Producciones "La Vieja Escuela" Presentan:

sábado, 8 de febrero de 2020

Mi quiniela de los Oscars.





Esas dichosas, esperadas y celebradas por todos premiaciones llegan a su fin el día de mañana con la más mediática de todas: la entrega de los premios Oscar.

La verdad es que yo cada año estoy, si bien no puedo decir que más desencantado, si puedo decir que para mi lo que pasa en la ceremonia es menos relevante para lo que veo, o lo mejor que veo en el año. La mayoría de las películas nominadas están ahí o por que hay que cumplir con cierta cuota de inclusión, porque son productoras y realizadores en la industria cinematográfica de Hollywood muy respetados, y una pequeña selección de los trabajos que irrumpen y se salen del molde, y que tienen que incluirse porque es evidente la calidad en la realización, aunque no se les premie al final.

A diferencia de otros años, este es el primer año en el que he visto todas las películas postulantes al Oscar de Mejor Película, y por ende las más nominadas, así como la gran mayoría de todas las que tienen alguna nominación (entre ellas Avengers Endgame. Yo no niego mis visualizaciones, de hecho pueden leer mi texto de la película por acá), una que otra película no la he podido ver a pesar de querer hacerlo, y otras simplemente no he querido hacerlo.

Dicho la anterior, compartiré con ustedes mi quiniela de lo que a mi pensar, debería de ocurrir el día de mañana en la premiación, no basándome por supuesto en lo que ya ha pasado en las pasadas premiaciones como los Golden globe, o los Bafta, sino lo que yo considero como lo mejor del año pasado no en el cine, sino en la industria de Hollywood.


*Mejor actriz de reparto: Laura Dern, Marriage Story. (Sólo no habiendo visto la actuación de Kathy Bates en El caso de Richard Jewell)

*Mejor actor de reparto: Joe Pesci, El Irlandés. (Sólo sin haber visto la actuación de Tom Hanks en Un buen día en el vecindario)

*Maquillaje y peluquería: El escándalo. (Sólo sin haber visto Judy)

*Vestuario: Mujercitas.

*Diseño de producción: El Irlandés.

*Sonido: Ad Astra.

*Mezcla de sonido: Le Mans 66

*Edición: El irlandés.

*Efectos especiales: 1917

*Fotografía: 1917 (quizá el más difícil de de escoger. Tres muy buenas opciones en esta quinteta: la mencionada, The Lighthouse y El Irlandés)

*Documental: (Sin haber visto ninguno)

*Cortometraje documental: In the absence (Sin haber visto St. Louis Superman y Walk Run Cha-Cha)

*Cortometraje ficción: Une Soeur (Sólo sin poder ver Saria, todos los trabajos son extraordinarios)

*Cortometraje animación: Mémorable.

*Música original: Joker (Y siendo honestos, ningún trabajo me agradó de sobremanera)

*Canción original: Harriet.

*Película animada: Perdí mi cuerpo. (También digna en caso de ser ganadora la española Klaus)

*Película extranjera: Parasite.

*Guion adaptado: Mujercitas.

*Guion original: Parasite. (Personalmente, el Oscar más importante de todos)

*Mejor actriz: Scarlett Johansson por Marriage Story. (Sólo sin haber visto la actuación de Réene Zellweger en Judy)

*Mejor actor: Joaquin Phoenix por Joker.

*Mejor director: Martin Scorsese por El Irlandés.

*Mejor película: Parasite.


Tres películas "ninguneadas" por el vecino Oscar.





Como cada año, cada vez que se anuncian las nominaciones a los premios Oscar de la industria cinematográfica hollywoodense, nunca faltan los eruditos y fanáticos a reclamar que sí y que no debió de ser nominado, y así para terminar con la resolución de siempre: nunca se premia a lo que se debe premiar de verdad, el arte cinematográfico sin distinción de idioma.

Antes de que se anuncien a los grandes ganadores de este año, he querido compartirles de manera muy breve mi análisis sobre tres películas que muchos reclamaron su ausencia, o su muy poca atención en esta premiación, y porqué si o por qué no estuvo correcto esto, desde mi punto de vista, su ausencia.

Sin más que decir, comienzo.


