-Bien, dejemos de lado a la chica, si llegamos hasta este recuerdo es
porque olvidaste algo que es muy importante para ti o que lo fue, bien, trata
de eliminar o saltar todo lo que tenga una ligera imagen en tu mente, por
ejemplo, no sé; ¿recuerdas lo que cenaste ese día?
-Si.
-Entonces borra eso y pasalo. Esa clase de cosas. Ahora cuenta hasta
tres y empieza a hablar y cuentame lo primero que veas.
Juan guardó silencio por más de tres segundo, de hecho pasó quizá el
doble de tiempo, y mientras titubeaba, como si empezara a ver algo que no era
real, como un sueño o algo que estaba palpando pero que él sabía no era algo
que hubiera vivido o estuviera en sus recuerdos empezó a decir.
-Estoy viendo el reloj, las luces de la pared, que eran las menos
intensas de la cabina de pasajeros están encendidas, la mayoría de la gente
duerme, se escucha gente cantando y gritando pero es a lo lejos, probablemente
en el comedor que también era el bar. Son las cuatro de la mañana. Que extraño,
no recuerdo esto. Me estoy levantando. empiezo a caminar, trato de ir a el bar
precisamente, pero un par de borrachos van entrando por la puerta y. ¡Oh
cielos!
-¿Qué?
-Uno de ellos traía las manos llenas de no sé qué, al parecer nachos y
me embarró mi chamara de piel.
Sofía empezó a reír y Juan dijo
-Oye esto es real. Recuerdo esta mancha un par de días después.
-Bien sigue antes de que te pierdas.
-Ok. Eso me hace querer ir a quitar la mancha de mi chamarra, trato de
entrar al baño de la cabina pero al parecer esta cerrado. Así que salgo de la
cabina hacía afuera, recuerdo que había una llave de agua, no me preguntes
porque. Entonces salgo y trato de lavar la chamarra pero no se le quita la
mancha, empiezo a creer que no eran unos nachos, o quizá sí pero sabrá que
clase de queso era, o de qué siglo era. En fin, acabo de secarme con la única
toalla de papel que quedaba. Así que me dirijo hacia adentro, pero, no sé; la
brisa era muy fresca, es muy fresca. Si pudieras estar aquí. Esto casi se
siente real, es sorprendente.
-No te pierdas.
-Esta bien. No me voy, no había nadie afuera y sólo había una lámpara
encendida, así que me quedo a contemplar un rato el cielo, las estrellas. Hay
una banca. ¿Te acuerdas de la historia de la chica del pelo color fuego?
-Sí.
-Pues es una banca muy similar.
-Bien, continua.
-Esta bien. Me acuesto, veo las estrellas. ¿Recuerdas esa escena de El
Titanic en la que Jack conoce a Rose.
-Si.
-Pues en ese momento deseaba que algo similar ocurriera, y la verdad no
pensaba en ti en ese momento, en realidad no pensaba en una chica en especial,
bueno en realidad si.
-Ok.
-¿No quieres saber de que chica se trata?
-Si tú me lo quieres decir. A ver. ¿En quién pensabas?
-En Kate Winslet.
-Creo que ya sabía la respuesta.
-En fin, me moría por tener un cigarrillo en ese momento, pero no había
a quien pedírselo. Así que me levanto de la banca. Me dirijo a la barandilla y me
estoy ahí, la verdad no recuerdo si pensaba en algo, sólo miraba hacia el mar.
Alguien se acerca y me saluda, por dios no lo puedo creer.
-¿Qué?
-La chica de la que te conté.
-Bien, ahora reproduce toda la conversación en tu cabeza y no hables.
Después de que termines abre los ojos y me cuentas todos.
Al cabo de unos minutos en silencio y con el rostro de Juan invadido de
una felicidad extraña y una sonrisa que no se borraba. Juan abrió los ojos.
-Tan pronto.
-Si.
-Y bien, ¿qué pasó? De que platicaron.
-La verdad no fue una gran platica, no como la de la chica del cabello
color fuego. Me preguntó si yo había sido quien trató de abrir el baño de la
cabina, yo le contesté que si. Entonces me dijo que no toleraba los mareos, que
era la primera vez que viajaba en barco. Entonces ella me preguntó que si era
la primera vez que yo viajaba en barco, yo le contesté que no. Me preguntó que
si viajaba por trabajo o vacaciones. La verdad ella se dedicó más a hablar y
preguntar y yo me dediqué más que nada a contestar y sonreír.
-Para variar.
-No te burles. -Le dijo Juan mientras le acariciaba las piernas y ella
no dejaba de tomarlo del cabello.
