Producciones "La Vieja Escuela" Presentan:
lunes, 30 de septiembre de 2019
La historia negra del cine mexicano.
¿Cómo entrelazas la historia que originó el hecho de que el espectador mexicano no vea el cine que se produce en el país, con tu historia personal, y el personaje que une estas dos historias y que siendo parte de tu familia lo descubres muchos años después? Esta es la premisa que presenta y desarrolla Andrés García Franco con La historia negra del cine mexicano.
Documental del 2016 que narra la historia de Miguel Contreras Torres, uno de los directores pioneros de nuestro cine, quien es el tío abuelo de Andrés García Franco, al que descubre siendo muy niño por un libro que encuentra en su casa, ese libro era El libro negro del cine mexicano. En el documental revisa su filmografía que abarcó desde el cine mudo, hasta el cine sonoro realizando 56 películas en su carrera. Pero es luego de que en 1950 denuncia públicamente al empresario William O. Jenkins por el monopolio que ejerce al ser dueño de todas las salas de cine del país donde primero se enriquecía exhibiéndo las grandes películas mexicanas llevándose la mayor parte de las ganancias, y después de la Segunda Guerra Mundial, programando sólo las películas norteamericanas (como nueva manera que utilizan los norteamericanos por colonizar el mundo) haciendo que esto en un principio hiciera que el cine de oro mexicano fuera al declive, y en consecuencia Contreras Torres fuera enterrado en el olvido, difamado y tachado de loco, al grado de que ni siquiera su familia quería hablar de él.
Lo valioso del documental más allá de conocer esta historia que con mayor o menor detalle muchos amantes del cine mexicano conocemos, es el modo en que Andrés la cuenta, y como a la par entrelaza su historia propia en algún momento, y porque este trabajo se siente un relato personal (sobretodo en ese gran prólogo, [y que de alguna manera me recordó al documental de Luna Marán, Tío Yim] y en el epílogo, pero de ese hablamos a mayor detalle más adelante). Para empezar, podríamos empezar diciendo que a pesar de ser un documental que basó su realización en un método científico en la investigación para abarcar completamente todo lo que Andrés quería representar en el mismo, utiliza el material de archivo de tal manera en la que haciéndole tributo a lo utilizado, le rompe cierto protocolo, formalismo y respeto al mismo, utilizándolo tan libremente como si fuera de él (y como no sentirlo de él después de todo el tiempo que le llevó buscarlo, encontrarlo y mirarlo, así como todo cinéfilo siente tan suyas las películas que lo han marcado en la vida y que le han llevado años invertidos de su vida buscando, viendo, y reviendo), se da tal libertad que a mi parecer el documental no se puede encasillar o catalogar, y eso además de ser valioso y valorado, se agradece. Lo modifica digitalmente (como un artesano) para darle animación, hacer hablar a los fotogramas que se muestran, y colorear algunas escenas de los fragmentos de películas que nos muestra. Hablando de las películas que nos muestra, Andrés narra básicamente la película en los fragmentos que no son testimonios o recreaciones actuadas, con las películas del mismo Contreras Torres, trece de ellas para ser exactos, y ver como hace que estas compaginen con el discurso que se va narrando, es verdaderamente un privilegio de observar. Además del como se nos cuenta la historia con la narrativa empleada por Andrés, el aprender detalladamente la lucha que libró Contreras Torres ante el poder en aquellos años, el gran director que éste fue, su vida personal y familiar, el como se formó en Los Ángeles, codeándose con los más grandes exponentes del cine mudo en los primeros años de la cinematografía mundial como D.W. Griffith y Josef von Sternberg, y todas las figuras que trabajaron con él, como los hermanos Soler, es extraordinario (además de conocer que la primera película de Mario Moreno antes de ser Cantinflas, fue dirigida por él, donde además ya se descubría un pequeño germen que años después le daría la gran fama mundial).
Además de ver el documental, fue muy gratificante escuchar una charla con el director sobre el proceso de elaboración del documental y todo lo que este le demandó, además de otros temas que se tocaron referente directa o indirectamente con el documental en poco menos de dos horas, esto antes de ver el documental, la charla que sostuvo con los asistentes que estuvimos en el Cineclub Tropical después de ver el documental, y una corta plática que sostuve con él, en la que yo sin saberlo, hasta después de ver el documental, hablamos sobre eso que él retrata en el epílogo, con los cines de barrio de nuestra infancia (al menos los que tenemos más de 30 años) cerrados o convertidos desde un estacionamiento, hasta una iglesia cristiana; y la importancia que vuelven a tener los espacios públicos, al aire libre y los cafés para el refugio de los espectadores de cine que buscan encontrar otras expresiones fuera de lo que establece el sistema o la norma. En otras palabras, ver como la exhibición vuelve a los lugares donde se originó.
Quizá lo único que a mi me resulta un enigma es el saber como hubiera sido ver este documental de manera menos apresurada y ver ciertos pasajes descritos o narrados con más detalle, y haber visto como el mismo Andrés lo comentó, una película con media hora más de duración, diciendo exactamente lo mismo, y estando en el departamento de edición todo el tiempo, y no cumpliendo funciones de productor. Y no podría cerrar este texto sin reconocer al gran reparto de especialistas con el que cuenta este documental.
