Producciones "La Vieja Escuela" Presentan:

viernes, 21 de septiembre de 2018

Güeros - Alonso Ruizpalacios - Fragmento.


Perdón que hayamos venido sin avisar. Él es mi hermano Tomás, yo soy Federico, él es Santos, y Ana. Venimos, pues; pues porque mi hermano y yo te escuchábamos todo el tiempo. Porque llevo meses sin dormir, sin salir de mi casa, hasta que llegó Tomás. Pero, lo que quiero decir; el pedo es, mira; este casete era de mi jefe, me lo enseñó hace muchos años, él ya no está con nosotros, es tu música. Al principio pues yo no entendía nada, pero ahora lo entiendo, entiendo lo que dices, entiendo lo que mi papá entendió, que en la vida te vas a cruzar con un montón de pendejos que no entienden nada, que no saben ver lo que hay detrás de las cosas, del mundo sólido pues. Que no importa que pase, que siempre que tengas eso, que puedas ver lo que hay detrás de las cosas. Lo único que no te pueden quitar es ese sentimiento. Tú lo escribiste dijiste: "ese sentimiento". Pues ahora sé de que sentimiento hablas. Mi papá decía que sie l mundo era una estacion de trenes y la gente los pasajeros, los poetas no son los que van y vienen, sino los que se quedan en la estación viendo los trenes partir. Por eso lloraba mi papá cada vez que escuchaba tu voz rota, porque tú eres de los que ven los trenes partir . . . .




martes, 18 de septiembre de 2018

Under The Skin




Under The Skin es una película del 2013 dirigida por el inglés Jonathan Glazer, la premisa de la película es acerca de una mujer atractiva pero de actitud muy rara que maneja una van, va por la ciudad preguntando a personas, generalmente hombres, como llegar a ciertos lugares, estos le dan referencias y ella se ofrece a llevarlos, con algunos lo logra, con otros no, ella empieza a coquetear con ellos, y los invita a un lugar que siempre está cerca, y que nunca es el mismo, al llegar al sitio, ella ya los tiene atrapados en sus encantos, tanto así que ellos no logran comprender que ya no están en una misma dimensión, no es hasta que lleva a ese sitio a un hombre que parece no ser malo, o al menos ser diferente a los demás, y al darse cuenta el poder que tiene su atractivo, mismo por el cual no siente nada, es que trata de escapar a lo que es, pero se da cuenta que ella no puede ser un humano, es algo más, se puede saber que es, o que era, eso cada quien lo deducirá al final, lo que hace justificable todo lo que ocurre en la película, incluso su mayor problema, la identidad.

La película que bien podría ser catalogada como un híbrido entre ciencia ficción y suspense, logra todo el tiempo tenernos atrapados, hay que mencionar que el inicio de esta es sublime, digno de obra maestra como grandes grandes joyas cinematográficas como "2001: Odisea Al Espacio", "The Master", "El Sacrificio de un Ciervo Sagrado", incluso yo incluiría a "La Región Salvaje" en este caso. Y por lo general toda la primera tercera parte tiene un ritmo muy medido en tiempo y ejecución, (el manejo de la historia y como se maneja el asunto de la camioneta como si fuera uno de esos programas de Reality Show) pero es a partir de la segunda tercera parte que el ritmo empieza a decaer de a poco, y si sumamos a esto el hecho de que este ser extraño que es el personaje de Scarlett empieza a tener estas sensaciones (no sé si sea apropiado llamarlos "sentimientos") podríamos decir que no tienen fundamentos sólidos del porque habría de sentirlos. Pero alejados de ese detalle en la historia, la tensión nunca deja de sentirse a topa, siempre esperando algo, y siempre llega, siempre llega hasta el final.

Sin ser una película perfectamente escrita o justificada, no hay duda que su mayor virtud es el suspenso imprimido a lo largo de la historia, y la actuación de Scarlett es inconmensurable.











