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viernes, 2 de febrero de 2024

Girasoles silvestres.





“Girasoles silvestres” de Jaime Rosales no sólo es una de las películas más interesantes de la 74 Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional, sino también una de las películas más interesantes que se presentaron en San Sebastián en el 2022, según críticos de la talla de Carlos Boyero, Luis Martínez, entre otros. La película es un melodrama clavado de esos que al menos a mí me ponen muy mal, y no es porque sea una película mala, todo lo contrario, creo que es una película buena, interesante, en cuya trama se abordan situaciones importantes y con una destreza correcta, pero por momentos es tan intensa y fuerte en su desarrolla dramático, que salpica, además muchos de ustedes sabrán que yo soy más de hacer el romance y no el drama. 

Pero bueno, resumiendo un poco la trama y el discurso que se desenvuelve en ella, la película va sobre la vida de una joven madre con dos hijos (con un complejo de estar perdida) que se involucra en relaciones amorosas (algunas peligrosas) en las que la engañan, dañan y vulneran; reflejando el patrón que esta chica repite, por carencias que que jamás se explican pero pueden ir desde lo íntimo, lo profundo y la infancia; y que en algún punto ella repite no sólo por el hecho de que llega un punto en que se vuelve un espejo de todo lo que absorbió en su pasado, sino por el propio peso de su condición y su carga, pero como toda etapa o proceso en la vida, todo se supera si se tiene paciencia para cambiarse a sí mismo, comprender lo que no se puede cambiar fuera de nuestro alcance en uno y los otros, y reconocer la empatía, el amor y el esfuerzo de quien decide estar a nuestro lado. 

La propuesta de Jaime es sencilla y directa, muestra las situaciones como son, con toda su crudeza, sin cargar de un lado o de otro la balanza, sin ser juez y parte, no hay escenas innecesarias de intimidad y eso es de agradecer. Deja correr la cámara y registra a través de desplazamientos simples y naturales, nada que sobrecargue o sobresalte esa noción de naturalidad, uno cree que lo que ve es real, en ningún momento se siente el artilugio del cine, y eso es difícil de lograr, sobre todo en un melodrama. 

Anna Castillo logra la actuación de su vida, si bien al principio parece entrar fría al personaje (el montaje también por algunos tramos pudo haber sido más detallado y menos brusco), rápidamente se hace de Julia y crea a través de ella una complejidad emocional que cala, sobre todo en la escena en que explota y refleja todos los demonios que la han menospreciado. El final, es una belleza por su sencillez y por lo que para mí representa, que es la serenidad del encuentro con la paz y conexión familiar, manteniendo una caminata en calma, lejos de los bajos del lago, y los picos de la montaña, me recordó a “Aruitemo, aruitemo” de Koreeda.

miércoles, 3 de mayo de 2023

"Ain´t them bodies saints", de David Lowery.





Lo que quizá debería empezar diciendo de esta película, es que es del 2013 y ansiaba verla desde el 2017 que descubrí el cine de David Lowery (con la insuperable "A ghost story", una de las mejores películas de la década pasada según yo y Guillermo del Toro; y que también es protagonizada por la misma pareja actoral de esta), la cual no había podido encontrar y que gracias a Tom por fin he podido verla. La película, además de ser una de las mejores películas que he visto en el año, es una de las más conmovedoras y una de las óperas primas más notables que yo recuerde en mucho tiempo.

Lowery, aunque me lo llevo comentando cada que surge la ocasión de hablar sobre la obra de este, para los que no lo sepan es uno de mis directores favoritos contemporáneos de cine independiente, aunque también ya ha hecho películas para las "majors" como la notable y entrañable "Mi amigo el dragón".

El cine de forajidos de Lowery, retrata personajes en búsqueda o huida por ideales o sueños prometidos, en los que la mirada meticulosa, atenta y fija de Lowery los depoja de todo adjetivo positivo o negativo y los muestra como lo que son: seres humanos que en circunstancias peculiares toman decisiones, que además se engalana de los paisajes que vuelven parte de la atmósfera en la historia de estos personajes. Esto en conjunto hace de su cine algo muy valioso con obras que además son muy agradables al ojo y la emoción. En concreto hablando de esta película, es una obra pasible, contemplativa y orgánica.

Además de que da gusto que desde su ópera prima se pueda dar lectura de ese germen en el que se detectan todos los temas e inquietudes que ha venido explorando a lo largo de toda su obra, la cual hace que su cine sea el de un autor por definición, ya sea desde producciones independientes o de big industry (como es su próxima película: Peter Pan y Wendy, que se estrenó el pasado 28 de abril en la plataforma Disney+) o sea cine de temática infantil o para audiencias más serias, como lo es "El caballero verde".

Cosa aparte comento que me parecen de las mejores actuaciones que han logrado Rooney Mara, Casey Affleck y Ben Foster (contenidas, mesuradas, al punto), quienes interpretan a los tres personajes principales de la película, en un reparto pequeño y bastante correcto, como suelen ser en las películas de Lowery.

"El suplente", de Diego Lerman.





Sobre la más reciente película del realizador Diego Lerma, quizá debería empezar escribiendo que si bien es una película no mal lograda, si es bastante flojita. Pero permitan explicarme.

Desde que la vi en la competencia grande de Los Cabos (también estuvo en San Sebastián y Toronto), no me llamó mucho la atención, aun con el hecho de que era la única representante de México (con una gran co-producción, ademas: Francia, España, México y Argentina los más llamativos; y que además ganó la Competencia Los Cabos), pero desde su sinopsis ya se leía muy convencional, y no me equivoqué.

Y es que debo decir en sí qué la película no es mala en su puesta y partes técnicas, hay un ojo por demás educado detrás del experimentado (y joven) realizador Diego Lerman, y las actuaciones en verdad son deslumbrantes, desde principales, pasando por secundarios y terminando con los no actores; el problema ni siquiera está pienso yo en la típica trama de "profesor con problemas de crisis existencial, regresa a su pueblo a sanar viejas heridas del pasado que, al ayudar y crear conciencia en sus nuevos alumnos, él encuentra a su vez un nuevo propósito de vida"; que no hay que ser muy listo para darse cuenta que es una trama que hemos visto miles de veces en el cine gringo (y mejor planteadas, la verdad) que nos ha maleducado durante muchos años a ver las cosas a través de sus ojos en muchas ocasiones (sobre todo por los grandes estudios) como nueva forma de colonización, haciéndonos creer que las cosas son como ellos nos las cuentan.

El problema con la película de Lerman me parece esta en el hecho de que toda trama y subtrama que se sugiere, jamás se desarrollan y terminan, haciendo que el espectador la sienta incompleta, aun con las buenas intenciones de una película "social mente responsable" y del buen manejo narrativo a través del montaje. Situaciones con potencial qué tiene buen principio pero no buen fin como la relación fracturada entre Lucio "el suplente" y su padre "el chileno" (ambos magníficamente interpretados por Juan Minujín y Alfredo Castro respectivamente), o con su ex pareja (la encantadora Bárbara Lennie que en lo que va del año la he visto con dos tremendos trabajos, está brillante aún con sus breves apariciones a cuadro), o el conflicto que se sugiere al principio y jamás se vuelve a tocar, o las clases inexistentes que tiene para al final aprobar a todo su grupo (acaso la trama que mejor se desarrolla es la relación de el suplente con su hija, con una gran interpretación de la pequeña Renata Lerman, hija en la vida real del director), y así un largo etcetera, todo esto hace que en el acto hace que la película sea una obra incompleta a mis ojos. Una película sin consecuencias y con muchos personajes que se muestran pero jamás se desarrollan, como "el perro".

Mi conclusión es que, aun con las buenas intenciones de Lerman, no todos pueden ser un Ken Loach cuando al realismo social nos referimos, porque para eso tenemos al maestro británico y no necesitamos nada más, quizá buenas voces que exploren el género, como seguro Lerman lo hará de seguir trabajando.

sábado, 8 de abril de 2023

"Daisy Jones and The Six": disección de la serie en bloques de capítulos.




1-3 (4/Marzo/2023)

El viernes pasado se estrenó en Prime Video "Daisy Jones and the six" y liberaron tres de los diez capítulos que durará la serie. Y no les voy a mentir, yo la estoy viendo por el mero placer de ver a Riley Keough en la pantalla, pero debo decir que al momento la serie pinta bastante bien. En los primeros tres capítulos cuenta la historia por separado tanto de los "Dunne brothers" (que luego toman el nombre de "The six) como de Daisy Jones, hasta que llegan al estudio a grabar la canción que los pondrá en el mapa: Honeycomb. La serie trata del ascenso de la agrupación y su descenso en el punto más alto de su carrera, en el cual se ven involucrados todos los elementos característicos de las bandas de rock de los años 70's: sexo, adicción al alcohol, drogas; y traición. La serie está basada en el libro escrito por Taylor Jenkins Reid, que a su vez se dice se inspiró en la carrera de los Fleetwood Mac para crear esta banda ficticia. Por supuesto que compraré el libro una vez terminada toda la lectura que tengo pendiente, porque si lo compro ya, la lectura pendiente seguirá pendiente.




4-6 (11/Marzo/2023)

Los capítulos 4, 5 y 6 de la serie le van dando aún más forma al fondo y van haciendo de esta una serie realmente interesante.

El capítulo 4 siento es el más flojo, pues baja considerablemente los decibeles de intensidad, pues vemos el momento exacto en el que luego de roces entre Billy y Daisy por el protagonismo que ella quiere y el rechazo de Billy de que ella forme parte de la banda por lo que sabe que ella significa (la más dura definición del eslogan del rock and roll de los 70's) hasta que gracias a Camila) esposa de Billy (interpretada por la hermosísima Camilla Morrone), ambos hacen una tregua y Billy invita a Daisy a la banda.

Al momento el capítulo 5 es el que más me ha gustado, pues es el que muestra tanto la dinámica que adoptan Billy y Daisy para componer las canciones, y como involucran a la banda para proponer y tener libertad creativa ellos a la hora de tocar, y la tensión de amor-odio entre Billy y Daisy que se extiende hasta el capítulo 6 en el que además se expone cómo Billy y Daisy se escriben canciones de lo que en verdad sienten, y el toque en el fondo de los excesos de la solitaria Daisy. Creo que la actuación más seria de la serie es la de Sam (Billy), y toda la música (tocada por los propios intérpretes/actores) es realmente buena.

