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domingo, 21 de abril de 2019

Festival de Cine de Todos Santos: la importancia de la conexión.







¿Qué hace que un festival tan pequeño en infraestructura perdure y tenga vigencia durante tanto tiempo? ¿Qué lo hace ser uno de los festivales de cine en el país más longevo? Será quizá su programación, sus invitados especiales, la bolsa de premios que entrega, el lugar donde se desarrolla. Para mí la respuesta es una, y es tan sencilla, que lo sencillo a mi parecer simplemente no se puede comprar: la personalidad y la conexión.

Hablar del Festival de Cine de Todos Santos es hablar de un festival que tiene una identidad, para empezar, como secundo a este hecho sumemos el que tiene una personalidad como ningún otro: muchos de los festivales que tenemos en el país son muy parecidos, este no se le asemeja a ninguno, es único en su tipo, desde el modo por el que está hecho, las personas que lo hacen, que no es más que una suma de voluntades y de amor por el cine y el lugar donde se exhibe, gente del lugar suma esfuerzos para que este se lleve a cabo, no sólo instituciones culturales y gubernamentales suman para que este festival se lleve a cabo. La selección y secciones que tiene el festival son un plus más, que van desde proyectar un cine latinoamericano muy diferente al que se acostumbra a conocer, lo mejor del cine mexicano contemporáneo, y muestra de los trabajos de la escuela de cine para pequeños que tienen en tan privilegiado lugar.

16 años no son pocos para un proyecto que tantas alegrías brinda a un lugar que no tiene un cine como tal, pocas veces la gente de Todos Santos tienen la oportunidad de que su bellísimo teatro se convierta en un cine, y ver cine que de una manera u otra toca temas importantes para la comunidad, que los acerca a cine latinoamericano que muy pocas veces tenemos la oportunidad de ver en provincia, a lo mejor de nuestro cine nacional que no nos ve como tontos y que no nos quiere vender humo o caramelos, un espacio como pocos, que debería ser replicado en tantos bellos pueblos mágicos como este.

Escribir este corto texto es sólo una forma de difundir y desear que este festival cumpla por lo menos 16 ediciones más, que lleven alegría y acerquen a la gente a ver cine de primera calidad, que les haga ver más allá, que los haga ver cosas importantes, que cree comunidad, que fortalezca la educación y la formación cinematográfica de jóvenes en desarrollo para que en un futuro apliquen todos estos recursos y conocimientos en beneficio de su comunidad, como ya está ocurriendo. Pocos festivales hay en el país con la personalidad del Festival de Cine de Todos Santos, que se hace para su gente, para su comunidad, esperemos los vaya habiendo más.









Pauline en la Playa. (Y algunas de sus frases)


Fueron muchas cosas las que me hicieron acercarme al cine de Éric Rohmer, si tuviera que enumerarlas en orden cronológico serían las siguientes:
En primera instancia todo llegó a raíz de Jorge Drexler. Luego de escuchar la canción “La Trama y el Desenlace” del disco “Amar la Trama”, Hay un verso que dice: “Ir por ahí – como en un film – de Éric Rohmer – sin esperar que algo pase” Esta introducción a su cine, a mí que me encanta el cine contemplativo de cineastas como Koreeda, Reygadas, Bresson; era una invitación a descubrirlo.
La segunda cosa que me hizo querer descubrir su cine fueron las pláticas con un amigo que quizá sea la persona que yo conozca con más conocimientos sobre la historia del cine como tal, sus corrientes, sus principales exponentes y como el cine ha repercutido en movimientos históricos y sociales hasta nuestros días. Es gracias a él que he descubierto quizá no mis películas favoritas, pero sí de las mejores que he visto, y más importante; conocer de dónde vienen las bases y las fórmulas para hacer cine, que hoy día no son tan bien aplicadas.
La tercera razón es el haberme topado con algunas críticas de sus películas en la web, críticas publicadas en el New York Times, o por el célebre crítico Roger Ebert (donde cabe decir además que hablan maravillas del francés) me hicieron buscar antes que nada una película, la que más me llamó la atención: Pauline en la Playa.
Quería esperar a ver la mayoría de las películas del cineasta para hacer una especie de retrospectiva, (como ya las he hecho de mis cineastas favoritos: Woody Allen, Wong Kar Wai, el propio Hirokazu Koreeda) pero la verdad es que escribir sobre Pauline en la Playa no lo podía resistir, así que esto solo es una pequeña probadita (supongo) al gran cine del director Éric Rohmer.


