Producciones "La Vieja Escuela" Presentan:

miércoles, 5 de septiembre de 2018

Visages Villages - Faces Places - Rostros y Lugares


Hay un denominador común en muchas de mis películas favoritas, y este es que en cada visita que hago a ellas por lo general siempre descubro algo nuevo, y no es porque tenga un problema de atención o algo parecido, sino porque si trama, su pulcra elaboración y todo lo que conlleva además sentimentalmente. (Llámese libros, películas, canciones, pinturas, todo lo que yo considero como esencial en mi vida en cuanto al arte es porque llego a ver algo mio vivido ahí plasmado)

Y si traigo este tema a exponer es porque justo la película de las que les empezaré a escribir es una película que precisamente eso me pasa, es la tercera vez que la veo ahora que quiero escribir sobre ella, (con esto no quiero decir que desde la primera vez no haya querido escribir sobre ella, es sólo que en una primera vista no sabía como abordarla, pero ahora incluso le he dado una lectura diferente a la primera vez que la vi) y me parece que es digno de escribir y dejar una pequeña huella en este blog del maravilloso documental, el cual se ha convertido irremediablemente en uno de mis favoritos de la vida y uno de los largometrajes que seguramente figurará entre mis diez favoritos al terminar el año.

Visages Villages nos lleva a recorrer junto al joven fotógrafo JR, el cual es conocido por sobre todo por tres cosas: 1) sus gafas oscuras, 2)sus fotografías en blanco y negro, y 3) lo que hace con ellas al imprimirlas en tamaño gigante y utilizarlas para hacer murales que ayuden a concientizar en el humano de alguna forma u otra. En este viaje en particular el invita como compañera de vagancia a nada mas y nada menos que la invaluable cineasta belga nacionalizada francesa Agnes Varda, de en ese momento 88 años de edad, entonces; ella con las inclemencias mismas de la edad, va perdiendo entre otras cosas su vista, entonces JR le propone que lo acompañe y el le ayudará a que el viaje sirva como un álbum de fotos digno de llevar en la memoria, entonces hacen el viaje, un viaje que empiezan en solitario y se acompañan en cierto punto, porque no se viaja igual a los 30 que a los 80. Agnes va poniendo los destinos, JR las ideas de las fotos, y aunque nunca se dice en si el propósito del viaje, ni el destino que resulta ser algo sorpresivo en doble partida, lo que si uno va entendiendo es que quien al final disfruta de esto, o a quien iba dedicado el viaje, era a la gente. Esa clase de gente real que bien puedes encontrar trabajando en una fabrica de sal que tiene alma de filósofo milenario, o en una mujer que se niega a dejar su casa para darle paso a la modernidad de un pueblo lleno de historia de hombres topo, o de una chica de nuestro siglo convertida en un personaje de Agnes.

Cuando vi la primera vez esta película, sabía que tarde o temprano escribiría sobre ella, pero no sabía como hacerlo, no me salían las palabras, lo único que había en mi mente era el título que tendría el texto: "Rostros y Lugares: Los artistas y la gente" y es que si algo tiene este documental es un lenguaje que no hace otra cosa más que profundizar, y a la vez exaltar el grande amor que tienen Agnes y JR por la gente común, ordinaria, por los lugares donde en realidad se desarrolla la vida, sin dramatismos, caracterizaciones y melodramas. Una fotografía va capturando el viaje, entre pueblos rústicos donde hay gente que conoce a Agnes, y campos donde ella vio e hizo mucho de lo que hacía cuando su vista proporcionaba y dirigía lo que hacía, y no los recuerdos. El recurso que tiene JR con su camioneta en forma de fotografía que además es su impresora, hace ver en la gente a través de su propio rostro la importancia de la identidad, la memoria, el pasado, la comunidad, el prevalecer. Y a su vez como esta relación entre dos personas tan distintas en exterior pero tan iguales en esencia van desarrollando esta relación conflictiva-amistosa que es entrañable verlos a cada momento, sus bromas, el apoyo de JR a Agnes cuando ella empieza con las nostalgias, el homenaje de este a ella, sus momentos dramatizados, y siempre rindiendo una muy fugaz especie de homenaje que a la época del cine francés que Varda y sus colegas lograron hacer escuela.

Y en la mayor parte de la película Agnes tiene un propósito que quiere lograr, hacer que el joven JR se logre quitar sus gafas para retratarlo como lo logró hacer con su amigo de la juventud JL Godard, al cual pretenden visitar al final del viaje, Agnes al menos así lo pretende, y le da la sorpresa a JR cuando van a verlo. Godard acepta recibirlos, pero al final no lo hace, dejando una huella tanto en el documental, como en el corazón de Varda, quien dice odiarlo, pero que reconoce que aún así lo quiere. Al final JR le da un regalo a Agnes, aunque ella no lo pueda ver, porque al final que son las fotografías sino más que impresiones en papel que al final la brisa del mar borran, las únicas fotografías que perduran son las de la memoria y el corazón, la de los años de vida, lo que el tiempo no puede borar, aunque al final el tiempo todo lo termine por borrar.












No hay comentarios.:

Publicar un comentario