Y si bien soy un cínico confeso diciendo que yo veo "Daisy Jones and The Six" sólo para ver a Riley Keough, debo decir que la presencia de la extraordinaria música Suki Waterhouse siendo Karen Sirko, también le da un encanto especial a la serie.




7, 8 (17/Marzo/2023)

Como en toda serie, hay un capítulo que es asaltado de cierta forma a la historia central que, aunque por supuesto esta conectada a todo el universo narrado, su principal función es refrescar la serie para no saturar a la audiencia. Generalmente este capítulo apart es protagonizado por un secundario, en el caso de esta serie el capitulo es el número 7 y es protagonizado por Simone Jackson (Nabiyah Be). Vemos su arribo a Nueva York, su relación con Bernie (Ayesha Harris) y su éxito en los club disco, pero sin llegar a ver materializado su sueño: grabar un álbum. Cuando parece que esta a punto de por fin alcanzar su sueño, un telegrama proveniente de Grecia hace qué abandone la oportunidad y va en busca de la única familia que tiene, Daisy, quien además de darle la noticia que se casa, le dice que no volverá a la banda por la traición de Billy, y Simone al tratar de hacerla entrar en razón (qué al final de alguna forma lo logra) su amistad se ve fracturada por la influencia de el esposo de Daisy sobre ella, hecho que se presenta aun con más peso en el capitulo 8.

Antes de abordar el capítulo 8 como tal, comentar que el capítulo 7 tiene un fragmento en el que se expone y plantea la diferencia y validez del artista que crea arte para ser reconocido o conectar, y el artista que crea para si mismo y los cercanos sólo por el placer de crear arte, y la tesis de esta es que tanto el uno como el otro es valioso siempre y cuando el artista sea honesto con lo que quiere y no quiera llenar apariencias o seguir tendencias.

En el capítulo 8 con el regreso de Daisy a la banda, las tensiones entre ella y Billy no se hacen esperar, y estas las son aun más con la presencia de su esposo Nicky (Gavin Drea) y fuera del escenario, porque en el escenario no sólo la química desborda sus cuerpos, sino que impregna a todos a su alrededor, así sea en un pequeño concierto en Albuquerque o en un Masivo en Miami; aquí es donde más sentido cobran las letras impresas en la Rolling Stones en las que se dice que las canciones escritas entre Billy y Daisy son mensajes en clave entre ellos, y esto es visible tanto para quien los quiere como para quienes no, es en este punto que Nicky empieza a llevarla al abismo haciéndola consumir más droga de la común, hasta que llega el colapso y con este, la plena identificación entre dos almas gemelas.




9, 10 (26/Marzo/2023)

El capítulo 9 vemos lo que se podría decir a la Daisy consciente, pues si bien jamás está sobria, después del evento vivido sabe que tiene que haber un límite en unas circunstancias que ella pueda sobrellevar. La relación entre ella y Billy también llega a un punto de total entendimiento y una estabilidad que hace a ambos volver a creer en ese espejismo que los dos saben perfectamente no pueden vivir, luego del show en SNL y el incidente que sufre Teddy (Tom Wright, genial) quien no sólo es el hombre que creyó en ellos, sino que representa esa figura paterna de la que ambos carecieron. Es en Pittsburgh, cuando el punto de la gira esta en la antesala de la cúspide que todo se sabotea por el incidente entre Karen y Graham (Will Harrison), celos de Camila y Eddie (Josh Whitehouse) y débil honestidad de Daisy y Billy. Daisy sabe lo que la puede salvar de las drogas, y a que tendrá que decir adiós.

El último capítulo recrea las diez horas previas al último concierto de la gira, en Chicago, el último concierto de la banda antes de su desintegración. Y el análisis de este lo haré en resumidas palabras para no caer en revelación de acontecimientos qué puedan estropear la experiencia del espectador al leer esto. Si bien sigo creyendo que la actuación de Sam (Billy) es la más destacada de la serie, el crecimiento de todos los intérpretes es realmente notable y notorio, uno no sabe si son actores haciendo música, o músicos actuando (destacar también la gran actuación de Timothy Olyphant como Rod, el manager de la gira), y si bien el sólo ver a Riley es un placer sabiendo la extraordinaria actriz que es, su crecimiento actoral que alcanza el pico precisamente en el último capítulo, hace ver un desempeño interpretativo como ningún otro, llena de euforia, dolor y emoción en cada plano que aparece. Atendiendo a lo acontecido en esas últimas diez horas de la banda, mientras todos están enfrascados en tensiones personales qué afectan directamente a la banda, los más sensatos terminan siendo Warren (Sebastián Chacon), qué parece ser fue el único que entendió de que se trataba disfrutar de lo que tenían, y Daisy, que en el momento más vulnerable de su vida, en el que podía obtener lo que quería, termina siendo la más sensata y salvando a todos los miembros de la banda, aunque en el acto ella tuviera que alejarse de lo que más amaba y la banda tuviera que dejar de existir, algo que es congruente y elocuente con el contexto cultural de las bandas de rock de los 70's. El final, que en muchos sentidos recuerda al de "How I met your Mother", (me gustó mucho el hecho de que sea la hija de Billy y Camila [cuya actuación siento se desdibuja en los últimos capítulos] quien estuviera haciendo las entrevistas en tono de documental para contar la historia de la banda y el desenlace de cada uno de los personajes) es un tanto cursi, pero para los que son unos románticos empedernidos como su servidor, por supuesto esto no lo va a molestar.




Canciones de la banda:

martes, 17 de enero de 2023

Serre moi fort: la forma en que nos comunicamos con nuestros fantasmas.




Serre Moi Fort
(o Abrázame fuerte para latinoamericano y Hold me tigh para el mercado norteamericano) es una película francesa del 2021 dirigida por el también flamante actor Mathieu Amalric, y es una película que a mí me parece estupenda por varias razones que me gustaría comentar a continuación de hacerles una breve reseña:


La película comienza justo en el momento que Clarisse (Vicky Krieps) sale de su casa sola, aparentemente abandonando a su familia. Parece que Clarisse es un alma libre y salvaje que quiere experimentar y recorrer el mundo, y que posee un raro poder que le permite comunicarse con su familia en la distancia. Pero conforme la trama trascurre y avanza, la premisa se transforma, y nos damos cuenta que las cosas no se nos han contado del todo linealmente, al punto que nos hace cuestionarnos si Clarisse es la que se fue o la que se quedó, si es ella quien envía el mensaje al otro lado de la vida, o quien lo recibe.


Me parece que el hecho de que la película sea dirigida por el gran Matheui tiene bastante lógica y congruencia, pues por una parte, la película tiene todos los elementos para que, Matheui si hubiera tenido la oportunidad de protagonizar la, seguramente lo habría hecho, además tiene congruencia con su aura creadora y con los temas que él más explorado en el cine, incluso yo encuentro en la película ciertos paralelismos con la magnífica "La escafandra y la mariposa" de Julian Schnabel, que Mathieu protagonizó, y que los encuentro sobre todo en las formas de comunicación que surgen y nacen cuando nuestro interlocutor (o nuestros) no nos puede escuchar, o cuando nuestro lenguaje se limita para ellos. 

La película es muy bella precisamente en ese sentido, en el de cómo los canales de comunicación surgen cuando ya no hay una interacción cercana, como los lazos y señales de amor llegan a las personas que amamos, aún cuando estamos en la deriva, cuando mandamos mensajes de humo que nos reconfortan pero que quisiéramos no llegarán en realidad, que las respuestas fueran inventadas por nosotros y no fueran la resonancia del alma de esas personas, que se quedaron atrapadas en nuestra memoria, y que siguen haciendo sus mismas rutinas mientras nosotros nos perdemos, o buscamos la respuesta que nos salve o nos devaste. Aunque a veces también confundamos a las personas a quienes se los enviamos, como a Clarisse le llega a pasar con su hija.

La actuación de Vicky sin lugar a dudas es lo mejor que tiene la película, que es mucho decir; es el peso y soporte de la trama, y esta tan creíble y asombrosa, que uno no hace más que dejarse enganchar por todo el vaivén, sube y baja al que sus sentimientos y emociones en forma de montaña rusa la someten. Hay claridad, confusión, dolor, enajenación, mesura; y en los momentos más duros, realmente a uno se le estruja el corazón al verla. Para mí, una de sus más grandes actuaciones.

Al final uno logra entender los tiempos en que la película se estaba narrando, uno descifra la necesidad de Clarisse por hablar con su familia, porque estar fuera de casa, y la plática final con su marido, en la que ella cierra los ojos y da órdenes mientras él del otro lado obedece, deja la misma sensación de paz que seguramente Clarisse estaba sintiendo en ese momento. 

lunes, 16 de enero de 2023

Ruido: ¿A dónde vamos cuando nos colma la angustia?





El número de películas mexicanas que en los últimos años han tocado temas sociales en su trama es avasallador, desde temas de desaparecidos, de feminicidios, de crimen organizado y demás; y entre ese número de producciones por supuesto hay los que tienen valor tanto en el fondo como en la forma, y hay los que sólo se quieren colgar de estos temas para hacer películas que el espectador consuma y así financiar más películas sin valor cinematográfico. Pero me parece que si tratáramos de dar valor, o poner en alguna posición la más reciente película de la siempre interesante realizadora Natalia Beristáin, sin duda alguna ocuparía alguna de las posiciones más destacadas.

"Ruido" me parece por muchas razones que trataré de mencionar a detalle, una de las mejores películas mexicanas del 2022, y por supuesto del tema que se maneja, o mejor dicho temas, si hacemos más precisa la descripción. Desde su paso por festivales como San Sebastián y Morelia, la película recibió críticas y elogios en su mayoría positivas, y me parece con toda razón.




La premisa de la película es tan simple como poderosa:

Julia, es una mujer que, como miles de personas en México, busca a un ser querido que ha sido presa de la delincuencia organizada. En el caso de Julia es a su hija Ger a quien busca, que lleva desaparecida 9 meses, y en ese tiempo ha hecho hasta lo imposible por dar con su paradero, pero que por una ineptitud de la Fiscalía no la han tenido en el sistema de búsqueda como se debe. Es entonces que Julia inicia una búsqueda por su cuenta y se une a varios grupos que se dedican a la búsqueda de estas personas con la ayuda de Abril, una joven periodista que investiga sobre el tema, y llega hasta lugares en los que hace que su vida y la de quienes la ayudan estén en riesgo.




