Siguiendo con la atención a los documentales que tenía pendiente de visionar y con muchas ganas de verlos, llego al llamado "Sr." de Chris Smith, y me parece que es sin duda uno de los más interesantes del año pasado por muchas razones que trataré de puntualizar de la manera más correcta.
El documental filmado entre el 2019 y 2022, retrata la vida y obra de Robert Downey Sr., el celebrado director de cine underground de los años 60's y 70's que cimentó muchas de las bases de la comedia contracultural en la que se verían identificadas tantas causas sociales, e inspiración para cineastas de la talla de Paul Thomas Anderson (hay un comentario bastante gracioso que hace Jr. entorno a la relación entre P.T. y Sr.); y por supuesto, el padre de Robert Downey Jr., quien funge de guía/narrador/hilo para llevar la narrativa de la historia de su padre que padece de Parkinson.
Quizá lo primero que habría que celebrarle al documental es esa libertad, tono hilarante y clave cómica con la que se desenvuelve desde el principio hasta que bien cambia en el tercer acto cuando la naturaleza de la propia película lo demanda. La película es por partida doble como si estuviéramos viendo una película de Sr., pues toda la vibra vira hacia lo que hacía característico su cine, lo hilarante de las situaciones y los personajes, la música, los cuadros contrastantes y cotidianos de una Nueva York vibrante; pero también por el hecho de que él hace su propia versión de su película biográfica, haciendo Chris un ensamble en el montaje final de lo que Sr. mostraba de su cine para ocultar cosas dolorosas del pasado, mientras Jr. trataba de descubrir esas cosas tocando los temas difíciles en la vida de su padre tanto con él como antes de él, y que éste evadía con una gracia encantadora.
Si bien el documental es un trabajo biográfico como el de "Sintiéndolo mucho", y que también hay una figura cercana del protagonista siendo el productor del trabajo, su mano no se siente que influya de buena, mala o manipuladoramente en el mismo, quizá sólo en el tercer acto se siente, pero definitivamente le viene bastante bien a la tesis del documental. Otra de las notables diferencias entre los dos trabajos (sin afán de compararlos, pues como ya lo comenté al escribir sobre este, el documental de Fernando León también me gustó mucho) es que la intención de este, o una de las intenciones, es mostrar y hacer una radiografía completa del hombre al que está generación sólo conoce por ser el papá del famoso actor qué interpreta a Iron Man, y no por sus increíbles y necesarias películas para conocer a un movimiento que surgió en Nueva York en los años 60's.
El documental expone de maravilla la relación padre-hijo que a pesar de lo que vivieron y tuvieron que superar, no se muestra mutis de distanciamiento o resentimiento, quizá resquicios de intentar entender y de querer perdonarse, pero todo envuelto en una intimidad llena de amor y el reflejo de dos personas que podrían ser la misma en tiempos diferentes.
Al final del documental, cuando Sr. ya no aparece y Jr. cuestiona si el documental lo que busca es homenajear la carrera de su padre con todo lo que ello conlleva: inicio/derrumbe/sanación, la relación padre-hijo entre ellos dos y en el acto volverse una carta para el propio hijo de Jr., o un manifiesto entre estar y no estar; yo diría que en distintos puntos del metraje del documental busca cada una de esas cosas, pues como diría el elocuente Sr., nunca se sabe a donde te lleva la película, mientras se filma y mientras se edita; y me parece que todas esas cosas el documental las encuentra y plasma de manera perfecta y natural, sin motes de ambivalencia. Y si bien muchas personas pueden pensar que el final es una cosa maniatada, yo descarto totalmente esa teoría, pues en mi vida he visto llorar a Jr. en ninguna de sus películas como acá lo hace, ni en sus mejores actuaciones; lo cual es un claro ejemplo que él, al igual que su padre, se desprendieron de todo menos de ser ellos mismos y mostrar sus emociones y su llanto de forma real.