Producciones "La Vieja Escuela" Presentan:

jueves, 31 de diciembre de 2020

Películas favoritas del 2020.

 


Desde que empecé a hacer este ejercicio hace cuatro años, quizá este sea el año en el que más he batallado para hacer, o tratar de hacer un recuento más que digno de lo mejor que he visto este año en cuanto al cine como expresión artística se refiere.

Y no sólo por el hecho pandémico que nos limitó este año la presencia durante muchos meses en salas y en festivales presenciales, más bien todo lo contrario, el no tener salas de cine ni festivales, hizo que nos centráramos en ofertas en plataformas, los múltiples festivales que pudimos cubrir en la distancia, y las películas que muy amablemente nos hicieron llegar apasionados del cine como su servidor tanto dentro de la industria, como de fuera.

Si bien, este año no logré el cometido que tenía de ver cuando menos una película por día, la gran cantidad de cortometrajes que pudimos ver nos hace sentir que la cifra quedó casi a nada de ser completada.

(Esperaba ver 366 películas este año, pero sólo logré llegar a la cantidad de 322, siete películas menos que el año pasado. Pero pudimos ver más de un centenar de cortometrajes y mediometrajes)

Así que, con muchas películas muy comentadas sin ver, como First cow, El baile de los 41, La casa lobo, o Pienso en el final, y que seguramente veré en el mes de enero y que figurarán en la lista del 2021, les dejo estas listas con lo mejor que pude ver en el 2020.



Películas Internacionales 2018-2019-2020


1.-La cordillera de los sueños - Patricio Guzmán

2.-Retrato de una mujer en llamas - Cécile Sciamma

3.-J'acusse - Roman Polanski

4.-For sama - Waad Al-Kateab, Edward Watts

5.-Ema - Pablo Larraín

6.-There is no evil - Mohammad Rasoulof

7.-Leto - Kirill Serebrennikov

8.-La vida invisible de Eurídice Gusmao - Karim Aïnouz

9.-La flor - Mariano Llinás

10.-La noche de 12 años - Álvaro Brechner

11.-Fendas - Carlos Segundo

12.-The old man and the gun - David Lowery

13.-Panamá - Javier Izquierdo

14.-The woman who ran - Hong Sang-soo


16.-Beans - Tracey Deer

17.-Talking about trees - Suhaib Gasmelbari

18.-Mantarraya - Phuttiphong Aroonpheng

19.-Frontera - David David

20.-Mon chien stupide - Yvan Attal

21.-In between dying - Hilal Baydarov

22.-Never rarely sometimes always - Eliza Hittman

23.-Uncut gems - Hermanos Safdie

24.-El misterio de Silver Lake - David Robert Mitchell

25.-The lighthouse - Robert Eggers

26.-Palm Springs - Max Barbakow

27.-A rainy day in New York - Woody Allen

28.-Como el cielo después de llover - Mercedes Gaviria

29.-Retablo - Álvaro Delgado-Aparicio

30.-La odisea de los Giles - Sebastián Borensztein

31.-76 days - Weixi Chen, Hao Wu, Anonymous

32.-Wolfwalkers - Tomm Moore, Ross Stewart


Películas mexicanas de ficción


1.-Restos de viento - Jimena Montemayor

2.-Los lobos - Samuel Kishi Leopo

3.-Sin señas particulares - Fernanda Valadez

4.-Blanco de verano - Rodrigo Ruiz Patterson

5.-Sanctorum - Joshua Gil

6.-Se escuchan aullidos - Julio Hernández Cordón.

7.-Ya no estoy aquí - Fernando Frías de la Parra

8.-Noches de Julio - Axel Muñoz

9.-El vigilante - Diego Ros

10.-Días de invierno - Jaiziel Hernández Máinez

11.-Fauna - Nicolán Pereda

12.-Me quedo contigo - Artemio Narro

13.-Luciernagas - Bani Khoshnoudi

14.-Asfixia - Kenya Márquez

15.-Fractal - Mariana González

16.-En la sangre - Jimena Montemayor


Documentales mexicanos


1.-La danza del hipocampo - Gabriela Domínguez Ruvalcaba

2.-El guardián de la memoria - Marcela Arteaga

3.-Tote abuelo - María Sojob

4.-Laberinto Yo'eme - Sergi Pedro Ros

5.-Familia de medianoche - Luke Lorentzen

6.-Cosas que no hacemos - Bruno Santamaría Razo

7.-Tierra mía - Pedro González-Rubio

8.-Llévate mis amores - Arturo González Villaseñor

9.-Titixe - Tania Hernández Velasco

10.-Negra - Medhin Tewolde

11.-Off the road - José Permar

12.-Ciudad - Carlos F. Rossini, Julio Hernández Cordón, Maya Goded, Nuria Ibañez

13.-Lejos del sentido - Olivia Luengas

14.-La plaza de la soledad - Maya Goded

15.-Ermitaños - Daniela Uribe


Menciones especiales de películas destacadas ya estrenadas hace más de cinco años


1.-Nostalgia de la luz - Patricio Guzmán

2.-Right now, wrong then - Hong Sang-soo

3.-El botón de nácar - Patricio Guzmán

4.-Memories of murder - Bong Joon-ho

5.-Me and you and everyone we know - Miranda July

6.-Madrid, 1987 - David Trueba

7.-El chico de la bicicleta - Los hermanos Dardenne

8.-La vendedora de rosas - Víctor Gaviria

9.-Mis noches con Maud - Éric Rohmer

10.-The day after - Hong Sang-soo


lunes, 16 de noviembre de 2020

Las dos caras de "Las tres muertes de Marisela Escobedo".

 



"Las tres muertes de Marisela Escobedo" es un documental mexicano estrenado este año, producido por Netflix, y dirigido por el joven cineasta Carlos Perez Osorio. Me parece que el hablar sobre lo que trata el documental está de más, pero aun así les dejaré la descripción que hace Netflix del mismo:

"Después de que el feminicidio de su hija quedara impune, una madre inicia una cruzada incansable para encarcelar al asesino y exponer al sistema de justicia mexicano".

Este documental ya que se convirtió en una de la producciones más comentadas y celebradas a últimos años por parte de la compañía de streaming, pero luego de verlo, sentí una necesidad de escribir sobre este, tanto por las cosas que me parece a bien puntualizar y celebrar, pero también por ciertos detalles que a mí me parecen fallidos. Me explico a continuación en dos breves partes marcadas y divididas.


Cara 1: el amor de una madre exponiendo la deficiencia de un estado fallido.
No cabe duda que este año es el año en que viene a destapar una cloaca que tarde o temprano tenía que destaparse: la ineptitud en la política, y su fallida estrategia en la "guerra contra el narco" del "Calderonismo". Hemos visto este año en más de un trabajo, tanto en el documental como en la ficción, que se retrata este hecho, sobretodo en las regiones del norte del país, trabajos como "La paloma y el lobo" de Carlos Lenin, "Laberinto Yo'eme" de Sergi Pedro Ros, y quizá el más destacado: "El guardián de la memoria" de Marcela Arteaga. Todos grandes trabajos que vienen a sumar a la denuncia de otros trabajos de años anteriores (como "Hasta los dientes" de Alberto Arnaut), con lenguajes muy propios e historias muy valiosas y particulares narran desde las consecuencias de la militarización, las numerosas desapariciones forzadas, el feminicidio, y el desplazamiento forzado tanto de personas que huyen de un estado a otro, hasta comunidades enteras que tienen que pedir refugio en otros países (otro caso podría ser el del documental "Disparos", aunque el caso de ese reportero ocurre en la administración de Peña Nieto) que dan evidencia de cómo tanto el gobierno y como ejercito les facilitaban las cosas a los grupos criminales en estas zonas del país, ya fuera por decisión u omisión, que para el caso, me parece es lo mismo. En este orden entonces, es que Carlos Pérez Osorio logra narrar me parece de manera por lapsos muy brillante, este caso de los que muchos recordamos las notas que hacían las televisoras de nuestro país en ese entonces, pero que no daban muchos detalles al respecto. Diego logra darnos todos los pormenores de este hecho que duele, desgarra e indigna a cualquier persona que lo vea, porque la historia es punzante, y ahí está, y es de gran merito que Diego la haya mostrado me parece sin ninguna clase de tapujo o censura, nombra y señala a responsables y perpetradores, y les da derecho a réplica (una de las últimas entrevistas a un hombre en la cárcel en Estados Unidos, cuya identidad no revelaré para no arruinar nada de la trama para quien decida verlo y no lo haya visto, es quizá de las más impactantes), y es uno de los muchos momentos que Diego toma control del relato, incluso la forma en que recrea las situaciones con imágenes y tomas de los lugares donde ocurrieron los hechos y de las que no se cuenta con material de archivo (como las partes de Fresnillo, en donde me parece hay una propuesta visual interesante del director por la sensación onírica) cuyo recurso en más que plausible y que juega a favor de la fluida narración. Todos los testimonios son por demás puntuales y dan la sensación de dolor e impotencia que sintieron en su momento y no dejan de sentir, aunque haya de cierta manera una sanación, que por supuesto no dio jamás el Estado, tanto para el caso de la hija como el de la madre.