Un carro llega a una encantadora casa en lo que parece ser un área llena de vegetación, del auto sale una chica de cabello corto con una blusa de marinero, abre el portón de la casa y meten el coche. Con ella va su tía, quien conducía el coche, las dos están en el lugar para pasar unos días en la playa. La chica, de 15 años y nombre Pauline, va escapando de sus padres, que, si bien son amorosos y la llevan de vacaciones a lugares increíbles, no son la mejor opción para divertirse como ella quisiera; mientras su tía, una rubia despampanante de treinta y tantos llamada Marion, quien está en trámites de divorcio y quiere despejar su mente de todo antes de volver a su trabajo como diseñadora de modas a París. Luego conforme avanza la película nos vamos dando cuenta de datos útiles para el desarrollo de la trama: dónde están, cuáles son sus afinidades en cuanto el amor, por qué, aunque ninguna declara estar buscando un amorío en el corto viaje a la playa, la vida, el destino, o vaya a saber usted qué cosa; les va poniendo en su camino a personajes del pasado, presente, y posible futuro, que las hacen reafirmar, o cambiar de opinión de lo que ellas describen que es el amor, una desde el protagonismo que le permite su belleza, y otra desde la figura fantasmal que le da su edad y que poco a poco cobra importancia y trascendencia en el desarrollo de las acciones de los demás. La película termina justo como empezó, pero invertido: una chica con una playera de marinero cierra el portón de la encantadora casa, sale el auto y se marchan.


Los franceses, a diferencia de los italianos, les gusta exponer al amor como nunca nadie lo podrá interpretar. Y digo a diferencia de los italianos porque ellos más que cualquier otra cosa, filtran la importancia del amor a través de la pareja, los franceses lo hacen como el sentimiento en su esencia, a veces tan cruel y siempre tan necesario.

En esta película en particular Rohmer juega con sus personajes y los centra a cada uno de ellos como el amor en diferentes etapas del enamoramiento, uno podría creer que les da la figura de acuerdo a su edad, pero nada es tan fácil y literal en las ideas de los cineastas de vanguardia. Pauline, la joven del grupo parece ser la que es más consiente de las complicaciones que podría el traer enamorarte como tonto de la persona equivocada, Marion, aunque se dice no buscar nada de momento, luego de reencontrarse con Pierre, un viejo amigo con quien aparentemente había sostenido algo antes de casarse, y quién está perdidamente enamorado de ella, y con Henry, un hombre maduro para quien el amor es una cosa que no hay que atar, lo cual de primera lectura uno puede deducir que es un mujeriego. El cómo se van formando enredos en específico con estos tres personajes, a la par que utilizan de cierta manera a Pauline y un joven con quien tiene un encuentro de verano llamado Sylvain, y a una chica llamada Rossette, nos va mostrando que tan efímero y destructible son las relaciones, y lo fácil que es engañar a las personas, más cuando lo que buscan no es lo mismo, pero el amor, aunque no permanece, no es algo que se pueda atar, ese siempre está vivo como la llama que da calor a una casa con chimenea.




Utilizando palabras de Roger Ebert, termino diciendo que, aunque Éric Rohmer tiene sus cuentos y sus Comedias y Proverbios, cualquier lugar, o, mejor dicho; cualquier película es buena para empezar a descubrir a este director sin prisa, sin cadencia, que le gusta relucir a sus personajes llenos de intelecto, inocencia e impulsos, con un valor predominante a la feminidad, y las situaciones que se desembocan a través de sus deseos, de sus pensamientos, que bien podrían ser muy similares a los nuestros, esos que pensamos precisamente cuando estamos viendo una película como Pauline en la Playa, donde la prosa y los largos diálogos no tienen prisa por llegar rápido, (y en la que la bandera francesa está muy presente) llegarán a lo que quieran decir sin dudar, se tomarán su tiempo, pero tampoco se adornarán demás. Que por cierto, no hace falta ponerle tanta atención para darse cuenta de que manera influenció en cierta parte esta película a la forma en que fue realizada la película de Call Me By Your Name de Luca Guadagnino.




