Producciones "La Vieja Escuela" Presentan:

martes, 17 de enero de 2023

Serre moi fort: la forma en que nos comunicamos con nuestros fantasmas.




Serre Moi Fort
(o Abrázame fuerte para latinoamericano y Hold me tigh para el mercado norteamericano) es una película francesa del 2021 dirigida por el también flamante actor Mathieu Amalric, y es una película que a mí me parece estupenda por varias razones que me gustaría comentar a continuación de hacerles una breve reseña:


La película comienza justo en el momento que Clarisse (Vicky Krieps) sale de su casa sola, aparentemente abandonando a su familia. Parece que Clarisse es un alma libre y salvaje que quiere experimentar y recorrer el mundo, y que posee un raro poder que le permite comunicarse con su familia en la distancia. Pero conforme la trama trascurre y avanza, la premisa se transforma, y nos damos cuenta que las cosas no se nos han contado del todo linealmente, al punto que nos hace cuestionarnos si Clarisse es la que se fue o la que se quedó, si es ella quien envía el mensaje al otro lado de la vida, o quien lo recibe.


Me parece que el hecho de que la película sea dirigida por el gran Matheui tiene bastante lógica y congruencia, pues por una parte, la película tiene todos los elementos para que, Matheui si hubiera tenido la oportunidad de protagonizar la, seguramente lo habría hecho, además tiene congruencia con su aura creadora y con los temas que él más explorado en el cine, incluso yo encuentro en la película ciertos paralelismos con la magnífica "La escafandra y la mariposa" de Julian Schnabel, que Mathieu protagonizó, y que los encuentro sobre todo en las formas de comunicación que surgen y nacen cuando nuestro interlocutor (o nuestros) no nos puede escuchar, o cuando nuestro lenguaje se limita para ellos. 

La película es muy bella precisamente en ese sentido, en el de cómo los canales de comunicación surgen cuando ya no hay una interacción cercana, como los lazos y señales de amor llegan a las personas que amamos, aún cuando estamos en la deriva, cuando mandamos mensajes de humo que nos reconfortan pero que quisiéramos no llegarán en realidad, que las respuestas fueran inventadas por nosotros y no fueran la resonancia del alma de esas personas, que se quedaron atrapadas en nuestra memoria, y que siguen haciendo sus mismas rutinas mientras nosotros nos perdemos, o buscamos la respuesta que nos salve o nos devaste. Aunque a veces también confundamos a las personas a quienes se los enviamos, como a Clarisse le llega a pasar con su hija.

La actuación de Vicky sin lugar a dudas es lo mejor que tiene la película, que es mucho decir; es el peso y soporte de la trama, y esta tan creíble y asombrosa, que uno no hace más que dejarse enganchar por todo el vaivén, sube y baja al que sus sentimientos y emociones en forma de montaña rusa la someten. Hay claridad, confusión, dolor, enajenación, mesura; y en los momentos más duros, realmente a uno se le estruja el corazón al verla. Para mí, una de sus más grandes actuaciones.

Al final uno logra entender los tiempos en que la película se estaba narrando, uno descifra la necesidad de Clarisse por hablar con su familia, porque estar fuera de casa, y la plática final con su marido, en la que ella cierra los ojos y da órdenes mientras él del otro lado obedece, deja la misma sensación de paz que seguramente Clarisse estaba sintiendo en ese momento. 

lunes, 16 de enero de 2023

Las peores películas y decepciones del 2022


En este recién terminado 2022, año en el que más películas registré en mi cuenta de IMDb (vuelvo a recordarles la cifra de películas que vi según mi conteo: 372, más unas cuantas películas que no tienen registro en esta página) así como vi grandiosas películas que me superaron tanto técnica, como narrativa, como creativamente, están esas películas de las que, ya sea por los directores que estaban tras el proyecto, o por los actores, o por el tema, o por los festivales en que se presentaron y la opinión de la crítica, yo esperaba mucho de ellas pero no terminaron de ser lo que prometían o lo que yo esperaba. Cabe destacar que, algunas películas en el listado vistas ante otros ojos con perspectiva diferente a la de su servidor, seguro tendrán algo más de validez. Incluso algunas tienen cosas demás interesantes que yo recalco en el análisis que escribí sobre algunas de ellas, pero que simplemente, aunque no puedo decir que son del todo un fiasco, o malas en el estricto sentido del lenguaje cinematográfico industrialmente hablando, a mí no me llenaron la pupila. Acá el listado entonces, sin orden alguno.


Hasta que nos volvamos a encontrar
Karem, la posesión
Don´t worry darling


Ruido: ¿A dónde vamos cuando nos colma la angustia?





El número de películas mexicanas que en los últimos años han tocado temas sociales en su trama es avasallador, desde temas de desaparecidos, de feminicidios, de crimen organizado y demás; y entre ese número de producciones por supuesto hay los que tienen valor tanto en el fondo como en la forma, y hay los que sólo se quieren colgar de estos temas para hacer películas que el espectador consuma y así financiar más películas sin valor cinematográfico. Pero me parece que si tratáramos de dar valor, o poner en alguna posición la más reciente película de la siempre interesante realizadora Natalia Beristáin, sin duda alguna ocuparía alguna de las posiciones más destacadas.

"Ruido" me parece por muchas razones que trataré de mencionar a detalle, una de las mejores películas mexicanas del 2022, y por supuesto del tema que se maneja, o mejor dicho temas, si hacemos más precisa la descripción. Desde su paso por festivales como San Sebastián y Morelia, la película recibió críticas y elogios en su mayoría positivas, y me parece con toda razón.




La premisa de la película es tan simple como poderosa:

Julia, es una mujer que, como miles de personas en México, busca a un ser querido que ha sido presa de la delincuencia organizada. En el caso de Julia es a su hija Ger a quien busca, que lleva desaparecida 9 meses, y en ese tiempo ha hecho hasta lo imposible por dar con su paradero, pero que por una ineptitud de la Fiscalía no la han tenido en el sistema de búsqueda como se debe. Es entonces que Julia inicia una búsqueda por su cuenta y se une a varios grupos que se dedican a la búsqueda de estas personas con la ayuda de Abril, una joven periodista que investiga sobre el tema, y llega hasta lugares en los que hace que su vida y la de quienes la ayudan estén en riesgo.




