Producciones "La Vieja Escuela" Presentan:

miércoles, 19 de noviembre de 2025

"Después" de Sofía Gómez Córdova: sobre duelos y descubrimientos.





Hay una especie de sentimiento raro que me habita a la hora de estar escribiendo estas palabras para una película que esperaba con muchas ansias poder ver antes de cerrar el año, no sólo porque es de una directora que desde su ópera prima me pareció muy relevante su lenguaje y cuya película puedo considerarla una de mis favoritas mexicanas de la década pasada, sino porque además esta es su segunda película, la primera después de esa ópera prima (Los años azules), pero además me he enfrentado a ese mood insano del hype, ante el cual muy pocas obras ganan, pero aunado a todo lo anterior, Después es una película que ha ejercido sobre mí el ejercicio de la suposición, es decir, que mientras veía la pelicula, todo el tiempo me venía a la mente el pensamiento de: "que habría hecho yo de ser el director".

Ante todo debo decir que, más allá de argumentar internamente y exponer por acá entre los detalles negativos que la película tiene (un montaje confuso que en la mezcla de líneas temporales puede hacer que se pierda más de uno, el tercer acto que afloja y en consecuencia puede provocar el desinterés de más de uno, pero que después hay un entendimiento claro del por qué esa decisión narrativa, y el final final que yo habría desestimado de cualquier plan por lo bien que le pudo haber venido la ambigüedad al cierre e la película, pero que es entendible la decisión de Sofía, además de que hay total congruencia en ese final) y todos los aciertos positivos que se logran, hay un sentimiento unánime al finalizar la proyección en la sala casi vacía. Este sentimiento dice que es una película de resiliencia: es hermosa, pero también es dolorosa, pero también se siente como ese abrazo de amor que alguien te da en un momento de profunda tristeza.

La mirada y el enfoque de Sofía no dista o cambia mucho de Los años azules a Después, pues sigue poniendo el foco de manera muy próxima e intima sobre su personaje principal, incluso por momentos en los que está se siente perdida, o no sabe lo que siente respecto a lo que está viviendo; el foco se pierde y es como si viéramos como ella se experimenta en el dolor, la inquietud y la desolacion: borrosa, desvanecida.

Muchas personas podrían argumentar que a la película le sobra reflector y cámara para el personaje de Carmen (Ludwika Paleta retratada magistralmente en esos primerísimos planos controlados por Ernesto Trujillo), y falta desarrollo de Jorge (Nicolas Haza) y personajes secundarios, pero para mí está sentencia es errónea en lo absoluto, pues desde el comirnzo de la película, incluso desde antes: el trailer, la sinopsis y el cartel, nos señalan que es una película sobre el duelo que vive una madre y como en ese proceso va descubriendo que no conocía del todo al hijo que tanto amo. No es una película sobre un joven en autodescubrimiento, en exploración, que se siente perdido, o sobre los sentimientos de las dos parejas que tenía, o sobre el tío, o sobre el padre; la película es sobre Carmen y como la negación y las capas caen para dejar manifestar la tristeza y el dolor de perder a alguien que amas, de maneras naturales, bellas y genuinas, sin tener que recurrir a extremos dramáticos que quizá impactan pero que pocas veces pueden identificarse con la realidad, aunque cada cabeza es un mundo y los duelos pueden manifestarse de formas infinitas. Sobre todo también hay una ejemplificacion que este velo y la floración de la expresión puede aparecer en momentos y lugares que pocas veces podemos atestiguar, como en la creación de arte y la sanación catártica.

Profundizando un poco más sobre Ludwika y su actuación, que es quien soporta y conduce la narrativa con la que Sofía crea sus historias y su cine (recordemos que Sofía es una de las guionistas más prolíficas y talentosas [generalmente haciendo mancuerna con el también sumamente talentoso Luis Bruo es] que tenemos en el cine mexicano descentralizado), me parece hay una sutileza, una contención y una hondura que sin mucho brillo, intensidad o presencia de palabras (que importantes se vuelven los silencios, la música y el diseño sonoro en la forma en que se nos cuenta la historia, pero también para adentrarnos al mood de Carmen), hace un personaje luminoso, fortalecido con una exquisita y poderosa actuación, que seguramente tocó de maneras muy particulares a Ludwika, pues la hace con su propio hijo en la vida real.

Finalizo comentando algo que me parece trasgiversa de alguna manera lo que la película busca, y el espectador promedio expone por su mirada adoctrinada, sensacionalista y de lectura superficial: muchos usuarios de la red social Letterboxd han escrito que Después vendía a ser algo adicional como la Aftersun mexicana, y me parece que es un completo desatino afirmar y seguir sumando esta apreciación a lo colectivo. No hay nada que asemeje a estas dos películas, salvo por la integración e incrustación de imágenes que vendrían a simbolizar no sólo grabaciones personales en formato casero, sino que además exponen en episodios importantes de naturaleza cotidiana, el punto de vista subjetivo de los personajes. Pero en el fondo de su trama, no hay símil alguno. En todo caso, puedo ver paralelismos más importantes de carácter discursivo con películas como Todo sobre mi madre, The deep end of the ocean, incluso con A ghost story, por muy descabellado que muchos crean mi conjetura.

sábado, 8 de noviembre de 2025

Chicharras, de Luna Marán.





De entrada y quizá lo más importante que puedo escribir sobre esta película tan particular de Luna Marán es que me gustó mucho, que aplaudo su valentía por hacer una película como la que hizo, y que si mucha gente alega que cedió y condicionó muchas cosas que le restan peso a la obra, yo les objetaría diciendo que al menos, contrario al status quo del cine comercial en el mundo en general y en el cine comercial mexicano en particular; Luna hizo la película que quería hacer.

De alguna manera, Luna se sirve de un elemento ficticio que da introducción a la película (elemento ficticio que existe por supuesto y que lleva esa carga dual que expone la historia y que han sufrido poblaciones alejadas de las comunidades mas grandes), y que no lo volvemos a ver en la película más que dos o tres veces (se habla de él, porque la razón de la historia gira en torno a este elemento, pero muy pocas veces vuelve a aparecer como tal), para hacer un retrato muy fidedigno de esta comunidad, de su gente, sus formas, sus costumbres y sus lenguajes, sus problemas diarios y verídicos. Y este retrato a su vez sirve y nos confirma a quienes acudimos al cine de Luna, que los seres humanos no somos tan distintos los unos de los otros: nos enamoramos, bromeamos, cuidamos a nuestra familia, nos gusta la fiesta, nos emborrachamos, defendemos nuestra tierra.

Sí tiene cosas y detalles en su hechura, como algunas faltas perceptibles (dicción no tan pulida, recurrentes miradas a la cámara) de su reparto que la mayoría no son actores profesionales, o en lo visual salta con mucha evidencia una falta de uniformidad en el trabajo de postproduccion de la imagen (que quizá se deba al hecho de haber utilizado más de una cámara, pero no podría afirmar tal conjetura); pero honestamente estas cosas no estorban en la experiencia de lo que vemos, porque la naturaleza y la intención de la historia esta en otra parte. Estas cosas son nimiedades porque, para los que gustamos del cine comunal de Luna y sus colaboradores, podemos hacer esas concesiones.

Uno de los elementos ficticios que me parece extraordinario, es cuando vemos estas secuencias grabadas con cinta donde acompañándose con música (preciosa, por cierto), hay un retrato de la tierra, la sierra, la montaña y los organismos vivos que le integran. Mi lectura que puede ser muy superficial, me dice que en estos lapsos es como si la naturaleza estuviera hablando a través de la cámara, a nosotros espectadores, pero también de alguna manera onírica a los habitantes de la comunidad. Y aquí sí, las secuencias cobran sentido e importancia tanto en su fondo como en su forma.