jueves, 13 de septiembre de 2018

Películas VI





1.- Un moment d'égarement. (Una semana en Córcega)
Por lo general todas las películas francesas, por muy flojitas que sean, tienen algo de encanto, es una particular de este cine, y más si hablamos de comedias, o películas de romance contemporáneas, lejos de ser el cine de vanguardia que nos dejó la Nueva Ola, pero como les digo, siempre hay decencia y encanto en sus producciones, pero en esta película por más que quise encontrarle algo valioso, simplemente no pude.
Y bueno, si tiene cosas buenas, agradables, porque no deja de ser una película francesa, cosas como el lugar donde se filma, y cómo se filma, la fotografía y la escenografía son bellísimas, pero que película hoy día no tiene eso gracias a un buen fotógrafo o un buen grupo de scouting. Yo me refiero a las cosas que le dan forma, contenido y personalidad a una película, estas cosas son de las que carece esta película.
Sin dar grandes detalles de la trama, sólo diré que trata de un par de mejores amigos que se van una semana de vacaciones a la casa donde pasó su infancia uno de ellos, ambos pasan por problemas personales, uno ya divorciado, otro en completa negación de que su relación está a punto de ir a ese paso. Ambos viajan con sus hijas, y la hija del anfitrión, que es menor de edad, siente una atracción por el amigo de su padre, y en una noche en que ambos están solos luego de que la otra chica se va con un amigo que se encuentra en el lugar, y el papá de la chica trata de ligar con otra chica. El caso es que esa noche estando tomados sucumben al deseo, entonces la chica quien cree estar enamorada de verdad, empieza a hacer una especie de chantaje sobre él para que reconozca que efectivamente él también la ama, y empiezan una serie de enredos que en realidad lo único que hacen es desenganchar al espectador de la historia, y aunque por momentos parece ondar en algo más profundo como el hecho de como llevamos las rupturas amorosas, o el peso que ejercen los problemas amorosos en los hijos al grado de hacerlos buscar relaciones en busca de la figura que está ausente, pero la película nunca tiene claro lo que quiere decirnos, ni siquiera grandes actores como Vincent Cassel o Francois Cluzet pueden salvar la mala historia.


2.- Un plan parfait (Let My Fly The Moon)
Al contrario de la pasada comentada, esta película que es una decantada comedia romántica con todos los clichés del género como tal, tan mal abusados por las películas norteamericanas.
La película va de una familia que en una cena familiar con tal de levantarle el ánimo a la jefa de la anfitriona le cuentan que en su familia predomina, si bien no una maldición, un común denominador que es el que todas las mujeres de la familia siempre se tienen que casar por segunda vez, ya sea por viudez, mala elección, u otra razón, ninguna se escapa a ese complejo, y le cuentan la historia de su hermana mayor, quien habiendo conocido al amor de su vida, y al querer formar una familia con él, pero a lo que se niega su hombre pues para poder tener hijos con ella tiene que casarse por una tradición de su familia, esta con idea de su hermana le arregla un matrimonio falso en Dinamarca, donde por ley te puedes divorciar media hora después, pero la persona que había contratado le queda mal, ella tiene que improvisar para poder casarse, entonces recurriendo a un encuentro en el avión con un hombre bastante peculiar, encuentra, lo que quizá ella no se había dado cuenta hasta días después, todo lo que le había faltado en su organizada y perfecta vida.
Y aunque he de aceptar que el primer tercio de la película es desesperante, absurdo, y en ratos tan molesto por estas cosas tan incongruentes, ya pasada "la boda" la película empieza a tomar forma, aún siguen algunos clichés, pero ya soportables, o mejor dicho, acorde a lo que la película quiere plantear, al diferencia entre esta y la pasada, es que esta película tiene muy en claro lo que quiere decir, mientras que la pasada no. Además tengo que comentar que el hecho de que la protagonista sea la actriz alemana Diane Kruger, acompañada del mayor cómico francés de hoy día como lo es Dany Boon, es un gran plus.


2.- La haine. (El Odio)
Sin duda alguna si una película define al cine francés en la década de los 90's, es esta.
Mathieu Kassovitz con su segunda película como realizador, crea y recrea fielmente el entorno suburbano que muchas veces los políticos franceses quisieran reprimir, y la historia quisiera que esta etapa en su historia no fuera recordada, recrea el problema que hubo entre la policía abiertamente opresora en ciertos sectores de París, y como se hace una metáfora del falso poder y la inocencia de los jóvenes con un revolver perdido mientras vemos un día completo de 24 horas de tres jóvenes (entre ellos un joven y descomunal Vincent Cassel) después de una noche de enfrentamientos entre policías y jóvenes que buscan justicia por un amigo de barrio caído que queda marcado en la memoria de tres jóvenes franceses, o al menos en la memoria de uno. Chicos con ideales, a veces desviados por las necesidades básicas que el estado no les da, y su estilo de vida precaria siempre en la búsqueda de autoridad fraternal, o algo parecido a esto, hace de esta película retratada con planos y secuencias en verdad innovadoras y pocas veces con esta dicción tan precisa, perfecta; original y a mi parecer jamás replicada. En blanco y negro (que muchas veces sirve para un asunto que les plantearé en la última película comentada) que años después evocaríamos con una cinta igual de impactante (bueno, igual no sé, pero si también muy impactante) como lo es Historia Americana X. Cruel, absorbente, inquietante, y muy muy necesaria.



martes, 11 de septiembre de 2018

Sueño En Otro Idioma.