Me parece que para hablar de esta película uno tiene que partir del discurso en ella. El trabajo de Natalia me parece sumamente valioso por varias razones, empezaría partiendo por el hecho de que Natalia logra crear en su película un discurso en el que se abordan varias problemáticas que se viven en nuestro país, pues si bien está la cuestión de las desapariciones, también está el del feminicidio y el de la impunidad con la que opera la delincuencia organizada en parte crecida por la ineptitud en el sistema judicial mexicano, en este sentido a la película no le tiembla la mano en ser crítica y señalar tanto a gobierno, gobernantes, organizaciones policiacas y demás. El guion se siente no sólo inteligente narrativamente hablando, sino informado, y esto se debe a las tres plumas que están detrás de su trabajo: la propia Natalia, Alo Valenzuela y Diego Enrique Osorno, por si existe alguna duda de que hubo un proceso de investigación bastante complejo detrás de la escritura de este. La película logra abordar todos estos temas, y otros de manera atinada, y si bien algunos de manera más breve, lo hacen con la complejidad y seriedad requerida, como la de la violencia contra los periodistas que investigan esta clase de hechos. Con "Ruido", uno se da cuenta enseguida que estamos ante una película mayor; no cualquier película de esta ambición y complejidad de abordar tantos temas sale tan bien librada, Natalia lo hace, aborda todo de manera correcta, y ningún tema o momento queda desprotegido, se siente flojo o de relleno.

La película no sólo es una trama interesante, o un tema rico y potencial en el cual uno pueda sentir cierta identificación; la película también tiene una riqueza narrativa hablando dentro de términos de la forma, que desbordan la propuesta creativa tan rica que tiene Natalia para contar historias.

Me parece que es pertinente, para hablar de la forma en concreto, partir por este lugar al que Julia va cuando el dolor viene por la impotencia de no dar por fin con alguna pista sobre el paradero de su hija, desde el minuto uno Natalia ya nos dicta este elemento que se vuelve muy rico narrativamente hablando y que le da un acompañamiento de congruencia durante toda la película, se amalgama perfectamente con el discurso que es desolador y desgarrador, esta zona donde los sentidos parece pierden control, no hay tiempo lineal, sólo una especie de ruido blanco que mitiga la dolorosa realidad que Julia, como miles de personas más vienen sufriendo desde el 2009 que se declaró la guerra contra el narco. La película además cuenta con unos desplazamientos de cámara y unos encuadres que, sumados al gran trabajo que se hace en el montaje y la música incidental que es puntual e impecable, nos dan muestra de la gran mirada y propuesta creativa que tiene Natalia y que ha venido demostrando trabajo tras trabajo.

Dicen que una mala película puede ser salvada por una extraordinaria actuación, pero cuando vemos una buena película, y esta se sostiene con una grandiosa actuación, es como encontrar un tesoro. Julieta Egurrola (que cabe mencionar, es mamá de Natalia, y que también sale actuando el señor Arturo Beristáin, padre de Natalia, como padre de Ger) firma una de las actuaciones más poderosas, catárticas y dolorosas que yo recuerde de películas mexicanas de los últimos años. Hay una furia y una garra que desborda en los momentos más dolorosos de la historia, pero también tiene momentos de quietud y mesura que hacen más que genuina a la Julia que interpreta. Si esta señora no gana el Ariel a Mejor Actriz este año, este premio para mi no tendrá validez alguna.




Algo que también me agradó mucho de la película, es que esta reivindica de alguna manera a la figura masculina que también busca a sus personas desaparecidas, pues si bien está claro que la película no aborda sólo el problema del feminicidio (y que tampoco yo creo que tenga un tono feminista) la película narra como, tanto el papá como el hermano de Ger (Pedro de Tavira una vez más apareciendo en una película de Natalia, y además con una intervención en verdad conmovedora) narran como sienten exactamente lo mismo que Julia. También de alguna manera vemos como en el personaje de quien se hace cargo del caso de Ger, el nuevo fiscal Zamudio Rodríguez (grandiosamente interpretado por Adrián Vázquez), hay personas dentro del sistema que tratan de hacer el cambio, aunque estén condicionadamente atados de manos.

La película, que como dice el poster, está basada en hechos y testimonios verídicos, uno escucha ciertas historias que se narran en esta, que a uno de verdad le desgarran el alma, y hacen que uno como espectador realmente empatice y se solidarice aún más con estas causas. Nos hace llenarnos de coraje y volvernos a preguntar cómo es que estas cosas siguen pasando en México. La impotencia lo deja a uno con mucho que pensar, la realidad de nuestro país nos deja helados, y el dolor que mucha gente sufre al saber que esta es su realidad, como la de la mujer cuya hija mayor está desaparecida y su hija menor la va hacer abuela; o las mujeres a las que les arrebataron a sus maridos e hijos.

El final de la película, aunque para algunos es lo más flojo de esta por los clichés y los estereotipos con que cierra la historia, me parece es la forma en que tenía que ser tratado, y es donde realmente se expone la tesis que Natalia quería expresar a mi parecer, pues no sólo vemos expuesto de manera literal al estado opresor y fascista que no ha cambiado su manera de operar desde el siglo pasado (sin importar los colores del partido que gobierne) cuando se trata de resolver temas sociales en los que la ciudadanía ya no se queda callada, vemos que, por un lado si bien el apoyo de los grupos feministas hace lo humanamente posible para luchar y apoyarse unas con las otras, la película narra visualmente un fragmento en el que ejemplifica que para poder salvar al organismo y su discurso, algunas militantes se tendrán que sacrificar. Y definitivamente el final, que si bien es doloroso porque literalmente ejemplifica el yugo con el que el sistema golpea sin piedad a quienes claman por respuestas y justicias, tiene un elemento poético y onírico en el que, la única esperanza que nos queda es que después de todo dolor y tristeza, al final se nos recompensará con encontrarnos en ese lugar al que huíamos, a las personas que tanto queremos y amamos y hemos buscado, ese lugar en el que finalmente se encontrará la paz.

miércoles, 2 de noviembre de 2022

El norte sobre el vacío.





Hace unos años, haciéndole una entrevista al realizador sudcaliforniano José Permar (además muy buen amigo), este me comentó un hecho que yo de alguna manera ya intuía, pero escucharlo de otra persona me hizo confirmarlo, y este hecho es que en México, cuando un documental toca una causa social justa, o es de denuncia por actos de violencia, se da por hecho de que es un buen documental, cuando no siempre es así. Y esta regla considero yo que también muchas veces se puede aplicar en la ficción, que si bien podría ser más difícil de burlar para quienes hacemos análisis cinematográfico, para el público general podría pasar de noche y creer que es, sino una obra maestra, porque los grandes públicos no suelen hablar en términos de "obras maestras", si podrían ser fácilmente engañados y creer que están ante una buena película. Esto lo utilizo como introducción para hablar sobre la más reciente película de la muy interesante Alejandra Márquez Abella.


El norte sobre el vacío habla en términos muy generales de como un hombre de familia de rancho, un patriarca en toda la extensión de la palabra, que claramente está venido abajo, ya en declive, tanto por la edad como por la que podría ser una enfermedad tipo Alzheimer; ve amenazado su rancho por el crimen organizado. Es en su ímpetu de macho que hará defender a toda costa su legado familiar, manda a su familia al lugar de donde realmente son, la ciudad, y se queda él solo en el rancho con sus trabajadores para hacerles frente a los pillos y defender ese pedazo de tierra que es parte de su historia, aunque ese legado y esa historia esté más en el pasado que en el futuro, pues sus hijos cada día están menos interesados en sus historias que cambian y no le dan de alguna manera el lugar a la mujer, y la figura en la que él confiaba que podía suplantar la ausencia de un heredero del rancho, es quien lo traiciona por querer tener lo que ella creía que merecía por lo que ella le dio, aunque al final se arrepiente e intenta redimirse lo cual sin lugar a dudas es lo peor no sólo para él y para ella, sino para toda la película..


No creo que haya crítico, por muy caprichoso u objetivo que vea, que ponga en tela de juicio el valor del fondo (o fondos, que a ojos de ciertos espectadores esta lectura puede ser totalmente válida) en la historia de la directora; en donde recae el criterio de lo que podemos criticar de su obra es definitivamente en la forma, ahí si que tenemos elementos para hablar de la cosas que a criterio de cada uno, son buenas o malas elecciones.

Al hablar de la forma, no necesariamente hablamos de esta en los términos técnicos, pues hay sin duda alguna todos los elementos para ver que la producción es perfecta en todos los departamentos que conforman una película, es decir: se ve bien y se escucha bien (en ese sentido creo está justificado el premio otorgado a Mejor Película en el pasado Festival de Morelia), pero cuando me refiero a la forma, es en el sentido narrativo que no empata desde mi perspectiva, de manera correcta para que el fondo logre ser poderoso y tener el peso que supongo Alejandra buscaba.

En lo que respecta a las cosas que están bien en la película, sin duda alguna habría que empezar con las actuaciones. Hablando sobre todo de los actores principales, creo que hay un trabajo por demás importante, sobre todo destacaría el trabajo de Paloma Petra, con un personaje que en lo general es muy taciturno, pero cuya presencia es apabullante, no sólo en lo que la trama en lo general representa y que al final se ve revelada, sino por esta forma en que puede pesar tanto su presencia aún cuando casi no tiene líneas, y que se confirma cuando estas pocas aparecen, pues tiene un poder en su palabra que hace que todos la obedezcan, aquí si creo que se encarna todo lo que se dice sobre ella, y los elogios conquistados: es un personaje que enaltece y redignifica al personaje cumbre del western, una antihéroe que por si sola, tiene más valor que una película en si. En el caso de Gerardo Trejoluna, también sin lugar a dudas hay un trabajo muy meticuloso para encarnar el constante y paulatino derrumbe de este patriarca que va perdiendo de a poco sus facultades de poder controlar todo, como lo hizo el años atrás, como lo hizo su padre, en tiempos en que la mujer se dejaba someter, un vaquero en su crepúsculo, que además, a mi parecer lo mejor del personaje que él interpreta, es que amalgama de manera perfecta y natural con todos los personajes siempre que tienen interacción con él, es una especie de mariscal de campo, pero hay detalles que decrecen todo lo bueno de este personaje encarnado por este actor que más delante plantearé. Mayra Hermosillo está más que perfecta también con un papel muy pequeño pero poderoso, Dolores Heredia discreta pero perfecta, Raúl Briones está irreconocible para bien. Fernando Bonilla está perfecto en un personaje que lastimosamente le queda chico, pues es el personaje más estereotipado que yo recuerde en mucho tiempo en el cine nacional, algo que lastima viniendo de una película que en el papel es "seria e importante", y esto demuestra que no todo es miel sobre hojuelas en este departamento, pues así como hay más personajes que sólo se usan como relleno aún cuando son secundarios, hay ciertos actores que me parece no dan la construcción que deberían a estos personajes, pues en el caso de Juan Daniel García, veo literalmente al Ulises de Ya no estoy aquí pero vestido de jornalero, y bien de eso podríamos incluso culpar al guion y a la directora de eso (que ya iremos a esos temas más adelante) pero en lo particular no creo sea el caso en él, pues también aparece como peón el actor Yahir Alday (el Sudadera en la película antes citada), que desde mi perspectiva, hace un mejor trabajo que Juan Daniel en la construcción de su personaje.