-Entonces le contesté que iba de vacaciones, la verdad no sé porque no
tuve el valor de contarle que iba buscando al amor de mi vida, a una mujer que
vivía más en mi imaginación que en mi realidad, ella se me queda viendo
fijamente como esperando que yo le preguntara algo, al cabo de unos segundos yo
le pregunto cual es el motivo de su primer viaje en barco. Ella me contesta que
el esposo de su mamá trabajaba en un pueblo cerca del destino a donde íbamos, y
que ella y su pequeña hermana junto con su mamá vivirían con él. Así que yo le
pregunté que dónde vivían antes, ella me contestó que en un pueblo llamado
Bernal en Queretaro.
-Precioso lugar.
-Eso me dijo ella. Entonces ella me preguntó que yo de dónde era, y en
ese momento recuerdo muy bien que yo le conteste que no era importante que lo
supiera, que era más importante el lugar a donde iba. Entonces ella me preguntó
que si me había enamorado del pueblo, yo le contesté que algo así me había
pasado, entonces me platicó que el esposo de su mamá le había advertido que eso
le pasaba a mucha gente y que por eso les había pedido que en cuanto llegaran
al pueblo pidieran un taxi directamente a la salida de camiones y que no
caminaran por las calles del lugar porque si no, no querríamos irse ya de ahí.
Entonces ya con algo más de confianza y nuestros cuerpos y miradas ya no tan
distantes y extrañas le pregunté que si podía decirme de que color eran sus
ojos, entonces ella me contestó que verdes. Yo sonreí, o por lo menos creí
haber hecho eso y ella me preguntó que porque la pregunta, entonces le dije que
desde el momento en que había subido al barco me habían llamado mucho la
atención, además de lo hermosa que era.
-Creería que estabas tratando de conquistarla, pero como te conozco tan
bien seguramente se lo dijiste porque era verdad.
-Y eso fue lo que me dijo ella. Así que al cabo de unos minutos más de
hablar de temas diversos como el amor y una relación de la cual había salido
hace algunos meses en la cual había sufrido mucho le pregunté su nombre, me
dijo que se llamaba Adriana, yo le di mi nombre, ella sintió frío y le traté de
prestar mi chamarra pero me dijo que estaba bien, que de hecho se metería
porque estaba empezando a sentir sueño y que después de la noche que había
tenido tenía que aprovechar para dormir ahora si no no dormiría nada y mañana
sería un día muy difícil para su madre tener que aguantarla. Así que nos
despedimos, ella me dio un beso en la mejilla, algo que yo no suelo hacer
cuando me despido de nadie y me agradeció por hacer que ya no sintiera mareos,
yo le dije que fue todo un placer haberla conocido y poder haber charlado con
ella. Y eso fue todo. Y la verdad no puedo creer que haya olvidado eso, y ahora
que lo recuerdo, o lo recordé tambien recuerdo perfectamente que al salir del
barco mientras recogía mi equipaje y me disponía a tomar un taxi para ir al
hotel ella me alcanzó, pues yo fui uno de los primeros en bajar del barco, y me
dijo que si alguna vez iba a Santa Rosalía, pues le había contado que viajaba
mucho, la buscara y me dió su número, y yo le dije que lo haría. Así que cuando
ella se regresaba le dije que si no querían tomar el taxi conmigo, pero ella me
dijo que no, que aún estaban documentando y que tardarían mucho pues había aún
mucha gente antes que ellas, que su mamá se había quedado en la fila para ella
poder alcanzarme, entonces ella me lanzó una de esas miradas que te hacen
titubear en si quedarte y esperarla o irte, pero tú ya habías llegado antes y no
te habías querido salir. Así que me despedí y les desee mucha suerte,
-Y lo hiciste.
-Que.
-Hablarle.
-No jamás. Jamás he ido a ese lugar.
-Pero aún así no le llamaste.
-Para que, es como tú y yo, si algo más tenía que pasar, pasaría; fue un
momento muy hermoso, haber conocido a una chica tan bonita como ella, muy
especial, tan especial que lo oculté hasta de mi mismo como dijiste, pero sólo
en eso quedó y me alegro por eso.
-Deberíamos de volver a dormir.
-Deberíamos.
Siempre me quedo con ganas de leer más.
ResponderBorrarTe deseo un buen Año Nuevo.
Un beso.
Entonces por acá te tendré el mes que entra. Te deseo lo mismo para ti y el beso va doble.
Borrar:)
Es cierto. Despertás intrigas.
ResponderBorrarNoto que se tratan de dialogos, que no son sólo dialogos, sino cuentan historias, así que indirectamente la estructura muy visual.
Es el caso de este capítulo tan cinematográfico.
Un buen año para vos. Saludos.
Gracias por tu comentario, y me alegra que esta historia les haya gustado tanto, quizá sea lo más cercano que he tenido a una buena entrada. Y sin duda sus comentarios me han sabido para saber que la historia va por buen camino y vale por si sola, yo sólo trascribo lo como ella se va escribiendo por si sola. Un año nuevo igual para ti y espero nos sigamos leyendo.
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