(En la parte en la Jorge Ayala Blanco que dice que cuando las personas le cuestionan porque invierte tanto tiempo en escribir sobre películas que nadie va a ver, él les responde que precisamente por eso lo hace, me vi plenamente identificado con él)
Al final (además del episodio personal que vemos de Andrés, que si bien no fortalece o aporta en nada al argumento del documental rigurosamente a la vista de algunos espectadores, si nos hace verlo desde un punto de vista honesto del propio realizador, y estas cuestiones valientes, yo; más desde un enfoque cinéfilo que desde un enfoque crítico, siempre agradezco, como ese final tan abrupto que tanto me encanta mencionar de Lady Bird), el documental nos platea que hoy día nosotros vivimos una batalla muy similar a la que Contreras Torres en su tiempo, al igual que unos pocos (entre ellos, José Revueltas) que denunciaron y lucharon contra ella, en menor o mayor escala, y la vivimos en la era en la que pareciera teniendo mayor acceso a películas gracias al Internet, se pretende desde regular el tráfico de información en la red, cierre de sitios "ilegales" y dañinos para el consumismo, y servicios streaming que nos imponen una forma de vivir y consumir acorde a las normas que quieren implementar los gobiernos poderosos del mundo (aunque claro, no se pueden satanizar del todo estos sitios, pues contenido de calidad tienen, aunque sea un mínimo porcentaje de todo su catálogo, al final de cuentas los consumidores eligen lo que quieren consumir), nos es momento de levantar la voz y exigir a instancias culturales y gubernamentales que se apoye a proyectos que buscan contar historias diferentes, a cineastas que buscan hacer del documental una herramienta socialmente útil para la sociedad y formadora de audiencias más abiertas a encontrar verdadera retroalimentación en el cine, y a cineastas que buscan contar por primera vez una historia a través del cine; eso se debe exigir desde mi punto de vista, películas con temas ligeros y actores reconocidos, esos se pueden financiar por otros medios y simplemente darles otros estímulos menos significativos, es a los otros proyectos, que la gente no ve en el cine simplemente porque el hoy duopolio que maneja las salas de cine en México, malinchista, y quizá más voráz que el del personaje tan macabro y polémico que fue el señor Jenkins el siglo pasado, no quiere que veamos, como el documental de Andrés, a esos se les debe apoyar con una ley que ampare su financiamiento, una mayor distribución y exhibición en salas de cine además de la que se les pueda dar en festivales (aunque también debemos cuestionar el hecho de que los grandes festivales del país inviten a producciones extranjeras y a las nacionales las someta a un proceso de inscripción o registro), de ahí que siempre que tenga la oportunidad de comentar, mencionar, celebrar, aplaudir y agradecer el trabajo tanto de Cedecine y los distintos cineclubes que conozco (no sólo de la ciudad donde vivo ahora mismo, sino de todos los que he conocido y conozco en diferentes lugares de la república) por crear estos encuentros con realizadores, poder disfrutar estos documentales que nos hacen crear conversación y reconocer que organizados como sociedad sin apoyo del gobierno se pueden hacer cosas para movilizar esta rueda participativa que nos permita crear y tener un mejor lugar para vivir, y en consecuencia, un mundo mejor para vivir, y alimentar a mi alma cinéfila cada vez con más fuerza; siempre que pueda hacerlo, lo haré.
jueves, 26 de septiembre de 2019
L'homme fidele.
Hacía
mucho que no me surgía el problema de no saber cómo abordar el análisis de una
película, cómo empezar a escribir sobre ella, o qué valor le daría en
particular para escribir de ella. Esto me ha pasado con esta peculiar cinta
francesa; así que lo haré tal cual solo mencionando las cosas que me han
llamado la atención y comentar por qué vale la pena verla y comentar sobre
ella.
Amante
fiel
(a mi parecer nefasto título que se le da en esta región del mundo, pues bien
pudieron simplemente traducir como tal el título original: “El hombre fiel”) es
la segunda película del muy reconocido actor francés Louis Garrel, luego de su
ópera prima Les deux amis, del 2015. La película tuvo su estreno en el
Festival de Venecia del año pasado y posteriormente en San Sebastián y la
última semana de diciembre en salas comerciales europeas (en nuestro país se
estrenó en pocas salas).
En
esta película, la cual también protagoniza y coescribe Garrel (Les deux amis
lo hace con Christophe Honoré y en esta con el gran Jean-Claude Carriere), explora
varios temas y géneros de forma muy sutil pero convincente, lo hace sin
enfatizar tanto o cargar de más el discurso, pero de manera efectiva y eficaz.
La
película comienza con una toma de la Torre Eiffel y los tejados de París,
acompañada de una melodía extraordinaria. Luego de eso escuchamos decir a Abel
(Garrel), nuestro protagónico, que su vida era tranquila hasta que un día cambió
todo por completo. Ese día es cuando tiene que dejar el apartamento de Marianne
(Laetitia Casta encantadoramente imperfecta), su novia, luego de que ella le
confiesa con la calma de alguien que estuviera hablando sobre el clima de la
ciudad, que está embarazada de su amigo Paul, al que sólo mencionan, pues no
hay una aparición, ni en su funeral nueve años después, que es cuando Abel, luego
de entregarse por completo a su trabajo como reportero y a amores fugaces (que
nunca vemos en pantalla) se vuelve a reencontrar con Marianne.
Pero
no sólo con ella, también con Eve (Lily Rose-Depp), la hermana menor del
difunto, quien desde pequeña está perdidamente enamorada de él, y Joseph
(Joseph Engel), hijo de Marianne y Paul, el causante de que Abel se quedara
solo y que tratará en un principio alejar lo más posible a Abel. Es luego del
funeral que Abel y Marianne retoman su relación, y con ello muchas intrigas y
dudas que no se ven, pero se escuchan, empiezan a surgir, y quizá lo más
relevante: descubrir qué hizo que Marianne tomara la decisión de dejar a Abel
por Paul, por qué Abel no cuestionó en su momento la noticia de Marianne y cómo
esto se pone a prueba con la figura de Eve y de Joseph.
Garrel,
al más puro estilo de su señor padre, que el año pasado nos entregó la
fantástica Amante por un día (aquella sí traducida literalmente de su
título original) nos pone en escena temas como la fidelidad, el romance y la
masculinidad desafiada, en una maqueta delicada, cómica, inteligente y
deliciosa disfrazada de comedia romántica.
El
mayor encanto de la película radica en lo que los personajes piensan pero no
dicen, así como de las cosas que pasan sin pasar. Por ejemplo el hecho de que
el rostro de Paul no lo conocemos y no tenemos una figura con la cual comparar
el parentesco que podría tener Joseph con su padre, los amoríos de Abel que
jamás vemos, al grado de poner en duda el hecho de si los hay o no, y la duda
que siembra Joseph en Abel sobre la muerte de su padre (que no revelaré ya que
es muy importante para la trama).
Es muy
francés hablar de estos temas y no caer en dramatismo barato, son muy claros en
hablar de estos temas porque los conocen de primera mano y no se andan con
rodeos, y para muestra la breve introducción que hace Garrel de sus personajes
en flashback antes de ponernos en tiempo presente justo en el entierro de Paul,
y utilizando el recurso narrativo de la voz en off que seguiría el resto de la
película, para entenderlos perfectamente en la anécdota que hace funcionar a
esta película en tan poco tiempo, llegado al punto de la duración de la
película, hablemos de las similitudes que guardan esta película y la ya
mencionada del señor Garrel.
Siempre
he profesado que no tengo problema alguno con que las películas se alarguen
siempre y cuando esto esté justificado y no caigan en repeticiones (que no es
lo mismo que narrativas circulares), pero cuando uno encuentra una película en
la que en menos de 80 minutos son capaces de mostrarte una trama redonda, bien
estructurada y bien llevada con todo lo involucra hacer una buena película
(tanto técnica como narrativamente) uno no hace más que alabar y aplaudir estos
trabajos.
Esta
es solo la primera de las similitudes que tienen ambas películas. Otra es la
estupenda música, que cae en momentos precisos y es un acompañamiento
esplendido, no un elemento manipulador. Las actuaciones son muy buenas, el
ritmo de la película es muy atinado, y el tema sobre lo complicado de las
relaciones en pareja y las decisiones que tomamos es plenamente abordado,
Philippe lo hace en la figura de un padre y su hija, y la imposibilidad de
hablar de sus problemas amorosos (y con una maravillosa fotografía en blanco y
negro), y Louis lo hace desde el punto de la pareja que estuvo separada durante
determinado tiempo, y si bien el peso cae en el argumento de ambos, no solo
desde el punto de vista masculino, sorprende con este caso de la mujer honesta
y el hombre fiel, a pesar del mote o fama que tienen los franceses de lo
avanzado que es su raciocinio sobre la figura del amante en su cultura.