La lengua que se sacude se muerde.

-Contigo el tiempo pasa muy deprisa.
-Contigo también.

No tengo muebles y no me gusta que una mujer me obligue a identificarla como una parte del mobiliario. [...] Me gustaría que ella también fuera tan libre como yo, movible, ligera, transportable. Sin equipaje físico y moral.

El niño debe tener arraigos. Ya se desarraigara cuando ella quiera.

-Y por lo que ha dicho usted también está sola.
-Si, pero para mi es sólo un estado de espera.
-¿Y qué espera?
-Sencillamente esa cosa tan imprevisible que es el amor.

El amor es algo ardiente, yo quiero arder de amor.

Cuando la pasión arde tan deprisa su llama es breve.

-¿Por qué hablar siempre del después?
-Porque el amor como la vida ocurren al tiempo.
-En el tiempo si, pero en el momento presente. Tú, por ejemplo, estás en el futuro pero en un futuro improbable, por eso no vives.

-¿Tienes esperanzas?
-Claro, no tenerlas a mi edad sería una tontería.

Hay que conocer a la gente para quererla.

Tienes razón, el amor es un sueño.

-Aprende a vivir el presente, eso te dará fuerza.
-No, soy débil, muy débil.

Mi libertad es interesarme en quien yo quiera.

Escucha Pierre, cuanto peor me hables de él, más me interesará.

Puede que sea peligroso pero siempre me ha fascinado el peligro.

-Es una pena que no seas mi amigo. Porque si lo fueras podrías ayudarme.
-¿A qué?
-Pues a resistirme a esa fascinación. Pero con tu actitud celosa me empujas al fuego.

Si quieren salir cierran la puerta y listo. Aquí no hay nada que robar.

-Vengo ahora porque por la tarde no puedo verte.
-Di mas bien que no quieres.
-No, no puedo, es algo físico. Me repugna ese tipo.

Su poder no se basa en la simpatía sino en el encantamiento. Estás hechizada.

-A conseguido su objetivo.
-Ay, que palabra más horrible.
-La palabra no es horrible, sino el hecho.

¿Por qué buscas tan lejos lo que tienes a tu lado?

-Me siento muy cercano a tí.
-Por eso mismo estás lejano. Yo no busco a alguien que se me parezca, sino a alguien que me complete.
-Tu eres perfecta, no necesitas que te completen.
-Todo ser está incompleto.

Acostarte con un tipo al que no verás más le llamas amor.

Cuando se quiere, le das la vuelta al mundo en dos días.

Prefiero vivir con él algunos momentos intensos que compartir una existencia monótona como la tuya. Yo necesito emociones.

-Emociónate por ti misma, por tu vocación.
-Pero ¿qué vocación?
-Tu empleo.

Eres un insensato. Quieres imponer los sentimientos a la gente.

A palabras necias oídos sordos.

Te aprovechas de que somos jóvenes para culparnos y arreglar tus líos. Me parece algo asqueroso.

El otro no soy yo, y porque una llore no tiene porque llorar la otra.
Pero ella no debería llorar y la otra si.

-La verdad es que no te entiendo. Tienes una chica de lo mejor que hay y te metes con esa payasa.
-Como verás no tengo prejuicios. Y además esa payasa me resulta excitante.
-Para los viejos quizá.
-Gracias. Ya sé que soy viejo. Pero te voy a decir algo, en la vida he querido y me han querido, pero ya estoy harto. Ahora estoy descansando, no quiero apasionarme

No me gusta hacer llorar a la gente. ¿Ves? soy demasiado bueno, y eso me pone en situaciones difíciles.

En el amor no se manda [...] Y todo lo que me puedas decir contra Henry, y todo lo que me pueda decir yo, no me puede apartar de él.

Quiero enamorarle mucho, mucho mucho. Y si sufro, él sufrirá.
Para que hacerlo sufrir si lo quieres.
Porque en el amor se comparte todo. El placer y el sufrimiento.

-¿En qué piensas?
-En que la gente nunca quiere admitir la elección de los demás.