Cara 2: cuando la marca influye.
Quizá el hecho que a mí en lo particular no me gustó del documental sea una nimiedad, pero que aun a sí me gustaría expresar. El principio del mismo se nos dicta algo que no debería de hacerse a mi parecer en este tipo de trabajos, y esto es que se nos dice, más allá de que aparezca el nombre de la productora, toda la secuencia de créditos iniciales pareciera son más de una película gringa que de un documental mexicano que trata un tema por demás importante. Como lo digo, a mí me parece que es una nimiedad cuando uno termina de ver el documental como una obra completa, pero es algo que tenía que mencionar, así como estoy consciente que en trabajos producidos por el brazo cada día más fuerte de Netflix, algo debe de haber por parte de ellos en la producción, porque al final de cuentas, es un "producto" que debe velar también por el negocio general. La primera tercera parte del documental, justo antes de la "segunda muerte", el documental también tiene cierta sensación de thriller muy a la fórmula gringa, si, por supuesto mostrándonos la historia tan valiosa de esta mujer, su lucha, su coraje, su valentía sin importarle a quién ofendía al decir una verdad que indigna al país entero por no haber quizá sumado más a su causa, una mujer que no descansó por luchar para que se hiciera justicia a su hija, que vivió desde su desaparición y hasta su muerte como una heroína de verdad. Todo eso está desde el principio, pero en la primera tercera parte la cuestión del montaje a mi me da esa sensación de ver eso: un thriller gringo. No es hasta después del aberrante veredicto que dan esos tres incompetentes jueces que el documental empieza a tomar una forma muy centrada, ya se nota que es una historia pensada por un mexicano, e incluso es cuando el director empieza a explorar este recrear de las situaciones con toma y montaje que se trabajó con material original, entrelazándolo con material de archivo y testimonios, a partir de ese punto el documental se ve, se siente y se percibe más personal. Y me parece que de ese punto en delante no hay más que reprocharle, quizá lo único que yo siempre cuestiono en las producciones de Netflix (o al menos en la gran mayoría), son sus BSO, y en este caso no es la excepción. Aunque si bien a mí, la música no me resultó tan "nociva", si hay una clara intención de manipular al espectador por medio de esta, y me pareció un caso muy similar al del cortometraje documental de Everardo Gonzalez "A 3 minutes hug", también producido por Netflix, y me generó la misma duda: ¿Qué habría pasado si nos muestran este trabajo sin música? A mí me parece que habría sido más directo, si edulcorar, porque me parece es otra decisión de Netflix con el asunto de la música en el caso del documental de Diego en particular, quiere hacer menos fuertes las emociones por medio de la música y hacerlas más relajadas, pretende que el espectador se sienta triste, en vez de indignado, y en ese propósito el desarrollo del documental no está a la altura de la potencia que la historia si tiene. Y me parece que este tipo de trabajos lo que deben hacer es cuestionar, por una parte, y luego hacer que el espectador tome realmente partido de lo que está viendo, la música si acaso lo hace creer que ve una película y que está de alguna manera protegida o protegido, cuando en realidad no es así, esta película es un trozo de una realidad más latente y más vigente hoy día que nos muestra (para todos esos detractores de las marchas cada día más fuertes por parte de movimientos feministas) que hubo una mujer que agotó todos los recursos, que marchó, que pidió ayuda, que recorrió casi todo el país y que quiso hablar tanto con el presidente de la república como con el gobernador de su Estado, y que jamás se le atendió; que hizo una protesta pacífica para pedir justicia, y que al final predijo su propia muerte.


Ahora yo me pregunto, y les pregunto: ¿Con qué autoridad moral les decimos a todas estas mujeres que han perdido a hijas, y que se exponen a los peligros de este país aún machista y feminicida, que no son las formas de manifestarse?

martes, 3 de noviembre de 2020

El deseo de Ana.


Debo decir que la película cuenta con uno de los carteles más hermosos que yo he visto.



Del día 5 al 7 de noviembre, se llevará a cabo la edición de este año del Festival de cine La Paz, el cual se llevará a cabo en esta su tercera edición, en formato híbrido, con funciones tanto presenciales como en linea.

Dentro de la numerosa programación con la que cuenta, hay una película en particular de la cual quiero escribirles, la cual se proyectará de manera online el día de hoy a las 18:00 horas, horario del pacífico. La película en cuestión es "El deseo de Ana".


Ópera prima del director Emilio Santoyo, escrita por Gabriela Vidal y el mismo Emilio, la cual ha tenido un recorrido por festivales más que importante desde el año pasado, recogiendo reconocimientos tanto de jurados como de crítica; nos narra la historia de Ana (con una actuación de Laura Agorreca más que destacada; tan destacada es que, uno bien podría comprarle el hecho de que es mexicana, pues no se nota en ningún momento su acento argentino), una mujer que vive con su hijo (Ian Monterrubio) de manera muy tranquila, pero esa tranquilidad que se nos presenta, de alguna manera viene a ser trastocada con la aparición de Juan, el hermano de Ana (David Calderón es quien interpreta al personaje, con un trabajo también muy completo). No se nos dice mucho en sí, pero vemos cómo Ana evita de alguna manera profundizar la comunicación con su hermano, sólo atendiéndolo de manera cordial, pero conforme avanza la trama, y se van revelando detalles en la vida de ambos en su presente, y que parecen ser las consecuencias que hicieron que se separaran en el pasado; hace que se vaya dando una necesidad en ambos de estar otra vez juntos, como lo estuvieron años atrás, la naturaleza de la forma en que quieren estar juntos, se va soltando de a poco, entregándonos un final climático al que uno quisiera que muchas personas pudieran encontrarle la belleza que tiene, y esto lo digo tanto en su forma, como en su fondo.


Los valores y aciertos que tiene la película, y que son el resultado de la atinada dirección de Emilio, son muchísimos, y quizá podría empezar atendiendo el tono de la película, el cual hace que el desarrollo de esta sea pausado, detallista, íntimo; uno recuerda en su propuesta al cine de grandes maestro de este arte como Rohmer o Kieslowski, sobre todo al primero, no sólo por la meticulosidad con la que ejecuta planos y diálogos, sino también por la gran construcción que hace de los personajes y la economía de recursos en muchos niveles (personajes, paleta de colores, etc.) que nos vienen a comprobar que en el cine, la mayor parte del tiempo "menos es más".

Los tomas y secuencias en la película nos comunican mucho, tanto como los diálogos de los personajes; y esto que nos comunican es en total congruencia con la historia. Lo referente al diseño de producción también es un campo muy atinado, vemos en las escenas que encuadran a detalles, como todos los elementos hablan, nos dan un total entendimiento de la situación tan compleja que vive cada personaje, de sus miedos, de sus deseos, y también nos ponen en perspectiva su pasado.

Debo decir de manera muy personal que, luego de verla tres veces, desde hace exactamente un año en que la vi por primera vez en el pasado Festival Internacional de Cine de Los Cabos, que esta película se posiciona cada vez más como una de mis películas favoritas del cine mexicano. Sin lugar a dudas es una película que desde su estreno en festivales, en la ciudad que se estrena, levanta tema de conversación, la pregunta es hacia dónde se encamina dicha conversación, si las personas se van por el camino fácil y atienden la linea de la primera lectura, la del prejuicio sin antes tratar de entender la naturaleza propia del amor; o se trata de dar al meollo del asunto, lo que para mí es la trama central de la película, que es la de la valentía y el riesgo que implica entregarse a un amor socialmente no aceptado, y que en la película se representa de una forma, pero que pudo haber sido representada de cualquier otra, o mejor dicho aún, la forma en que esta representada en la película, da vitalidad y legitimidad a la película en sí, y rinde homenaje a todas las demás manifestaciones que tienen el deseo y el amor, ya sea que estas sean o no socialmente aceptadas.




lunes, 2 de noviembre de 2020

Fauna





La más reciente película del experimentado, experimental, y joven director Nicolás Pereda, es un trabajo que yo podría, o mejor dicho, es una película de cuya crítica yo llamaría: "Fauna: el animal en el que todos nos convertimos a la hora de actuar", pero como esta no es una crítica, sino un breve comentario, no la titularé así.

Como lo dice el supuesto título, de una supuesta crítica que yo habría escrito en un momento dado, esta película habla sobre los procesos de los actores. Empieza con una joven y su novio, quienes son actores, yendo a visitar a los padres de ella en un pueblito al cual parece, es complicado llegar; al igual que ellos, también va a visitarlos el hermano de ella. En medio de algunos momentos chuscos (y bastantes buenos, cabe aclarar), vemos cómo se les somete a una especie de escrutinio y de juicio a los dos personajes que son actores, a mostrar sus dotes histriónicos, y en el acto, transformarse, incluso vemos la transformación en sus padres, por momentos actuando como otras personas, y no admitiéndolo ante los demás, por un lado vemos al padre haciéndola de negociante, y a la madre, como una especie de Liv Ullmann en "Sonata de otoño".

