Producciones "La Vieja Escuela" Presentan:

sábado, 23 de marzo de 2019

As I Was Moving Ahead Occasionally I Saw Brief Glimpses Of Beauty.




Siguiendo a la idea de Francois Truffaut en la que dice que una película se puede resumir a un sólo sustantivo, yo diría que esta película en particular del cineasta Jonas Mekas (al igual que casi todo su cine) se podría resumir como: vida.

El lituano Jonas Mekas es quizá uno de los directores más vanguardistas e importantes del cine en su historia, y sin embargo, quizá en la misma proporción del gran genio que era y de lo importante que fue no sólo en su obra ya fuera como cineasta o crítico, sino lo que hizo por otros cineastas independientes y experimentales en la década de los 70's y lo que logró al crear la Anthology Film Archives, en esa misma proporción de lo que el hombre fue y logró crear, es desconocida su obra y su persona para el público general, incluso para algunas personas que se dedican al cine y cinéfilos de sepa. Tan poco valorada y proyectada era su figura y trabajo por el gremio que hasta hace dos años el AMPAS lo hizo uno de sus miembros, a pesar de ser prácticamente el padre del cine experimental norteamericano, y en el In Memoriam de los Oscares de este año, no le dieron mención.



Pero hablemos de esta película: ¿qué la hace tan especial? ¿Por qué al verla me hizo sentir como quizá ninguna película lo había hecho? ¿Qué hace valioso esta película de casi 5 horas que es en su complejidad, particular y generalmente un trabajo por demás hermoso?

Antes que ser un crítico, un director, un exiliado, un sobreviviente de la Seguna Guerra Mundial y de sus campos de concentración, un viajero, un artista; Jonas Mekas era un hombre de familia, y eso se refleja en esta película. Además de eso en este trabajo Mekas reafirma otra cosa sobre su persona: el gran artesano que era.

Este filme estrenado en el 2000 con partes de película que había filmado en las décadas de los 60's, 70's, y  80's; en la que hace prácticamente un álbum de recuerdos, no sólo de su familia, también de su entorno, de sus amigos, del lugar donde vivía, los lugares donde amó la vida, los lugares en los que pasaba sus vacaciones, pero no es tan simple como eso, aquí es donde se asoma el Mekas artesano, jugando con la película haciendo desde doble exposición o acelerar el carrete, al mismo tiempo que hacía esto visualmente y narrativamente atractivo e interesante, el hombre bien podía montarnos esa hermosa pieza musical de piano que resalta en toda la película, o una pieza de música clásica, incluso jugar con el sonido natural de la película, montar una grabación de la radio, los ruidos que hacía cuando trabajaba en el montaje. Pero tal es tan personal el trabajo de Mekas que incluso lo escuchábamos a él hablar sobre lo que estábamos viendo, lo que él sentía en ese momento, lo que sentía al montar esto, el ver sus recuerdos, sus memorias, bien lo podíamos escuchar recitando alguno de sus poemas, sus pensamientos poéticos, o tocar su acordeón. Podíamos ver a la película con una sobre exposición de luz, o más ensombrecida, como un collage de recuerdos a punto de velarse y desaparecer: fotos, un diario, y todas estas formas posibles con las que él jugaba y recordaba hacen que todos los momentos vistos en esta película y sus 12 capítulos sean totalmente poéticos, sin ningún ápice de tanteo o error, incluso donde parecía que con edición se pudo haber borrado determinada parte que no era "perfecta" hay un enorme grado de composición y aun más importante: hay honestidad, de contenido enriquecedor y poético que nos hacía entender completamente que todo lo que había en la película tenía que estar ahí, confirmándonos que él era un maestro de la edición, un artesano en el más puro sentido de la palabra. Mekas pareciera filmó durante toda su vida estos momentos para empezado el nuevo siglo, como lo dice en una parte de la película donde está montando justo la nochevieja, sea un regalo de lo que es valioso: las personas, los amigos, la familia.



Se nota sin embargo que le causa en la misma proporción de felicidad como de sufrimiento el ver todos estos momentos que vivió en su vida, ver la belleza que él veía a través de la lente, ver desde el nacimiento de sus hijos, sus primeros pasos, a su mujer desnuda en la cama, sus comidas con amigos, sus paseos en bote con Andy Warhol, a su barrio querido, el Soho en Nueva York, las fiestas de los italianos, los domingos en Central Park; todo eso que fue y que lo hizo ser la persona que es, cómo se siente él que está en el centro y está a la vez fuera volando sobre todo, y años después seguiría así mientras montaba esta obra maestra. Pues la vida sigue.

Si aman el cine no hay más, tienen que ver esta película, en la que parece no pasa nada, salvo toda una vida de belleza y de amor, toda la construcción de un ser humano extraordinario que antes de ser poeta, era un artesano, y antes de ser un artesano, era un hombre de familia a la que amaba por sobre todas las cosas, vemos un testamento de amor es esta película, en la que viendo un compendio de imágenes y sonidos hermosos, a su vez se estarán reproduciendo en su cabeza otras imágenes y otros sonidos hermosos, pero estos no serán de la película, sino de su propia historia, de su propia vida. Si aman el cine, tienen que ver esta película.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario