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martes, 5 de marzo de 2019

Shoplifters: cuando la familia se escoge.




Shoplifters es la más reciente película del director Hirokazu Koreeda, la que le hizo ganar la Palma de Oro en Cannes en su momento. Para quien lea habitualmente mi blog sabrá que Hirokazu Koreeda es uno de mis cineastas favoritos.

 

La película nos presenta desde un inicio cómo es la dinámica de esta familia, el padre y el hijo entran en una tienda y por medio de señas y trabajo en equipo roban cosas básicas que necesitan en el hogar; en el trayecto de vuelta a casa encuentran a una pequeña niña, hace mucho frío y el papá la lleva a casa para que no esté expuesta.

Cuando llega ahí lo esperan su mujer, una chica y la abuela, esta última descubre signos de maltrato en la niña, y su mujer le dice que es mejor llevarla de donde la encontró, cuando llegan al lugar se dan cuenta de que quizá es mejor no dejarla. Pasan días y el rechazo por el hijo y la madre son evidentes, sienten quizá el peligro, mientras el padre y la abuela la cogen como de la familia al instante, mientras que la otra chica está sumergida en sus propias preocupaciones. Cuando se dan cuenta en la TV que la niña está siendo buscada por su familia, el padre quiere regresarla, para entonces la madre le dice que ella ya es parte de la familia, y la bautizan con un nuevo nombre: Lin. Los que menos la querían son los que más la protegen, los que la cuidan, y de resultar todo mal, son los que al final más perderán.

 

Para quien conoce el cine de Koreeda, y más la mayoría de sus últimas películas, al menos de una década para acá, saben que este hombre no tiene prisa para contar sus historias, se toma todo el tiempo necesario, se da la libertad de incluso no decirnos cosas, no mostrarnos cosas, pero con sutiles puestas de cámara, diálogos, momentos, nos entrega una historia, y de repente vienen golpes contundentes que nos hacen ver cosas que de ninguna otra manera nos hubieran conmocionado tanto, justo ahora me explico.

La película no nos empieza a decir la verdad hasta ya avanzada la trama. La primera mitad la dedica a presentarnos a esta familia, justo como en el tráiler, y si bien este nos muestra la historia, la verdad sobre esta familia e incluso el desenlace, no nos presenta la forma en que Koreeda la cuenta. La sutileza de hacer conexiones entre los personajes, como la pequeña Yuri (Miyu Sasaki), lo poco que cuenta sobre su vida lo hace a "hermano" Shota (Kairi Jo), quien aunque al principio no la quiere, y ella lo sabe y le crea un conflicto, él se sacrifica para que a ella no la atrapen, aunque al final esto la deje sola, esperando a que su familia regrese.

Otra conexión que me pareció de lo más poderosa, y como lo hace, es la dada entre Nobuyo (Sakura Ando), la madre, y la pequeña, cuando le dice que ella también tiene marcas iguales a las de ella, y cuando queman su vieja ropa, y cómo le explica que si le dicen que le pegan porque la aman es una mentira, que quien ama a otra persona no hace más que abrazarla, es una escena tan simple, pero de una fuerza y belleza sutil que no necesitó más que de esas palabras, dos personas y el fuego en sus rostros, para conmover poderosamente. Al final la película toma un discurso que me parece muy serio: a veces no importa vivir en condiciones infames, pero con amor y felicidad, y si la autoridad es quien para evaluar estas cosas, en vez de vivir cómodamente infeliz o solo.

El personaje de la abuela Hatsue (Kirin Kiki, recientemente fallecida) es el personaje que parece conecta todas las partes de esta familia, la que de alguna manera los mantiene; ella cree que todos han llegado a su lado para no estar sola, para ser una familia, cree firmemente en que entre ellos hay un vínculo, y que por eso en más de una cosa se parecen, se dice orgullosa de haber tenido la fortuna de haber escogido a su familia (más delante en la película Nobuyo da a entender lo mismo) como dictada por el destino.

Después de su muerte, y luego de revelar su conexión con Aki, la otra chica que integra a la "familia" (Mayu Matsuoka) y como esta se entera que en realidad todas las conexiones en su vida al parecer son por el dinero, que es lo opuesto a lo que ella quiere en la vida, incluso con la abuela, esta revela lo que pasó con la abuela luego de morir después del día más feliz de su vida, trayendo más problemas a la situación de Nobuyo, quien tiene un pasado infeliz, como lo dictaban sus cicatrices y no le importa pagar las consecuencias por cuidar a sus hijos.

