Mi Vida Sin Mi es una película dirigida por la realizadora española Isabel Coixet bajo el sello de la productora El Deseo de Pedro Almodovar. (lo más cercano que Almodovar estará de una producción fuera de España al parecer)
Estrenada en el año 2003 narra como Ann una joven mamá de 24 años con dos hijas y un esposo que viven en una casa rodante en el patio de la casa de su mamá y que trabaja limpiando una universidad de noche, después de sufrir un mareo va a un chequeo y el doctor le da la noticia que tiene un tumor que desde sus ovarios se a expandido muy rápidamente hasta sus intestinos y su hígado, dándole sin muchas esperanzas no más de tres meses de vida, es entonces que empieza a preocuparse las cosas que hará para que sus seres queridos puedan vivir una vida feliz después de que ella haya partido, rechaza todo tratamiento para que sus pequeñas hijas no la recuerden como una persona moribunda que pasó sus últimos días de vida postrada a la cama de un hospital en vez de llevarlas en la balsa que se convertía su cama.
Hace una lista de sus últimos deseos, o más que deseos; las cosas que hará antes de morir; como encontrarle una esposa a su marido que quiera a sus hijas como ella las quiere, y que de paso se llame como ella. Y entre sus planes se topa con Lee, un chico solitario y antipático interpretado por un joven pero ya muy talentoso Mark Ruffalo que hacen en pareja que la película valga la pena ser vista.
Y quizá lo que me gusta más de la película con su guión genialmente escrito es que la historia no se centra en la enfermedad de la muchacha, o en su sufrimiento y autocompadecimiento, o en el amorío que sostiene con Lee, la película retrata fielmente el cumplimiento de sus últimos propósitos.
En esta película no existen las tomas fijas, el encuadre, el enfoque; la cámara esta viva. vida que Ann no tendrá al final de la película más que en cintas de cassete y los recuerdos de Lee
Esta eres tú, los ojos cerrados, bajo la lluvia. Nunca imaginaste que harías algo así, nunca te habías visto como… no sé como describirlo, como una de esas personas a las que le gusta la luna o que pasan horas contemplando el mar o una puesta de sol. Seguro que sabes de qué gente estoy hablando… o tal vez no. Da igual, a ti te gusta estar así, desafiando al frío, sintiendo como el agua empapa tu camiseta y te moja la piel,y notar como la tierra se vuelve mullida bajo tus pies y el olor, y el sonido de la lluvia al golpear las hojas. Todas esas cosas que dicen los libros que no has leído. Esta eres tú, quién lo iba a decir,,, tú.
Pensar. No estás acostumbrada a pensar. Cuando tienes un hijo a los 17 años con el único hombre al que has besado en tu vida y luego otro a los 19 con el mismo hombre, y además vives en un remolque en el jardín de tu madre, y tu padre lleva 10 años en la cárcel no tienes tiempo de pensar, quizá se te ha olvidado por falta de práctica.
Tu padre se bebía una botella de burbon y lo llamaba desayuno, tú con una cerveza ya estás mareada. Y en el instituto no te drogabas, como mucho una calada del porro de Don, y sin tragarte el humo, como el tío ese que fue presidente de los Estados Unidos; Kennedy. Ahora te apetecería tomar todas las drogas del mundo. Pero todas las drogas del mundo no cambiarán que tu vida es un sueño y que estás empezando a despertar.
Y te das cuenta de que todos los escaparates brillantes, todas las modelos de los catálogos, todos los colores, las ofertas, las recetas, Martha Stewart, el Día de Acción de Gracias, las películas de Julia Roberts, las montañas de comida grasienta, intentan alejarnos de la muerte. Sin conseguirlo. Todas esas cosas que permanecerán cuando te vayas, cuando estés muerta (…) Nadie piensa en la muerte en un supermercado.
-Fumar y beber todo lo que quiera. -Decir lo que pienso. -Hacer el amor con otros hombres, para ver cómo es. -Hacer que alguien se enamore de mí.
¿Me has estado mirando mientras dormía?
Me encanta el frío, hace que me sienta viva.
Si no me besas ahora me pongo a gritar.
Sola. Estás sola. Nunca has estado tan sola en tu vida. Las mentiras son tu única compañía.
¿Quieres saber por qué vomito? Vomito porque cuando tenía ocho años la que era mi mejor amiga fue diciendo por ahí que yo era una zorra. Vomito porque cuando tenía quince años no me invitaron a la única fiesta a la que he querido ir en toda mi vida. Vomito porque a los diecisiete años tuve mi primer hijo y tuve que hacerme mayor a la fuerza. Y ya no me quedan sueños. Y joder, sin sueños no se puede vivir.
Cuando miras a una persona, cuando la miras de verdad puedes ver el 50% de lo que es. Querer descubrir el resto es lo que estropea las cosas. (...) He mentido al decirte que si miras a alguien ves el 50%, porque cuando te miro a ti apenas veo un 10%
Dime a qué sitios te gustaría llevarme.
Rezas para que esta sea tu vida sin ti. Rezas a no sabes qué ni a quién, pero rezas, y no sientes nostalgia de la vida que no tendrás, porque para entonces habrás muerto, y los muertos no sienten nada. Ni siquiera nostalgia.
Te quiero Don, siempre serás el chico que secó mis lágrimas con su camiseta.
Mi querido Lee; Imagino que cuando te llegue esta cinta ya sabrás que he muerto, y bueno... esas cosas... quizás estés enfadado conmigo, o dolido, o triste, o molesto, o quizás todo a la vez,,, sólo quiero que sepas que me enamoré de ti, no me atreví a decírtelo porque,,, pensé que en cierto modo lo sabias, y no me di cuenta como se iba el tiempo,,, tiempo es la única cosa que no me ha sobrado últimamente. La vida vale mas de lo que crees amor mío, lo se porque tu llegaste a enamorarte de mi aunque vieras,,, ¿cuánto era? ¿un 10%? ¿o un 5 tal vez? si hubieras visto todo quizás no te hubiera gustado, o te habría gustado a pesar de ello. Ya nunca lo sabremos. Una última cosa Lee, por amor de Dios,,, ¡pinta las paredes y compra algunos muebles! ¿de acuerdo? no quiero que la próxima mujer que lleves a tu casa se haga una idea equivocada de ti y escape antes de conocerte, que no todas están tan locas como yo. Me encantó bailar contigo.
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