Es fácil identificar cuando una película que está enfocada en el género de la delincuencia organizada y el narcotráfico es filmada por un realizador o realizadora extranjero o ajeno a la problemática que viven países latinoamericanos, en especial en México, y este comentario es tanto para bien como para mal.
En "La civil" hay sobre todo un valor que resalan a la vista y que hacen notar aún más esta mirada ajena a este problema, desde un ojo más educado cinematográficamente, y esta es la forma en que la película encuadra a los personajes, hay cierta distancia, cierta lejanía que permite ver y explorar la psique de estos, sobre todo del personaje principal, interpretado de manera soberbia y magistral por Arcelia Ramírez, hay símbolos y elementos que en los que uno de inmediato se percata que es un personaje bien desarrollado y escrito por la y el guionista, y bien estudiado por Arcelia. La escena dónde su personaje se corta el pelo, es es de alguna manera la misma escena que se ve en muchas películas como forma de liberación, lo vemos en G.I. Jane, Los amantes del siglo, Los adioses, In the fade, y un largo etc; y no lo menciono como algo negativo, sino todo lo contrario, demuestra en este simple elemento que es un personaje bien estudiado y con motivos.
El modo en que la película comienza, aunque sea decantado (por no decir predecible) en el género, es correcto, y me parece que toda la película se sostiene tanto por el ritmo que propone la directora, así como por su manejo de la situación, pero en su parte final, la película pierde por completo el rumbo; sobre todo por la tibieza con la que se maneja una de las escenas clave, en la que si bien se agradece no caiga en un cliché moralista o melodramático, creo no llega a la intensidad que necesitaba la situación para ganchar y darle un verdadero impacto al espectador, así como la presencia de actores de reparto que no dan el ancho y quedan mochos y sosos ante las actuaciones de los estelares, y ese final que para mi gusto, además de ambiguo sin razón, no deja absolutamente nada.
Este tipo de películas ya no sorprende para nada que sean la sensación en festivales europeos como Cannes, pues es la mirada a problemas realmente graves, que ellos jamás pasarán desde sus privilegiadas e incomodas realidades. Para mí tiene aún más valor Noche de fuego de Tatiana Huezo (que también se estrenó el año pasado en la sección Una cierta mirada) aunque pienso que hay obras aún más destacadas que estas dos que retratan esta situación de manera más real, cruda, crítica y propositiva, y de ahí mi comentario que una mirada ajena a esto que se vive en México todos losdías, tampoco podría sacar algo que nos llegue a impactar en todos los sentidos. Tan poco propositiva me llega a parecer en algunas de sus acciones esta película, que la película en México se distribuye con dos poster que a mí me parecen de muy mal gusto, uno sensacionalista al más puro estilo Hollywood (por no decir Marvel) y otro dando algo de "vida y arte" a un chaleco antibalas que la protagonista jamás usa (el poster que muestro es el que me parece más correcto).
Que se ve diferente, es verdad, y eso es de reconocerse, que la actuación de Arcelia Ramírez es lo mejor de la película, por supuesto, y se merece todos los premios, aplausos y reconocimientos que ha ido recogiendo del año pasado para acá, pero me parece una película que en el punto medular donde tenía que señalar y apretar el gatillo como su protagonista, jamás lo hace.
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