La razón porque hasta ahora les comparto esta reseña, de esta película que en mis redes sociales no he parado de mencionar y chulear es muy simple, es porque esta reseña fue una de las tres reseñas para competir en una convocatoria hecha por el Festival Internacional de Cine de Los Cabos en noviembre del año pasado, pero como no quedé, y de las tres reseñas mandadas esta película es la que más me gusta (o quizá no sea eso, quizá sea porque de las otras dos ya les he hablado por acá o en otras plataformas) decidí compartírselas, más vale tarde que nunca, no?
En el verano de 1999 se suscitó una huelga en la máxima casa de
estudios de nuestro país, convocada por los propios alumnos de la misma
al quererles quebrantar su derecho por ley de tener una educación
pública, libre y accesible, lucha que como todas las luchas llegó a su
fin, cumpliendo en parte con su cometido. ¿Por qué les menciono sólo
esto y no sigo hablando sobre el tema? Porque esta película no trata de
ese acontecimiento, o quizá si, habla sobre este acontecimiento en la
historia de México, la trama se desenvuelve en este hecho, pero si me lo
pregunta a mi, les diré que para mi esta película va mucho mas allá que
sólo una película histórica.
Güeros es una película del 2014,
ópera prima del director Alonso Ruizpalacios, la cual nos narra como
después de que Tomás, joven que por las propias conductas de la "edad de
la punzada" se mete en un problema en su natal Veracruz, es mandado por
su madre al DF (porque en aquellos años aun se llamaba DF, de modo que
yo así la llamo) a vivir con su hermano, al cual llaman Sombra, quien
vive con su amigo Santos, los cuales se la pasan haciendo huelga de la
huelga que se lleva a cabo en la universidad, se roban la luz de los
vecinos gracias a su vecina por lo cual tienen un altercado con el papá
de la niña, y tienen que salir del departamento, pero no nos
adelantemos.
En su tercer día Tomás se entera que Epigmenio Cruz,
ídolo de su padre fallecido y por consecuencia ídolo de él y de su
hermano está internado en un hospital, ellos dos conocen la historia del
hombre, saben que está solo, así que Tomás le exige a Sombra que vayan a
buscarlo para ver como está, conocerlo y que les firme la única copia
de un cassette que les regaló su padre, al principio Sombra no quiere
porque tiene que avanzar a su tesis, pero al final los tres emprenden el
viaje, pasando por muchos de los puntos icónicos del DF, donde se
pierden, se hayan, se mueven por esa gran ciudad que en aquellos años ya
era ese monstruo inmenso lleno de matices, aunque acá sólo los
distingamos con la memoria detrás de ese blanco y negro. En el viaje los
acompaña la voz de la resistencia estudiantil con voz de una bella
mujer quien es amiga de Sombra, Ana, a la cual dentro del mismo viaje
van a rescatar de la universidad para que los acompañe en esta cruzada. Y
el viaje, como todos los viajes nos hacen adentrarnos a nosotros
mismos, así vayamos acompañados, siempre hay cosas que despiertan
en nosotros, el viaje siempre se vuelve introspectivo, y para Ana,
Santos, pero sobre todo para Sombra y Tomás, la vida tendría a partir de
entonces un significado diferente, que si duraría tanto como la música
de Epigmenio Cruz, o se acabaría convirtiendo como el mal humor de un
artista anciano, eso es algo que no se podía saber.
Y es que así
como para estos personajes todo sería diferente a partir de que la
película se acaba, podríamos bien decir que esta película es algo
diferente, no podríamos decir como tal que es un road-movie corto porque
la CDMX puede ser todo menos corta, Ruizpalacios sin duda alguna tenía
muy claro lo que quería hacer con esta película, sabía que tenía el
potencial para hacer una película de arte, en blanco y negro, y con unos
pinches pordioseros, tratando de parafrasear a Sombra. El guión es
pulcro, las actuaciones muy atinadas, la banda sonora, la fotografía
viva o fija de la cámara en movimiento, cada enfoque, cada encuadre, las
frases y situaciones graciosas, la poesía que se narra incluso cuando
no se dice nada, imágenes combinadas con estas inquietudes que todo
joven suele tener en sus monólogos, diálogos, pláticas a veces en
apariencia sin sentido; todo esta como seguramente Ruizpalacios lo
imaginó, y lo escribió, haciendo que el tema del movimiento de la huelga
de 1999 sea sólo un pretexto, un lindo tributo, para enmarcar una
historia diferente grandiosamente contada.
Esta película tiene
muchas peculiaridades que para mi la han hecho de las mejores películas
mexicanas en lo que va de la década. Una película sobre el amor, la
amistad, el lucha, la hermandad, la camaradería, el viaje por el viaje,
sin pensar nunca en el destino. Una joya reciente de nuestro Nuevo Cine
Mexicano.
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