Mujercitas.
Estuve tentado en hacerlo, pero creo que si escribo sobre esta película poniendo en antecedente las otras adaptaciones al cine de la novela de Louisa May Alcott (que si mal no recuerdo, son siete, de las cuales yo sólo he visto dos: la de 1994 y la de 1933) quedaría en desventaja, pero no por eso quiero decir que la película de Greta Gerwig sea mala o desmerecedora de todos los elogios que han hecho a su película.

Greta Gerwig desde mi punto de vista no sólo hace quizá la mejor adaptación de la obra y el como muestra en esencia a la autora en su alterego encarnado en el personaje de Jo (interpretado por la encantadora y extraordinaria Saoirse Ronan, a la que sólo pude ver detrás de la piel de Jo en una ocasión, se apropia del personaje de manera muy diferente a las versiones anteriores), sino que además le da un valor y una solidez al argumento tan importante para nuestros tiempos, sin que se le adapte a nuestra temporalidad, o se sienta el anacronismo, o un sermón para los tiempos que nos acontecen.

Gerwig da un tiempo y narración a la película que nos sitúa justo cuando Jo ya escribe y está lejos de casa, no se nos narra de manera lineal las cosas que vivieron juntas ella y sus hermanas, sino que nos plantea desde que ellas están separadas, y en cada vivencia de ese presente se van dando momentos que las hacen regresar en el pasado (y a nosotros mostrarnos esos momentos que ya conocemos, sea por el libro o por las películas), para ir descubriendo ese lazo, y que hace tan especial a cada una de las hermanas March, sus ideales y convicciones, a veces tan "impropios" ("revolucionarios" sería desde mi punto de vista la palabra correcta, pero juguemos a que el libro es del siglo XIX) para su época.

Un distintivo de la película de Gerwig, y que yo en verdad disfruté mucho, es la importancia que pone en personajes secundarios que están lejos del foco de la familia March, en preciso, en la figura del Friedrich (Louis Garrel, espléndido) del abuelo de Laurie. (La película tiene tres partes muy emotivas, una de ellas es la escena cuando Beth va a tocar por primera vez a la casa del abuelo de Laurie, y el señor baja a las escaleras para escucharla, el movimiento de cámara y el encuadre en esta escena es en verdad prodigioso)

El diseño de producción ayuda mucho (así como el vestuario) para sentirse en la época que a bien recrean para el relato, en ningún momento se siente anacrónico nada (quizá salvo, el baile entre Jo y Laurie cuando se conocen) y las actuaciones son destacadas, sobre todo la de Timothee Chalamet, que logra crear un Laurie muy distinto al de Christian Bale (la escena en la que le declara su amor a Jo es muy sobresaliente) y Florence Pugh, uno entiende que su nominación al Oscar llega por ese discurso sobre el papel de la mujer en el matrimonio.

Finalizo comentando para los que pedían la nominación de Gerwig al Oscar a Mejor Directora, argumentando además que esta película era mejor que Lady Bird, yo no podría estar de acuerdo ni en la una, ni en la otra. Primero, creo que la quinteta a ese Oscar es correcta, ningún director está ahí de gratis o de comodín, y segundo, creo que si bien no por mucho es superior Lady Bird que Mujercitas, si encuentro más valor en esta por una cosa en particular: hay un guion original detrás del proyecto, que si bien el final no funciona, respeta a la historia, y debo decir que para mi, desde mi punto de vista, además de que el final de Mujercitas es erróneo, traiciona a la historia, es en lo único que falla y para mi es motivo para que la Gerwig no haya hecho un trabajo redondo como directora, aunque haya adaptado el guion magistralmente, aunque la siga amando.


Uncut Gems.
Sin duda alguna si hubo una injusticia por parte de la AMPAS este año son dos cosas: una, la ausencia de los hermanos Sadfie en todas las nominaciones que se les pudiera haber dado (llámese mejor película, dirección, guión original y edición. Incluso la partitura original de la película, para mi mucho mejor que todas las nominadas), y dos: la nominación a Adam Sandler a Mejor Actor. (Sin me lo preguntan a mi, en la quinteta por la estatuilla a mejor actor sobra una actuación, a pesar de amar al actor que la hizo: la de Leonardo DiCaprio, y no porque sea mala, sino porque la de Sandler es por mucho más superior)

Los hermanos Sadfie, sin dejar de lado ese estilo frenético e hiperquinético para narrar sus historias y que te atiborra de una tensión sofocante, en esta la que es para mi por mucho su mejor película, le dan a la historia una construcción al argumento y lo adaptan a una estructura que se sustenta y sujeta en un montaje sublime, con la construcción de personajes tan completos como complejos.