Si me pongo a pensar, no miento ni exagero al decir que si una película mexicana esperaba ver desde hace cosa de dos años, la que más esperaba, porque otra que espero ver más o menos desde el mismo tiempo también es La Gran Promesa desde que supe que su director estaba filmando en Durango por las páginas de Cinéfagos, la cual ha tenido su estreno precisamente en el Festival Internacional de Cine de Durango, ese mismo que también proyectó la película de la ahora les hablaré: Sueño en otro idioma, la más reciente cinta del director Ernesto Contreras.

La película trata sobre cómo un joven estudiante de lenguas llamado Martín (Fernando Álvarez Rebeil) que llega a un pueblo para aprender el zikril, una lengua en vías de extinción y que según él sólo quedan vivas dos personas que la hablan, una señora llamada Jacinta (Mónica Miguel) y un señor llamado Isauro (José Manuel Poncelis), ambos muy mayores.

Estando con ellos se encuentra con la noticia que hay un tercer habitante que aún habla esa lengua, Evaristo (Eligio Meléndez) un señor malhumorado el cual fue el mejor amigo de Isauro, pero con quien lleva cincuenta años sin hablarse. Antes de poder grabar alguna plática entre Jacinta e Isauro estos le revelan un secreto sobre su lengua a Martín, y un día después Jacinta muere, y este hecho no hace más que hacer más maravillosa la fábula sobre los zikriles.

Cuando Flaviana (Norma Angélica), la hija de doña Jacinta, le revela que según sus tradiciones, los zikriles nunca mueren del todo, van a un lugar al que llaman El Encanto. Es así que Martín, con ayuda de Lluvia (Fátima Molina), la nieta de don Evaristo, de quien se enamora, hace que los dos viejos amigos, de los que se dice por todo el pueblo su enemistad nació por una mujer de la cual se enamoraron, y que ella correspondió a Evaristo, haciendo que casi se maten en su juventud.

Luego de varios tropiezos e intentos (uno de ellos muy conmovedor) los reúne y hace que limen asperezas por un tiempo, pero el pasado vuelve, y este hace que secretos y la verdadera razón por la cual dejaron de hablarse se revele. Isauro, quien más sufrió el pasar de los años, termina por irse con su pueblo antes que Evaristo, que no termina por perdonarse por sus errores y decisiones del pasado. Isauro le dice unas últimas palabras a Martín, un mensaje que solo Evaristo puede traducir, dejándonos sin saber a ciencia cierta si dicho mensaje era para su antiguo mejor amigo, o para su nuevo mejor amigo, quien llora conmovido y devastado por su muerte abrazado a el último de los zikriles vivo (otra escena que también involucra un abrazo es cuando Lluvia le dice a su abuelo que se vaya con su amigo)

Son un sin fin las razones por las cuales considero desde ya a Sueño en otro idioma una de mis películas favoritas del año, y sin duda de las mejores del cine mexicano. En primer lugar, por la visión de Ernesto Contreras de hacer una película en la que, creando un propio lenguaje, hace un hincapié y un llamado a no dejar morir y rescatar tantas lenguas propias y ancestrales que tenemos en nuestro país. Este homenaje a tantas comunidades indígenas que luchan y protegen sus secretos tan vitales para ellos, tan olvidados por nosotros los "civilizados".

La película tiene un mensaje muy efectivo sobre la confianza que muestran en el personaje de Martín; en más de una ocasión se muestra así, demostrándonos en el argumento que estas poblaciones nos abrazan a nosotros, y nos brindan su amor y sus conocimientos a aquellos que nos acercamos a ellos con corazón puro y noble, una muestra de ello es cuando Martín, al inicio de la película, se presenta con doña Jacinta y ella le pregunta por qué quiere aprender el zikril y ésta, al escucharlo, le dice que ellos no quieren que muera la lengua, pero que tampoco quieren que caiga en malas manos. Entonces ella de inmediato lo lleva a conocer a Isauro y de inmediato se ve la conexión entre ellos, y este le dice que le enseñará el zikril.

Otra ocasión es cuando Evaristo descubre la relación entre Martín y Lluvia, y este le pregunta a ella si cree en él, ella le dice que sí, y con esa respuesta tiene para que él no lo mate. Otro gran acierto de la película es que todo pasa en nuestro tiempo, es solo con recuerdos de las mentes atormentadas de ambos viejos, que nos llega de a poco la información de su pasado, del cómo siendo tan amigos, prácticamente de la noche a la mañana, se olvidan el uno del otro, sin jamás olvidarse, es solo cuando ya tenemos todos los elementos que esto se nos muestra.

