Producciones "La Vieja Escuela" Presentan:

lunes, 29 de octubre de 2018

Museo de Alonso Ruizpalacios: la otra [versión de la] historia.





Si hay una película mexicana que generaba expectativas en 2018 además de Ana y Bruno, y antes de que empiecen a murmurar eruditos (lo digo con cariño) estoy diciendo las que más expectativas generaban y no las más esperadas, porque en ese caso podría mencionar desde la estrenada iniciando el año en México La Forma del Agua, de Guillermo del Toro, o Roma, de Alfonso Cuarón, o Nuestro Tiempo, de Reygadas, o incluso podría mencionar Cómprame un Revolver, lo nuevo de Julio Hernández Cordón. La película de la que les escribiré es Museo, la segunda cinta de Alonso Ruizpalacios después de Güeros.

La película de Ruizpalacios narra de manera muy libre un acontecimiento real que pasó en México en la década de los 80's después del terremoto de 1985 en el Museo de Antropología, y es que desde un inicio se advierte al espectador que la cinta que verá a continuación es la réplica de una historia real, ni es una biopic, ni como tal una película histórica o de época, es más una adaptación, es una especie de tributo al tiempo perdido, al sentimiento de pérdida, pero sin serlo. Vayámonos por partes y veamos qué hace de Museo una de las mejores cintas mexicanas del 2018 en un año más que grato para el cine nacional.

La película cuenta con muchos valores técnicos a disposición de la narrativa, que buscan contar la trama de la película. Si se dice que es una adaptación muy libre de la historia es porque lo es en todos los sentidos, por ratos muy lúcida, por otros muy onírica; hay un par de situaciones en la película que se nos narran de una manera muy peculiar, una involucra escuchando la acción mientras vemos a los personajes como si estuvieran en fotografías, y la segunda más avanzada la trama, involucra una pelea.

Este par de escenas quizá en las manos de otro director habrían caído en el ridículo, (como en Casa de mi padre, pero Ruizpalacios las desarrolla armónicamente), y si por algo funcionan sin lugar a dudas es por el par de actores en ellas en donde se ve, aun sin ser algo que se tenga que ver en escena, la confianza de Gael y Leonardo en Alonso, quienes dicho sea de paso entregan un par de actuaciones memorables.

Ortizgris este año nos ha entregado un par de buenas películas, esta y El Club de los Insomnes, y de Gael yo no podría decir, como algunos críticos han asegurado, que esta película representa su mejor actuación de los últimos años, pues proyecto en el que se ha involucrado en los últimos años es proyecto en el que entrega una extraordinaria interpretación, salvo por la antes mencionada Casa de mi padre.

La película se mueve mucho en lo común, en lo ordinario, incluso en un retrato claramente nostálgico por una década que fue especial en México para bien y para mal, como los vicios y virtudes de una familia de clase media mexicana, y uno teme que en cualquier momento o situación se vaya por el lado fácil, por la tangente que los clichés del cine actual mandan.

Pero en Güeros Ruizpalacios ya nos había enseñado que si algo no le gusta es irse por el convencionalismo, que dicho sea de paso me parece que habrá eruditos (lo digo con cariño) que dirán que muchos directores de cine recurren a este tipo de narrativas por no saber contar una historia o no saber contar buenas historias, nada más alejado de la realidad me parece.

Y ahora que tocamos el punto de Güeros, me parece hay un par de cosas que unen a estas cintas; la primera, es a estos personajes perdidos que se enfrascan en un agujero metafórico para perderse más y así encontrarse. Y la segunda es la presencia de "el tigre". Si han visto Güeros y ven ahora Museo, ya sabrán a lo que me refiero (algunas escenas se manejan en la oscuridad, en voz en off; además del narrador y los flashbacks). Además del hecho de que al igual que en Güeros, la película gira en torno a un acontecimiento real que no influye en la trama, sino que gira en torno a ella, es el pretexto perfecto para contar una historia.

La fotografía es excelsa. La música también es grandiosa y es un acompañamiento armónico con la acción, no con la trama o los sentimientos. De las actuaciones principales ya hablé, pero cabe destacar a todo el cast por completo, y de sobremanera a la actriz Lisa Owen, quién con muy pocas apariciones hace una interpretación descomunal, así como al crítico y actor británico Simon Russell Beale, quién con una sola escena muy alargada nos muestra el gran actor que es.