El rango actoral de Sandler me parece logra tocar un registro jamás alcanzado, una madurez en su interpretación a a pesar de lo desenfadado de su personaje, hay un grado culto y serio en el trabajo implementado por este actor más que en forma, al menos bajo la dirección de estos hermanos.

Pedir el Oscar para los Sadfie por lo mencionado, que tuvo que ser al menos nominado, seria mucho pedir, me explico. La película está a mi parecer entre lo mejor del año, y por supuesto tuvo que haber un reconocimiento al menos en mención con una nominación, (mucho se rumora que Hollywood no la quiso entre las nominadas porque la presencia de Netflix en la premiación sería "considerablemente alta") pero al igual que con Mujercitas, para mi el final es su punto débil, pues los Sadfie se van por el camino fácil y terminan la película de manera muy simple, sin mayor complicación, muy predecible; incluso el final de Good Time es mucho más complejo de la resolución mostrada acá, con muchos cabos sueltos, y si bien no es una lástima porque la película no deja de ser buena, si había que terminar de manera más solida desde mi punto de vista una película tan superior a muchas de las nominadas a Mejor Película. Le Mans 66, por ejemplo.


The Farewell
Otra que causó mucho furor entre gente de festivales fue la ausencia de la película dirigida por la directora de origen chino Lulu Wang, pero que tiene de especial esta película tan comentada por cinéfilos y crítica, pero que el gran público ha pasado desapercibida, ahora lo comento.

A mi parecer esta película es una de las pocas del año pasado con una personalidad muy única, ami parecer es una pieza única que no se le puede comparar con nada hecho antes. Primeramente hablar de un a película que se siente muy precaria en el buen sentido de la palabra, una imagen que se siente cercana, como si fuera algo que alguien registró en su celular, pero de manera impecable, y con una historia muy bien contada, con una emotividad y un corazón que palpita hacia afuera de la pantalla. La premisa de la película está en cualquier sinopsis de sitio web que te encuentres, y no hay mucho que agregar sobre su trama, conocer o no de que trata te puede arruinar o no la experiencia, pero acá lo valioso en si (aunque si lo es, porque como ya lo dije: la historia es muy bella, y muy bien contada) es la forma en que se nos cuenta.

Como ya lo mencione, hay una economía en los recursos de producción en la película, incluso en los estéticos, una escasez de colores, pero los que se utilizan están de manera sublime, los encuadres y movimientos de cámara ayudan mucho para sentir esta propiedad tan única de la película, que yo le asumo esto su directora, pues con las influencias del cine de su país (tan desconocido para muchos de nosotros) también es una mujer que se desarrollo con el cine norteamericano, y que se está abriendo paso dentro del cine indie de este siglo.

El corazón de la película palpita y es permeable en el espectador porque es una historia muy cercana a la directora, y muestra en su personaje principal a un alterego con el que más de uno nos podríamos ver identificados: un personaje de treinta y tantos años que no haya su lugar en el mundo (un relato muy cercano a Lady Bird), y del que todo el mundo espera que se quiebre, cuando al final es la única que no lo hace (el ver como el resto de su familia se quiebra es tan cómico, como triste y tierno), y la que salva al final del día, la mentira más grande del mundo, una que es muy de su cultura, y que quizá nosotros no comprendamos, y de estar en su lugar no lo podríamos hacer.

No sé si la película necesitaba mucho de la aprobación del tío Oscar para que fuera más vista o valorada, yo por lo pronto finalizo escribiendo esto que el haberla visto, y escrito sobre ella me hace valorarla mucho, por el arrojo de contar historias propias, de una manera muy propia, y si a través de las letras logro hacer que ha alguien despierte algo de curiosidad y pueda verla, me daré por bien servido.

