Producciones "La Vieja Escuela" Presentan:

viernes, 10 de septiembre de 2021

Sobre amores intensos que no quisieran serlo.


La única manifestación de amor de pareja que conozco es la intensa. Esa que se extingue como vela en una noche de huracán.

Esa intensidad que no es más que la máscara para ocultar un fuente de amor que está limitado por la realidad, la vida, el tiempo, las palabras, lo efímero, lo perdurable; amor incomunicable más que con miradas que hacen que uno olvide el mundo allá afuera, hipnotizados por la idea de una fuga de dos a encender las estrellas más remotas de la galaxia a besos. Caprichosa y endemoniada forma de amor que los que amamos con profundidad quisiéramos durara y fuera bella por siempre. Pero si no tuviera fin, ¿sería igual de bella?

Amores desprendidos que cuando se prenden no les importa morir de felicidad, de placer, de dolor, de amor.

Amores intensos sin vigencia, sin contrato, sin temporalidad. Amores a los que les da lo mismo esperar meses por dos días enteros sin salir del colchón. Amores que quisieran ser normales con caminatas los domingos en el parque, visitas a la casa de los suegros; sin tener que esconderse, sin sentir que ofenden a dios por tanta pasión que transpiran. Para al final tener la clásica historia [de amor] en la que ella se salva y encuentra al "hombre ideal" para formar una familia, y él se queda [solo] esperando a volver a prender la llama hasta que esta se esfume y se canse...
Y vuelve a escribir.





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