Muchos podrán decir que la coralidad le puede restar peso a la película y que quizás el salto a la ficción no ha sido la mejor decisión de Luna, pero a mí me parece todo lo contrario: respecto a lo primero, creo que dar protagonismo a más de una voz en esta historia en particular, le da un ritmo y un color que la hace disfrutable, y enternecedora. Y respecto a lo segundo, siento que delimitar el cine de Luna a ficción o documental es no hacerle justicia, pues esta película bordea y salta con naturalidad ambas líneas y uno agradece este tipo de trabajos tan cercanos y con tal franqueza, ficciones tan humanas no se perciben muy seguido, y menos con escenas tan maravillosamente logradas como la reunión de los sabios ancianos.


viernes, 7 de noviembre de 2025

"Mi pecho está lleno de centellas" y "La eterna adolescencia" de Muchachxs Salvajes.





Mi pecho está lleno de centellas - Gal Castellanos.

Introspectivo, confrontativo, catártico, sanador. Hermosa pieza personal de Gal, primero sobre su padre y su madre, y después sobre si. Puro y genuino, sin necesidad de hacer de más.

Dato adicional que hace que me guste más: mucha gente que admiro (como el camarada Pepe Permar) aportó de una u otra manera para que este documental hoy exista, y sea lo que es.



La eterna adolescencia - Eduardo Esquivel.

Lo que se crea a nivel interpretativo con el ensamble actoral es invaluable. Tiene escenas inmaculadas visualmente, enmarcadas tanto con momentos conmovedores, como exponiendo lapsos de melodrama no tan fino.

Su propuesta narrativa es exquisita y asombrosa. Lo que logra Lalo en su paso del documental a la ficción es soberbio (en el buen sentido de la palabra) e impresionante.

jueves, 6 de noviembre de 2025

Mostro (2021)





Si nos vamos por la lectura fácil y la literalidad del título, diríamos que la película se llama Mostro por el nombre de su personaje protagónico, y no sería una idea incorrecta; pero desde mi perspectiva, creo que José Pablo quería contener como en un refractario, muchas cosas que la película trata y retrata desde el propio título.

La película misma, las situaciones y otros de sus personajes son monstruos en sí, que por momentos se esconden, y por momentos se muestran. Caóticos y con una vorágine desquiciada entre sus momentos calmos y sus lados más salvajes. Entre locura y amor. Entre sustancias, explotación, silencios y soledad. De angustias y psicosis. De realidades y posibilidades. De libertades y encuentros.

Todo lo anterior, de manera muy pobre y burda si ustedes quieren; intenta ser un halago para la película del joven Escamilla.

Ojalá viéramos más películas así, descarnadas y viscerales en nuestro cine mexicano. Sus libertades y maneras narrativas (resolviendo de buenas maneras además problemas de diseño sonoro) me recordaron a películas como El editor... QHCDM, y me entusiasma porque es una película que llegó a ser bien valorada en Locarno.

Los monólogos iniciales están extraordinarios. Hacen que el espectador desdobla su atención y ponga a trabajar sus dos hemisferios cerebrales. La narrativa nos reta, busca su propia naturaleza cual bestia embestida, y jamás nos complace, o al menos a mí me da la sensacion de jamás estar seguro de lo que vendrá después en pantalla.

Muchos dirán que de repente divaga y se disocia en su discurso, pero jamás charlatanea con ideas huecas o vacías.

El tema de las desapariciones lo aborda como nadie en México lo había abordado. Hay un recurso dotado de mucha originalidad.

No es perfecta, y qué bueno.
Bravo!

PD. Que mal actor es el señor que hace de servidor en el MP, la verdad.

domingo, 26 de octubre de 2025

"La falla" de Alana Simões: despedidas y buenos profesores.





El documental (ópera prima por lo poco que leí sobre este) de Alana Simões, es una especie de milagro en el ya rancio status quo que apesta a la mayoría de la práctica en el cine documental, si mundial; pero sobre todo Latinoamericano.

Uno no sólo le agradece a esta directora y a esta película particular (y peculiar) el hecho de que sea tan directa y franca, sino el hecho de intervenir prácticamente en nada de lo que capturaba, si acaso puede haber obediencia a una estructura de montaje, pero incluso el documental sugiere y hace que uno piense incluso por momentos en un segundo milagro: el de encontrar la película y su desarrollo en pleno montaje, sin un guion rígido o escaleta de regla o a raja tabla, a la que se somete. Muchos pueden argumentar, con derecho y algo de franqueza, que el documental no tiene nada destacado o sobre saliente en su hechura. Pero su discurso, que acá es lo más importante, hace que todo lo demás ni falte ni sobre, simplemente son elementos y están porque deben estar en la forma en que están. La falla es, por sobre todas las cosas formales y rigidas que puede pedir hoy día una industria audiovisual; un apapacho al corazón.

Vemos a niños jugando, peleando, siendo groseros, chantajistas, incluso siento rechazados y manifestando su tristeza de diferentes maneras; pero que siempre recae y se siente en la catarsis que llega al espectador. Vemos un compromiso y una voluntad en un ser tan amoroso y con verdadera vocación como lo es la maestra Celeste por crear un real impacto con sus infantes a su cargo, desde el amor y desde comprender sus complicados contextos llenos de violencias, abandonos y un pensamiento machista muy arraigado; pero también desde la disciplina y la honestidad, desde la vulnerabilidad y desde el miedo, en un contexto complejo e ideario estúpido cada día más peligroso, malagradecido erróneo e incensato; que encaja, generaliza y cree que hoy día todas y todos los maestros están menos preparados y tienen menos peso de importancia en el desarrollo de las infancias. Vemos una transformación muy sutil en estas almas infantiles de alrededor de 7 años, en los últimos días de convivencia con su maestra, y con el artilugio de la cámara, a través de una película que ellos protagonizan, pero que en muchos sentidos también hacen.

La falla es figurativa, pero también es metáfora. Las grietas son múltiples, ahí están, nos corresponde a nosotros descifrarlas y encontrarlas, no sólo en lo que plantea el documental, sino también en nuestro día a día, y la tesis y catarsis que llega no al final de la película, sino en la reflexión que viene mientras se piensa horas después en ella, y en ese pensar surge el cuestionamiento propio si es que nosotros también haremos algo para tratar de reparar un poquito nuestro mundo, y en el acto hacer lo mejor que podamos para que el entorno en el que vivimos y donde nos tocó desarrollarnos, sea un lugar mejor.

La escena final no sabría interpretarla, pero qué hermosa es.

miércoles, 8 de octubre de 2025

Una batalla tras otra.





Escribir sobre las películas de P.T. Anderson siempre resulta una tarea complicada, pero sin lugar a dudas gozosa, pues siempre hay que tocar varias bases para tratar de dar un comentario redondo y objetivo: filmografía, revisión de historia cinematográfica, atención al detalle conforme al lenguaje cinematográfico. El cine de P.T. Anderson es tan magistral, que aunque se intenta, para alguien como su servidor que ha visto crecer su cinefília con la filmografía del último gran maestro cinematográfico norteamericano, la objetividad se pierde un poco para dar paso al gusto de escribir desde el corazón cinéfilo de un joven de 21 años.

Antes de internarme a señalar y apuntar todo lo que me llamó de "Una batalla tras otra", me parece pertinente mencionar todo el revuelo mediático que ha originado la última obra de P.T., pues me parece que algunos de los comentarios que se han mencionado en las redes sociales, sobre todo por parte de crítica avejentada, e influencers de ideas vacuas, pueden desorientar y hacer que el hype se eleve, para hacer que muchos de los que no conocen el cine de este genio, terminen decepcionados. En el sumidas cuentas: me parece que los comentarios generales de la película son o exagerados, o mal leídos.

