Las consecuencias de querer ser libre y luchar por las causas justas, la injusticia y corrupción americana, y la búsqueda de la justicia divina a través de la paz y el perdón.
La condición narrativa que recurre a contar la historia en dos diferentes momentos temporales de los personajes principales, se debe sobre todo al recurso narrativo de dotar a la historia y la trama de un dinamismo pauso, y lo hace de una manera acertada. Acá también hay que dar mérito al montaje que a mí parecer, remedia algunos tropiezos y huecos en el guion y en lo fotográfico, aunque debo decir que a nivel composición hay un trabajo extraordinario que resalta lo que tiene en sus paisajes a través de planos generales. Los encuadres no son los más exquisitos, pero encuentra una belleza coloristica y en la composición y lo que hay en su delimitación. La iluminación en las escenas de oscuridad, son sensibles, exquisitas, perfectas.
La película no redefine al western como algunos exagerados afirman en sus análisis, pero sí que lo propone y muestra tratando de darle y buscándole una nueva cara desde una perspectiva clásica, pero no la convencional, y lo más interesante es que ambos tratamientos detectados tanto en fondo y forma se plasman respetando identidades.
En ese sentido, sí que la historia de Mortensen recuerda a Ford, a Hudson, incluso a Chaplin; pero también recuerda a Melville, a De Sica y a Kurosawa, por mencionar a algunos.
Hay elocuencia en el contexto histórico, no hay presencias anacrónicas que obedezcan sólo a corresponder tendencias de contenido contemporáneas a nuestro tiempo, con o sin apreciaciones de calidad.
Aún con ello, me parece mucho metraje para lo que en la historia se cuenta. Incluso yo diría que le sobran cosas, como los recuerdos oníricos de Vivienne, que dicho sea de paso, que buen papel tiene todo el reparto, y aunque algunos pierden peso o se olvidan, los de Mortensen y Kryeps brillan todo el tiempo, aún cuando la trama los separa y segmenta su historia.
Al día de hoy, es el final más hermoso que he visto en lo que va del año. Y es de destacar que Mortensen protagonice, dirija, escriba, produzca, y además; haga la música tan hermosa que acompaña toda la historia. Sobre todo esa pieza final.
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