Charlas de cinéfilos vol. 2


-¿Quién es tu director de cine francés favorito?
-Eric Rohmer.
-¿Eric Rohmer?
-Si.
-¿Por?
-Pues...
-Perdón, ¿Cuántos años tienes?
-30.
-¿Qué no eres muy joven para que Eric Rohmer sea tu director de cine francés favorito?
-No lo sé. No creo que sea una cuestión de edad. Ni siquiera puedo decir que sea una cuestión de gustos porque en diferente etapas de mi vida podría haber mencionado a otros directores seguro. Con Rohmer, a partir de que conocí su cine, y devoré la mayoría de sus películas, mi conexión con él se dio por una cuestión de identidad.
-No, esta bien. No tiene nada de malo. Digo, lo puedo comprender. Vamos, nada más hay que ver la finta de bohemio que te cargas, con esa barba, el pelo largo, tu boina. Es sólo que, la mayoría de los jóvenes de tu edad prefieren, o dicen que prefieren a Godard, a Truffaut; ninguno, o al menos de los que yo conozco, jamás me hubieran dicho que preferirían a Rohmer. Incluso antes me habrían mencionado a Jeunet o a Ozon. Incluso algunos hubieran mencionado a Luc Besson. Rohmer es para los hombre mayores de 50 años como yo. Eres un espécimen raro tú. Seguro si te pregunto quien es tu segundo director de cine favorito, me dirás que es Robert Bresson.

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Al igual que en México (Gavaldón) y en Italia (Rosselini), en Francia tengo un Roberto favorito en el cine

jueves, 6 de febrero de 2020

El lamento de los cetáceos de cristal.




El pasado jueves 30 de enero en el recinto de la Alianza por la lengua Francesa de La Paz, tuvo su presentación el libro Charlas de café, vol. III, de la editorial jalisciense Proyección Literaria.

La presentación del libro tuvo lugar en La Paz, debido a que uno de los muchos autores que aparecen en la magnífica compilación (la mayoría de la ciudad de Guadalajara) es un reconocido artista multidisciplinario radicado en nuestra ciudad: Daniel Olimón.

Autodidacta en más de un sentido, aunque no se jacta de una virtud omnipotente, sino que sabe apreciar y hacer mención a quien le ayudó a pulir su arte, Daniel Olimón colabora en este libro con su extraordinario poemario El lamento de los cetáceos de cristal, pero plus adicional a esto, porque muchos se preguntarán: ¿Por qué escribir sobre un poema en un espacio dedicado al cine? En primera, porque todo arte se conecta, y la poesía y el cine han tenido una relación desde siempre muy estrecha. Mencionar sólo algunos ejemplos destacados de cómo el cine y la poesía han comulgado en ese espacio oscuro que de repente se llena de luz e imágenes en una pantalla frente a nosotros y nos hace entrar a una dimensión de la cual no sabemos qué o quién saldrá, vendrían a mi mente a bote pronto títulos como Canciones de segundo piso de Roy Andersson, El lado oscuro del corazón de Eliseo Subiela, o la más contemporánea Paterson de Jim Jarmusch. Y en segunda, por la presentación del cortometraje inspirado en el poemario de Daniel Olimón.

Alejandro Savant, escritor y músico además de realizador audiovisual, adaptó los primeros dos cantos del poemario y realizó a mi parecer un extraordinario trabajo en el que sintiendo en primera lectura, la esencia del poema con ese vigor que Daniel Olimón impregna en sus letras, a base de experiencia personal (esto lo digo como suposición) como los más grandes poetas, también podemos encontrar un gran valor interpretativo del autor audiovisual sobre la lectura dada al poema, y la comprensión y el sentir de la obra. En pocas palabras: vemos pulcro la esencia del poema, en un trabajo completamente autoral de quien lo adapta a su arte. Otra lectura dada y también un valor agregado que hay que reconocerle a Alejandro Savant, es la capacidad de mostrar al autor no como el realizador del poema detrás de la presentación, sino en su esencia pura, la humana, la real; la que no sólo se debe mostrar como el artista, en pocas palabras: muestra al autor, no sólo a la creación del artista. Si bien todo artista, es artista de tiempo completo, su vida está llena también de otros complementos: familia, rutinas, lo que permite que el arte nos hable, y eso aún es más presente en los artistas independientes como Daniel Olimón.