Quizá sea la escena, junto con la de la primera pieza robada en el museo, la más propia de la película, que si bien rompe un poco el ritmo donde no hay tantas libertades, donde le dice a su espectador: "esto también es una película seria", no incomodan, pues el espectador lo sabe desde un principio. También hay algunas muy chuscas como la de Gael y el soldado. Las escenas de cuando entran al museo al sonar de la música de extraordinario Silvestre Revueltas, y la que involucra a una playa y una actriz, y el prólogo, así como la presentación de los créditos iniciales, son para la memoria colectiva de todo cinéfilo.

Además de las referencias cinematográficas que emplea como recurso, como en la misma escena del prólogo y en las escenas a oscuras, de aspiraciones más grandes que en Güeros, sin embargo no tan entrañable en fondo y forma como la antes mencionada. La tesis entregada al final es muy efectiva, y nuevamente hacen que uno caiga en el juego que quería Ruizpalacios, que es la del rescate, la de no dejar morir la historia; la de pagar por lo que se hace, por lo robado, aunque esto haya sido robado por otros a otros. La de "nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde".

Pero quizá la mejor parte de la película es la que pocos han mencionado, y esta es la de la amistad, y la complicidad que se crea en ella, con sus vicios y virtudes, por muy dura y sincera que a veces sea, y como al final siempre hay un amigo que protege al otro, por el simple hecho de que no cualquier amigo nos acompaña por un camino al que desde un principio se sabía no tenía un buen destino, como el culparse por un incendio, pues al final de cuentas, como dice la película, si contáramos la verdadera historia, nos estaríamos perdiendo de una gran historia.


sábado, 27 de octubre de 2018

Top 10 de Marcello Mastroianni.




Si alguien tiene dudas, no las tenga más: no hay mejor actor que haya pisado este planeta que no sea el hombre de talento nato llamado Marcello Mastroianni. Autodidacta, y un afortunado de llevar como maestro a los más grandes realizadores del cine italiano como lo son Federico Fellini y Vittorio de Sica, y Scola; prácticamente hizo lo que quiso, con quien quiso, y esto no hace más que agrandar su talento, pues sólo trabajo con los mejores en Europa, aunque eso haya implicado trabajas en muchas ocasiones con los mismos directores, con los de habituales, en los que el confiaba, sus maestros y amigos.

Ahora me he dado a la tarea de enumerarles mis diez películas favoritas del monstruo italiano, empezando por mi favorita, y de ahí para abajo, sólo haré mención sin explicación alguna, pues considero hablar de tan grandes joyas está demás cuando se trata de ver la gran capacidad histrionica del gran Marcello, y si bien yo sólo mencionaré diez, me gustaría retomar una frase que utilizó Oscar Uriel hace unas semanas, cuando se cumplió el aniversario de su natalicio (el día 28 de septiembre) y la frase decía: "vean cualquier película en donde intervenga" añado yo quizá diciendo la frase: "es oro puro".



La Dolce Vita



8 1/2



La Notte



La Notti Bianche



El Extranjero



Matrimonio a la Italiana



Divorcio a la Italiana



Cosi Come Sei



Vida Privada



El Apicultor



Viaje al Principio del Mundo






lunes, 22 de octubre de 2018

La mano [de] Kore-eda.




Antes de empezar a escribir mi análisis/introspectiva del director nipón he de comentarles que en un inicio no sabía como titular mi texto que ahora podrán leer, en primera instancia quise titularlo "El Efecto Kore-eda" robando el término a Fernanda Solorzano, pero luego decidí llamarlo "La mano [de] Kore-eda", ¿por qué? ahora les comento un poco de la filmografía de uno de mis directores favoritos hoy día.

Si bien Kore-eda no es uno de los directores más famosos, mediáticos o populares de Japón como quizá si lo sean Akira Kurosawa, Yasujiro Ozu, Takeshi Kitano, Hayao Miyasaki, Kajiro Yamamoto, Mamoru Oshii; o un gran innovador por su estética visual como los grandes directores asiaticos como Ang Lee, Wong Kar-Wai, Chang Dong Lee o Edward Yang; lo que si podríamos decir es que Kore-eda es un excelente contador de historias, y hace lo que sólo directores como Jim Jarmusch, Spike Jonze, o Richard Linklater suelen hacer: Resaltar la belleza en lo parco, en lo cotidiano, en donde nadie vería algo extraordinario si no lo común. Hacer poesía del día a día.