Me parece que para hablar de esta película uno tiene que partir del discurso en ella. El trabajo de Natalia me parece sumamente valioso por varias razones, empezaría partiendo por el hecho de que Natalia logra crear en su película un discurso en el que se abordan varias problemáticas que se viven en nuestro país, pues si bien está la cuestión de las desapariciones, también está el del feminicidio y el de la impunidad con la que opera la delincuencia organizada en parte crecida por la ineptitud en el sistema judicial mexicano, en este sentido a la película no le tiembla la mano en ser crítica y señalar tanto a gobierno, gobernantes, organizaciones policiacas y demás. El guion se siente no sólo inteligente narrativamente hablando, sino informado, y esto se debe a las tres plumas que están detrás de su trabajo: la propia Natalia, Alo Valenzuela y Diego Enrique Osorno, por si existe alguna duda de que hubo un proceso de investigación bastante complejo detrás de la escritura de este. La película logra abordar todos estos temas, y otros de manera atinada, y si bien algunos de manera más breve, lo hacen con la complejidad y seriedad requerida, como la de la violencia contra los periodistas que investigan esta clase de hechos. Con "Ruido", uno se da cuenta enseguida que estamos ante una película mayor; no cualquier película de esta ambición y complejidad de abordar tantos temas sale tan bien librada, Natalia lo hace, aborda todo de manera correcta, y ningún tema o momento queda desprotegido, se siente flojo o de relleno.

La película no sólo es una trama interesante, o un tema rico y potencial en el cual uno pueda sentir cierta identificación; la película también tiene una riqueza narrativa hablando dentro de términos de la forma, que desbordan la propuesta creativa tan rica que tiene Natalia para contar historias.

Me parece que es pertinente, para hablar de la forma en concreto, partir por este lugar al que Julia va cuando el dolor viene por la impotencia de no dar por fin con alguna pista sobre el paradero de su hija, desde el minuto uno Natalia ya nos dicta este elemento que se vuelve muy rico narrativamente hablando y que le da un acompañamiento de congruencia durante toda la película, se amalgama perfectamente con el discurso que es desolador y desgarrador, esta zona donde los sentidos parece pierden control, no hay tiempo lineal, sólo una especie de ruido blanco que mitiga la dolorosa realidad que Julia, como miles de personas más vienen sufriendo desde el 2009 que se declaró la guerra contra el narco. La película además cuenta con unos desplazamientos de cámara y unos encuadres que, sumados al gran trabajo que se hace en el montaje y la música incidental que es puntual e impecable, nos dan muestra de la gran mirada y propuesta creativa que tiene Natalia y que ha venido demostrando trabajo tras trabajo.

Dicen que una mala película puede ser salvada por una extraordinaria actuación, pero cuando vemos una buena película, y esta se sostiene con una grandiosa actuación, es como encontrar un tesoro. Julieta Egurrola (que cabe mencionar, es mamá de Natalia, y que también sale actuando el señor Arturo Beristáin, padre de Natalia, como padre de Ger) firma una de las actuaciones más poderosas, catárticas y dolorosas que yo recuerde de películas mexicanas de los últimos años. Hay una furia y una garra que desborda en los momentos más dolorosos de la historia, pero también tiene momentos de quietud y mesura que hacen más que genuina a la Julia que interpreta. Si esta señora no gana el Ariel a Mejor Actriz este año, este premio para mi no tendrá validez alguna.




Algo que también me agradó mucho de la película, es que esta reivindica de alguna manera a la figura masculina que también busca a sus personas desaparecidas, pues si bien está claro que la película no aborda sólo el problema del feminicidio (y que tampoco yo creo que tenga un tono feminista) la película narra como, tanto el papá como el hermano de Ger (Pedro de Tavira una vez más apareciendo en una película de Natalia, y además con una intervención en verdad conmovedora) narran como sienten exactamente lo mismo que Julia. También de alguna manera vemos como en el personaje de quien se hace cargo del caso de Ger, el nuevo fiscal Zamudio Rodríguez (grandiosamente interpretado por Adrián Vázquez), hay personas dentro del sistema que tratan de hacer el cambio, aunque estén condicionadamente atados de manos.

La película, que como dice el poster, está basada en hechos y testimonios verídicos, uno escucha ciertas historias que se narran en esta, que a uno de verdad le desgarran el alma, y hacen que uno como espectador realmente empatice y se solidarice aún más con estas causas. Nos hace llenarnos de coraje y volvernos a preguntar cómo es que estas cosas siguen pasando en México. La impotencia lo deja a uno con mucho que pensar, la realidad de nuestro país nos deja helados, y el dolor que mucha gente sufre al saber que esta es su realidad, como la de la mujer cuya hija mayor está desaparecida y su hija menor la va hacer abuela; o las mujeres a las que les arrebataron a sus maridos e hijos.

El final de la película, aunque para algunos es lo más flojo de esta por los clichés y los estereotipos con que cierra la historia, me parece es la forma en que tenía que ser tratado, y es donde realmente se expone la tesis que Natalia quería expresar a mi parecer, pues no sólo vemos expuesto de manera literal al estado opresor y fascista que no ha cambiado su manera de operar desde el siglo pasado (sin importar los colores del partido que gobierne) cuando se trata de resolver temas sociales en los que la ciudadanía ya no se queda callada, vemos que, por un lado si bien el apoyo de los grupos feministas hace lo humanamente posible para luchar y apoyarse unas con las otras, la película narra visualmente un fragmento en el que ejemplifica que para poder salvar al organismo y su discurso, algunas militantes se tendrán que sacrificar. Y definitivamente el final, que si bien es doloroso porque literalmente ejemplifica el yugo con el que el sistema golpea sin piedad a quienes claman por respuestas y justicias, tiene un elemento poético y onírico en el que, la única esperanza que nos queda es que después de todo dolor y tristeza, al final se nos recompensará con encontrarnos en ese lugar al que huíamos, a las personas que tanto queremos y amamos y hemos buscado, ese lugar en el que finalmente se encontrará la paz.

domingo, 15 de enero de 2023

Breve comentario sobre "El secreto del doctor Grinberg".




La película es un documental de investigación en toda la extensión de la palabra, y bien hecho además. Tiene un ritmo vertiginoso que hace fluido, interesante y atrapa al espectador al instante (aunque claro, nunca se deja de ver a uno que otro espectador bostezar o acomodarse en su butaca al no estar acostumbrado a ver documentales donde no salen explosiones tipo Marvel), además tiene toda esta atmósfera de misterio y suspenso muy acorde al personaje que retrata. Lo que hacen con los lapsos episódicos para que veamos y entendamos el Cosmos y el tema de investigación de Jacobo Grinberg es impresionante, foto, efectos visuales/especiales y edición, hacen un estupendo trabajo, y la música, acompaña de manera perfecta sin influenciar al espectador de ninguna manera, simplemente sonoriza la atmósfera como se debe sonorizar la historia que Ida Cuéllar nos cuenta.