La segunda parte es un ejercicio completo de lo que es el proceso de trasformación, vemos a los mismos personajes actuando en otra historia, que se origina por un libro que está leyendo el hermano de la actriz. La película se convierte en otra película, y acá vemos como, el nombre de un personaje que es actuado por la actriz, que hace tres papeles diferentes en la película, da también el título a la película. El final de la película es un juego que yace en las dos partes de la misma, que quizá detona mucho de la tensión entre estos dos hermanos, y el rechazo del hermano hacia el novio de su hermana.

Me parece que, sin lugar a dudas, lo mejor de la película, más allá del gran trabajo de Pereda por lograr el amalgamiento perfecto entre ambas partes que la conforman, y los pasajes que se sostienen de la narración del personaje central en la segunda parte (algo muy del cine de Pereda), son las actuaciones de todo el reparto, sobretodo de Gabino Rodríguez, quien quizá sea el mejor actor de su generación en México, y la de Francisco Barreiro, que vaya que si ha tenido una presencia más que importante este año en nuestro cine nacional.

Blanco de verano.





Ópera prima de ficción del director Rodrigo Ruiz Patterson, cuyo andar por festivales había sido por demás interesante, tantos por los premios recabados, como por los comentarios que hacían de ella varios medios de prensa especializada; había hecho que la estuviéramos esperando mucho, y vaya que si han sido más que merecidos todos los comentarios que giraban entorno a ella.

La película es una suerte y especie de coming of age que gira entorno a Rodrigo, un jovencito de 13 años que vive sólo con su madre llamada Valeria, y que parece ser que su vida es perfecta como es, sin una figura paterna; pero esta perfecta vida se transforma cuando llega Fernando, un amigo de su mamá, que muy pronto se convierte en su novio. Parece que al principio las cosas van bien entre los tres, la convivencia es sana, y no hace que la presencia de este hombre irrumpa en las rutinas de Rodrigo y su madre, como lo son el fumar, irse de pinta de la escuela para escaparse al deshuesadero de autos donde hay un motorhome en el que Rodrigo construye un refugio; pero en el momento en que Fernando se va a vivir con ellos, es que empiezan los problemas, Fernando empieza de a poco a querer cambiar sus vidas, y eso detona en una necesidad pirómana por parte de Rodrigo para sacar su frustración , más que para llamar la atención (el título de la película viene de la anécdota generada en el primer arranque de ira de Rodrigo contra Fernando). Las cosas que parecía podían hacer que la comunicación entre ambos hombres en la vida de Valeria funcionara, ahora los confronta, y la flama con la que Rodrigo sacaba esta frustración, va de menos a más, hasta llegar el punto en que incendiaría la vida de los tres, llegando a una decisión, sacando y evidenciando también de alguna manera la naturaleza edípica de Rodrigo hacia su madre, encontrando así su identidad.

La maestría de Ruiz Patterson para hacer que este relato fuera algo más que un simple coming of age, me parece está, por sobre las muchas cosas valiosas en la película a nivel producción, en una en particular: el recurso de las secuencias cortas.

Son contadas las escenas, o mejor dicho, las tomas en las que una secuencia dura más de diez segundos, de esta manera, el director nos dice y nos comunica muchas cosas en un corto lapso de tiempo (y a esto me refería cuando comenté en mi crítica a Nuevo Orden sobre decir mucho, lo elemental y esencialmente necesario en lugar de hacer secuencias largas que sólo dan una noción y una mirada vacía y trivial), en el que no se siente para nada una noción de que algo falta, es un recurso magistralmente utilizado. Luego de eso viene la fotografía, un trabajo demás meticuloso que toma a detalle todos los elementos que hacen que uno conecte no con los personajes simplemente, sino con su sentir. Hay sobretodo dos partes en la que la fotografía toma una belleza muy difícil de describir y apreciar, salvo que se vea la película, y estas partes son la del restaurante y la del escape (esta última con un guiño me parece muy interesante a Apocalipsis ahora), además de una mirada muy dinámica que se adapta a lo que la situación dicta (un ejemplo, la parte de la discoteca). Hablando del sentir de los personajes, y cómo este se potencializa por el trabajo en la cámara, no sería posible sin el gran trabajo actoral de los tres actores en la película, Sophie Alexander impresionante como casi siempre, un Fabián Corres al que es muy grato volver a ver en una película, y una revelación como lo es Adrián Rossi, al que no les extrañe nada si el año que entra gana un Ariel al Actor Revelación, realmente impresionante su desempeño en el papel de Rodrigo.

Una película que a mí en lo personal me recordó mucho a Días de invierno, por las relaciones dependientes entre madre e hijo, y cómo estas forman, forjan, y dan carácter, para cuando se tenga que dejar el nido.

4 Películas del Festival Internacional de Cine de Morelia


 




Fauna.
La más reciente película del experimentado, experimental, y joven director Nicolás Pereda, es un trabajo que yo podría, o mejor dicho, es una película de cuya crítica yo llamaría: "Fauna: el animal en el que todos nos convertimos a la hora de actuar", pero como esta no es una crítica, sino un breve comentario, no la titularé así.

Como lo dice el supuesto título, de una supuesta crítica que yo habría escrito en un momento dado, esta película habla sobre los procesos de los actores. Empieza con una joven y su novio, quienes son actores, yendo a visitar a los padres de ella en un pueblito al cual parece, es complicado llegar; al igual que ellos, también va a visitarlos el hermano de ella. En medio de algunos momentos chuscos (y bastantes buenos, cabe aclarar), vemos cómo se les somete a una especie de escrutinio y de juicio a los dos personajes que son actores, a mostrar sus dotes histriónicos, y en el acto, transformarse, incluso vemos la transformación en sus padres, por momentos actuando como otras personas, y no admitiéndolo ante los demás, por un lado vemos al padre haciéndola de negociante, y a la madre, como una especie de Liv Ullmann en "Sonata de otoño".

La segunda parte es un ejercicio completo de lo que es el proceso de trasformación, vemos a los mismos personajes actuando en otra historia, que se origina por un libro que está leyendo el hermano de la actriz. La película se convierte en otra película, y acá vemos como, el nombre de un personaje que es actuado por la actriz, que hace tres papeles diferentes en la película, da también el título a la película. El final de la película es un juego que yace en las dos partes de la misma, que quizá detona mucho de la tensión entre estos dos hermanos, y el rechazo del hermano hacia el novio de su hermana.

Me parece que, sin lugar a dudas, lo mejor de la película, más allá del gran trabajo de Pereda por lograr el amalgamiento perfecto entre ambas partes que la conforman, y los pasajes que se sostienen de la narración del personaje central en la segunda parte (algo muy del cine de Pereda), son las actuaciones de todo el reparto, sobretodo de Gabino Rodriguez, quien quizá sea el mejor actor de su generación en México, y la de Francisco Barreiro, que vaya que si ha tenido una presencia más que importante este año en nuestro cine nacional.




Blanco de verano.
Ópera prima de ficción del director Rodrigo Ruiz Patterson, cuyo andar por festivales había sido por demás interesante, tantos por los premios recabados, como por los comentarios que hacían de ella varios medios de prensa especializada; había hecho que la estuviéramos esperando mucho, y vaya que si han sido más que merecidos todos los comentarios que giraban entorno a ella.

La película es una suerte y especie de coming of age que gira entorno a Rodrigo, un jovencito de 13 años que vive sólo con su madre llamada Valeria, y que parece ser que su vida es perfecta como es, sin una figura paterna; pero esta perfecta vida se transforma cuando llega Fernando, un amigo de su mamá, que muy pronto se convierte en su novio. Parece que al principio las cosas van bien entre los tres, la convivencia es sana, y no hace que la presencia de este hombre irrumpa en las rutinas de Rodrigo y su madre, como lo son el fumar, irse de pinta de la escuela para escaparse al deshuesadero de autos donde hay un motorhome en el que Rodrigo construye un refugio; pero en el momento en que Fernando se va a vivir con ellos, es que empiezan los problemas, Fernando empieza de a poco a querer cambiar sus vidas, y eso detona en una necesidad pirómana por parte de Rodrigo para sacar su frustración , más que para llamar la atención (el título de la película viene de la anécdota generada en el primer arranque de ira de Rodrigo contra Fernando). Las cosas que parecía podían hacer que la comunicación entre ambos hombres en la vida de Valeria funcionara, ahora los confronta, y la flama con la que Rodrigo sacaba esta frustración, va de menos a más, hasta llegar el punto en que incendiaría la vida de los tres, llegando a una decisión, sacando y evidenciando también de alguna manera la naturaleza edípica de Rodrigo hacia su madre, encontrando así su identidad.

