jueves, 16 de abril de 2020
El amor en los tiempos del coronavirus, episodio 3
Estaba viendo esa tonta serie que hacía años le gustaba pero ahora no le causaba la misma satisfacción ni la misma emoción, pero era justo lo que necesitaba en ese momento, estaba tan estresado por el trabajo, por los textos a entregar, por tener que desplazarse todos los días unas horas al trabajo donde no había trabajo, pero lo poco que ganaba ayudaba a para poder pagar las cuentas de lo que significaba vivir solo, hacía días que no hablaba con nadie cercano, por la imposibilidad de hilvanar más de tres palabras cuando hablaba con teléfono con alguien a quien no podía ver a los ojos, salvo los clientes, en el camino no se topaba con nadie conocido, saludaba a los ancianos que miraba en la calle, ignoraba a los jóvenes, y evitaba a toda costa mirar a los automóviles, no quería buscar caras en sitios donde era imposible que estuvieran.
"Ese trabajo te va a matar, no sé cómo lo puedes aguantar", decía la canción que sonaba. La ciudad parecía una zona nuclear, no había nadie en la calle a esa hora, sólo perros, gatos, pájaros, y al otro lado de la calle, caminaba una pareja tomada de la mano y quitándose su cubrebocas para besarse, los miraba y detrás de sus gafas oscuras sonreía. No pensaba ya en ninguna exnovia, la última vez que se había enamorado había sido justamente un año atrás, una amiga que se había ido de la ciudad le había regalado recuerdos muy lindos con soundtracks que implicaban literatura, viajes y mucho cine. Su historial amoroso implicaba relaciones compartidas, relaciones cortas, relaciones con mujeres mayores que él.
De ahí que se sorprendiera pensando precisamente en ella, que ni era mayor, ni tenía una relación (o eso creía), ni buscaba algo fugaz; él mismo no quería algo, no en ese momento, pero recordando el capítulo que había visto una noche anterior de esa tonta serie, se sorprendía pensando en ella.
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