Hay muchos influencers (no pienso generar tema dando nombres a personalidades que honestamente no me agrada su contenido) que la han mencionado como la mejor película de este siglo, lo cual no solamente es una grosería para las mejores películas de P.T. (la pelea por esta distinción siempre versa entre tres películas), sino para la cinematografía mundial en general. Sólo mencionar una película como Amour de Michael Haneke, hacen que uno se de cuenta que ese comentario es completamente exagerado. Otros la han mencionado como "La mejor película del año", y en este comentario quizá no podría discutir mucho en el sentido que, por la cercanía y vigencia de lo hecho en este 2025 estas declaraciones subjetivas de muchas personas no se podrían discutir en el sentido de que si para ellos es la mejor del año, esta bien, sin aseverar que es la mejor película del año para todos, como podría ser la declaración de "La mejor película del siglo" cuando hay precisamente un bagaje histórico que si podríamos cuestionar. En todo caso mi opinión ante la idea de que "Una batalla tras otra" es la mejor película del año", haría falta hacer una revisión exhaustiva del panorama cinematográfico mundial antes de dar una opinión de estas, y justo es otro de los problemas en los limitados comentarios de muchos influencers, o de las personas influenciadas por estas personas: pues además de que estas personas van invitadas por las productoras y distribuidoras de la película a ver en un estreno especial o alguna función de prensa, además de recibir regalos o pagos por ello; lo cierto es que ellos sólo ven generalmente cine de industria, y en un gran porcentaje, de la industria hollywoodense. De modo que para cerrar esto, puede ser posible que la película sea la mejor película de la industria norteamericana del año, y conecto con otro asunto muy importante.


Sin duda alguna "Una batalla tras otra" ha sido la película más publicitada de P.T., cosa que en consecuencia hará que sea la película más taquillera de su filmografía, aunado con el más que atractivo reparto; pero también hay que decirlo con todas sus letras: es la película menos demandante narrativamente de Anderson, lo cual para nada quiere decir que sea menos. Ahora me explico.

Quizá debería de partir este párrafo escribiendo una sentencia que no creo haya alguien que lo pueda cuestionar: P.T. Anderson no tiene en su haber película mala (10 largometrajes, 1 mediometraje documental [que no sé por qué razón no se habla más de este] y algunos cortometrajes y videoclips). Quizá algunas son menores que otras, pero ninguna es mala. Ahora, el hecho de que "Una batalla tras otra" no sea tan demandante narrativa o/y discursivamente como "El maestro", "Petróleo Sangriento" o la extraordinaria "Magnolia", no la hace una obra menor en lo absoluto.

P.T., hoy día un veterano de esa maravillosa generación del '90, sabe con una perfección y maestría como se debe dirigir una película que le guste no sólo a sus adeptos, sino también al público en general, con una construcción de personajes complejos, con honduras y visceralidad que viene asentada no solo desde el guion, sino desde el conocimiento de lo que el actor elegido puede dar a su personaje. Es un director que sabe presionar hasta donde debe: sin recurrir a la figura del arrogante genio todopoderoso, pero tampoco desde la displicencia y condescendencia. En esta narrativa desde la posición segura de un maestro, siento que P.T. por momentos cae en un desarrollo de situaciones que si bien están perfectamente orquestadas, hay mucha base segura que pisa (como lo es el inicio que por momentos me hacía creer que estaba viendo una película de dos de sus compañeros de generación más talentosos: Tarantino y Nolan, justo hasta la parte en que se encuentran Perfidia y Lockjaw; ahí se introduce el P.T. que yo conocía en el 2010) lo cual hace que en esos momentos yo no vea al genio creativo y propositivo que nos regaló películas como "Boogie nights", "El hilo fantasma" o "Embriagado de amor"; aunque también si consideramos el género principal que define a la película, se comprende que haya mucha llanura o carretera recta, para enaltecer aún más picos telúricos en el vórtice, esas subidas inesperadas.


Un elemento por demás palpitante y que P.T. es de los pocos genios que lo lleva a la maestría y al límite (y con ello a nosotros) es la OST. Todo el tiempo esta la presencia de la magnífica pieza musical creada por el también mega talentoso Jonny Greenwood. Un acompañamiento perfecto que nos introduce a todo el feeling y timing que P.T. ya propone desde el argumento y el desarrollo de la trama. Este poder que P.T. manifiesta desde el score lo podemos ver en las dos mejores escenas de la película, donde somos testigos una vez más de los alcances y dominios que tiene P.T. narrativamente del lenguaje cinematográfico: el de la redada a la tienda del sensei, y la persecución en la carretera. Una singular orquesta con un tempo perfecto y desquiciados donde nada, absolutamente nada sobra y nada falta: duración de planos, campo de profundidad, milímetros de tercios, diálogos involucrados (o no); en fin. Un todo en unos satisfactorios minutos que se disfrutan endiabladamente en una pantalla grande.

P.T. hace una película perfecta, equilibrando la finura narrativa desde la escritura hasta el conocimiento del cine que a todas las personas les puede gustar. Hace una película de manual en muchos sentidos, con chispazos de creatividad que han identificado a su cine durante tres décadas. Esto hace en automático que sea una película con bastante consideraciones para la temporada de premios, donde seguramente lo veremos brillar a él, su crew y a su cast, sobre todo a Sean Penn y a Teyana Taylor (a mi consideración), pero sin dejar de lado las increíbles actuaciones de Leo, Benicio, oncluso ber de vuelta al panorama de muy gratas maneras a una Regina Hall; y la luminosa aparición de Chase Infinity que se ha vuelto en un grato descubrimiento más que le podemos anotar al maestro P.T.


Finalizo sólo recalcando una cosa que ha sido un común denomi ador entre los detractores de la película, que han sido pocos, pero que son peces gordos de la pluma crítica dentro del cine, como el maestro Boyero. Y es que se le ha cuestionado que P.T. crea un relato más superficial que ha realizado, sin hondura discursiva (incluso muchos lo han tachado de rojillo o izquierdista, lo cuál se me hace la lectura más simplona que se puede dar a la película) y sin creatividad constante salvo por los dos (muchos consideran tres) chispazos que tiene en tiempos marcados (supongo que no les quedó del todo claro el género de la película y sólo se dejaron llevar por el particular humor que maneja) de los tres actos de la película (que para mi en realidad la película la podríamos diseccionar en seis partes particulares e importantes, y quizá en su momento escriba puntualmente sobre cada una de ellas, pero ahora no); incluso argumentando que directores realmente legendarios y octagenarios han sido más valientes y arriesgados con su cine como Ford Coppola, Scorsese y el buen Jerzy. Ante todas estas lecturas, que las respeto y las valido porque hay un grado de valor y veracidad en lo expuesto en ellas, es que me parece se debe ver el panorama completo, pues si bien a un artista siempre se le debe de juzgar por su última obra, hay dos verdades en torno a P.T. y a la misma película: lo primero es que si revisamos detenidamente la filmografia de este director, vemos una constancia palpable de su calidad discursiva, argumental y técnica en todo su cine, explorando distintas historias, honduras y géneros, haciéndolo uno de los autores más consistentes de los últimos treinta años del cine hollywoodense. Y lo segundo es que, si bien puede ser una de las películas con menos finura del genio Anderson, si lo comparamos con el panorama actual del cine hollywoodense, se lo lleva absolutamente de calle, y en automático el espectador promedio o la audiencia general creerá (y que bueno que así lo crea y se reconozca a este capo) que está ante una obra maestra.

miércoles, 1 de octubre de 2025

El gran viaje de tu vida: las puertas que somos.





Empezaré este texto haciendo referencia a la recepción general de esta pelicula: a mucha gente no le gustó. Dijeron varias cosas que quizá si rozan en la razón, y otras que honestamente son disparatadas, una lectura muy superficial, o simplemente no le saben a lenguajes y géneros cinematográficos. El asunto es que ninguno de los comentarios leídos, los que busque leer y los que llegaron sin buscar; impidieronque pudiera ver la nueva película de uno de los directores contemporáneos que yo más respeto: Kogonada. 

Con sólo dos películas en su haber, Kogonada conquistó mi corazón cinéfilo con películas enternecedoras discursivamente y hermosas e inteligentes narrativamente, además del hecho de que he tenido la fortuna de ver ambas en la pantalla grande: Columbus en el Festival de Cine de Los Cabos 2018, y After Yang (en su cuarto visionado quizá) hace unas semanas en la Cineteca de mi ciudad en donde tuve la posibilidad y la fortuna de poder programar, en funciones muy peculiares que también ejemplifican hacia donde dictará la tesis de este texto: ambas con tan pocas personas que podría contar con las palmas de mi mano, y con algunas de esas personas durmiéndose; lo cual puede traducirse en que el cine de Kogonada no es para cualquier persona, incluso su película más comercial como vendría a ser esta.

