Producciones "La Vieja Escuela" Presentan:

domingo, 14 de mayo de 2023

Peter Pan y Wendy




Siento que la principal función de un crítico de cine, como ya lo he comentado en pasadas ocasiones, no está en decirle a un posible público para una película si esta es mala o buena, o si la deben de ir a ver o no, la función del crítico principalmente radica en formular a través del conocimiento adquirido, un canal a través del lenguaje en cualquiera de sus manifestaciones, entre ese público y la obra en cuestión con todo lo que la abarca, que bien puede ser su contexto histórico, obra del creador, así como el lenguaje cinematográfico, que aunque es bien sabido, el lenguaje cinematográfico está respaldado por el "prueba y error" que los grandes maestros del cine han venido desarrollando a través de más de un siglo, el lenguaje y sus reglas pueden romperse por decisión, pero jamás por omisión.

Dicho lo anterior, empiezo diciendo que en una bastedad que azota a nuestros días de cine de nostalgia, remakes, spin-offs y cine de merchant o de infantilización que crean las majors para atraer nuevo público, recuperar al público deseoso de escapar de su realidad, y llenar sus arcas de dólares. Entre esta baraja interminable de ese cine que inunda el streaming, hay una película que a mí me ha parecido una propuesta por demás interesante, pues no sólo es una película que se suma y viene a abonar aún más a la linea autoral de su director, sino que además les da a las majors lo que ellos quieren (como lo fue en el caso de Pete´s Dragon), pero sin ser un producto vacío, que si bien es verdad no gusta a todos los públicos por ceder en cosas que ahora mismo trataré de argumentar, me parece que la propuesta narrativa de Lowery a mi parecer no está en duda desde ninguna perspectiva.

La película retoma la premisa de la película original, incluso hasta cierto punto uno podría pensar que Lowery lo uno que hace es dar vida al clásico de Disney, pero esto se rompe cuando Wendy y sus hermanos se trasladan a Nunca Jamás, y desde aquí Lowery empieza a hilvanar sus formas de hacer cine. Hay una cosa muy cercana visualmente hablando entre esta película y "El caballero verde", hay una magnificencia que apabulla visualmente hablando, y si bien es claro que esta se crea a través de herramientas tecnológicas, Lowery no olvida como sacar el mejor provecho a estos planos generales de llanos y praderas, acompañados del silencio y una música incidental maravillosa como en sus primeras películas.

La película me parece valiosa porque atiende una linea narrativa que jamás se había explorado en este clásico, esa otra perspectiva que aborda en la historia, usando lo clásico con un amor palpable, hacen que todo lo que añade Lowery de su punto de vista, es de las cosas que más valor le dan a esta entrega, y por su puesto habrá a quien le guste y a quien no le guste, y eso está bien; pero desde mi perspectiva la visión de Lowery, me parece tiene toda la congruencia del mundo, además de que esta sirve para reivindicar las decisiones que ciertos personajes tienen que tomar sobre los caminos a escoger para seguir viviendo, para ser una parte de sus seres amados, aunque toque por un lapso de tiempo en el que haya que ser antagónicos. Explora y trata de explicar y dar contexto del por qué Hook es como es, y Peter es como es. Muestra en muchos sentidos que muchas veces no existe un bien contra el mal de forma tajante, o un blanco y negro totalitario, muchas veces la vida y las relaciones humanas son una zona de diferentes matices de grises, en los que hay que naufragar hasta encontrar el canal (o tono) en el que podamos entendernos, y jugar a través del inevitable crecimiento.