Técnicamente la película es impecable, todo lo referente a la producción (que se la rifó en las locaciones que encontraron en Veracruz y cómo filmaron para que se sintiera la genuinidad del "tiempo y espacio"). El diseño de producción, la atinadísima, pulida y elegante fotografía de Tonatiuh Martínez, la música original de Andrés Sánchez que es una belleza, el sonido directo, hacen de esta película simplemente un agasajo fácil de disfrutar al verla. Un par de detalles o errores técnicos pude percibir, pero en serio solo lo menciono por hacerlo, sin malicia alguna, pues creo que ni siquiera son perceptibles, incluso yo pude haberlos visto mal (estos involucran un traje de baño y sangre).

Ernesto Contreras es de los pocos directores mexicanos que en todos sus trabajos suele poner historias muy genuinas. Se nota su toque autoral, y eso es muy difícil de lograr aun cuando sus películas siempre son bien aceptadas por todos los públicos, incluso sin ser sus guiones (y aunque él no escribe, sus dos últimos trabajos, este y Las Oscuras Primaveras, son escritos por su hermano) y todas sus películas cuentas historias muy humanas, todas siempre con una carga emocional y siempre con cierto grado de obsesión, con algo oscuro, con algo secreto en sus historias, y esto, ya sea voluntaria o involuntariamente, se refleja en todas ellas en lugares cerrados, pláticas casi siempre sólo entre dos, en escenas muy oscuras.

Incluso en esta, aun teniendo la inmensa majestuosidad y el tamaño monstruoso de la selva, no es en otro lugar que en El Encanto, un lugar muy cerrado, en el que la historia encuentra su desenlace, y donde además es la única parte donde se nos traduce un dialogo en lengua zikril, pero lo considero sólo necesario en esta escena, pues en toda la película, cuando vemos dialogar a Isauro y Evaristo, ya siendo jóvenes o viejos, uno puede interpretar en sus miradas y gestos, todo lo que se dijeron, y por sus sufrimientos y sus almas cansadas por no poder seguir hablando por lo que las normas, la religión, la sociedad pudiera decir en aquel entonces, no se pudieron decir en cincuenta años.

Sólo comentar, como dato final, que si les hubieran dado el Ariel a ambos protagonistas por el rol protagónico (además quiero reconocer el gran trabajo de todo el cast, entre ellos Hoze Meléndez y Juan Pablo de Santiago como Isauro y Evaristo jóvenes, respectivamente; Nicolasa Ortiz Monasterio como la joven de quien se enamoraron, y la participación especial de Héctor Jiménez, pero sobre todo el que tuvo Fátima Molina en la película) me hubiera parecido fenomenal.

Termino este texto escribiendo: Así sea…












miércoles, 5 de septiembre de 2018

Visages Villages - Faces Places - Rostros y Lugares


Hay un denominador común en muchas de mis películas favoritas, y este es que en cada visita que hago a ellas por lo general siempre descubro algo nuevo, y no es porque tenga un problema de atención o algo parecido, sino porque si trama, su pulcra elaboración y todo lo que conlleva además sentimentalmente. (Llámese libros, películas, canciones, pinturas, todo lo que yo considero como esencial en mi vida en cuanto al arte es porque llego a ver algo mio vivido ahí plasmado)

Y si traigo este tema a exponer es porque justo la película de las que les empezaré a escribir es una película que precisamente eso me pasa, es la tercera vez que la veo ahora que quiero escribir sobre ella, (con esto no quiero decir que desde la primera vez no haya querido escribir sobre ella, es sólo que en una primera vista no sabía como abordarla, pero ahora incluso le he dado una lectura diferente a la primera vez que la vi) y me parece que es digno de escribir y dejar una pequeña huella en este blog del maravilloso documental, el cual se ha convertido irremediablemente en uno de mis favoritos de la vida y uno de los largometrajes que seguramente figurará entre mis diez favoritos al terminar el año.

Visages Villages nos lleva a recorrer junto al joven fotógrafo JR, el cual es conocido por sobre todo por tres cosas: 1) sus gafas oscuras, 2)sus fotografías en blanco y negro, y 3) lo que hace con ellas al imprimirlas en tamaño gigante y utilizarlas para hacer murales que ayuden a concientizar en el humano de alguna forma u otra. En este viaje en particular el invita como compañera de vagancia a nada mas y nada menos que la invaluable cineasta belga nacionalizada francesa Agnes Varda, de en ese momento 88 años de edad, entonces; ella con las inclemencias mismas de la edad, va perdiendo entre otras cosas su vista, entonces JR le propone que lo acompañe y el le ayudará a que el viaje sirva como un álbum de fotos digno de llevar en la memoria, entonces hacen el viaje, un viaje que empiezan en solitario y se acompañan en cierto punto, porque no se viaja igual a los 30 que a los 80. Agnes va poniendo los destinos, JR las ideas de las fotos, y aunque nunca se dice en si el propósito del viaje, ni el destino que resulta ser algo sorpresivo en doble partida, lo que si uno va entendiendo es que quien al final disfruta de esto, o a quien iba dedicado el viaje, era a la gente. Esa clase de gente real que bien puedes encontrar trabajando en una fabrica de sal que tiene alma de filósofo milenario, o en una mujer que se niega a dejar su casa para darle paso a la modernidad de un pueblo lleno de historia de hombres topo, o de una chica de nuestro siglo convertida en un personaje de Agnes.