El trabajo de ambos artistas es muy respetado, y es indispensable a mi parecer no dejar pasar la oportunidad de exhibir, mostrar, dialogar y divulgar desde nuestra trinchera, por muy pequeña que esta sea, las expresiones artísticas que tienen lugar en nuestra península. ¿Son buenas o malas? Eso cada espectador lo deducirá. Por lo pronto, conociendo la obra de ambos artistas, yo sólo puedo brindar por el valor arrojado que tienen ambos al mostrar arte diferente, que no se limita en experimentar, que es pasional, un arte que te mueve cosas, un arte que es digno de admirarse, al menos desde mi percepción.

Acá les comparo el cortometraje en cuestión.


Ficha técnica del cortometraje:
Título: El lamento de los cetáceos de cristal
Duración: 3:12
Productora: Imaginecosmos
Dirección, adaptación y edición: Alejandro Savant
Asistente de dirección y fotografía: Itzú Martínez
Idea original y productor: Daniel Olimón
Actuación: Abril Picos (ella) y Daniel Olimón (él)



sábado, 1 de febrero de 2020

Películas valientes.




En teoría, el día de hoy tendría que haber publicado un texto con mini-reseñas de las mejores películas que he podido ver en el mes de enero (creo no haberlo comentado acá, pero este año haré el ejercicio de las películas que vea cada mes [que en teoría, debe ser una película diaria durante todo el año] publicar pequeños textos sobre las que yo considere más sobresalientes), y es algo que haré en su debido momento en próximos días, pues antes he decidido hacer un apartado especial y escribirles sobre tres películas que me parecen sobresalientes en más de un aspecto y que es muy importante escribir sobre ellas, aunque ya se haya escrito infinidad de cosas por medios y críticos sobre ellas en muchos sitios desde su estreno.

Además de lo anterior, debo comentar que años atrás durante mucho tiempo estuve tratando de buscar estas tres películas, (fueron parte de esa selecta lista, y cada vez más corta, hoy día sólo cinco películas se albergan en ella en mi cuenta de IMDb; de películas que no he podido conseguir en ningún lugar) pero ahora ya con un poco de conocimiento y dominio en los portales alternativos de distribución de películas, que son aún más loables e importantes que la plataforma en streaming que ustedes me mencionen; es que pude dar con ellas.

Sin más que argumentar por el momento antes de pasar al análisis individual de cada película, finalizo esta intervención/introducción escribiendo que las películas en cuestión son alternativas meramente independientes que no se limitaron a estándares comerciales o cuadrados, sino que dejaron todo a esa fuerza pragmática y visceral que muchas veces mueve en mejores condiciones con los aires de libertad que brinda el arte (y con esto no quiero decir que el arte quirúrgico (o de visturí, como le llamaban a la poesía de Octavio Paz los poetas miembros del grupo del realismo visceral en la novela Los Detectives Salvajes de Roberto Bolaño) o de método esté mal, es una expresión igual de valiosa en la que unos se identifican más, otros menos; pero no deja de ser arte), para poder llevar a cabo su visión; y que incluso tuvieron que apostar a un financiamiento a través de amantes del arte o incluso a sus bolsillos. Películas como estas se encuentran pocas, son piezas únicas en un universo cada vez más generalizado y que apuesta a la satisfacción final sin disfrutar eso que te hace llegar a ese sitio, el camino, que mejor si se acompaña de amigos que creen en el arte.



En la sangre - Jimena Montemayor - 2015

Luego de haber visto Restos de viento, me di a la tarea de buscar y ver todo lo que esta directora ha realizado hasta ahora, y vaya que si esta película (su ópera prima) fue una grata sorpresa en muchos aspectos. Para empezar, debo decir que la película se vendía bastante interesante desde su presentación, su perfil en IMDb la presenta con estas palabras: "Caín es desterrado a la Tierra de Nod después de matar a su hermano; así, se convirtió en la tierra del traidor y del vagabundo. Esta premisa es el punto de partida para nuestra historia de amor de aquellos que traicionan […]". Por su parte el portal de Filminlatino (que es lugar digamos "más accesible" donde pueden encontrarla, así como muchas películas que muy difícilmente encuentran espacio en salas comerciales de cine muy alejadas de las grandes urbes del país [mencionar un ejemplo de ello, es precisamente esta película, que luego de que se presentara en festivales tuvo que esperar dos años para tener su estreno comercial, y muy limitado además]) la presenta como una simbiosis entre Los Soñadores de Bernardo Bertolucci y Rayuela de Julio Cortázar.