A mi parecer el gran problema de El norte sobre el vacío radica en su guion, y eso es, algo al menos para mí muy grave, pues si el guion falla, la historia y el discurso no se sostienen, por muy bonito que se vea todo en pantalla y por muy bien que se escuche el sonido, de ahí que me molestara un poco que se le distinguiera con el premio a Mejor Guion en Morelia. Parto desde el hecho que como lo comenté al principio, hay muchas cosas que la trama quiere tocar, exponer y diseccionar, pero desde mi punto de vista sólo las presenta, ya no digamos que las empieza a desarrollar y se quedan incompletas, ni siquiera empieza a desarrollarlas, dejando todas esas cosas interesantes que menciona (y vaya que si son interesantes), sólo como un dato curioso. Muchos podrán defender este hecho con el argumento que Alejandra quería sembrar en el espectador el germen para que en la cabeza de uno se empezara a armar estas inquietudes a través de cada uno de nosotros por la tensión que propone, pero el problema, una vez más que radica en el guion, pues siempre, lo siguiente que vemos y empieza a mostrar la pantalla, trata de dictar otra situación completamente diferente, otro fondo que en el papel resulta igual de interesante, y que esperamos sea el real conductor de toda la trama, lo que vemos y escuchamos, pero volvemos a quedar donde mismo, y esto hace que uno como espectador se canse.

Otro de los elementos que hace que uno como espectador no conecte, es el hecho de que los diálogos de los personajes ponen en muchas ocasiones tropiezos al desarrollo de estos y lo mucho que los actores iban construyendo. En más de una ocasión las pláticas entre estos se sienten acartonadas, son predecibles, y caen en la torpeza y en lo redundante, además acompañados casi siempre con chistes malos, aunque este detalle, como lo comenté antes, puede ser por el hecho de que así sea realmente el ranchero en Nuevo León, pero creo que esto también juega en contra del discurso que quiere proponer Alejandra, pues podría caer en el hecho de utilizar estereotipos que no siempre son buenos en el cine de denuncia o violencia, y no es el único de los elementos que resultan ser un arma de doble filo, sin contar los muchos errores de continuidad que tiene la película, y decisiones en el montaje que a mi parecer son erróneas, que si bien no son del todo graves o visibles, o que si bien no se notarían al ojo del público general, el hecho de que lo que se trata de exponer a través de los diálogos y el discurso de cada situación, jamás llega a ser sólido, uno cae en todas las faltas que rodean a todo lo que aparece en cuadro, sus incongruencias y sus inverosimilitudes.

La película por momentos parece que quiere ser una película seria (o más que "seria", tensa) sobre denuncia para visibilizar lo que sufren las comunidades del norte del país al ser despojados de sus tierras por el crimen organizado, trata de exponer estas situaciones y que no son denunciadas, y que si lo llegan a ser, no hay en sí una real atención de un estado corrupto hasta la médula, pero esta crítica social raya en muchos sentidos con lo que malamente hizo Michel Franco con su detestable Nuevo orden, pues vemos claros estereotipos de el bueno y el malo, del que quiere sacar ventaja y las víctimas, del rico y el pobre, y cómo estos se visten y hablan, no hay en muchos sentidos desarrollo de las razones del por qué son como son, y si lo hay, sólo es para confirmar en muchos sentidos el clasismo y los estereotipos que malamente engendran los discursos de querer hacer un trabajo audiovisual que impacte y gane reconocimiento a raíz de situaciones complejas y reales, pero que no se sale del molde y no construye nada, sólo intenta hacerlo, y eso si es algo que logran hacer otras películas mexicanas de este año como Zapatos rojos de Carlos Eichelmann (aun cuando la trama no gira entorno a eso y que logra resumir en una simple escena) o Manto de gemas de Natalia López.

Y a esto último, quizá mi reflexión personal sería, al igual que me pasó luego de ver Selva trágica, la última película realizada por Yulene Olaizola, es el hecho de que qué tan perjudicial es el hecho de tener más presupuesto para hacer grandes películas, te da o te quita libertad creativa, y con libertad creativa no me refiero a utilizar un lente bien cabrón que te de un reflejo que se ve bien padre para hacer como que entras en la psique de tu personaje confundido, o utilizar en el montaje el recurso de repetir una y otra vez para enfatizar la tensión que viven los dos personajes principales en un momento de gran importancia, no; a libertad creativa me refiero a que el realizador realmente saque, y exponga, y cuente historias que realmente quiera contar, no sólo por contexto social (que también lo puede tener, y ser en su discurso una obra honesta y personal), por elogios o por generar conversación, se necesitan historias que muestren personajes congruentes y que se desarrollen con sus consecuencias sin caricaturizarlos o quererlos romantizar de más con diálogos ficticios (que si bien, la ficción es ficción, esta se gesta de la realidad y no del ilusionismo); porque no sé si Narcos llegó a cambiar el discurso y las convicciones de la creadora de Semana santa, porque no sé quien quiera hacer una película de unos ricos regiomontanos, más bien fifís, que vivían en la ciudad y que cada año iban a visitar el rancho de sus abuelos y se vestían de botas y sombrero, pero que no les importaba un carajo la tierra, salvo por ese patriarca que quería seguir creyendo que su abuelo había fundado lo que tanto orgullo de hombre le generaba, y no su abuela, y que murió con esa creencia hasta el final.

jueves, 29 de septiembre de 2022

Blonde: la dualidad de las estrellas.





"Blonde" de Andrew Dominik, era sin lugar a dudas una de las películas más esperadas de este año por muchas razones particulares, que si porque la película era financiada, producida y distribuida por Netflix, que si porque saldría con clasificación R, que si porque iba a ser protagonizada por Ana de Armas y muchos auguraban que no iba a estar a la altura de la figura que encarnaba; pero con todo eso la película se estrenó en la Biennale, y aunque en el festival su recepción fue por demás "animosa", ahora ya estrenada en la plataforma con más suscriptores en el mundo, las críticas la han venido poniendo en el lugar que yo considero debe de tener, el de una película con cosas bastante brillantes, pero otras bastante penosas, y desde ya para mí una de las grandes decepciones del año.

La fidelidad de la película, o la trama de la película, con la vida de la propia Marilyn Monroe, se puede poner en tela de juicio desde el principio, si tomamos en cuenta que el guion que escribe el propio Dominik está basado en la novela de Joyce Carol Oates, y no en una biografía como tal; pero lejos de ese terreno, que no tendría que ser un problema si la película tiene un desarrollo y un discurso coherente, la película no se defiende por sí misma, pues es errática y fallida en más de un sentido, ahora me explico.




Quizá lo más pertinente sería empezar hablando de las cosas que realmente son buenas y brillantes de la película, porque hay muchas cosas que se rescatan de esta, y son las cosas que podrían haber hecho de ésta una de las mejores películas del año, pero que por cuestiones que después trataré de plantear, no se logra. Podríamos empezar partiendo del hecho que a todas luces brilla como lo mejor de la película: las actuaciones. Sin duda alguna todos los personajes y actores son realmente apabullantes, hay un trabajo realmente intenso en cuanto lo que cada personaje debía transmitir e interpretar, todos son una pieza en el engranaje para que este reloj camine a buen puerto, en el de las actuaciones me refiero, por supuesto. Si bien Ana de Armas por momentos a mí no me llega a convencer totalmente, la mayor parte de la película si llega a los niveles interpretativos que requería el personaje y las situaciones que estaba viviendo, a diferencia de otros críticos que despotrican en contra de la actriz o del guion que todo el tiempo la tiene llorando y gritando, a mi me parece que está en el tono que debía, aunque con todo lo antes dicho, debo decir que sigo prefiriendo a la Marilyn de Michelle Williams, por el rango histriónico que tiene y muestra la actriz de My week with Marilyn, aunque también hay que mencionar que Ana tiene un parecido físico más próximo a la de Norma Jeane, y que seguramente veremos nominada en todo lo ques e le tenga que nominar, y creo que si hay algo de justicia en ello. Dentro del cast debo de destacar de sobre manera tanto a Adrien Brody como Arthur Miller (qué pedazo de actor es Adrien, descomunal, sublime -por mucho que me cague esta palabra, no hay otro sinónimo para el trabajo del actor-), Bobby Cannavale como Joe DiMaggio, de quien se hace un retrato bastante brutal, y Toby Huss como Whitey, que es el personaje al que se podría asumir tanto el que más apoyó y ayudó a Marilyn, pero también el que de alguna manera si bien no la indujo a los vicios, si es el que no le dice el daño que le están haciendo. Otra cosa que me agradó es como de alguna manera dan lugar y desmitifican algunas cosas de personajes que vivieron cierta etapa de su vida o su carrera con Marilyn, como el personaje de Billy Wilder, que muestran toda la paciencia que tuvo para que su película pudiera salir adelante, aún en el momento en el que Marilyn perdió no sólo la abstinencia y el juicio por la pérdida de su segundo bebé (en la película se plantea la pérdida de un primer bebé, sólo por hacer una película de la que después ella se avergonzaría y que jamás se perdonaría esa pérdida), sino también al hombre que quizá más la amo.

La fotografía sin duda alguna es el siguiente departamento que más destaca de la película, que esta a cargo del joven Chayse Irvin, y que va muy de la mano con lo hecho por el diseño de producción, la dirección de arte (a cargo del veterano Peter Andrus), así como maquillaje, vestuario y decoración. Y la música incidental, que si bien es muy poca (y que uno agradece siempre esos detalles con creces), es muy buena.