Cuando vi la primera vez esta película, sabía que tarde o temprano escribiría sobre ella, pero no sabía como hacerlo, no me salían las palabras, lo único que había en mi mente era el título que tendría el texto: "Rostros y Lugares: Los artistas y la gente" y es que si algo tiene este documental es un lenguaje que no hace otra cosa más que profundizar, y a la vez exaltar el grande amor que tienen Agnes y JR por la gente común, ordinaria, por los lugares donde en realidad se desarrolla la vida, sin dramatismos, caracterizaciones y melodramas. Una fotografía va capturando el viaje, entre pueblos rústicos donde hay gente que conoce a Agnes, y campos donde ella vio e hizo mucho de lo que hacía cuando su vista proporcionaba y dirigía lo que hacía, y no los recuerdos. El recurso que tiene JR con su camioneta en forma de fotografía que además es su impresora, hace ver en la gente a través de su propio rostro la importancia de la identidad, la memoria, el pasado, la comunidad, el prevalecer. Y a su vez como esta relación entre dos personas tan distintas en exterior pero tan iguales en esencia van desarrollando esta relación conflictiva-amistosa que es entrañable verlos a cada momento, sus bromas, el apoyo de JR a Agnes cuando ella empieza con las nostalgias, el homenaje de este a ella, sus momentos dramatizados, y siempre rindiendo una muy fugaz especie de homenaje que a la época del cine francés que Varda y sus colegas lograron hacer escuela.

Y en la mayor parte de la película Agnes tiene un propósito que quiere lograr, hacer que el joven JR se logre quitar sus gafas para retratarlo como lo logró hacer con su amigo de la juventud JL Godard, al cual pretenden visitar al final del viaje, Agnes al menos así lo pretende, y le da la sorpresa a JR cuando van a verlo. Godard acepta recibirlos, pero al final no lo hace, dejando una huella tanto en el documental, como en el corazón de Varda, quien dice odiarlo, pero que reconoce que aún así lo quiere. Al final JR le da un regalo a Agnes, aunque ella no lo pueda ver, porque al final que son las fotografías sino más que impresiones en papel que al final la brisa del mar borran, las únicas fotografías que perduran son las de la memoria y el corazón, la de los años de vida, lo que el tiempo no puede borar, aunque al final el tiempo todo lo termine por borrar.












martes, 4 de septiembre de 2018

Ana y Bruno.





Seré sincero con ustedes, cuando yo leí me parece hace un año que esta película había ganado un premio muy prestigiado de películas animadas no me hizo querer investigar más sobre ella, o a lo menos verla, ¿el por qué? Porque aunque no lo demerito como tal, si he de aceptar que las películas animadas no ocupan mucha atención para mi, muy contadas son las que he visto, tanto de niño como ahora de adulto tanto para niños como para adultos, pero no es hasta hace algunas semanas que me topé con un muy buen artículo (que de momento se me va en qué sitio web lo visualicé) en el que decían tanto el director que la realizó, como la larga odisea que tuvo la producción a tal grado de tener que esperar tantos años para ser exhibida, esto añadido al análisis que hizo Fernanda Solorzano para el canal de Youtube de Letra Libres, (con quien ya compartí mis impresiones, y quien además agradezco por siempre contestar mis mensajes, eso no cualquiera, y menos en su prestigiosa posición de crítica) es que fui en su semana de estreno sin pensarlo dos veces. Les diré de antemano que trataré de comentarla sin hacer revelación importante alguna, de una película que en la animación e México estoy seguro que dejará huella tanto en su técnica como en el delicado trato a la trama.