La maestría de Ruiz Patterson para hacer que este relato fuera algo más que un simple coming of age, me parece está, por sobre las muchas cosas valiosas en la película a nivel producción, en una en particular: el recurso de las secuencias cortas.

Son contadas las escenas, o mejor dicho, las tomas en las que una secuencia dura más de diez segundos, de esta manera, el director nos dice y nos comunica muchas cosas en un corto lapso de tiempo (y a esto me refería cuando comenté en mi crítica a Nuevo Orden sobre decir mucho, lo elemental y esencialmente necesario en lugar de hacer secuencias largas que sólo dan una noción y una mirada vacía y trivial), en el que no se siente para nada una noción de que algo falta, es un recurso magistralmente utilizado. Luego de eso viene la fotografía, un trabajo demás meticuloso que toma a detalle todos los elementos que hacen que uno conecte no con los personajes simplemente, sino con su sentir. Hay sobretodo dos partes en la que la fotografía toma una belleza muy difícil de describir y apreciar, salvo que se vea la película, y estas partes son la del restaurante y la del escape (esta última con un guiño me parece muy interesante a Apocalisis ahora), además de una mirada muy dinámica que se adapta a lo que la situación dicta (un ejemplo, la parte de la discoteca). Hablando del sentir de los personajes, y cómo este se potencializa por el trabajo en la cámara, no sería posible sin el gran trabajo actoral de los tres actores en la película, Sophie Alexander impresionante como casi siempre, un Fabián Corres al que es muy grato volver a ver en una película, y una revelación como lo es Adrián Rossi, al que no les extrañe nada si el año que entra gana un Ariel al Actor Revelación, realmente impresionante su desempeño en el papel de Rodrigo.

Una película que a mí en lo personal me recordó mucho a Días de invierno, por las relaciones dependientes entre madre e hijo, y cómo estas forman, forjan, y dan carácter, para cuando se tenga que dejar el nido.




La diosa del Asfalto.
Película del ya muy experimentado director Julián Hernandez, y de quien me apena decir, que con todo y que tiene una larga filmografía, yo no he visto ninguna de sus películas previo a esta (cosa que pretendo remediar a la brevedad posible), me parece que es una película que, antes que todo resulta muy interesante por todos los elementos que la conforman, tanto en su fondo y en su forma.

La película comienza con el desenlace de una historia, una historia que empieza diez años atrás, en las calles de una zona suburbana de la Ciudad de México, en la que se denota mucho la desigualdad social y los peligros en las calles por allá de los años 90's. Inspirada en una historia real, relata las pericias con las que tienen que sortear un grupo de chicas denominadas por sí mismas "Las valedoras", lideradas por Max, que tiene que sobrevivir en la calle por querer hacer de su vida un sueño, el de ser una rockera, y así como ella, cada una de sus cuatro amigas, tiene un sueño, pero el chemo, y los hombres tratan de hacerlas encajar en el molde que la sociedad pedía. No es hasta que una del clan es golpeada por su novio que estas, junto con las mujeres de otros clanes, hacen un tratado de defenderse de aquellos hombres que quieran abusar de ellas, es así que, con los problemas que van sorteando juntas, y separadas, vemos el destino que a cada una le depara, mientras están juntas, y cuando se tienen que separar por el precio que hay que pagar para estar a salvo y saldar la deuda que los abusadores tienen con tanta mujer desaparecida, muerta.

Es interesante cómo Julián, con este hecho real, y el guion escrito por dos mujeres, que me parece da lectura de muy buena manera este director, logra hacer que, aunque todos sabemos de alguna manera el desenlace de la historia, y las cosas que en ella ocurren, no se siente en ningún momento predecible. La película tiene algunos tropiezos con algunas escenas y secuencias (por ejemplo, la del concierto y la de la golpiza de todas al agresor de la Guama) pero se logran olvidar con la propuesta de Julián tanto en las secuencias como en la puesta de cámara, por momentos fija, por momentos con dollys (y el gran diseño de arte que las acompaña), todos los recursos que utiliza no abonan de manera particular a la trama, pero no se sienten huecos, o sin propuesta/presencia, al menos no se siente intensión pretenciosa de Julián al utilizarlos, de modo que no hay artificio ni error en su recurso. Quizá podríamos hacer mención especial a las escenas en las que hace secuencias circulares alrededor de las chicas, en estos momentos si me parece hay una identidad muy propia al lenguaje que abona y una especie de dignificación a la lucha y como le da vigor y vitalidad en los discursos que se desarrollan cada vez que se utiliza el recurso, acá si hay intención, y está muy bien ejecutada. Hablando de discursos e intenciones, hay que destacar las actuaciones de las actrices principales, quizá todo el resto del soporte no es tan destacado (Giovanna Zacarias un ejemplo, un papel muy corto, pero igual no potencializa el rango que le conocemos a esta actriz, y el de Paulina Goto), pero las cinco chicas que dan vida a "las valedoras" son por demás imprescindibles, quizá con una mención más que especial a Mabel Cadena, quien interpreta a Ramira, y la presencia tan relevante que está teniendo Ximena Romo en el cine mexicano a últimos años. Pero también gran parte del gran trabajo de las actrices es gracias tanto al director, por llevarlas en el proyecto de manera atinada, como de las guionistas, por darles la complejidad y el desarrollo necesario a los personajes desde el guion, justificando así el metraje de la película (poco más de dos horas).

Finalizo comentando que, además del tema central de la película, Julián Hernández toca algunos subtemas como el crecimiento desmedido de las ciudades ("periqueras habitacionales"), y la violencia doméstica; a los que si bien no les da mayor seguimiento, si me parece que es pertinente la manera en la que los expone, con un simple comentario, nos recuerda viejos males que son vigentes, sin desatender la trama principal. No termino sin antes comentar que, sentí en la película algunos guiños a películas como The Warriors y The Craft.




Ciudad.
Más que una carta de amor (que también lo es), el documental escrito, producido y fotografiado por Carlos F. Rossini, es el retrato de una ciudad a través de sus habitantes, de sus calles, de sus sitios icónicos; bajo una mirada sin filtro, más que el que le quita el color y la hace más próxima, incluso sin siquiera conocerla.

El documental que el propio Carlos co-dirige con Julio Hernández Cordón (Te prometo anarquía, Cómprame un revólver), Maya Goded (La plaza de la soledad) y Nuria Ibañez (Una corriente salvaje); nos muestra a esta caótica ciudad en todas sus expresiones, en todos sus rincones, y sin una pizca de censura. Me parece que, aunque para muchos el cinéma vérité es hoy día sólo una expresión del cine de ficción y el acercamiento que tiene al documental, en este documental hay mucho de esta corriente (un claro ejemplo, todas las escenas que involucran a perros, cómo puede un director planear eso, o las escenas del ciclista, como controlas las trayectorias exactas de los automóviles). Y lo digo en el sentido que, incluso entre los documentales, los hay que se sostienen o se fundamentan mucho en la planeación del rodaje que el director propone, sin muchas veces dejar que la realidad hable como esta naturalmente habla; acá, a pesar de haber cuatro miradas detrás del montaje (y que se logran vislumbrar, como la del partido de fútbol y los bailarines, claramente influenciada por Julio, o la de los sonideros, por Nuria, o la del C4 y los retratos, con más mirada que Maya), no se siente tanto esas manos que manipulan lo que la cámara registra, claramente sí en el montaje, pero no hay un realidad maquillada, y esto lo digo, sin importarme lo que otros piensen sobre esto. Y quizá atizando más a este comentario diría que este documental que muestra claramente que no hay que crear discursos tan reaccionarios para mostrar realidades (aplica para la ficción y el documental), como si lo hace Nuevo Orden.

Vemos como registra de manera fidedigna y real los sonidos de la ciudad (de una manera mil veces más legítima, y sin intención de compararlas, que Roma), así como de las diferentes zonas y  lugares que le dan su característica identidad (los multifamiliares, por ejemplo, incluso en esta parte hay un pequeño guiño a "La Camarista", película en la que fue DOP) y la diversidad cultural que existe en sus habitantes (claro ejemplo, el final), incluso entre sus habitantes célebres, como lo es "el duende", un personaje al cual ya habíamos conocido en el gran documental "Yo no soy guapo". Un documental del que pareciera que, uno no vería nada nuevo, o algo que realmente deje marca en el espectador, logra hacer precisamente eso, y sin lugar a dudas es para mí uno de los mejores documentales mexicanos del año.


jueves, 29 de octubre de 2020

Temblores: cuando el amor es un pecado.

 



Temblores es el tercer largometraje del muy laureado director guatemalteco Jayro Bustamante, cuyo transitar por festivales en el año pasado le dejó varios reconocimientos tanto por pate de los mismos festivales, como por parte de la crítica y público, a pesar del tema tratado, y de la resolución del cineasta.