Al
final, ver cómo se deja de lado todo lo planteado hasta cierto punto de la
película que la hacía lucir como una comedia romántica y caer en cuenta que
esta película es muchas cosas, es extraordinario. Ver cómo se revela el hecho
de la fidelidad de Abel a pesar de la prueba que le pide Marianne, prueba que
le daba empoderamiento a Abel para de cierta manera vengarse por la traición de
Marianne en su momento, y ver cómo este responde al final con esa carrera
buscándola, y la postura de Eve al principio, durante y al final de la prueba,
y las pruebas también a las que se ve sometido Abel por parte de Joseph.
Y
llegado a este punto, esa escena donde Joseph y Abel se reconocen como lo que
en verdad pueden ser, y cómo Abel cae en cuenta cuando le dice a Marianne cómo
fue que supo que Paul era el padre de su hijo, hacen que al final de la
película se nos dé la clave y la respuesta de todo lo antes planteado, en un
gesto tan sencillo y bello como dos personas tomándose de las manos. Pensar si
todo al final fue orquestado por los tres a su manera, pero con un desenlace en
común, como una familia al fin de cuentas, una película otra vez sobre la relación
padre-hijo.
lunes, 23 de septiembre de 2019
Ad Astra.
Ad
Astra es la séptima película del peculiar director
norteamericano James Gray, cuyo estreno mundial se realizó en el Festival de
Venecia. El film es una pieza más en el tablero de este director de películas
tan distintas entre sí, pero con un hilo conductor, como suele haberlo en la
obra de los artistas, pero no con eso quiero decir que la película sea un gran
trabajo, tampoco significa lo contrario.
Después
de un accidente ocurrido en la antena espacial terrestre, por la cual en un
futuro no definido los humanos intentan establecer un contacto con seres de
otros planetas, cae desde la atmósfera hasta tierra el ingeniero astronauta Roy
McBride, un hombre que todo el tiempo está hablando para sí mismo, que es
contactado por sus superiores para explicarle el motivo de este accidente y el
riesgo que corre la humanidad con lo que han descubierto.
Su
padre, Cliffor McBride, una leyenda entre los astronautas, quien 20 años atrás
se embarcó en un proyecto llamado Lima al planeta Neptuno con la finalidad de
contactar vida inteligente en el espacio exterior. Pero luego de dejar de
enviar señales, todo mundo pensó que la misión había muerto, incluso Roy, hasta
que empezaron estas descargas de antimateria que, de no ser controladas, pueden
poner en riesgo la estabilidad del sistema solar, y repercutir con la vida en
la Tierra.
La
misión que debe seguir el mayor Roy es mandar un mensaje a su padre desde una
estación subterránea en Marte en donde no ha sido dañada la comunicación por
las descargas, y con este fin dar con el paradero de su padre; pero durante el
viaje, y al emitir ese mensaje, se da cuenta gracias a terceros que sus
superiores tienen planes muy en concreto para su padre y que no le han sido
revelados.
De ver
ese hombre de pensamientos y emociones contenidas, empezamos a notar como brota
el ser humano que él creía no ser, y que tenía la esperanza que aún en la
distancia su padre sí lo fuera, ahora se embarca por cuenta propia en la misión
de descubrir qué fue lo que pasó a su padre.
Carlos
Boyero, en su crítica escrita el 20 de septiembre de 2019 para el portal de El
País sobre la película, menciona la similitud de esta y la extraordinaria Apocalipsis
Now, con el relato “El corazón de las tinieblas”, de Joseph Conrad. Ahora,
yo no he leído el relato (cosa que corregiré a la brevedad posible), por lo que
mi crítica no se enfocará en ese contexto, pero sí con ciertas similitudes y
no-similitudes que guarda esta película con la de Coppola, y el otro contexto
que a mi parecer es el más importante-poderoso: la soledad a la que se somete
un hombre por los traumas en su niñez a raíz de la falta de su padre.
Gray,
a diferencia de Coppola, nos muestra en un principio a su navegante, al
enviado, al buscador, como una persona de emociones mesuradas, de temperamento
controlado, y esto lo comprobamos en las constantes revisiones que le hacen
para medir su estabilidad psicológica, pues muchos casos son los que hemos
visto en otras películas con la demencia que viene en el aislamiento y soledad
en el espacio, y lo vemos todo el tiempo repitiendo que está bien y que no se
puede permitir perder el control por lo que siente y el trabajo que realiza.
Esto
se deja saber en los primeros minutos de la película: un hombre que habla en el
pensamiento (pensamientos que claramente van dirigidos al espectador, para
conocer y en su momento sentirse identificados con el protagonista, y en su
debido momento avanzada la trama, no necesitar de estos para saber por lo que
pasa el personaje) que apenas y tiene interacción con sus compañeros, un hombre
que se siente tranquilo y en paz solo con la inmensidad del espacio.
Coppola
nos presenta a su protagónico completamente diferente. Cómo olvidar esa escena
en la que se nos presenta al capitán Willard, destrozando todo a su paso en su
habitación por los traumas que le ha ocasionado la guerra. La cosa interesante
en el personaje de Roy es el cómo se va dando su cambio de personalidad a raíz
de irse adentrando a la oscuridad del espacio y los desafíos que se van
presentando, las pérdidas humanas que va dejando a su paso, sean causa suya o
no, lo trastocan, y van haciendo que sus emociones lo desestabilizasen y
empiece a cometer locuras que quizá su padre también cometió y que en la Tierra
ninguno de los dos se atrevió, en aras de buscar lo que ya se tenía.
Este
cambio se va presentando como el típico caso de las cinco etapas del duelo:
negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Cada una de ellas se va
presentando de determinada manera y van dictaminando el tiempo y la
trasformación del corazón de un hombre y sanar además la relación con el padre
del que es una imagen y semejanza (ciertas partes de la película se toca el
tema religioso en los tripulantes que lo llevan a marte, algo que podría
cuantificarse como similitud con Apocalipsis Now con el hecho de que el coronel
Kurtz era considerado por los camboyanos un semidios) al cual muy a pesar de
sus intenciones, sin llegar a asesinarlo (como sí ocurre en Apocalipsis…),
no puede salvar.
Técnicamente
la película es impecable, sonido perfecto, visualmente correcta, como lo fuera
una Gravity, pero no tan impresionante o innovadora como lo es Interestelar,
y ni qué decir la más grande joya de este género en el cine: 2001 Odisea al
espacio. La fotografía de Hoyte van Hoytema nunca decepciona, es destacable
como los colores que emplea en determinadas circunstancias hacen que entone
cada emoción y etapa de duelo por la que atraviesa nuestro protagonista.
