Y Woody Allen no lo volvió a hacer. Sinceramente yo no sé que estoy
haciendo escribiendo esto para ustedes, yo debería de estar en el sur de
Francia, en La Costa Azul, yendo a los verdaderos cafés y bailando Hot y
Jazz con una francesa, yo debería de haber nacido en los años veinte.
Magia a la luz de la Luna es el filme que nos ha hecho el favor de
regalar en el año 2014 Woody Allen, (porque ir a ver una película de Woody
Allen al cine para nada se le debe de considerar como un gasto, es ver en
realidad arte, escuchar arte y sentir arte; y dicho sea de paso puedes aprender
algo sobre la vida, el "complicadísimo" amor y el existencialismo)
nos narra la historia de un famosísimo y egocéntrico mago que es la atracción
más grande en todo Europa en los años veinte, un día acabado su show en Londres
llega y lo visita un amigo mago (su único amigo) que le pide ayuda para
desenmascarar a una joven norteamericana que se hace pasar por una medium, el
que no cree en un plano espiritual y que no ve más allá de lo que tenemos ahora
y que el pensar en otra vida u otra realidad sería esperanzarnos para al final
sufrir más de lo que estamos condenados a vivir en esta insatisfactoria vida
sin sentido (prácticamente el papel protagónico es Woody Allen como en todas
sus películas pero ahora maravillosamente interpretado por Colin Firth que no
pierde su magnífico acento inglés) Así que decide viajar a la siempre hermosa y
maravillosa Costa Sur de Francia para ayudar a su amigo, estando ahí primero
decide visitar a su tía la cual es una mujer encantadora por la cual Stanley
tiene un gran amor casi maternal y que a la vez es la persona que pone en su
boca lo que piensa y siente en verdad, entonces conoce a la
"impostora", y desde el momento en que la ve queda impactado por su
belleza y por su don, al principio excéptico y defendiendo el sentido común y
racional que era lo único que lo había acompañado toda la vida, niega
rotundamente que aquello pueda ser real y que aquella chica, Sophie solo era
una charlatana que quería robar todo el dinero de la familia a la cual tenía
maravillada con su poder de ponerse en contacto con el más allá y hablar con el
difunto esposo de la señora y al hijo menor con el cual está comprometida.
Entonces una tarde mientras Stanley lleva a Sophie a visitar a su tía ésta le
dice a la tía al tocar un collar de perlas que le presta sobre su único amor
que la dejó, al presenciar aquella cosa Stanley y saber que él no le había
contado nada decide caer ante el encanto de aquella seductora joven. Él cree
ahora en un mundo mejor lleno de magia y posibilidades y misterios y empieza a
tener la idea de que en realidad la vida si tiene un propósito y de que en
verdad se puede hacer feliz, entonces de regreso a la casa y ya siendo demasiado
tarde el vehículo se descompone en medio de la carretera y empieza a llover,
empiezan a correr hacia el bosque y llegan a un viejo observatorio que Stanley
visitaba de niño, llegan y se meten se están ahí hasta que deja de llover,
Stanley y Sophie tienen su primer acercamiento y Stanley empieza a sentirse más
feliz, este duerme una pequeña siesta y cuando despierta y ya había parado la
lluvia abren el techo de la observatorio, y en vez de sentir ahora que el
universo era enorme y amenazador como lo sentía años antes, ahora tiene la
capacidad de verlo como algo hermoso. El prometido de Sophie se va por una
semana a París y Stanley y Sophie pasan todo ese tiempo juntos, desde paseando
en coche y viendo en el voladero el mar azul que le da su nombre a las costa
sur de aquel país, paseando en las playas de las rocas, en los jardines
floreados de primavera, bailando; y así ambos, ella sabiéndolo, y él no tanto
más que sólo creyendo que es más feliz porque ha encontrado el motivo por el
cual ser feliz (que en un principio piensa es el descubrimiento de ella y ese
algo más que todos buscan para dar sentido a sus vidas, para al final darse
cuenta de que lo que lo hacia ser más feliz y que su vida fuera ya especial;
era ella) empiezan a sentir sentimientos el uno por el otro.