El trabajo de Cuéllar es bien interesante porque hace la proeza que muy pocas veces se logra con el documental, y es el hecho de crear algo a través de un enigma. Cuéllar no trata de resolverlo, ni de darle conclusión, mucho menos juzgar o señalar posibles responsables de la desaparición del doctor Jacobo, Cuéllar hace un documental magistral sobre cómo mostrar un suceso poco conocido y que pareciera más un falso documental que un caso verídico, y que además por la manufactura magistral en cuanto a su realización, da mucho gusto que sea mexicano, y que además es bien peculiar el hecho de que haya tenido cuatro guionistas y que se sienta tan en sincronía, porque generalmente los guiones que tienen más de dos manos se pueden perder al no encontrar compatibilidad entre lo que expone cada pluma muchas veces, aunque lleven un supervisor o un asesor de guion.

viernes, 13 de enero de 2023

Aftersun: Los oscuros pasillos de nuestra memoria iluminados con luz estroboscópica.




No es necesario ser una habitación
para estar embrujada,
no es necesario ser una casa.
El cerebro tiene pasillos más grandes
que los pasillos reales.

Emily Dickinson.

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Antes de escribir formalmente sobre la notable ópera prima de Charlotte Wells, quisiera escribir sobre algunas reflexiones personales que se han venido suscitando en mi después de haberla visto hace unos días, porque siento que es preciso comentarlo para dar aún más sentido a mi análisis y el contexto que me hace escribir sobre ella como lo haré a continuación. Las cosas que nos importan, y los acontecimientos más importantes de nuestras vidas los son porque aunque los vivimos y experimentamos en primera persona, hay un halo sobrenatural que nos permite ver todas estas experiencias en un tercer plano, en tercera persona, como espectadores de nuestra propia película que es la vida, ya sea en reflexión, mientras lo vivimos, o en el recuerdo.

La película llega en el año en que he visto más cine, (más de 370 películas. En mi cuenta de IMDb se registraron 372 películas y series, pero fueron más) y por ello la película la he puesto en la décima posición de mi listado de lo mejor del 2022. Si esta película la hubiera visto en otro año en el que no hubiera visto tanto cine de calidad y que despertó muchas emociones en mí, quizá estaríamos hablando de una posición más privilegiada, sin embargo; esta película, que no sé si porque está muy reciente su visionado, o por otra cosa, no me la he podido sacar de la cabeza (esta película y "La fiebre de Petrov" son las únicas que han causado eso en mi de las que están dentro del top10).

La película la vi dos veces seguidas, porque hubo una especie de conmoción en mi que no me dejaba dormir, había algo en su argumento que me generaba muchas preguntas al aire y no me dejaban dormir, luego del segundo visionado, justo en la parte final de la película (la cual comento a detalle al final de texto), me descubrí con lágrimas en los ojos, algo que no me pasaba desde "Shoplifters" del gran director japonés Hirokazu Kore-eda.

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La película lleva por trama el viaje que Sophie (Frankie Corio) tiene con su padre Calum (Paul Mescal) a Turquía en unas vacaciones en los 90's, posiblemente las últimas vacaciones que tuvieron juntos. Y en este viaje vemos la bella relación entre padre e hija mientras se van suscitando situaciones que una Sophie adulta, presuntamente de la edad que su padre tendría en ese viaje, trata de rescatar para encontrar respuestas entre recuerdos y grabaciones.

La manera en que Charlotte nos adentra a esta historia hilvanando las grabaciones hechas por ambos personajes, y a su vez desde la narración impuesta por ella a través de la barrera que brinda una cámara de cine, atrapa; nos deja ver con fidelidad la infancia de Sophie de manera natural y su relación con Calum. Hay una magia que se logra a través del montaje que nos hace ser cómplices de una intimidad en el relato que parece imposible, de lo que ambos personajes viven en ese corto periodo y que cambia sus vidas para siempre, pero además narrado de una manera tan bella y sutil, que ni siquiera somos capaces de darnos cuenta lo que pasa, o pasará, hasta el final de los créditos, de la misma manera que la Sophie adulta, no dejando de pensar en ese viaje que es la película.

Sophie, que en muchos sentidos podría ser el alter-ego de Charlotte (se presume que la película tiene mucho de biográfica), rescata en este viaje inmerso de emociones y pasado, a un padre amoroso, pero también ausente, con todas las buenas intenciones del mundo, pero limitado, un padre que empieza a revelar el duro momento que seguramente atravesaba, y que de alguna manera abre la cloaca para ver su lado más vulnerable, su naturaleza depresiva, luego de que Sophie en su naturaleza curiosa, como lo es la naturaleza de una niña de 11 años, le hace un par de preguntas, a partir de ahí es que Calum tiene esta crisis que son el peso de la Sophie de 30 años ya siendo madre, con este bello recuerdo con trasfondo doloroso que formó su crecimiento y que la persigue en su vida adulta, este recuerdo que Sophie trata de acomodar, o con el que ella se quiere reconciliar, por no ver las señales que evidentemente una niña de 11 años no podía ver.


Charlotte y su padre, en un viaje de vacaciones que tuvieron a Turquía en los 90's, como en la película.


La película es también en muchos sentidos un coming of age al que se descubre Sophie de una manera un tanto forzada, si bien no de una manera dura o dolorosa, si en el sentido de una crisis que su padre sufre y trata de reparar, y que de alguna manera él lo hace con ella, aunque las secuelas son las secuelas. Las condiciones de esa convivencia en un lugar alejado, apartados de gente que conocen, llevan a que ese despertar en Sophie sea natural pero forzado por la situación, y no por la trama, como pasaría si esta fuera una película con tratamiento convencional y un director de fórmula.