Por
ejemplo el rojo cuando abre su corazón y manda el mensaje que hace que
encuentren la señal de su padre, o ese blanco resplandeciente al ver morir a un
hombre en la Luna, o el azul cuando llega a Neptuno y alcanza a distinguir el
objetivo, o el amarillo cuando entra sin permiso a la nave que va en busca de
su padre; y esto no hace más que hacer lucir aún más a nuestro protagónico.
Brad
Pitt siempre me ha parecido un buen actor, sin embargo nunca lo consideré de
los más destacados, la única actuación que yo resalto es la que hace en El
Curioso Caso de Benjamin Buttom, y con esto no quiero decir que no me guste
en Fight Club, en 12 Monos o en Seven; sin duda alguna es
extraordinario, pero considero que en estas películas la actuación no es la que
lleva la voz cantante.
Si bien
en Once upon a time in Hollywood tiene una buena actuación, es en esta
donde firma su mejor trabajo hasta ahora, (en determinada parte incluso se le
ve venido a menos físicamente) y la película está hecha para ello, desde sus
líneas, sus monólogos y sus escenas emotivas lo confirman. De los pocos
problemas que tengo con la película es que ciertas escenas nos las quieren
meter a fuerzas con la música de acompañamiento y hacer que el espectador que
aún no se ha amoldado del todo con el viaje del protagónico con sus diálogos y
sus pensamientos de lo que dejó en la Tierra, empatice con la historia.
James
Gray, con su corta y discreta filmografía que empezó hace 25 años (con sólo 25
años de edad hizo su ópera prima en 1994: Little Odessa) ha mostrado una
versatilidad y un dominio del arte tras la cámara que valdría la pena ponerle
más atención. Su película anterior, Z: la ciudad perdida, es
extraordinaria, un cine expedicionario por demás fascinante, y también tiene
entre sus películas una adaptación a Noches Blancas de Dostoyevski, que si bien
no se puede presumir ser mejor que la joya del cine italiano dirigida por
Luchino Visconti en 1957, o la también excelente Cuatro noches de un soñador
del maestro Robert Bresson, tampoco es una copia barata de estas.
Es
interesante la puesta hecha por Gray, y con la actuación del siempre soberbio
Joaquin Phoenix (quien además ha protagonizado otras tres de sus películas). Y
lo comento porque con sólo estas dos películas y leyendo sobre las otras, veo
que el hilo conductor entre estas, a pesar de los diferentes géneros, siempre
hay un sentido de búsqueda y soledad en sus personajes, y este camino que se
hace por encontrar los hace cambiar en el transcurso de la película, ahí reside
el verdadero valor de estas, más que en el final como tal.
Finalmente
la película es un ejercicio interesante sobre los acontecimientos que vive a diferente
escala un humano para sensibilizarlo y hacerlo darse cuenta que el contener las
emociones y dar valor a la soledad sólo porque sí, o un estado de prioridad, no
vale la pena, ese viaje interno para sanar las cosas que no estaban en nuestras
manos y nos hicieron ser como somos.
Cómo
el hecho de buscar lo que creíamos perdido, como la figura de un padre ausente,
nos hace sacar tanto el odio, la rabia, la ira contra él por no haber querido
estar, y la empatía al ver que quizá en circunstancias muy parecidas, habríamos
hecho lo mismo. Y el hecho que de todo viaje, por muy lejos que este sea,
siempre se vuelve más introspectivo, y sana el interior, como el interior de
esas bitácoras que a todos nos acompañan y solo nosotros sabemos lo que está
escrito en ellas.
Parece
aún más interesante la forma, la propuesta y la narrativa de Claire Denis y su High
Life, o el poder de esa última parte de la relación padre-hijo en la
extraordinaria Parasite, pero por supuesto siempre se aplaude una
película bien hecha, pues muchos directores interponen la técnica sobre el
discurso, y James Gray no, expone la fragilidad del ser humano a través de la
relación padre e hijo, en un género que ayuda mucho a atenuar la metáfora de la
soledad, como también lo expuso Denis, pero más inclinado al lado de la
supervivencia como especie a través de la procreación y sexualidad.
El
tema del espacio siempre ha ido de la mano con la soledad del hombre y el
existencialismo, y Gray crea un buen drama espacial revitalizando ambas partes
de una manera sencilla. Esta película nos hace revivir otras extraordinarias
películas y nos hace dar lectura a la obra de un director, y descubrir nuevos
textos qué leer, y eso se agradece.
domingo, 22 de septiembre de 2019
Parasite.
Una de las películas que yo más esperaba en la segunda parte del año sin duda alguna era la acreedora de la Palma de Oro en el Festival de Cannes este año, y me había resistido a verla porque tenía la esperanza de verla ya fuera en una sala de cine o en algún cineclub a corto plazo, pero no pude resistir la tentación ya una vez que la tenía en mi computadora y vaya que si me han dado ganas de escribir de ella, y comentarles porque es una película que no hay que dejar de ver a la primera oportunidad presentada. Y tratarles de explicar lo extraordinaria que es y por qué.
La película nos cuenta como a raíz de que Ki-woo, hijo de una familia integrada por madre, padre y hermana, en la que ninguno estudia o trabaja y que viven en un sótano en condiciones muy limitadas, es invitado y recomendado por su amigo universitario para trabajar en su lugar como maestro de inglés de la hija de una familia "bien acomodada" de Corea del Sur, familia integrada por los mismos miembros de la suya. Luego de que supera la prueba de esa familia a base de engaños sobre su educación recomendados por su amigo y las habilidades en diseño de su hermana, se entera que requieren una maestra de arte para el hijo de la familia, entonces Ki-woo empieza a trazar un plan para que toda su familia empiece a trabajar para la familia en cuestión suplantando identidades, aunque no las habilidades que tienen los miembros de su familia. Este plan en determinado momento va siendo modificado por algún miembro de la familia, sin importar lo que los empleados anteriores sufrirán al ser despedidos, la última de estas, ama de llaves de la casa, incluso desde antes que de los dueños en cuestión. Cierta noche en la que la familia de la casa sale de paseo, vuelve con el pretexto de recoger algo, noche en que se supone sólo debe estar la madre de Ki-woo, y no toda la familia gozando de las comodidades de la casa. A raíz de esa visita, y ver de frente la cara de la desesperación que ellos mismos tiempo atrás habían sufrido, es que las cosas no volverán a ser como antes para ninguno de los que estén en la casa a partir de esa noche, y que brotaran a partir de las cosas más insignificantes que los dividen.
