Andrei Maldonado, amigo, compinche cinéfilo y colega en el quehacer cinematográfico que va más allá de la realización, como gustos afines de corrientes cinematográficas, la promoción cultural y la curaduría de festivales; este año ha anunciado el cierre de sus dos sellos cinematográficos: "Persiguiendo Palomas Films" y "Del-Fin del mundo producciones", y lo ha hecho poco tiempo después de haber anunciado un retiro temporal de la realización del cual no está seguro si vaya a volver.
Hace unas semanas le realicé una entrevista, que más que eso, pareció una charla entre amigos, una de esas charlas que muchas veces hemos tenido, pero esta vez el tema central de la charla se sostuvo en el cierre de sus sellos e inherentemente se coló el tema de su pausa y su visión bastante amplia y general del cine.
Es curioso como a veces el destino es bastante caprichoso, lo menciono porque la charla/entrevista que tuve con Andrei jamás se grabó, aun cuando el objetivo era hacerlo, pero pareciera algo quería que esa especie de carta de despedida no se publicara, de modo que, apelando a la buena memoria que siempre he tenido para registrar pláticas completas y reproducirlas en mi cabeza una y otra vez por años hasta plasmarlas en un relato breve o un guion, he decidido hacer una especie de crónica de lo que Andrei muy amablemente platicó conmigo, y lo hago de una manera que es coherente con nuestra manera en que ambos gustamos en el cine independiente: la experimentación. Así es que empiezo narrando esta charla en tercera persona.
La reunión que sostuvieron Juan y Andrei se llevó a cabo en el lugar más congruente para hacerle una entrevista a un realizador: en el cine, previo a la premier de una película mexicana de la cual Cinéfagos llevó una parte de la organización. Fuera de lo que sería la entrevista, al no estar bien seguro del dato, Juan pregunta a Andrei si ambas productoras nacieron al mismo tiempo, él responde que casi al mismo tiempo, fueron meses los que difieren en su creación una de la otra, pero prácticamente todos sus trabajos, salvo el primero, se llevaron a cabo con ambos sellos.
Juan inicia formalmente la entrevista preguntando si de alguna manera fue planeado el hecho de que justo en la fecha en que anuncia su retiro indefinido de la realización, también se vieran cerradas las productoras que fundó para dicha tarea. Andrei comenta que de alguna manera así fue, que no lo planeó tal cuál, pero que definitivamente una cosa llevó a la otra. Además, comenta que también decide hacerlo en este año porque es un poco obsesivo con los números cerrados, de modo que para él el hecho de que hoy día diez años después de haberlas fundado, se finalice la vida de ambas, es algo incluso que le sorprende. Le cuenta además a Juan que si supiera las veces que le entraron ciertas crisis existenciales y quiso tirar la toalla del mundo del cine, se sorprendería; pero que siempre salía alguna necesidad de hacer algo y seguir explorando en el arte cinematográfico, de modo que el retiro se dé no sólo en el marco de los diez años de ambas productoras y su final, sino además presentando su penúltimo trabajo, "Alejandra, todavía Alejandra" en el Festival de Cine Mexicano, mismo festival que en la primera edición de la competencia "Hecho en Durango" tuviera a "Blanco Polar Radiante" en la competencia, es algo que le da además de una satisfacción personal, una manera de validar lo hecho en los diez años de vida de ambas productoras.
Juan le dice que en su trabajo nunca tuvo temor de explorar y de buscar el lado más experimental del arte cinematográfico, pregunta si eso se dio de manera orgánica. Para esto Andrei responde que en sí es algo que se fue de manera que él mismo iba descubriendo ese cine cuyas narrativas no entran en el orden y ámbito comercial. Cuenta que su primer trabajo, siendo aún universitario, fue un trabajo que tuvo toda la estructura del cine como se hace de manera industrial, en una escala menor por supuesto, "Mi general" tuvo incluso un reconocimiento muy importante a nivel internacional (mejor producción) en un festival de cine universitario en Colombia, lo cual por supuesto hizo que él se planteara que era lo que él quería hacer, y fue con esa estructura que también hizo su primer cortometraje ya fuera de la universidad, pero después, al verse influenciado con estos directores que exploraban el arte cinematográfico de manera diferente, que él mismo empezó a explorar y experimentar el lenguaje y sus diferentes narrativas. Comenta que siempre se vio influenciado sobre todo por Lars von Trier y el Dogma 95, y que siempre quiso que estuviera presente esto en su trabajo, pero sin que estuviera de una manera directa, y así fue que, al paso que descubría otros directores, estos iban de alguna manera influyendo en su manera de hacer cine.