Una de las cosas que Lowery atiende para las majors y que a mí honestamente jamás me ha desagradado, es el hecho de la verosimilitud y legitimidad de los personajes conforme a su apariencia física, y creo que hay un debate detrás de todo esto que ni siquiera tendría que existir a mi parecer, pero aún así trataré de dar mi opinión en algunos ejemplos que se han dado en la industria.
En el año 2018 la comunidad transexual de Estados Unidos inició un ataque a través de Twitter contra Scarlett Johansson por aceptar el papel para una película donde interpretaría a un hombre transexual, al poco tiempo, Scarlett tuvo que recharzarlo de la manera más correcta diciendo que quizá el papel tendría que interpretarlo alguien que fuera transexual. Del lado opuesto de la moneda tenemos al siempre genial Neil Patrick Harris con su emblemático papel de Barney Stinson para la serie HIMYM, en la que interpreta a un hombre mujeriego y maduro el cual incluso tiene un libro para conseguir acostarse con mujeres lo más rápido posible, y cosa muy contraria a lo que interpreta en su personaje, Neil es homosexual y está felizmente casado desde hace años. En resumen, si bien las minorías tienen un punto más concreto al cual defender su posición no sólo en el mundo del cine, sino en el de las artes en general, siempre son los que menos se quejan, y si lo hacen es con justa razón porque tienen que luchar contra mayorías y muchas veces caprichos de las productoras o directores, en cambio en el caso contrario, creo que hay muchos más espacios para actores caucásicos en los que pueden probar para obtener un papel en condiciones favorables para ellos, cuando en realidad nadie tendría que tener preferencias, los castings tendrían que ser justos y juzgar sólo el talento histriónico, aunque por supuesto eso es una quimera que sólo se daría en una utopía. Pero dentro de todo este tema que a muchos los pone por demás sensibles, cabe resaltar que el impacto que muchas veces es sólo por temas de recaudación o económicos para las majors, tiene una resonancia muchas veces mayor y que es por la cual yo no desacredito del todo estas decisiones de casting: el impacto que tiene por ejemplo, para un niño con Síndrome de Down el ver a un personaje en su condición en una película como "Peter Pan y Wendy", es algo que le cambia la vida, haciéndolo creer que él puede llegar algún día a estar en una pantalla de cine, o una niña de padres afroamericanos pensando que también existen hadas con su misma tez, es algo que las generaciones de minorías del siglo pasado no vivieron, y que seguramente habría abonado para que los indices de discriminación en pleno siglo XXI no sólo en América, sino en la propia Europa, no fueran tan altos y con medidas tan radicales que incluso llegan a reformas políticas. Esto es algo que no se ha mencionado mucho pero, incluso Spielberg y Wright en sus adaptaciones es algo que ya habían explorado, pero nadie había hecho tanto revuelo porque de alguna manera las adaptaciones de estos eran más digeribles que la profundidad narrativa propuesta por Lowery.

El hecho de que Lowery de igual o más importancia a Hook que a Peter y Wendy, me parece un gran acierto, como ya lo había mencionado, y sus interpretes me parece están perfectos. Un Jude Law, osado, desmedido y que se nota a leguas disfrutó muchísimo dar la complejidad (que en apariencia, no la tiene, pero que vaya que la tiene) a su Hook. Alexander Molony es un notable descubrimiento para mí, y la joven Ever Anderson brilla con luz propia, no se nos haga extraño ver muy seguido a la joven hija de Milla Jovovich.

Si vemos la historia de Peter Pan sin lo fantástico y sin la carga infantil alrededor de ella, es la historia de un chico-joven-adolescente que huye de su casa por ciertas circunstancias (que pueden ser miles de razones) arrastrando o arrastrado por alguien importante en su vida, y que al final uno de los dos tenga que dar el paso difícil de alejarse y en el acto ganar la enemistad el uno del otro; o dicho en pocas palabras, es la historia de un forajido que trata de huir a su espantosa realidad para ser libre eternamente. Y para quien no conozca el cine de David Lowery, esa es la linea narrativa que ha venido explorando a lo largo de su obra, de modo que era cuestión de tiempo para que Peter y David se terminaran encontrando, y como fan de cine de Lowery, por ello para mí la película ya es valiosa.

miércoles, 3 de mayo de 2023

"El amor después del amor", la serie.





La miniserie de ocho capítulos producida por Netflix, y que recién se estrenó hace exactamente una semana, retrata la vida del intérprete rosarino desde su juventud con su primera banda, hasta obtener el éxito internacional con el álbum que da nombre a la serie; por supuesto pasando por toda la gloria, sinsabores, maestros, amigos y amores de su vida hasta ese momento, y que siguen siendo parte importante de su obra y de su vida hasta hoy día.

Siguiendo la narrativa tradicional que suelen utilizar las biopic's, me parece es efectiva en el sentido que muestra bien lo que quiere mostrar, alternando pasado con el presente que se desarrolla dentro de la línea temporal en la serie, se detiene en bellos y peculiares momentos de su niñez que jamás caen en el cliché de quien quiere mostrarse en desmedida melodramático (escenas realmente bellas como la del infante Fito tocando a un portillo recién nacido, qué me parecen de un genuino momento de amor y lucidez por parte de un Fito lleno de sensibilidad, acá realmente ponen cosas que marcaron a Fito en la infancia y no sólo se jactan de utilizar el recurso para enternecer a la audiencia), el dramatismo llega sólo en los momentos fuertes que Fito vivió en la vida real familiar. En cuanto a los aspectos técnicos, la serie está perfectamente hecha, la fotografía hilvana cada momento y le da pauta y tensión adecuada con un gran trabajo en todos los departamentos. Las actuaciones de todo el reparto son realmente destacadas, uno cae fascinado en el engaño de saber que son actores interpretando a grandes ídolos como García o Spinetta, pero aún así uno se la cree que son ellos.

Aun con ello no es una serie que destaque sobre otras, pues considero que hay detalles que para los que conocemos más de la vida del intérprete de "Pétalo de sal", se tocan de manera muy fugaz, sin darle la importancia que deberían sólo por el simple hecho de que interfiere narrativamente en los verdaderos planes de la producción, y esta es ganarle adeptos a Fito, en una época en la que ya no hay muchos amantes nuevos del "Rock en tu idioma", ni futuras grandes figuras como lo es Fito, a quien afortunadamente aun tenemos con vida y con muy buena forma aun para componer. Además del hecho de que el intro tenga más contexto político-social de la argentina que le tocó vivir a Fito, si me parece un problema realmente serio que la serie no toca más que en el primer capítulo y lo cierra, un terreno que me parece de haberse explorado le habría dado un plus a la serie, pero como lo mencioné, lo que muestra, lo muestra bien y fidedigno, pero si deja con ganas de más. También algunos problemas de temporalidad y continuidad que si bien no son muchos o muy notorios, ahí están y ensucian la experiencia para quienes podemos identificarlos de refilón con mirada periférica.

Para los que somos fans de Fito, estaremos satisfechos con el resultado, porque es un buen producto mostrando lo que quería mostrar de la vida del rosarino sin engañarnos, mostrando algunos detalles de sus canciones más emblemáticas de esta etapa de su carrera. Para los que vemos la serie desde el lado crítico, uno siempre quiere ver series que no se vuelvan olvidables (o del montón) y esta podría ser una de ellas, y para los que ni son fans de Fito ni la ven desde la mirada crítica, poco les va a llamar la atención una serie sobre un músico que no muestra tanta música como quizá si lo hace "Daisy Jones and The Six", sólo las subidas y bajadas de un rockero latinoamericano del siglo pasado.

"Ain´t them bodies saints", de David Lowery.





Lo que quizá debería empezar diciendo de esta película, es que es del 2013 y ansiaba verla desde el 2017 que descubrí el cine de David Lowery (con la insuperable "A ghost story", una de las mejores películas de la década pasada según yo y Guillermo del Toro; y que también es protagonizada por la misma pareja actoral de esta), la cual no había podido encontrar y que gracias a Tom por fin he podido verla. La película, además de ser una de las mejores películas que he visto en el año, es una de las más conmovedoras y una de las óperas primas más notables que yo recuerde en mucho tiempo.

Lowery, aunque me lo llevo comentando cada que surge la ocasión de hablar sobre la obra de este, para los que no lo sepan es uno de mis directores favoritos contemporáneos de cine independiente, aunque también ya ha hecho películas para las "majors" como la notable y entrañable "Mi amigo el dragón".