Al igual que el montaje es vital para la narración no convencional a la que Charlotte somete su película, me encanta la manera en que ella utiliza la cámara, tanto en los desplazamientos, como en los encuadres (tiene encuadres que en verdad son hermosísimos, de ensueño) e incluso en los colores. La película, o la narración en tercera persona (que en realidad es un disfraz para la narración en primera persona, es decir, la narración de Charlotte) tiene un tratamiento fotográficamente hablando, que comunica de manera muy directa con las grabaciones de video (narración en primera persona de ambos personajes), pues incluso se utilizan recursos muy poco explorados en los que la limpieza y la justificación de los planos ejecutados no sea adecuada académicamente hablando, pero que son hermosos narrativamente hablando (o sea, comunican mucho) y funcionan discursivamente, incluso esto se puede ver en la saturación de colores y el granulado al usar ISO's muy elevados en escenas oscuras, y esto a mi parecer le da un matiz muy honesto a la película. Aunque no haya perfección en el estricto sentido de la palabra, hay mucho amor y corazón en estas acciones. Una narración además plagada de silencios que tienen mucho poder y presencia.

La película en muchos sentidos, además de hablar entre líneas sobre los procesos de construcción del pasado y sanar las cosas pendientes con las figuras que amamos y que jamás llegamos a conocer del todo, es una película que habla sobre paternidades y lo difícil que es esta responsabilidad a cierta edad, cuando uno no sabe que hacer con la propia vida, vemos en Calum a un padre que trata de dar y hacer lo mejor por y para su hija, pero que le cuesta mucho. Lo vemos tratar de distraer su mente en la lectura y en la práctica de Tai chi, pero de un momento a otro la paz que trata de construir, lo derrumba y vuelve a la pesada realidad. Me pareció interesante ver ciertos paralelismos con la película C'mon c'mon de Mike Mills (también en mi top10 de las mejores películas vistas en el 2022), sobre todo en los personajes de Sophie y Jesse, pues en una parte de la película en que Calum se va a bucear, Sophie se queda en la embarcación diciendo que no sabe si su padre volverá, y con un nerviosismo notorio al despedirse y cerrar la grabación empieza a decir en repetidas ocasiones "Good bye", en C´mon c´mon, cuando Jesse agarra el equipo de grabación de su tío Johnny, este al final empieza a decir luego de dejarle un mensaje "C´mon c´mon" en repetidas ocasiones; y si bien en la segunda se trata de la relación de un tío con su sobrino, a través del cual trata de enmendar la relación con su hermana y su pasado con la fracturada relación con sus padres, está precisamente ese tema sobre la mesa: sanar heridas personales (incluso no lo había pensado hasta ahora, pero "La fiebre de Petrov" también habla de las heridas generadas por la relación entre padres e hijos, y como los hijos siendo adultos, curan estas heridas a través del amor que ellos dan a sus hijos, y que en su momento ellos carecieron y añoraron).

Las actuaciones y la química entre Paul Mescal (que verdaderamente es un pedazo de actor, para mí, el Marlon Brando de este siglo) y Frankie Corio, realmente desbordan la pantalla, no parece que estuvieran actuando, pareciera que realmente estamos viendo a un padre y una hija de vacaciones, incluso parece que estuviéramos viendo grabaciones reales hechas hace veintitantos años, y eso es algo que evidentemente hay que aplaudirle a Charlotte y todo su equipo, tanto por la producción, y por el casting.

Finalizo diciendo que la parte final de la película es una cosa realmente hermosa y dolorosa en la misma proporción, es un final que se lee de diferentes maneras, y en diferentes tiempos, me atrevería a decir incluso que no hay cronología lineal para entender la razón por la que Sophie (o Charlotte) quiso escarbar en sus entrañas, recuerdos y grabaciones, para reconstruir a ese padre al que le encantaba bailar, y que al son de Under pressure de David Bowie y Queen, seguro hizo llorar a más de un espectador.

lunes, 9 de enero de 2023

"Bardo" de Alejandro González Iñárriti: crónica de un delirio de incertidumbres.





Creo que no miento al decir que la más reciente película del laureado mexicano Alejandro González Iñárritu, alias "el negro"; es quizá la más comentada de los últimos años, hablando de una película mexicana, creo yo, incluso sobre la admiradísima (y también algo polémica) Roma de Alfonso Cuarón. Y sobre toda la polémica y comentarios que ha desatado desde su estreno al público tanto en salas de cine como en la plataforma Netflix, decidí tomarme un tiempo después de verla por primera vez, para volver a verla en una segunda ocasión y así escribir sobre ella sin caer en el comentario fácil o en las palabras huecas y obvias que la mayor parte de la gente utiliza para referirse sobre ella o su autor: pretenciosa, egocéntrico, whitexican, vende humo, etc. Mi intención es, al menos en un principio, hacer un ejercicio amplio y bien detallado de todas las virtudes y las vicisitudes y excesos, no quiero utilizar la palabra "errores" para referirme a la película de Alejandro porque claramente todo está como está por alguna razón, a la mirada de Alejandro todo está en su lugar, pero desde la mirada de un tercero, puede haber engolosinamiento en algunos recursos tanto técnicos como narrativos, de modo que empiezo ahora mismo con la que es mi lectura de la película.


Quizá la mejor forma de partir con el análisis es dando por hecho que Alejandro es el director más provocador de los tres amigos, y esta es la razón por la cual es del que más respeto su trabajo (hablando en el estricto sentido de los tres amigos, pues hay muchas  y muchos más cineastas mexicanos a los que yo admiro y respeto). Los trabajos de Alejandro siempre retratan historias de personajes excluidos, con una condición social a la que hay que decir abiertamente, él de lejos ha sido parte, pero que por su condición de migrante, exiliado y mexicano, nadie le podría reprochar que no conoce, desde una mirada privilegiada por supuesto, pero los conoce.

Bardo es la película más libre de Alejandro en todos los sentidos: narrativa y técnicamente hablando, pareciera que no se sujeta a ninguna regla antes establecida, y esto hace que su naturaleza sea completamente onírica, y que por supuesto empalma perfectamente con la trama. Partiendo del hecho que la película es como tal un viaje del inconsciente de un hombre en coma, en este sentido todo es ilógico, nada es real, pero se fundamenta con veracidad; en el que todo lo vivido en semanas lo recrea en dos espacios de tiempo diferentes, unos minutos cuando sus seres queridos lo acompañan en la cama en que está postrado en la Ciudad de México, y el tiempo que dura la película. Esto podríamos suponer, justifica todo lo que pasa en la película, y en cierto sentido esto es verdad, y que se pueden dar por sentado si analizáramos la película episodio por episodio, pero hay elementos y excesos que en su conjunto se notan, sobresaltan y a veces molestan en la narrativa general de la película.


