Producciones "La Vieja Escuela" Presentan:

jueves, 20 de mayo de 2021

Retratando temáticas difíciles a través de la estética.




Por allá en el 2015 se suscitó un hecho interesante con la película "Las elegidas", segundo largometraje del director mexicano David Pablos. Mientras su película era bien acogida por la crítica en Cannes, donde fue exhibida en la sección "Un certain regard", en México cierto sector de la crítica la atacó duramente por su tratamiento al exponer un tema tan complicado en México (sobre todo en la parte norte del país, donde se ubica la trama de la misma) de una manera tan distante y fría, esto no afectó en la percepción que muchos de los que la vimos un par de años después ya en su exhibición tanto comercial como alternativa, no nos afectó para entender las formas en que Pablos mostraba de una manera tan atinada y propositiva un tema duro que lo alejaba de los convencionalismos y los vicios sensacionalistas en los que un director "de oficio" hubiera caído, mucho menos afectó para que en su momento fuera acreedora al Ariel por Mejor Película.

El año pasado el propio Pablos estrenó en el marco inaugural del Festival Internacional de Cine de Morelia su tercer largometraje: "El baile de los 41", cuyo tema central ronda en el hecho verídico suscitado en el año de 1901 cuando en una redada policial a una fiesta se descubre que en esta sólo hay hombres, 21 vestidos de mujeres y 21 vestidos de hombres, la película muestra el por qué sólo se condenan a 41 de ellos, en una época en la que por supuesto era discriminada y condenada cualquier manifestación amorosa que no fuera entre un hombre y una mujer.


Hay desde mi punto de vista un reconocimiento en el trabajo del director no sólo por la historia que retrata, sino por su valentía de hacerlo de una manera en la que la estética se apremia, pero dicho lo anterior, es quizá una película que comparada con lo logrado en "Las elegidas", muestra un decrecimiento en la narrativa confeccionada por el director.

Dentro de los tecnicismos del cine industrial, es innegable que hay un trabajo más meticuloso y más perfeccionista, esto se deja ver tanto en el diseño de producción como en los efectos visuales que se utilizan para recrear la época, y no sólo hablando en el sentido o punto de vista grandilocuente, incluso de maneras muy simples en el buen sentido de la palabra, o austeras, se puede apreciar por ejemplo en la escena en la que Evaristo va por primera vez a la reunión de este grupo clandestino.

La atmósfera creada por Pablos, a través de la estética por los elementos ya comentado, es utilizada como un canal en el que se transmite de manera correcta y perfecta la situación del misterio que se oculta en la vida del integrante 42 del baile, y la época (esto se nota incluso en la jerga utilizada por los personajes); aun cuando algunos personajes parecieran más actores de teatro que personajes reales, pero teniendo el contexto de la época y del sector de la sociedad que retrata, algunos podrían pasar por alto este detalle.

Quizá los puntos débiles de la película vienen del hecho proveniente de la misma historia como de la importancia de los personajes principales. En primer lugar, al ser un hecho verídico, y saber el desenlace de la historia, hace que el desarrollo de la película sea lo meramente importante, y si bien hay lapsos en que la película tiene un desarrollo y algunas escenas y secuencias desbordan el talento conocido de Pablos a través del lenguaje que crea con la cámara a través de la estética, tiene muchos altibajos, por momentos más que un conflicto, nos muestra un melodrama digno de una mediocre novela de época de la plataforma de streaming más famosa del mundo, incluso escenas donde es molesto el trabajo del fotógrafo, en preciso: la escena donde Ignacio le quita la llave a Amada, o incluso en el punto espacial que la cámara propone en algunas escenas, sólo porque estéticamente aparentemente ofrecía mucho, o se veía bonito.


A mi parecer un personaje por demás rico es el de Amada, interpretada de manera formidable por Mabel Cadena, pero por largos lapsos se le olvida y uno simplemente se queda con las ganas de ver explorado aún más su lugar en la historia, que seguramente lo tuvo, pero claramente la historia, tanto la de la película como la de la realidad, giró en torno a Ignacio de la Torre y Mier.

Sigue habiendo algo en el trabajo de Pablos que es interesante de manera visual, eso es innegable, pero ya sea por la narrativa, por el desarrollo de los personajes, o porque simplemente la anécdota no dio para más; se siente una película incompleta, aún con sus grandes virtudes, o quizá algunos directores en el momento en el que se les resuelven muchas dificultades a través del presupuesto, hace que su creatividad no se desenvuelva al cien por ciento, ya sea porque responden a terceros, o porque simplemente es una película de encargo.






martes, 18 de mayo de 2021

Toni Erdmann

 



¿Eres feliz? Es la pregunta que le hace Wilfried a su hija Inés, con la que hace que todo en su vida se tambalee; y la premisa que nos da una de las mejores películas del 2016.
 

