domingo, 20 de octubre de 2019
E.
Me gusta escribir cartas, y busco el menor pretexto cada vez que puedo para escribir una. Pero he de confesarte que quizá de todas las cartas que he escrito en mi vida, haya entregado sólo la mitad. Quizá sea porque en el momento en que las escribía me daba cuenta que en realidad las escribía más para mí que para el destinatario; yo encontraba algo en ellas y eso me bastaba, el destinatario quizá no encontraría nada.
Con esto quiero decirte que si me he atrevido a escribirte estas palabras, es esperando que provoquen algo en ti, alegría, emoción, una sonrisa; no lo sé, sólo espero que encuentres en ellas algo, y que no sientas las responsabilidad de contestarlas.
Además de aprender a apreciarte en tan poco tiempo debo decirte algo que ya sabes, pero no porque ya lo sepas debo dejar de escribirlo para ti: te admiro.
Muy pocas personas en mi vida puedo decir que admiro, decir además que las conozco en persona, reduce considerablemente la lista. Tu alegría, tu vitalidad, y tu pasión por aprender y ayudar a los demás y la preocupación plena que tienes por el futuro de los demás es algo que llevo conmigo desde que te conocí. Creía antes de conocerte que yo me preocupaba por esas cosas, ahora sé que no me había preocupado lo suficiente, y aun más importante, no me había ocupado como tal.
Espero que este viaje que es la vida te haga descubrir y encontrar cada nuevo día cosas maravillosas en el camino, espero que tengas más aventuras que Melquiades, José Arcadio, y Aureliano juntos; espero que no extrañes demasiado casa. Por favor escucha el disco de Frontera de Jorge Drexler ahora que estás en el sur. Espero que nuestros caminos se vuelvan a cruzar algún día. Sólo quiero decirte lo afortunado que me siento de haber compartido contigo el cine, la plática, la música, la comida, la caminata.
Feliz cumpleaños.
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