La película empieza con un viaje en el que Ana, su madre y su padre van a una casa en la playa donde su mamá y ella se quedarán y a donde su padre después irá por ellas, o al menos eso es lo que les dice, Ana no logra despedirse de él, por lo que ella cree que su padre está molesto con ella por alguna razón, Ana pronto se hace amiga de un perrito al que llama choco. En la casa hay otras personas las cuales se muestran muy raras, anormales, pero no es hasta que Ana y su madre tienen un encuentro con un señor que les presenta a su amigo, un payasito al que creen un ventrículo, el cual dice controlar al señor, cuando el señor pierde el control un par de hombres vestidos de blanco junto con el que parece un doctor, de aspecto sombrío, lo hace llevar al "tercer piso" y todos los demás, incluido el payasito, se estremecen, cuando se ve lo que le hacen al hombre, el payaso desaparece, la madre hace prometer a Ana que jamás subirá a ese tercer piso, pero esa misma noche Ana pensando que seguía a Choco hasta ese tercer piso, se encuentra con Bruno, una especie de duendecillo que hace bromas a una de las personas del lugar, para esto Bruno le revela a Ana que ese lugar no es otra cosa que un manicomio, y que todos los que están ahí están locos, incluidas su madre y ella, (más delante en la película Bruno le revela a Ana que en realidad los niños y los animales si pueden verlos sin que estén locos) la presenta con las visiones de los demás internos, que no son más que la viva ilusión de sus trastornos, (hay una mano entre ellos, que ya sabrán si arruinarles el chiste porque está ahí) hasta que llega la terrible aparición que atormenta a su madre, es entonces que Ana al ser mandada por su madre va en busca de su padre para que salve de ese lugar hasta San Marcos, el lugar en donde vive, así es que Ana, con ayuda de todos sus amigos, y un chico huérfano que la ayuda a llegar al pueblo llamado Daniel, emprende la travesía con todo y sus dificultades, haciendo hasta lo imposible por salvar a su madre, aunque ello la haga tomar la difícil decisión de dejarlo todo atrás para que su madre este bien.

La tremenda catarsis que crea Carrera con este cuento en el que hace que temas tan profundos es de una maestría formidable y digna de aplaudirle. Nos dice como tal que algunas veces hay que dejar cosas atrás, y soltar un lazo que pareciera ni la muerte puede romper, por el bien de lo que más amamos. Habla del abandono, de la redención, de las segundas oportunidades, de rescatar, de empatizarnos con el otro, habla sobre todo del amor por los nuestros por muy mal que la hayamos pasado.

El diseño de los personajes tiene que ver mucho con la trama, pues mientras a Ana, su madre y su papá los vemos se podría decir normales, o bien hecho, o bonitos, incluso a las personas de la ciudad y de San Marcos, a las personas en el manicomio, tanto a los internos como a los pacientes, los vemos deformados, y esto se debe quizá al hecho de que el director quiso que los viéramos como los pacientes se ve a si mismos, o como ellos ven a los demás, o los estragos que hacen este tipo de lugares a las personas, incluso sus alucinaciones, aunque irreales, y caricaturescas, y que no son reales si lo vemos desde el punto del mundo real, no son tan distorsionados. Los actores que prestaron su voz para los personajes, que van desde Damián Alcazar, Marina de Tavira, Héctor Bonilla, Silverio Palacios, Regina Orozco y otros más, no hacen que hacer más valiosa la película, pero sin duda es mucho más que sólo eso.

La película es valiosísima, divertida, conmovedora, profunda pero a la vez tan liviana, los niños se divierten cuando las película es graciosa, pero los hace observar detenidamente cuando la película demanda su atención, eso muy pocos directores pueden lograrlo, porque en películas animadas para adultos, quizá no a todos los niños logre dar el mensaje real de la película, o las intenciones que tenía el director con ella, Carrera si lo logra de manera increíble. Hay una parte de la película en la que se revela quien es Ana en realidad, en la que se podía sentir cómo los niños también quedan conmocionados con la revelación, eso es algo que yo encontré encantador, esperanzador, y muy valioso. Tratar dos temas tan difíciles como lo son la locura y la muerte de la forma en que lo hace Carrera, estos dos en particular entre los muchos temas que trata, y además hacerlo en un lenguaje perceptible para los niños, y que no se vuelve oscuro, sino incluso lo maneja con un realismo mágico abrumador, es algo digno de respetarse.

Cosa contraria a lo que pude leer en algunos comentarios que he podido leer en Youtube, me parece que en un mundo en el que la animación de Pixar ya es el molde, el estándar a seguir, ver la animación como la de esta película en la que en director Carlos Carrera tuvo mucho que ver en el proceso es arriesgado, valioso, y uno lo agradece.

Desde ya creo que es mi película mexicana favorita en lo que va del año. Sin duda alguna películas como esta, o la también muy reciente La Vida de Calabacín, es la clase de películas que de tener hijos, yo vería con ellos.



lunes, 3 de septiembre de 2018

Isla de Perros.




