Últimamente me es muy difícil escribir o hacer un análisis a cierta película, documental, o incluso cualquier trabajo audiovisual, sin hacer, o basar mucho de lo que quiero exponer, referencias a otros trabajos audiovisuales, y casi nunca lo hago de manera despectiva, ni para la película que analizo, ni para la referencia, lo hago básicamente por dos motivos, al menos en estos días que nos refieren: la primera, no creo en expresión artística que nazca como concebida de manera omnipotente, todo arte se alimenta del arte, quien diga lo contrario, o tiene un acercamiento muy limitado al arte, o pone su atención a asuntos meramente banales. Y el segundo, es porque en estos últimos dos meses he visto muchas películas (en todas sus ramas generales: ficción, documental, cortometraje), y es muy difícil no llegar al punto en que unas conectan con otras, ya sea por linea de interpretación, tema, estética, etc.
En este sentido, me había propuesto la tarea de enlistar todas las películas que viera durante la cuarentena, para compartirla en el blog, con pequeñas notas sobre cada una, o al menos de las que yo considerara pertinente hacerlo, pero como aún no termina el confinamiento, y no quiero que el ejercicio a la hora de hacerlo, se haga muy extenso, y por consiguiente, difícil de leer; he decidido hacer este primer ejercicio comentando algunos de los mejores cortometrajes que he visto. El visionado total al día de hoy que he hecho de cortometrajes es de más de 30 títulos (debo confesar que el número real de los cortometrajes no lo llevo contabilizado con exactitud, ya que muchos de los cortometrajes que he visto no están registrados en IMDb), y sin lugar a dudas son más de una, en diferentes directrices, las razones que me hicieron escribir sobre ellos.
¿Existes? - David Rodriguez Estrada
Menciono en primer lugar este trabajo de David Rodríguez porque sin duda es uno de los mejores cortometrajes que he visto en este lapso de tiempo (sino es que el más, y por supuesto de mis favoritos de la Muestra de la Paloma Itinerante), y sin lugar a dudas uno de los mejores producidos por un duranguense desde siempre.
(El cortometraje está realizado en la ciudad de Los Ángeles, California en el año 2010)
La tesis del cortometraje es tan simple, y a la vez tan compleja y universal, que es imposible ser indiferente a ella. Se nos presentan los argumentos (o pensamientos, o ambas cosas) de seis personajes alrededor del mundo que giran en torno a lo que denota el placer que sentimos en el acto de la masturbación. El amor propio, el placer en si, el temor o cuestionamiento de un dios, la represión por un sistema político o religioso, o incluso por la sociedad sobre lo que está bien y está mal, o el amor y la manera en que lo percibimos, o reprimimos; son sólo algunas de las cuestiones que emanan de ver a estos seis seres que mediante una puesta nada púdica, y con un efecto de cámara que nos saca del momento "real" para atenuar el acto como algo que es íntimo, se nos revelan personajes tan reales como nosotros. La recreación de los escenarios y la atinada elección de David por hacer que sus personajes hablasen en un idioma distinto, dan un tono aún más universal al unificado discurso (y sin que este se sienta gratuitamente un material de mera inclusión, sino que se sienta realmente concebido honestamente así), y hacen en consecuencia, a este cortometraje un documento muy valioso, una oda y un canto al placer.
A Heroine - Diego Llaca Ojinaga
Cortometraje del año pasado producido, escrito, fotografiado y dirigido por este mexicano radicado en la ciudad de Nueva York que presenta la historia de una sobrina y un tío que se entrelazan con sutiles simbolismos.
Luego de que ella contesta el celular de su madre (por orden de esta) y escucha la voz desesperada de su tío, de quien no ha sabido nada en dos años, pidiendo ayuda por algo que no termina por entender (sabe que hay algo relacionado con un accidente, un médico y morfina), pero que sabe que su tío está vulnerable. Sale de su casa para conseguir algo que lo ayude, sin saber a ciencia cierta en qué, así que va con unos amigos, que la hacen dar con el paradero de una persona que al parecer ella desprecia, pero que sabe le puede dar algo que le ayude a su tío. Al final, sin ser consciente de ello, su sola presencia, cuando llega a casa de su tío, puede ser la cosa que este necesitaba: un punto de compasión y apoyo en la persona de este, la heroina que ella buscaba, y él necesitaba, resulta ser ella.
Una propuesta completa, corta y efectiva, cuya técnica es correcta e impecable, y que gracias a la plataforma en linea del Festival Internacional de Cine de Morelia, hemos podido disfrutar.
Úsame - Fernanda Simental
Fernanda Simental quizá sea una de las pioneras de la nueva ola de directores nóveles duranguenses de los últimos veinte años, este trabajo sirve como ejemplo no sólo de lo diestra que es para concebir buenas historias, sino para atender de manera precisa una de las grandes normas en el mundo del arte: el fondo siempre será más importante que la forma.
En este trabajo del año 2014, y de 8 minutos y medio de duración; se nos narra, con un lenguaje efectivo, con una puesta de cámara correcta, y tres personajes distintos, definidos, y muy diferentes entre si, las consecuencias de creer que los roles de poder ya están dictados por el orden social o natural, vemos a un indigente gritando su suerte al macho desgraciado (una especie de antagónico detestable, y magistralmente interpretado por el actor que lo encarna) y detectando la maldad en la que parecía era la víctima en esta historia.
Son muy evidentes las deficiencias que el trabajo de Fernanda tiene en cuanto a las formas: calidad de la imagen, iluminación, sonido, pero a pesar de ellas, o dando la vuelta a estas, vemos como Fernanda logra sacar el mejor provecho a estas y hacer que la historia funcione, y el espectador conecte con ella.
Esta clase de trabajos son la muestra fehaciente de que el que sabe contar historias, las cuenta contra viento y marea.
Jaanpäät (hasta pronto) - Luz María Cardenal
Quizá con el sólo hecho de comentar que la valía de este cortometraje radica en el hecho de saber que realizadores indigenas de nuestro país están produciendo no sólo cine porque si, sino que comparten sus historias, y demandan atención a ciertos temas que los citadinos vemos tan lejanos, pero que de igual manera nos atañen, y que lo hacen además a través de su propia lengua, y de manera muy excelsa, sería suficiente, pero no es así, el cine creado por realizadores como Luz María Cardenal, Ángeles Cruz, Luna Marán, y demás realizadores, va mucho más allá de ser esto, o quizá siendo eso, se vuelve muy general su mensaje: retratando lo propio, lo que importa para el realizador, su discurso se vuelve universal.
Algo así podría resumirse que es este trabajo de Luz María, un cortometraje que con una historia pequeña, sencilla, sobre un padre que no quiere que su hija se exponga a los peligros del exterior, y que se refleja en sus sueños con un jaguar, y el regreso de su madre que lo abandonó, este aprende a perdonar y suelta lo que no puede retener a la fuerza. Sólo el corazón sanado es capaz de escuchar la música del maravilloso futuro porvenir, cuando suelta el peso del pasado.
Cosas de niños - Iván Santillan
Quizá por mucho el cortometraje más entrañable de las producciones que he visto de los paisanos realizadores, que a pesar de la economía de recursos, y algunas pericias en su desarrollo y ejecución, logra transmitir fidedignamente el sentimiento y la tesis de su bella historia.
Luego de que Manuel se entera de que su amiga Carmelita se va del pueblo para irse a la ciudad de Guadalajara, este toma prestada la bicicleta de uno de sus amigos, sin importarle dejar el mandado de su mamá en la tienda, y toma a su "hijo" choco, para alcanzar a Carmelita a la central de autobuses y poder despedirse de ella, en el camino pasará por una serie de contratiempos que trompicarán sus deseos, pero una vez que logra llegar a tiempo, vemos el rostro de la esperanza por el reencuentro, enmascarar una mentira para no hacer sufrir a su mejor amiga, y volver a casa con una victoria que sabe a derrota, y encontrar en los brazos de su madre, el alivio al dolor de un niño que pierde sólo por el hecho de vivir y el curso natural de la vida.
No es secreto para nadie habitual en el blog que las historias de infancia me trastocan mucho, y la de los encuentros y promesas de encuentros hasta se podría decir que son una tendencia en mi esencia personal, pero además de conectarme por eso con la historia de Iván Santillan, lo que me gustó y llamó poderosamente la atención, es la gallardía y la valentía de Iván Santillan de poder contar esta historia, y a su vez involucrar y buscar apoyo en la misma gente de esta comunidad. Otra prueba fehaciente de que cine se puede hacer en todos lados, y contar historias sencillas, personales, reales, y lograr transmitir genuinamente lo que el realizador busca plasmar.