Toni Erdmann es una película alemana-austriaca dirigida por la directora Maren Ade, quien además la escribe y co-produce. En esta cinta la directora nos presenta a Wilfried, un hombre al que le encanta jugar bromas a propios y extraños, de personalidad extrovertida, que además es profesor de piano. Nos muestra a un hombre maduro que lleva una estrecha relación con su anciana madre y su ex esposa, y que de pronto ve su vida desmoronarse, cayendo en una profunda depresión después de la muerte de su perro viejo. Después de este terrible hecho va a visitar a su hija, con quien la relación no es tan buena, entonces cuando ve que su visita no es tan bien recibida por ella (por una serie de situaciones que le complican las cosas en su trabajo), es que decide traer a la vida de su hija a un viejo amigo llamado Tony Erdmann, con el cual ella tiene un constante enfrentamiento, pero cada vez que intentan alejarse el uno al otro, más se acercan.
 

La sinopsis en sí puede sonar a una película americana cualquiera (quizá de ahí la terquedad de hacer un remake que, aunque quieran regresar a la actuación a un todopoderoso como Jack Nicholson para que sume interés a la producción, la verdad a mí no me entusiasma en lo mas mínimo), pero de eso no tiene nada. La premisa de cómo cuenta Ade esta historia, está tan alejada de lo convencional que incluso uno ve un sello inequívoco de la cinematografía europea oriental, tanto la fotografía, encuadres y dirección de cámara como secuencias, ayudan a percibir eso.
 
La película trata con gran fidelidad lo complicado que se vuelven las relaciones padres e hijos a cierta edad, y Ade nos plantea un padre muy adulto que pasa por una fuerte depresión, pero que lejos de quedarse sentado en casa y esperar la muerte trata de hacer que su hija vuelva a disfrutar de la vida y que no se sienta tan agobiada por ese trabajo en el que es tan buena pero que tanto odia. Vemos a este padre presenciando cosas que nunca pensaría que su hija podría hacer, al final la hija encuentra la catarsis de una manera muy peculiar, y comprende, cuando su padre la vuelve a necesitar y su vida se tambalea, ella se da cuenta que no son tan distintos, porque la vida, aun llena de tragedia y drama, no hay que tomársela tan en serio.
 
Tanto la historia como los personajes son muy conmovedores, muy humanos, es de esas películas que me gustan tanto por la forma en que durante casi tres horas te llevan por todos los estados de ánimo posibles, y como siempre lo he dicho, eso te hace despertar a la persona que realmente eres, y eso es lo valioso del cine, el espejo en el que se convierte.

Sobre tu pregunta allí, en Bucarest... sobre la vida. Sobre lo que vale la pena vivir. El problema está... está tan a menudo en hacer cosas. Haces esto, haces eso... Y mientras tanto... la vida sólo pasa. ¿Pero cómo se supone que debemos aferrarnos a los momentos? Ahora a veces me siento y recuerdo cómo aprendiste a montar en bicicleta o cómo una vez te encontré en una parada de autobús. Pero sólo te das cuenta de eso después. En el momento mismo no es posible. Eso es.



martes, 4 de mayo de 2021

La Princesa de Francia: la gente cambia.




Hasta cuando dejemos de quererle gustar a los gringos, seremos libres.
Deniss Barreto.

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"La Princesa de Francia" es una película argentina del 2014 dirigida por Matías Piñeiro, cuyo paso por festivales y circuitos de cine de arte fue de lo más prolífico y positivamente comentado.

La película, cuya trama se basa en la obra de Shakespeare titulada "Trabajos de amor en vano", es una adaptación muy libre de la obra, en la que la creativa manera en que se monta, y la libertad que emprende el realizador para hacer figurar a sus personajes, hace que sea más que atractiva y que uno quiera indagar aún más en el tema que está flotando todo el tiempo en la película: los diferentes personajes que interpretamos cuando estamos con otras personas, y los personajes que debemos de asumir cuando algunas de estas personas se van.