El cine de forajidos de Lowery, retrata personajes en búsqueda o huida por ideales o sueños prometidos, en los que la mirada meticulosa, atenta y fija de Lowery los depoja de todo adjetivo positivo o negativo y los muestra como lo que son: seres humanos que en circunstancias peculiares toman decisiones, que además se engalana de los paisajes que vuelven parte de la atmósfera en la historia de estos personajes. Esto en conjunto hace de su cine algo muy valioso con obras que además son muy agradables al ojo y la emoción. En concreto hablando de esta película, es una obra pasible, contemplativa y orgánica.

Además de que da gusto que desde su ópera prima se pueda dar lectura de ese germen en el que se detectan todos los temas e inquietudes que ha venido explorando a lo largo de toda su obra, la cual hace que su cine sea el de un autor por definición, ya sea desde producciones independientes o de big industry (como es su próxima película: Peter Pan y Wendy, que se estrenó el pasado 28 de abril en la plataforma Disney+) o sea cine de temática infantil o para audiencias más serias, como lo es "El caballero verde".

Cosa aparte comento que me parecen de las mejores actuaciones que han logrado Rooney Mara, Casey Affleck y Ben Foster (contenidas, mesuradas, al punto), quienes interpretan a los tres personajes principales de la película, en un reparto pequeño y bastante correcto, como suelen ser en las películas de Lowery.

"El suplente", de Diego Lerman.





Sobre la más reciente película del realizador Diego Lerma, quizá debería empezar escribiendo que si bien es una película no mal lograda, si es bastante flojita. Pero permitan explicarme.

Desde que la vi en la competencia grande de Los Cabos (también estuvo en San Sebastián y Toronto), no me llamó mucho la atención, aun con el hecho de que era la única representante de México (con una gran co-producción, ademas: Francia, España, México y Argentina los más llamativos; y que además ganó la Competencia Los Cabos), pero desde su sinopsis ya se leía muy convencional, y no me equivoqué.

Y es que debo decir en sí qué la película no es mala en su puesta y partes técnicas, hay un ojo por demás educado detrás del experimentado (y joven) realizador Diego Lerman, y las actuaciones en verdad son deslumbrantes, desde principales, pasando por secundarios y terminando con los no actores; el problema ni siquiera está pienso yo en la típica trama de "profesor con problemas de crisis existencial, regresa a su pueblo a sanar viejas heridas del pasado que, al ayudar y crear conciencia en sus nuevos alumnos, él encuentra a su vez un nuevo propósito de vida"; que no hay que ser muy listo para darse cuenta que es una trama que hemos visto miles de veces en el cine gringo (y mejor planteadas, la verdad) que nos ha maleducado durante muchos años a ver las cosas a través de sus ojos en muchas ocasiones (sobre todo por los grandes estudios) como nueva forma de colonización, haciéndonos creer que las cosas son como ellos nos las cuentan.

El problema con la película de Lerman me parece esta en el hecho de que toda trama y subtrama que se sugiere, jamás se desarrollan y terminan, haciendo que el espectador la sienta incompleta, aun con las buenas intenciones de una película "social mente responsable" y del buen manejo narrativo a través del montaje. Situaciones con potencial qué tiene buen principio pero no buen fin como la relación fracturada entre Lucio "el suplente" y su padre "el chileno" (ambos magníficamente interpretados por Juan Minujín y Alfredo Castro respectivamente), o con su ex pareja (la encantadora Bárbara Lennie que en lo que va del año la he visto con dos tremendos trabajos, está brillante aún con sus breves apariciones a cuadro), o el conflicto que se sugiere al principio y jamás se vuelve a tocar, o las clases inexistentes que tiene para al final aprobar a todo su grupo (acaso la trama que mejor se desarrolla es la relación de el suplente con su hija, con una gran interpretación de la pequeña Renata Lerman, hija en la vida real del director), y así un largo etcetera, todo esto hace que en el acto hace que la película sea una obra incompleta a mis ojos. Una película sin consecuencias y con muchos personajes que se muestran pero jamás se desarrollan, como "el perro".

Mi conclusión es que, aun con las buenas intenciones de Lerman, no todos pueden ser un Ken Loach cuando al realismo social nos referimos, porque para eso tenemos al maestro británico y no necesitamos nada más, quizá buenas voces que exploren el género, como seguro Lerman lo hará de seguir trabajando.