La película se desarrolla como una comedia negra, pero los temas y detalles que giran en torno a la película son magníficos, la cuestión en torno a las clases sociales me parece muy bien llevado a la pantalla, Bong Joon-ho, muestra el lado bueno y el lado malo de cada clase social, sus virtudes y defectos, y la lucha librada sutilmente de cada una de estas entre ellas y entre si mismas. Otra de las cosas que magistralmente hace Joon-ho en su película es la dura crítica que hace al sistema político de su país en cuanto a políticas sociales y laborales, vemos un par de temas que involucra que dos personajes hayan sufrido por lo mismo y hayan quedado en la ruina luego de haber sido empresarios en su momento, y como al final de la película uno suplanta el lugar del otro (trataré de no dar muchos detalles para caer lo menos posible en spoilers, aunque considero para escribir profundamente sobre la película, es necesario hablar con detalle de ciertas partes de la trama y como se desarrollan). De hecho el tema del lugar que toman ciertos personajes por otros a lo largo de la película es interesante, como la figura de las dos amas de llaves, o el momento en el que lo debían tomar, y como cada personaje carga con una especie de trauma o de culpa, como en el caso particular de Ki-woo, (el cual no revelaré pero que ustedes se percatarán al instante) en cuanto a su propia situación o la de los demás. La parte medular o el punto climático de la película se desarrolla de manera impresionante y uno cae a partir de ese momento en el juego del director, y de ese momento en delante no se nos suelta en ningún momento, no deja de haber sorpresa, incluso en los momentos predecibles, porque los hay en demasía, pero Bong los resuelve con una clase digna de aprender. Impecable también la manera en como involucra a la estética de la película y la forma en que muestra el entorno de cada familia para identificar inmediatamente las claras diferencias entre estas (diferencias sólo económicas). Por un lado, los pocos escenarios (de escenografía minimalista) que utiliza para contar la trama, espacios cerrados y siempre subterráneos de la familia de clase baja, y los lugares abiertos y de gran espacio para la clase alta. La película no se llama así de a gratis, y lo vemos por una parte en la forma en que los propios personajes se refieren a ellos mismos entre si y a los otros, (la mamá de la familia "pobre" dice que en caso de una catástrofe su marido saldría corriendo primero como las cucarachas), como por la forma en que los vemos emerger pareciera por debajo del suelo (incluso a los privilegiados, y esto es gracias a la fotografía y la puesta de cámara que pareciera los hace ver saliendo de manera subterránea) venidos a menos, por no decir vulnerables. Y nuevamente, ambas formas se confirman extraordinariamente durante todo el transcurso de la película.
En su momento ambas familias se aprovechan de la situación de la otra, y de su lado más bueno y amable cuando los detectan "amables" o "vulnerables" en sus ingenuidades.
Por momentos la película pareciera plantea al principio si esta familia "pobre", (me explicaré en su debido momento porque pongo esta palabra entre comillas) en verdad con la oportunidad que ahora se les presenta porque no hacen nada para salir del lugar donde viven y buscar un lugar mejor ahora que todos trabajan y ganan dinero, nos sugiere si en verdad son unos vividores que sólo buscan la oportunidad de joder al "rico" gozando de sus privilegios sin querer robárselos, porque así debe de ser, cobrarse lo que el sistema le ha hecho. Pero durante el transcurso de la película se nos plantea otra opción: que quizá en alguna momento ya lo intentaron, y el sistema los volvió no sólo a orillar a volver a vivir en estas condiciones, sino que los obligó sin remedio alguno, ya sea por el crecimiento desmedido de la población, por el consumismo que nos hace comprar lo que queremos y no lo que necesitamos, o por las tendencias en el mundo a la globalización, industrialización, prácticas y políticas neo liberales e imperialistas que benefician a los que contribuyen al desarrollo a costa de no hacer nada, como la familia "rica" de la película. Lo vemos claramente en una escena en la que Ki-woo le pregunta a su papá cual es su plan para resolver el problema en el que se metieron, y este le responde que el mejor plan es no tener un plan, porque la vida al final se encarga de no dejarte realizarlo en las condiciones en las que ellos viven, puesto que tal era su plan al principio del día de dormir cómodamente en la casa de sus patrones, para acabar durmiendo con un montón de gente desconocida en una cancha de baloncesto sin cosas y quizá sin casa, después de haber salido de ese lugar a escondidas tras escuchar a sus patrones lo desagradable que es su olor (esta escena en especial es muy fuerte por el hecho de que mientras hablan de eso los patrones y después empiezan a masturbarse, mientras Ki-woo, su padre y su hermana están escondidos debajo de la mesa de la sala, vemos como los tres fingen estar dormidos para hacer creer a los otros que no han escuchado nada, pues aunque pareciera no les importan, les importa mucho, al grado que esto contribuye mucho al desenlace). Pero como lo dije al principio, Joon-ho nos muestra las virtudes y vicios de ambos, nos muestra de manera muy paulatina y mesurada lo que hace que al final detone cada uno de los hechos del desenlace, cosas tan simples como comentarios personales y pareciera insignificantes como el aroma que despiden las personas pobres que viven y se transportan en grandes aglomeraciones y espacios pequeños, hasta el hecho que los "suplantadores" luzcan de mejor manera, o encajen mejor en el mundo de los "acomodados", que ellos mismos.
La parte final de la película nos lleva del estado más frenético al lado más emocional, con un final inspirado y soñado en el que se confirma que no es que unos sean sólo soñadores que no aspiran a más en la vida que vivir, o tratar, o creer que viven feliz a pesar de las carencias, y como llegan a ver esta vida con nostalgia, agradecimiento por quienes nos tienen, directa o indirectamente en esta división, sino que por más que intentan hacer las cosas como deben de ser, legalmente; si eres de los desafortunados, de los marginados, de los (mal) llamados parásitos; el sistema no te permitirá más que sólo eso, soñar, porque eso es algo que no te pueden embargar.
domingo, 15 de septiembre de 2019
jueves, 12 de septiembre de 2019
Resurrección: rescatando el pasado y la voz de la lucha.
Resurrección es el último documental realizado por el cineasta Eugenio Polgovsky, el que sin lugar a dudas es uno de los más grandes documentalistas en la historia del cine mexicano (para muchos, el más importante no sólo contemporáneamente hablando), quien falleció en el año 2017, lo que hace que consideremos a este material distribuido por Ambulante este año, como su obra póstuma.
