Como es costumbre cada año, las mejores producciones que apuestan a la temporada de premios norteamericanos, así como las películas más interesantes de los festivales más importantes del mundo, y que no logran acuerdos con distribuidoras en nuestro país, siempre suelen llegar a principios del siguiente año a salas comerciales, alternativas y sitios de difusión de obras no tan conocidas por el gran público.
Acá comparto pequeños comentarios sobre películas que, de haber alcanzado a ver a finales del 2021, definitivamente hubieran figurado en mi lista de mejores películas del año, pero sin lugar a dudas, aún con que es enero, seguro quedarán seleccionadas en la lista del 2022. Comienzo así entonces.
Verdens verste menneske
"La peor persona del mundo" en español, la más reciente película del celebrado director noruego Joaquim Trier, cierra la llamada "Trilogía de Oslo" en la que refleja el difícil y complejo escenario de los jóvenes en una sociedad y una cultura tan particular, con una estructura tan arraigada como lo es la de los países escandinavos, y cuyas historias se desarrollan en la capital del país noruego. Amor, identidad, crisis existencial, todo esto siempre acompaña a las historias que se desarrollan en estas particulares películas de Trier, y si hablamos de "La peor persona del mundo", me parece no sólo logra la mejor de las tres y la mejor de su filmografía (por encima de la extraordinaria y bien lograda "Thelma") sino una de las mejores y más interesantes películas del 2021.
Al igual que en Thelma, su película anterior, Trier pone como centro focal la historia de una mujer, en este caso es Julie (Renate Reinsve) una joven que en un principio, en el prólogo de la película, se nos presenta como una joven que no tiene muy bien definido cual es su futuro, así que prueba en diferentes cosas (y también diferentes relaciones), pues tiene el apoyo de su madre para hacerlo, una vez que encuentra la posible ruta a seguir en su vida, inicia una relación seria con Aksel (Anders Danielsen Lie) es ahí cuando Julie empieza a plantearse y dudar sobre el rumbo que toma su vida, pues con treinta años y nada definido, y la familia y las personas recordándote que ya no eres tan joven como antes, uno empieza a cuestionarse que puede pasar en el camino, qué o a quién te puedes encontrar, si te desvías o vas por donde se supone debes seguir.
Quizá lo más propositivo en la obra de Trier es la narrativa que emplea con una maestría por demás deslumbrante. Desde un principio se presenta como una película contada en doce capítulos, además de su respectivo prólogo y epílogo; y cada uno de ellos, aunque conectados, no tiene una forma única o metódica de ser desarrollados, cada capítulo tiene su forma y su alma, y eso hace que la película, a pesar de su larga duración, jamás canse o se sienta lenta.
Sin duda alguna el discurso y el fondo de la obra es el que para mí es más desarrollado de las tres películas noruegas de Trier, no sólo por su relevancia actual con el feminismo tan en boga, sino que realmente pone en el centro la importancia del discurso que la mujer tiene que aportar, tolerar y soportar en nuestro tiempo, a pesar de lo adelantada que está la agenda del tema, aún hay muchos moldes y paradigmas que parece, no estamos dispuestos a cambiar como pensamiento social, como la maternidad, la importancia de su desarrollo profesional, su papel en la relación de pareja.
No hay tela de juicio del porque Renate Reinsve ganó en el pasado Festival de Cannes el galardón a la Mejor Actriz, y el resto del cast está por demás extraordinario, sin dejar de mencionar por supuesto al gran Anders Danielsen Lie, que no sólo me parece el actor más relevante de Noruega hoy día, sino que para mí es uno de los actores más talentosos de su generación en todo el mundo.
Trier sigue confirmando y consolidando su muy particular forma de hacer cine, su manera de ver la vida de una juventud en plena búsqueda en su país, y una mirada más que relevante y con toda la valía, si a mí me lo preguntan, del mundo, el deseo y la mente femenina.
The french dispatch
Jamás habría creído que Wes Anderson podría superar lo que ya ha hecho a lo largo de su filmografía, y menciono "a lo largo de su filmografía" porque con todo y que adoro el universo Wes, para mí no hay una obra maestra decantada del realizador texano, incluso sigo creyendo que su obra más celebrada, "El gran hotel Budapest", aún con sus encantadores personajes y su sello simétrico y colorista, es su obra menos arriesgada y más cómoda. Pero realmente ha sido grato descubrir que con todo y su sello, "La crónica francesa" es a mi parecer, una completa obra maestra.
