Tío Yim
Ópera prima de la directora Luna Marán, en la que expone de manera muy emotiva el retrato que tiene de su padre desde lo que fue su infancia, hasta el como ve la gran figura de su padre y su madre ahora de grande de vuelta a su casa en Guelatao de Juárez, en el estado de Oaxaca. No sólo es y se siente propia su forma de retratar el documental, también lleva una emotividad que no se resguarda con melodrama barato o se hace valer de empalagosa narrativa, es un poema visual en el estricto sentido de la palabra de la vida de su multifacético padre con la crudeza que debe tener de todo lo que él logró en su vida como voz de una comunalidad y todo el activismo por sus raíces y su tierra, antes de caer en el vicio, antes de que Luna se separara del núcleo familiar, en un tiempo en el que Jaime Martínez Luna cantaba, componía, creaba bosques; aunque hoy día no lo creería si no fuera por su memoria y la de los demás.
Luna no sólo es el ojo a través de la cámara que presencia todo como testigo fantasma del recuento de información y del excelente material de archivo conseguido, Luna también es narradora y protagonista junto con sus hermanos, pero sin regodearse de su propia presencia, en ningún momento se nota ni se adueña por derecho el mote de querer protagonismo, aunque de alguna manera lo tiene, y se agradece, porque vuelve al documental más humano. El ensamble de sus tomas con cámara en mano siguiendo a su padre, o sus tomas fijas grabando a su madre mientras canta, y de los diferentes formatos del material de archivo que utiliza es de una calidad que hay que destacarse.
Una peculiaridad que tienen las óperas primas de muchos cineastas tanto de ficciones como de documentales, es el hecho que utilizan una historia o muy personal, o algo que conocen bien o de lo que se sienten parte. Luna literalmente toma la figura de su padre y lo hace de una forma más que digna, en la que uno ve todo el tiempo a una persona real, por muy pintoresca que esta sea, y lo muestra como pocos cineastas logran hacerlo, ya sea en la ficción o en el documental. Este es un trabajo al que no hay que dejar de echarle el ojo cuando se tenga la oportunidad, como yo la tuve hace unos días que estuvo disponible en FilminLatino, por lo pronto ahora sólo se podrá ver en su andar por festivales.
América.
Documental mexicano del año 2018 dirigido por Erick Stoll y Chase Whiteside. El documental retrata la vida de tres hermanos del estado de Colima que deben regresar a casa luego de que su padre cae en la cárcel por aparente maltrato a la abuela de los mismos, una anciana llamada Améríca de 94 años, para ellos encargarse de ella.
Los tres se dedican al arte circense, por lo que se logra apreciar en las rutinas que ejecutan cuando tienen tiempo libre en la casa, y vemos como durante este tiempo de espera en el caso de su padre se encargan de América con la complejidad que esto requiere. Vamos notando durante todo el documental cual es la naturaleza de cada uno de los muchachos y su actitud ante la situación. Vemos a el mayor de ellos más escéptico y alejado de la situación de la abuela, aunque siempre colaborativo cuando se le necesita, y el ingreso económico de la familia. El más impetuoso de ellos, el hermano de en medio, que es el más apegado a América, que es quien siempre le habla, la abraza, canta con ella; y el tercero, quien seis meses después se les une, pareciera trae más problemas por su propia naturaleza jovial al querer exigir a América mas de lo que quizá ella puede.
El documental tiene cierto grado de honestidad que uno lo ve como un trato demasiado fuerte a la realidad, uno no queda indiferente ante lo que ve en pantalla, desde la relación entre los hermanos, como las escenas donde vemos las dificultades que tiene América en una edad en la que las personas mayores tienen accidentes tanto fisiológicos como mentales, vemos el real compromiso de los directores ante la historia, y como la intimidad que muestran raya de cierta manera, que su trabajo bien podría causar controversia o un debate bastante polémico ante que si y que no se debe mostrar a la hora de realizar un documental como este; a mi parecer lo hacen de una manera muy respetuosa, sin artificio ni manipulación, y además utilizando recursos visuales bastante apropiados en escenas que involucran a América, y la situación cuando en todo momento y toda hora están retratando algo importante en el viaje que les llevó este documental, que es de dos años y medio (al menos en lo documentado, quizá la realización entre la pre y la pro haya llevado alrededor de 5 o 6 años, que es lo que tarda en promedio una producción documental e independiente en México).
Cabe destacar que aunque no se conoce y no se da a entender por parte de la producción de Ambulante (quienes distribuyen el documental por todo el país) como es que llegaron un par de jóvenes directores norteamericanos a esta historia, y como logran empatizar y retratar este documento de manera tan fidedigna que uno creería que conocen nuestra cultura muy profundamente. Se sabe que ambos directores han realizado muchos cortometrajes de corte informativo sobre salud pública del gobierno de Estados Unidos (del gobierno de Barack Obama en particular), como en otras partes del mundo a través de programas de la ONU y demás instituciones y organizaciones.