La película empieza con Pablo llegando a su casa, uno de los empleados le abre el portón y en el acto sale una empleada de la casa, Pablo le pregunta que donde están los niños, ella le contesta que están en casa de otra persona y que toda su familia lo está esperando adentro. Toda su familia comprende a su esposa, madre y padre, hermano y hermana, y el esposo de esta, al llegar ellos quieren hacerlo entrar en razón en una decisión que ha tomado, este en el acto va y se encierra en su habitación, de la que todos, en turnos cada uno, lo tratará de hacer salir. Las pláticas que se dan allí dentro, nos van revelando la decisión de Pablo, el tormento que le provoca a sus seres queridos, pero la decisión está tomada, al final lo único que lo hace salir de esa habitación, es uno de los temblores que azota a la ciudad, según la madre, como un castigo de dios por la decisión de su hijo de dejar a su familia no sólo por tener otra relación, sino por ser con un hombre.


La película de Jayro es una propuesta que, en el mismo grado que el director la impregna de riesgo, lo recibe de magistral. La maestría de Jayro va desde el relato, cómo este se va entretejiendo para orillar a su protagonista a dar marcha atrás a la decisión que ha tomado, por la presión que ejerce por un lado su familia, y por el otro su conciencia (él es, al igual que su familia acomodada, un cristiano evangélico) y aparte de eso, un tercer factor lo trata de regresar al camino correcto: la presión social, esta orquestada por su esposa.

Uno de los grandes aciertos que tiene la película es que nunca se nos da una clara temporalidad en la que transcurre, esta es una forma muy sutil en la que el director pone en perspectiva uno de los claros mensajes que quiere dar: en la sociedad de clase alta de muchas partes de Latinoamérica sigue existiendo una discriminación hacia las personas homosexuales. Jayro ha mostrado en su cine problemas sociales, confrontación entre diferentes realidades y heridas profundas y pasadas que han aquejado a la sociedad Guatemalteca en diferentes sectores y en diferentes tiempos, pero como suele suceder muchas veces en los países latinoamericanos, los problemas de unos son iguales, como el reflejo en el espejo, de otros.

Las formas en que tanto la familia, como la sociedad, tantos en décadas pasadas, hasta nuestros días, encasillan a las personas homosexuales en arquetipos que están muy alejados de lo que el miedo no les permite comprender: hay tanto amor, igual de digno y fuerte, con en parejas heterosexuales.

La última parte de la película de Jayro no podría ser más desesperanzador y desolador, pero es por supuesto un reflejo de lo que muchas de estas personas deben de tolerar, por encajar, por no hacer sufrir a los que más quieren, a los que de alguna manera se ven marcados (lo vemos sobretodo en una escena extraordinaria en la que los dos pequeños de Pablo hablan sobre esa enfermedad que parece sólo le da a los hombres), vemos la humillación a la que se debe de someter, por complacer a su casa, a su linaje, a su templo, a esos estándares cerrados, pero hace falta ver al final, que en la presión que éste tiene sobre sí, y que manifiesta tras la fachada que brinda al mundo, su hija advierte ese peso que su padre soporta, quizá ella, con más edad, logrará comprender eso que los demás temían, y lo amará de igual manera.

Las actuaciones son formidables (sobretodo por parte de Diane Bathen, quien interpreta a la esposa), pero la puesta de cámara, combinado con la composición y la atmósfera que propone Jayro de la mano de su director de fotografía (Luis Armando Arteaga), logra con un puñado de encuadres, y portentosas tomas fijas, una película destacadísima y bellísima visualmente, si agregamos el ritmo y la narrativa impecable, nos regala a mi parecer una de las mejores películas que se hayan realizado en los últimos años en Latinoamérica.

"Nuevo Orden" de Michel Franco, y la función de la crítica.

 



No sólo he escuchado decir a importantes críticos de cine, sino también a colegas y compañeros cercanos del oficio de escribir sobre cine, porque créanlo o no, no me considero en toda la extensión de la palabra un "crítico de cine". Y esto que les he escuchado decir, que es una opinión que yo comparto, es que la función más importante de un crítico, no sólo de cine, sino un crítico del arte en general, más allá de lo que la opinión pública o del mundo del arte puedan tener sobre ellos (o sobre nosotros, vaya uno a saber) es la de empezar y encaminar la conversación en torno a una obra, y ser un enlace entre autor y espectador, darle una mirada y un punto de vista que vaya más allá de la mirada y explicación del autor, que muchas veces puede verse influenciada por un sin fin de razones de su obra misma, ya sea que estas estén justificadas o no. El crítico de cine desde una perspectiva y objetividad propia que le ha inferido no sólo el ver tanto cine, sino tener un conocimiento del arte en general, puede formular su análisis, sin ser una sentencia final. El peor crítico es el que te dice que ver y que no ver, el que te dice si un película es mala o es buena, el verdadero crítico te acercará a la obra en base a lo que su autor propone, para que el espectador se quien formule su propia opinión al final, de si hay algo valioso o no en la obra.

Habiendo dicho lo anterior, le pregunto a usted que, espero llegue al final de este análisis, y un poco la pregunta es para mí también: ¿hay películas que no merecen ser criticadas? Corrijo la pregunta: ¿cuándo vale la pena, y cuándo no vale la pena hacer la crítica de una película? Desde mi punto de vista, todas las películas merecen ser vistas bajo una mirada crítica y analítica, la cuestión está, en lo que comentaba precisamente al principio en torno a la función de la crítica: hacer un análisis de la obra y darle la justa importancia bajo estándares críticos que vayan más allá de lo meramente técnico o ideológico, y esto va tanto de ida como de vuelta, es decir, tanto de la ideología del director como de la figura que ejerce la crítica, y no dejar que esa conversación vaya más allá y se meta en terrenos inhóspitos de temas controversiales o en tendencia, darle la importancia, si la tiene, o cortar su "discurso", en caso de no tenerlo. Dicho todo esto, sólo para poner en perspectiva este análisis que quizá no gustará ni a las "derechas" ni a las "izquierdas" de la crítica, debo decir que Michel Franco y su Nuevo Orden, está teniendo una atención mediática que me parece nos dice cosas que ya sabíamos, que ya habíamos visto en otros lugares, bajo una fórmula más que repetida.


La película parte con lapsos que podríamos interpretar como flashbacks, sueños y pesadillas, que pueden ser por parte de personajes mismos de la película, como del propio director. Luego de este comienzo, vemos en primer lugar, a Rolando cuidando de su mujer en lo que parece ser un hospital, cuando de pronto son irrumpidos por un grupo de personas que sacan a los pacientes de sus camas y llegan con muchos heridos llenos de sangre y pintura verde. En segundo lugar, y muy en contra parte de la anterior, vemos una fiesta en una casa de personas muy "acomodadas" en la que todo es felicidad, muy pronto se nos pone en perspectiva de lo que se celebra y quienes son las personas que están en el lugar, acto seguido, el hombre de la primera parte hace presencia en la fiesta, y se nos revela el lazo con estas personas, él acude a ellos con la esperanza de que lo puedan ayudar, a él y a su esposa; pero lejos de eso, recibe limosna. La única que está dispuesto a ayudarlo de verdad, y quizá la única persona "buena" que se nos presenta en la película de ese grupo de personas en la fiesta, es Mariann, así que sale de la dichosa fiesta antes de que la "marea verde" los alcanzara, a partir de entonces vemos cómo ambas caras de la moneda, esos dos Méxicos se ven sometidos y envueltos a las implacables reglas del nuevo orden que se nos propone, aunque de nuevo tenga la destreza de su director para hacer una buena película.


La película de Michel Franco se sustenta básicamente de lo que se sustenta toda la obra de este director: la polémica y el privilegio. Sólo hace falta dar un repaso a su filmografía para darse cuenta: En "Daniel y Ana" vemos las consecuencias y la cloaca que viene a destapar la relación entre dos hermanos de clase alta luego de ser secuestrados (a mi parecer, la única película de Franco con algo de propuesta, más allá de la polémica y la mirada que más adelante trataré de explicar que tiene el director, película que además, quizá sea la menos acogida por la crítica), luego tenemos a "Después de Lucia", una joven de buena familia que sufre de acoso escolar por un video polémico, y que se traga toda la presión por no querer preocupar a su padre deprimido por la ausencia de su madre (una película que, más allá del tema, las escenas fuertes y ese final contundente, es por demás plana, y quizá en este aspecto sería la más similar a Nuevo Orden), y en "Las hijas de Abril" vemos a una mujer que luego de abandonar a sus hijas, y volver aparentemente, ésta se va con la pareja de una de ellas a vivir la vida acomodada que sus hijas no tienen. De "Chronic" no comento nada porque es la única que no he visto, y es que el trailer me resultó tan fastidioso, que opté por no tomarme la molestia, aunque luego los trailers suelen ser muy engañosos, como es el caso del trailer de Nuevo Orden, pero ese punto lo tocaré más adelantado el análisis.