Isla de Perros es la más reciente película dirigida por Wes Anderson, estrenada el año pasado en el Festival de Venecia, que si bien no es animada, sino hecha con la técnica del stopmotion, la calidad con que están hecho cada uno de los personajes a mano, uno creería que son animaciones. Los que ya son frecuentes en el blog sabrán que soy declarado fan de este cineasta, al grado de considerarlo uno de mis directores de cine favoritos. La película es la segunda vez que la había visto con esta, ya que sin esperanza de que llegara a los cines de la ciudad la había rentado vía streaming, pero al saber que se proyectaría en una pantalla de cineclub, que cabe resaltar que por segunda vez en la ciudad, sólo que a la primera proyección no había podido acudir por cuestiones de tiempos y logística, pero en esta ocasión no podía perderme la oportunidad.

La película a grandes rasgos va de como en un Japón 20 años en el futuro, el alcalde Kobayashi de una ciudad ficticia llamada Megasaki que es descendiente de una familia milenaria amante de los gatos y que hace muchos siglos trataron de acabar con todos los perros que había en el Japón. Entonces el alcalde crea un decreto en el que culpando a los perros de una rara gripe que puede empezar a contagiar a los humanos, además de la sobre población de la especie y los demás problemas sanitarios que lleva. Entonces al primer perro que se manda es al guardián del protegido de la alcaldía, el sobrino huérfano del alcalde a quien adopta. Seis meses después el pequeño Atari de 12 años roba un pequeño avión y hace lo que ningún otro dueño de las miles de mascotas que fueron deportadas a la isla basura hace: ir a rescatar a su mejor amigo, con el que tenía prohibido crear un vinculo emocional, como si eso fuera posible para un niño, aunque en el camino se encuentra a unos cuantos más que quieren apoyarlo en su causa, entre ellos 5 perros de los cuales 4 son finos liderados por uno callejero que esconde algo más que su pelaje, este al final incluso no queriendo, llega a convertirse en algo más para ese pequeño kamikase. (El cast que da voces a los personajes al igual que en su pasada película es de lujo)

Dos cosas no se pueden poner en tela de juicio en el cine de Wes, la primera es la gran calidad que tiene como narrador en su muy peculiar y único estilo, y la segunda es como todas las películas de Wes van muy involucradas con la infancia, lo cual suele hacerlas no sólo sensibles, cómicas y fantásticas, sino más humanas, aunque hablemos de perros.

Ya desde Fantástico Señor Zorro (su primera película con esta técnica) Anderson nos mostraba la maestría para contar sus fábulas incluso en esta técnica, y aunque para nada considero fallida Isla de Perros, no siento tan presente su maestría.

He de reconocer que a lo largo de la película no sentí nunca empatía por ninguno de los personajes, sino hasta el final, los flashbacks que emplea Wes para ponernos en contexto con la historia de los personajes más importantes son como el sus pasadas películas, pero por muy bien tratados, uno no conecta con ellos, y quizá sea que se necesitó un poco más de tiempo para el desarrollo total de los personajes. Los temas que trata la película como la amistad, el agradecimiento, nuestro origen, son profundos y bien desarrollados, pero como lo digo, toda la catarsis llega al final, de la mano con un final muy teatrero y hasta predecible, que no me gustó del todo, pero tampoco no me gustó, y funciona, a tal grado de hacer a la película redonda, que dicho sea de paso vuelve a utilizar una tumba casi al desenlace, un elemento muy utilizado por el director. Una buena película, pero no de la maestría quizá para estar dentro de un top 3 del director en cuestión. Pero siempre será un placer el ver una película de Wes Anderson.







domingo, 2 de septiembre de 2018

Le Notti Bianche


Noches Blancas, dirigida por el espléndido director italiano Luchino Visconti, es una película que se basa en la novela homónima del escritor ruso Fiódor Dostoyevski, la cual ha sido adaptada en más de una ocasión tanto para cine como en teatro.