A big bold beautiful journey (título original) no sólo significa el salto de Kogonada (o acaso una intervención que le asegure financiamiento para futuros proyectos más autorales) al cine comercial, mainstream, o de Hollywood; con todo lo que eso conlleva e implica, sino que también significa la primera película que él no escribe, y lo menciono de esta manera porque no puedo decir en toda la extensión de la palabra que esta sea una película de encargo. Ahora me explico.

Con un guion escrito por Seth Reiss (alabado por mucho con su guión de "The menu", que lo cierto es que a mí me pareció muy básico con twists leídos de acá a la Luna) Kogonada lo hace suyo, o al menos se leen muchos gadgets muy de su cine, y eso precisamente es lo que más explota.

La dirección técnica sencillamente es igual de hermosa que las películas antecesoras de Kogonada, pues es un hombre que le aprendió al cine de los más grandes maestros de este arte. Hay guiños a las formas (sobre todo en los planos y las secuencias), de Ozu, Kurosawa, Ford, Howard, Demy, Donen, von Trier y Gondry. En lo visual, la fotografía es excepcional, Benjamin Loeb destaca de sobre manera la luminosidad y la belleza de cada elemento en cada uno de los fotogramas: locación, diseño de producción, y obviamente los personajes y los actores que los interpretan, que ahora vamos con ellos.

Una de las cosas que yo más temía de esta incursión de Kogonada al cine de blockbuster y presupuesto descomunal, era el hecho de que tuviera una actriz del perfil de Margot Robbie, y no por el hecho de que sea una mala actriz, sino porque por su perfil actoral y el cine de Kogonada, no veía compatibilidad, pero lo cierto es que no sólo me calla la boca, sino que lo hace maravillosamente, luciendo más radiante que nunca, y la química que desprende al lado le Colin es vibrante, que conoce lo que Kogonada crea, y todo lo que sus personajes lo pueden hacer explorar interpretativamente. Ambos personajes, tienen mucho de los personajes de Columbus, incluso refuerzan mucho uno de los discursos mas importantes en el cine de Kogonada: todos nos podemos sentir perdidos (más no perdedores) en el camino, son importar la edad que tengamos. Los actores de reparto (sobre todo Phoebe, Jolie en la voz de GPS y el gran actor Kline) también son singulares y están llenos de un carisma incomprendido por los personajes principales (y una importancia que no se permitieron ver los críticos duros), pero que a mi parecer sirven como guías y cómplices para que ellos sigan ese camino de conocerse a sí mismos para conocer al otro, y como compañeros para que el espectador no se pierda y entienda lo que acá está pasando.

El concepto de las puertas en la película es en demasía importante, no sólo por lo que pasa de manera interna en la historia y su entramado, donde nos lleva a momentos importantes en la vida de estos dos personajes y que los definieron para ser lo que son y llegar a donde están, sino que también hay un mensaje muy claro por parte de Kogonada, pero que está escondido entre líneas como el cinéfilo de hueso colorado que él es: las películas también son puertas en nuestra vida. Hay una tendencia muy particular en cada una de las puertas con referencia a influencias cinematográficas que tiene el norteamericano de ascendencia coreana (de ahí que me parece descabellada la idea de las personas que escribieron de manera muy vacua que la película era un torpe intento de musical. Incluso le puedo encontrar cosas de HIMYM, pero nada de La la land), y si bien hay una medida general que predomina en toda la narrativa de la película, no hay que abrir mucho los ojos para darse cuenta que cada una de las puertas, tiene una forma y un propósito, tanto para la trama de la película y lo que viven los personajes, como para nosotros.

Dentro de las debilidades que se notan en la película, unas fuera del control del director, y otras que sí le competen, están muy visibles por una parte los diálogos de los protagonistas, que por momentos si buscan el efectismo a través de frases muy superficiales que buscan una profundidad que muchas veces no llega de forma natural y se tiene que valer de la música (elemento por demás dominante y atractivo) o de la magia de todo el elemento visual desplegado en la escena. Y también lo que muchas veces no juega a su favor, es el lenguaje de videoclip que si suma, pero creo yo nos privó de lo que se pudo haber logrado a través de una mejor distribución de tiempo uniforme entre todas las puertas, y lo que nos podría haber dado un mayor desarrollo más natural entre David y Sarah. Incluso podría decir que de haber llegado el metraje a los 120 minutos, yo lo habría agradecido enormemente. Y al respecto del comercial a Burger King, lo cierto es que a mí no me molestó tanto. Vamos, que hasta Wong Kar-Wai lo hizo para Heineken en una de sus películas más celebradas y una de mis favoritas.

Finalizó este texto comentando la singularidad entre una película de la big industry y una película indie en toda la extensión de la palabra: como antes lo comenté, de haber pasado a tener funciones con un número menor a diez personas, en contextos especiales como un Festival de Cine y la programación personal en una Cineteca; en esta película estuve acompañado de alrededor de 30 personas, en su segunda semana de proyección, con la agradable sorpresa que hace mucho tiempo, no veía una película en completo y absoluto silencio y oscuridad.

Kogonada entrega una película en la cual se permite experimentar en formas narrativas que muchos no comprenderán y se perderán, y confirma al menos para mí, que es un director que sigo queriendo ver en la pantalla grande, aunque en esta ocasión su cine no me haya hecho llorar con las dos veces pasadas.

domingo, 28 de septiembre de 2025

#SelecciónOficial del #Pa1omaTr3ce





Este año decidí dejar un poco de lado mi figura como director del Festival de Cine Paloma Itinerante, para atender lo que realmente me trajo de alguna manera al mundo cinematográfico: la crítica.

El siguiente ejercicio lo hago con todo respeto para las y los realizadores que este año participaron en la #Selección Oficial del #Pa1omaTr3ce en el que me permito hacer un muy breve análisis de sus trabajos con un enfoque meramente crítico, y me permito hacerlo en el sentido de que, si bien soy el director del Festival en el que sus trabajos participaron, yo no formé parte en ninguno de los procesos de su Selección, ni como equipo de Programación, equipo de crítica o equipo de jurado, por lo tanto las opiniones que yo exprese son totalmente ajenas a estos grupos, así como al mismo Comité Organizador, que es conformado por tres personas además de su servidor.

Por lo demás, cierro estas palabras comentando que también hago este ejercicio para que la gente no crea que sólamente se criticar o hablar mal de trabajos y cortometrajes que no participan en el Festival que yo dirijo. Sin más, comienzo.


*Acá el enlace de mi lista rankeada en Letterboxd:
https://letterboxd.com/johnnyantuhap/list/seleccionoficial-en-competencia-del-pa1omatr3ce/


Hacia el progreso.
Realmente valioso el rescate de material de archivo (found footage) y lo que se crea con este a nivel conceptual. Me agradó el humor que maneja. Recuerda muchísimo a los infomerciales cinematográficos de la década de los 40's.


Amado hijo.
Loable y destacable trabajo de animación. Una historia linda, con una colorimetría apropiada a mi parecer.


Lenguaje del amor.
Con lo destacada y reconocida que es la figura de la directora de este cortometraje, me parece ya no se puede permitir errores tan garrafales en cuanto al sonido se refiere. Sigo creyendo que no sabe dar finales, con este que, además de redundante, pareciera es excusador. Lo que siempre le reconoceré a Allis son dos cosas de manera más que positiva: la buena actriz que es, y que se atreva a salir de su zona de confort.


La niña de mis ojos.
Sigo convencido de que es uno de los trabajos más perfectos de los últimos años del cine duranguense, sobre todo con ese alucinante trabajo visual propuesto desde la cámara.


Besos prestados.
Uno no puede más que aplaudir y ponerse de pie ante un director que no sólo muestra sus influencias con orgullo, sino que además las hace suyas sin ningún mote de plagio o ínfulas de genio, y con una propuesta e historia muy de él. Además, me agrada que una vez más, el personaje protagónico en un cortometraje de Rafa, se llame Juan.


Lo último que escuché de Samuel.
Lo que se puede conseguir cuando uno está seguro de lo que quiere contar, y hay una inspiración que empuja muy cabrón detrás, como puede ser el amor a la obra de un autor inmarcesible. La tensión, la evocación y como involucran al espectador con sólo crear una atmósfera particular a través del excelente trabajo sonoro, y una sola locación, es formidable. Quizá lo único que yo vería con malos ojos sería la iluminación, pero sé que es requisito de este género cinematográfico.


