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sábado, 24 de marzo de 2018
La Corrispondenza: Amor infinito como las estrellas muertas.
Dirigida por el director italiano Giuseppe Tornatore (Cinema Paradiso, La Leyenda de 1900, Maléna) La Correspondencia (o "Te Amaré eternamente" como la llamaron para América Latina) es una película que nos narra desde un principio el tórrido romance clandestino entre una joven estudiante y un muy mayor profesor de astronomía, quienes se ven en un hotel menos tiempo del que ellos en realidad quisieran estar juntos, pero con las ventajas que nuestra era nos da, el hecho de estar conectados y poder estar en contacto con las personas así estén a miles de kilómetros hacen que Amy y Ed le den valor a nuestra era digital, pero que pasa cuando la distancia es mucho más lejana que miles de kilómetros, como otras estrellas, u otros mundos si así lo deciden creer, que pasa si uno de los dos amantes muere. Pues la película nos plantea este hecho, como aun después de la muerte gracias a estas herramientas este amor que nos hace mortales, finitos, pero a la vez tan supremos e infinitos; puede acompañar al ser amado, cuando se le ama de una forma cósmica, de una manera sobrenatural, esto puede ser posible, aun cuando el ser amado por arrebatos estropea el lazo, tarde o temprano este vuelve a reconectarse, porque cuando uno ama de verdad, puede adivinar y sentir los pensamientos del otro.
Tornatore pudo haberla tomado fácil y hacer algo de maquila, de paquete, un blockbuster, crear una historia sobre un fantasma que se comunica desde el más allá sin plantearnos un argumento ya no digamos creíble, sino que tenga congruencia, pero la historia plateada piensa en todo y se ve que desde el guión la película no tiene ni gramo de improvisación, pero para los que conocen a este director y sus antecesores trabajos saben que es un estupendo director que si algo sabe hacer es contar historias con esa capacidad de hacernos sentir eso que sus personajes con el simple recuerdo o en sus silencios expresan, una película con una dirección precisa, con muchos amores y simbolismos de este director de cine, como el que la protagonista además de ser estudiante trabaja como doble de escenas de acción en el cine, o estas historias de conflictos y problemas pasados con la familia, pero el que se puede destacar mas en primer plano, sin duda alguna es la música compuesta por el director de orquesta italiano Ennio Morricone, con una banda sonora que yo jamás creí escuchar en la vida, muchas de las piezas son protagonizadas en primer plano por una guitarra eléctrica no hacen más que enmarcar perfectamente en momentos precisos de la trama. Los detalles técnicos están muy bien llevados, como toda película de manufactura impecable, como una fotografía excelente, se nota que la película está hecha por un director con experiencia en el ramo, que sabe lo que hace, y de las actuaciones cabe decir que la pareja protagónica es perfecta, en la primera escena, que es en la única que están juntos físicamente en toda la película, se nota la conexión entre ambos, Olga Kurylenko con una estupenda actuación (salvo por un momento que me parece luce algo sobreactuado su llanto) y sin duda alguna más que enmarcable la actuación, aunque corta de Jeremy Irons, nos confirma que le gusta mucho este tipo de papeles en películas de romance que no son sólo la simple película de romance como alguna vez ya lo vimos en la estupenda Damage (otra película que si no han visto no dejen de hacerlo por favor) al lado de la encantadora y muy amada mía Juliette Binoche. A la película no la compararé con antiguos trabajos del director porque no sería justo, en primera porque muchas películas de este director ocupan un sitio muy especial diría yo en todo cinéfilo, y en segunda porque creo que es un error y muy injusto juzgar a las película y al director en comparación a sus trabajos antecesores ya no digamos sólo por trama, sino por el hecho que incluso para algunos directores ciertas películas son más personales que otras, como diría un colega, una película es buena o es mala, punto. (Aunque siempre he creído que incluso de la película más mala se aprende algo y se sacan puntos positivos)
Si no fuera por una escena al final a la que podría enmarcar como la despedida de esta pareja, la cual me parece se alarga un poco, pero que se justifica al fin de cuentas, yo la verdad la describiría como una de las películas más hermosas y perfectas que haya visto en los últimos tres años, pero aun así la historia como tal, y como es contada por un italiano con oficio como lo es Tornatore, esta historia de amor después de la muerte el cual se mueve entre mensajes de texto, e-mails, cartas con instrucciones, conexión entre mente, espacio y universo, almas gemelas y los diez dobles que tenemos aunque estos sean animales y por los cuales nos seguiremos comunicando después de la muerte, hacen de esta película que veamos a las buenas historias de amor ser contadas de diferente manera, pero no por ello dejar de hipnotizarnos y porque no, el creer que lo que pasa en el cine nos puede pasar a nosotros. Porque al final de cuentas quien no quisiera un amor en la vida como el que la mayoría de los personajes narran a Amy que sentía Ed por ella, un amor más hermoso que el que se ve en las películas, un amor que aunque muramos como los mortales que somos, puede en tres meses hacernos tan felices que nos sintamos de alguna manera inmortales, y que si algún error no podemos cometer en esta vida, es el de no amar, por muy doloroso que haya sido este en el pasado.
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