El documental cubre a grandes rasgos muy bien detallados la situación que viven los habitantes de El Salto y Juanacatlán, pueblos relativamente pequeños que se sitúan a las orillas del río Santiago, en la parte en que está una cascada que en los tiempos de esplendor y vida era llamada por propios y extranjeros "el Niágara mexicano". En un principio el documental nos narra a través de relatos por parte de los mismos pobladores de estos dos pueblos como era el lugar en tiempos de sus abuelos y sus padres, las historias que estos les contaban y lo que los pobladores más mayores les tocó vivir en su niñez y como narran la diversidad y abundancia que el río les traía a sus vidas. Va entrelazando estos relatos con imágenes del pasado y el presente, en voz en off y en las rutinas de su día a día. Luego el documental nos va mostrando la actualidad de la situación, la lucha titánica por parte de una familia y su asociación integrada por algunos miembros de la comunidad de ambos lugares, y las promesas y nulo compromiso de autoridades por reparar el daño al ecosistema y todos los problemas de salud que trae a las personas de los pueblos que vinieron acarreados tanto por la contaminación del río y el desmedido crecimiento poblacional en las grandes ciudades que hace que poblaciones más pequeñas se conviertan literalmente en el basurero de esas ciudades y la urbanización, y vivan desplazados del lugar donde antes tuvieron sus casas para vivir en condiciones verdaderamente inhumanas.
A mi parecer es imposible medir cual es el mejor trabajo documental del fallecido director, ya que todos son extraordinarios, en las funciones de lo que pretende decir, lo hace sin la necesidad de grandes reflexiones o imágenes estéticamente perfectas, su cine, en más de un sentido austero, más no así pobre de discurso e impacto, es de una complejidad y una importancia a destacar sin lugar a dudas. En este documental en particular, Polgovsky hace una crítica muy sutil e implícita en la cual, por medio de las imágenes no sólo de las condiciones actuales del lugar, sino por parte lel material de archivo del que hecha mano el documental (por demás extraordinario, que se vale no sólo de los archivos de la filmoteca de la UNAM y de la Librería de Congreso de Washington, sino también de realizaciones caseras por parte de los habitantes de estos pueblos) en el que se nota cuales eran las intenciones del gobierno años atrás fomentando el turismo a esta región del país, mostrando sus atractivos turísticos y su belleza, una práctica que se empleó por la Secretaría de Turismo en varios estados del país para llamar la atención de visitantes extranjeros (no recuerdo a bien en qué década se realizaron estos trabajos, ni por parte de qué presidente en particular; pero hay videos de estados como Durango y Coahuila que se presume son entre las décadas de los 50's y 60's), que a su vez y en consecuencia, hizo que inversionistas se aprovecharan en la década de los 70's con los problemas económicos del país para que el gobierno olvidara esos planes y diera prioridad a el dinero que entraría a las arcas del gobierno con las consecuencias que hoy día conocemos. Tanto se puede notar la nostalgia con la que la gente recuerda el esplendor del río en tiempo pasado, que al rememorar como cuando empezó a ser invadido el lugar por estas grandes fábricas y maquilas trasnacionales con su promesa del progreso respaldándose del bombardeo de información por parte del gobierno para que los lugareños vieran como algo bueno el cambio que venía, hace que ellos mismos se cuestionen hasta que punto pudieron hacer algo en aquellos años, como no se dieron cuenta que lo que el progreso les había traído, en realidad ellos ya lo tenían, mejor y gratis, sustento para vivir y comer, energía eléctrica, un clima perfecto, buena salud y vida, cosas que fueron perdiendo paulatinamente sin que nadie volteara a verlos y los ayudara.
Lo único con lo que me quedé de ganas de ver y que a mi parecer hubiera hecho aún más perfecto al documental, es con el mapa que estaban realizando las personas de "Un salto de vida" para tener una dimensión aún más real del la mortalidad en este lugar (la parte en que documenta a los niños con problemas de cáncer e insuficiencia renal es muy fuerte, además de la parte en el que una familia ve un pequeño documental hecho por una persona de la comunidad doce años atrás y que fue amenazado si lo daba a conocer, en donde van viendo a personas que ellos conocían y que ya habían fallecido). Nos irrumpe de manera muy poderosa en cuanto a que haríamos si donde vives se vuelve un un lugar con peligro inminente de muerte, un lugar del que o te sales para poder vivir aunque sea en condiciones inhumanas al no haber más espacio ya en la ciudad o no tener suficiente dinero para hacerlo, o te quedas a morir en el lugar que tanto amas y en el que tienes a tus muertos y tus memorias. De ahí que la resurrección, además de ser el nombre del extraordinario y valiente trabajo hecho por parte del "todólogo" Polgovsky (por el hecho de que no sólo lo escribe y dirige, sino que también lo fotografía, lo edita, y hace el sonido), funge como metáfora de resucitar el tiempo pasado, y la voz de la lucha hecha por los habitantes de este lugar, por algún día volver a ver a este río lleno de vida, y dejar un lugar mejor para vivir a las generaciones futuras, una lucha por no entregar nuestros lugares a los que sólo velan por el dios dinero, y quienes les dan protección en el gobierno.
Choose life. (Trainspotting 2)
domingo, 8 de septiembre de 2019
Tío Yim / América / M.
Tío Yim
Ópera prima de la directora Luna Marán, en la que expone de manera muy emotiva el retrato que tiene de su padre desde lo que fue su infancia, hasta el como ve la gran figura de su padre y su madre ahora de grande de vuelta a su casa en Guelatao de Juárez, en el estado de Oaxaca. No sólo es y se siente propia su forma de retratar el documental, también lleva una emotividad que no se resguarda con melodrama barato o se hace valer de empalagosa narrativa, es un poema visual en el estricto sentido de la palabra de la vida de su multifacético padre con la crudeza que debe tener de todo lo que él logró en su vida como voz de una comunalidad y todo el activismo por sus raíces y su tierra, antes de caer en el vicio, antes de que Luna se separara del núcleo familiar, en un tiempo en el que Jaime Martínez Luna cantaba, componía, creaba bosques; aunque hoy día no lo creería si no fuera por su memoria y la de los demás.
Luna no sólo es el ojo a través de la cámara que presencia todo como testigo fantasma del recuento de información y del excelente material de archivo conseguido, Luna también es narradora y protagonista junto con sus hermanos, pero sin regodearse de su propia presencia, en ningún momento se nota ni se adueña por derecho el mote de querer protagonismo, aunque de alguna manera lo tiene, y se agradece, porque vuelve al documental más humano. El ensamble de sus tomas con cámara en mano siguiendo a su padre, o sus tomas fijas grabando a su madre mientras canta, y de los diferentes formatos del material de archivo que utiliza es de una calidad que hay que destacarse.
Una peculiaridad que tienen las óperas primas de muchos cineastas tanto de ficciones como de documentales, es el hecho que utilizan una historia o muy personal, o algo que conocen bien o de lo que se sienten parte. Luna literalmente toma la figura de su padre y lo hace de una forma más que digna, en la que uno ve todo el tiempo a una persona real, por muy pintoresca que esta sea, y lo muestra como pocos cineastas logran hacerlo, ya sea en la ficción o en el documental. Este es un trabajo al que no hay que dejar de echarle el ojo cuando se tenga la oportunidad, como yo la tuve hace unos días que estuvo disponible en FilminLatino, por lo pronto ahora sólo se podrá ver en su andar por festivales.
América.