"La memoria carece de verdad, sólo es emocional"


Podríamos empezar comentando el hecho de que, aunque Silverio está plagado de todas las inquietudes y está hecho de Alejandro a su imagen y semejanza, el uno no es el otro. Si bien a Silverio le aquejan las mismas incertidumbres que a Alejandro, y siente el amor por su familia como Alejandro ama y detiene si mirada en ciertas figuras de esta como la escena con la hija en la alberca armonizada por la espléndida canción de José José, pero vamos más adelante a ello), hay una barrera que crea la ficción donde uno fácil puede tomarse como personal todo lo que es Silverio, pero que obviamente no es completamente la obra un reflejo idéntico de su creador.




Muchas de las influencias cinematográficas para la creación de Bardo son obvias, pero hay otras que es un juego y un deleite poder descubrirlas, incluso hay varias que se revelan con más facilidad si se da lectura a la película episódicamente, estas corresponden sobre todo con la propia obra previa de Alejandro. Un ejemplo es el principio de la película, con el vuelo sobre el desierto, uno puede referir directamente a una de las escenas más emblemáticas de 8 1/2 de FeFe (la escena del globo sobre la playa), pero también, por la esencia sensorial que propone esta, uno puede encontrar una línea directa con Carne y arena, pero también me parece un guiño a la forma en que fotografía el maestro y su grande amigo Emmanuel "el chivo" Lubezki. En la primera escena de los peces es donde me parece empieza a jugarle desde mi perspectiva una mala jugada la grandilocuencia técnica en su discurso, pues si bien de alguna forma intuitiva los que conocemos su obra sabemos que esto es una especie de sueño, el hondar esto con la forma en que retrata el plano con un gran angular y divide el espacio-tiempo en dos partes opuestas, no hace más que hacer redundante lo que algunos ya sabemos, y eso de alguna manera cansa es cansado.

Una parte en la que la grandilocuencia funciona y además con este tono irónico e hilarante que representa el humor dramático en el cine de Iñárritu, es en la parte de Los niños héroes, pues hay un juego bastante interesante de metacine, y que se logra de manera magistral en otros tantos momentos de la película (la escena de Cortés, que ya la comentaré más delante, es una de ellas), en el que incluso llega a romperse la cuarta pared con una naturalidad brillante.


                                                              "Si no lo veo, no lo creo"


La naturaleza de Silverio es realmente rica si la contextualizamos con la propia figura de Alejandro, y hay muchos elementos que me parece resaltan aún más la naturaleza controvertida de Alejandro. Es un hecho que él sabe lo que mucha gente opina de él, de su obra, y no teme a mofarse de ello, incluso a él autocriticarse en el acto, tanto en la misma figura de Silverio, como en la de los cercanos a este, como su esposa, su hijo, (la escena del desayuno con este, por un lado es extraordinaria porque hay un doble juego de crítica en el que se revela el amor-odio de Silverio por México, criticando gobierno y religión, pero resaltando la riqueza cultural sobre la de Estados Unidos que le quiere implantar a su hijo, pero también demerita todo ese discurso por grandilocuencias técnicas que me parece están demás, o pareciera trataran de desviar la mirada del discurso que se está creando entre los dos personajes) pero sobre todo con el personaje de Luis Valdivia, este personaje que se siente abandonado, robado y menospreciado por su antiguo colega, figura cuya inspiración bien podría haber sido inspirada en Guillermo Arriaga (yo así lo percibo, honestamente) el cual no deja de decirle esas "verdades" que sabe Alejandro para algunos es el santo y seña. El hecho de que Alejandro haya dado como profesión a Silverio la de periodista y documentalista (la escena dónde Silverio está haciendo el documental de los migrantes que desaparecen remonta a una escena clave de La dolce vita donde dos niños dicen que vieron a la virgen y sólo se están riendo de la gente, que en Bardo se contextualiza con el rapto de este grupo de personas por parte del crimen organizado) es precisamente para recalcar aún más la crítica al sistema, pues en un país donde el documental durante muchos años (afortunadamente, ya no tanto) fue castigado y muy menospreciado, y el periodismo se ha convertido en una profesión de riesgo, pues México es uno de los países donde más periodistas se matan; el hecho de que una persona de este gremio sea reconocido en el extranjero, es algo que contrasta absurda y tristemente con la realidad que vivimos, al menos en este país. La autocrítica en su punto más álgido.


"Un país muerto en el que no morimos"


Una persona conocida e hizo un comentario sobre algo que a mí en el primer visionado no me brincó pero que en la segunda lo pude notar, y esto es en la secuencia de la habitación con su mujer (para mí una clara referencia a Tarkovski, y si me lo preguntan, toda esta parte bien pudo haberse borrado en el corte final), cuando ambos están desnudos y acostados en la cama de perfil, claramente se le ve a Silverio blanquísimo, aún cuando en la propia película, en este episodio donde Silverio imagina que fue al programa de Luis Valdivia, este dice que sufría bullying por parte de su propia madre que le decía negro, pero partiendo del hecho que Silverio no es Alejandro, y de que El negro verdadero es un provocador por excelencia, siento que esto lo hizo deliberadamente, y es genial, porque acá trasgrede y refuerza el discurso de la obra, pero sin grandilocuencia absurda y sobrada.




Quizá la parte que yo más disfrute en todos los sentidos fue la parte de "el baile", pues en esta no sólo se ve el espíritu mexica de Alejandro en todos los sentidos, sino que además se dan varias partes medulares de la película, o las hilvanan. Una de ellas es la discusión de entre Silverio y Luis, donde hay unas reflexiones por parte de Silverio existencialistas muy profundas, así como el juego del metacine más que presente, y la autocrítica a todo lo que da (donde además hay referencias clavadísimas a su obra, sobre todo a Babel, Biutiful y Birdman) y en el mismo baile, donde se da un momento mágico armonizado por Let's dance de David Bowie, y de ahí nos conduce a un par de episodios realmente emotivos con su padre y su madre, del hecho del "Silverio niño", sólo comentaré que, como ya lo dije antes, "es ilógico, nada es real", porque esa es la naturaleza de toda la película, además, como en un sueño, cuando tienes un encuentro con tu padre, o un ser querido fallecido, aún lo sueñes de la misma forma en como era cuando tú eras niño, en el sueño tú no puedes aparecer como un niño, apareces como eres en tu realidad, con las vivencias y contexto que tienes en el momento en que lo sueñas, aunque puedas ver a la persona desde la perspectiva de un infante (no sé si clara referencia, pero esto también lo aplica Michel Gondry en Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, y siento en este ejemplo lo que hace Alejandro se justifica).