Hablando con un monstruo.
Quizá Brandon no sea el mejor autor, pero es un excelente realizador, y es un verdadero gusto ver su crecimiento en lo cinematográfico.
Lo que yo más destacaría de este cortometraje suyo, sería la osadía, la valentía y la creatividad de experimentar con lo visual y lo sonoro, con todas sus capas y posibilidades.
Lo único que quizá yo cuestionaría, sería el montaje propuesto muy de producto de encargo por parte de una plataforma de streaming. Si los segmentos de entrevista hubieran sido un poco más concentrados, se habría tenido un dinamismo más apropiado. Brandon demuestra que es un director capaz de hacer un gran cortometraje valiéndose de muchas personas y muchos recursos y elementos narrativos, pero yo espero que no se olvide que también es un director capaz de hacer excelentes trabajos cuando los hace solo, de manera artesanal, metiéndole mucha creatividad y corazón, a pesar de lo que otras personas le puedan decir o puedan pensar.


Siluetas nocturnas.
Cortometraje que, a pesar de lo enredado que puede parecer por momentos la trama, así como su narrativa y su montaje; encuentra su mayor virtud en el personaje del perseguido, y en la ambigüedad de su argumento y desenlace.


domingo, 24 de agosto de 2025

Breves comentarios sobre "Las niñas de los duraznos".





La sutileza de los lenguajes, lo poderoso de los mensajes y lo orgánico de cómo es impecable la comunión fondo/forma, hace que esta película sea una obra extraordinaria y perfecta.

Tiene el poder evocativo de hacerte recordar y revivir propios pasajes de la infancia, y cómo eran las dinámicas familiares, sobre todo a finales de siglo pasado: el defecto familiar de querer hacer crecer de manera forzosa y abrupta, la crueldad inofensiva y sin malicia de los hermanos mayores, y el machismo imperante que permea en todos los ámbitos de la vida.

Lleva con detenimiento el desarrollo de la historia.

La figura observadora, curiosa y taciturna de Valentina, le da un halo de enigma y misterio a la película. Hace que te enganches de inmediato a su particular personalidad.

La narrativa de Deniss es valiente y plausible, pues en determinados lapsos que parece que no vemos nada, lo escuchamos todo. Descubrimos, a ratos viendo, a ratos escuchando.

Hasta cierto punto de la película donde todo es ajeno a Valentina, nosotros vemos lo que sucede a su alrededor, pero sobre todo lo que se dice, y en esos momentos también percatamos, además del gran trabajo de cámara y sonido; lo poderoso de todas las actuaciones.

Un tratamiento de luz naturalista que la fotografía remarca de manera impecable. Lo que logran a nivel imagen, es realmente brillante, matizado y hermoso.

Se le podría asociar cierta similitud en una de sus líneas argumentales respecto a las tramas que aborda, con la película Abel (Diego Luna, 2010), pero el tratamiento narrativo de naturaleza contemplativa que emplea Deniss (que además de detallista, es atenta y que para nada demerita su propuesta rítmica, para aquellos que puedan quejarse de que es muy lenta, y que para nada lo es), es atendido desde una perspectiva totalmente distinta. Mientras Diego lo hace desde el humor dramático, Deniss fija su mirada y su escritura en un enfoque además de realista, atendiendo el impacto sobre cómo la ausencia de un engrane importante de la familia, puede dar a otro miembro de esta, a veces el menos esperado, un lugar que ocupar cuando quizá siente que no encaja, aunque antes no tuviera o sintiera la necesidad de hacerlo. En muchos sentidos, siento que explora algunos de los estudios que Freud firmaba sobre las infancias, pero lo expone con una atención puesta desde una visión para nada simplista o condescendiente, sino totalmente elegante y certera, sin rodeos ni lugares comunes.

Percaté (o eso quise ver yo) paralelismos con el cine de autores que en lo personal amo. Más allá de que si hay algo de Sofia Coppola en este grupo de hermanas (los uniformes del instituto), lo cierto es que quizá es el menos importante, o el más fácil paralelismo a detectar, pero lo que logra a través de lo que para ella significa y es el cine, y lo que seguramente le ha aprendido al cine de otros autores, es realmente precioso: está Reygadas, Tarkovsky, Martel, Erice, Saura, Bergman, e incluso sentí algo de la cadencia del cine de Rohmer.

Deniss está en otro nivel. Su cine, juega en otra liga. En definitiva, la cineasta y autora más importante hoy día del cine duranguense.

miércoles, 20 de agosto de 2025

Pensamientos derivados de "Tú me abrasas".





No somos obra de los dioses, sino de los microbios muy sensibles.

¿Qué sería del cine argentino sin el recurso de la repetición en la obra de Matías Piñeiro? Probablemente un ente incompleto.

Una vez más el autor argentino hace una película que lleva al límite el lenguaje cinematográfico y la involucración del espectador. Una redefinición del voyerismo.

Jugamos a rozar las cosas.

"Tú me abrasas" es como un diario de viaje buscando la vida, y en el acto esa búsqueda, se convierte en una película, y la búsqueda de esta a través de unos poemas (o fragmentos de poemas en su mayoría) de Safo y el capítulo "Espuma del mar" del libro "Diálogos con Leucó" de Cesare Pavese, crean a partir de su puesta de cámara ante el mundo real, y que se transforma en el registro de la lente, la luz y la textura de la película.

¿Qué es un deseo que se esfuma? [...] Deseo y después busco.

Las imágenes capturadas por la cámara son de naturaleza cotidiana: paisajes en plano general, páginas de libros en primeros planos, dos mujeres (la propia Sago y Britomartis, que a su vez pueden ser muchas mujeres que se encuentran en el viaje que es la vida, y que siempre han sido de vital importancia en el cine de ficción de Matías) que parece charlan en lo cercano y en la distancia. Pero el montaje (y unas preciosas piezas musicales que aparecen de vez en vez) eleva dichas imágenes a un estado de arte en esencia pura.

Y si no sentís amor
pronto querrás amar
aunque no te correspondan


Matías recrea mitología griega en nuestros tiempos, porque la historia y la vida; son repetición.

-Entonces, ¿aceptas el destino?
-No lo acepto, lo soy. Nadie lo acepta.

domingo, 3 de agosto de 2025

Un techo sin cielo, de Diego Hernández.





Sobre nuestros duelos, esos que nos recordamos, y lo que heredamos de nuestros padres: perder nuestros recuerdos, guardarlos en una caja.


Luego de hacer una película a su yo universitario (Los fundadores), a su madre (Agua caliente), y a su ciudad (El mirador); Diego hace de Un techo sin cielo, una película para su padre fallecido, del cual ya sabíamos no sólo por Agua caliente, sino también por Callejones (cortometraje, 2023). Pero además de ser una película dedicada a su padre, es muchas cosas, y entre esas muchas cosas, su mejor película al momento.


En esta película Diego sigue asombrando e impresionando por el dominio que tiene para desdoblar el cine: hacerlo a su antojo, moldearlo, sin barreras, sin límites. Un cine total y completamente libre. 

Por momentos, y sobre todo en la primera parte, mientras el discurso sonoro cuenta una historia: la historia particular de la película; el discurso visual se mueve por otras líneas narrativas: códigos, claves, símbolos y metáforas que cuentan la misma historia, pero de manera distinta, en otro plano, y que en muchos sentidos se puede descifrar solamente conociendo la obra de Diego, porque si: por sobre todas las cosas, Diego es un autor. Por otros momentos, la narrativa es más formal en cuanto a las bases de la ficción, porque si bien nos sumerge nuevamente al igual que en sus películas anteriores, al juego de querer sabes que es ficción que es real, acá se marca que todo en la forma, aún con su naturalidad, es ficción; y el fondo con lo que este retrata y expone, son cosas reales, personales y valiosas en la vida de Diego: su historia.