Uno de los atractivos que tiene esta película es el hecho que podemos ver quizá una de las mancuernas de actor-director más emblemáticas de la historia: Visconti-Mastroianni, que si bien es sabido que la mancuerna que hizo Mastroianni con Fellini es más renombrada y memorable, muy pocos saben que la historia de Mastroianni con Visconti viene desde sus inicios del actor en el teatro.
La película nos narra como después de que nuestro protagonista, Mario, sumergido en sus pensamientos mientras escuchamos las mágicas notas de Nino Rota quien compone la música para el filme, y la voz del narrador que nos cuenta la historia de este solitario hombre en Petersburgo, una ciudad que no es suya y que está tan sola como él a tan altas horas de la noche en día festivo, en su caminata se encuentra llorando en un puente a una chica, él queriendo averiguar que le pasa la sigue pero ella huye asustada, entonces él le dice que sólo quiere saber que le pasa y que no quiere hacerle daño, que sólo quiere ser su amigo y que no busca nada más, aunque en su interior siente una felicidad inmensa al saber que por fin esa ciudad tan bella como sola le ha regalado la aventura que tanto había esperado toda su vida y que esta llegaba con una hermosa muchacha de blanca cabellera de la cual queda enamorado en el instante que cruzan palabra, él la acompaña a su casa, y ella le promete que la noche siguiente se verán donde mismo para poder platicar, pero luego de que él la deja en su casa ella regresa al lugar donde la conoció. Ella le cuenta entre memorias y anécdotas su triste historia de amor, y las siguientes noches que no son muchas él dice que la ayudará a encontrar a su enamorado, aunque en realidad él no hace mucho por ayudarla, aunque finja hacerlo como escribiendo una carta que jamás manda, no hace más que retrasar un encuentro que el destino ya había pactado, y que él sabía porque así era su historia, pero mientras ese encuentro llegaba, Mario pretendía pasar con Natalia todo el tiempo que le fuera posible, para tratar que ella olvidara a ese viejo amor, aunque él estaba destinado a estar sólo y sólo ser un chico raro en aquella hermosa ciudad, pero quería robarle tiempo al tiempo y probar la felicidad aunque corta por una vez en su vida.

La película es sin lugar a dudas una de las más grandes joyas del cine italiano, con una historia notable que Visconti cuenta con lujo de detalle, no deja nada al escepticismo y la llena con tanta claridad y notoriedad que uno queda enganchado. La fotografía y la música juegan un papel más que primordial, el muy poco reparto y las situaciones planteadas por muy disparatadas o fantasiosas que estas parezcan en ciertos momentos, realmente tienen un sustento y un soporte en la película que es imposible concebirla sin alguna de ellas. Nino Rota destaca con una banda sonora que no hay que ser muy clarividente para darse uno cuenta que esta pieza le serviría años después para hacer la banda sonora de El Padrino. Los actores estelares son más que dignos y nos entregan una actuación para la memoria colectiva y la historia del cine, Maria Schell como Natalia con un gran parecido a la actriz Emilia Clarke quien deslumbra con su rostro la pantalla y su magnífica actuación, y ni que decir de Marcello Mastroianni como Mario que uno no puede más que agradecer que este hombre haya nacido, en todas sus películas brilla, y en esta con notoria peculiaridad. La escena del baile es una de esas escenas que hace que una persona ame el cine por sobre todas las cosas, es tan improvista y es algo que uno no espera ver con tanta naturalidad y genialidad, que hacen que sea perfecta, si es que la perfección se puede distinguir de alguna forma y en algún lugar.

Al final la metáfora de la película se puede entender en que todo hombre espera que algo sea eterno, nuestros paseos con una chica extraña de pelo blanco, aunque al final de cuentas todos sabemos que la nieve volverá a llegar a cubrir de blanco las noches y la ciudad y todo volverá a ser como antes, pero nuestra alma se llena de felicidad por cada vez que uno puede ver que estas cosas si no nos pasan a todos en la vida real, en el cine las podemos encontrar y ser felices para siempre, porque el buen cine es como la vida misma, siempre se llega a un punto que uno queriendo o no, debe encontrar.


Últimamente mis procesos de escritura se han visto modificados, en realidad sólo los de las cosas que escribo yo creando,últimamente todo lo dejo a medias  me cuesta mucho terminar algo, mi proceso para escribir sobre cine es diferente porque ya tengo un método, mientras estoy viendo alguna película, si no llevo algo conmigo para escribir empiezo a recordar palabras clave que me ayuden a ejecutar bien mi reseña y mi análisis, ya estando escribiendo frente al ordenador, leo un poco sobre la película en cuestión más que nada para detalles técnicos, porque si bien aunque uno se quede hasta el final viendo todos los créditos de la cinta nunca falta el dato que se te olvide, entonces ya teniendo un texto base, algo que ya no pueda quitar mi propia opinión de la película, veo y leo algunas reseñas de críticos especializados de cine, que por lo general siempre es para reafirmar cosas y valores que ya había expuesto en mis textos, eso es lo que me hace pensar, no soy tan malo apreciando el cine y escribiendo dicho sea de paso. Mis textos son un tanto reseña y un tanto análisis, no me gusta utilizar la palabra crítica. Ya al final sólo pulo detalles gramaticales más que nada, aunque me gusta en cierta forma que algunos textos queden como salieron, sin edición alguna, pero considero que esa es una falta de respeto y pensar sólo en mi, por eso trato casi siempre de dejarlos bien escritos sin falta alguna.


Las noches blancas lo son todo y nos entregan felicidad momentánea y algo porque vivir, y las noches blancas llegan y nos arrebatan lo que queríamos tener pero nos hacen amar la vida aunque sea en soledad.