Documental mexicano del año 2018 dirigido por Erick Stoll y Chase Whiteside. El documental retrata la vida de tres hermanos del estado de Colima que deben regresar a casa luego de que su padre cae en la cárcel por aparente maltrato a la abuela de los mismos, una anciana llamada Améríca de 94 años, para ellos encargarse de ella.
Los tres se dedican al arte circense, por lo que se logra apreciar en las rutinas que ejecutan cuando tienen tiempo libre en la casa, y vemos como durante este tiempo de espera en el caso de su padre se encargan de América con la complejidad que esto requiere. Vamos notando durante todo el documental cual es la naturaleza de cada uno de los muchachos y su actitud ante la situación. Vemos a el mayor de ellos más escéptico y alejado de la situación de la abuela, aunque siempre colaborativo cuando se le necesita, y el ingreso económico de la familia. El más impetuoso de ellos, el hermano de en medio, que es el más apegado a América, que es quien siempre le habla, la abraza, canta con ella; y el tercero, quien seis meses después se les une, pareciera trae más problemas por su propia naturaleza jovial al querer exigir a América mas de lo que quizá ella puede.
El documental tiene cierto grado de honestidad que uno lo ve como un trato demasiado fuerte a la realidad, uno no queda indiferente ante lo que ve en pantalla, desde la relación entre los hermanos, como las escenas donde vemos las dificultades que tiene América en una edad en la que las personas mayores tienen accidentes tanto fisiológicos como mentales, vemos el real compromiso de los directores ante la historia, y como la intimidad que muestran raya de cierta manera, que su trabajo bien podría causar controversia o un debate bastante polémico ante que si y que no se debe mostrar a la hora de realizar un documental como este; a mi parecer lo hacen de una manera muy respetuosa, sin artificio ni manipulación, y además utilizando recursos visuales bastante apropiados en escenas que involucran a América, y la situación cuando en todo momento y toda hora están retratando algo importante en el viaje que les llevó este documental, que es de dos años y medio (al menos en lo documentado, quizá la realización entre la pre y la pro haya llevado alrededor de 5 o 6 años, que es lo que tarda en promedio una producción documental e independiente en México).
Cabe destacar que aunque no se conoce y no se da a entender por parte de la producción de Ambulante (quienes distribuyen el documental por todo el país) como es que llegaron un par de jóvenes directores norteamericanos a esta historia, y como logran empatizar y retratar este documento de manera tan fidedigna que uno creería que conocen nuestra cultura muy profundamente. Se sabe que ambos directores han realizado muchos cortometrajes de corte informativo sobre salud pública del gobierno de Estados Unidos (del gobierno de Barack Obama en particular), como en otras partes del mundo a través de programas de la ONU y demás instituciones y organizaciones.
Otros importantes temas se ven retratados en el documental van desde el sistema tan inepto que tienen las dependencias de salud y seguridad social del estado en cuestiones del criterio ante las atenciones hacia los adultos mayores, la corrupción que hay en el sistema judicial en todos sus niveles de gobierno, y los abusos por parte de quienes representan o pretenden brindar ayuda a quienes llevan un proceso penal, tanto para quien lo vive desde el interior de un reclusorio, como para sus familias afuera, y quizá el más importante: el abandono por parte de los hijos a sus padres mayores, y lo que sufren estas personas cuando las familias ya no quieren hacerse cargo de ellas y los dejan en condiciones inhumanas o en asilos donde pueden sufrir malos tratos. Esta historia termina básicamente con los dos nietos menores de América haciéndose cargo de ella hasta el final de sus días dos años después, luego de que el padre al salir de prisión decide no cuidarla más porque quiere otra cosa para su vida (lo cual al momento de ver el documental nos hace cuestionarnos si en realidad lo encarcelaron injustificadamente o no) y el nieto mayor que tiene otros planes al lado de su novia.
El final del documental es desgarrador, es muy bello y a la vez doloroso, pero es el final que todos vamos a tener.
América es hasta ahora el mejor documental que he visto en el año. En un año en el que, como ya lo he comentado antes; he visto muchos documentales.
miércoles, 4 de septiembre de 2019
Los buzos de El Manglito: rescatando a la comunidad.
Escribir sobre un documental que refleja o se enfoca en cierta parte del lugar en donde vives se vuelve, a mi parecer una doble responsabilidad, en primer lugar porque hay que separar los sentimientos de lo meramente crítico, algo que aunque pareciera es fácil con el oficio de escribir sobre cine (aunque no sea de manera profesional) durante años, en realidad no lo es tanto. Se debe procurar no caer en sentimentalismo, pero también se debe respaldar bien todo argumento hecho sobre el trabajo que alguien más hizo, con sus méritos y carencias, con mucho amor. Dicho lo anterior permítanme escribirles sobre un documental que es, como lo dice el mismo documental implícitamente: hecho por la palomilla para la palomilla.
Narra a modo de testimonio de manera cronológica la historia de la ensenada de El Manglito, uno de los barrios más míticos y antiguos en La Paz, Baja California Sur, y como durante muchos años este lugar fue fuente de provecho para los padres, abuelos y bisabuelos de los que hoy día lo habitan y que son quienes cuentan esta historia. Nos narra sus años prolíferos en los que el producto que de este lugar emana servía sólo para el consumo de los lugareños, sin más afán que el de alimentarse y llevar sustento día a día a sus familias. Narra como años después el producto empezó a sacarse en abundancia sin respetar periodos de reproducción al grado de sacar sólo por sacar, por el simple hecho de que si ellos no lo sacaban, alguien más lo iba hacer, hasta que llegó el día en que las almejas y el callo empezaron a escasear, y con estos, la comunidad empezó a desaparecer, con la migración de los pescadores hacia otros puertos y bahías, hasta el día que ellos mismos con información y ayuda de una organización (NOS) decidieron tomar cartas en el asunto para restaurar la vida marina como lo era años atrás, y después comprobar que por ellos mismos podían cuidar el pedazo de tierra en el que habían tenido la fortuna de nacer, y hacer una organización (OPRE) en comunidad que involucraba también a las mujeres y los niños de la comunidad, para darles mejor oportunidades y un oportuno desarrollo, que los pescadores de antaño no podían tener para sus familias, aunque para llegar a eso tuvieran que dejar de hacer durante años eso que no sólo les daba dinero para vivir, sino también aquello que los hacía sentirse más vivos y realizados.