                                               "Qué hermosa esta ciudad tan fea"


El siguiente episodio quizá sea el más potente que viene desde que Alejandro sale a una Ciudad de México desierta (hay un plano, casi al principio de la secuencia donde a Silverio lo vemos de espaldas y podemos ver prácticamente a Alejandro en ella de espaldas) que de a poco se empieza a llenar de su bullicio característico, y en este punto la crítica es verdaderamente punzante, partiendo del tema de las desaparecidas y la violencia, y como lleva al inicio de esta, donde se le culpa de esta a Hernán Cortés, (previo al encuentro de estos dos, hay una toma a Giménez Cacho [que acá hay que mencionarlo, que estupenda actuación por el que para mí es el mejor actor mexicano hoy por hoy] que recuerda mucho a su papel en Cabeza de vaca) y donde además la alegoría entre los dos, si bien comentadísima y polémica, es clara y justificada, donde además el juego del metacine y el creador es clarísima, sin mencionar esa montaña de cuerpos que nos remite a Revenant.


"Venimos del norte, del infierno"


Fellini sigue presente en la película tanto al principio de la escena en la playa con la familia, como en el episodio del documental con los migrantes desaparecidos, con clara referencia a La dolce vita. Es en la escena de Silverio y su hija (en este comentario abro un paréntesis para hablar de las grandes actuaciones de todas las actrices en la película, sobre todo Ximena Lamadrid [hija], Griselda Siciliani [esposa] y todas las hermanas de Silverio) donde, si bien ya se habían plateado las ideas y cuestiones de la identidad y el orgullo mexicano en Silverio, este es cuestionado por su hija Camila, por haber querido ser parte de todo lo que se perdió por no poder vivir en México, el hecho implícito de no ser ni de aquí ni de allá, esa identidad que le hubiera gustado tener y vivir de primera mano, no por lo que su padre les dice a ella y su hermano (con el que Silverio también tiene un momento de reflexión en la siguiente escena sobre la ausencia de este por estar todo el tiempo fuera haciendo sus películas) sobre el orgullo de ser mexicano. Luego se viene la hermosa escena de cómo liberan a ese hijo que no quiso venir al mundo (en la primera escena hay además un elemento muy la fórmula secreta bien ensamblado en la trama que se desenvuelve en esa parte) y del cual no se puede desprender tanto El negro como toda la familia.




La parte final de la película, con la escena del tren, ahora en el plano de la realidad, y la sucesión de esta, es donde de alguna manera Alejandro revela la tesis de la película, el querer desprenderse de la realidad, de la dolorosa realidad, de la tortuosa y asfixiante realidad, en la que se deja ir en el inconsciente y ese limbo (otro momento Fellini, incluso Bergman, con esa caminata por el desierto con todas las personas de su vida) en el que puede emprender su viaje, donde hay que aprender no sólo a levitar, sino a volar, verlo todo desde esa perspectiva en las alturas, y desde la cual es más fácil (no sé si sencillo) plantearse todas las incertidumbres de un hombre para el que el peor de sus fracasos es haber alcanzado el éxito, creando así una película biográfica como ningún otro director la haya hecho jamás, con esa libertad creativa narrativamente hablando en todo su esplendor.

domingo, 8 de enero de 2023

Películas favoritas del 2022





Internacional:

La gran libertad, Sebastian Meise
As bestas, Rodrigo Sorogoyen
Pacification, Albert Serra
Un beau matine, Mia Hansen-Love
Wheel of fortune and fantasy, Ryusuke Hamaguchi
Benedetta, Paul Verhoeven
Apollo 10 1/2, Richard Linklater
Un segundo, Zjang Yimou
Donde los cangrejos de río cantan, Olivia Newman




Mexicanas:

Vaquero de mediodía, Diego Enrique Osorno
Las hostilidades, Sebastian Molina
El otro Tom, Laura Santullo y Rodrigo Plá
El hoyo en la cerca, Joaquín del Paso




Cortometrajes:

Crónica Marciana, Silvana Lázaro Rosales
La muerte de David Cronenberg, David Cronenberg
Emilia, Cristina Guillén
Una noche en el cósmico, Luis de Val y Diego Herrero
Cecile Szalinsky y su odisea mental en seis capítulos, Daniel Escobedo
Babel, Alejandro San Martin
Cámara Oscura, Yudiel Landa
El sueño más largo que recuerdo, Carlos Lenin
Amanda, Liliana Villaseñor
Tal vez María, Uriel de Jesús Juárez
Viral, Laura Andrea Martinez Hinojosa
Sognare, Mariele Marrufo y Daniel Medrano
Presente, Sinai Díaz
El terreno, Franz Lucas
Chicas prepago, Isabel Sáenz
Pepedrilo, Victor Cartas Valdivia
Mercedes, Juan Olvera
Bonne nuit petite tomate, Nazieren, Cyprien
Cariño, Ismael R. Alonso
Las cosas que pensaba antes de morir, Ofelia Hernández


No estrenadas en los últimos dos años:

Transit, Christian Petzold
Phoenix, Christian Petzold
Leona, Isaac Cherem
Yella, Christian Petzold
Anima, Paul Thomas Anderson
Aniquilación, Alex Garland
The brood, David Cronenberg
Dead ringers, David Cronenberg
The lodge, Veronika Franz y Severin Fiala
A morir a los desiertos, Marta Ferrer
Jacob's ladder, Adrian Lyne
Dólares de arena, Laura Amelia Guzmán, Israel Cárdenas


domingo, 1 de enero de 2023

Sobre adioses a palomas y delfines: la pausa indefinida del realizador más experimental de la nueva ola de realizadores duranguenses.



Andrei Maldonado, amigo, compinche cinéfilo y colega en el quehacer cinematográfico que va más allá de la realización, como gustos afines de corrientes cinematográficas, la promoción cultural y la curaduría de festivales; este año ha anunciado el cierre de sus dos sellos cinematográficos: "Persiguiendo Palomas Films" y "Del-Fin del mundo producciones", y lo ha hecho poco tiempo después de haber anunciado un retiro temporal de la realización del cual no está seguro si vaya a volver.

Hace unas semanas le realicé una entrevista, que más que eso, pareció una charla entre amigos, una de esas charlas que muchas veces hemos tenido, pero esta vez el tema central de la charla se sostuvo en el cierre de sus sellos e inherentemente se coló el tema de su pausa y su visión bastante amplia y general del cine.