-El amor es una especie de locura.
-Que va, siempre se ama a quien nos conviene.

-Eres demasiado cercano, te conoce de memoria, careces de misterio para ella. No eres extraño
-Pero yo no quiero ser extraño, lo detesto.

-Perdiste tu oportunidad, no supiste imponerte.
-No me gusta imponerme. Quiero que ella venga a mi por si sola.
-Pues espera.
-Esperare tanto tiempo como haga falta. Hasta que ella me quiera. Y si tarda demasiado hasta que yo deje de quererla. Es probable que deje de quererla algún día. Y quizá entonces ella me quiera pero será tarde, esa será mi venganza.
-Tú no la quiere, quieres que ella te quiera, no es lo mismo.

Que te crees, que soy maquiavélico, en absoluto. Yo actué sin pensar, creí que ellos se esconderían bien tras la puerta.

-Te he hecho daño de verdad.
-No, me has tomado por sorpresa. Sólo quería despertarte con suavidad.
-No seas hipócrita.
-Bueno, eres una mujer y tienes unas piernas preciosas. Eso te resulta más sincero.
-No entiendo a los hombres, sobre todo a los mayores, no hacen nunca nada con sinceridad.

-Es cierto que Marion es muy guapa, tiene un cuerpo extraordinario, perfecto, demasiado perfecto como una estatua, el tipo que todas las mujeres desean, modélico. Quizá por eso la admiro pero no me atrae de verdad. En todo caso menos que una mujer de verdad. La imperfección es sorprendente. Imagina que los genetistas llegaran por medio de la manipulación de los cromosomas a crear un tipo ideal de mujer como en Un Mundo Feliz, ¿lo has leído? Es igual. Estoy convencido de que esta mujer sería como Marion. Y poco a poco todas las mujeres llegarían a parecerse a ese tipo. ¿Te imaginas La Tierra poblada con millones de Marion?
-Tu vendedora me parece mucho más artificial.
-En sus modales quizá, pero no en su naturaleza.

Hay algo que entenderán mucho mejor: Marion se echó en mis brazos, no me dejó tiempo de desearla. Aprende a dejarte desear en la vida sino serás muy desgraciada.

En el fondo, odio las despedidas.

En el campo no te aburres nunca.

viernes, 12 de abril de 2019

Más de Drexler.


Porque nunca es suficiente de Jorge Drexler, y más si contemplamos la casi perfecta discografía que tiene. Acá les dejo algunas buenas canciones más de este espléndido compositor y artista de la prosa uruguayo.



La Trama y El Desenlace



Mi Guitarra y vos



Camino a La Paloma



Princesa Bacana.



Horas.



Aquellos Tiempos.



Toque de Queda.



Todo se Transforma.



miércoles, 10 de abril de 2019

Nuestro Tiempo.




Carlos Reygadas es un director que desde su primera película dejó muy claro algo: a él no le interesaba hacer películas para el público en general, pero tampoco para un público en particular (o quizá sí, pero eso es algo que no voy a tocar en este texto). A él lo que le interesaba hacer con su cine era exponer sus obsesiones personales, que son muchas de las obsesiones que la mayoría de las personas podemos tener, y que muy pocas veces nos atrevemos a confesar.

Desde Japón, y pasando por cada una de las películas de su filmografía (hoy día ya puedo decir que Reygadas se une a la muy corta lista de directores de los que conozco todas sus películas, por muy increíble que esto parezca. Quizá un día de estos les haga la lista de estos directores) es muy recurrente ver aspectos muy particulares en todas ellas: el erotismo, el sexo explícito, el lenguaje poético, su carga existencial, el suicidio como elección, la vida rural (la única que se sale de este esquema es Batalla en el Cielo, y quizá sea uno de los factores por los cuales sea la única de Reygadas que no me gusta, aunque la entienda profundamente), pero detrás de todo esto está otro común denominador con el que la mayoría de los espectadores a los que no les gusta su cine se escudan: la provocación.

Reygadas no es un director al que le guste ser complaciente, porque es en lo excéntrico y explícito donde él oculta lo implícito y lo poético, es donde Reygadas hace del acto su sello, y de su obra de autor el retrato del arte mismo como la fragilidad del ser humano en la vida y la muerte y sus pensamientos y deseos. Llegado a este punto, es que quiero hablar de la que a mí me pareció su película menos provocadora para bien, su más reciente película, Nuestro Tiempo.

