Producciones "La Vieja Escuela" Presentan:

jueves, 6 de febrero de 2020

El lamento de los cetáceos de cristal.




El pasado jueves 30 de enero en el recinto de la Alianza por la lengua Francesa de La Paz, tuvo su presentación el libro Charlas de café, vol. III, de la editorial jalisciense Proyección Literaria.

La presentación del libro tuvo lugar en La Paz, debido a que uno de los muchos autores que aparecen en la magnífica compilación (la mayoría de la ciudad de Guadalajara) es un reconocido artista multidisciplinario radicado en nuestra ciudad: Daniel Olimón.

Autodidacta en más de un sentido, aunque no se jacta de una virtud omnipotente, sino que sabe apreciar y hacer mención a quien le ayudó a pulir su arte, Daniel Olimón colabora en este libro con su extraordinario poemario El lamento de los cetáceos de cristal, pero plus adicional a esto, porque muchos se preguntarán: ¿Por qué escribir sobre un poema en un espacio dedicado al cine? En primera, porque todo arte se conecta, y la poesía y el cine han tenido una relación desde siempre muy estrecha. Mencionar sólo algunos ejemplos destacados de cómo el cine y la poesía han comulgado en ese espacio oscuro que de repente se llena de luz e imágenes en una pantalla frente a nosotros y nos hace entrar a una dimensión de la cual no sabemos qué o quién saldrá, vendrían a mi mente a bote pronto títulos como Canciones de segundo piso de Roy Andersson, El lado oscuro del corazón de Eliseo Subiela, o la más contemporánea Paterson de Jim Jarmusch. Y en segunda, por la presentación del cortometraje inspirado en el poemario de Daniel Olimón.

Alejandro Savant, escritor y músico además de realizador audiovisual, adaptó los primeros dos cantos del poemario y realizó a mi parecer un extraordinario trabajo en el que sintiendo en primera lectura, la esencia del poema con ese vigor que Daniel Olimón impregna en sus letras, a base de experiencia personal (esto lo digo como suposición) como los más grandes poetas, también podemos encontrar un gran valor interpretativo del autor audiovisual sobre la lectura dada al poema, y la comprensión y el sentir de la obra. En pocas palabras: vemos pulcro la esencia del poema, en un trabajo completamente autoral de quien lo adapta a su arte. Otra lectura dada y también un valor agregado que hay que reconocerle a Alejandro Savant, es la capacidad de mostrar al autor no como el realizador del poema detrás de la presentación, sino en su esencia pura, la humana, la real; la que no sólo se debe mostrar como el artista, en pocas palabras: muestra al autor, no sólo a la creación del artista. Si bien todo artista, es artista de tiempo completo, su vida está llena también de otros complementos: familia, rutinas, lo que permite que el arte nos hable, y eso aún es más presente en los artistas independientes como Daniel Olimón.

El trabajo de ambos artistas es muy respetado, y es indispensable a mi parecer no dejar pasar la oportunidad de exhibir, mostrar, dialogar y divulgar desde nuestra trinchera, por muy pequeña que esta sea, las expresiones artísticas que tienen lugar en nuestra península. ¿Son buenas o malas? Eso cada espectador lo deducirá. Por lo pronto, conociendo la obra de ambos artistas, yo sólo puedo brindar por el valor arrojado que tienen ambos al mostrar arte diferente, que no se limita en experimentar, que es pasional, un arte que te mueve cosas, un arte que es digno de admirarse, al menos desde mi percepción.

Acá les comparo el cortometraje en cuestión.


Ficha técnica del cortometraje:
Título: El lamento de los cetáceos de cristal
Duración: 3:12
Productora: Imaginecosmos
Dirección, adaptación y edición: Alejandro Savant
Asistente de dirección y fotografía: Itzú Martínez
Idea original y productor: Daniel Olimón
Actuación: Abril Picos (ella) y Daniel Olimón (él)



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