Puedo hablar de cuatro de sus películas con toda autoridad donde hay un denominador común, dentro de los muchos denominadores comunes que hay dentro del cine de Kore-eda, y este es la familia. En estas cuatro películas ("Distance", "Still Walking", "De Tal Padre, Tal Hijo", y "Nuestra Pequeña Hermana", la única que se sale de esta linea y que yo haya visto es "After Life") se retrata prácticamente la vida como es en familia, en su día a día, con su hermosura y su lado no tan hermoso, vemos interacción real entre los personajes, jamás dramatizado en exceso, son muy depurados e incluso pudorosos, haciendo que en su mayoría los pocos enfrentamientos se lleven en cuatro paredes historias, historias en la que los niños (la mayoría hay que destacar no-actores, más sin embargo bien guiados) o la infancia de los personajes adultos juega un papel más que relevante y primordial en cada trama de la película. Otro común en el cine de Kore-eda es desafiar las normas, o lo que la cultura o sociedad japonesa dice que es correcto, como el hecho de la importancia en los lazos sanguíneos que hacen a una familia, o la infidelidad o un segundo matrimonio, o la falta del padre en un hogar, todos estos temas se explotan, pero como ya lo he dicho, lo hace de una manera tan sutil, tan intangible, que es imposible entrar en el juego y quedarnos con la catarsis que Kore-eda quiere crear en el espectador, la tesis se completa, se entrega, y el espectador no sabe ni por donde vino. Otro valor más que importante es que en el caso particular de estos cuatro títulos se podría decir que todo el peso de la trama, o quien es el castigado-redentor es la figura masculina, pues en todos ellos la cámara siempre les da prioridad, los observa, los vigila, los ve cometer los errores de sus padres, y les enseña, y a nosotros a su vez, que por no querer cometer los errores que ellos cometieron, los terminan igual cometiendo, y el otro gran valor que está en ello es que muestra al hombre japonés como un ser sensible, que se hace fuerte pero al final llora, que recapacita, perdona y pide perdón, algo que en la historia no sólo del cine en este país, sino en general, es algo que no se ve muy a menudo. En cuanto a los personajes femeninos Kore-eda en un principio los muestra un poco diría yo incluso sumisos, esquivos, muy callados, no es hasta avanzada la trama que los abre y los hace enfrentar a su entorno, ayudando que la sanación y catarsis sea pronta y efectiva, además en estos cuatro trabajos en particular siempre hay un apoyo entre mujeres para que haya esta liberación, un ejemplo de como se puede hacer cine sensible, feminista, aunque todo el peso lo lleve un hombre.

Ahora les quisiera decir porque para mi el cine de Kore-eda es uno de los más bellos de nuestro siglo, que lo hace ser uno de mis directores favoritos, porque todo es sugestivo, Kore-eda no nos da la historia masticada y digerida, Kore-eda nos da imágenes, flashazos rápidos en los que uno deduce lo que pasó, nos hay necesidad de tanta información, además siempre he asociado a las imágenes en las películas de Kore-eda como ver fotografías viejas en un álbum de esos que guardaban nuestros padres (algo que sólo he visto en películas latinoamericanas de los 90's y 2000's) es la norma que nos dice que no importa que la fotografía no sea maravillosa si la historia es autentica y bien contada, su cine lleno de detalles, sin la necesidad de una fotografía llena de close-ups y pretensiones visuales, no hacen que resaltar aun más la belleza del entorno alrededor de la trama, y no sólo del detalle en particular.

¿Por qué le he puesto al texto "La mano [de] Kore-eda"? Porque quería hacer un juego de palabras. En primer lugar porque la mano de Kore-eda es al fin de cuentas la que escribe la historia, la que escribe el guion, la que da la dirección a su actores, a su fotógrafo, a todo a su alrededor para que la historia sea lo más parecida a como se desarrollo en su cabeza, en sus sueños. Y la segunda razón es por el gusto casi obsesivo y fetichista del director de todo el tiempo hacer tomas largas y en silencio de las manos de sus personajes, ya sea cocinando, tocando el piano, prendiendo fuego, escribiendo, y a su vez esto sirve como metáfora de que por lo general a la familia se le representa con un grupo de personas agarradas de la mano, creando lazos, y que a pesar de que siempre haya algo que explote por represiones, secretos, perdidas y faltas de seres y apoyo dentro de esta, siempre uno vuelve a ser familia, aunque no lo sean, aunque no lo sepamos, aunque pasen años, kilómetros, o mundos y dimensiones que nos separen. Otro gran valor que no quisiera dejar de mencionar es la casi nula utilización de música de Kore-eda, y la poca que utiliza es bellísima, hermosa, y sirve como acompañamiento, jamás como detonador o manipulador, eso es algo que siempre se agradece hoy día en el cine, porque muy pocos directores, y con esto quiero decir que casi nadie lo hace, tiene este respeto por el espectador en cuanto a eso.

