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martes, 17 de enero de 2023

Serre moi fort: la forma en que nos comunicamos con nuestros fantasmas.




Serre Moi Fort
(o Abrázame fuerte para latinoamericano y Hold me tigh para el mercado norteamericano) es una película francesa del 2021 dirigida por el también flamante actor Mathieu Amalric, y es una película que a mí me parece estupenda por varias razones que me gustaría comentar a continuación de hacerles una breve reseña:


La película comienza justo en el momento que Clarisse (Vicky Krieps) sale de su casa sola, aparentemente abandonando a su familia. Parece que Clarisse es un alma libre y salvaje que quiere experimentar y recorrer el mundo, y que posee un raro poder que le permite comunicarse con su familia en la distancia. Pero conforme la trama trascurre y avanza, la premisa se transforma, y nos damos cuenta que las cosas no se nos han contado del todo linealmente, al punto que nos hace cuestionarnos si Clarisse es la que se fue o la que se quedó, si es ella quien envía el mensaje al otro lado de la vida, o quien lo recibe.


Me parece que el hecho de que la película sea dirigida por el gran Matheui tiene bastante lógica y congruencia, pues por una parte, la película tiene todos los elementos para que, Matheui si hubiera tenido la oportunidad de protagonizar la, seguramente lo habría hecho, además tiene congruencia con su aura creadora y con los temas que él más explorado en el cine, incluso yo encuentro en la película ciertos paralelismos con la magnífica "La escafandra y la mariposa" de Julian Schnabel, que Mathieu protagonizó, y que los encuentro sobre todo en las formas de comunicación que surgen y nacen cuando nuestro interlocutor (o nuestros) no nos puede escuchar, o cuando nuestro lenguaje se limita para ellos. 

La película es muy bella precisamente en ese sentido, en el de cómo los canales de comunicación surgen cuando ya no hay una interacción cercana, como los lazos y señales de amor llegan a las personas que amamos, aún cuando estamos en la deriva, cuando mandamos mensajes de humo que nos reconfortan pero que quisiéramos no llegarán en realidad, que las respuestas fueran inventadas por nosotros y no fueran la resonancia del alma de esas personas, que se quedaron atrapadas en nuestra memoria, y que siguen haciendo sus mismas rutinas mientras nosotros nos perdemos, o buscamos la respuesta que nos salve o nos devaste. Aunque a veces también confundamos a las personas a quienes se los enviamos, como a Clarisse le llega a pasar con su hija.

La actuación de Vicky sin lugar a dudas es lo mejor que tiene la película, que es mucho decir; es el peso y soporte de la trama, y esta tan creíble y asombrosa, que uno no hace más que dejarse enganchar por todo el vaivén, sube y baja al que sus sentimientos y emociones en forma de montaña rusa la someten. Hay claridad, confusión, dolor, enajenación, mesura; y en los momentos más duros, realmente a uno se le estruja el corazón al verla. Para mí, una de sus más grandes actuaciones.

Al final uno logra entender los tiempos en que la película se estaba narrando, uno descifra la necesidad de Clarisse por hablar con su familia, porque estar fuera de casa, y la plática final con su marido, en la que ella cierra los ojos y da órdenes mientras él del otro lado obedece, deja la misma sensación de paz que seguramente Clarisse estaba sintiendo en ese momento. 

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