Producciones "La Vieja Escuela" Presentan:

lunes, 2 de septiembre de 2024

Brujería.





Con el motivo de su reciente proyección siendo parte de la Selección Oficial del Macabro (Festival Internacional de Cine de Horror de la Ciudad de México, que este año celebró su edición número 23), me he permitido, luego de haber sido invitado hace algunos meses a la proyección de los que hicieron posible la realización de este trabajo (privada, por supuesto); escribir sobre el más reciente cortometraje del tocayo y talentoso realizador duranguense Juan José Hinojosa. 


La sinopsis simplificada podría ser la siguiente:


Martín encuentra dinero enterrado en un panteón y cree haber solucionado sus problemas con narcotraficantes. Sin embargo, el dinero está maldito. Su pareja, Inés, comienza a tener visiones terroríficas y Martín, descubre que nunca tuvo el control de su propia vida.


La historia, además de la cuestión sobrenatural en ella y la naturaleza de su fondo, tiene trasfondos y subtramas dibujadas de manera sutil pero propositiva, como lo son el crimen organizado y el idilio, que jamás se nos revela del todo si son reales o es la percepción que nosotros tenemos como espectadores a través de los personajes; es como si el director nos hiciera abrir puertas (que pueden ser de manera literal, o figurativas) para hacernos sentir una especie de seguridad (que puede ser falsa, o no) con respecto a las decisiones de los personajes, sin saber a dónde les llevarán, y en consecuencia, a nosotros. Nunca sabemos a ciencia cierta si la esposa sí está con él, o sólo es una presencia para protegerlo en su desesperación de escapar de la agonía y el fatídico destino de vivir en un lugar donde los muertos no chingan, lo hacen los impunes y poderosos.


Muchos podrán pensar que el no tener certezas de esta índole a nivel narrativo, puede ser un mal desarrollo venido del guion, pero para mí viene más de una decisión deliberada desde el guion escrito por el propio JuanJo, de involucrar al espectador hasta las últimas consecuencias, es como si nos sometiera al mismo tratamiento que sometieron a Alex DeLarge en Naranja Mecánica y nos dijera: “ven y mira”. 


La producción a cargo del propio JuanJo, Mairely Yaresi y Andrew Reth, apoyados por Luis Martín Gerardo como productor asociado; además de un crew que hace un trabajo realmente destacable en cada uno de los departamentos, sobre todo en diseño de producción (arte) y fotografía, en este último destacando el gran trabajo que se hace con la luz tenue y penumbrosa que se utiliza. La preponderancia de las sombras son trabajadas meticulosamente en los cambios de plano (salvo en una secuencia de tres tomas con plano abierto en el panteón, que para nada arruina la experiencia) en donde no vemos ápice de cambio de luz, algo muy difícil de conseguir; en este sentido una vez más se demuestra que, lo que bien podría parecer un trabajo en el que se resuelven problemas de manera práctica (y que así podría ser), se nota, o al menos esa impresión da; es una decisión deliberada por parte de su realizador.


La oscuridad en esta historia es imprescindible para su forma, el cómo se narra la trama y se desarrolla el argumento, y la sensación que busca causar en el espectador y cómo resulta y llega a buen puerto, y que además se sirve de una musicalización que atina correctamente, aunque he de confesar que la escena del confrontamiento en el que la esposa le pide que se vayan sin la “brujería”, me habría gustado más, solamente con la intensidad de las admirables interpretaciones de la pareja protagónica. Es una historia que se cuenta con siluetas y sonidos. 


Una propuesta en el cine de género realmente destacada, con un acertijo laberíntico en el que los tiempos se entrelazan, que siento no se había tenido o no se nos entregaba localmente de tal calidad técnica, narrativa y discursiva, y la armonía entre estas; desde los trabajos de Fher Simental. Hace recordar el aura de realizadores como Eggers y Taboada. 

domingo, 25 de agosto de 2024

Breve comentario sobre “Las chicas están bien” de Itsaso Arana





Tiene todo el sello de Los Ilusos, y se ve que Itsaso tiene, al igual que Jonás; cierta influencia y esencia de argentinos como Piñeiro (en este caso particular, de dos películas [un largo, un medio] en preciso que para los conocedores del cine del Matías podrán identificar inmediatamente) y Llinás.

En muchos sentidos es una película sencilla, con pocas cosas, pero trabajadas de una manera comprometida. Hay poco arte, pero qué arte. Es una película que juega e involucra al espectador en su juego, el que Itsaso haya dejado a sus musas ser ellas en la ficción, funciona perfectamente, no vemos línea divisoria entre realidad y ficción, y eso siempre es arriesgado, pero Itsaso logra la magia, y no dudo se deba en algo a la guía que pudo recibir de Jonás, quien produjo la película y estuvo como supervisor en jefe de la postproducción. 

