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miércoles, 9 de septiembre de 2020

La flor, Mariano Llinás. 2018


La flor es una película argentina del año 2018, cuya principal premisa, importancia, o cosa que la hace notar, es el hecho de que es una película que tiene una duración de 14 horas. Si, tal y como lo leen acá, es una película que dura 14 horas, y que la verdad desconozco, si alguna ocasión, en algún lugar, a logrado ser proyectada completamente.

La escribo y comento muy brevemente por varios motivos, el primero, porque tengo muchos amigos blogueros y lectores argentinos de los cuales me gustaría saber si tenían entendimiento o idea de esta película. Varios de esos amigos son muy cinéfilos, algunos no tanto, pero quizá supieron sobre la misma, el punto es que es una película que a mí me parece en primer lugar muy valiente y loable, y en segundo lugar muy loable.

La película se divide prácticamente en seis partes, seis historias que en apariencia no tienen nada en común, salvo el hecho de ser protagonizadas por las mismas cuatro actrices (todas muy encantadoras, por cierto), y comento el hecho de que "en apariencia" no tienen nada que ver, porque en realidad todas las partes, salvo la quinta, que luego del cuarto episodio, uno se da cuenta del porque esa quinta parte que rompe un poco el molde, si están conectadas, y tratan sobre la misma cosa: una sociedad secreta integrada por estas cuatros musas.

Las cuatro primeras partes comienzan pero no tienen final, o terminan en una encrucijada, si así prefieren pensarlo, la quinta como ya lo mencioné, es una historia aparte; y la sexta parte no tiene comienzo, pero es el final perfecto para todos los capítulos, pues es una especie de liberación.

El primer episodio, en palabras del director, es una especie de película clase b de las que los norteamericanos sabían hacer con los ojos cerrados y hoy día ya no pueden hacer mas (salvo contadas excepciones, como la extraordinaria Under the silver lake), sobre una momia extraída en una excavación y que llega a hacer destrozos en un laboratorio. La segunda, un musical sobre una relación fallida entre dos estrellas de la música, un hombre en declive y una joven en ascenso, todo esto mientras se orquesta un ataque por parte de un grupo secreto de italianos. El tercero, que es el más extenso, y diverso, y grandioso, y que prácticamente contiene de todo, es una especie de thriller sobre asesinas y asesinos, hablado casi en su totalidad en francés, la cuarta parte, y para mí la más significativa, que al principio de la película, y en palabras del director, no sabe muy bien de qué va, es en realidad un poco la experiencia y la historia de como surge la idea en si de la película (en este cuarto episodio se hace referencia a la misma película con el nombre de "La araña"). El quinto capítulo, que al igual que el sexto, es muy corto, es un trabajo en blanco en negro influenciado por una película francesa sobre un día de campo, y yo me atrevería a decir que también bastante influenciado en Howard Hughes. Y el sexto es un trabajo un tanto influenciado en el cine mudo y una fotografía que yo encajaría incluso en el término de "estenopeica" por el tratamiento que se le da a la textura de la imagen por los filtros con los que se trabaja, la cual está inspirada en una pintura sobre unas mujeres cautivas por un grupo de salvajes en Argentina, o algo por el estilo.

Cuando yo terminé de ver la película, luego de un par de meses (vi las primeras dos partes y una parte del episodio tres, y luego dejé de verla varias semanas, por cuestiones de mudanza, y cuando la retomé ya no la dejé, pero en total se podría decir que las 14 horas las distribuí en 8 sesiones), decidí, y me dí cuenta que escribir sobre ella, o tratar de hacer un análisis para desglosar, analizar, y recomendar esta película, era imposible. Y no porque no lo merezca, o no valga la pena, sino todo lo contrario. Pero considero que para hablar sobre una obra tan importante, o mayor (esto me pasa últimamente mucho con los grandiosos documentales que he visto, y que me lleva mucho tiempo escribir sobre ellos, o tratar de escribir sobre ellos, y que muchas veces no consigo hacerlo) el texto o el análisis debe estar a la altura de la obra.

De modo que con esta base, sólo hago, con este texto, una invitación a que ustedes traten de buscarla, y verla en la medida de lo posible, es una obra completísima, que tiene de todo. Por mi parte yo acá les comparto, desde mi canal de Youtube, mis partes favoritas de la película, que no son las únicas, pero estas cuatro son las más. Hay partes en la película que son realmente magistrales, también las hay, como en toda obra, y más en obras de tanta duración, partes que decaen, que no son tan extraordinarias, o sublimes, incluso partes burdas, malas e incluso risorias (aunque algunas acá en la película cumplen la función que las escenas desfasadas en Museo), pero la película en lo general me parece una obra de arte, si no lo fuera, no habría sido la gran ganadora de BACIFI en su momento.