En todo lo que tiene que ver con la forma, los dos personajes principales que sufren cosas completamente distintas física y anímicamente, con los que empatizamos sin ver demasiado; son acompañados de planos bien pensados, composición perfecta y elevadísima en lo visual, imagen honesta, sin tanto artificio, y en cuanto a la iluminación hay un trabajo sutil y un tratamiento natural, incluso en interiores. Las dobles exposiciones y las transiciones lentas son la muestra del elevado lenguaje cinematográfico que Diego no teme en explorar y experimentar y que viene perfeccionando película a película. El sonido es impecable, el diseño sonoro, perfecto; y la música (que Diego decide utilizar por primera vez en su cine) es profundamente hermosa. 

El fondo y las intenciones arguméntales que acompañan a la historia y la necesidad de Diego de hacer una película para su padre, toca temas muy importantes como las escasas oportunidades de los jóvenes adultos en materia laboral cuando se dedican al arte, la presión de los más adultos y su “echaleganismo”, lo vacías e inservibles que son las herramientas del emotional coaching, y la tirisia; pero con ese humor que Diego maneja en todas sus películas a la perfección: un humor de personas reales, que también muestra y contrasta, palpando de manera implícita el dramatismo de vivir estas cosas. 

Hay dos momentos sumamente bellos y poderosos al final de la película, que conectan con el principio de la misma y con otros dos que son arte en su máxima expresión: el primero, cómo termina y empieza con un blue screen, que además de haberme recordado la pieza de Derek Jarman (hay otros elementos que sin mencionar para no hacer spoiler alguno, me hicieron recordar a Godard y Varda), me hizo precisamente pensar en el estado anímico muy cerca a la depresión que estaban pasando Diego y Liz, manifestado extrapoladamente. El segundo, como la película muy tempranamente, luego de que Diego saca la caja, vemos esos planos contemplativos y de una carga visual potente, mientras escuchamos a Luz y Diego charlar, y justo antes del final, cuando luego de encontrar aquello que los cura a ambos precisamente dentro de la caja, los vemos platicando, pero ya no los escuchamos, escuchamos al viento, al cielo, a una campanita que bien podría simbolizar a su papá, como también lo suelen simbolizar las nubes. 

La puesta en escena del final, es preciosa. A uno lo deja sin palabras, y la forma en que Diego lo captura a dos cámaras. 

Finalizo diciendo de manera muy honesta y respetuosa, que Diego hace el cine que yo mientras duermo, sueño hacer. 

jueves, 31 de julio de 2025

Películas de julio


La película
El proceso de hacer una pelicula sobre el proceso de querer hacer una película, mientras se cumple el sueño de cumplir un sueño histórico e independiente.

Detrás de lo hilarante del tono, y acompañado de la propuesta fresca y la manufactura honesta; hay un discurso bien interesante que desarrolla esta película y que toca temas como la banalidad en la industria del cine mexicano, la pedantería de realizadores medianos solo por haber estado en festivales o ser egresados de escuelas prestigiosas, y el chovinismo de querer hacer cine a lo Hollywood y despreciar nuestras historias muy cercanas, y el hecho de que definitivamente hacer un largometraje es de tener tremendo valor, una historia tan fuerte y personal que te haga trabajar por ella, y en el acto caer en cuenta de que no cualquiera puede hacerlo.

Todo lo mencionado se presenta sobre todo en los dos primeros actos, ya que el tercero me parece decae un bastante, y el final final lo que es para mi sobra, pero se presta para interpretaciones interesantes.

Definitivamente, la película que más me ha hecho reír en este 2025


Materialists
'Los materialistas' es muchas cosas, algunas tan complejas que para escribir correctamente sobre ella tendría que volver a fumar (idea que no descarto del todo, pero a la cual no podria ponerle fecha). Pero aterrizando ideas muy generales, acá puedo dar algunas líneas de lo que me ha parecido:


♡Aunque no se parecen en lo absoluto, algo en su hechura me hizo recordar a Stockholm de Sorogoyen. Quizá por su narrativa y su punto de quiebre, que si bien sí es una historia escrita y articulada desde el guion en tres actos, tiene dos partes bien marcadas.

♡Lo que queremos. Aceptar para ser aceptados. Los cálculos contra el amor. Sobre las reglas del amor. Son sólo algunas frases en las que pensaba mientras veía la película.

♡Me gusta su apertura y su cierre.

♡Me gusta la ausencia de arreglos musicales en los momentos más íntimos y románticos, lo cual la hace diferente a cualquier rom-com genérica, aunque sí sea una rom-com, pero sostenida de su guion y una particular filosofía y visión del amor por parte de su autora. Me gusta la personalidad fotográfica cambiante de acuerdo a sus dos protagonistas. Dakota, cumple; Pedro, destacado; Chris, el más dotado a mi parecer.

♡No sé si sea mejor que la pieza antecesora de Celine, o si le gustará en lo general a los que les gustó Past lives; lo que si sé es que, contra todo pronóstico, a mí sí me ha gustado más 'Los materialistas'.


Apocalipsis en el Trópico 
Si de por si los evangélicos me dan miedo, ahora ver lo que pueden llegar a hacer con cargos de poder, influencia y un mandatario en la presidencia de un país que fomenta el racismo, la xenofobia y el asesinato solo por pensar diferente, me dio terror; porque si, esta es en muchos sentidos una película de terror.

Petra tiene un atino en conducir y atender la narrativa de este documental, narrado por ella misma justo por la proximidad con la historia y porque es notorio la importacia que tiene por las causas sociales de su pais; con una pulcra propuesta entre la poética, la contemplación, e incluso diría yo la filosofía teológica que aporta desde lo visual. Puede ser una produccion muy a lo Netflix, pero el perfeccionismo acá si viene acompañado de un discurso bien elaborado y nada complaciente. Lo que Petra registra, y rescata de material de archivo, es profético en muchos sentidos, era algo que pareciera estaba destinado a pasar, lastimosamente, y por ello, Petra no disfraza ni edulcora en lo absoluto, metiéndose incluso en su momento a la boca del lobo. Una pieza valiente que muestra que ni religión ni política son malos, sino las personas que unen estas dos fuerzas para fines ambiciosos, deshonestos y malintencionados.

Que vergüenza me da ese sector brasileño que votó y defendió a un personaje como Bolsonaro.

jueves, 12 de junio de 2025

Brevísimo comentario sobre "Los destellos"





La posibilidad de huir y no hacerlo, por el amor a los tuyos sabiendo que te necesitan.


La más reciente película de la siempre y más que interesante @pilar_palomero muestra una capacidad muy femenina (que suelen poseer casi todas las mujeres, porque no me gusta generalizar) de aguantar todo (o casi todo), todo el tiempo, en pos de acompañar a los seres amados hasta el final, hasta donde tope. 

De narrativa sencilla y un drama simple pero sofisticado, la historia nos habla sobre la finitud de la mortalidad y como apapachar en ese proceso a quiénes fueron parte de nuestra vida, y lo siguen siendo; pero no con la misma presencia que al principio de su historia compartida. Se entiende perfectamente porqué la película se llama #LosDestellos pues logra momentos de abrumadora belleza, tanto discursiva como visualmente, que uno queda rotundamente conmovido. 

La película tiene una valía importante, sobre todo por las actuaciones que podemos apreciar y que representan personajes muy humanos. Isabel, el personaje principal, en manos de #PatriciaLópezArnaiz, hace que todo parezca real, y eso es triste, pero también hermoso. Una creación hecha de matices, bondad, empatía y encanto. Un amor total.

lunes, 2 de junio de 2025

Anna y Dante.

 




El 2024 fue un año por demás prolífico en cuanto al surgimiento de nuevos obras cinematográficas en Durango. Alrededor de 40 trabajos, tanto cortometrajes como largometrajes figuraron y se proyectaron en distintos festivales tanto duranguenses, como nacionales e internacionales.


De todos esas obras, pocas fueron las que su servidor no pudo ver precisamente el año pasado (según mis cuentas, tres cortos, tres largos), y precisamente "Anna y Dante" fue una de esas pocas películas, y me da gusto que, a mi parecer una de las películas de mayor propuesta, valientes y mejor producidas del cine duranguense, sea uno de mis últimos visionados de esas películas del 2024, y por ende; una de las últimas películas duranguenses de las que escribo.