Es curioso como a veces el destino es bastante caprichoso, lo menciono porque la charla/entrevista que tuve con Andrei jamás se grabó, aun cuando el objetivo era hacerlo, pero pareciera algo quería que esa especie de carta de despedida no se publicara, de modo que, apelando a la buena memoria que siempre he tenido para registrar pláticas completas y reproducirlas en mi cabeza una y otra vez por años hasta plasmarlas en un relato breve o un guion, he decidido hacer una especie de crónica de lo que Andrei muy amablemente platicó conmigo, y lo hago de una manera que es coherente con nuestra manera en que ambos gustamos en el cine independiente: la experimentación. Así es que empiezo narrando esta charla en tercera persona.


La reunión que sostuvieron Juan y Andrei se llevó a cabo en el lugar más congruente para hacerle una entrevista a un realizador: en el cine, previo a la premier de una película mexicana de la cual Cinéfagos llevó una parte de la organización. Fuera de lo que sería la entrevista, al no estar bien seguro del dato, Juan pregunta a Andrei si ambas productoras nacieron al mismo tiempo, él responde que casi al mismo tiempo, fueron meses los que difieren en su creación una de la otra, pero prácticamente todos sus trabajos, salvo el primero, se llevaron a cabo con ambos sellos.

Juan inicia formalmente la entrevista preguntando si de alguna manera fue planeado el hecho de que justo en la fecha en que anuncia su retiro indefinido de la realización, también se vieran cerradas las productoras que fundó para dicha tarea. Andrei comenta que de alguna manera así fue, que no lo planeó tal cuál, pero que definitivamente una cosa llevó a la otra. Además, comenta que también decide hacerlo en este año porque es un poco obsesivo con los números cerrados, de modo que para él el hecho de que hoy día diez años después de haberlas fundado, se finalice la vida de ambas, es algo incluso que le sorprende. Le cuenta además a Juan que si supiera las veces que le entraron ciertas crisis existenciales y quiso tirar la toalla del mundo del cine, se sorprendería; pero que siempre salía alguna necesidad de hacer algo y seguir explorando en el arte cinematográfico, de modo que el retiro se dé no sólo en el marco de los diez años de ambas productoras y su final, sino además presentando su penúltimo trabajo, "Alejandra, todavía Alejandra" en el Festival de Cine Mexicano, mismo festival que en la primera edición de la competencia "Hecho en Durango" tuviera a "Blanco Polar Radiante" en la competencia, es algo que le da además de una satisfacción personal, una manera de validar lo hecho en los diez años de vida de ambas productoras.

Juan le dice que en su trabajo nunca tuvo temor de explorar y de buscar el lado más experimental del arte cinematográfico, pregunta si eso se dio de manera orgánica. Para esto Andrei responde que en sí es algo que se fue de manera que él mismo iba descubriendo ese cine cuyas narrativas no entran en el orden y ámbito comercial. Cuenta que su primer trabajo, siendo aún universitario, fue un trabajo que tuvo toda la estructura del cine como se hace de manera industrial, en una escala menor por supuesto, "Mi general" tuvo incluso un reconocimiento muy importante a nivel internacional (mejor producción) en un festival de cine universitario en Colombia, lo cual por supuesto hizo que él se planteara que era lo que él quería hacer, y fue con esa estructura que también hizo su primer cortometraje ya fuera de la universidad, pero después, al verse influenciado con estos directores que exploraban el arte cinematográfico de manera diferente, que él mismo empezó a explorar y experimentar el lenguaje y sus diferentes narrativas. Comenta que siempre se vio influenciado sobre todo por Lars von Trier y el Dogma 95, y que siempre quiso que estuviera presente esto en su trabajo, pero sin que estuviera de una manera directa, y así fue que, al paso que descubría otros directores, estos iban de alguna manera influyendo en su manera de hacer cine.

Juan le cuestiona sobre su sentir con el anuncio del cierre de sus productoras y que este se dé además con una serie de proyecciones especiales de sus trabajos tanto en el marco del Festival de Cine Paloma Itinerante como de la celebración del aniversario de la Cineteca. Andrei, con notorios sentimientos a flor de piel, dice que por supuesto le trae algo de nostalgia, pues ve estos trabajos y lo hace revivir cosas que en su momento experimentaba cuando los estaba haciendo, o cuando los pensaba previo a la realización, incluso de pláticas que tenía sobre ellos con miembros del crew, también le dice que si bien en su momento ciertos aspectos que había en sus trabajos los ponía, o echaba mano de ellos como su propia aparición en sus cortometrajes, era un poco en un sentido de provocación, pues sabía que muchos pensaban que su discurso era egocentrista en su forma de hacer o contar historias, en este punto ambos concuerdan que qué realizador no es egocentrista, pues ser realizador es en definición un egocéntrico al cual le gusta ver su nombre en la pantalla con el título de director, aunque claramente los hay más egocéntricos que otros. Pero también confiesa que así como en su momento el ver sus trabajos le daban esa sensación de provocación, ahora no oculta el hecho de que siente un poco de pena por la forma en que los hizo, pero si hay algo que le da satisfacción, es que nunca se quedó con las ganas de hacer algo, siempre hizo lo que el impulso creador le pedía que hiciera en cada momento, ya fuera con deficiencias técnicas o problemas de producción, siempre hizo lo que quiso, y no pierde la esperanza de que quizá en 5 o 10 años al volver a ver estos trabajos, el sentimiento de satisfacción y felicidad será completo.

Para este punto Juan le pregunta a Andrei qué tanto piensa en la posteridad de sus trabajos, más allá de la posteridad de él como realizador, y se lo pregunta porque de alguna forma u otra, los trabajos firmados con estas productoras seguirán estando en la web, tanto en el sitio web de Paloma Itinerante, como en otros sitios, y seguramente se encontrarán con muchos jóvenes inquietos por descubrir otras narrativas, y seguramente se verán influenciados de alguna manera por estos, como es su caso, comenta Juan. Además, de haber alguna especie de apagón mundial de Internet en algún futuro, algunos de estos trabajos también están en formatos físicos. Andrei le dice que, por supuesto que piensa en ello, pero no es algo que tenga muy presente en su pensamiento. Por supuesto el sueño de todo realizador es que su trabajo sea recordado, y en consecuencia quien lo hizo también lo sea, y esto también es parte de esa naturaleza egocentrista de un realizador. Pero Andrei le comenta que él siempre ha querido hacer con su cine el hecho de crear imágenes icónicas para que se queden en el subconsciente del espectador y se reproduzcan y no se borren, y como ejemplo menciona el primer plano de Alejandra Castañeda en "Blanco Polar Radiante" y su diálogo, que Andrei comenta este fue utilizado como sample en una canción por un músico, y el siempre querer crear imágenes para el recuerdo, es una de las máximas que siempre lo han regido, y por supuesto Juan dice que es algo que sí está muy marcado en sus obras.

