Tiene todo el sello de Los Ilusos, y se ve que Itsaso tiene, al igual que Jonás; cierta influencia y esencia de argentinos como Piñeiro (en este caso particular, de dos películas [un largo, un medio] en preciso que para los conocedores del cine del Matías podrán identificar inmediatamente) y Llinás.
En muchos sentidos es una película sencilla, con pocas cosas, pero trabajadas de una manera comprometida. Hay poco arte, pero qué arte. Es una película que juega e involucra al espectador en su juego, el que Itsaso haya dejado a sus musas ser ellas en la ficción, funciona perfectamente, no vemos línea divisoria entre realidad y ficción, y eso siempre es arriesgado, pero Itsaso logra la magia, y no dudo se deba en algo a la guía que pudo recibir de Jonás, quien produjo la película y estuvo como supervisor en jefe de la postproducción.
Inquietudes de la vida y de la muerte, del amor y de ser mujer (hay un halo de Bergman en todo esto), y aunque evidentemente hay un halo feminista en estos diálogos entre mujeres interpretando personajes y siendo ellas mismas a la vez; no se nota como lo elemental, o una especie de manifiesto, ni mucho menos algo panfletario y vacío; son mujeres, son ellas hablando de sus temas, y uno queda maravillado de la naturalidad y realismo del guion de Itsaso, que aunque muchas veces pareciera todo es espontáneo y nada ha sido escrito, hay un trabajo impecable desde la historia escrita lo que hace que todo parezca espontáneo y real, y seguramente en ese sentido se vio influenciada de otras historias escritas por mujeres.
Y si bien en el plano actoral Itsaso es la más débil del maravilloso cast que tiene (cabe mencionar, 5 actrices protagónicas [Bárbara Lennie, más encantadora que nunca, y jugando como nadie, y creando un par de momentos hermosísimos junto con Itsaso en la historia], tres personajes secundarios, una escena con muchos extras y un sapo es lo que comprende la película), en su debut como directora nos hace saber que podríamos tener una directora de la talla de la mismísima Carla Simón. Y que buen atino tuvo Itsaso en ese título alternativo: “Ensayo de una película-ensayo”.
Resumo: me ha gustado mucho, mucho.