La verdad no me gustaría contarles mucho de la trama porque si lo leen
aquí quizá ya no la vayan a ver, así que sólo les contaré hasta aquí para que
se queden con la tentación de saber en que termina que créanme, aunque es un
final a la Woody, no es el que uno llega a imaginarse por un momento, y digo el
que uno llega a imaginarse porque para los que conocen bien la obra de Woody
sabrán que la mayoría de sus películas que hablan más de romantisísmo que de
intriga terminan con un hombre solo reflexionando sin ninguna de las dos
mujeres. Y es que yo no entiendo, aunque si lo aplaudo esta necesidad de Woody
Allen por plasmarse y proyectarse en estos amores imposibles como la cura y
salvación de su pesimismo ante la vida defendiéndose tras la obra de los
grandes pensadores como Nietzsche o Freud, siempre mostrándonos y haciéndonos
enamorar de historias con jóvenes mujeres dulces, encantadoras y hermosas (la
verdad no creo poder llegar a ver en otra película a Emma Stone tan
encantadora) enamorándose, no ellas antes que ellos aunque no se den cuenta
hasta el final, de hombre maduros (como él) que son bohemios, mal humorados, un
tanto hasta aburridos, pero apasionados amantes artistas; y además añádanle a
esta peculiar pero siempre misma historia de amor (si repetirse es así de
genial, déjenme ser como este genio) la Costa Azul Francesa, la película es visualmente seductora, hermosa y maravillosa, la fotografía y
esos cuadros y escenas en exterior tan llenas de colores a las que últimamente
nos está acostumbrando Woody, hacen de esta película exquisita y perfecta.
No les he comentado esto pero es de lo más imprescíndible, y digo que es
de lo más imprescindible porque son las cosas, además de la historia claro
está, que le dan su verdadera belleza al filme. Para empezar el comienzo no
puede ser más hermoso, como es costumbre de las películas de Woody, los
créditos importantes van a inicio, y en esta ocasión acompañados de ellos la
que para mi es una de las canciones más hermosas de todos los tiempos escrita
por el gran Cole Porter, "Do You Something To Me", yo ya sabía que empezaba con
esta canción porque en el blog "Razón del Gusto" ya había leído la
reseña que nos habían compartido tan maravillosamente reflejada y el amor que
la propietaria siente por esta melodía también, yo me enamoré de está por la película
que también es de Woody Allen, Anything Else (que también después utiliza en Poderosa Afrodita y Midnight in París) y si supieran la emoción que sentía mientras escuchaba esta
canción en el cine, ya se los había comentado en mi Facebook personal cuando
fuí a verla, que esta es la primera película de Woody Allen que veo en el cine,
Ni Midnight In París, ni Blue Jasmine, ni Match Point, ya ni hablemos de
Manhattan o Annie Hall o La rosa Purpura del Cairo (ni siquiera había nacido
aun cuando estas se estrenaron en el cine) Y no es porque hasta hace unos meses
haya descubierto a Woody Allen y su cine psicoanalítico, no; sino porque como
también lo comenté en ese mismo comentario que hice, en México no se le da
muchas salas de exhibición además de que no se le brindan mucho tiempo, lo más
que se le llegan a dar a películas como las de Woody Allen son dos semanas, lo
cual a veces por mi ritmo de vida y mi trabajo me impide verla en tiempo y
forma, así que como sabrán esta ocasión mi ida al cine fue doblemente especial.
Ahora, me gustaría comentarles un par de anécdotas que me pasaron
mientras miraba la película. Pues bien, como ya les comentaba, cuando empieza
la película y empieza a sonar You Do Something To Me, fue tal la emoción en mi
que yo empecé a cantar la canción como si la estuviera escuchando en mi
reproductor de música, no lo pude constatar como tal, pero yo empecé a sentir
la mirada de los demás en la sala (que no eran muchas personas, para variar
cuando se ve una buena película) yo era el único que cantaba. Y la otra es que
cuando ya se había acabado la película y todos empezábamos a caminar para la
salida un tipo atrás de mi empezó a decir que él jamás iría otra vez a ver una
película de Woody Allen, que era un director que se repetía ya mucho y que se
había encasillado, y en ese mismo momento me sentí en una escena de una
película de Woody (los que conocen las películas de Woody Allen sabrán de
inmediato a que escena y que película me refiero) y aunque el comentario del
tipo me molestó, pero a la vez me sentí feliz de verme en una escena de Woody
Allen, solo diré; porque prometí que este año ya no insultaría tanto, que en
gustos se rompen géneros.
Y ya sólo para terminar me gustaría compartirles una frase que me
pareció de lo más maravillosa, es cuando Stanley trata de convencerse de que no
se ha enamorado de Sophie pues eso sería de lo más irracional, pues él al igual
que ella está comprometido de alguien que lo ama como es y que es una mujer de lo más culta y de su
clase intelectual y en cambio Sophie es una bruta y su tonto prometido toca un
ridículo Ukelele y ella no dejaría al joven millonario y él no se podría
permitir estar con una mentirosa y tramposa, entonces la tía le dice algo
así:
(disculpen si me equivoco pero estaba tan metido en toda la magnífica
escena que no lo memoricé muy bien)
"Quizá la vida y el mundo tengan un propósito, o no; pero eso no
impide que exista en ellos un poco de magia"
Pertinente quizá sería hablar también de toda la banda sonora que ha
utilizado Woody Allen en sus películas, pero es tan compleja y tan larga la lista
de maravillosas melodías que nos ha enseñado este genio que mejor será dedicarle toda la
siguiente entrada solo para ello.
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