Inquietudes de la vida y de la muerte, del amor y de ser mujer (hay un halo de Bergman en todo esto), y aunque evidentemente hay un halo feminista en estos diálogos entre mujeres interpretando personajes y siendo ellas mismas a la vez; no se nota como lo elemental, o una especie de manifiesto, ni mucho menos algo panfletario y vacío; son mujeres, son ellas hablando de sus temas, y uno queda maravillado de la naturalidad y realismo del guion de Itsaso, que aunque muchas veces pareciera todo es espontáneo y nada ha sido escrito, hay un trabajo impecable desde la historia escrita lo que hace que todo parezca espontáneo y real, y seguramente en ese sentido se vio influenciada de otras historias escritas por mujeres. 

Y si bien en el plano actoral Itsaso es la más débil del maravilloso cast que tiene (cabe mencionar, 5 actrices protagónicas [Bárbara Lennie, más encantadora que nunca, y jugando como nadie, y creando un par de momentos hermosísimos junto con Itsaso en la historia], tres personajes secundarios, una escena con muchos extras y un sapo es lo que comprende la película), en su debut como directora nos hace saber que podríamos tener una directora de la talla de la mismísima Carla Simón. Y que buen atino tuvo Itsaso en ese título alternativo: “Ensayo de una película-ensayo”. 

Resumo: me ha gustado mucho, mucho.

sábado, 24 de agosto de 2024

10 años de Producciones “La Vieja Escuela” Presenta:




Por Heidy Cásarez


110 años después y 3 días antes del nacimiento de Julio Cortázar, y bajo la misma errancia geográfica que el Cronopio mayor, el crítico y realizador cinematográfico, así como fotógrafo, poeta, narrador, caminante y sintiente, Juan José Antuna Ortiz, bajo el influjo de la amistad y con la vena escritural del cine, la literatura, la música y el arte, un día como hoy, 23 de agosto de 2014, dio origen a Producciones La Vieja Escuela Presenta: un Blog que va más allá de ser un blog y un medio de publicación pues con entereza, sensibilidad, sapiencia y emociones variopintas, desde su sincera, sensible y puntual pluma, acerca a sus lectoras y lectores sí a la crítica, sí al análisis, sí a la reseña, pero, ante todo, a lo que sus emociones le dan forma, compartiendo eso que vive al ver, al leer, al observar, al escuchar y al vivirse.
Producciones la Vieja Escuela Presenta: es ese sueño que muchas y muchos seguimos teniendo: generar y alimentar un espacio en donde no sólo se aloje la voz propia sino la de las y los demás; en donde el hogar de las palabras sea confortable y digno; en donde la palabra sea signo, significado y referente, movimiento y desplazamiento, viaje y destino, búsqueda y encuentro.

Así, por todas esas palabras y su elocuencia; por todo ese incansable brillo que nos regala con cada uno de sus textos, así como por todo lo que ha generado en esta década, abrazo con todo mi corazón a Producciones La Vieja Escuela Presenta: por las lecciones, por el aire fresco, por la delicadeza, por la congruencia entre palabra y acto; por hacernos parte de esos momentos vivos que no son otra cosa que actos de amor en donde el cine, la literatura, la musica y el arte son los motivos pero también los conductos.

¡Feliz 10mo. Aniversario a mi tan querido cómplice, amigo y compañero @johnnyantuhap por darle vida y toda el alma a este refugio en donde la palabra es movimiento y manifiesto; idea y devenir!

Bendecida y afortunada soy de pertenecer a sus filas textuales y emocionales; de caminar al lado de un maravilloso ser que con su ser emociona y mueve y engrandece mi ser.
Toda la vida a Producciones La Vieja Escuela Presenta:. Todo el amor. Toda la luz. Todo...

miércoles, 21 de agosto de 2024

Breve comentario sobre “Un amor” de Isabel Coixet







Una casa, un perro, una propuesta. ¿Qué es un amor?

Realmente me dejó sacudido la más reciente película de la Coixet, de la que yo podría decir que siempre que saca una película, podríamos estar hablando de su mejor película, y en ese sentido para mí esta podría ser su mejor película hasta ahora, pero también podría serlo cualquiera de sus anteriores. Pero estas palabras en mi boca podrían no tener mucha valía, pues yo el cine de la Coixet lo amo desde el principio y para siempre. 