Otros importantes temas se ven retratados en el documental van desde el sistema tan inepto que tienen las dependencias de salud y seguridad social del estado en cuestiones del criterio ante las atenciones hacia los adultos mayores, la corrupción que hay en el sistema judicial en todos sus niveles de gobierno, y los abusos por parte de quienes representan o pretenden brindar ayuda a quienes llevan un proceso penal, tanto para quien lo vive desde el interior de un reclusorio, como para sus familias afuera, y quizá el más importante: el abandono por parte de los hijos a sus padres mayores, y lo que sufren estas personas cuando las familias ya no quieren hacerse cargo de ellas y los dejan en condiciones inhumanas o en asilos donde pueden sufrir malos tratos. Esta historia termina básicamente con los dos nietos menores de América haciéndose cargo de ella hasta el final de sus días dos años después, luego de que el padre al salir de prisión decide no cuidarla más porque quiere otra cosa para su vida (lo cual al momento de ver el documental nos hace cuestionarnos si en realidad lo encarcelaron injustificadamente o no) y el nieto mayor que tiene otros planes al lado de su novia.
El final del documental es desgarrador, es muy bello y a la vez doloroso, pero es el final que todos vamos a tener.
América es hasta ahora el mejor documental que he visto en el año. En un año en el que, como ya lo he comentado antes; he visto muchos documentales.
M. de Eva Villaseñor: el efecto ráfaga que se mantiene real.
M. es el segundo largometraje documental de la directora Eva Villaseñor en el que retrata la vida de su hermano Miguel Ángel Villaseñor, y su lucha contra la adicción a las drogas, quien es un reconocido exponente del género rap en Aguascalientes a nivel local y nacional.
En el documental Eva retrata a su hermano desde sus inicios, su compromiso con la contracultural en el estado, y como eran las cosas en el pasado cuando, como el propio Tanke lo dice en el documental (el seudónimo de Miguel Angel en la escena musical) Aguascalientes era un estado mas de provincia con pocos crímenes, poca delincuencia, y sin tanto trafico de drogas ni amenazas para los jóvenes como están las cosas en esta última década.
Cualidades que se ven en el documental y que lo hacen único a mi parecer en el grupo de documentales que la temática musical como M, (que los hay varios, desde el mas contemporáneo y mediático Somos Lengua de Kyzza Terrazas, hasta Mexicanos de bronce de Julio Fernández Talamantes) es que Eva le da un lenguaje único, así como lo es la historia que plasma. Estas tomas flash, o momentos ráfagas que se pueden interpretar como momentos en los que Tanke estaba bajo la influencia de las drogas pero que no quería exponerse tan literal, es un recurso muy valioso y que se puede entender perfectamente. La cámara en mano todo el tiempo llevada por Eva en la que siempre va siguiendo a su hermano, quien es en único protagonista, y sus perros que son muy importantes para el y que bien podrían ser una representación de él mismo, pues como él mismo lo dice: son chaparritos, bonitos, pero si los provocas son una bestia por dentro. Sólo en un par de ocasiones aparece su mamá, y ella (hacia la parte final, quizá la mas emotiva del documental). Personajes llegan a aparecer esporádicamente pero en una sola ocasión. Todo él documental es sobre M, y su constante lucha no por vivir, sino por sobrevivir.
Otro gran logro de parte de Eva es evidenciar lo endeble que es el vivir en este mundo de las drogas, como el testimonio de su hermano es tan real, cuando habla de su carrera truncada y los amigos perdidos en el camino por las drogas, desde los que están encarcelados, los que están en la delincuencia organizada, o los que suicidaron por perderlo todo y ya no poder vivir sin poder drogarse, todo lo que documenta Eva de manera muy rudimentaria le da al proyecto una proyección muy real, nada artificiosa, así como el material de archivo del que se sirve para mostrar el carácter y los problemas en los que solía meter su hermano siendo el Tanke y no Miguel Ángel, ese que escribía en 7 horas todas sus rimas pegado al foco o al crack.
El documental tuvo paso triunfante por varios festivales del país como lo es el de Morelia, el de Guanajuato, el del Nuevo Cine Mexicano en el estado de Durango, en el FICUNAM, y otros más en el extranjero; además de haber estado nominado en la pasada premiaciones de los A rieles a lo mejor del cine nacional, optando por lógica, por el galardón al Mejor Documental.
M. nos ofrece una mirada honesta sin sentirse en ningún momento empalagosa o como un sermón; es simplemente un retrato, tal cual, de una persona a la que Eva ama y que es importante en su vida; y logra llevarlo magistralmente, con las carencias jugando a su favor, a la retina de los espectadores que encuentra a su paso.
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