Juan pregunta a Andrei qué sentimientos tiene hacia los colaboradores que ha tenido en sus trabajos tantos años después, sabiendo que quizá ya no podrá colaborar con ellos. Andrei menciona que es un sentimiento muy bonito, puesto que ver esos trabajos, y cómo todos empezaron hace tantos años desde esta trinchera independiente, y ver hoy día cómo muchos han trascendido de manera notable. A quien menciona, primeramente, es a Alejandra Castañeda, quien además de haber egresado y participado en varios trabajos del CCA, ahora está en la Ciudad de México en la Escuela Nacional de Arte Teatral, también a su compañero Eric Villa que, además de seguir vigente como realizador, también ha participado en producciones importantes como asistente de producción y como sonidista. En este punto Juan hace un paréntesis y pregunta a Andrei si en ningún momento se ha hecho a sí mismo una especie de juicio al ver que sus demás compañeros dieron el siguiente paso y él siguió explorando el quehacer cinematográfico desde la trinchera independiente y autoral, y dice que evidentemente sí lo llegó a hacer en algún momento, pero también está consciente que lo que él busca expresar a través del cine, no podía haber sido de otra forma que como lo hizo.

Juan pregunta a Andrei si entre todos sus trabajos, tiene alguno favorito que sobre salga de manera especial para él, ya sea por la producción o por lo personal de este, Andrei le responde que sin duda alguna, y este es "Blanco Polar Radiante", tanto por lo que ya había mencionado de que es el trabajo en el que más imágenes icónicas creo, como por lo personal que no sólo él dejó, sino también Eric y Alejandra, y además también por el hecho de que fue un trabajo que tuvo muchas proyecciones en festivales, además de la banda sonora con la que cuenta. Dice que si un trabajo lo ha dejado completamente satisfecho en cuanto a realización se refiere, ha sido este. Si bien todos han sido concebidos de manera personal y son muy especiales además de haber sido realizados como en ese momento él los quería realizar, este es para él sin duda su mejor trabajo.

Juan le comenta a Andrei que, si algo se destaca de todos sus trabajos, por sobre los fondos y además de la presencia femenina en la gran mayoría, es cómo emplea el montaje para contar sus historias, en todos de manera muy diferente, pero con cierta presencia que ha uno lo hace identificar claramente que hay la mano de un realizador peculiar, que es lo que más destaca Juan de su trabajo. Le pide que le hable sobre su proceso creativo en este departamento. Andrei le comenta que generalmente este se da de una forma muy orgánica, en el que prácticamente él deja que el propio proyecto que haga solo a través de impulsos emocionales, evidentemente interviene, pues el montaje es un recurso que va más allá de "cortar y pegar", es donde él concibe la creación del cine como tal, si bien el guion es importante, este puede en cierta manera ser prescindible si en el montaje surge la magia de las imágenes. Además, menciona que como ya había mencionado antes lo de las imágenes icónicas, él siempre busca que sus trabajos sean auténticos, y se vean diferentes no sólo entre sí, sino al trabajo de otros realizadores. Para este punto pone como ejemplo el hecho de que de los últimos trabajos producidos por jóvenes duranguenses egresados de escuelas de cine, la gran mayoría de estos se ven prácticamente iguales, y suelen tocar temas muy parecidos, de esto, Andrei culpa en parte a las escuelas de cine, porque les dan los parámetros de cómo se debe hacer el cine y cómo no, y no se les da mucha libertad en la experimentación, algo que él sí ha tenido el valor de hacer, además eso encaminado al hecho del cine que buscas y ves, y evidentemente si el realizador no busca y ve cine diferente al marcado en la industria, hablando y explorando tanto fondos y formas, evidentemente sus trabajos, a pesar de ser muy buenos hablando en términos de producción y técnica, no tendrán mucha propuesta creativa, en lo que Juan está completamente de acuerdo.

Para acabar la entrevista, Juan le comenta a Andrei que ha guardado para el final la pregunta que más le interesaba hacerle, pregunta que de hecho había formulado unas semanas antes justo en la función de despedida de "Del-Fin del Mundo Producciones", y esta es cuestionándole el hecho de que si su receso como realizador se debe en gran parte al hecho de haberse quedado solo como abanderado de una forma de hacer cine de manera tan experimental, o dicho en otras palabras, que si hubiera habido alguien más de su generación haciendo cine desde esta trinchera, se habría retirado. Para este punto se nota como de alguna forma le gana la emoción a Andrei, y con cierto hilo en la voz como si se le hubiera hecho un nudo en la garganta, comenta que no lo había pensado de esa manera, pero ahora que Juan se lo planteaba, se podría decir, además sincerándose consigo mismo, que quizá si tenía mucho que ver eso. Andrei le cuenta a Juan que en un principio cuando él y otros realizadores de su generación empezaban en el querer hacer cine a través de cortometrajes, estos se inspiraban y retaban al mismo tiempo, era un querer hacer cosas para mostrárselas a los demás y que estos también quisieran hacerlo, incluso comenta que había uno entre el grupo, del cual no quiso mencionar su nombre, que siempre le decía que él era mejor realizador que Andrei, pero que hace mucho tiempo que se retiró de la realización, y así como hay muchos que se retiraron, otros siguieron pero ya de manera más profesional, como Pamela Velázquez haciendo cortometrajes y teniendo presencia en festivales internacionales, o Deniss Barreto que si bien su cine y sus inquietudes siguen siento muy congruentes con lo que ella siempre quiso explorar en el cine, hoy día ya está a punto de lanzar su ópera prima, y así varios ejemplos más como el de Juan José Hinojosa. Incluso, dice que siempre se ha sentido en muchos sentidos como una persona mucho más mayor de lo que ya es, como un alma vieja que siente cierta aprensión por las cosas viejas y por sus historias y cómo las hace, incluso se siente desfasado de cómo hoy día los jóvenes producen cine. También habla sobre como en toda generación hay realizadores que se quedan y de alguna manera se estancan en temas e historias que representan una y otra vez, como Woody Allen o Arturo Ripstein, pero que son referentes de ese cine y esa generación, de modo que él espera que su trabajo en algún momento sea visto de esa forma, al menos el hecho bajo estos sellos, hasta que decida si hay un futuro para él en el quehacer cinematográfico.