tierra, y uno y las viejas andanzas por un corredor oscuro a altas horas de la madrugada por esa París que el solo vio y que ya jamás nadie recordara como tal. Un hombre flaco, muy alto y con manos larguísimas como lo describiría Mario Vargas Llosa, el cual fue una de sus íntimos amigos mientras los dos estuvieron en París, que me ha influenciado demasiado como pocos en las letras y en mi vida, como Hemingway, o Fitzgerald, o Cerati o Lennon. Cortázar me ha marcado como nadie a la hora de escribir y de lo que tengo que escuchar a la hora de escribir. Desde siempre presumiéndonos y enseñándonos esas hermosas estrofas de trompeta a la hora de seguir el swing (también el swing de la vida) en alguna pieza de Jazz de Louis Armstrong o de Charlie Parker en el que no se puede hacer mas que recordar a la mujer amada bailando con nosotros, esa con la que se llegaba a pasear bajo la lluvia oliendo esos aromas tan penetrantes a la memoria de los eucaliptos, casi tan penetrantes como los castaños en un abril rojo en París, solo quedaba mover cabeza y pies a este ritmo, si se tenía dinero, acompañarlos con una botella de Whisky o vino tinto a la hora de escribir; si no, un café o un mate o solo una taza de te. Hace un año justo cuando Rayuela cumplía su primer medio siglo de vida, yo terminaba de escribir mi novela, así que como sabrán y como el propio Cortázar decía: "Las casualidades no existen".



Julio Cortázar en su vida adulta.



Señores, rindo tributo y honor a quien honor merece, a mi maestro y querido Julio Cortázar.


Un día como hoy pero de 1914 (Hace 100 años) mientras las tropas alemanas invadían Bélgica y gran territorio de la Europa oriental, en un pequeño hospital de Ixelles, suburbio ubicado en la zona sur de Bruselas, capital del país; la señora María Herminia Descotte daba a luz al recién nacido en aquél entonces Julio Florencio Cortázar Descotte, mejor conocido como el Gran Julio Cortázar. Siendo su padre el señor Julio José Cortázar. Julio Cortázar siempre describió su nacimiento como, y lo digo con sus palabras propias: "Mi nacimiento se dio en circunstancias nada extraordinarias, pero si un tanto pintorezcas." Su padre al ser un diplomático de la Argentina en aquel entonces podía haber estado ese día en Guatemala o en Singapur, Cortázar también llegó a decir en una infinidad de entrevistas como él lo dijo: "Mi nacimiento fue un producto del turismo y la diplomacia".
Hoy hace 100 años nacía, tal vez ya teniendo criterio desde aquel entonces el propio Julio Cortázar y su propia madre ya que desde temprana edad encontró el amor por las letras al ser un niño enfermizo que no salía mucho de la cama y al ser un poco retraído al no tener facilidad para hacer muchos amigos, encontró refugio en los libros de Edgar Allan Poe, Julio Verne, Ernest Hemingway y su mismo compatriota Jorge Luis Borges; Julio Cortázar llegó a ser en la cultura y literatura latinoamericana una figura que difícilmente será sustituida y que llegaremos a encontrar una vez mas si no es en sus libros o en su famosísimo personaje Horacio Oliveira. Maestro de muchos, inspiración para otros (como para Eliseo Subiela al basar en el mismo Julio el personaje principal de su mas grande película "El Lado Oscuro Del Corazón" la historia de este poeta que busca y espera encontrar a la mujer perfecta con la que pueda compartir y crear esta poesía que solo la magia del amor puede crear; que pueda hacer a los cuerpos y almas entrelazarse, volar), el guarda llaves de un mundo que solo su obra nos permitió ver, a través de sus cuentos cortos, su poca pero muy rica poesía que nos quiso compartir, sus magnificas novelas, entre ellas la mas grande que a dado el habla española solo detrás de "El Quijote de la Mancha" de Miguel de Cervantes Saavedra. Dueño de las letras como muy pocos se han adueñado de ellas, inventar un nuevo lenguaje, el lenguaje Gliglico, en el que el amor, la poesía, la sensualidad y la sexualidad quedan explicitas, no hay que ser bilingüe o saber muchos idiomas para entender el lenguaje de amor que Cortázar nos enseñó y nos regaló. Van a pasar 100 años y pocos seremos los elegidos para leerlo, pocos seremos los tocados, y ojalá fuéramos varios, van a pasar 100 años y el cronopio mayor seguirá siendo mas joven. Cambiar la "k" por la "c" o escribir amor con "h" (porque la "h" es muda al igual que el verdadero amor) razón por la cual quizá nunca fue merecedor a un premio nobel a la literatura (y como él lo dijo también alguna vez, nunca le interesó un reconocimiento como tal ni mucho menos la consagración o el ser llamado un gran escritor ya que el no se sentía escritor, simple y llanamente escribía) Dueño de una de las cartas más hermosas que he leído, escrita para su Alejandra, un hombre que encontró en el amor a una mujer que el sabia imposible, y en la nostalgia de su querido país, la forma mas elevada y sublime de jugar y hacer en verdad literatura de otro mundo, muy pocos llegaron a engrandecer la literatura y la cultura como tal con una novela, encontró al amor de su vida en su mejor amiga, se caso con tres mujeres, amo a cinco, y todas volvían a él ya fuera para cuidarlo antes de su muerte o en forma de letras, literatura, o capítulos de novela. Escribo estas palabras porque es muy notoria la influencia que este hombre a tenido en mi, desde que leí Rayuela he entendido muchas cosas de la vida, como se vive mas emoción internamente al ir caminando por un callejón hermosamente iluminado sin hablar y recordando algo, el recuerdo y las luces de las farolas del siglo XIX embellecen mas las cosas, aunque no sean reales. Por mucho mi escritor favorito, un hombre que odiaba la guerra, pero no mas que la idea de saber que los hombres después de vivir dos guerras mundiales no supieran vivir como hermanos y la indignación de saber que aun haya países que querían controlar a los pequeños gobiernos solo para tener mas poder y dinero. Así que solo queda decir "Por un mundo lleno de cronopios, aunque el cronopio mayor siga observándonos desde sus paginas"....