Reygadas bien pudo haberle puesto nombre al prólogo de la misma y haberlo titulado "La batalla de los sexos". Vemos un grupo de chicos jugando en una pequeña laguna, explorando y haciendo precisamente cosas de chicos: corriendo, atrapándose, buscando cosas entre el lodo. Acto seguido estos deciden atacar a un grupo de niñas que están en lo que parece ser una gran balsa inflable justo en medio de la laguna haciendo cosas de chicas: hablando de la escuela, de sus padres, mascarillas y demás. Estas son atacadas y vemos la lucha que se da entre ellos.

Después somos trasladados a un grupo de jóvenes que están tomando y fumando “mota”, al parecer hermanos mayores de los chicos en la laguna. Entre ellos está Juan, un chico algo introvertido que moja el pelo de una chica con cerveza, ella corre tras él y le dice que tiene que lavarlo, él accede y se meten a la laguna, se siente la química entre ellos dos, pero no pasa nada, ambos se observan pero Juan no va tras ella, pues está acompañada por su novio, con quien rato después de salir del agua se va para tener sexo. En este prólogo ya se nos ha contado la peculiar historia del otro Juan, el padre de Juan el joven, el poeta; y su crisis de pareja con su esposa, la otra mitad del medallón, y esta crisis a su vez encierra muchas crisis más en la vida de Juan.

La relación entre estos dos es descrita por más de uno como la relación perfecta, y así lo parece, ambos son los que mandan en su rancho, con sus toros, pero esto cambia cuando Juan se da cuenta que su esposa luego de un viaje con el nuevo entrenador de caballos del rancho, un "gringo" llamado Bill, empieza a ocultarle cosas, cosa que no debería pues desde siempre habían tenido lo que parece ser un acuerdo sobre su relación abierta, en la que los dos podían estar con quien quisieran siempre que se tuvieran la confianza de decirlo y sabiendo que ambos se amaban.

Juan empieza a notar la irritabilidad en ella por no poder estar más tiempo con su amante. Está pegada todo el día en el celular, se dice enferma, él sabe lo que tiene que hacer, y quizá su sensibilidad de poeta lo hace afrontar las cosas de otra manera distinta, haciendo todo lo posible porque su mujer tenga lo que necesita para ser feliz. Es claro que él prefiere que su mujer tenga el control para que todo vaya bien en el rancho, aunque eso signifique que él debe ser sumiso, asumiendo ese papel femenino que todo hombre tiene, aunque no se atreva a decirlo o expresarlo, algo que cualquier otro hombre negaría completamente, pero nadie puede saber con certeza cómo reaccionará hasta verse en esa situación.

Pero a pesar de ello Juan se da cuenta que las cosas no mejoran, que no van para bien, en un acto de reflexión final, acompañando a su amigo moribundo, quien está rodeado de las personas que lo aman, Juan se libera, su alma sentimental habla, diciendo que quizá el que ya no sentía amor desde un principio era él ¿Cómo es que esto puede ser contado en casi 3 horas? ¿Realmente Reygadas es un director lento, pesado y pretencioso? A mi parecer no.

Para empezar con los halagos lo haré en algo muy banal: la fotografía. Hoy día hablar de una fotografía bella quizá sería el menor de los atributos, pero en verdad si algo hay que valorar del cine de Reygadas es esto (incluso a quien no le gusta su cine confiesan que si algo ellos pueden rescatar de este es la fotografía de su obra) y está perfectamente ensamblado con la fotografía todo lo que vemos en la trama.

La vida del rancho y cómo la naturaleza es un reflejo poético y un dictado metafórico de lo que pasa en la relación entre Esther y Juan es algo que en un principio es muy poderoso, quizá en la parte final no resalta tanto, o ya no le dan tanta importancia y valor (salvo en el final, ahí es el sentido literal de la relación acabada con el toro bravo cayendo de la barranca) pero es un valor narrativo muy impresionante, aunque no se le de tanta relevancia y continuidad.