Al final el líder de la familia Osamu (con un Lily Franky en otra magnífica colaboración con Koreeda) es quien se queda solo, y se dan a lo largo de la película mensajes secretos, implícitos, o más que eso, confesiones del corazón, como un agradecimiento, o palabras tan simples, pero a veces difíciles de pronunciar, como lo es “papá”. Hay puntos como la ambición (cuando empiezan a robar cosas que no necesitan, o cuando rompen su regla de no robar cosas que sean de alguien más, o cuando sacan el dinero de la abuela ya muerta), la conciencia (cuando Shota y Yuri/Juri/Lin se dan cuenta que la tienda que robaban se fue a la quiebra, o cuando se le cuestiona a Osamu si no le da pena enseñar a robar a los niños y este responde que eso les enseña porque no sabe otra cosa para enseñarles) o incluso el clima extremo como catalizador y metáfora para unir personas, a los que se les puede dar una lectura más profunda. Aki también de alguna manera se da cuenta de lo que perdió por un impulso, al visitar la casa cuando ya está sola.

Koreeda no cae jamás en el melodramatismo barato, es muy claro en lo que quiere decir y no hay ápice de baja en su cine; hace una crítica al sistema familiar, a los lazos de sangre que hieren y a los lazos emocionales que se pueden dar a veces sin ser nada, con el solo hecho de encontrar a una persona en la calle y sin apoyo y quererla ayudar de corazón, al igual de que hace un llamado bien fuerte al como el sistema castiga a los más vulnerables. El desempleo y las malas condiciones del trabajador juegan un papel importante en la suerte de esta familia, es una de las cosas que se dicen de manera implícitamente.

Hay un claro lazo entre esta película y De tal Padre, Tal Hijo y a las otras que van en esta línea de lo familiar, pero siento que más es esta en particular. Pero, por otro lado, también me encontré con cierto detalle que me hizo recordar otras de sus películas más longevas y una de mis favoritas del nipón: Afterlife. Y me vino a la mente justo en la parte final donde se está entrevistando a Nobuyo, con la cámara solo dirigida a ella, jamás a quien la entrevista, y esto es otro sello de Koreeda, el cómo siempre dirige la mirada del espectador a las reacciones que desatan las emociones que viven sus personajes, rara vez, o pocas veces, no le da tanta importancia a lo que desata estas reacciones y emociones.

Culmino diciendo, quizá de manera muy repetitiva, que a mi Koreeda jamás me decepciona, su cine es un tipo de cine esperanzador (por cómo es su cine como tal, sin pretensiones) contemplativo, en cierto punto duro, desgarrador; sin embargo dotado de una hermosura narrativa y visual que converge en un discurso sólido, que toca un tema tan importante y fundamental como el de la familia, de una manera muy propia, única y personal, y no lo hace por encimita: rasga las fibras en su esencia, sin jamás caer en la exageración o en el aleccionamiento.

Él nos muestra, hace que nos formulemos nuestras propias preguntas, y al final recibimos solo dos golpes, el que nos conmueve y el que nos hace cuestionarnos incluso nuestra forma en que vemos las cosas, cómo se nos enseñó desde nuestras bases educacionales. Ambos golpes llegan sin darnos cuenta, a veces son inmediatos mientras vemos la historia, a veces es terminada la película.

Al igual que su predecesor, y seguramente una clara influencia en su cine como lo es Yasujiro Ozu, saben lo que quieren con lo que nos cuentan, que si bien son dos maneras muy diferentes de retratar el tema, son dos maneras magistrales de contar historias. No la puedo considerar mi favorita de Koreeda, pero es una espléndida película.









2 comentarios:

  1. Interesante, no tenía ni idea de la existencia de todo esto. Pinta bien.
    El título me trajo a la mente al instante a Morrissey:

    https://www.youtube.com/watch?v=lJRN76hxFz0

    Abrazo!

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    Respuestas
    1. A mi parecer Koreeda es el mejor director japonés de este siglo, checa cualquiera de sus películas, a mi parecer todas las que he visto son una joya.

      Abrazo Frodo.

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