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viernes, 29 de noviembre de 2024

Breve comentario sobre “Good salvaje” de Santiago Mohar Volkow

 


Pero, ¿qué le hicieron a Mohar Volkow? Y ojo, esto no es una queja en lo absoluto. Impresionante ver el viro que hace Santiago a su cine para los que lo conocimos con aquella insuperable y poco comprendida ópera prima “Los muertos”, aunque aclaro, tampoco sé qué tanto les gustaría este nuevo cine del Santi a sus detractores. 


Más pegada a la comedia fársica que a cualquier otra cosa, logra tocar temas bastante complejos, interesantes e importantes, algunos con atino, otros con algo de irresponsabilidad a mi parecer que se aleja de todo precepto y lenguaje cinematográfico. 


También hay que decir que hay algo de valentía por parte de Santiago al acercarse a este cine, pues sin ser cine de comedia burda con una línea totalmente comercial y que permita que se le considere un proxeneta del arte, si que se acerca peligrosamente por la poca comprensión de los públicos conocedores en el céntimo de que la comedia puede ser buen cine.  


Es interesante como Santiago suma a este juego/experimento a, ademas de notables (o famosos, si así lo quieren llamar), buenos actores. Darío Yazpik, Manuel Rulfo, Andrew Leland, y una Naian que, además de venir a suplir a su hermana en el cine del Santi, está en su mejor etapa en todos los sentidos; todos se suman al juego/experimentos con total dedicación y entrega. No sé hasta qué punto pudieron imaginarse lo que esto iba a ser mientras lo realizaban, pero de que seguramente se divirtieron, no tengo ni la más remota duda. 


Lo basado del arte y el artista, en todos los extremos, para bien y para mal, la ridiculización del depredador extranjero que cree que su falta de cultura le permite apropiarse de las historias ajenas, la cultura del narcotráfico tratado sin decoro ni respeto desde la caricaturización, son sólo algunas de las líneas que Santi despliega y que van desde lo más prodigioso a lo más lamentable, y viceversa, y que lo dejan a uno pensando qué está permitido o no en el arte, en el cine, o en esto; y que derivan en “cine” más libre por parte de Mohar Volkow, pero sí con un dejo de pretenciosidad que al menos, yo le perdono.


Dariela desde la cámara y la gente de arte hacen un trabajo sencillo, discreto, fino, pero extraordinario. 

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