Narrada cual si fuera una revista como tal, la película relata las peculiares columnas de las mujeres y hombres que escriben en la relevante revista de Arthur Howitzer Jr., editor de la revista que no sólo incentiva a sus columnistas a escribir, sino que los incita a escribir lo que quieran (y si algo sale mal, haz que parezca que fue intencional) hasta el día de su muerte, donde habrán dee publicar el último número dela revista, y por supuesto, su obituario.
Las cinco historias que llenan "la crónica francesa de Liberty, Kansas Evening Sun", además de ser muy distintas en fondo y forma, cuentan con historias cómicas, entrañables y encantadoras, tienen su propio ritmo, y eso hace que pueda explotarse todo el genio de Wes, pues muestra todos los estilos que han influido en su filmografía (pasando por supuesto por la animación). Cada una de las historias, cuenta con un reparto de lujo, y todas las actuaciones, aún así las más esporádicas, son sublimes.
Es claro el amor que Wes profesa no sólo al cine que él ama y lo ha alimentado (es más que claro el amor y el homenaje que hace al cine francés de la Nouvelle Vague), sino que también impregna a la película de su amor por contar historias, y su amor por las publicaciones y la prensa escrita.
Es claro, al igual que cuando escribí sobre Una película de policías, y de Alonso Ruizpalacio en particular, que el genio y la creatividad de Wes no ha encontrado su tope, quizá lo único que se le debe seguir exigiendo a este extraordinario realizador, es en crear y llenar de argumento a sus historias, y no conformarse sólo con su narrativa y su estética en particular.
El comediante
Película mexicana protagonizada y dirigida por Gabriel Nuncio (con Rodrigo Guardiola como co-director) y que fue reconocida como la Mejor Película Mexicana en el pasado Festival Internacional de Cine de Guadalajara (al igual que obtuvo el galardón a Mejor Fotografía), me parece que, aún con ciertos detalles que saltan a la vista y que a uno lo pueden hacer cuestionar su valía como obra cinematográfica, no deja de ser una película que cuya trama, la hace no encajar en el molde del cine mexicano de industria para bien.
Como lo comenté, la trama, tiene su peculiaridad: Gabriel es un hombre de casi cuarenta años, que no tiene otra profesión más que la de ser comediante, entre tanto, escribe el guion de una película que quiere dirigir sobre una mujer que va a Marte y en la cual, cuestiona el propósito y significado de la vida. Mientras busca poder realizar su película, hay dos mujeres en su vida que lo desestabilizan en más de un sentido, por un lado está Leyre (una Cassandra Cianguerotti preciosa, pero con un acento español espantoso) una chica que llega de forma extraña a su vida, y que lo exhorta a realizar un viaje con ella al cual él no está muy convencido de ir, y por otro lado está Melissa (Adriana Paz) su mejor amiga que le propone sea donante de esperma para quedar embarazada luego de que termina con su novio. La situación con Melissa le hace poner un poco en duda su forma de vida y lo que le depara el futuro, lo que es importante conservar y por lo cual luchar, y que hay que soltar, pero la vida misma le va poniendo las cosas en su lugar, y sí, al igual que Gabriel defendía a capa y espada que su película no era una comedia, al paso que esta película se desarrollaba, uno se da cuenta que esta película no es una comedia.
Quizá esa sea en primer lugar una contrariedad de la obra de Nuncio, y por lo cual mucha gente no la ha comprendido, pues además de esperar que, por el protagónico de la película, y el título de la misma, esta fuera una película cómica, es en sí una película dramática. Si bien por la situación de Gabriel, puede llegar a haber algo de comedia involuntaria, es una película que tiene su complejidad en la trama principal, y eso es de reconocimiento.
Quizá muchos de los problemas que yo tuve con la película derivaron de las situaciones secundarias, un claro ejemplo quizá sería en todas las partes que la película quiere ser cómica deliberadamente, pues además de que no funciona con la situación de Gabriel y a la cual le restan importancia (afortunadamente está tan bien construida la situación de Gabriel, que jamás se logra desestabilizar con la comedia simplona), como todas las situaciones en las que personajes como Cecilia Suarez y Tenoch Huerta tratan de cambiar su historia, que acá bien podría ser una crítica de cómo es el mundo del cine y los productores, pero simplemente ni la comedia, ni estas apariciones célebres, llegan a funcionar, ya no digamos a aportar más allá de la lectura dada. Hay elementos que me hacen recordar a otras películas vistas muy recientemente, como el hecho de dejar que algo que quieres crear encuentre su camino propio, no el que uno desea darle, también el hecho de la identidad, o la falta de esta y su búsqueda en una sociedad que encasilla todo, hasta las formas en paquetes de edad, incluso hay muchos paralelismos con la muy comentada y reciente "tick, tick...BOOM!".