Para finalizar quiero comentar un par de cosas, el primero es que en los últimos cuatro años ha sido tal el trabajo de Kore-eda que ha estrenado una película por año, estamos pendientes de ver "Después de la tormenta" del 2016 la cual no pudimos ver en el cine, y muy ansiosos de ver "El Tercer Asesinato" que se ha estrenado en México este año en cines comerciales, y "Shoplifters" que rogamos poder ver en algún festival de cine, o en últimas instancias recurrir a "medios alternativos". La segunda cosa a comentar es que el año que entra en los Oscar la categoría de Mejor película extranjera o no hablada en inglés enfrentará seguramente a la ganadora de la Palma de Oro en Cannes como lo es Shoplifters de Kore-eda, y a la ganadora del León de Oro en Venecia como lo es Roma del mexicano Alfonso Cuarón, ahora, yo no he visto ninguna de las dos aún, pero si hablamos por filmografía y el director como tal, no les voy a negar que mi corazón mexicano, quisiera que por fin México tuviera un Oscar en esta categoría (una de las más importantes creo yo junto con la de Mejor guion original, aunque cada vez me importen menos los Oscar, estas dos categorías siguen teniendo cierta importancia para mi) pero mi corazón cinéfilo y cinéfago, que creo es mayor y más grande, pues me hace entender que no hay nacionalidades ni fronteras y que todos estamos entrelazados mientras haya un lenguaje por el cual podemos interactuar que en este caso sea el de las imágenes, quisiera que se premiara a quien ha realzado la mayor parte de su vida y su trabajos al darle voz y belleza a las cosas que nos rodean, y a quien nos rodean, incluso el peso que ejercen en la ausencia, y como nos fuerzan y forjan a ser la mejor versión de nosotros, aun después de que tenga que ver un detonante para que todo lo conocido anteriormente de nuestra realidad sea destruido, "nacer a la luz después de la explosión".






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The World According to Koreeda Hirokazu from kogonada on Vimeo.


viernes, 19 de octubre de 2018

Directoras de cine.


Agnes Varda
Cleo de 5 a 7, La Pointe Courte, Rostros y Lugares



Claudia Sainte-Luce
Los Insólitos Peces Gato, La Caja Vacía



Melanie Laurent
Breathe, Plonger



Lynne Ramsay
Todos Hablan de Kevin, You Were Never Really Here



Isabel Coixet
Mi Vida Sin Mi, Nadie Quiere La Noche, La Librería.



Greta Gerwig
Lady Bird. (Sólo tiene en su haber una película, pero con esta y su actuación en Frances Ha, a mi ya me tiene ganado)






domingo, 7 de octubre de 2018

El final del luto: Mogari no mori / El bosque del luto.




Una chica llamada Machiko (Machiko Ono) empieza a trabajar en un asilo de ancianos, en este lugar conoce a un anciano llamado Shigeki (Shigeki Uda) con quien tiene un contacto después de un ejercicio con el monje del lugar, luego de este encuentro su relación no empieza con el pie derecho, para después convertirse en amigos y ser esa figura que les hace falta que perdieron, ella pierde a su hijo luego que este muere por un descuido de ella, y el anciano enviuda hace 33 años, el monje le dice que es el último año que su esposa bajará a La Tierra antes de ir para siempre a la tierra del Buda. Entonces ella se convierte en la figura de su esposa, y él en la figura de su hijo, y no es luego de que ella planea un paseo para los dos, en el que tienen un accidente, ella va y pide ayuda, con la desesperación de dejar solo al viejo y perder de nuevo a alguien en su vida, cuando regresa el viejo ya no está, entonces ella empieza a buscarlo desesperadamente, entonces lo encuentra y se embarcan en un viaje que es la película, un viaje que los llevara a descubrir y comprender lo que siente el otro, y a través de esta comprensión llega el consuelo para ambos.

"¿Has disfrutado la vida?" "¿Tú también sufres?" Esta clase de preguntas se plantean mucho en la película, pues un tema muy presente es el de la muerte, el de cómo las perdidas no se superan en la soledad, que siempre necesitamos de alguien para superar las cosas.

La película es contemplativa la mayor parte del tiempo, pero no es ostentosa, artificial o pretenciosa como las producciones de altos presupuestos, es natural, es orgánica; una gran y bella fotografía, por momentos el manejo de la cámara y la edición no son tan convencionales de una película contemplativa, y supongo esto se debe a tratar de hacer un poco más dinámica la historia en ciertos puntos para que el espectador que no está acostumbrado a este tipo de películas no pierda el interés en ella. La música que realmente aparece muy poco compuesta por Masamichi Shigeno es bellísima.