Ahora bien, que es lo que hace que la película sea fallida con todas las virtudes comentadas al momento, pues sobre todo, dos cosas que si no están alineadas o bien estructuradas desde la pre-producción, simplemente se te puede caer hasta el mejor argumento de la historia, o si no caerse, si perder el rumbo, y esto es la dirección y el montaje.

Andrew Dominik no tiene el control de lo que quiere plantear en su discurso con lo que vemos en pantalla, o mejor dicho, con lo que el rodó y nos muestra en pantalla, porque una cosa es lo que puede estar en la pantalla, y otra cosa es cómo se nos muestra y, además de ser incoherente, no tiene congruencia con el discurso.

Podría partir por el vicio que le adolece a la gran mayoría de los biopics, y este es el hecho de siempre empezar de una manera súper grandilocuente con un hecho en la vida del personaje/persona retratada, que marca a este como un hito, como algo intocable, y luego seguirlo con sus orígenes, es algo que realmente da hueva, y que creo que va más a un vicio impuesto e implementado por las modas dictadas por las corporaciones, más que por inquietudes artísticas del realizador por explorar la psique del personaje, acá se nota que no se busca eso, sólo se busca impacto inmediato. Debo confesar que lo que más me molesta la película es la manera tan desbordada y jamás justificada de pasar de un formato a otro sólo por el simple hecho de hacerlo, por momento vemos un espectro radial de 4:3, luego pasamos al Widescreen decantado, luego vamos al 16:9 FHD de nuestros días, luego volvemos al 4:3 con textura de 35MM; que eso no tendría nada de malo si hubiera de entrada algo en la película que nos dijera que siempre se quiso jugar con el formato, o al menos que hay un algo de experimental que sea congruente o tenga alguna conexión con la historia en sí, pero no, incluso si la utilidad del recurso del cambio de formatos correspondiera a algo en específico y particular, como por ejemplo la época, la ficción, la realidad, cuando Marilyn es Marilyn, o cuando Norma Jeane es Norma Jeane, pero no, se utiliza de manera irregular, ilógica e incongruente, más como un capricho de que se vea diferente y bonita, pero que no abona ni tiene nada que ver con el desarrollo de la trama. Esta cuestión de Norma Jeane añorando volver a ser alguien fuera del foco y el hastío que le provoca en muchos sentidos y en muchas ocasiones ser Marilyn, se ha explotado en muchas ocasiones, sobre todo en las biopics, y alguien que me parece lo hizo perfectamente, y que además muestra de una manera magistral el como todo el contexto en la obra, tanto en lo técnico como narrativo debe tener coherencia, es Pablo Larraín con Spencer, y si no la han visto y no quieren ver la película completa para comprobarlo, basta con buscar la escena de las perlas y el baño, es el claro ejemplo de esta lucha de una mujer que quiere volver a ser lo que fue.

Si bien el trabajo fotográfico lo alabo por la limpieza de este y lo que propone en términos conceptuales y anímicos con la iluminación y la casi siempre perfecta composición de los planos, hay detalles en el manejo de la cámara, que me parecen en todo sentido una aberración, como cuando DiMaggio llega a casa luego de recibir las fotografías de Norma de mano de sus ex-amantes y la encuentra desnuda, es una cosa sacada de la película de Netflix que ustedes me digan, sobre todo de las estupi-comedias que les encanta producir para tener aún más idiotizados a sus suscriptores, y como este ejemplo hay otros. En términos de montaje debo decir que no todo está perdido, pues hay algunas transiciones que realmente son impresionantes, como la de la cama que se convierte en cascada (no quiero hacer spoilers de más) y el de Marilyn en el avión y su ida al baño, que hablando de esta escena, la parte del vómito, es en verdad de risa, incluso yo he podido hacer una escena de vómito más decente que la de Anita, o incluso en este caso, vuelvo a poner como ejemplo a la extraordinaria interpretación de Kristen Stewart en Spencer.




En resumen, no sé si la presión de Netflix hacia los productores y el director de la película terminó por modificar o hacer que el producto tuviera el sello Netflix hasta en como se hacía (y es que la verdad hay algo en mi que se niega a creer que Dominik esté tan nublado y limitado para haber querido hacer algo así), porque incluso desde su clasificación me parece muy ligera para ser R, pues he visto otras películas con clasificación R que realmente son R, con sexo más explícito y consumo de sustancias que se muestran de manera más literal, y acá me parece que hay un grado de mojigatez, en el que parece sólo se quiere mostrar la vida tan ruda y rápida que vivió Marilyn, y que vaya que si sufrió, y creo que la escena de ella con Kennedy lo confirma. De la cual viene la caída de final de Marilyn con un "supuesto" giro de tuerca que se supone nadie se veía venir (yo si lo veía venir) que tiene que ver con su padre ausente y anhelado, ese que buscó en cada hombre que llegó a su cama, y que termina la película con unas partes desenfocadas realmente horribles, y un final con dos figuras que jamás se entiende por qué, de la rubia más idolatrada del nocivo mundo de las películas de Hollywood.


jueves, 8 de septiembre de 2022

L'événement: detenerlo o dejarlo seguir.

 



Una de las películas que había esperado mucho tiempo para poder ver es la pasada ganadora del Festival Internacional de Cine de Venecia (conocido por los cinéfilos adeptos a los festivales de cine europeo clase A, la Biennale), una película francesa que, contra todo pronóstico de que una vez más la ganadora fuera una película hollywoodense como había pasado años anteriores, venció y sin lugar a dudas me parece tiene todos los méritos no sólo para que lo haya hecho, sino para que haya sido una de las películas más sencillas, desgarradoras y por supuesto de las mejores del 2021.


La premisa de la película dirigida por la realizadora Audrey Diwan (Mais vous êtes fous, 2019) no es muy distintas a otras películas que, sobre todo en los últimos años han explorado el tema del aborto y el desarrollo de una mujer cuando este se ve comprometido por un embarazo no planificado, incluso la película tiene paralelismos realmente brillantes y hermosos con la también extraordinaria Never rarely sometimes always de Eliza Hittman (Beach Rats, 2017; It Felt Like Love, 2013), sobre todo en la mirada detallista de ambas directoras, aunque con su lenguaje cinematográfico bastante distintivo entre ambas, así como el contexto histórico/social de las mujeres principales en la historia.

En la Francia de 1963, Anne, una estudiante destacada de letras de 23 años, ve su vida truncada cuando se da cuenta que está embarazada de una relación pasajera que tuvo con un joven que conoció y con el que tuvo encuentros amorosos en un hotel. A partir de este momento Anne agota todas las opciones y alternativas que tiene por investigar quien puede detener su embarazo, algo que le resulta realmente difícil pues en ese tiempo el sólo hablar de este tema podía llevarte a la cárcel, pero aún así Anne sigue con su objetivo, pues no desea traer al mundo un bebé al que quizá pueda odiar. Y es a partir de ahí que vemos a Anne hacer todo lo que está en sus manos para poder abortar, incluso atentar contra su propio cuerpo, y más adelante contra su propia vida, pero es un continuo echarse el mundo encima, un mundo que no la delata, pero tampoco la apoya, porque en el fondo muchos de ellos entienden su dilema.

Si bien en Never rarely sometimes always todo es más sugestivo, en la película de Audrey es más directo, más cercana la impresión de todo lo que pasa Anne, que es maravillosamente interpretada por Anamaria Vartolomei, que logra transmitir todo el calvario de esas semanas de incertidumbre, la desesperación, la angustia y agonía. Y lo brillante en la narrativa impuesta por Audrey, que es meticulosa, mesurada y muy sencilla, es que el tema está desde los primeros cinco minutos de la película, pero ver el proceso de Anne, sus dificultades y como va sorteando todo, es lo que da el ritmo y la fuerza a la historia, no el desenlace en si, que también es reivindicador en muchos sentidos.

Como lo dije al principio, con una historia bien contada, contextualizada en su tiempo, y con un trabajo de arte muy correcto, esta película sencilla, con un tema por demás importante, logra una de las mejores películas del 2021, y una de mis favoritas vistas este año, con la mirada y la voz de una directora que, además siendo periodista, sin duda que se documentó para dar aún más veracidad a su ficción que muchas mujeres vivieron en esa época, y que no estuvieron para contarlo.


lunes, 23 de mayo de 2022

Breve comentario sobre "La civil" de Teodora Mihai





Es fácil identificar cuando una película que está enfocada en el género de la delincuencia organizada y el narcotráfico es filmada por un realizador o realizadora extranjero o ajeno a la problemática que viven países latinoamericanos, en especial en México, y este comentario es tanto para bien como para mal.

En "La civil" hay sobre todo un valor que resalan a la vista y que hacen notar aún más esta mirada ajena a este problema, desde un ojo más educado cinematográficamente, y esta es la forma en que la película encuadra a los personajes, hay cierta distancia, cierta lejanía que permite ver y explorar la psique de estos, sobre todo del personaje principal, interpretado de manera soberbia y magistral por Arcelia Ramírez, hay símbolos y elementos que en los que uno de inmediato se percata que es un personaje bien desarrollado y escrito por la y el guionista, y bien estudiado por Arcelia. La escena dónde su personaje se corta el pelo, es es de alguna manera la misma escena que se ve en muchas películas como forma de liberación, lo vemos en G.I. Jane, Los amantes del siglo, Los adioses, In the fade, y un largo etc; y no lo menciono como algo negativo, sino todo lo contrario, demuestra en este simple elemento que es un personaje bien estudiado y con motivos.

El modo en que la película comienza, aunque sea decantado (por no decir predecible) en el género, es correcto, y me parece que toda la película se sostiene tanto por el ritmo que propone la directora, así como por su manejo de la situación, pero en su parte final, la película pierde por completo el rumbo; sobre todo por la tibieza con la que se maneja una de las escenas clave, en la que si bien se agradece no caiga en un cliché moralista o melodramático, creo no llega a la intensidad que necesitaba la situación para ganchar y darle un verdadero impacto al espectador, así como la presencia de actores de reparto que no dan el ancho y quedan mochos y sosos ante las actuaciones de los estelares, y ese final que para mi gusto, además de ambiguo sin razón, no deja absolutamente nada.

