BoyHood
Les mentiría si
les dijera que no tenía rato preparando esta entrada ya, pero la quería tan
pulcra y tan detallada y tan bien escrita para que ustedes llegaran a sentir lo
que me hizo sentir a mi esta película, que por eso me tardé tanto. (Razón por
la cual la fui a ver dos veces al cine, pero más sin embargo no he querido aun
comprar en DVD -lo mismo que me pasa con Interstellar- por miedo a no sentir lo
mismo que sentí la primera y segunda vez que la vi en pantalla grande).
Creo que ya les
había prometido desde hace mucho esta entrada (desde que escribí mi reseña de
la trilogía Before -que pueden leer por acá-) y creo que no es un secreto para
nadie (tanto para quien me lee por acá como para quien me sigue por otros
medios, y los que me conocen de cerca) el gran amor que siento por el trabajo
de Richard Linklater (el director de la película). Y es que siempre nos
muestras unos escenarios y situaciones tan reales pero a la vez quizá tan
difíciles de captar o de observar en la vida real ha excepción que uno sea tan
meticuloso como para buscar y mirar esas pequeñas historias que la vida nos
regala, como ver un par de turistas conocerse en un viaje y ver como sus
miradas parecen encajar igual veinte años después cuando se sigue hablando en
doble sentido y de tonterías que parecieran son lo más importante en la vida (y
que muchas veces lo son), o ver la vida pasar dentro de un vagón de tren
tratando de olvidar algo, o mientras se camina de noche después de salir de
algún bar, o darse cuenta de que uno idealiza lo que uno siente, no lo que es
real, o mirar pasar nuestra propia vida e infancia mientras nos cuentan la
historia de una madre soltera que saca a sus dos hijos adelante después de un
par de malos matrimonios y vemos como se forja el caracter e identidad de un
chico que busca algo más que encajar en el mundo, un chico que busca más que su
destino o lo que va a dejar al mundo, un camino y una identidad, un sello como
tal.
No es nada
difícil verse reflejado en las historias de Linklater, y si no reflejado,
también nos solemos ver como hubiéramos querido vernos en determinado momento,
en alguna ciudad (aunque no sea la misma que él nos muestra) con alguna
persona, incluso nos pone esas palabras en nuestra boca que quizá de haber
tenido la oportunidad nos hubiera gustado haber dicho a alguna persona, como
por ejemplo (me gusta dar este ejemplo cuando lo comento con alguien) esas
platicas que te hubiera gustado tener con tu padre si no lo tuviste, realmente
sientes que eso era lo que él te hubiera dicho y lo que tu hubieras contestado,
o el ver a tu madre matarse trabajando mientras tu la ves como lo mejor que te
pudo haber pasado en la vida y no ves el día que te puedas ir de su lado para
crecer como ella te enseñó, y algún día regresarlo todo lo que te ha dado; ese
tipo de cosas son las que te hacen ver la películas de Linklater, cosas que
pueden pasar, pero que sólo las ves pasar si en verdad tienes el alma de un
soñador.
Para datos más
generales y técnicos sobre la película y dejando un poco de lado lo que esta
pueda llegar a significar para cada uno (quizá a muchos de ustedes no les vaya
a gustar por el simple hecho de que narra una historia sin clímax ni nada
interesante, porque al final de cuentas narra la vida como tal, o se les vaya a
hacer demasiado larga) les comentaré que las actuaciones en general son buenas,
esa amistad y mancuerna que han formado Linklater y Hawke nos permite ver a un
Ethan cada vez menos participativo en el mundo del cine, (hasta este año que
vienen muchas cosas con él, además de un corto que él dirige y que me parece de
lo más interesante) Patricia Arquette que también años tenía sin saber de ella
(la única película que recordaba de ella era Holes donde sale un jovencito
en aquel entonces llamado Shia LaBeouf) y los dos niños (que después se convierten en
jóvenes) que hacen una actuación, que sin sobresalir para nada, hacen lo que
deben de hacer un par de jóvenes de esa edad (pareciera que ni siquiera actuan
y que son ellos, lo cual es donde radica lo mágico y hasta lo genial, pues
están interpretándose a ellos mismos, jóvenes de su edad que viven una vida
como la de ellos, que por cierto la actriz que sale como la hija de Ethan y
Patricia es la hija en la vida real de Linklater). La banda sonora es realmente
una delicia, pues son las canciones con la que todo joven de nuestra generación
influenciado por la música rock creció, canciones que durante la secundaria y
preparatoria fueron también la banda sonora de nuestras vidas, lo cual hace
vernos aun más reflejados en la historia. También me gustó mucho el detalle que
estuviera en el cast la joven actriz Zoe Graham que hace el papel de Sheena, la
novia de Mason y que antes había salido en el video de la canción "The
Suburbs" de Arcade Fire -una de mis bandas favoritas- así como en el documental del disco (dirigido por supuesto por el que los ha hecho hacer una mancuerna más que exquisita a la hora de musicalizar algunas de sus películas, Spike Jonze) Y que nos recuerdan
en una escena donde ella y Mason van en la carretera mientras van a la ciudad a
buscar apartamento para cuando vayan a la Universidad y mientras tienen una de
esas platicas, pareciera sin sentido, el fondo musical es nada menos que Arcade
Fire con su canción Suburban War del mismo disco también llamado The Suburbs.
Una película que
llama la atención de la crítica como tal por su proceso de elaboración, (una
película que le lleva doce años filmando a Linklater, como le llevó 19 años
terminar la trilogía de Before, pero eso ya lo sabían porque ya se los había
dicho), más que por la historia y la película en si. (Y lo cual también se
supone la hace tan galardonada en diferentes premiaciones). Pero por lo que
sea, la película para mi vale mucho la pena por que es una película diferente,
una historia como tantas que merecen ser contadas.
Ya para terminar
les comento que esta no es la primera vez que escribo sobre esta película y
sobre "el director del tiempo real" como me gusta llamar a Linklater
(creo que yo lo he bautizado así). Ya les había hablado un poco al respecto de esta película en esta entrada, pero ahora quiero hablarles de otra ocasión que escribí sobre esta no precisamente acá en el blog, sino por en otra plataforma. Acá abajo les dejo el link de la Revista
Cinéfagos y su edición número 15, donde escribo sobre esta cinta al respecto,
con la que comienzo mis colaboraciones con tal publicación. Ahora si me despido
con una misma frase que me gusta y que siempre suelo decir cuando se trata de
historias como esta, (o como Magnolia, o Cinema Paradiso; historias que si bien
no nos ponen a saltar o no nos hacen gritar, son historias con las que podemos
conectarnos muy profundamente), y dice más o menos así:
"Si bien a
todos nos gusta el cine porque en el buscamos las historias que nos lleven a
otros mundos, otras realidades y nos desconecten de estas, son las historias
reales, con las que nos identificamos y nos vemos reflejados las que hacen del
cine un lazo indestructible con nosotros".
Este es mi
reporte, regresamos al estudio.
Acá la contribución para el blog de la revista:
http://revistacinefagos.blogspot.mx/2015/07/boyhood-momentos-de-nuestra-vida.html
Y acá pueden leer la revista directamente:
Acá la contribución para el blog de la revista:
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