Entrando ahora sí en materia en torno a Nuevo Orden, la película tiene muy contados buenos y destacados momentos vistos desde el punto de vista técnico/narrativo, uno de ellos es la secuencia del principio que nos pone en perspectiva por una parte, de la película en sí, y por otra, del destino y naturaleza de algunos personajes. En la parte de la fiesta algunos desplazamientos de la cámara son interesantes, pero jamás pasa de eso. Y me parece que, hablando de la parte del hospital como de la fiesta, viene el problema con la película de Franco, y lo que me parece, es el fallo de la mala lectura que muchos están dando a la película. Porque sí, a la película muchos la están juzgando mal por algo que, además de que me parece erróneo, no tiene valor. El error de Franco está en la parte en que presenta, y la importancia que da a estas dos realidades. Y es que, es un hecho que para Michel Franco pesa e importa más que sus películas generen conversación por una mala vía, que preocuparse por hacer películas bien hechas, pues esta situación, en manos de un director con más oficio, no hubiera ocupado más de cinco minutos, hubiera resuelto de manera fácil, sin "herir" tantas conciencias. En esta primera parte lo único que hace Franco es alimentar a la confrontación, una confrontación que me parece es, además de innecesaria, inexistente, pues considero que no hay rastro de clasismo, o no más allá de la que otras películas también muestran y presentan en la forma en que una clase con ciertos privilegios se sirve de las que menos tienen, ya sea para la protección, para quehaceres de la casa, o para suministrarlos de drogas; y sé que muchos criticarán y juzgarán este punto de vista de mi parte, y quizá juzguen mi cuestión ideológica en este caso, pero les puedo asegurar que ninguna cuestión ideológica me rige al escribir esto, ya que para nada puedo decir que tenga una situación privilegiada, más bien todo lo contrario, pero continúo.

Fernanda Solorzano sugiere en la videocrítica que hizo de esta película, que pensar que hay una identificación o una susceptibilidad del realizador por la clase más acomodada de la película, es erróneo, que de ser así, la puesta de cámara habría sido desde el punto de vista siempre de estos personajes, teniendo frente a la cámara a los "malos", y a mí me parece que eso no es del todo cierto, pues si hay muchos elementos que nos dan a entender que Franco es, en muchos sentidos, uno de los personajes de la casa en Las Nubes. Uno de los elementos que nos puede hacer dar esta lectura, es cómo generaliza y condena las marchas y manifestaciones, encasillándolas a todas en un mismo mal. Muchos atacaron al director por manchar de cierta manera el movimiento feminista y pro-aborto por la cuestión de la pintura verde, y me parecía hasta cierto punto exagerado, porque volvemos a un punto tocado anteriormente, cometemos el error muchas veces por dejarnos llevar en base a la lectura inmediata de los adelantos y las supuestas claves en los trailers, pero basta ver la escena de los soldados en el campamento en la plaza, para detectar que evidentemente se mete en terrenos por demás sensibles, y si bien se sabe que en las manifestaciones de esta índole, siempre hay personajes del gobierno que tratan de mancharlas desde adentro de las mismas, acá Franco no expresa eso, y al no hacerlo, no sugiere, sino que pone en evidencia totalmente, que cree que este tipo de manifestaciones son un peligro para "nuestra" sociedad, y de manera burda e injustificada, porque no abonan a nada en la trama, en el buen desarrollo narrativo, sólo para hacer más evidente el "discurso" polémico y un <<guion deliberadamente estúpido>>. Tocado este punto, cabe destacar que la película tiene un gran diseño de producción, pero es un diseño de producción que se siente muy artificioso, incluso falso, nada más hay que ver las manifestaciones recientes en Estados Unidos por la brutalidad policiaca para ver cómo realmente se ven las manifestaciones de pueblos que están hartos del sometimiento efectuado por gobiernos incompetentes y tiranos, no como lo que se nos muestra en la escena del Ángel de la Independencia. Dentro de las cosas que afectan a la película, o que la afectaron entorno a los comentarios "en tendencia" de la misma, es el hecho de que Rolando sale en una escena en la que parece lidera a un grupo de manifestantes, pero al ver la película esto se deslinda, de hecho, aunque parece es la figura por la que los "acomodados" podrían tener redención antes de la catástrofe, no está para nada ligado a los destinos de cada casa, de cada México, de hecho el desenlace para él es muy tirano, y quizá muchos piensen que así es México, y quizá así sea, pero esta clase de comentarios, así como el decir que "sólo vivía de pedir dinero a sus ex-patrones como esta clase de personas son, vividores", revela mucho de la clase de personas que somos, y es aquí que Franco pierde una gran oportunidad de desarrollar la película para otra cosa, en torno a la figura de Rolando y Mariann, los dos personajes más interesantes de la película.

La película pudo haber sido una cosa completamente diferente si al director no lo hubiera nublado esa visión de polémica y de privilegio que rige su cine, pues si bien la película toca el tema de los peligros de la militarización, y no sólo eso, sino algo aún más fuerte como lo es el régimen militar absorbido por la corrupción, que no tiene nada de malo, sino todo lo contrario; con el antecedente del principio de la película, y la confrontación que en esta se genera, exponer a los militares, con formas erróneas por parte del director, denotando desde su modo de hablar, hasta su tono de piel, ya sugiere algo, un hecho, el mensaje que además de clasista, es racista a todas luces: los morenos son los malos. Y muchos tacharán de extremista este comentario, pero es que está a mi parecer a todas luces esta lectura: no sólo en la primera parte, o en el desarrollo, en donde no se muestra de manera tajante, pero si hay un hilo conductor que cada vez es más presente y frecuente. Quizá habrá muchos que digan que también hay "caras morenas" tanto entre los ricos como en la gente de clase media que transita en las calles de manera pacífica durante las horas de tregua, pero en ellos no se detiene la historia y lo que expone Franco en su película, es que para él, estos seres son invisibles, porque jamás hay un enfoque en ellos; los que sí son visibles, y que son de estas condiciones, son el otro lado de la moneda que no se quiere topar. Y por el otro lado, muestra, o trata de mostrar al final, al sistema judicial, y al gobierno, como una salvación, como en una especie de redención, la película por momentos pareciera es más un discurso de viejos gobiernos que daban poder a sus fuerzas judiciales (¿calderonismo?) para "salvar" a su gente, pero el "giro de tuerca" viene al final, tratando de "sorprendernos", obviamente todo esto lo entrecomillo porque no es sino todo lo contrario, una vieja fórmula tanto de fondo y forma empleada por el director, con una trama que si uno la observa detenidamente, no es más que una copia que muchas de las películas que han narrado temas históricos como el de la Segunda Guerra Mundial: judios sometidos por nazis, y el sesgo de esperanza que se nos presenta en uno o dos personajes, pero que sólo se queda en la anécdota y en el final simplón y perezoso (un ejemplo contundente: "El niño con pijama de rayas", así de simple es la puesta de Franco), la conciencia de cada uno determinará quienes son quien.

Hace unos días leía el comentario que una persona realizó en la opinión de un amigo sobre la película, que decía que a los críticos y los festivales en Europa les podías mandar cualquier bodrio latinoamericano y no lo regresaban como una obra maestra, y yo estoy un poco de acuerdo con esto, pero a la vez difiero, por muy contradictorio que parezca este comentario mio. Por una parte, estoy de acuerdo que hay películas que vistas desde una perspectiva europea (por no decir, privilegiada y con muy poca memoria) pueden tener algo de valía (dicho esto, hay algunas escenas y secuencias que recuerdan un poco al cine social italiano y polaco, como la escena donde uno de los personajes busca un permiso de trabajo, y otra en la que el mismo personaje y su mamá [tocado este punto, la mayoría de las actuaciones cumplen, y el resto son de regulares a menos] llevan el dinero de un rescate), pues no tienen la perspectiva tanto cultural, como real, y con esto no trato de decir que toda película deba estar ligada a su realidad, si esto no rige del todo al documental (hablando en términos de "forma"), menos tendría que regir a la ficción; pero si hay una mirada sin un contexto, y que se deja llevar por el impacto. Y por el otro lado, el de si todo lo que nos representa en los grandes festivales de cine es malo, considero que no, se podrá cuestionar mucho la obra de cineastas como Reygadas y Escalante, hablando de México y los más representativos en últimos años al igual que Franco, pero al menos a estos dos, si bien también sus obras a los ojos de muchos se fundamentan en la controversia (otro claro ejemplo, y que tocan temas parecidos y arriesgados, pero con mayor propuesta son las muy mencionadas en este blog Los Muertos y Me Quedo Contigo), al menos en estos se rige una vena autoral, si nos gustan o no sus convicciones personales, esto ya es otro tema, pero hay una propuesta artística en ellos, una clara intención de decir cosas de manera diferente, en Franco, ni se dice nada nuevo, ni de manera diferente, aunque así se pretenda, si caemos o no en ese juego, es responsabilidad de cada uno, y más importante aún, si somos portadores de replicar un mensaje vacío en base a ideas además de caducas, mal empleadas. Y finalizo diciendo que, otra de las cosas que me hacía mucho ruido era la tipografía en la película, para mí, no sólo es lo único realmente destacado, sino que es la metáfora perfecta de lo que Franco quería decir y no pudo hacer un 88 minutos: el nuevo orden es una fórmula vieja, caduca y defectuosa, y hay películas con mucha mayor propuesta, que nos muestran los problemas de la militarización sin imponer ninguna índole ideológica, (El Guardián de la Memoria, a todas luces infinitamente superior en fondo y forma) como la que si denota de manera muy simple Franco, y con lo anterior, digo, que su película no es mala, pero tampoco es buena, y en este caso, no merece comentario mayor, ni relevancia sus premios, al menos para mi.


jueves, 22 de octubre de 2020

Se escuchan aullidos: autobiografías contadas por nuestros hijos.




Se escuchan aullidos es la película más reciente del cineasta Julio Hernández Cordón, cuyo andar por festivales, esta vez de manera virtual, por los tiempos que vivimos hoy día, nos ha permitido poder verla.

Para quien conozca el cine de este ya muy reconocido director (y en hora buena, su trabajo lo respalda, y es en verdad excepcional, a mi parecer, uno de los cinco mejores cineastas hoy día en México), sobretodo sus últimas tres películas, que son las más reconocidas, y las de un acceso digamos más fácil; esta nueva propuesta quizá les parezca atípica a lo que muestra su cine en los últimos cinco años, pero para los que conocemos la filmografía completa de Julio (incluidos sus cortometrajes, que por cierto hablaremos de uno en particular más adelante), sabremos que no tiene nada de atípica, de hecho hay mucho de muchos de sus trabajos anteriores, los que de una u otra manera, de fondos y formas muy distintas, guardan cierta conexión, quizá la única excepción a la regla, y por lo tanto, la única película atípica en su filmografía, sea precisamente su ópera prima: Gasolina, algo que Julio jamás volvió a mi parecer, a replicar, tanto para bien como para mal.

En esta ocasión no haré reseña alguna, pues por la naturaleza de la película misma, me parece sería algo muy complicado de hacer, de modo que pasaré al análisis directamente comentando aspectos y detalles en preciso de la obra.

La película quizá sería a mi parecer la obra más personal y autobiográfica de Julio, no sólo por el hecho de que su hija mayor la protagoniza, sino también por el hecho de que nos cuenta, a la vez que cuenta la historia del lago de Texcoco, y su búsqueda siendo acompañada por el espíritu de Neza, el rey poeta, y ayudada por la mujer lobo de las leyendas de los lugareños; que mucho de lo que ella cuenta y narra sobre su padre, está basado en las propias vivencias de Julio siendo un joven que vivió en la ahora Ciudad de México. Vemos "oficialmente" a Julio sólo al principio de la película, invitando a su hija a que haga esta película con él, dándole detalles varios, como el título que pensaba ponerle, pero hay una presencia de Julio que a mi me parece que en el mismo grado que tiene de osada, narrativamente raya en la genialidad, y utilizo esta palabra no sólo en la forma en que se utiliza hoy día, sino que en todo el extenso sentido de la palabra, lo que Julio hace con esta aparición suya que raya entre ninja/fantasmagórica, una prueba más del genio y la gran creatividad que emana de su mente, como el hecho de utilizar al mismo actor para interpretar a todos los personajes secundarios de la historia.

El personaje de Fabiana, a mí bien me podría parecer la hija de aquel peculiar niño que era atacado y amordazado por sus amigos en el fantástico cortometraje Maleza, tiene una presencia muy especial, con su inocencia y la voz que le da a el mensaje dado por su padre, de sus vivencias, y lo que me parece hace que para Julio esta película, y esta historia sea tan importante, mientras se desarrolla lo verdaderamente importante de la película: la visibilidad que le da a un problema tan importante como lo es el desplazamiento de la gente de su lugar de origen y lo voraz que se vuelven las ciudades con tal de ganar más terreno al grado de desaparecer.

Julio vuelve a mezclar me parece de manera más que magistral la ficción y el documental, como alguna vez ya lo hizo con Hasta el sol tiene manchas, y no sólo eso, lo hace de una manera además de orgánica, muy austera, notándose en más de un aspecto que Julio puede hacer tanto obras de gran producción con decenas de personas trabajando a su alrededor, como películas de muy bajo presupuesto con un número limitado de personas las cuales se podrían contar con los dedos de ambas manos. Julio recaba entrevistas de personas que conocieron como fue el lago de Texcoco en su gloria, esplendor y apogeo (además, me parece que la forma en que los presenta y les da voz para que den su permiso para aparecer en la película, abona a la manera tan creativa de "montar" la escena) mientras Fabiana sigue su búsqueda saltándose rejas y reglas en el proceso. Al igual que en Hasta el sol tiene manchas, Julio de alguna manera le da mención, voz y rostro a personas importantes en su vida que lo han ayudado y lo han hecho ser quien es, en esta película en particular se muestran, además de su hija, en dos de sus mejores amigos de la juventud, en la escena del graffiti de Soda Stereo en la pared azul de la pulquería.

Como lo comentaba antes, muchas de sus películas tienen similitudes, hilos en común que no pueden pasar desapercibidos cuando hablamos de un cineasta que es un autor nato, y está demás decirlo, una mente sumamente creativa, por un lado tenemos este lazo docu-ficción en trabajos como ya mencionados, pero no sólo esos dos juegan con esta condición, Polvo, documental producido por el propio Julio y Pablo Larraín, y Las marimbas del infierno es otro, vemos una historia y personas reales, pero que claramente están siendo dirigidos, de manera muy libre si así lo quieren, pero ya hay una mano de dirección por parte del director. Las similitudes entre Te prometo anarquía y Atrás hay relámpagos es algo de lo que ya he escrito cuando precisamente comenté la segunda mencionada, así como su amor por la CDMX y su melomanía, y Cómprame un Revólver nos muestra esta faceta de Julio ya preocupándose por cuestiones más allá de relevancia personal, o de una postura muy propia, sino que su mirada se nota ya enfocada en temas y circunstancias más allá sólo de su persona, ya empieza a preocuparse por los demás, en preciso, por los suyos, sus cercanos, sus hijas, en este grado, parafraseando a un amigo, su cine a partir de Cómprame un Révolver, se vuelve un cine sobre y para niños, contado por y para adultos.

Finalizo diciendo que al final Se escuchan aullidos, nos da prueba una vez más que la realidad supera a la ficción, por muy dolorosa que esta sea, y para muestra, lo que quedó del lago que tantos como Julio recuerdan y extrañan, con una tristeza irremediable de no haber podido mostrar aquello a sus hijos, y con una preocupación y conciencia de que cosas y masacres como esa, a la naturaleza y a nuestros ecosistemas y los lugares que nos importan, vuelvan a pasar.

miércoles, 21 de octubre de 2020

Deux moi


Deux moi, cuya traducción literal sería "Dos yo", pero titulada en latinoamérica como "Alguien, en algún lugar"; es una película francesa del año pasado, dirigida por el prolífico director francés Cédric Klapisch, director que nos ha traído películas como Ce qui nous lie (El viñedo que nos une) y la trilogía de Xavier y Martine (Una casa de locos (2002), Las muñecas rusas (2005) y Mi vida es un rompecabezas (2013)).

Esta película que, desde el trailer se nos presentaba como una comedia romántica decantada sin más, además, y dicho sea de paso, mostrándonos algunos chistes que, ni resultaron ser chistes en la película, ni eran tan buenos presentados en el trailer, y comento esto al respecto porque la película resulta ser, si bien no puedo decir que no es una comedia romántica al final, con el típico cliché y toda la cosa, hay que comentar que la película antes de eso es algo más, y toca un tema por demás importante para una generación como la de este milenio, ahora me explico.


Mélanie y Rémy son dos jóvenes solitarios a los que les es difícil socializar y tener amigos o pareja, además de ese hecho, ambos tienen problemas para dormir, pero lo manifiestan de diferentes maneras, mientras Mélanie duerme de más (ella, una investigadora farmacéutica), Rémy, duerme prácticamente nada (él, trabajador de una fábrica al cual luego promueven mientras desocupan al resto de sus compañeros); mientras ambos buscan formas de combatir este problema con medicamentos, y otros asuntos que se van suscitando en su día a día, como ataques de ansiedad, a ambos les sugieren que quizá deberían de asistir a terapia para dar con el problema de fondo. Ambos acuden a terapia con psicoanalistas, y estos les dicen que tienen todos los elementos de ser personas con un cuadro depresivo, pero que no por eso sean personas que están en depresión, y es a partir de estas pláticas con sus psicoanalistas, mientras nosotros, el espectador, vemos como sus caminos están más próximos de lo que ellos jamás se imaginarían que lo están, y lo parecidos que son, es que esta película entabla una relación con un tema demás importante: lo importante que es la terapia y el hablar sobre los problemas del pasado para llevar una vida plena.