Este tipo de películas ya no sorprende para nada que sean la sensación en festivales europeos como Cannes, pues es la mirada a problemas realmente graves, que ellos jamás pasarán desde sus privilegiadas e incomodas realidades. Para mí tiene aún más valor Noche de fuego de Tatiana Huezo (que también se estrenó el año pasado en la sección Una cierta mirada) aunque pienso que hay obras aún más destacadas que estas dos que retratan esta situación de manera más real, cruda, crítica y propositiva, y de ahí mi comentario que una mirada ajena a esto que se vive en México todos losdías, tampoco podría sacar algo que nos llegue a impactar en todos los sentidos. Tan poco propositiva me llega a parecer en algunas de sus acciones esta película, que la película en México se distribuye con dos poster que a mí me parecen de muy mal gusto, uno sensacionalista al más puro estilo Hollywood (por no decir Marvel) y otro dando algo de "vida y arte" a un chaleco antibalas que la protagonista jamás usa (el poster que muestro es el que me parece más correcto).

Que se ve diferente, es verdad, y eso es de reconocerse, que la actuación de Arcelia Ramírez es lo mejor de la película, por supuesto, y se merece todos los premios, aplausos y reconocimientos que ha ido recogiendo del año pasado para acá, pero me parece una película que en el punto medular donde tenía que señalar y apretar el gatillo como su protagonista, jamás lo hace.

lunes, 16 de mayo de 2022

"France" de Bruno Dumont: Francia, Francia.





Es bien sabido que el cine de Bruno Dumont no complace ni consiente susceptibilidades ajenas, es un cine que sale como una llamarada de las vísceras de su realizador, es tan real y mordaz como sólo él lo puede querer, concebir y crear, esto ha hecho que nos entregue tanto obras de arte que trascienden entre lo divino, lo mortal, lo crítico, y muchas veces en ese juego de complacer sólo a su ente creativo, raya en excesos que no funcionan mucho a sus obras vista desde fuera de su foco y su percepción.

Esto es lo que podríamos decir de su undécima película, que aunque pretende ser una crítica más que mordaz y punzante a el estado actual de la política francesa y la inmediatez de la información y la creación de ídolos modernos que aparentan ser personas felices y con una vida perfecta, cae en excesos que le pesan a la obra haciéndola además de pesada y poco clara, muy larga y pretenciosa al ojo de varios especialistas.


France de Meurs es una periodista, reportera y presentadora de un programa de noticieros en Francia muy reconocido, que hasta el presidente de ese país la conoce perfectamente. Ella hace lo que quiere, nadie le cuestiona nada y su credibilidad es intachable. Pero es luego de un percance que tiene en el que atropella a un joven en una motocicleta que su mundo se empieza a desmoronar. Haciendo que se cuestione su papel en la sociedad, como es que la perciben los demás por lo que es, si es feliz. Luego de varios intentos por cambiar de rumbo, ayudar a personas y a las causas que realmente debe de apoyar, y tras tropiezos que la hacen saber que todos quieren lo que quieren (y que es con lo que al final ella se queda), France vuelve a lo que realmente sabe hacer, cuando el mundo se entera de lo que en realidad es, de que la realidad es una apariencia, una farsa, un montaje creado por ella, en el que el sabotaje viene de su propia gente; y su público, el pueblo francés, vuelca en su contra; entonces al final hay un hecho en su vida, que no se sabe si es real u orquestado, que la vuelve a poner en el ojo de los demás. France, al final de cuentas, es France, y ella sabe lo que sabe hacer.


La propuesta y la intención de Dumont con la película es interesante, propositiva y muy valiente, pero el tono en que se maneja en un principio es muy osado, siempre acompañado de una música que es verdaderamente molesta, además de ser muy disperso en su argumento. Pero es luego que empieza a tomar cierto ritmo a través de los acontecimientos que pasan en la vida de France que uno puede recordar pasajes de lo mejor de su obra con esta mujer que quiere reencontrase con ella a través de un camino de sufrimiento, haciendo de ella una especie de figura de mártir, pero jamás es claro si eso está pasando o es simple postura, es ahí que en vez de que la película tome su forma, es que se vuelve más dispersa y confusa. Es claro que la figura de France funge como la complicada situación política que viene arrastrando el país francés desde hace años, en el que aparenta ser un país amigo, bueno, que apoya las buenas causas, pero que a raíz de noticias se pone en tela de juicio esta verdad, con políticas públicas que ponen en tela de juicio todo ese bien que dicen hacen a la humanidad y la unión europea; y si bien el humor que maneja nos puede parecer soso y tonto a los de occidente, habría que preguntar a los simpatizantes de Macron, pero sobre todo a los no-simpatizantes de Macron, que les parece.

Me parece que si la película puede soportarse hasta el final es por la figura protagónica de Léa Seydoux que sin lugar a dudas firma la que para mi es su mejor actuación, hace que por momentos empaticemos con la situación de France, pero que también lleguemos a detestarla, y eso no es más que el gran trabajo interpretativo de Seydoux.

Aún así, con lo dispersa e inconsistente que resulta la obra, me parece que lo que le podemos adjudicar como un logro siempre a Dumont, es que jamás le da miedo reinventarse y salir del molde, aunque en el proceso esto sea totalmente contraproducente a su filmografía. Es por eso que requerimos más creadores como Dumont que no le teman al fracaso y le apuesten a la crítica de formas menos convencionales, porque como ya lo comente al principio, la premisa de la película, y como se plantea esta crítica y analogía entre gobierno y medios de comunicación, es interesante, propositiva y muy valiente.

viernes, 29 de abril de 2022

The Northman.





The Northman ("El hombre del Norte" en español) es el tercer largometraje del muy prometedor director norteamericano Robert Eggers (The Witch - 2019, The Lighthouse - 2019), y sin lugar a dudas es el proyecto más ambicioso económicamente hablando, ya que es la primera de sus películas que es hecha por grandes productoras de Hollywood (Regency Enterprices y Focus Features) y distribuida por Universal Pictures.

La épica dirigida por el joven Eggers a mi consideración reafirma que muchas veces menos es más, por más de una razón en específico, pues si bien la película tiene muchos de los sellos en la obra del realizador (que ya iré mencionando), las cosas que no están tan controladas, hacen que la película pierda algunos méritos, sobre todo en la trama, pero no me adelanto.

La película desde el primer acto, que a mi consideración es el más flojo de todos, se siente como una película genérica del género, una película con una narrativa genérica de A-B-C que desde el principio resultan algunos detalles incongruentes (que se entiende son para dar cierto peso dramático, pero a mi consideración a un muy alto precio), y por momentos la trama es predecible (que esto último bien se puede pasar por alto, pues hay muchas similitudes con Hamlet y Edipo Rey) y que la transición del primer al segundo acto es demasiado abrupta, desperdiciando a mi criterio una rama narrativa que pudo haber producida una lectura aún más profunda del personaje, que nos muestra a un hombre-bestia con un deseo de venganza (el poster principal para la promoción de la película incluso me parece incorrecto, pues es muy corto el lapso en que vemos en esta etapa de verdugo de otros pueblos al hombre del norte), pero que no nos muestra por las desgracias que tuvo que pasar en su transición de niño a hombre. Ya en el tercer acto se rescata mucho de la película en general, pero aún así se siente la ausencia de lo que pudo haber sido la película con algo más de profundidad en ese personaje.

Además de los símbolos que nos hacen saber que apreciamos una obra de Eggers (los primeros planos a sus personajes, los planos generales de los paisajes que acompañan a la historia, el hilo conductor en su obra con historias muy poco conocidas con detalles más apegados a sus lugares de origen y sin una mirada edulcorada de occidente), la gran adaptación de la época y las creencias de la cultura nórdica-vikinga, además de un trabajo deslumbrador del equipo de arte (diseño de producción) me parece que lo más rescatable en el aspecto estético-técnico es la gran dirección de fotografía por parte de Jarin Blaschke, sobre todo en las escenas de acción (aunque no llega a la brutalidad que muchos le adjudican, me parece más brutal con los ojos cerrados muchas de las  películas bélicas de Steven Spielberg), cuya coordinación y propuesta es por demás llamativa.

Sin ser una película del todo mala o errada, pues momentos partes de la misma son por demás destacables (la escena del personajes de Nicole Kidman confesando su verdadera persona, extraordinaria) y con un reparto por demás correcto; me parece sin lugar a dudas la película más floja de Eggers, con un guion desproporcionado y por momento sin mucha elocuencia, que al menos narrativamente no tiene ninguna propuesta deslumbrante como quizá sus dos pasadas películas si lograron sorprender a más de uno. Y cierro diciendo el hecho de que una película de esta magnitud, un blockbuster más que decantado, era imposible que al menos en los valores técnicos y de efectos especiales no cumpliera (como las películas de Marvel, El Señor de los Anillos o de Harry Potter) pues con un presupuesto de 70 millones de dólares, Robert Eggers no logró hacer una película que impactara tanto como sus pasadas películas de 4 millones de dólares, y aquí es sonde digo que, para muchos directores con cierta libertad creativa, las colaboraciones, las productoras o las distribuidoras pueden llegar a perjudicar en sus proyectos, acá es donde digo una vez más: menos es más.

miércoles, 9 de marzo de 2022

Spencer: la mujer que quería estar sola.





Hay algo que es irrefutable en la filmografía de Pablo Larraín: Hay un evidente antes y después de hacer su cine luego de Neruda (2016) en la que, si bien no se puede decir del todo que Larraín se "convirtió" al cine gringo (ya había un guiño de la propia industria en Hollywood por hacerse de sus servicios cuando en el 2012 lo nominan al Oscar por Película Extranjera con NO por allá en el 2013) sus temas y el foco de sus personajes principales, si emprendieron una dirección completamente distinta a la de sus películas chilenas, pero no así los fondos de los quiebres en los personajes protagónicos de sus obras.


La película retrata tres días de la fiesta navideña que la familia real británica pasa en la residencia de Sandringham en los que el ojo del huracán está puesto sobre la figura de Diana, princesa de Gales, diez años después de su llegada a la familia real. Luego del acoso de la prensa, el amorío entre el príncipe Carlos con Camilla Parker y la presión silenciosa y vigilante de la reina Isabel II; vemos a una mujer queriendo alejarse tanto de sus múltiples enemigos, como de sus pocos aliados en sus momentos de crisis, más allá del ícono que marcó moda, o la altruista princesa siempre sonriente, la vemos como esa mujer que miraba al pasado simple, a la historia de su padre y de Ana Bolena, y que con los desafíos que tenía y creaba a la corona, sabía perfectamente que el futuro en su condición no podía existir.