La película comienza con una secuencia por demás prodigiosa y cómica, vemos desde las alturas desarrollarse un partido de fútbol rápido, vemos jugar a verdes contra rojos, y que cada vez que el balón va a algún punto ciego de la cancha, como los personajes rojos van desapareciendo, y los verdes se van haciendo mayor en número, hasta que al final sólo queda el guardametas rojo, contra un ejercito de verdes, los cuales salen persiguiéndolo. A partir de ese punto la película comienza realmente. Lorena llega a la representación de una obra, en el lugar se encuentra en las bancas con un tipo que no deja de observarla, después este se le acerca y comienza a acariciarle el cuello y querer besarla, pero ella no lo permite, en vez de eso, le dice que mejor salgan para afuera. Una vez ella afuera, se encuentra con su novio, es cuando se nos revela la identidad del joven de las bancas, y el motivo por el cual ella estaba en ese lugar. Víctor, el joven de las bancas, es el joven director de la obra que montaban en el pequeño teatro, "Trabajos de amor en vano", dónde además caracteriza a la princesa cortejada; y Lorena, junto con cinco actrices más, se encargan de representar a los pretendientes o cortejantes. Nunca se dice de manera directa, pero Víctor parece haber tenido amoríos con todas las actrices en la obra, y en esa última presentación donde una de las interpretes más importantes, Natalia, la exnovia de Víctor, deja la obra, Víctor anuncia que se irá un año a México para sanar las heridas que dejó la muerte de su padre, dejando a su novia Paula a la espera, y a Ana, con quien parece estar más conectado que con la propia novia.


De las cosas más interesantes que tiene la película es cómo desde el principio los roles de los personajes son de alguna manera representados fuera de lo común, pareciera que se busca una trasgresión del lenguaje desde ese punto, pero no sólo por serlo, sino que tiene una propuesta y un por qué detrás. Desde el momento en el que propone el hecho que la obra que se monta dentro de la película sea un hombre quien lleva el rol de la princesa, y las cinco chicas sean los cortejantes, ya rompe un molde o un esquema convencional, y cómo además, en la trama central de la película, su personaje principal, quien es también la princesa en la obra, sea la representación de un Don Juan que enamora a todas las actrices que actúan con él. Una vez que vuelve de México, intenta reunir al crew para montar una vez más la obra y venderla en formato radiofónico, pero en esos encuentros se dan desencuentros, nuevos rostros ante una posibilidad de futuro aparecen, viejos rostros buscan incorporarse, cuando parece que el corazón de Víctor por fin toma una decisión, una acción realizada durante su exilio y otra apresurada a su regreso, frustra todo ante la posibilidad de no querer soltar a ninguna de sus musas.

El tema de la representación no queda ahí y se vuelve cada vez más dinámico y versátil, lo vemos en la figura de Víctor y Guillermo, pues una vez que Víctor se va a México, Guillermo lo sustituye en la obra, pero también empieza a involucrarse con la mayoría de las mujeres de la obra de manera sentimental, y quizá donde aún más se trasgrede la función de los roles en el plano y esquema narrativo es en la reaparición de Natalia en la película, en la que se nos muestra en más de una ocasión dentro de la misma película, la misma escena pero con diferentes posibilidades, esto se vuelve un ejercicio de prueba y error en el que el realizador nos muestra el truco de la ficción, algo inconcebible en parámetros y estándares hollywoodenses, en el cual el realizador no concede nada al placer del público, y monta las diferentes posibilidades en su versión final, en la que esta quiere volver a ver a Víctor para que la acepte en su proyecto, hasta que los deseos de ella, y en consecuencia, los deseos del director de la película, las cosas se den como quería que se dieran, de ahí que el personaje de Natalia, sin ser muy protagónico como al principio de la película, si resulta ser muy relevante hasta el final.

Entre las cosas que enriquecen a la película, más allá de la libre propuesta narrativa de Piñeiro, está la espléndida selección musical de primer nivel, la gran influencia que tiene la obra de Bouguereau, que desde mi particular punto de vista, está a la altura la importancia de esta para la película como la misma obra de Shakespeare; y sin lugar a dudas el espléndido grupo de actrices que conforman el reparto, es un verdadero agasajo y deleite ver a este grupo de actrices tan importantes de los últimos años, como lo son Agustina Muñoz, María Villar, Romina Paula, Laura Paredes y Elisa Carricajo; sin dejar de hacer mención por supuesto del propio director, que forma parte de este gran grupo de realizadores argentinos que a principios de la década pasada empezaron a construir un cine más libre en toda la extensión de la palabra y sin etiquetas, sin ninguna ínfula de condicionamiento comercial, y cobijado en compañerismo y respaldado por sus propias productoras y la máxima escuela de cine en este país, cuya relevancia nos ha brindado a importantes directores de renombre como Laura Citarella, Santiago Mitre y Mariano Llinás.

Las tesis final de la película en sí, me parece arroja como conclusión el hecho de que, las cosas pueden complicar la vida de un hombre ante la imposibilidad de afrontar el temor a simplemente decir "te amo" a la mujer correcta, sin dejar de ir tras otras para mitigar el dolor y crisis que asume la existencia y el seguir viviendo tras la pérdida de personas amadas y cuya influencia fue muy importante en su vida, como puede ser la figura de un padre. Y eso, siempre será un asunto muy shakesperiano.