Si bien en muchos sentidos, yo podría decir que este es el trabajo menos perfecto de María Secco en cuanto a la luz se refiere, me parece que la propuesta en cuanto a la posición de la cámara es extraordinaria, al igual que la música compuesta por el siempre admirado Chetes.
Dignificar a las películas por lo que son, y no por lo que esperábamos que fueran, me parece es algo de vital importancia, y también apostarle a nuestras ideas con corazón, sin tratar de adornarlas o completarlas con cosas y ayudas externas aún cuando tengamos que prescindir de las nuevas majors, es algo necesario, y que Nuncio desde mi perspectiva, no superó del todo, pero que aún así como lo dije al principio, es muy interesante lo que crea, a como están las cosas en la industria y en el mercado de Netflix en cuanto a producciones mexicanas se refiere.
The lost daughter
"La hija oscura" en español, ópera prima como directora de la siempre interesante actriz Maggie Gyllenhaal, no sólo es una de las películas más importantes e interesantes del año, sino que es quizá también, la película que reúne a mi parecer, a las dos actuaciones femeninas más imponentes del 2021.
La película narra como en sus vacaciones en unas playas griegas, Leda (Olivia Colman) encuentra en la figura de Nina (Dakota Johnson) todas las cosas que tuvo que sortear de joven (Jessie Buckley) mientras estudiaba y era mamá de dos niñas. Revive lo que ella vivió y deseó, y con la figura de una muñeca perdida, Leda juega con Nina y su pequeña a ser lo que fue ella, y como hay mujeres que simplemente, son madres antinaturales por instinto, o simplemente reflejan a mujeres que fueron madres por descuido, y que no estuvieron dispuestas a sacrificar su futuro por entregar por completo su vida a sus hijas, y sin duda alguna es algo que queda muy claro en la película con ese enigmático final.
La trama en si es compleja por el tema abordado, y me parece que la propuesta narrativa que emplea Maggie es, además de precisa, oportuna. Es claro y evidente cual es cada tiempo, y cual es la situación que Leda va viviendo, tanto la Leda madura como la Leda joven, y son sin lugar a dudas el gancho para estar sujetos durante toda la trama. Olivia Colman y Jessie Buckley me parece firman sin lugar a dudas las más grandes actuaciones de este año, Olivia se consolida como la gran actriz que es, y Jessie reafirma que es una actriz por demás interesante que llegó para quedarse entre lo mejor del cine norteamericano.
El resto de las actuaciones es por demás formidables, Dakota Johnson, Ed Harris, Peter Sarsgaard, Paul Mescal, Dagmara Dominczyk, son sólo algunos de los actores que seguramente conforman uno de los mejores trabajos de casting del año.
Sombría por momentos, me parece es una película cuyo tema abordado es por demás interesante y poco reflejado en el cine, que me parece eso, además del virtuoso montaje orquestado por Maggie como directora, dignifican y hacen más que valiosa esta película.
Bergman island
La película de la interesante actriz y directora francesa Mia Hansen-Love, no sólo es para mí otra de las mejores películas del 2021, sino que a mi parecer, es la película visualmente y sonoramente más perfecta que yo haya visto en el último año.
Más allá del aspecto técnico que ya he mencionado y que desmenuzaré más adelante con todo gusto y detalle, habría que decir que la trama de la película, y el subtexto de la misma, también es por demás interesante.
La película muestra la vida de una pareja de directores que viajan a la isla en la que Bergman vivió la última parte de su vida. Él, Tony (Tim Roth) va para presentar su más reciente película, y ella, Chris (Vicky Krieps), va a acompañarlo y a conocer aún más las entrañas del director que más la ha influenciado. Ambos escriben el guion de su próxima película, él muy seguro de lo que quiere, y ella más insegura que nunca, Chris nutre del entorno y su experiencia en la isla y de su situación como esposa y madre, el relato que quiere realizar, esto al mismo tiempo que de alguna manera se desmorona su ídolo. Al poco tiempo de que ella descubre el argumento de la próxima película de su marido, en un paseo cuenta a Tony el argumento de su historia, y en ese momento se crea una especie de meta cine, cuyo epílogo me parece, además de ser poderosamente creativo, catártico y propositivo, ejemplifica el ente creador, y la génesis de donde vienen las ideas y los miedos, ese lugar, el cual me parece está por demás mencionarlo, resulta ser el mismo.
