Producciones "La Vieja Escuela" Presentan:

miércoles, 20 de agosto de 2025

Pensamientos derivados de "Tú me abrasas".





No somos obra de los dioses, sino de los microbios muy sensibles.

¿Qué sería del cine argentino sin el recurso de la repetición en la obra de Matías Piñeiro? Probablemente un ente incompleto.

Una vez más el autor argentino hace una película que lleva al límite el lenguaje cinematográfico y la involucración del espectador. Una redefinición del voyerismo.

Jugamos a rozar las cosas.

"Tú me abrasas" es como un diario de viaje buscando la vida, y en el acto esa búsqueda, se convierte en una película, y la búsqueda de esta a través de unos poemas (o fragmentos de poemas en su mayoría) de Safo y el capítulo "Espuma del mar" del libro "Diálogos con Leucó" de Cesare Pavese, crean a partir de su puesta de cámara ante el mundo real, y que se transforma en el registro de la lente, la luz y la textura de la película.

¿Qué es un deseo que se esfuma? [...] Deseo y después busco.

Las imágenes capturadas por la cámara son de naturaleza cotidiana: paisajes en plano general, páginas de libros en primeros planos, dos mujeres (la propia Sago y Britomartis, que a su vez pueden ser muchas mujeres que se encuentran en el viaje que es la vida, y que siempre han sido de vital importancia en el cine de ficción de Matías) que parece charlan en lo cercano y en la distancia. Pero el montaje (y unas preciosas piezas musicales que aparecen de vez en vez) eleva dichas imágenes a un estado de arte en esencia pura.

Y si no sentís amor
pronto querrás amar
aunque no te correspondan


Matías recrea mitología griega en nuestros tiempos, porque la historia y la vida; son repetición.

-Entonces, ¿aceptas el destino?
-No lo acepto, lo soy. Nadie lo acepta.

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