Obra y vida. Julio Cortázar.



Ahora los dejo con este capítulo de Rayuela que si bien no es de los más conocidos, o de los más leídos o de los más buscados o más sonados, es uno que a mi me encanta y que es de los que más me ha marcado como pocas cosas marcan la piel y el alma. Y en seguida les comparto algunas imágenes de capítulos y frases significativas de está maravillosa novela.


Capítulo 82 - Rayuela
Morelliana.
¿Por qué escribo esto? No tengo ideas claras, ni siquiera tengo ideas. Hay jirones, impulsos, bloques, y todo busca una forma, entonces entra en juego el ritmo y yo escribo dentro de ese ritmo, escribo por él, movido por él y no por eso que llaman el pensamiento y que hace la prosa, literaria u otra. Hay primero una situación confusa, que sólo puede definirse en la palabra; de esa penumbra parto, y si lo que quiero decir (si lo que quiere decirse) tiene suficiente fuerza, inmediatamente se inicia el swing, un balanceo rítmico que me saca a la superficie, lo ilumina todo, conjuga esa materia confusa y el que la padece en una tercera instancia clara y como fatal: la frase, el párrafo, la página, el capítulo, el libro. Ese balanceo, ese swing en el que se va informando la materia confusa, es para mí la única certidumbre de su necesidad, porque apenas cesa comprendo que no tengo ya nada que decir. Y también es la única recompensa de mi trabajo: sentir que lo que he escrito es como un lomo de gato bajo la caricia, con chispas y un arquearse cadencioso. Así por la escritura bajo al volcán, me acerco a las Madres, me conecto con el Centro -sea lo que sea. Escribir es dibujar mi mandala y a la vez recorrerlo, inventar una purificación purificándose; tarea de pobre shamán blanco con calzoncillos de nylon.




Capítulo Uno


Capítulo Siete


"Ven a dormir conmigo: no haremos el amor, él nos hará"


"Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos"