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sábado, 23 de febrero de 2019

Stockholm: La noche perfecta, ¿es la noche perfecta?




¿Cómo concebimos nuestra idea del amor? Corrijo lo anterior: ¿cómo llegamos a concebir nuestra idea de enamorarnos? En primera estancia podríamos decir que viene desde nuestros padres. Estudios determinan que si crecimos en un hogar feliz, con padres felizmente casados las probabilidades son altas de que tengamos un matrimonio feliz siendo adultos, que queramos ser como ellos. En cambio los mismos estudios determinan que si crecimos en un ambiente con padres divorciados/separados, la tendencia se repetirá. Pero luego crecemos y la relación entre nuestros padres ya no es la única influencia que tenemos sobre el amor, empiezan a venir nuestras experiencias propias. Y así como las primeras relaciones marcan en mucho como será nuestra vida amorosa siendo adultos, llega otro factor muy importante, esencial para todos: la cultura popular. Películas, canciones, libros; todo esto también va formando un poco nuestra forma en que concebimos, creemos, y buscamos el amor, o vas encontrando obras que reafirman tu forma en que lo concibes ya desde siempre. En mi caso son muy obvias si son frecuentes lectores de mi blog: amores de cortos lapsos de tiempo, incompletos, momentos dictados más por un dedo que señala llamado destino o azar (dependiendo de la persona que narre la historia) me han regido, como mi amor por Rayuela, La Tregua, (Benedetti y todos sus poemas de amor son mi mantra) y películas como When Harry Met Sally, Hable con Ella, la trilogía Before, La Vida de los Peces, Amelie y Her son algunas de las que son responsables de mi desagradable sentimental, diría Borges o el ser molestamente cursi, diría Cortázar.

Pero llegado al punto que quería llegar les pregunto: ¿Qué tan sano es tratar de buscar un amor como en las películas? ¿Estamos buscando el amor apropiadamente, de esto va esta película de la que luego de una larga introducción les comento



Una plática se desarrolla entre dos amigos en la que parece ser una fiesta en un viejo edificio, (bastante "simple" cabe decirlo) uno habla sobre la que parece ser su chica, le dice a su amigo que esta se irá a Estocolmo con un amigo que conoce allá, este dice que seguro follarán, entonces le pregunta a su amigo si él se la follaría, este se sale una y otra vez por la tangente, evidentemente le molesta el tema, hace oídos sordos cada vez que este le pregunta. El tipo que no deja de hablar le dice al otro que su chica le dijo que en una fiesta ella y le contó que estuvo a punto de hacerlo con él, pero que no había problema, que él sabía que era incapaz, pero que seguro si no fuera su novia se la tiraba, al final con el otro "tio" ya molesto, la plática no termina en nada. Corte siguiente vemos al tipo que no dejaba de hablar diciéndole al otro que la seguirá a la chica a Estocolmo tres meses después para ver si se acuesta con su amigo. el amigo se va y el otro chico ve entrar a la fiesta a una chica, en el momento queda prendado de ella, este va y la busca al interior de la fiesta, la encuentra y le dice que le ha pasado algo realmente raro, pues se había enamorado realmente de ella. Terminada la fiestas cosas "convencionales" harán que compartan el camino a casa por la noche, y hasta ahí parecerá que es una película romántica cualquiera, pero no lo es. Aunque ya dado el giro de tuerca el final esté escrito incluso antes de que la película termine.



Leyendo un poco sobre la película antes de verla y escribir esto me enteré de dos datos: el primero es que la película fue financiada por crowdfunding, ya desde ahí podemos deducir dos cosas: la primera, que para el 2013 esta película era dirigida por un director joven. La segunda, que la trama era meramente de nuestro tiempo.

A primera vista, transcurridos los primeros minutos podemos deducir que veremos una película romántica como cualquier otra (como ya lo dije), la historia de un chico que tratará de convencer en una noche a una chica que ha conocido apenas que en realidad se ha enamorado a primera vista de ella, ella duda, y tiene un aire de estar triste, que no se sabe bien el porque. Hasta este punto no se revela nada nuevo, es la historia de todo chico galán que por el principio de la película pareciera no es un patán como el resto de los chicos que van por ahí ligando chicas sólo por una noche para después botarlas y no volver a verlas, pero durante la caminata y ya estando en casa de él su comportamiento va cambiando de a poco, pero aún no se predice nada fuera de lo normal, en cambio para ella de a poco la experiencia se va convirtiendo en la noche que toda chica consumidora de esta idea popular del gran amor que llega y te golpea de pronto y te cambia la vida, cree que esa noche es el comienzo de algo especial.

El amanecer es duro, y la película se transforma totalmente en otra cosa, pareciera se vuelven dos películas en una, dos cosas diferentes, la primera, era miel, la segunda, lo contrario, hiel; o quizá lo mejor sería decir: la primera parte es ilusión, fantasía; la segunda, realidad. Pues el encanto de la noche y la poca luz que dan las luces, del romanticismo barato y mal interpretado por todos se desvanece (dicho sea de paso el efecto del alcohol). Los arranques explosivos que una noche anterior nos parecían sexys en la otra persona a la mañana siguiente son detestables, y lo más preocupante, nunca, por mucho que puedas profundizar en una plática especial, nunca se puede saber a ciencia cierta en una noche a quien has metido a tu casa, a tu cama, que problemas tendrá esa persona, que problemas te traerá.

Rodrigo Sorogoyen recurre a algunas tomas muy bonitas adornadas con música, sobre todo en la parte de la caminata, que representan la falsa ilusión que tenemos por representar las noches especiales, fungen para eso. La mancuerna entre los dos actores es por demás destacable, quizá lo mejor de la película.

El director tenía claro que quería con esta historia, lo que quería contar y como lo quería contar, además de tener un lenguaje muy propio para hacerlo. Aun con sus detalles técnicos o narrativos, la película funciona, es muy buena por el simple hecho que cumple con su cometido, logra lo que quería. ¿Y qué es eso que quería? Hacernos pensar la forma en que nos relacionamos y cómo es que buscamos el amor los jóvenes hoy día en cada fiesta a la que asistimos, como los que juran estar enamorados de nosotros en realidad no lo están, la gente miente para conseguir lo que quiere, y cambian de ser el más dulce al más agresivo y ofensivo cuando no lo consiguen, para luego volver a ser dulces, por la manía de no saber siquiera lo que ellos quieren, o lo que son, porque, si sabes quien eres, no sales a buscar algo que te llene por un rato, o te complemente para toda la vida. Los que estamos llenos sabemos que esa persona llegará, no hay que salir a buscarla.

“Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiera elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Vos dirás que la eligen porque-la-aman, yo creo que es al vesre. A Beatriz no se la elige, a Julieta no se la elige. Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando salís de un concierto.”


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