La frontera - Erika Oregel
Cortometraje de la realizadora Erika Oregel que yo podría decir va de menos a más. Cuenta una de esas tantas historias que bien podrían ser reales en nuestro país, en la que vemos el batir y el sufrimiento de una madre luego de que el mayor de sus niños, que es enviado a entregar ciertos paquetes que sacan él y su padre del lago en el que trabajan como pescadores, un día no regresa, ella desesperada por imaginar el destino de su hijo, toma a su hijo más pequeño para irse del lugar, pero es alcanzada y retenida por su esposo, al saber que si se va los buscarán y su destino no será muy distinto al de su hijo, además, dice su esposo, "ahí tienen trabajo", ahora, ella se sacrificará para en la medida de lo posible, pueda saber que fue de su hijo perdido, y poder proteger al más pequeño y no exponerlo al futuro incierto que le espera en ese lugar.
Mi reparo quizá con el trabajo de la realizadora es que algunos diálogos se sienten forzados, no se sienten reales, hay algo que a mi me parecería, pudo haberse hecho en el guion para todavía enriquecerlo más; pero por otro lado, la fotografía, la cual enriquece mucho a la historia por el punto de quiebre que propone a través de los encuadres empleados por el encargado de este departamento, y en el cual toma yo diría de manera perfecta a cada personaje, en sus respectivas escenas, que funge para matizar lo mejor de este trabajo: el desempeño de su actriz protagónica. Simplemente perfecta en su actuación.
Si algo nos han dejado desafortunadamente los gobiernos pasados de nuestro país, es una abundancia de historias como esta, pero afortunadamente muchos realizadores, que quizá desde una perspectiva muy cercana, o por el hecho propio del artista que intenta crear a través de las problemáticas sociales de su entorno, no dejan en el olvido estos hechos que unos se empeñan en enterrar.
Espasmos de la memoria - Jackelyn González
Quizá muchos piensen que por enlistarlo muy abajo sea de menor importancia que el resto de los mencionados, pero quizá deba confesar que, junto con el de David Rodriguez, este es uno de mis cortometrajes favoritos no sólo de los comentados acá, sino hablando generalmente.
El trabajo audiovisual de Jackelyn está dotado de una voz tan poderosa y dominante que basa en el recurso de la narración, la base de su discurso, y logra crear entre este y las ímagenes que vemos en pantalla, no siempre con una conexión "lógica" de lo narrado por Jackelyn, que no es más que una anécdota pareciera personal (y en consecuencia, honesta) un encuentro poético gracias al montaje, que uno no puede más que sucumbir y esperar el desenlace de este, pero sólo para al terminar esperar dos cosas: la primera, preguntarnos cómo es que la realizadora logró hacer lo que vimos, y segundo; cuando veremos algo más realizado por ella.
Mi único problema quizá sería el hecho que en la narración son evidente los cortes que hay, lo cual es un problema menor, e incluso hasta comprensible, y en cierto grado honesto, porque si los cortes entre toma y toma son notorios, ¿por qué los cortes en el audio no? Si estos son para darle mayor fluidez, vemos la parte real y la parte artificiosa que siempre debe tener el cine.
Sin temor a retractarme, utilizaré las mismas palabras que mi colega y compañero Andrei Maldonado utilizó para describirlo: "estamos ante una obra mayor". Una obra mayor en la que uno puede ver que el cine no está muerto, un cine que uno siempre buscará, como hacedor de cine, tratar de emular.
El retorno perpetuo - José Luis Cano y Melissa Delgadillo
Este trabajo no sólo viene a confirmar mi opinión con respecto a que José Luis Cano sin lugar a dudas será un agente importante en un futuro muy cercano para el cine realizado en Durango, y realizado por un duranguense (porque seguro con su talento, y muchas de las personas que integran su
crew familiar, realizarán producciones más allá de lo que confiere el estado
), sino que además muestra que tiene talento para crear historias en géneros distintos con una calidad y creatividad notable, y que puede trabajar compartiendo visión, algo que muy pocos realizadores pueden hacer.
El retorno perpetuo es un cortometraje a lo
Groundhog day, en el que un joven tiene una sencilla tarea: dejar una bolsa de dinero enterrada para que su hermana sea liberada de lo que parece ser un rapto. El joven, que se ve tiene más problemas quizá que sólo el asunto de su hermana, entra al bosque con miedo, este se hace aún más presente cuando llega al anuncio que determina el retorno perpetuo, y a lo lejos ve a un hombre, el cual le pide agua, algo pasa entre estos dos y el joven sin perder más tiempo va y entierra la bolsa, pero cual es su sorpresa que cuando quiere regresar, regresa al anuncio que muestra su llegada al lugar, y vuelve a ver al mismo hombre que una y otra vez aparecerá, siempre pidiendo agua, pidiendo hasta que llega quizá la resignación en un llanto desgarrador, como quizá a este hombre que pide agua le llegó.
Cabe destacar que la historia escrita por José Luis Cano, es dotada de un horror involuntario que se disfraza de un suspenso admirable, logra además darle una originalidad al efecto
looper que se ha intentado en este género muchas veces, pero de manera deficiente, este no es el caso. Otra cosa a destacar, y quizá la más importante, es la composición de la imagen en la secuencias que logra crear el director encargado del departamento de fotografía: Alejandro Subia. Él comenta que tanto la planeación con el director, las condiciones meteorológicas, y algo de trabajo complementario en la postproducción; hicieron que lograra crear esta subexposición que le viene tremenda al trabajo por demás limpio del joven profesional.
(Cabe destacar además, que el mismo Alejandro Subia es quien hace también la fotografía del trabajo de Jackelyn González)
La única cuestión con los trabajos de este género es que, a diferencia de otros géneros, a mi parecer se valen mucho de su musicalización, sus bandas sonoras juegan un papel por demás importante para la fluidez de su discurso y la atmósfera que el director quiere crear, sino nada más recordemos a
El Exorcista, que sería de esta película sin la magistral banda sonora de Eugene Marks. Sin embargo, a pesar de lo antes mencionado, Cano y Delgadillo logran un trabajo excelso que a pesar de mínimos detalles a cuestionar, logran hacer que esta sensación que experimenta el personaje, sea transmitida al espectador. Ahora mi duda es, como se la planteé al propio realizador: ¿Qué habría sido de este trabajo de haberlo musicalizado? Quizá estaríamos hablando de una obra aún mayor, pero sin duda alguna también es por demás plausible darle valor a los riesgos y las decisiones que los realizadores toman en torno a sus obras, y que las respeten tal y como fueron concebidas.
Expreso - Eric Eduarte Villa
El gran merito, o lo valioso del trabajo de Eric por todo lo que yo pueda opinar de su excelente trabajo en este cortometraje, es la forma en que en el mismo relato, parte su estructura y logra crear dos trabajos ligados en si. La primera parte, dos personajes en apariencia, muy distintos, y alejados tan de si, a pesar de lo que la cercanía o cotidianeidad pareciera mostrar, al final uno de ellos se da cuenta que, la presencia de ese indigente que siempre carga su valija y su muñequito y que parece siempre estar buscando algo, además de qué comer, no le incomodaba tanto. Ya en la segunda parte se nos revela, a través de una carta (leída por Jackelyn González, por si existía alguna duda de la potente y expresiva voz que tiene esta chica) lo que este hombre buscaba en realidad, y porque buscaba llegar, tan desesperadamente, a pesar de su estado, a la estación de tren, o al menos a lo que esta era en el pasado.
No puedo comentar mucho más que el hecho de decir que salvo una toma que sale quemada (y que no influye, ni arruina para nada el argumento), para mi este cortometraje es perfecto, y que sin duda ha merecido toda distinción y proyección que se le ha dado tanto en nuestro país (Rally 48 en Corto) como fuera (Little México Film Festival Chicago).
Amarrados - Amat Escalante
Este cortometraje del laureado y reconocido cineasta (uno de los más [sino es que el más] en nuestro país en los últimos años, por encima de su maestro Carlos Reygadas) realizó este cortometraje allá en el lejano 2002, y desde entonces ya se notaban muchas de las preocupaciones que después expondría de manera aún más lograda en sus largometrajes.
Crea un relato libre de convenciones narrativas, fusionando realismo con surrealismo, la historia de un niño de la calle adicto al
chemo por no tener que comer, y que es abatido sexualmente por una mujer de mayores privilegios, el desenlace, no es otro que el de la dura realidad.
Metafóricamente todo lo que vemos tiene un fuerte punzante en el colectivo real, hay elementos y simbolismos que podrían estar hablando de más de una cosa, pero todo apuntala a lo mismo, la diferencia que hay entre los sectores pudientes y los vulnerables en nuestro país, y que muchas veces no tienen que ver con "blanco y negro", o "el que le echa más ganas y el vago", la coyuntura en nuestro país señala a responsables claros ya desde hace muchas décadas, y las malas prácticas de unos, las terminan pagando siempre otros.
Un trabajo más que extraordinario de un director que desde entonces, se le veía un futuro que hoy día tiene más que merecido.