Me parece que el enfoque de Larraín a esta versión suya del icónico personaje, es un enfoque tenso, cuestionable en muchos aspectos y desafiante, pero aún en su dureza, se siente desapegado de él, hay una presión que ejerce sin importar las críticas tanto para bien como para mal, pero aún así siempre crédulo. Muchos creerían que ese hecho es una obviedad por la distancia entre el creador y el personaje, tanto por el estatus social y territorial, pero en el cine jamás eso dictamina ese hecho como una regla, el cine es, a mí parecer, un territorio sin reglas en ese aspecto. El argumento de Larraín ni es indulgente con el personaje, pero tampoco acogedor, muestra tanto miedos y fortalezas, como virtudes verdaderas, manías y desazones.

La película está dotada de valores de producción a los que es imposible permanecer ajenos y que no dejan de asombrar y maravillar, partiendo por una fotografía que me parece acentúa esa atmósfera inquietante de la situación de presión a la que estaba sometida la princesa Diana, sus variantes estados de ánimo y todo lo que rondaba tanto en la residencia y sus exteriores, acá la fotografía a cargo de Claire Mathon es primordial, al igual que la música compuesta por el flamante Jonny Greenwood. La parte final de la película, y el departamento de diseño de producción y de vestuario, realmente se lucen.

La naturaleza inquietante del filme, y la forma en que la narrativa apremia a la puesta de Larraín, hace en automático que estemos ante una película totalmente introspectiva, contemplativa, a la que honestamente hay que entrar con un mood completamente relajado, quien espere algo del ritmo de Tony Manero, Ema, o la ya mencionada No, quizá no la vaya a pasar muy bien, pero aún así, si uno como espectador, se entrega por completo a la obra y al mood que Larraín propone, saldrá con un buen sabor de boca.

Sin lugar a dudas, aunado a los elementos que arman a la película, lo mejor de esta sin lugar a dudas corre a cargo de la gran interpretación que hace Kristen Stewart del icónico personaje. La sensación de vacío y toque de locura que la princesa Diana experimenta en esos tres días de agonía, Stewart lo sostiene perfectamente. De manera muy intensa alcanza la tesitura dramática de la trama hasta el final. No hay registro de caída en su rango actoral, y me parece que, aún con que ya ha mostrado la gran actriz que es en películas como Las nubes de María, Vigilando a Jean Seberg y Personal Shopper, estamos ante la mejor actuación jamás lograda de la actriz.

Una película que me parece, vale mucho la pena de ver. Que si estamos ante la mejor etapa de Larraín como director y productor, o esta quedó atrás con su cine latinoamericano, donde podía verse más que a un cineasta, a un realizador más autoral y artístico; eso la historia del cine lo determinará.

miércoles, 26 de enero de 2022

Extraordinarias películas del 2021, vistas en el 2022





Como es costumbre cada año, las mejores producciones que apuestan a la temporada de premios norteamericanos, así como las películas más interesantes de los festivales más importantes del mundo, y que no logran acuerdos con distribuidoras en nuestro país, siempre suelen llegar a principios del siguiente año a salas comerciales, alternativas y sitios de difusión de obras no tan conocidas por el gran público.

Acá comparto pequeños comentarios sobre películas que, de haber alcanzado a ver a finales del 2021, definitivamente hubieran figurado en mi lista de mejores películas del año, pero sin lugar a dudas, aún con que es enero, seguro quedarán seleccionadas en la lista del 2022. Comienzo así entonces.


Verdens verste menneske

"La peor persona del mundo" en español, la más reciente película del celebrado director noruego Joaquim Trier, cierra la llamada "Trilogía de Oslo" en la que refleja el difícil y complejo escenario de los jóvenes en una sociedad y una cultura tan particular, con una estructura tan arraigada como lo es la de los países escandinavos, y cuyas historias se desarrollan en la capital del país noruego. Amor, identidad, crisis existencial, todo esto siempre acompaña a las historias que se desarrollan en estas particulares películas de Trier, y si hablamos de "La peor persona del mundo", me parece no sólo logra la mejor de las tres y la mejor de su filmografía (por encima de la extraordinaria y bien lograda "Thelma") sino una de las mejores y más interesantes películas del 2021.

Al igual que en Thelma, su película anterior, Trier pone como centro focal la historia de una mujer, en este caso es Julie (Renate Reinsve) una joven que en un principio, en el prólogo de la película, se nos presenta como una joven que no tiene muy bien definido cual es su futuro, así que prueba en diferentes cosas (y también diferentes relaciones), pues tiene el apoyo de su madre para hacerlo, una vez que encuentra la posible ruta a seguir en su vida, inicia una relación seria con Aksel (Anders Danielsen Lie) es ahí cuando Julie empieza a plantearse y dudar sobre el rumbo que toma su vida, pues con treinta años y nada definido, y la familia y las personas recordándote que ya no eres tan joven como antes, uno empieza a cuestionarse que puede pasar en el camino, qué o a quién te puedes encontrar, si te desvías o vas por donde se supone debes seguir.

Quizá lo más propositivo en la obra de Trier es la narrativa que emplea con una maestría por demás deslumbrante. Desde un principio se presenta como una película contada en doce capítulos, además de su respectivo prólogo y epílogo; y cada uno de ellos, aunque conectados, no tiene una forma única o metódica de ser desarrollados, cada capítulo tiene su forma y su alma, y eso hace que la película, a pesar de su larga duración, jamás canse o se sienta lenta.

Sin duda alguna el discurso y el fondo de la obra es el que para mí es más desarrollado de las tres películas noruegas de Trier, no sólo por su relevancia actual con el feminismo tan en boga, sino que realmente pone en el centro la importancia del discurso que la mujer tiene que aportar, tolerar y soportar en nuestro tiempo, a pesar de lo adelantada que está la agenda del tema, aún hay muchos moldes y paradigmas que parece, no estamos dispuestos a cambiar como pensamiento social, como la maternidad, la importancia de su desarrollo profesional, su papel en la relación de pareja.

No hay tela de juicio del porque Renate Reinsve ganó en el pasado Festival de Cannes el galardón a la Mejor Actriz, y el resto del cast está por demás extraordinario, sin dejar de mencionar por supuesto al gran Anders Danielsen Lie, que no sólo me parece el actor más relevante de Noruega hoy día, sino que para mí es uno de los actores más talentosos de su generación en todo el mundo.

Trier sigue confirmando y consolidando su muy particular forma de hacer cine, su manera de ver la vida de una juventud en plena búsqueda en su país, y una mirada más que relevante y con toda la valía, si a mí me lo preguntan, del mundo, el deseo y la mente femenina.


The french dispatch

Jamás habría creído que Wes Anderson podría superar lo que ya ha hecho a lo largo de su filmografía, y menciono "a lo largo de su filmografía" porque con todo y que adoro el universo Wes, para mí no hay una obra maestra decantada del realizador texano, incluso sigo creyendo que su obra más celebrada, "El gran hotel Budapest", aún con sus encantadores personajes y su sello simétrico y colorista, es su obra menos arriesgada y más cómoda. Pero realmente ha sido grato descubrir que con todo y su sello, "La crónica francesa" es a mi parecer, una completa obra maestra.

Narrada cual si fuera una revista como tal, la película relata las peculiares columnas de las mujeres y hombres que escriben en la relevante revista de Arthur Howitzer Jr., editor de la revista que no sólo incentiva a sus columnistas a escribir, sino que los incita a escribir lo que quieran (y si algo sale mal, haz que parezca que fue intencional) hasta el día de su muerte, donde habrán dee publicar el último número dela revista, y por supuesto, su obituario.

Las cinco historias que llenan "la crónica francesa de Liberty, Kansas Evening Sun", además de ser muy distintas en fondo y forma, cuentan con historias cómicas, entrañables y encantadoras, tienen su propio ritmo, y eso hace que pueda explotarse todo el genio de Wes, pues muestra todos los estilos que han influido en su filmografía (pasando por supuesto por la animación). Cada una de las historias, cuenta con un reparto de lujo, y todas las actuaciones, aún así las más esporádicas, son sublimes.

Es claro el amor que Wes profesa no sólo al cine que él ama y lo ha alimentado (es más que claro el amor y el homenaje que hace al cine francés de la Nouvelle Vague), sino que también impregna a la película de su amor por contar historias, y su amor por las publicaciones y la prensa escrita.
Es claro, al igual que cuando escribí sobre Una película de policías, y de Alonso Ruizpalacio en particular, que el genio y la creatividad de Wes no ha encontrado su tope, quizá lo único que se le debe seguir exigiendo a este extraordinario realizador, es en crear y llenar de argumento a sus historias, y no conformarse sólo con su narrativa y su estética en particular.


El comediante

Película mexicana protagonizada y dirigida por Gabriel Nuncio (con Rodrigo Guardiola como co-director) y que fue reconocida como la Mejor Película Mexicana en el pasado Festival Internacional de Cine de Guadalajara (al igual que obtuvo el galardón a Mejor Fotografía), me parece que, aún con ciertos detalles que saltan a la vista y que a uno lo pueden hacer cuestionar su valía como obra cinematográfica, no deja de ser una película que cuya trama, la hace no encajar en el molde del cine mexicano de industria para bien.

Como lo comenté, la trama, tiene su peculiaridad: Gabriel es un hombre de casi cuarenta años, que no tiene otra profesión más que la de ser comediante, entre tanto, escribe el guion de una película que quiere dirigir sobre una mujer que va a Marte y en la cual, cuestiona el propósito y significado de la vida. Mientras busca poder realizar su película, hay dos mujeres en su vida que lo desestabilizan en más de un sentido, por un lado está Leyre (una Cassandra Cianguerotti preciosa, pero con un acento español espantoso) una chica que llega de forma extraña a su vida, y que lo exhorta a realizar un viaje con ella al cual él no está muy convencido de ir, y por otro lado está Melissa (Adriana Paz) su mejor amiga que le propone sea donante de esperma para quedar embarazada luego de que termina con su novio. La situación con Melissa le hace poner un poco en duda su forma de vida y lo que le depara el futuro, lo que es importante conservar y por lo cual luchar, y que hay que soltar, pero la vida misma le va poniendo las cosas en su lugar, y sí, al igual que Gabriel defendía a capa y espada que su película no era una comedia, al paso que esta película se desarrollaba, uno se da cuenta que esta película no es una comedia.

Quizá esa sea en primer lugar una contrariedad de la obra de Nuncio, y por lo cual mucha gente no la ha comprendido, pues además de esperar que, por el protagónico de la película, y el título de la misma, esta fuera una película cómica, es en sí una película dramática. Si bien por la situación de Gabriel, puede llegar a haber algo de comedia involuntaria, es una película que tiene su complejidad en la trama principal, y eso es de reconocimiento.