(Sobretodo con esa Rayuela que se desarrolla en Argentina, con Talita y Traveler. Ya sin La Maga)

La película va sobre la relación entre dos hermanos: Mateo, solitario y amante de la poesía y la música que regresa a México luego de estar en el extranjero largo tiempo, y Tomas, que es todo lo contrario a él. Y el tercer elemento, el conductor, o detonante de la trama (como cada uno de ustedes decida llamarlo) es la novia de Tomas: Nadia, que luego de que Tomas se ausenta unos días de casa, encuentra un canal de comunicación con Mateo que termina por hacerla ver que no tiene un camino definido en su vida, como quizá si lo tienen estos dos hermanos, cuyo único vínculo que tienen en común, es ella y la sangre.

Lo valioso de esta película, y el trabajo en si de Jimena es el tono demás mesurado y abierto que tiene, lo digo en el aspecto de que en ningún momento la película sugestiona o influye alguna especie de criterio de índole prejuiciosa en la conducta de los tres personajes, sólo los muestra tal cual y los efectos que tienen sus decisiones, sólo eso, quien encuentre en esto algo perezoso, blandengue, millenial, hipster, o snob, tendrá sus prejuicios en la vida para así verlo.

El valor estético y narrativo de Jimena es por demás una valiosa propuesta. Su mirada femenina que tiene un conocimiento más que amplio en la cine-fotografía, pone sobre detalles permeables el sentir de los personajes (y en consecuencia, del espectador), acompañando estos retratos de cotidianidad sombría y gris (acá es más que perceptible que Jimena filma en estas atmósferas no por economizar en su producción, o por las limitaciones de esta: se nota que esta composición está desde la concepción del proyecto) como la ciudad y las relaciones con un canal de comunicación atrofiado, el discurso hecho poesía de Nadia y Mateo (jamás lo había comentado, pero Pedro de Tavira es un pedazo de actor, además de un extraordinario compositor de música para películas y cortometrajes, como en esta) y como se manifiesta a través de personajes inestables emocionalmente, pero que jamás tienden al dramatismo ridículo o exagerado, y que su liberador se vuelve esa voz en off  en mucho, precisamente a estos cuestionamientos y monólogos internos muy a lo Oliveira en Rayuela, o los poemas de Baudelaire; una propuesta que vista desde un plano comercial, jamás vendería lo que una comedia mexicana en apariencia "incluyente" que tiende al grito como señal de libertad, acá nada más hay que ver el final que es el punto en el que Nadia decide cual será su refugio antes de decidir el camino que parece los hermanos tienen muy claro, que es una falacia más en la relación entre estos dos (si hablamos de las cosas que los conectan), pues nadie puede tener el camino tan claro en esta vida que siempre nos dice que de nada sirve planear.

Como comentario final no quería dejar de mencionar que en esta película tiene una actuación especial como actriz de reparto, Lila Avilés, quien hoy día es una de las nuevas directoras en el cine mexicano con más expectativas por lo que pueda llegar hacer luego de su espléndida ópera prima.




Me quedo contigo - Artemio Narro - 2014

De las tres películas en cuestión quizá sea la película que más tiempo tenía tratando de buscar, desde que en el 2015 resultara ser la gran ganadora de la séptima edición del Festival del Nuevo Cine Mexicano de Durango (hoy día, para quien no lo sepa, ya inexistente) y los colegas de Cinéfagos escribieron sobre las películas exhibidas y por supuesto esta, la gran ganadora (la edición de la revista en cuestión la pueden leer justo acá)

Hablar de la trama de la película, me parece hasta cierto punto irrelevante, pero dejaré algunas acotaciones sobre la misma para explicar mi análisis, acá lo que hay que mencionar desde un principio, es la mano de un no-cineasta (en realidad la pintura es la vocación de Artemio, como ha argumentado en más de una ocasión, le gusta que le llamen sin que lo nombren por los apellidos por lo que ello conlleva [el rasgo y conexión paternal, aunque se lleve de lo mejor con su señor padre, el muy conocido académico y productor Carlos Narro]) y como logra a través de una película muy transgresora, un discurso tan limpio y palpable que más que doler y poner en tela de juicio algunas conductas de la sociedad como la mexicana, llegó a molestar tanto a público como crítica, en su gran mayoría.

