<<Entonces digamos que [en la soledad] descubrí a mi prójimo>>.
Julio Cortázar.
Nomadland es la más reciente película de la más que interesante realizadora Chloé Zhao a la que considero, es más que fastidioso decir lo mucho que la admiro desde su prodigiosa cinta "The rider".
La película retrata la vida de Ferm, una mujer que tras la recesión del 2008 pierde el lugar donde vive, y antes de eso a su marido a causa de cáncer, decide vivir en su camioneta mientras trabaja en su ciudad natal, pero luego de que las condiciones en el lugar se ponen difíciles por las consecuencias de la crisis económica, su amiga Linda May la invita a unirse a un grupo de nómadas que viajan por el país en sus camionetas trabajando temporalmente en distintos lugares. Entonces Fern en este viaje, al cual convierte en su modo de vida, va encontrando no sólo una sanación, sino un propósito en una etapa de la vida en la que la mayoría de las personas que han regido toda su vida al dinero, pensarían es la etapa final, pero Fern hace de esta un nuevo comienzo, encontrando personas, y las historias de estas personas, que de alguna manera también encuentran sanación y un nuevo propósito en su vida, y siguen el viaje, sin importar que esté terminando, o empezando. Siguen el viaje ya sea en soledad o compañía, o regresan a su otro hogar que no es la carretera.
La manera en que Chloé Zhao lleva la narrativa de su relato es excepcional, ya no digamos por la historia en sí que es riquísima y que además tiene un trasfondo y una crítica por demás necesaria, oportuna y puntual sobre el sistema capitalista norteamericano; sino por los valores técnicos que aportan a su desarrollo. La fotografía a cargo de Joshua James Richards, es por demás viva, hay una libertad, que trastoca de una manera en el propio personaje principal, o dicho en otras palabras: si la fotografía y la manera en que la cámara se mueve tiene esa razón de ser, es porque es un reflejo de la propia Fern, esto en el acto vuelve a la película próxima e íntima. Otro de los elementos que hacen aún más rica a la experiencia visual que vemos, que no es secreto para nadie decir lo mucho que está influenciada por el trabajo de Emmanuel Lubezki en su etapa con Terrence Malick, sobre todo con el trabajo que realizó en "El árbol de la vida", es la música compuesta por el gran compositor Ludovico Einaudi, la cual es un silbido que acompaña a esta camioneta y a su dueña en los momentos de más introspección por parte de ella, momentos que la cámara y la música captan de manera perfecta en su andar por las carreteras de un país que se empeña en querer olvidar sus exteriores tan hermosos.
Zhao por momentos rompe moldes y líneas que dividen los campos de la ficción y el documental en más de un sentido. Por una parte, basándose en el ensayo escrito por la periodista Jessica Bruder, retrata y relata las historias de personas reales, casi todos los personajes en la película son personas reales con sus nombres reales y sus historias reales, y en este punto vemos como la película bien podría ser un documental que basa mucho de su narrativa en las entrevistas, y es que en muchos lapsos de la película el personaje de Ferm funciona como un medio para escuchar estos testimonios de vida que uno a veces se pierde en los viajes por estar distraído en cosas, sin prestar atención a los momentos y a las personas que nos rodean.
La actuación que brinda McDormand en esta película es verdaderamente descomunal. La presencia actoral que tiene esta mujer es aplastante, en el buen sentido de la palabra. No hay palabra, gesto o silencio que no sea correcto, congruente, perfecto. Definitivamente un gran logro de Zhao en esta película no es haber hecho actuar así a Frances, ya que conocemos lo que esta mujer es capaz de hacer, sino el haberla fichado para incluirla en este proyecto (incluso se puede denotar algunos homenajes a la obra propia de la actriz y a otras películas importantes sobre cambios y liberación). Si por algo este personaje es tan rico, y la historia a uno lo encanta desde un principio, es que el personaje de Fern prácticamente es un misterio toda la película, no es hasta el final que se nos dan las razones de su travesía, de una manera en la que jamás se recurre a un dramatismo exagerado o innecesario. Nos cuenta la naturaleza de su estilo de vida, y para entonces, uno ya comprende la necesidad de libertad e identidad que esta mujer posee, a pesar de los buenos recuerdos y los momentos que antes tuvo, y que sigue atesorando.
Y hablando sobre los grandes dotes y valores que tiene Chloé Zhao como directora, hay que decir que, a mi parecer, es junto con David Lowery, los dos directores independientes más importantes a la fecha, y que están rompiendo el molde en más de un sentido, ahora me explico.
Si bien hoy día tenemos a grandes directores nóveles que están haciendo cosas muy importantes como Edgar Wright, Ari Aster, Jordan Peele, o Robert Eggers; el valor de Lowery y Zhao sobre los anteriores, es que han adaptado sus dotes como realizadores a las expectativas y exigencias de las grandes compañías como Marvel y Disney (ahora lo mismo), pero no en el sentido de hacer las cosas como estas empresas quieren, sino ganándose una total libertad creativa, algo que muy pocos directores en su momento han logrado, sólo grandes nombres como Kubrick, Scorsese o Allen; han hecho que cualquier proyecto, con cualquier productora o distribuidora, haya sido hecho con libertad creativa total. Lowery y Zhao ya consiguieron eso, y si bien los otros directores antes citados, han hecho grandes obras más que reconocidas, lo han hecho con las mismas compañías, algo muy parecido que les ha pasado a Nolan y Wes Anderson.
La tesis al final de la película es que hay que regresar al hogar para curar heridas y poder volver a la carretera, por esos que ya se fueron y no están, para volver a encontrarnos con ellos al final en el camino.
"Todo lo que hacemos es por los recuerdos"
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