El eje central de la obra de Mía me parece es en muchos sentidos muy parecido al de películas como "La peor persona del mundo" y "La hija oscura", y este es el del papel de la mujer ante un escenario adverso en el que existe el choque entre la identidad de ser una mujer que quiere ejercer su profesión en la vida, y su responsabilidad como pareja y madre. Pero en el caso de la historia de Mía, y que es muy distinto en las tres películas, me parece es más rico desde el punto de vista de su servidor, porque es creado y cuestionado desde la creación artística, y además es cuestionado desde la figura de un realizador por demás sublime como lo es Ingmar Bergman, pues cuestiona su papel como humano y como realizador, como ambas de alguna manera se contradicen, y no; pero que no hace polémica o toma parte de manera políticamente correcta, sino que simplemente crean un conflicto en la persona de Chris, pero que como ella misma lo dice (y en consecuencia, lo dice la misma Mía a través de ella) no puede dejar de amarlo.
La película visualmente hablando es perfecta. Si bien por supuesto ayudan mucho los escenarios que sirven para dar vida a la película, hay realmente un trabajo más que significativo en el departamento de arte, y sin lugar a dudas hablamos de una película en la que tanto la directora, como el director de fotografía (el veterano Denis Lenoir) trabajaron como una sola mente. La música a cargo de Raphael Hamburger, es tan sutil y hermosa, que pareciera que no existe, y esto es signo del gran trabajo hecho.
La película logra ser extraordinaria por muchos motivos, la historia escrita y dirigida por Mia, los elementos de Bergman siempre existentes, y sin lugar a dudas los actores estelares: Tim Roth está hecho un primer actor, uno lo ve y es fácil ponerlo a la par de grandes actores consagrados como Michael Caine, Harvey Keitel, Robert De Niro o Robert Duvall. Vicky Krieps es desde hace mucho tiempo una de mis actrices favoritas de la actualidad, y siempre resulta un placer poder verla actuando. Mia Wasikowska por demás correcta, y vemos una vez más de manera muy correcta al gran Anders Danielsen Lie.
Le bal des folles
La quinta película de la siempre interesante Mélanie Laurent, la actriz que Tarantino le regaló al mundo y que se consolidó en el cine norteamericano (sin olvidar por supuesto sus raíces, pues siguió trabajando en Francia y en producciones de otros países), y que se convirtió en una directora de historias de quiebre, catárticas y potentes; nos hace verla convertida en su mejor versión tanto como actriz y directora, y cuya madurez transpira en la que ya es su obra mejor lograda.
"El baile de las locas" en español, narra la vida de Eugenie (Lou de Laage), una joven parisina que, además de contraponer las normas de la sociedad burguesa de la ciudad de la luz del siglo XIX, sufre, en un principio de un mal, el ver y escuchar a los muertos, pero no es luego de su encuentro con un joven en una escapada a Montmartre, y cuyo libro él le presta, la hace ver que más que un mal, es un regalo. Pero luego de que la abuela se entera de su condición, su padre y su hermano la llevan a conocida clínica psiquiátrica para que la puedan curar, es ahí que se encuentra con Genevieve (Mélanie Laurent), la asistente del doctor del lugar, una mujer escéptica que, cuando Eugenie le da muestra de su don, ella hace lo posible para ayudarla a escapar de ese lugar que daña aún más la salud mental de sus reclusas con las técnicas salvajes que se ejercían en esa época. Ambas se enfrascan en un tortuoso proceso de cuestionamiento, duda, represión y amistad en las que el amor, el perdón y el sacrificio serán precios que se habrán que pagar.
En más de un sentido la película es a mi parecer una de las propuestas feministas más potentes de los últimos años, es una película que jamás usa este estandarte ni se jacta de este eslogan, y de ahí que a mí me parezca aún más valiosa y brillante la película de Laurent, es una obra que atiende lo que debe de atender narrativamente, y que todo lo demás se muestra por sí mismo, es aquí el ejemplo claro de que una película bien hecha saca elementos que generan diálogo y discusión, no así cuando una película se piensa en términos de polémicas o temas en boga, y no así como obra artística, lo cual en consecuencia generalmente resultan películas fallidas, o "bonitas pero vacías".
Los elementos y todo el lenguaje cinematográfico del que Mélanie hecha mano es más que extraordinario, desde la fotografía, la música, la edición, el manejo de cámara, el montaje, la iluminación, los escenarios, el guion, las actuaciones, todo está perfectamente amalgamado. Si estuviéramos ante una orquesta, sería una ejecución perfecta de Mozart.
Si bien el trabajo como directora de Mélanie es estupendo, su papel como Genevieve es poderosísimo, la figura que representa ese personaje de lucha, dolor y sacrificio, lo hace uno de los personajes más entrañables de su filmografía, una filmografía que, si algo nos ha regalado, son personajes llenos de matices y conceptos.
El final, en forma de carta, es por demás bellísimo, de los más bellos que yo recuerde en últimos años.