Juan le cuestiona sobre su sentir con el anuncio del cierre de sus productoras y que este se dé además con una serie de proyecciones especiales de sus trabajos tanto en el marco del Festival de Cine Paloma Itinerante como de la celebración del aniversario de la Cineteca. Andrei, con notorios sentimientos a flor de piel, dice que por supuesto le trae algo de nostalgia, pues ve estos trabajos y lo hace revivir cosas que en su momento experimentaba cuando los estaba haciendo, o cuando los pensaba previo a la realización, incluso de pláticas que tenía sobre ellos con miembros del crew, también le dice que si bien en su momento ciertos aspectos que había en sus trabajos los ponía, o echaba mano de ellos como su propia aparición en sus cortometrajes, era un poco en un sentido de provocación, pues sabía que muchos pensaban que su discurso era egocentrista en su forma de hacer o contar historias, en este punto ambos concuerdan que qué realizador no es egocentrista, pues ser realizador es en definición un egocéntrico al cual le gusta ver su nombre en la pantalla con el título de director, aunque claramente los hay más egocéntricos que otros. Pero también confiesa que así como en su momento el ver sus trabajos le daban esa sensación de provocación, ahora no oculta el hecho de que siente un poco de pena por la forma en que los hizo, pero si hay algo que le da satisfacción, es que nunca se quedó con las ganas de hacer algo, siempre hizo lo que el impulso creador le pedía que hiciera en cada momento, ya fuera con deficiencias técnicas o problemas de producción, siempre hizo lo que quiso, y no pierde la esperanza de que quizá en 5 o 10 años al volver a ver estos trabajos, el sentimiento de satisfacción y felicidad será completo.
Para este punto Juan le pregunta a Andrei qué tanto piensa en la posteridad de sus trabajos, más allá de la posteridad de él como realizador, y se lo pregunta porque de alguna forma u otra, los trabajos firmados con estas productoras seguirán estando en la web, tanto en el sitio web de Paloma Itinerante, como en otros sitios, y seguramente se encontrarán con muchos jóvenes inquietos por descubrir otras narrativas, y seguramente se verán influenciados de alguna manera por estos, como es su caso, comenta Juan. Además, de haber alguna especie de apagón mundial de Internet en algún futuro, algunos de estos trabajos también están en formatos físicos. Andrei le dice que, por supuesto que piensa en ello, pero no es algo que tenga muy presente en su pensamiento. Por supuesto el sueño de todo realizador es que su trabajo sea recordado, y en consecuencia quien lo hizo también lo sea, y esto también es parte de esa naturaleza egocentrista de un realizador. Pero Andrei le comenta que él siempre ha querido hacer con su cine el hecho de crear imágenes icónicas para que se queden en el subconsciente del espectador y se reproduzcan y no se borren, y como ejemplo menciona el primer plano de Alejandra Castañeda en "Blanco Polar Radiante" y su diálogo, que Andrei comenta este fue utilizado como sample en una canción por un músico, y el siempre querer crear imágenes para el recuerdo, es una de las máximas que siempre lo han regido, y por supuesto Juan dice que es algo que sí está muy marcado en sus obras.
Juan pregunta a Andrei qué sentimientos tiene hacia los colaboradores que ha tenido en sus trabajos tantos años después, sabiendo que quizá ya no podrá colaborar con ellos. Andrei menciona que es un sentimiento muy bonito, puesto que ver esos trabajos, y cómo todos empezaron hace tantos años desde esta trinchera independiente, y ver hoy día cómo muchos han trascendido de manera notable. A quien menciona, primeramente, es a Alejandra Castañeda, quien además de haber egresado y participado en varios trabajos del CCA, ahora está en la Ciudad de México en la Escuela Nacional de Arte Teatral, también a su compañero Eric Villa que, además de seguir vigente como realizador, también ha participado en producciones importantes como asistente de producción y como sonidista. En este punto Juan hace un paréntesis y pregunta a Andrei si en ningún momento se ha hecho a sí mismo una especie de juicio al ver que sus demás compañeros dieron el siguiente paso y él siguió explorando el quehacer cinematográfico desde la trinchera independiente y autoral, y dice que evidentemente sí lo llegó a hacer en algún momento, pero también está consciente que lo que él busca expresar a través del cine, no podía haber sido de otra forma que como lo hizo.
Juan pregunta a Andrei si entre todos sus trabajos, tiene alguno favorito que sobre salga de manera especial para él, ya sea por la producción o por lo personal de este, Andrei le responde que sin duda alguna, y este es "Blanco Polar Radiante", tanto por lo que ya había mencionado de que es el trabajo en el que más imágenes icónicas creo, como por lo personal que no sólo él dejó, sino también Eric y Alejandra, y además también por el hecho de que fue un trabajo que tuvo muchas proyecciones en festivales, además de la banda sonora con la que cuenta. Dice que si un trabajo lo ha dejado completamente satisfecho en cuanto a realización se refiere, ha sido este. Si bien todos han sido concebidos de manera personal y son muy especiales además de haber sido realizados como en ese momento él los quería realizar, este es para él sin duda su mejor trabajo.