De modo que sin más, los invito en primera instancia, en ver estos fragmentos, y enseguida, a tratar de buscar la película, que seguro andará por la web. Que de igual manera, sino lograran conseguirla, cuestión de que me lo comentes y podemos resolver eso.











martes, 22 de noviembre de 2016

Stubborn Love (o mi amor por la carretera y las canciones que me recuerdan a esta)



The Lumineers es uno de los grandes descubrimientos que hice este año en cuanto a música se refiere; y una banda que me recuerda montones la carretera, mas que los viajes que hice este año, me recuerda la carretera; porque fue la banda que puso su granito de arena en ambos trayectos que me llevarían a destinos desconocidos, a hacer un poco de lo que soy y cambiè en este año.

Este año hice un par de viajecitos, cosa que no hacía hace mucho tiempo, bueno, en realidad nunca había salido dos veces de vacaciones en un año, pero me recordó mucho cuando hace años por cuestiones de trabajo si salía muchas veces a carretera, esa carretera que en sus horas interminables de travesía nos da tanto. Y aunque fueron muy cortitos este par de viajes quizá si sean de los mas significativos que he hecho en la vida, el primero por las personas, y el segundo por la experiencia y el cine. Y es que el otro día participando en una dinámica de mi blogger favorita Sindrome Coleccionista, donde teníamos que compartir algunas de nuestras fotos favoritas, o de las que nos sintiéramos muy orgullosos yo escogí un par de viajes que he hecho, una era del primer viaje que hice este año en donde le explicaba como mientras la tomaba yo había dejado de prestar atención a la cámara para ver en la distancia a la gente a la que se la tomaba, y coincidimos en el hecho que las fotografías, la música, los aromas, los olores, todo lo que involucre los sentidos; son maquinas de tiempo y de felicidad infalibles, y en hora buena diría Julio Cortázar.

Y ahora si que con la esperanza de que el año que entra, pueda hacer un par de viajecitos mas (que mas quisiera yo que fueran cuatro mas, así fueran muy cortitos de dos días aunque fuera, pero mis vacaciones no me da para tantos días) espero The Lumineers me siga acompañando y me sigan haciendo soñar y crear mas y mejores recuerdos.




"Cinco minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo...."
Mario Benedetti


























martes, 1 de septiembre de 2015

(Aviones) Nunca dejan de salir esas mariposas


Estoy a punto de subir a un avión para por fin tomarme unas vacaciones que este año ya me hacian falta, y aunque vuelvo a un lugar que es tan mio como yo de él, y del cual ya les he hablado montones de veces y siento hasta tonto el hecho de volver a nombrarlo, y aunque estoy seguro que volveré de él con algo más que montones de fotos, montones de nuevos y viejos recuerdos, con viejos y nuevos amigos y vieja y nueva familia; eso no es lo que más me sorprende al principio de este viaje, de hecho por unos momentos he olvidado incluso el viaje mismo. Y es que al momento de llegar al aeropuerto (desde donde les estoy escribiendo esto y espero que sea la última nota que les escribo en tres semanas) empecé a sentir algo que hace mucho tiempo no sentía, y eso que hace mucho tiempo que no sentía son esas peculiares mariposas en el estómago.

Esas mariposas que sentí la vez que volví a ver a Nanci, la primera vez que me dio un beso Jhovana, la primera vez que vi a Ale, la primera vez que metí un gol de tiro libre bajo la lluvia, cada vez que expuse en la preparatoria, cada vez que salíamos a concursar en el coro de la primaria, en las dos obras de teatro que participé en la secundaria, la primera vez que participé en una carrera y nos chocaron, la primera vez que hice el amor, la primera vez que tuve sexo, aquella escena que viví de la película "500 días con ella", el primer atardecer que vi en el mar, el primer (y único) amanecer que me tocó despertar en Loreto, la primera vez que me dijeron "te quiero", la primera vez que me atreví a decir "te quiero". Esas mismas mariposas que seguramente sentí el día que nací, la primera vez que vi a mi mamá, a mi abuelita, a mis tías, la vez que fui a Disneyland, la vez que entré al estadio de Los Dodgers, la primera vez que me subí a un avión, que me subí a la rueda de la fortuna, que hice un largo viaje de carretera, y seguramente las mismas mariposas que sentiré al ver la Torre Eiffel o minutos antes de morir al recordar todo esto.

Y es que a lo largo de la vida cada vez que aparecen esas mariposas tan "molestas" por lo general es cuando estamos viviendo algo que nos saca de nuestra zona de confort, de la cotidianidad, ya sea algo bueno o que esperemos o que disfrutemos, o porque no también algo que no conozcamos, algo que nos de miedo, algo inesperado. Esas mariposas nos hacen recordar de alguna manera que seguimos vivos y que aun seguimos siendo aquellos niños que se sorprendían viendo una guerra de golondrinas contra abejas. Y aunque la verdad en los últimos años se habían ausentado por mucho tiempo, o si llegaban a aparecer la verdad no las sentía como en mi juventud, hoy me han hecho recordar que cada vez que aparecen esas mariposas es para precisamente recordar que, el día que dejemos de sorprendernos de la vida y dejemos de sentir esas mariposas, ese día estaremos muertos. Hoy estoy vivo, y espero que durante las siguientes dos semanas sea el hombre más vivo y feliz del mundo, ya después la vida misma me dirá si seguimos con esta relación o no.