Quizá muchos de los problemas que yo tuve con la película derivaron de las situaciones secundarias, un claro ejemplo quizá sería en todas las partes que la película quiere ser cómica deliberadamente, pues además de que no funciona con la situación de Gabriel y a la cual le restan importancia (afortunadamente está tan bien construida la situación de Gabriel, que jamás se logra desestabilizar con la comedia simplona), como todas las situaciones en las que personajes como Cecilia Suarez y Tenoch Huerta tratan de cambiar su historia, que acá bien podría ser una crítica de cómo es el mundo del cine y los productores, pero simplemente ni la comedia, ni estas apariciones célebres, llegan a funcionar, ya no digamos a aportar más allá de la lectura dada. Hay elementos que me hacen recordar a otras películas vistas muy recientemente, como el hecho de dejar que algo que quieres crear encuentre su camino propio, no el que uno desea darle, también el hecho de la identidad, o la falta de esta y su búsqueda en una sociedad que encasilla todo, hasta las formas en paquetes de edad, incluso hay muchos paralelismos con la muy comentada y reciente "tick, tick...BOOM!".

Si bien en muchos sentidos, yo podría decir que este es el trabajo menos perfecto de María Secco en cuanto a la luz se refiere, me parece que la propuesta en cuanto a la posición de la cámara es extraordinaria, al igual que la música compuesta por el siempre admirado Chetes.

Dignificar a las películas por lo que son, y no por lo que esperábamos que fueran, me parece es algo de vital importancia, y también apostarle a nuestras ideas con corazón, sin tratar de adornarlas o completarlas con cosas y ayudas externas aún cuando tengamos que prescindir de las nuevas majors, es algo necesario, y que Nuncio desde mi perspectiva, no superó del todo, pero que aún así como lo dije al principio, es muy interesante lo que crea, a como están las cosas en la industria y en el mercado de Netflix en cuanto a producciones mexicanas se refiere.


The lost daughter

"La hija oscura" en español, ópera prima como directora de la siempre interesante actriz Maggie Gyllenhaal, no sólo es una de las películas más importantes e interesantes del año, sino que es quizá también, la película que reúne a mi parecer, a las dos actuaciones femeninas más imponentes del 2021.

La película narra como en sus vacaciones en unas playas griegas, Leda (Olivia Colman) encuentra en la figura de Nina (Dakota Johnson) todas las cosas que tuvo que sortear de joven (Jessie Buckley) mientras estudiaba y era mamá de dos niñas. Revive lo que ella vivió y deseó, y con la figura de una muñeca perdida, Leda juega con Nina y su pequeña a ser lo que fue ella, y como hay mujeres que simplemente, son madres antinaturales por instinto, o simplemente reflejan a mujeres que fueron madres por descuido, y que no estuvieron dispuestas a sacrificar su futuro por entregar por completo su vida a sus hijas, y sin duda alguna es algo que queda muy claro en la película con ese enigmático final.

La trama en si es compleja por el tema abordado, y me parece que la propuesta narrativa que emplea Maggie es, además de precisa, oportuna. Es claro y evidente cual es cada tiempo, y cual es la situación que Leda va viviendo, tanto la Leda madura como la Leda joven, y son sin lugar a dudas el gancho para estar sujetos durante toda la trama. Olivia Colman y Jessie Buckley me parece firman sin lugar a dudas las más grandes actuaciones de este año, Olivia se consolida como la gran actriz que es, y Jessie reafirma que es una actriz por demás interesante que llegó para quedarse entre lo mejor del cine norteamericano.

El resto de las actuaciones es por demás formidables, Dakota Johnson, Ed Harris, Peter Sarsgaard, Paul Mescal, Dagmara Dominczyk, son sólo algunos de los actores que seguramente conforman uno de los mejores trabajos de casting del año.

Sombría por momentos, me parece es una película cuyo tema abordado es por demás interesante y poco reflejado en el cine, que me parece eso, además del virtuoso montaje orquestado por Maggie como directora, dignifican y hacen más que valiosa esta película.


Bergman island

La película de la interesante actriz y directora francesa Mia Hansen-Love, no sólo es para mí otra de las mejores películas del 2021, sino que a mi parecer, es la película visualmente y sonoramente más perfecta que yo haya visto en el último año.

Más allá del aspecto técnico que ya he mencionado y que desmenuzaré más adelante con todo gusto y detalle, habría que decir que la trama de la película, y el subtexto de la misma, también es por demás interesante.

La película muestra la vida de una pareja de directores que viajan a la isla en la que Bergman vivió la última parte de su vida. Él, Tony (Tim Roth) va para presentar su más reciente película, y ella, Chris (Vicky Krieps), va a acompañarlo y a conocer aún más las entrañas del director que más la ha influenciado. Ambos escriben el guion de su próxima película, él muy seguro de lo que quiere, y ella más insegura que nunca, Chris nutre del entorno y su experiencia en la isla y de su situación como esposa y madre, el relato que quiere realizar, esto al mismo tiempo que de alguna manera se desmorona su ídolo. Al poco tiempo de que ella descubre el argumento de la próxima película de su marido, en un paseo cuenta a Tony el argumento de su historia, y en ese momento se crea una especie de meta cine, cuyo epílogo me parece, además de ser poderosamente creativo, catártico y propositivo, ejemplifica el ente creador, y la génesis de donde vienen las ideas y los miedos, ese lugar, el cual me parece está por demás mencionarlo, resulta ser el mismo.

El eje central de la obra de Mía me parece es en muchos sentidos muy parecido al de películas como "La peor persona del mundo" y "La hija oscura", y este es el del papel de la mujer ante un escenario adverso en el que existe el choque entre la identidad de ser una mujer que quiere ejercer su profesión en la vida, y su responsabilidad como pareja y madre. Pero en el caso de la historia de Mía, y que es muy distinto en las tres películas, me parece es más rico desde el punto de vista de su servidor, porque es creado y cuestionado desde la creación artística, y además es cuestionado desde la figura de un realizador por demás sublime como lo es Ingmar Bergman, pues cuestiona su papel como humano y como realizador, como ambas de alguna manera se contradicen, y no; pero que no hace polémica o toma parte de manera políticamente correcta, sino que simplemente crean un conflicto en la persona de Chris, pero que como ella misma lo dice (y en consecuencia, lo dice la misma Mía a través de ella) no puede dejar de amarlo.

La película visualmente hablando es perfecta. Si bien por supuesto ayudan mucho los escenarios que sirven para dar vida a la película, hay realmente un trabajo más que significativo en el departamento de arte, y sin lugar a dudas hablamos de una película en la que tanto la directora, como el director de fotografía (el veterano Denis Lenoir) trabajaron como una sola mente. La música a cargo de Raphael Hamburger, es tan sutil y hermosa, que pareciera que no existe, y esto es signo del gran trabajo hecho.

La película logra ser extraordinaria por muchos motivos, la historia escrita y dirigida por Mia, los elementos de Bergman siempre existentes, y sin lugar a dudas los actores estelares: Tim Roth está hecho un primer actor, uno lo ve y es fácil ponerlo a la par de grandes actores consagrados como Michael Caine, Harvey Keitel, Robert De Niro o Robert Duvall. Vicky Krieps es desde hace mucho tiempo una de mis actrices favoritas de la actualidad, y siempre resulta un placer poder verla actuando. Mia Wasikowska por demás correcta, y vemos una vez más de manera muy correcta al gran Anders Danielsen Lie.


Le bal des folles

La quinta película de la siempre interesante Mélanie Laurent, la actriz que Tarantino le regaló al mundo y que se consolidó en el cine norteamericano (sin olvidar por supuesto sus raíces, pues siguió trabajando en Francia y en producciones de otros países), y que se convirtió en una directora de historias de quiebre, catárticas y potentes; nos hace verla convertida en su mejor versión tanto como actriz y directora, y cuya madurez transpira en la que ya es su obra mejor lograda.

"El baile de las locas" en español, narra la vida de Eugenie (Lou de Laage), una joven parisina que, además de contraponer las normas de la sociedad burguesa de la ciudad de la luz del siglo XIX, sufre, en un principio de un mal, el ver y escuchar a los muertos, pero no es luego de su encuentro con un joven en una escapada a Montmartre, y cuyo libro él le presta, la hace ver que más que un mal, es un regalo. Pero luego de que la abuela se entera de su condición, su padre y su hermano la llevan a conocida clínica psiquiátrica para que la puedan curar, es ahí que se encuentra con Genevieve (Mélanie Laurent), la asistente del doctor del lugar, una mujer escéptica que, cuando Eugenie le da muestra de su don, ella hace lo posible para ayudarla a escapar de ese lugar que daña aún más la salud mental de sus reclusas con las técnicas salvajes que se ejercían en esa época. Ambas se enfrascan en un tortuoso proceso de cuestionamiento, duda, represión y amistad en las que el amor, el perdón y el sacrificio serán precios que se habrán que pagar.

En más de un sentido la película es a mi parecer una de las propuestas feministas más potentes de los últimos años, es una película que jamás usa este estandarte ni se jacta de este eslogan, y de ahí que a mí me parezca aún más valiosa y brillante la película de Laurent, es una obra que atiende lo que debe de atender narrativamente, y que todo lo demás se muestra por sí mismo, es aquí el ejemplo claro de que una película bien hecha saca elementos que generan diálogo y discusión, no así cuando una película se piensa en términos de polémicas o temas en boga, y no así como obra artística, lo cual en consecuencia generalmente resultan películas fallidas, o "bonitas pero vacías".

Los elementos y todo el lenguaje cinematográfico del que Mélanie hecha mano es más que extraordinario, desde la fotografía, la música, la edición, el manejo de cámara, el montaje, la iluminación, los escenarios, el guion, las actuaciones, todo está perfectamente amalgamado. Si estuviéramos ante una orquesta, sería una ejecución perfecta de Mozart.

Si bien el trabajo como directora de Mélanie es estupendo, su papel como Genevieve es poderosísimo, la figura que representa ese personaje de lucha, dolor y sacrificio, lo hace uno de los personajes más entrañables de su filmografía, una filmografía que, si algo nos ha regalado, son personajes llenos de matices y conceptos.

El final, en forma de carta, es por demás bellísimo, de los más bellos que yo recuerde en últimos años.