La casa lobo es una película chilena del año 2018 dirigida por Cristóbal León y Joaquín Cociña, la cual tuvo una gran relevancia e importancia en su recorrido por festivales y que resulta ser una película que, de entrada es la primera película realizada bajo la técnica de stopmotion en Chile y que, indudablemente puede considerarse una de las películas de animación mejor lograda, y de las más interesante de los últimos años por la temática que aborda.
La película se nos muestra como una cinta rescatada en las bóvedas de una comunidad alemana en Chile, la cual vive alejada de la sociedad y que se muestra al mundo, a través de su propaganda televisiva, como una comunidad pacífica que produce miel (partiendo de esta premisa es imposible que no venga a la mente del espectador películas como The village de M. Night Shyamalan, incluso a la parte de The Schindler list donde se les muestra a los judíos la ilusión de los campos de concentración), y es luego de que en este video introducción el narrador, quien se presenta como el fundador de dicha comunidad, llamada Colonia Dignidad, se nos muestra la película en cuestión: La casa lobo, la cual nos presenta a María, una niña que escapa de su Colonia luego de haber dejado escapar a dos cerditos y ser castigada y condenada a pasar 100 días sola y encerrada, pero la niña logra escapar y llega a una casa en apariencia sola, en la que pronto descubre dos cosas: la primera, hasta esa misma casa llegan sus cerditos, la segunda, que parece estar en la casa de sus pesadillas, en la que ya no sabe si está mejor dentro de la casa con sus cerditos, o afuera con el lobo, y una tercera idea flota en el aire: ¿habrá salido realmente María de Colonia Dignidad? O esta ya habrá invadido todo Chile.
Me parece que no hay forma fácil de abordar un texto sobre esta película, y la forma más correcta de verla a mi parecer es cual si fuéramos unos infantes, y es que me parece es una película cuya libertad creativa desborda cualquier razonamiento lógico que la mente adulta pudiera conjeturar, aunque por supuesto hay una lógica en todo lo que vemos, sólo hay que desentramar, descifrar, leer todo lo que metafóricamente se nos dice entre líneas en este viaje sensorial.
Entre todas las virtudes que tiene el trabajo de los realizadores el que mejor define la experiencia que resulta ver esta película, quizá sea el tono que maneja. Si bien, al ser una animación, y ser una especie de fábula lo que se nos narra, el hecho de que sea tan oscura, y su animación se nos muestre más como una especie de mal sueño, que la tradicional forma en que se narran las historias para niños, hace que uno conecte las metáforas que hablan del pasado chileno que rondan alrededor de los personajes y la trama: los cerditos atrapados convertidos en personas, las personas convirtiéndose en animales, la casa mutando y cambiando de un ente animado a un ente real, mientras todo transcurre frente a nosotros a través de un plano secuencia formidable, aún con los errores en este (errores que por supuesto tienen todo menos el error), lo único que comunica con el espectador: esta es una película que, aunque lo hace a uno vivir la experiencia sensorial de estar en un sueño, un mal sueño incluso, no nos da en ningún momento la sensación de estar a salvo, creo que la trama y cómo está narrada; nos hace involucrarnos con esta historia que tiene mucho de real, pero no sólo con el pasado, pues nos invita a recordar el hecho de que todo pueblo que olvida su historia está condenado a repetirlo. Pero de qué puede estar hablando esta película, más allá de su oscura, tensa y sensorial experiencia.
Si bien la película sí está basada en un hecho real que yo acá no mencionaré ya que se ha expuesto en otros textos que circulan en diferentes publicaciones, me parece que, como la misma película da importancia a diferentes significados a través de las metáforas que aluden al lenguaje onírico que emplea a través de la fantasía que se maneja dentro de su lógica, que para nada crea la sensación de escapismo o evasión de la realidad, sino todo lo contrario; la película bien podría verse también como el paso de esas personas que, huyendo de Alemania y del régimen nazi, y que encontraron refugio en Chile, años después se vieron inmersos y dentro de una nueva dictadura, la de Augusto Pinochet. Sabemos que durante ambas dictaduras fueron miles las personas que sufrieron tortura de múltiples maneras, tanto psicológicas, como físicas, incluso experimentación entre ellas, bien lo que vemos en la película podría ser lo que estas personas sentían mientras sufrían eso. Pero también se podría asumir que se encuentra en la figura de María a toda la humanidad al siempre latente peligro de los lobos que se presentan como los salvadores, engañando con dobles caras y dobles discursos, de ahí que películas como La casa lobo son tan importantes, más allá de su valor estético, técnico y creativo, sino porque comunican experiencias del pasado dolorosas, y que se vuelven en un recordatorio que dice: jamás hay que olvidar, para no volver a dejar que algún pueblo viva de nuevo estas pesadillas en la realidad.
Hola, me pareció muy interesante esta película, no había oído hablar de ella, espero poder verla. Me gustó esa frase final. Saludos.
ResponderBorrarEs una gran película. Espero puedas verla pronto. Saludos.
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