Hay un par de escenas, la primera donde el viejo y la chica están persiguiéndose, y la segunda donde el viejo casi muere de frío, que son esa clase de escenas que hacen que uno ame el cine.

La dirección de la cineasta Naomi Wakase es tan imprescindible que Mogari no mori es fuente de inspiración para cineastas como un par de mexicanos muy contemporáneos, (no les diré quiénes son para que ustedes los descubran y en qué películas se ve reflejada la influencia) y me parece es una digna galardonada del Gran Premio de Cannes.

Finalizo el texto con un par de frases de la película que me gustaron demasiado:


No hay reglas formales, ya sabes.

El agua del rio que fluye constantemente, jamás regresa a su fuente.


lunes, 1 de octubre de 2018

The Florida Project.





Hace pocos días he vuelto a ver esta película después de casi un año de haberla visto en Los Cabos Film Fest, (la he vuelto a ver luego de concentrarme en los últimos días viendo películas que no pude ver el año pasado en dicho festival como Learn To Pete, Foxtrot, Western, y algunas otras que han hecho cambiar mi perspectiva y el saber que veré el mes que entra en dicho festival) y aunque sigo pensando que es una película muy sobrevalorada por los críticos, he de aceptar que me ha puesto en una postura que yo nunca me había visto sorprendido, o en una opinión contradictoria, pues precisamente en las cosas que no me gustan es en donde le encuentro sus principales virtudes.




Alguna vez escribiendo en este mismo blog sobre alguna otra película, hice una referencia sobre The Florida Project en la que decía que la película era muy repetitiva, y que para mi esa era su mayor carencia, o lo que hizo que yo no conectara con ella (mismo caso me paso con El Lobo de Wall Street) pero ahora en una segunda vista lo vi de una manera muy diferente, o tomé otra perspectiva de visión: la percepción de la niña. Y es que si suponemos que la película va de la vida de la pequeña protagonista y que en la vida de un niño, por muy mal orientada que sea su educación, para este todo será siempre un juego, y por las condiciones del hecho que todos fuimos niños, y los que somos privilegiados de acordarnos de muchos pasajes de esa etapa de vida recordamos que cuando jugábamos a algo y la pasábamos bien, queríamos repetirlo idénticamente al día siguiente, pues eso es lo que hace meritorio este recurso utilizado por Baker, quien dirige, escribe, edita y produce el filme. (Luego de la para mi mucho mejor lograda Tangerine)




En esa misma ocasión recuerdo que igual comenté que la película tenía un sin fin de valores, no sentía que fuera un completo caso perdido, entre muchas cosas las cosas que más valor tienen son las actuaciones de todo el cast (Dafoe está tremendísimo) pero si bien se ha justificado lo de la constante repetición, esto, y no quisiera comentarlo porque es lo que más apelé en su momento contra la película, hace que sea completamente justificada su larga duración.




El otro punto que me dejó muy inconforme (no inconforme, sino desconcertado) fue el desenlace de la cinta, pues en este se plantea la fragilidad de la niña, esa misma que nunca se mostró en la cinta, y esta se presenta justo cuando su mundo se viene abajo por las faltas de su madre, otra niña pero mayor de edad, y el desenlace involucra que una amiguita se la lleva del lugar donde viven para que no se la lleven las personas que quieren recogerla y se la lleva al parque de diversiones de Orlando Florida, y en su momento (la primera vista) no supe interpretarlo; pero ahora creo que el recurso es para desmitificar el mito de que se ha hecho mofa Disneyland, al ser la tierra donde todo es felicidad, eso consumen los niños, entonces al ir a ese lugar, perderse en ese sitio hará que todo lo malo en su vida desaparezca, pero siempre hay que regresar a la realidad, a esos otros lugares que muchas veces las estadísticas, los fríos números y los gobiernos quisieran que no existieran, que por arte de magia pudieran desaparecer, como en las películas infantiles. Ahí el título de la cinta también tiene relevancia, pues The Florida Project es un juego de palabras entre estas dos realidades. Por una parte al parque de diversiones de Orlando se le puso en un principio cuando se empezaba a crear "The Florida Project", así como ahora llevan este mismo nombre estos moteles donde llega la gente que hacen el viaje para conocer el parque pero que no tienen tanto dinero para hospedarse ya sea en el hotel del mismo parque o los hoteles de la zona bonita de la ciudad, llegan a estos moteles igual de precarios que las viviendas de muchos en su vida cotidiana, a la que seguro regresarán llenos de deudas. Mismos moteles que sirven como viviendas para tanta gente sin casa como Moonee y su prematura madre.