"Estanislao" del director Alejandro Guzmán, es una película que retrata la llegada de Mateo a la casa de su padre en la Ciudad de México, no se nos revela mucho salvo que está para ver a su madre, y se comprende desde el primer momento en que cruza palabra con su padre, que no se llevan bien o, mejor dicho, que Mateo tiene una especie de rencor con su papá. Luego nos enteramos de la existencia de Estanislao, que no se nos dice quién es en un principio, sólo que Mateo no se lleva bien con él, pero que está de cierta manera condicionado a sanar asperezas con él si quiere ver a su madre. Rodeado de un suspenso y misterio que no suelta detalles más que a cuenta gotas, nos damos cuenta quien es Estanislao, y lo importante que será para que tanto Mateo como su padre sanen la relación entre ellos, y los rencores que tienen consigo mismos, con su pasado y su presente.
Si bien no podemos hablar de una obra completamente redonda, ya que por momentos parece que la historia como está orquestada no está del todo clara, o se embiste en enredos que pudieron desarrollarse mejor, o de manera más simple, aunque me parece que esta, la segunda película de este director, si cumple cabalmente con el cometido inicial. Hay líneas que se ve que el director ya trazó desde su ópera prima (Distancias cortas) y que continúan en esta, en un tono completamente distinto por supuesto, pero que el símil entre ambas es claro. Por ejemplo, como la historia lleva como eje central la relación entre dos personajes cercanos que de alguna manera tienen que lidiar con la convivencia y las vicisitudes que surgen en esta, las buenas, pero sobre todo las malas. La música original hecha para la película es importante y vital para que el espectador se enganche de manera correcta, y la fotografía en blanco y negro, con algunos encuadres más que interesantes (hay una escena-homenaje a Tarkovski que, sin hacer menos a la película, quizá por si sola sea lo mejor de esta) también juegan a su favor para que el grado de suspenso y misterio sea el correcto.
Pareciera que al principio, cuando se toma su tiempo para explicarnos la situación de Mateo, la criatura será una metáfora de la relación entre su padre y él, pero en la segunda parte cuando se nos empiezan a presentar las claves para entender quién es Estanislao, es que se pierde un poco la premisa, pero no dejar de haber una conexión entre el hecho de que, al expiar y confesar nuestros miedos y fracasos, y de alguna manera hacerles frente, aunque sean conocidos de toda la vida, como la sombra de un hermano del que no se tiene muchos recuerdos, es que podemos salvar nuestra el camino y nuestra vida. Quizá esa criatura, termine salvándonos, aunque en el acto tenga que morir ella.
No sabría decir a ciencia cierta por qué, pero me recordó mucho a las películas “Dónde viven los monstruos” y a la alemana “Toni Erdmann”
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