miércoles, 14 de febrero de 2018
Durazno.
-¿En qué piensas?
//Le preguntaba ella a él mientras los dos estaban sentados en el mismo café, su favorito. Ella tomaba una cerveza justo después de haber acabado su postre, él un café irlandés muy caliente. Él miraba hacía afuera, la ventana estaba cerrada, afuera llovía a cantaros, él sonreía y miraba no sé qué allá afuera, ella también sonreía mientras lo miraba a él. Esta es la única vez que leerán a su amigo el narrador así que los saludo y me despido.//
-Nada en especial, recordaba aquel viaje que hicimos a tu pueblo natal. ¿Lo recuerdas?
-Claro que lo recuerdo. Como olvidar aquel viaje, esos días que pasamos juntos. //Ella soltó la cerveza y tomó las manos de él, frías, a pesar del café.//
-Estaba recordando mas que el destino, el viaje. Me acordaba cuando fuiste al baño poco después de salir del paradero en las montañas. Recuerdo que había un par de jóvenes que iban dos asientos adelante de los nuestros, y recuerdo que se iban besando como ese par de jóvenes de La Gran Belleza. ¿Recuerdas cuando fuimos a ver esa película al cine?
-Como olvidarlo, recuerdo que lloraste cuando terminó.
-Recuerdo que mientras veía a este par de jóvenes por la rendija entre cada par de asientos, sentía como si estuviera viendo algo que no debería de ver, como si hiciera algo prohibido; como Breotodeou espiando a su tía tras aquel orificio tapado con aquella estampilla de aquel jugador de fútbol, veía la tersa piel de la joven, y esto hizo acordarme de otra cosa.
-¿Qué cosa?
-De la primera vez que estuve con una mujer. Recuerdo el momento perfecto, recuerdo como ella me miraba con aquella mirada que nunca me había mostrado mientras se quitaba la camiseta del uniforme, después su sostén, yo empecé tarde el proceso de despojarme de mi indumentaria porque no quería perderme ningún detalle de aquel momento, por muy pervertido que me hubiera visto. Cuando empecé a tocar sus costillas ella se echó a reír al no creer que prefiriera tocar primero sus costillas que sus senos, la verdad es que me moría de ganas de tocar sus senos desnudos, pero había algo en esas hendiduras que crean las costillas que no me pude resistir, podría decir que lo hice sin darme cuenta.
-Y aun lo haces.
-¿Qué cosa?
-Dedicarle mas tiempo a las costillas que a los senos.
-¿En serio?
-Si.
//Él sonríe// El caso es que cuando dejé las costillas al verme en descubierto mis labios al mismo tiempo que mis manos se dirigieron a sus senos, a esa parte tan tersa y tan especial en la mujer. La besé, la llevé a mi boca no sé cuantas veces, después cuando su falda y mi pantalones yacían como una parte mas del piso recién trapeado de aquella habitación, no dejaba de ver sus senos, y sus pezones, y justo en ese momento, durante todo el tiempo en que estuvimos haciendo el amor, no dejaba de pensar en una sola cosa.
-¿En qué?
-En duraznos.
-¿En duraznos?
-Si.
-Y eso que quiere decir.
-En su momento supongo que no lo entendí, suponía que se debía al hecho de la piel erizada de sus senos cuando tocaba sus costillas, esta semejaba la piel tersa de los duraznos, o incluso al hecho de que tenia mucha hambre. Pero hasta hoy creo saber porque pensé en aquella fruta.
-¿Por qué?
-Por ti.
-¿Por mi?.
-Si. Siempre he creído, y cada vez lo voy corroborando más, de que en esta vida nada es casualidad, y nada es accidente, y si eso es, es una casualidad bastante bien elaborada. Recuerdo que al ver aquella pareja de jóvenes, y al acabar de recordar este recuerdo, tú llegaste del baño recitándome algo de Benedetti, me dijiste: "Cinco minutos bastan para imaginar una vida, así de relativo es el tiempo", jamás supe porque me lo dijiste, pero es como si supieras que estaba creando algo, o recordando algo, o imaginando algo. Ahora dime: ¿cuál es tu fruta favorita?
-Lo sabes, me acabo de comer una rebanada de pastel con esta fruta. El durazno.
-Lo sé. ¿Sabes a qué edad perdí mi virginidad?
-A los quince años.
-¿Cuántos años cumplimos hoy de casados?
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Aunque este texto en realidad no lo escribí yo, pues en realidad se lo atribuyo a el alma que se apodera de mis manos en las noches que no puedo dormir, hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto participar creando algo.
Este texto ya tiene tiempo que lo escribí, no lo había publicado porque a raíz de este escribí una serie de poemas que espero en su momento poder publicar por aquí.
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guau!
ResponderBorrarotro gran texto...
tienen esa capacidad de traer mis propios recuerdos
...
me saco el sombrero
Gracias por el complido f, y me agrada el que pueda hacer con un texto propio que otra persona recuerdes vivencias sobre su vida, he de confesarte que de todos los textos que he escrito, tanto para el blog como los que pretendo publicar por otros medios, este es uno de los que más me ha gustado, por eso tardé tanto en publicarlo.
BorrarSaludos!