Hay que hablar de la película y su estructura desde dos perspectivas, acá las menciono por separado para su mejor análisis.

El primer punto desde el cual se puede dar lectura a la película es el de la precariedad y como esta juega para bien en su desarrollo. Para empezar a hablar de este punto cabe destacar y decir, que esta película se financió casi en su totalidad gracias al apoyo de todos los amigos artistas de Artemio, que donaron una obra de su colección para que se hiciera una subasta y todo lo recolectado en esta financiara la película. Habiendo dicho la anterior es que Artemio juega mucho desde el principio de la película con elementos de un director de cine y lo hacen aún más interesante su película, con un "acción" al principio de la película, y un "corte" al final, nos dice: "relájense, este es un juego del que los quiero hacer partícipes, por muy fuerte que sea lo que están por ver". El discurso y trama de la película, que gira en torno a una chica española que viene a México para vivir con su prometido que es productor de cine (encarnado por lo que quizá le costó más trabajo a Artemio para su película: conseguir que Diego Luna apareciera en ella, en una única escena al principio de la película de no más de dos minutos) pasa los días con una amiga y las amigas de su amiga las cuales son la representación más pintoresca de nuestra cultura y vicios en cuerpos femeninos (porque muchos de esos vicios en realidad son más masculinos). Desde un juego y manejo de géneros cinematográficos, una muestra "rosa" en su principio, que va transformándose en algo que uno jamás pensaría llegado en punto climático de la película y que a partir de ahí es pequeños puntos de cambio en todos los aspectos, la forma en que muchas veces Artemio resuelve problemas de producción de manera muy creativa (el más notable es como en diálogos entre "las amigas" en las fiestas a las que asisten, Artemio resuelve el problema del audio subtitulando sus lineas con colores asignados a cada chica, cual personajes de "Perros de Reserva"), pero dicho lo anterior y ya mencionada esa parte climática: a qué cambios me refiero, acá es donde Artemio muestra la mirada diferente que vino a aportar con esta película.

Con una "puesta en escena" cual performance o instalación de museo (que ha defendido a morir, jamás permitiría que esto llegue a un museo, que a él lo que le importa es la interacción de la obra con el público del cine, tanto los de festival como los que sólo ven películas digeribles y aprobadas por Hollywood) todo se muestra en un cuarto, con un hombre atado, cuatro mujeres haciendo lo que quieren con él, largos planos ininterrumpidos (no puedo llamarlos como tal "planos secuencia" porque la cámara no se mueve) y pocos cambios en la posición de cámara. Hay una economía de recursos cinematográficos en este punto de la película, es verdad, si se piensa que una película se debe al montaje cinematográfico, si se le ve como un ente muy aparte de la teatralidad y su mundo, me parece está muy equivocado y está amancillando el nombre de tanto director de vanguardia. Todo esto queda aparte si uno pone énfasis y la mirada en lo que se da a luz con la crítica a la violencia, al machismo, al libertinaje de un extracto social que se siente superior y pudiente (en pocas palabras: intocable), a raíz del discurso que se muestra a mi parecer de manera perfecta. Como se muestra el cambio de personalidad en cada uno de los personajes es por demás extraordinario, una muestra del buen planteamiento en su "choque" disruptivo y frenético. ¿Podría justificarse eso por la fiesta? Por supuesto que no, así como no se puede justificar tanto asesinato de mujeres en cada rincón de nuestro país; pero la película no busca responder esto, sino evidenciar esas conductas que llevan a estos males a través de una puesta que se fundamenta en cambios de roles que por supuesto es valiosa no sólo desde el punto de vista creativo y constructivo de una obra, sino que va más allá, y eso es lo que trasgrede al espectador, muchos no soportan ver tanta realidad en pantalla, sólo buscan liberarse a como de lugar, todo el tiempo; de los males de la realidad.