Otro gran valor es como Reygadas maneja las escenas en las que hay un enfrentamiento directo entre Juan y Esther, donde las discusiones de pareja llegan a ser reales y hay que resaltar dos puntos para entender por qué son tan importantes y tan bien llevadas: la primera, es que se ve un trabajo de autor influenciado por otros grandes autores (Bergman, Tarkovski, Dreyer, Lynch). Aquí las peleas no se ven de melodramatismo barato de televisión, hay un manejo total de la acción, de la escena, desde el tono, la puesta, la intensidad: se nota que no es gente actuando, se siente real, y aquí viene el otro gran acierto de Reygadas: el hacer que su mujer fuera la protagonista al lado suyo.

No es un secreto a estas alturas del tiempo para nadie que quien sería el protagónico de la cinta era el escritor Xavier Velasco, y tampoco es un secreto para nadie cómo terminó la cosa (no profundizaré en esto, si les interesa saberlo pueden investigar al respecto que aún es fresca la noticia y seguro la encuentran rápido) así que el propio Reygadas le entró literal y metafóricamente al toro por los cuernos, y enhorabuena porque para mí hace una estupenda actuación.

Realmente se le puede ver fluir de manera armónica y muy natural en los momentos en que le demanda su lado histérico (toda la parte de la fiesta donde ve a Esther y Bill tener sexo es descomunal, y como a raíz de este encuentro nace en Juan un fetichismo brutal y bien elaborado) cumple con lo que a mi parecer el personaje debía encarnar en ese momento, y sin duda alguna su complemento no se queda atrás: Ester también hace un trabajo más que impresionante, no hay ni un ápice de pudor en su persona, y enhorabuena.

Había un escena que a mí en su momento me había dejado un shock, en el que mientras seguía viendo la película y en estos largos ratos en los que Reygadas utilizando la voz en off de su hija pequeña en la narración (como la escena del portón, de la que seguro muchos dirán que es una pérdida de tiempo, yo les diría que para mí está a la altura de la escena del pay en A Ghost Story o de la plática en el estacionamiento en Columbus, es decir: descomunales, aunque a estas personas seguro tampoco les gustan estas dos películas). Me preguntaba: "pero que carajos le pasa a Reygadas". Pero luego de un rato logré comprender. La escena en cuestión es la de las partes internas del motor andando, que no son más que el reflejo de los recuerdos del encuentro sexual entre Esther y Bill que son las que mueven los sentimientos y pensamientos de ella, así como las partes del motor van moviendo el vehículo que la lleva hasta su hogar con Juan y sus hijos.

Hay escenas en particular que se alejan del relato, pero que a la vez le dan una fuerza en su conjunto, que por sí solas son impresionantes, como la escena del recital, o la del avión acompañado con las palabras de Ester para Juan. El recurso onírico no está tan presente, o tan literal, pero está.

Sin ser provocativo sólo porque sí, aunque sí lo sea, pero justificadamente, Reygadas confirma que es un director único de nuestro cine mexicano ¿Qué si es el mejor de los contemporáneos? La verdad no me interesa responder eso. Lo único que puedo decir es que con la excepción de Batallas en el Cielo su cine es un cine que disfruto mucho, en el que me gusta reconocer y apreciar varias preguntas que incluso yo me he llegado a hacer, y que en su cine no encuentro la respuesta, pero aun así me respondo, y para mí es de las cosas más importantes del arte: encontrar.






*Derechos y propiedad de las imágenes y fotografías a quien correspondan.

lunes, 8 de abril de 2019

Mis directores de cine favoritos: lista actualizada.


*(El orden no altera ni simboliza la importancia de cada uno, es sólo un punto de referencia. A estas alturas de la vida no podría decir a ciencia cierta si tengo un sólo director de cine favorito sobre otros)



.-Woody Allen.



.-Paul Thomas Anderson.



.-Wong Kar-Wai.



.-Hirokasu Kore-eda.



.-Krzyszlof Kiéslowski.





.-Éric Rohmer





.-Martin Scorsese.



.-Robert Bresson.



.-Jonas Mekas.



.-Roberto Gavaldón.



.-Luis Buñuel.



