sábado, 30 de junio de 2018
Mejor... Imposible
Mejor Imposible es una película de 1998 de la cual uno puede decir que si por algo tiene valía es por dos cosas, o mejor dicho, dos nombres: Jack Nicholson y Helen Hunt.
La película nos narra como Melvin Udall, un escritor de edad que es un completo huraño sarcástico y quien además padece el síndrome de personalidad maníaco-depresiva, quien crea un vínculo con una camarera del lugar al que va a almorzar todos los días la cual se llama Carol, un día luego de tener un altercado con Frank, la pareja de su vecino homosexual con el cual no lleva una buena relación por su perro al cual le encanta orinarse cerca de la puerta del departamento de Melvin, la pareja de Simon, el vecino gay, le dice que un día lo hará pagar por echar al perro por el ducto de la basura, y ese día llega cuando Simon es brutalmente golpeado por los amigos de un modelo que posaba para él los cuales pretendían robar su departamento. Mientras esta está en el hospital, Frank hace a Melvin cuidar del odiado perro, pero al pasar de los días este se da cuenta que no odia tanto al dichoso perro, de hecho lo quiere, y la gente a su alrededor, como Carol, se da cuenta del cambio en la actitud de Melvin. Cierto día que Carol no va a trabajar por problemas personales que tiene por un raro tipo de asma que tiene su hijo, Melvin la busca por mar y tierra hasta que llega a su casa, entonces luego de recibir una negativa por parte de Carol, este hace que un médico especialista se encargue de Spencer, el hijo de Carol, ella lo busca para decirle que busca algo a cambio, a pesar de lo agradecida que está, puede hacer todo lo que quiera menos acostarse con él, entonces él sólo le pide que regrese al restaurante para poder comer lo que ella le prepara. Y esto sumado a un Simon hundido en deudas y depresión el cual cada vez se parece más a el viejo Melvin, quien además tiene que lidiar con el hecho de que ahora su adorado Verdell prefiere estar con el viejo gruñón, y un viaje en el que Simon intenta reencontrarse con sus padres y sanar una relación que se fracturó hace muchos años, pero del cual sólo encuentra inspiración y consuelo en Carol, y una amistad con el que creía un enemigo, hacen de esta película una gran fábula.
Como lo dije en un principio, sin lugar a dudas lo más valioso de esta película son las actuaciones en ella, Cuba Gooding Jr. como Frank, Greg Kinnear como Simon (el mismo que sale en la me parece bien lograda -y que le gusta mucho al buen Fran- Evitando el Amor y en la encantadora Miss Little Sunshine) y ni que decir de los actores principales, creo que en aquel 1998 nadie puso en tela de juicio el Oscar que ambos recibieron por mejor rol protagónico, realmente excelsas sus interpretaciones, no se les ve fallo, ambos tanto nos pueden conmover como divertir. Todas las escenas de ambos se sienten naturales, y por separado Helen nos hace casi llorar cada vez que la vemos en un monólogo hablando de su hijo, y Nicholson en cada escena que hace con Verdell es encantadora. (La escena con la empleada de Simon es divertidísima) A eso súmenle un guión maravilloso con unos diálogos más que perfectos y la música de Hans Zimmer y, me parece que ya no hay nada que decir.
Lo que si realmente he decir que no me gustó tanto, es el trabajo de James L. Brooks, el director; y es que se notan sus intenciones como a través de la fotografía juega con los sentimientos del espectador, o más que jugar con ellos, se vale de encuadres y movimientos en la cámara para que este ponga más atención a ciertos aspectos en la trama, o para que sepa que en cierta situación debe de sentirse de cierta manera, o como los personajes van a proceder, como tratando al espectador como tonto, y eso si me parece que es muy deleznable, aunque esto ya es una cosa que un cinéfago tan empedernido y quisquilloso como yo podría notar, igual si ustedes no lo notan mejor.
Por último debo de comentar que tan bueno me parece por otra parte el guión de la película que me hace recordar que muy pocas películas me han gustado por el hecho de como los personajes que nos presentan en un principio, pueden vivir cosas durante la trama que los haga totalmente distintos cuando la película termina, y no es que no haya muchas películas que hagan esto, es sólo que tan pocas lo logran con tal maestría que se pueden contar quizá con los dedos de las manos, el ejemplo más reciente sin duda alguna es Tres Anuncios Por Un Crimen. Y decir que la película y la relación de Simon y Melvin por momentos me hizo recordar, y en cierta manera tengo la teoría que algo así en realidad es el trasfondo de esta película, es a la acontecida en "Tres Colores: Rojo", si ven ambas, ya sabrán porque lo menciono.
Un clásico por excelencia del cine norteamericano, que si bien, el trabajo de su director deja mucho que desear a mi gusto por lo manipulador que pretende ser, como la mayoría del cine hollywoodense, las actuaciones del reparto la rescatan y la elevan de una manera sublime.
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