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jueves, 1 de marzo de 2018

El Profesor Marston y la Mujer Maravilla.


El Profesor Marston y la Mujer Maravilla es una película que trata sobre el origen de este personaje de historietas y que hoy día es tan famoso por el universo cinematográfico de DC, pero créanme ahora mismo que estoy a punto de escribirles sobre esta película que va más allá de eso, y que es mucho más interesante que cualquier cosa que se haya hecho para el cine o la televisión de esta superheroína.

La película nos cuenta cómo el profesor Marston, al momento que está defendiendo su trabajo frente a un grupo de personas las cuales deciden qué es ético que los niños lean y que no en la década de los 40's, con un conflicto bélico recién terminado y el cual se ve reflejado en la tira cómica, está recreando toda la historia, y a la vez su historia de cómo fue que creó este personaje tan personal.

Nos narra cómo el profesor Marston, en la década de los años 20's, quien imparte una clase para un grupo de chicas en la Universidad Radcliffe de Harvard, y es acompañado por su esposa Elizabeth, quien a pesar de ser brillante la universidad no le da su doctorado solo por el hecho de tener vagina, como ella misma lo dice.

Ellos son una pareja poco convencional que son muy apasionados, trabajan juntos, entre otras cosas, en una aparato que después perfeccionarían y del cual derivaría el primer detector de mentiras, y en una teoría sobre el comportamiento humano a la cual llaman DISC, en la cual a grandes rasgos exponía que las personas éramos completamente felices cuando no sometíamos a una autoridad, o sea una persona a través del amor en cuatro fases. Pero no nos adelantemos, ni entremos a cosas más científicas, vayamos a la historia, porque es muy buena.

En una de estas clases el profesor conecta de inmediato con una estudiante, Olive, y este le dice a su esposa que la utilizará para el proyecto. Ella al inicio está un poco indecisa, pero luego de averiguar que es sobrina e hija de dos de las pioneras feministas de los derechos de las mujeres, es que la dejan entrar en sus vidas.

Con su ayuda ellos encuentran armonía en sus vidas, cuando las cosas se quiebran por su temperamento o sus sentimientos no se sienten completos, y vuelven a estar juntos, es una dependencia, pero jamás se vuelve enferma a pesar del sadomasoquismo, porque lo hay, pero esto se justifica por muchos motivos que tocaré más adelante.

Cuando dejan de luchar con los sentimientos que tienen entre los tres y deciden estar juntos, las cosas se complican al quedar los Marston despedidos. Olive rompe su compromiso con su novio y además queda embarazada, entonces a partir de ahí vemos cómo esta relación poliamorosa tiene que luchar en secreto por defender su historia ante la sociedad tan cerrada de los años 40's, que no acepta este tipo de relación como auténticos super héroes que mienten y se esconden tras disfraces de secretarias, amas de casa, escritores, no por algo muy llamativo pero sí muy necesario e indispensable para el ser humano: el amor.

La película desde un principio nos muestra cosas e ideas bien plantadas. Las son muy destacables, empezando con Luke Evans, que si bien ya en El Hobbit mostraba buenas hechuras (de lo poco destacable de las dos últimas partes, me parece) acá nos enseña que con un buen papel hace personajes interesantes. Pero sin duda yo alabo y aplaudo en primer lugar a la joven Bella Heathcote en el papel de Olive, y a mi adorada Rebecca Hall como esta mujer fuerte, sensible, liberal, realista, erótica, que de lejos se ve el mayor rango actoral que tiene y que su actuación bien podía haberle dado la nominación ya no pido para el Oscar, al menos para el Globo de Oro, donde nominan a diez actrices en me parece dos categorías cada vez más absurdas e innecesarias (o es eso o ya estoy despertando a la falacia de estos premios, pero ahora vamos a ese tema de los premios).

En valores técnicos habría muchas cosas que puntualizar. En primer lugar el guion, en todo esquema impecable; la trama en ningún momento decae, tiene ritmo, ingenio, sus tiempos, sus escenas, sus diálogos, todo parece estar medido con la precisión de un detector de mentiras perfeccionado.

La fotografía, otro punto más que valioso. Hay en particular una escena en la que me quedé rendido con el trabajo del encargado de la fotografía (Bryce Fortner) y es en la que desempolvan las piezas del detector de mentiras, los enfoques y desenfoques de cámara durante toda la película tienen un por qué. A últimas fechas si algo odio en una película es esta terquedad o egocentrismo de algunos directores de fotografía de hacer enfoques o desenfoques sólo por hacerlos y por lo bien que se ven sin aportar nada o tener cierta congruencia con la historia (eso me pasó con Lion, que fue lo único que no me gustó de la película). Acá no ocurre eso. La iluminación, vestuario, diseño de producción, la música, dirección de arte y todo lo engloba perfectamente la dirección, que cae en mano de Angela Robinson, que con esta su tercera película me parece hace algo grande y serio.