.-Christopher Nolan



jueves, 4 de abril de 2019

Ordet / Luz Silenciosa








Ordet quizá sea la película que acaba de definir el lenguaje cinematográfico del director Carl Theodor Dreyer, que comprende una obra riquísima y que tanta influencia tendría en la historia de la cinematografía.

Esta su penúltima película pone a prueba la creencia religiosa de una familia, su fe y sus convicciones, donde uno de los hijos de la familia, Johannes dice ser jesucristo resucitado luego de entregarse a los estudios de teología. El patriarca Morten, quien reza pero sin creer para que su hijo se cure y vuelva a la normalidad, el hijo menor Anders, enamorado de la hija del rival de creencia de su padre, (ambos cristianos, pero de diferentes corrientes que nunca terminan por definirse) quien al igual que el padre del muchacho esta en contra del matrimonio, y el hijo mayor Mikkel, quien es un hombre sin fe. Esta se pone a prueba cuando la mujer de Mikkel, Igner, quien está embarazada de su tercer hijo, quien es la mediadora de todos los hilos que conducen a la familia, agobiada por el caso de Johannes, por el hecho de que Morten ayude a Anders a pedir la mano de su amada, y el hecho de querer dar a luz a un varón que su suegro espera; cuando está en labor de parto donde pierde al bebé, ella muere, luego de que Johannes lo anunciara horas antes y el padre de la prometida de Anders deseara su muerte para que la familia Borgen se "convirtiera" a su religión. En el funeral Johannes le dice a su familia, que en ese momento vive una dura batalla contra su creencia y su fe; que si piden y en verdad creen, Igner volverá a la vida, una de las dos hijas de Igner pide y cree, al final el milagro se da.

La obra de Theodor Dreyer que empezó en el cine mudo en el año de 1918 y que estuvo activo durante cinco décadas, comprende grandes obras como La Pasíon de Juana de Arco y Vampyr (las únicas dos películas que he podido ver de él además de la comentada en cuestión) y varios documentales. En su lenguaje resalta la poderosa interpretación de los rostros de sus personajes, siempre inmiscuidos en dilemas de la existencia humana, una maestría de la puesta en escena y la iluminación para influir en las emociones a explotar, donde en un sólo encuadre, pocos planos efectuados, diálogos mesurados y un silencio muy presente en forma de pensamiento y meditación de los personajes, logra transmitir los predicamentos de estos. Quizá es de aquí donde Bresson aprendió una de sus más grandes leyes de su cine: menos es más.




Imprescindible sería para quienes no conozcan la película mexicana Luz Silenciosa el que vieran de que manera esta película influenció al director Carlos Reygadas, (no está demás comentar una vez más que es mi película favorita del director mexicano) tal así es su admiración por esta película que el propio director dijo que hizo su versión de la película, (salvo por el principio y el final que me parece tiene una influencia clara por la obra de Tarkovsky, otro de sus directores favoritos) y es algo notable, detrás de las implicaciones e inquietudes eróticas, morales, mortales, campestres y suicidas para buscar lo humano que siempre hay dentro de la obra de Reygadas (y que a mi parecer hacen a su obra exquisita y única en nuestro cine) está presente el duelo espiritual, de la fe, de la creencia, en esta película todo surge en un hombre de una comunidad menonita en Chihuahua que tiene una relación fuera del matrimonio, (quien se llama Johan, un nombre muy parecido a Johannes, el personaje de jesucristo resucitado y no como el patriarca Borgen, eso es algo que resalta) y que lucha contra ese sentimiento, sentimiento que muchos llaman "el mal", como su padre, quien es un predicador, y que él cree es el bien, lo real, lo verdadero, y que aunque lucha con él y contra él, al final dice a su esposa quien esta al tanto de todo desde siempre, con quien tiene seis hijos, que no puede más contra lo que siente. El acto final es prácticamente idéntico, que también involucra a las dos hijas más pequeñas. Y para los que conozcan Luz Silenciosa y no hayan visto Ordet, será grato para ustedes no sólo descubrir la inspiración de Reygadas, que no es una copia, es una reinterpretación de un duelo de fe, el remake que me mencionen no tiene un sólo gramo de valor sobre el trabajo de Reygadas. Los invito a que descubran una de las obras maestras del séptimo arte.