Cuando un embarazo inesperado amenaza con desmoronar sus sueños, Anna y Dante deben enfrentar sus miedos más profundos en un oscuro apartamento de Durango, guiados por un joven estudiante de medicina, para descubrir el verdadero significado del amor y la madurez.



La película abre con una frase que reza más o menos lo siguiente: "Basada en una historia real sin nombres pero con verdades". Esta frase, y la escena onírica con llamas, sangre y Dante (Juan Carlos Valdivia), que inmediatamente identificamos proveniente del inconsciente de Anna (Catherine Avila), ya nos dictan de maneras muy finas y simbólicas mucho de la película: hacia donde se dirige, pero también de donde viene.


Dentro de los fondos, uno agradece que Carlos, toque un tema de la manera que lo toca, tomándolo con la naturalidad de una persona que sabe que estas historias existen y son importantes, y que pareciera ficción que hoy día jovencitas se juegan la vida por no tener las seguridades que el estado debería de proporcionarles, cuando están seguras que por una u otra razón, no podrían ser las buenas madres que algún día les gustaría ser, y que tampoco tendrán hijos sanos por la misma razón. Sobre todo me parece que esta película es un acto de valentía al nacer en una ciudad como Durango con un contexto social aún muy conservador, que aparentemente está a favor de los temas socialmente delicados, pero a la hora de defender o apoyar a quienes buscan que esto sea posible y forme parte de la ley, se esconden, o empiezan a despotricar a favor de la falsa moral del siglo pasado que satanizaba el divorcio, pero callaba las violaciones familiares.


Dentro del tratamiento narrativo-visual, Carlos sabe adaptar la situación y retratarla con atino, acorde a la situación que se presenta. Mientras que en los momentos de interacción entre Anna y Dante cuando vuelven a convivir luego de su encuentro en la fiesta (habiendo dejado de ser novios tiempo atrás), con todo y sus encuentros íntimos (retratados con mucho decoro, sin sobre pasar lo explícito y crudo de la situación) lo hace de tal manera que pareciera que estamos mirando una historia contada por Anna o Dante justo con la edad que tienen en ese momento, jamás se endurece la mirada, no se nota la barrera, o eso que muchas veces pasa cuando una persona de treinta y tantos cuenta una historia de un par de jóvenes a sus 18 o 20. Aun con esto que logra Carlos a través del lenguaje cinematográfico, también se nota una mirada atenta y detallista de todo lo que les pasa a Anna y Dante, la armonía de los cuadros, la vorágine caótica de algunos planos, y la manifestación onírica del arrepentimiento y el deseo. Todos estos elementos nos lleva a constatar, o al menos a su servidor; que estamos ante un director que entiene todos los alcances que el lenguaje audiovisual le puede permitir.


Si bien todo lo comentado hasta ahora del discurso y lenguaje son importantes, nada de eso tendría significado sin los personajes de la historia, y por ende, las actrices y actores que los interpretan. La combinación que se hace de no-actores y actores con formación (aunque con poca experiencia) es perfecta, todos tienen la misma tesitura y se nota que Carlos puso mucho tiempo y atención a prepararlos para que dieran los tonos y la sobriedad que justamente él quería expresar en la película.


Hay un respeto a la esencia, a la naturalidad y a la coherencia no sólo de cómo pueden ser y comportarse las personas en una situación como la que se expone en la historia, sino que además siento también hay fidedignas muestras y un fidedigno tratamiento de como hablamos y somos las personas en una sociedad como la duranguense, sobre todo cuando hablamos de actos solidarios como es el caso de la amiga de Anna (Lucia) y el amigo de Dante (Alan), que en apariciones muy pequeñas, están cuando Anna y Dante necesitan ser escuchados sin prejuicio alguno. También está la figura macho/patriarcal del padre de Dante (que habría sido interesante que se explotara un poco más esa línea del cómo afectaba anímicamente a Dante), el caso del personaje de Milton (interpretado de manera brillante por Francisco de Pointe Du Lac [como reza su nombre artístico]) que es una muestra de ambición, conocimiento, lujuria y maldad en maneras equitativas; y el caso de Dante y Maggie (grata sorpresa también la de Esmeralda Vega interpretando un personaje que desde su construcción tiene contradicciones emocionales bastante interesantes), que luego de perderse en la noche y dejar a su suerte a Anna, regresan en el momento exacto, se arrepienten a tiempo para rescatarla y ayudarla, aunque a partir de ese momento sus vidas vayan a cambiar para siempre.


Y cerrando el tema actoral, no puedo dejar de hablar sobre el descubrimiento que ha resultado para su servidor ver la actuación de Catherine Avila interpretando a Anna. El trabajo emocional y su rango expresivo tanto facial como corporal, tiene un arrebato de inocencia, ternura y dolor que hace que uno crea todo lo que el personaje está pasando. Naturalmente hay un trabajo que se le debe reconocer a Carlos no sólo por la preparación, la guía y el ojo para elegirla a ella como Anna y de poner el encuadre y plano adecuado para justo hacer lucir y capturar esa actuación y lo que se buscaba hacer sentir al espectador, pero definitivamente considero a Catherine como el elemento más importante de esta película, sin dejar de lado por supuesto la carga psicológica y emotiva de Dante (que tiene una escena de derrumbe extraordinaria), y que es un perfecto acompañante de Anna, como lo es la música para los tiempos dramáticos en la película son rellenar de más absolutamente nada.


Otra valía muy importante en la película de Carlos es como reivindica a locaciones ya conocidas de la ciudad (como el multifamiliar Zarco, que por cierto en las escenas del departamento, el reloj en la pared les juega un par de malas pasadas en cuanto a la continuidad se refiere), y como descubre otras, como lo es el edificio olvidado del cerro de los remedios donde logra tomas muy bellas y que reflejan el estado de un amor rescatado de las ruinas, entre Anna y Dante. Carlos también logra regalarnos algunos cuadros a lo largo de la película de los que yo llamo "fotogramas para colgar en la sala de su casa", por la perfecta composición y sincronía de todos los elementos que tienen, hablando sobre todo de lo visual, pero también lo que va más allá de lo visual que hacen de ese cuadro algo perfecto, como es esa toma donde Anna y Dante esperan en la parada de autobús, en la que Dante vende su patineta, entre otras como las nubes de la parte final.


Hablando del final, este me pareció además de poético, de una belleza deslumbrante (que acá se comprende porque muchos sitios refieren a Durango como un personaje más de la película, aunque a mi parecer sólo se manifiesta en esta parte final). Debo decir con toda honestidad que temía que en algún momento, el cierre discursivo de la historia se fuera a inclinar por una línea moralina, pero me sorprendió gratamente que Carlos volviera de nuevo no sólo a una mirada que reflejara y abordara la situación desde una perspectiva acorde al problema que se retrata, sino que además Carlos ejemplifica con este final lo importante que es hablar y escuchar sobre los problemas que nos aquejan, y que ya sea que se resuelvan o no del todo, o como esperabamos; siempre hay una especie de alivio y liberación cuando se expresan a través de la palabra hablada.


Para finalizar, justo todo lo que pasan Anna y Dante a su corta edad durante toda la película y que es la médula de la historia, me hace volver a pensar en el principio de la película con esta visión onírica de Anna y que se vuelve a manifestar en su recuperación de lo vivido esa noche/madrugada donde experimentó el miedo y el dolor de ser mujer y estar sola. Mi interpretación (que no busca en lo absoluto ser moralina y redundante, pero que si así es interpretada por algunos, pido disculpas de antemano) es que tanto el elemento de la sangre como del fuego, pueden simbolizar la condena de la sociedad por los actos cometidos por Anna y Dante, pero aun con esta condena, Anna y Dante sabían que en su vida querían otra cosa. Y si el querer otra cosa a su edad los condenaba al infierno, no les importaba caer en ello, como seguramente a muchos de nosotros tampoco nos importaría en esta situación.

lunes, 19 de mayo de 2025

Shadows of the past: cine indie hecho por duranguenses en el extranjero.