Cosas técnicas a notarse y comentarse podrían ser el trabajo fotográfico, la atención al detalle, la finura y puntualidad en observar y enfocar a conciencia y de manera perfecta la mirada de ella. Cómo los colores primarios que maneja su paleta, influyen mucho en la historia, su desarrollo y lo que vive Nat, que va de la obsesión, al sacrificio, al sufrimiento. A vivir en un lugar que en apariencia le iba a venir bien a pesar de las pericias, pero que al final se encuentra en un ambiente opresor, falso, hipócrita; cuando ella lo que buscaba en muchos sentidos ella quería remediar y arreglar, incluso corresponder y dar un poco de lo que no pudo resolver y aportar en su vida pasada. De ahí que se empeñe en salvar al que todos dicen que es malo, el que ella sabe que con oportunidad y amor, puede ser bueno a pesar de su apariencia, ahí es donde encontramos al verdadero co-protagonista de la historia, ese que nadie creería que podría ser, ese verdadero amor, ese que nos devuelve un poquito de lo que nosotros le dimos, cuando quien esta hecho mierda es uno, un poco como encontramos al otro, un amor cuyo destino no puede ser otro mas que el perderlo. 



Laia Costa está sublime, ha sido una verdadera bendición desde mi perspectiva que Coixet y Laia se hayan encontrado en esta vida laboralmente hablando, desde la grandiosa “Foodie love” se notó que estas mujeres juntas, harían cosas realmente extraordinarias. Me parece que Laia no da nota mala desde su debut protagónico en “Victoria” (Sebastian Schipper, 2015), que si bien algunos de los proyectos en que ha participado no son del todo buenos, ella cumple con creces, y un poco que salva la película con su sola presencia. A Hovik Keuchkerian sólo lo he visto en dos cosas serias (su aparición en “The night mánager” no la podemos contar, ahí sólo figura como “extra”) y tiene muy buenas maneras. Otra actuación muy importante es la del actor Luis Bermejo que es el más despreciable de los antagónicos que yo haya visto en mucho tiempo, en la figura de “el arrendador”. 


Muchos podrían creer que el final está desmedido, o incluso fuera de lugar, pero no me lo parece, sólo hay que recordar películas como “Zorba el griego”, “Druk”, “Corsage” o incluso “Spencer” no en su escena final, sino en la escena donde corre. Incluso a mí me provocó sensaciones muy parecidas a las que me hace sentir el cine de Chang-dong y Sang-soo. 

lunes, 12 de agosto de 2024

Breve comentario sobre “Tres hermanos”





La película nos revela desde un principio el discurso que pretende explorar y que hasta cierto punto expone de manera correcta, además del magistral trabajo fotográfico y como de manera muy simbólica muestra la importancia que tendrá la naturaleza en el desarrollo de la historia; y ese discurso que explora y expone la trama que se desenvuelve en el guion del propio Francisco Paparella, es el de la violencia. Más aún en particular, el de las violencias masculinas.

Las violencias que ejercemos sobre otros, las violencias que ejercemos sobre nosotros mismos, las violencias que ejercemos por demostrar que somos hombres, las violencias que ejercemos con tal de no sentir vulnerabilidad, las violencias que ejercemos para no sentir remordimientos, las violencias que ejercemos para no pensar en el pasado. 

La forma en que se dota a estos tres hermanos de un sufrimiento particular que pretenden tapar con actitudes machistas, pero que se destapan cuando el hermano mayor regresa a la casa de los padres, y esto empieza a hacer que cada uno de ellos muestre su verdadero rostro y se quiten la careta para luchar con sus demonios, el más chico queriendo violentar a través del ruido, del sexo y de la fuerza para reprimir los deseos que le suscitan las luchas grecorromanas y los sentimientos que le despierta su mascota, el mediano que carga con la responsabilidad de llevar a cuestas el legado familiar y que hace todo por subsistir, y que ha raíz de un diagnóstico hace que manifieste su hombría de la manera más ruin, y que quizá sea la consecuencia de su desenlace, y el exilado que a su regreso lucha con el origen de los males de los tres: la inexplicable muerte de su madre, y los maltratos que ejerció su padre sobre ellos, y que trata de reprimirlos con el abuso de droga, además del propio hecho de luchar con su propia ausencia siendo padre. 

Un estudio de personajes que de alguna manera expone que no importa cuál fuerte sea la avalancha, con algo de perspectiva se puede ver y trabajar sobre lo mal que hemos hecho como seres humanos, o quedarnos estancados tratando de enterrar todo con ruidos estridentes y golpeando y sometiendo lo que esté a nuestro paso, hundiéndonos cada vez más en ese pozo que más temprano que tarde, nos dejará sin luz.