Juan le comenta a Andrei que, si algo se destaca de todos sus trabajos, por sobre los fondos y además de la presencia femenina en la gran mayoría, es cómo emplea el montaje para contar sus historias, en todos de manera muy diferente, pero con cierta presencia que ha uno lo hace identificar claramente que hay la mano de un realizador peculiar, que es lo que más destaca Juan de su trabajo. Le pide que le hable sobre su proceso creativo en este departamento. Andrei le comenta que generalmente este se da de una forma muy orgánica, en el que prácticamente él deja que el propio proyecto que haga solo a través de impulsos emocionales, evidentemente interviene, pues el montaje es un recurso que va más allá de "cortar y pegar", es donde él concibe la creación del cine como tal, si bien el guion es importante, este puede en cierta manera ser prescindible si en el montaje surge la magia de las imágenes. Además, menciona que como ya había mencionado antes lo de las imágenes icónicas, él siempre busca que sus trabajos sean auténticos, y se vean diferentes no sólo entre sí, sino al trabajo de otros realizadores. Para este punto pone como ejemplo el hecho de que de los últimos trabajos producidos por jóvenes duranguenses egresados de escuelas de cine, la gran mayoría de estos se ven prácticamente iguales, y suelen tocar temas muy parecidos, de esto, Andrei culpa en parte a las escuelas de cine, porque les dan los parámetros de cómo se debe hacer el cine y cómo no, y no se les da mucha libertad en la experimentación, algo que él sí ha tenido el valor de hacer, además eso encaminado al hecho del cine que buscas y ves, y evidentemente si el realizador no busca y ve cine diferente al marcado en la industria, hablando y explorando tanto fondos y formas, evidentemente sus trabajos, a pesar de ser muy buenos hablando en términos de producción y técnica, no tendrán mucha propuesta creativa, en lo que Juan está completamente de acuerdo.
Para acabar la entrevista, Juan le comenta a Andrei que ha guardado para el final la pregunta que más le interesaba hacerle, pregunta que de hecho había formulado unas semanas antes justo en la función de despedida de "Del-Fin del Mundo Producciones", y esta es cuestionándole el hecho de que si su receso como realizador se debe en gran parte al hecho de haberse quedado solo como abanderado de una forma de hacer cine de manera tan experimental, o dicho en otras palabras, que si hubiera habido alguien más de su generación haciendo cine desde esta trinchera, se habría retirado. Para este punto se nota como de alguna forma le gana la emoción a Andrei, y con cierto hilo en la voz como si se le hubiera hecho un nudo en la garganta, comenta que no lo había pensado de esa manera, pero ahora que Juan se lo planteaba, se podría decir, además sincerándose consigo mismo, que quizá si tenía mucho que ver eso. Andrei le cuenta a Juan que en un principio cuando él y otros realizadores de su generación empezaban en el querer hacer cine a través de cortometrajes, estos se inspiraban y retaban al mismo tiempo, era un querer hacer cosas para mostrárselas a los demás y que estos también quisieran hacerlo, incluso comenta que había uno entre el grupo, del cual no quiso mencionar su nombre, que siempre le decía que él era mejor realizador que Andrei, pero que hace mucho tiempo que se retiró de la realización, y así como hay muchos que se retiraron, otros siguieron pero ya de manera más profesional, como Pamela Velázquez haciendo cortometrajes y teniendo presencia en festivales internacionales, o Deniss Barreto que si bien su cine y sus inquietudes siguen siento muy congruentes con lo que ella siempre quiso explorar en el cine, hoy día ya está a punto de lanzar su ópera prima, y así varios ejemplos más como el de Juan José Hinojosa. Incluso, dice que siempre se ha sentido en muchos sentidos como una persona mucho más mayor de lo que ya es, como un alma vieja que siente cierta aprensión por las cosas viejas y por sus historias y cómo las hace, incluso se siente desfasado de cómo hoy día los jóvenes producen cine. También habla sobre como en toda generación hay realizadores que se quedan y de alguna manera se estancan en temas e historias que representan una y otra vez, como Woody Allen o Arturo Ripstein, pero que son referentes de ese cine y esa generación, de modo que él espera que su trabajo en algún momento sea visto de esa forma, al menos el hecho bajo estos sellos, hasta que decida si hay un futuro para él en el quehacer cinematográfico.