El documental a mi parecer atina y llega de manera muy acertada al público por la forma en que es narrado, que es a mi parecer siempre la más efectiva en esta clase de documentales, a través de la entrevista de frente, con los personajes reales narrando su historia, en su entorno. También atina en como va entrelazando estos testimonios, con las tomas al hábitat natural y las extraordinarias tomas submarinas (varios cuadros de ciertas tomas son dignos de enmarcarse y ponerlos en la sala de la casa en tamaño de 32X20). También atina en la brillante forma en que se utiliza el material de archivo y como se montan y se animan las fotografías, esto no sólo lo hace atractivo para un público de toda edad, sino que crea una especie de lenguaje que lo hace sentir a uno como si estuviera viendo un álbum familiar. La fotografía que está a cargo de los ya muy reconocidos fotógrafos Alejandro Rivas y Elizabeth Moreno, es en verdad extraordinaria, la forma en que su lente documenta de manera muy cotidiana y a detalle, hace que uno compenetre fácil con la historia. No se documentan todo con la fotografía que se hace el documental que sólo recaba entrevistas, varían su técnica de acuerdo a lo que se está mirando, ellos son testigos de algo que sienten propio y querido, y eso llega al espectador tal cual, acompañando también de buena manera la música original de Rodrigo Cordero y los dos temas de Los Muecas, y sin olvidar por supuesto ese inicio con esas tomas aéreas y desde la panga, de la ensenada, y las tomas que graban de cerca a los mangles, al son de Puerto de Ilusión. Pero a mi parecer el gran logro del documental reside en el montaje que realiza el propio director: Diego Fenton.
Diego logra a mi parecer dar lenguaje a todo el material audiovisual recabado por Alejandro y Elizabeth, lo hace bien y lo hace con una complejidad en la que de las entrevistas a cada uno de los personajes, logra darles importancia y seguimiento durante todo el documental. Otro de los grandes aciertos del documental es la digna voz que se le da a los habitantes de este sitio y hacer sonar su lucha que durante seis años llevaron, y se les retrata de una manera muy emotiva, tanto por como se cuenta la historia, y el cómo se nota que ellos se emocionan por el sacrificio vivido y por saber que este trabajo puede lograr tocar a otras comunidades y hacer que se replique la labor que ellos han logrado. Llegado este punto, sin duda alguna lo más importante y grato de este documental de tan sólo 52 minutos de duración, es el mensaje que da, de como en comunidad y con apoyo de todos se puede lograr cualquier cosa, en cualquier lugar, y lo que busca este documental es esto, hacer que todos nos unamos más como comunidad por las causas justas y nobles, y que hagan que nuestro entorno sea un lugar mejor para vivir, y dejar un buen ejemplo y lugar a las generaciones venideras que van aprendiendo de nuestro camino, sea bueno o malo, por lo que se busca que este camino sea lo mejor posible, como el que nos enseña acá una pequeña comunidad a la orilla del mar.
En voz de sus creadores, el documental estará dentro de poco tiempo en Youtube para que toda persona que quiera verlo pueda hacerlo, y si algún espacio de exhibición alternativa se interesa en proyectarlo, pueden ponerse en contacto con ellos para que se les proporcione (el link a su sitio oficial en Facebook se los dejo aquí).
Este material es digno de verse no sólo en el lugar donde se creó, sino en todo el mundo, para saber de testimonios de personas que de casi haber perdido completamente todo lo que conocían y amaban y de lo que vivían; con compromiso, sacrificio y amor de todos como comunidad, pudieron salir adelante y recuperar lo que generaciones pasadas acabaron. Sin duda alguna este extraordinario documental es un buen ejemplo para tantas cosas que todos como seres humanos debemos hacer para rescatar cosas que se perdieron, mejorar cosas que antes se hicieron mal, y malos hábitos que tienen que cambiarse por el bien de nosotros, nuestra comunidad y nuestro planeta, con compromiso, sacrificio y amor por nuestra gente y nuestra tierra.
lunes, 2 de septiembre de 2019
Capernaum.
Película libanés del año 2018 dirigida por Nadine Labaki, la cual causó mucho revuelo tanto el año pasado como en este por dos razones en particular: la primera, el tema que trata, y la segunda, por haber sido una de las nominadas al Oscar, y como cierta parte de la prensa internacional especializada en cine argumentaba que esta era una de las películas que no debía estar nominada y que dejó sin lugar en la quinteta para el galardón a un par de películas en concreto: Burning y Pájaros de Verano. (Además de ganar en Cannes en el mismo año el Premio del Jurado, premio que también según muchos críticos debió ser para la película de Lee Chang-dong).
La película desde la primera escena ya es punzante, vemos a un doctor examinar a un pequeño y lo escuchamos decir que el pequeño ya no tiene los dientes de leche, lo cual quiere decir debe tener al menos uno 12 años de edad. Escenas siguientes vemos al chico esposado, vemos a un número grande de mujeres de tez oscura, de quienes inmediatamente se nos hace saber son todas procedentes del continente Africano, todas de diferentes países. Acto seguido vemos a este chico ser llevado a la corte, y es en ese momento en el que se nos revela cual es la trama de la película: vemos en la corte a este chico que al ser llevado a prisión por apuñalar a quien fue el responsable de que su hermana pequeña de once años se haya muerto, decide denunciar en la televisión desde la prisión por una llamada telefónica a sus padres, es hasta estar frente al juez que revela porque los está acusando, por haberlo traído a este mundo.
Bajo esta premisa, la película nos va narrando el por qué este chico toma determinada decisión, todo lo que pasa por su vida y que atañe a temas como el maltrato infantil, explotación laboral, matrimonios arreglados, eso en primer plano, pero se ven otros temas alrededor de la historia como la cuestión migratoria que hay por toda Europa, (lo que se expone con la historia de personajes secundarios) el desmedido descontrol en el incremento de la población al no haber un control o una educación reproductiva en el país.
La fotografía empleada ayuda en medida a representar de manera rápida y eficiente el contexto socio-económico del país. El planteamiento de la trama, a pesar del controvertido tema que aborda, es muy simple, muy básico, pero realmente efectivo por parte de la directora, que además actúa en la misma como la abogada del chico protagonista, y tocado el tema de las actuaciones son realmente poderosas, reales, con cierto grado de crudeza, aunque como ya lo dije, el desarrollo no es nada extraordinario, pero cumple en las expectativas estándar. Uno realmente se cuestiona muchas cosas al ver esta película, de quien en verdad es responsable de la situación de estos chicos, de lo que uno haría en el lugar de los padres, que condición vivían en realidad los padres en ese país, al grado de uno llegar a pensar que ellos son también inmigrantes que viven ilegalmente ante los ojos de las leyes de los hombres y por eso no tenían registrados a sus hijos, lo que el pequeño Zain tiene que hacer y vivir para sobrevivir a la vida que le tocó vivir y lo que tiene que hacer para proteger a los que quiere, sus hermanos, su otro pequeño hermano luego de que es atrapada la mujer que le da apoyo cuando escapa de su casa, para escapar lo más lejos posible de sus padres y de su inconsciencia por seguir trayendo al mundo niños que sufrirán como él, hasta el final que logra irse. Es realmente duro el pensar que miles de casos como estos pasan en todas partes, y que seguro rebasan con creces la ficción tan dura que aquí, aunque no de manera extraordinaria, como ya lo dije, pero si de manera decente, se logra plasmar.