miércoles, 21 de agosto de 2019
Cine Mexicano: ¿una cuestión de minorías? (Complemento del texto escrito para la revista Cinéfagos)
Cuando hablamos del cine mexicano en esta década en general, podríamos hablar desde los favorables números en taquilla convertidos en dinero, de la presencia de numerosos directores de cine mexicanos ya sea conquistando premiaciones alrededor del mundo ya sea con producciones extranjeras o incluso mexicanas, pero me parece que hay un punto que no se ha analizado de nuestra producción cinematográfica al menos en los últimos 10 años, o al menos donde se muestra más presente, y por eso quiero exponer esto en esta ocasión, y es la falta de cintas que reflejan a la mayoría de la sociedad mexicana, la llamada por muchos "clase media".
Si bien podemos mencionar el nombre de algunas cintas como por ejemplo "Temporada de Patos", "Los Hamsters", "Los Insólitos Peces Gato", sólo por mencionar algunas, nuestra filmografía por lo general se basa en dos grupos socio-económicos que si bien son más atractivos para una historia y que el espectador se enganche de ella y genere más "números" muchas veces no refleja nuestra realidad, y para los que quieran argumentar que el cine es para precisamente escapar de la tormentosa realidad, yo dudo que con propuestas tanto de historia como de producción tan deficientes, uno escape por mucho tiempo a la realidad que tanto huyen.
La clase alta, y las comunidades rurales e indígenas son las que más acaparan la atención de los cineastas mexicanos, y muy rara vez se atreven a explorar géneros que no hagan fácil contar una historia digerible, en el caso de la clase alta no creo que sea necesario el decir que las comedias románticas y los melodramas al más puro estilo de las telenovelas de los 80's y 90's es lo que está a la orden del día desde hace muchos años, que si bien rompen récords de taquilla, es muy pobre su contenido y lo único que buscan es vender y vender, (y si no es el caso díganme porque las exhibidoras más grandes del país ya le entraron a la distribución directa comprando proyecciones exclusivas) son películas que muestran muchas veces situaciones inverosímiles que no hacen hincapié en problemas verdaderos y donde generalmente lejos de querer divertir con propuestas sólidas, sólo buscan entretener a base de chistes misóginos y denigrantes hacía el mismo mexicano.
El otro lado de la moneda es literalmente en todos los sentidos, pues por lo general películas que retratan la vida de campo, la vida de comunidades indígenas, ya sea con trabajos de ficción o documentales, vemos una clara intención de involucrar y mostrar algo con un gran valor cinematográfico, nada más hay que revisar trabajos como "El Violin", "A morir a los Desiertos", o la más reciente "Sueño en Otro Idioma", incluso de otras minorias de las grandes urbes como la fenomenal "Somos Lengua" o "Vuelven". películas con una propuesta muchas veces poco explorada en nuestro cine que buscan hacer crítica social desde la exploración de otros métodos, otros géneros, de los que muy pocos se involucran o hacen participes, pues si no se conoce por los medios de comunicación masiva, los que no son tan allegados al mundo del cine, ni por enterados se dan de este tipo de películas, además del gran obstáculo que tienen además de la promoción, con el de la distribución, teniendo muy pocas cintas para exhibir en los cine en comparación a las miles de copias que se hacen de la película en turno de Eugenio Derbez, o Karla de Souza, o ahora de Barbara del Regil.
No estoy en contra de este tipo de cine, la industria es muy grande para todos los gustos, pero los exhibidores y distribuidoras deberían de comprender que el séptimo arte es aún más grande, y la historia siempre recuerda las propuestas que suman a una mejor sociedad y un mejor futuro, todo lo demás se olvida, y lo efímero deja de existir.
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