Si no fuese por un par de cosas, pequeños detalles que tiene la película, como una parte en la que hay una pérdida de continuidad grave (si no grave, sí es muy notoria para los que nos fijamos en particularidades) que es en la parte donde están en el parque mirando volar los aviones, y el hecho de que jamás hay en realidad una profundidad sobre sus hijos y la relación con ellos y como ellos miraban esta relación con un papá y dos mamás.

Si no fuera por ello para mí esta sería una película perfecta, con esas palabras lo pongo, que me parece es más que interesante el cómo plantea esta relación poliamorosa entre tres personas, que si bien Woody Allen ya lo había mostrado también de manera muy magnífica con su Vicky Cristina Barcelona (donde ya todos sabemos también actúa Rebecca Hall) en la relación entre Cristina, Juan Alonso y María Elena, Woody lo aborda desde una propuesta más artística y amorosa, y es esta película lo ven desde un punto de vista de lo sadomasoquista y creativo, aunque, como ya lo dije, se justifica porque no es sólo por el sadomasoquismo como tal, sino por el verdadero amor entre estos personajes.

Otro claro ejemplo que da esta película es que no hay necesidad de recurrir a desnudos completos o escenas de sexo explicitas para que el espectador conecte con esta sensualidad, erotismo, seducción y excitación que experimentaban los personajes, como si uno mismo lo estuviera sintiendo; jamás cae en ese tonto y absurdo cliché del desnudo solo por hacerlo.

Las escenas no son ni mojigatas ni morbosas, son sutiles y directas, y es algo que se le vuelve a agradecer a su directora, que además también escribe el guion (que también pudo haber sido tomada en cuenta para los Oscar, pero no tiene caso hablar al respecto, los Oscar tienen una larga historia sobre sólo ser políticamente correctos, aunque aquí pudieron haber jugado con ello, la película sinceramente tiene méritos propios para haber sido tomada en cuenta, pero es una de las tantas buenas películas olvidadas e ignoradas).

Para finalizar, les comparto un par de pensamientos que dice el profesor Marston, el primero es cuando está a punto de acabar la película, donde está dando una conferencia y dice que la Mujer Maravilla busca como tal hacer que los niños, que son el futuro de la sociedad, empiecen a ver el poder que tienen las mujeres en la vida, su valor, algo que leí buscando información me hizo llegar a un texto donde William Marston decía: “Ni siquiera las mujeres quieren ser mujeres mientras nuestro arquetipo de femineidad carezca de fuerza, fortaleza y poder… El remedio obvio es crear un personaje femenino con toda la fuerza de Superman, más todo el encanto de una mujer bella y buena”.

Decía que los demás veían en La Mujer Maravilla una superheroína, en cambio él veía las cosas buenas, bellas y valientes de todas las mujeres de su vida, a quienes creía superiores a los hombres en muchas cosas y que no le importaba saberse sometido por ellas, sobre todo de sus dos mujeres que fueron las que de cierta manera le dieron más que estructura, aporte, ideas e imaginación para que este personaje fuera creado. En varias partes de la película, aunque con un poco de dolor, acepta que todas las cosas que había inventado en su vida jamás las hubiera hecho sin ese par de mujeres aportando las piezas claves (todo el tiempo durante toda la película vemos guiños de donde fueron sacando, tanto William como ellas, las referencias de la historia de Diane como las amazonas o el avión invisible).

Y el segundo pensamiento es uno que les dice a las chicas en una de sus clases, que si los hombres habían sido dotados por la naturaleza con un instinto más desarrollado de fuerza y violencia, las mujeres con un instinto más fraternal y de amor, no sería lo más conveniente que las mujeres gobernaran y tomaran las riendas de este mundo. Yo creo que sí, y la película, sin caer en discursos muy críticos, pero tampoco muy tibios o dejándolos a medias sobre el feminismo, me parece si es, y con mucha inteligencia además, una carta de amor y apoyo a la lucha de las mujeres por ese lugar que deben de tener como iguales con los hombres, con derecho de elegir qué hacer y con quién hacerlo.

Una película que se vale de la figura de La Mujer Maravilla y la historia de este triángulo amoroso para hacer una buena crítica sobre la tolerancia, el respeto, el feminismo y el amor, y además hacer una gran película, que es lo más valioso de todo, jamás traicionar el medio para explicar lo que uno quieres expresar y plasmar.












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