Artemio estrenó su segunda película hace pocos días en el Festival de Cine de Rotterdam (según una persona muy cercana a él, y amigo en común, está es su penúltima película, es decir; sólo realizará tres películas) llamada Colozio, que va sobre un par de jóvenes drogadictos que les viene un mensaje del futuro en su televisor de que en tres días asesinarán al candidato a la presidencia Luis Donaldo Colosio y que deben a como de lugar evitarlo. La premisa en si antoja mucho a los que encontramos en la manera de hacer cine de Artemio, una voz clara y directa; y por sobre todo diferente a lo que se encuentra en el cine mexicano, y lo digo en todas sus vertientes, tanto las comerciales como las autorales, trabajos como el de Artemio son únicos. Uno no va encontrándose la misma pintura por todos los lugares, todos los días; son piezas únicas, al menos las que realizan los verdaderos artistas, las "otras" se parecen tanto por una simple razón, que no creo sea necesario mencionarla, la respuesta está entre lineas, muchas veces la palabra artista se confunde con técnico.




Madrid, 1987 - David Trueba - 2012

Si bien, más longeva que Me Quedo Contigo, esta película no llegó a mi visionado, o mejor dicho, no llegué a saber de su existencia, y a la postre el querer verla, si no fuera por un fragmento de ésta que me encontré en Vimeo en el que el personaje protagónico de la película habla sobre el excesivo y manipulador uso que le dan a la música en las películas.

Si bien muchos podrían decir que algunos temas y puestas de escena pueden ser vistas desde una postura un poco más "abierta" en países europeos como lo es España (y como no se podría decir algo así, nada más hay que ver el trabajo en los 80's de Almodóvar) esta película para mi asombro no tuvo una recepción tan abierta como yo pensaría, debería haber tenido.

La premisa es por demás simple: luego de que Miguel, un escritor y periodista consagrado, recibe en su "oficina" a Ángela, una joven estudiante de periodismo y aspirante a escritora, quien quiere escribir sobre él, este ni tarde ni perezoso la invita al estudio de su amigo pintor para platicar mejor y a gusto, estando en este lugar, él le hace una propuesta, a la que ella en la medida de lo permitido para su pudor, accede, pero no es luego de que ambos se encierran en el baño accidentalmente, es que pensamientos, cuestiones, confesiones entre ambos, y sus cuerpos desnudos; dan forma a esta película a la que bien muchos podrán referir como una especie de simbiosis entre Otoño en New York y la versión estática o sedentaria de Before Sunrise.

La gran parte de la película toma lugar, y tiempo; a través de diferentes posiciones de cámara (y de los personajes, por supuesto) en ese pequeño espacio que representa el baño, y que funge perfectamente como metáfora de lo que se va llenando a través de lo ya mencionado entre ambos personajes, que bien podría sentirse como una especie de anécdota autobiográfica de la joven escritora, o el escritor consagrado encontrando a su musa, pero que no es más que un argumento original del muy joven hace casi diez años David Trueba (hermano del aún más reconocido y mayor que él, Fernando Trueba) y que a través del personaje de Miguel, hace muchas alegorías al oficio del director de cine.

Uno no llega a comprender luego como películas como esta, que tienen una perfección en sus diálogos, en su guion, si bien simple, pero muy centrado y bien ejecutado; y la economía que muestran (disculpen de ante mano la redundancia) en su puesta, al grado del minimalismo extremo, no puedan tener cabida ya no digamos en el gusto de los amantes de las películas de acción y grandes efectos especiales, sino que no haya ninguna clase de diálogo con respecto a ellas, porque muchas veces no se les da siquiera el beneficio de la duda. Trueba no sacrifica su puesta en la que si bien, superficialmente se podría decir que no hay nada (lectura muy vacía y que habla muy mal de los espectadores que creen eso, desde donde se le vea), bajo un ojo más sensible, de mirada profunda, que gusta de rascar bajo las superficies; hay más contenido y enriquecimiento en este cine con puestas (y apuestas) arriesgadas y diferentes, que el 90% de las películas de verano, por muy riguroso que se escuche este comentario.