Siempre he pensado (y dicho, cada que tengo oportunidad) que en el cine indie se tienen que tener concesiones en cuanto a la forma se refiere (y más cuando hablamos de propuestas de género como el horror/terror), y cuando hay una propuesta genuina en el fondo (o los fondos) realmente lo demás sale sobrando; porque uno no se acerca al cine indie para verle la costura perfecta, sino para tratar de percibir e impregnarnos del amor, valentía y coraje que las personas detrás de esta odisea, le aventaron al proyecto.

En "Sombras del pasado" primer largometraje de ficción de la directora méxico-estadounidense Luz Cabrales (nacida en Nuevo Ideal, Durango) se notan dos cosas particulares y de las cuales surge todo lo demas: la primera, su gusto por el cine de género; y segundo, su amor por la ciudad en la que vive (Scranton, Pensilvania) y trabajar con la gente de su comunidad. La sinopsis reza lo siguiente:


Cuatro adolescentes, huyendo de problemas, se refugian en una mansión aislada, propiedad de un anfitrión enigmático. Este les ofrece seguridad y la libertad de saquear la casa, pero solo si acceden a escuchar una serie de relatos sombríos de su pasado.


Podemos apreciar muy de entrada algunas de las referencias más visibles de Luz en cuanto al cine de género: "Cuentos de la cripta", "Escalofrios" (esto sobre todo por la naturaleza episódica de la película que más delante menciono), "Suspiria" e incluso podemos ver algún guiño a "The lord of the rings". La propuesta visual desde la plástica y la estética me parece la mayor parte del tiempo atinada, sobre todo en la historia principal que luego da paso a la naturaleza antológica de la película donde se nos presentan tres historias (o sea, tres cortometrajes) que se acoplan al nudo dramático principal de buena manera, aunque algunas con mayor fortuna que otras. Dentro de lo técnico y en cuanto a la imagen se refiere, hay un correcto manejo en el trabajo de cámara, los movimientos y desplazamientos naturales son bien manejados, así como el trabajo de plano/contraplano es muy acertado.

Donde se puede notar si bien no un déficit, pero sí un elemento que no juega a su favor en cuanto a la fluidez narrativa se refiere, es en los zoom-in y zoom-out que se trabajan en la edición, le quitan mucho peso a la impresión/intención visual que por momentos se va desarrollando en ciertas situaciones de la historia en turno que se cuenta. Otro detrimento es el abuso de la colorimetría, y es que por momentos pareciera se utiliza para dar sensaciones que por si solas, o con la ayuda de la música, jumpscare y recursos visuales; no llegan. Y eso puede llegar no sólo a hacer predecibles algunas situaciones, sino que puede llegar a cansar.

Una de las cosas más destacables que no quiero dejar de mencionar, es la dirección de actores. La gran mayoría del amplio cast que tiene la película, son realmente notables y se nota mucho la formacion teatral de algunos. El segmento de "The dancer" en definitiva fue el que más me agradó, asi como el personaje de Veronica. 

Y para cerrar, aún con el hecho de que muchas veces no se profundiza en llevar el horror al límite con las historias narradas y las situaciones que luego se suscitan con este grupo de jóvenes y el narrador, y que se queda sólo en las buenas intenciones de crear una atmósfera a través del trabajo de caracterización, el no tan pulcro trabajo de colorimetría, composición y el recurso del jumpscare, además del aura discursiva que raya un poco en lo moralina; se nota que Luz tiene talento nato y buenas maneras para contar historias dentro del género, que seguramente con el tiempo irá puliendo y perfeccionando. Este primer encuentro con ella, me ha resultado prometedor para lo que seguramente después tendremos el gusto de ver, y si sigue apostando por el cine indie hecho en comunidad, tendrá un futuro brillante.

sábado, 17 de mayo de 2025

Breve comentario sobre "El eternauta".





En tiempos de cambio, los monstruos aprovechan.


Después de dedicarme a verla de manera lenta (un capítulo por día), atenta y meticulosa, y aclarando de antemano que desconocía y a la fecha desconozco la historia completa y el cómic en el que se basa la serie; vengo a mencionar algunas de las cosas que más me han llamado la atención de lo que va de esta serie, una vez que se ha anunciado la continuación de esta:


■¡Vaya nivel de producción! De lo mejor que se ha hecho en habla hispana. A la altura de, por ejemplo; Bardo.

■Tiene sus pequeños detalles de congruencia en algunos detalles, y el montaje por momentos podría ponerle más empuje a las situaciones; pero verdaderas nimiedades para lo que logra con creces en otras instancias.

■Me parece brillante como los temas y géneros que se manejan en la trama (y que vienen de un cómic de hace tanto tiempo), se hayan podido compaginar y amalgamar en esta adaptación tan contemporánea, y que nada quede como zafado o flojo. Ciencia ficción, invasión alienigena, temas climáticos, cambios naturales, calentamiento global, y los temas más importantes: los sociales. Militarismo, adoctrinamiento, miedo, paranoia. Simplemente brillante.

■Debo ser honesto: me hubiera gustado que la serie se quedara en miniserie de largo aliento con más capítulos, pero me parece que la naturaleza de la historieta en que se basa permite justo la continuación, la libertad, e incluso la suspensión del tiempo. Y aunque en el último capítulo, que es el más largo, al principio tengo una bronca con el VFX, lo cierto es que para el cierre, uno si se queda con ganas de más.

miércoles, 30 de abril de 2025

Breve comentario sobre Sinners, de Ryan Coogler.





Quizá la mejor manera de empezar a escribir este texto que busca sobre todo ser breve, sería mencionando que la pelicula me hizo recordar de entrada una frase de Jorge Drexler que dice:

"Ya hacíamos música muchísimo antes de conocer la agricultura".


La película no es perfecta ni mucho menos busca serlo una obra maestra (de ahi la.presencia de una luz tan dispersa), pero por supuesto que es una de esas obras perfectas para ver en una pantalla grande, y entre más grande mejor. La película tiene sus detalles en el desarrollo de la historia (si, muy minimos, pero los tiene), pero su punto a favor es que jamás pierde del todo la congruencia dentro de su mundo. Las actuaciones, así como los personajes en general agradan, pero sin duda hay algunas secundarias que rebasan las principales (Michael cumple a secas, Hailee no tiene mucho cuadro, pero por momentos recuerda a aquella niña que maravilló al mundo del cine en Temple de acero) sobre todo cuando hablamos de actuaciones. El diseño de producción, la textura de la noche, todo bastante atinado. La música, por demás fascinante, y la escena donde se ejemplifica la conexión de pasado, presente y futuro a través de esta, es asombrosa.

Lo que en definitiva se cuece aparte es lo técnico, sobre todo los desplazamientos de cámara, los planos secuencia, la composición de los cuadros y el montaje; simplemente ESPECTACULAR (no brutal). Pero lo mejor de la película es el guion: inteligente, se mueve de manera acertada por distintas líneas jugando (apuesta muuuy arriesgada), las distintas posibilidades del discurso que se plantean para que el espectador se involucre hasta las últimas consecuencias, hasta ese bien logrado final donde Ryan toma postura y deja más que definido el discurso: la denuncia sin agenda panfletaria, las conexiones de sangre más allá del tiempo, la diferencia entre libertad y libertinaje, y la definición de la real felicidad.

En fin, seguramente una de las mejores experiencias que se tendrán en las pantallas grandes este año.

Por cierto, hay que quedarse en la sala hasta el final-final, pues lo que se ve luego de los créditos principales, no sólo es una escena post-creditos, sino el final de la película. Y para todos aquellos conspiranoides que empiezan a hablar sobre la movida de Coogler y las posibles entregas futuras de los personajes que salen en ese final, lo único que les puedo decir es que no vean monos con trinchetes, lo que hizo Coogler, además de visionario, es valiente; pues no hizo más que trabajar por su arte, para quedarse con su arte, una declaración de principios para un director que sabe lo que es venir de abajo. Un autor luchando y trabajando para que su obra y su arte sea suyo, y pensando más allá de lo económico, que si bien su movida le dará dinero, porque lo que crea es genuino y puro y conecta con las personas, seguramente eso es una consecuencia, y no el propósito de Ryan cuando supo que quería hacerse de esta película sin ganar en lo inmediato ni un quinto.