Como lo mencioné al principio, quizá lo mejor de la película es el hecho de que no es una comedia romántica más, y claramente a mi parecer no es el intento de algo más, es claramente algo más que entabla un discurso en relación con el tema de la necesidad de la terapia cuando se tiene un problema como el que se le plantea a ambos personajes principales, los cuales hay que decir, son muy bien interpretados tanto por Ana Girardot y Francois Civil (ambos actores ya habían participado junto al director en la su película, actuando como hermanos), por el lado de ella, su problema viene de no superar su relación pasada, y terminar dándose cuenta que siempre entregaba más de lo que los demás le daban, en el caso de Rémy, empieza con la culpa de los compañeros que despiden de su emplea, hasta terminar dándonos cuenta de que este sentimiento de culpa le viene de su hermana menor fallecida cuando eran niños, y cómo esa herida jamás sanó porque su familia jamás habló se eso, simplemente enterraron el tema con su hermana por no sentir dolor. En el sentido de si la película es una comedia romántica o no, por supuesto que lo es, por la naturaleza misma de la película, que si bien el tratamiento y el tema central no son ellos, como pareja, su desarrollo si juega muy bien sus cartas ante el espectador, pues mientras se desarrolla la historia y el tema central, siempre muestra al espectador las cosas que conectan a estos dos personajes, y cómo por momentos pareciera que los va por fin a encontrar, pero jamás lo hace, aunque al final sepamos que se van a encontrar, pero las pistas que deja en la trama, y parecen definitorias, jamás nos dan nada por adelantado, todo amalgamará al final, y no sólo eso, sino que es precisamente al final, que uno no puede dejar de pensar en las charlas que estos dos tendrán al darse cuenta lo cerca que estuvieron todo eso tiempo sin coincidir.

En cuanto a la realización, hay una propuesta en cuanto a la estética en muchas tomas fijas y la puesta de cámara sobre todo en escenas de la ciudad en plano general (sobre todo en las que toma a los edificios donde ellos viven y las vías del metro) que fuera de eso, es muy pragmática en otras secuencias, pero no por eso incorrecta. Resaltar quizá el gran diseño de arte y los colores que hacen que uno represente a cada personaje, y también a los psicoanalistas. La música tiene un gran distintivo que me parece, siendo muy audaz y original, logra acompañar con gran propuesta a toda la película, sin sentirse alguna clase de ausencia, no deja de estar presente en ningún momento, y esto lo digo tanto como un halago, como un reproche.

Sin duda alguna me parece es una película que es muy interesante por el tema que aborda, cómo logra zafarse de esta etiqueta de ser una simple comedia romántica, como tiene cierto grado de originalidad desde propuestas muy sencillas y propias, aunque no siempre le jueguen a su favor, y me parece que si ustedes han visto al menos las dos últimas películas de este director, y les han gustado; esta los dejará a mi parecer con un grato sabor de boca, pues la considero muy superior a esas dos películas en preciso.






martes, 13 de octubre de 2020

Mon chien stupide: vaciar la casa.





Mon chien stupide es una película francesa del año pasado dirigida, escrita y protagonizada por Yvan Attal, la cual nos llega a México gracias al marco del Tour de Cine Francés, un Tour que siempre hace que nos llegue con más rapidez las películas más interesantes (comercialmente hablando) de los estrenos en salas del país francés.


La película se nos presenta a través de su personaje protagónico en toda su esencia: Henri Mohen. Un escritor de cincuenta y tantos que luego de escribir una gran novela en su juventud estando en Roma de la cual ya no pudo emular el éxito, salvo escribir literatura desechable, y algunos mediocres guiones de película, nos dice de manera directa, cínica y sobretodo honesta, su sentir por sus cuatro hijos y su esposa: ellos son los culpables de no tener inspiración a la hora de escribir. Pero es la llegada de un enorme perro, al que toda la familia cree que Henri fue quien lo llevó, pues le acababan de matar a uno; la que hace que la familia se vaya y deje la casa en paz al menos una noche, es ahí que Henri se da cuenta del gran poder que tiene el perro. Pero es a partir de ese acontecimiento, y el valor de victoria que para él significa ese enorme perro, y el porque es que ama tanto a los perros y lo que lo hacen recordar de su infancia, es que el sueño de Henri se va haciendo realidad, ya fuera porque las cosas encuentran su cauce en la vida, o porque sus hijos empiezan a rebelar una identidad que incluso ellos desconocían de sí mismos, y así como Henri, a su particular manera empieza a sentir el vacío que le hace bien para escribir, pero le va quitando sentido a lo que él creía, no es hasta que Cécile lo deja, que él opta por volver a escribir de verdad, tentando y yendo en contra de su propia naturaleza, dándole a su novela un final feliz, en vez de ser honesto, pero es entonces en el momento que él vuelve a ser honesto, que la ficción se cuela en su realidad, es entonces que el sueño de volver a Roma se hace realidad.


La película tiene varios valores que a mí me parece a bien desmenuzar y puntualizar porque es una película muy destacada, pero los quiero puntualizar más que nada por un motivo: la película no empieza de manera muy sólida. Se nos presenta, como ya lo comencé al principio, con un monólogo en voz en off del protagónico, pero no hay mucho a destacar en esta presentación, salvo la presentación, que a la larga sería importante de este personaje. Y así la primera tercera parte de la película es mostrada más como una comedia muy enredosa, con sus momentos buenos y sus momentos malos; pero conforme va avanzando, y sus personajes se van mostrando, es que la película empieza a tomar forma, en concreto, cuando los hijos se empiezan a ir, no es que haya habido un plan por parte de Henri, pero parece celebrar cada ida, y la celebra me parece por dos razones, la primera, porque así ya podrá sentir paz, esa paz que no ha sentido luego de 25 años; y la segunda, porque ve por fin a sus hijos crecer y no ser dependientes. Pero en cada despedida, aún con el grado de resentimiento que algunos de sus hijos puedan sentir por él, ellos le muestran que nunca lo ignoraron del todo, que al final, aunque no haya estado tan presente, le agradecen que hubiera estado y lo que hizo por ellos, es ahí que empieza a ver un cambio en Henri, pero no me adelanto, este punto quiero exponerlo al final.

Hay un valor técnico que no puedo dejar de mencionar porque en realidad me pareció sorprendente. Hay un movimiento de cámara que me pareció más que espléndido, esto aunado al muy atinado trabajo en el diseño de arte y todo lo que esto concierne (una paleta de colores finísima y una fotografía [sobretodo la de las sombras de Henri] deslumbrante). La música original compuesta por Brad Mehldau, es una pieza que en su sencillez radica su mayor belleza (incluso, por muchos momentos me recordó a la música de la gran película argentina El mismo amor, la misma lluvia de Juan José Campanella), verdaderamente un agasajo que jamás estropea ni el ritmo de la película, ni la trama.

Bien dicen que no hay arte sin un artista detrás de este en un estado visceral, y esta película es una muestra perfecta de ello, pues Yvan plasma en un guion co-escrito con Yael Langmann y Dean Craig, adaptado de la novela "Al oeste de Roma" de John Fante, mucho de sí. Partiendo por el hecho de que la protagoniza al lado de su mujer en la vida real: Charlotte Gainsbourg, con quien lleva casi 30 años de relación, y con quien tiene tres hijos, uno menos que en la película (cabe aclarar que no es la primera vez que trabajan juntos en una producción). A Charlotte la vemos más encantadora que nunca, con momentos buenos y malos, pero hay sobretodo uno más que destacado, que es cuando le dice quién es el que saboteó todo en la vida de Henri. En la película también aparece su hijo mayor en la vida real como su hijo mayor en la película, que curiosamente es el primero que se va, y así sucesivamente pasa con todos los hijos.

La forma en que se nos va mostrando el cambio de Henri es de manera casi imprevista, no hay como un sesgo de su cambio de actitud, de hecho, en el sentido figurado, jamás la hay, nada más hace falta ver el final de la misma, pero sin embargo claramente la hay, es sólo que no está presentada de manera edulcorada como en las comedias americanas, no hay pasar de un oscuro general a toda la gama de colores, no es pasar de la tristeza, la depresión y lo patético, a la gran felicidad, más bien la película ahonda y presenta un gris general y de qué manera, un personaje que al final, cuando narra a su editora el final honesto de su novela, nos muestra ese cambio, cómo en esencia no cambia, pero las cosas que creía lo hacían infeliz y lo importunaban, en realidad eran las que le daban sentido a su vida, uno no puede más que empezar a sentir empatía por este personaje, y que se merece ese final feliz que escribe en su novela, porque al final de cuentas, todos esperamos eso, y se los dice alguien que vive solo y es, de cierta manera, escritor.